miércoles, 14 de septiembre de 2011

La virtud del amor


 ¿Creéis conocer la virtud del sentimiento sublime que nos dio la vida?

¿Creéis conocer la suavidad de la caricia que recorre vuestro espíritu desde el mismo momento de la creación?

Si podéis, benditos sois, pues el amor mas allá de la simple expresión que el hombre ha podido darle, se expande infinitamente como base fundamental que sustenta el universo de Dios; el amor en su término más simple es la amalgama que mantiene unidos los corazones de infinidad de mundos, de infinidad de seres, y quien le busca incesantemente podrá ciertamente algún día encontrar el tesoro mas preciado que existe.

El Amor es solo uno, pero las facetas que reconocemos de él son apenas matices que cada uno de nosotros le brindamos, pues la individualidad del pensamiento permite que la apreciación del amor sea igual de variable y de infinito.

La fuente divina del amor es Dios, y el amor que el Padre nos prodiga se manifiesta de formas tan variadas según sea necesario, y en cada uno de nosotros yace la semilla de ese amor inicial que Dios supo sembrar en lo profundo del espíritu humano, que a pesar del orgullo y de las imperfecciones siempre se inclina ante la fuerza de la bondad.

El Amor salva vidas, el amor da vida, y quien muere por amor se hace acreedor del legado mas sublime, el amor verdadero y sin condiciones solo puede brindarnos beneficio, pero quien se excusa en el amor enfermizo y desmedido, en el amor provisto de malas interpretaciones y excusas condicionales, entonces solo refleja su imposibilidad de admirar el brillo tenaz que proviene de la pureza y de la entrega, de la armonía y de la paz, que son sin duda expresiones reales de los atributos del amor.

El mandamiento del Cristo fue el amor, la vida del Cristo fue el amor, y su partida al plano eterno fue justamente a través del inmenso amor que nos tiene, ¿por qué entonces somos tan mezquinos e insistimos en negarnos la posibilidad de abrir nuestros corazones a la bondad y a la caridad?, en vano no fue su sacrificio pues pudo con su entrega despertar a muchos que hoy en día podemos apreciar con mayor claridad la extensión de ese sentimiento que nace en lo mas intimo del espíritu inmortal.

Servid al amor y nunca os perderéis, servid con humildad y asegurareis el amparo incondicional de aquellos que os aman, servid con amor y nada os faltará en el sendero del progreso, sed fieles a vuestros corazones y marchareis seguros hacia la redención y hacia el perfeccionamiento, seguid sin miedo la ruta que os traza el reflejo de Dios, seguís al amor y estaréis salvos bajo el abrazo infinito de nuestro Señor. 
- Merchita-

La caridad es un ejercicio espiritual...  Quien practica el bien, pone en movimiento las fuerzas del alma. Cuando los espíritus nos recomiendan con insistencia la práctica de la caridad, nos están orientando para nuestra propia evolución; no se trata solo de una indicación ética, sino de un profundo significado filosófico..
                                     - Chico Xavier -

( Ver  inquietudesespiritas.blogspot.com)

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