domingo, 4 de septiembre de 2011

El desarrollo científico




Los sucesivos inventos han alterado la vida humana.

Numerosos hombres muy importantes como Allan Kardec, Charles Darwin, Albert Einstein,  Karl Marx, y muchos otros, han producido  una revolución en los conceptos  y costumbres  de las criaturas, las cuales aun no han terminado de adaptarse al mundo descubierto por ellos.

El mundo observó una grandiosa modificación, en lo que se refiere a la tecnología, desde la locomotora a vapor hasta el teléfono, esto alteró completamente la estructura que antes imperaba.

El área médica  fue ampliada con la conquista de la anestesia  y de la asepsia, con la microbiología y las vacunas que pasaron a salvar millones de vidas expuestas a la muerte, por el desconocimiento  de cómo debían ser tratadas  y hacerlas proseguir.

Las técnicas de la microcirugía aumentaron aun más el campo de la salud, proporcionando  la reparación segura en las piezas delicadas del cerebro y de otros órganos imprescindibles para una existencia digna.

No obstante, a medida que fueron detectadas valiosas informaciones en el Cosmos, así como en la fisiología del ser humano, en vez  de presentarse solucionadas las incógnitas, otras más embarazosas se hicieron notar, aguardando futuras adquisiciones de investigaciones y observaciones.

Los científicos del pasado, en su ingenuidad, poseían respuestas rápidas para casi todos los interrogantes que les eran presentados, empero, no siempre correspondiendo a la realidad de los hechos. En la medida que la percepción del Universo se dilató y las sondas penetraron en la intimidad de las partículas atómicas y subatómicas, se tomaron más difíciles a la comprensión y utilización racional de sus posibilidades casi infinitas.

La propia mente humana continua siendo un misterio para los neurofisiologistas, que tienen dificultad en limitar el campo en el cual se manifiesta el cerebro y ella se exterioriza, tanto cuanto la memoria y sus mecanismos para retener informaciones complejas, muchas de ellas abstractas, mediante procesos de interacción bioquímica, que pueden ser accionados con el simple recurso de la voluntad.

El descubrimiento del axonio,'por ejemplo, facilitó la comprensión de la neurona cerebral, no obstante, las más recientes conquistas en tomo de las ínter leucinas, cerebrinas, interferón y otras enzimas, amplió casi infinitamente el entendimiento con relación a los mecanismos nerviosos y sus funciones relevantes para el ser humano, su pensamiento, memoria, equilibrio orgánico, entre otros.

Simultáneamente, la identificación del centro de interacción mente-cuerpo, en el área límbico-hipotalámica, frente a las abundantes presencias neuronales, explicó la razón de porque la misma se encuentra en la base del cerebro y en lo alto de la columna vertebral, favoreciendo la perfecta comunión del Espíritu con el cuerpo y de éste con aquél.

‘Axonio: Prolongación de la célula nerviosa. (N.del T.)

Estudios más avanzados en este campo, proporcionaron la comprensión de cómo se procesan esas interacciones psicofísicas, ante la conclusión de que los sentimientos superiores, tales como el amor, la solidaridad, la confianza, la bondad, la ternura, la caridad, la fe, pueden corresponder a la presencia de fotones en el organismo, en cuanto que los negativos o primarios como el odio, el resentimiento, el miedo, la angustia, la rabia, los celos, la envidia, pueden presentarse como electrones, propiciando así el bien o el malestar de acuerdo con la onda mental en que el individuo permanezca.

Concomitantemente, la Biología molecular, ampliando sus observaciones, viene alcanzando realidades antes jamás concebidas, demostrando que los factores psíquicos son esenciales para una buena armonía física, tanto cuanto se opera en el sentido inverso, construyendo la criatura conforme a su patrón de comportamiento moral y mental.

La física cuántica ya desmistificó la materia, avanzando gloriosamente hacia la energía, alcanzando las tramas sutiles del Espíritu, que es el principio inteligente del Universo, casi logrando identificar el mundo causal de donde todo procede.

La Psicología Transpersonal y sus congéneres lograron descubrir al Espíritu, enriqueciéndose de respuestas y terapias para los difíciles problemas que antes enfrentaba y que aún permanecen en otras Escuelas, tornando la existencia mental y comportamental más digna y apetecible con posibilidades fascinantes de paz y plenitud...

La vida bulle soberana en todas partes y aun en el reino mineral duerme, soñando con las desconocidas posibilidades que se encuentran en germen dentro de sí.

No obstante las incomparables realizaciones de la Ciencia y de la tecnología, innumerables indagaciones continúan desafiantes, aguardando la solución en los laboratorios, tales como la vida en otras dimensiones fuera de la Tierra, la imposibilidad del cerebro de interpretarse a sí mismo, el destino biológico que responde por la muerte o el suicidio de las células para mantener la forma física, sin superar los límites del equilibrio y más allá, los agujeros negros, los que había antes del Big bang, los límites del Universo, en razón del retorno de las partículas que enfrentan a aquellas que están avanzando, produciendo los quásares azules, la luz negra, que lo invade todo y aún no pudo ser fotografiada, así como un número importante de otros fenómenos en el macro y en el microcosmos...

Lentamente y sin darse cuenta, los científicos se tornan sacerdotes del Espíritu y avanzan perseverantemente al encuentro de Dios y de Sus Leyes, que están vigentes en todas partes.

El Espiritismo, a su vez, en la condición de ciencia de observación ya penetró en esos misterios, ofreciéndoles soluciones lógicas, partiendo de la Realidad Divina, del Espíritu inmortal y sus reencarnaciones, de los fenómenos anímicos y mediúmnicos, de los valores ético-morales y de las herencias del pensamiento de Jesucristo, tales como el amor, el perdón, la caridad, la renuncia a las pasiones, a la verdadera humildad, a la compasión y a la misericordia, para ofrecerle seguridad y paz al ser humano, impulsándolo a avanzar en los rumbos de su integración con la Conciencia Cósmica.

Lentamente llega el momento en que la Ciencia y la Religión se darán las manos, complementándose mutuamente, apoyadas en los hechos, en la razón y en la lógica que deberán ser el sustento de ambas, avanzando velozmente en la conquista de más profundos valores e interpretaciones en relación con la vida y con el Infinito.

Tal hecho solamente se hará posible gracias a la reencarnación, que posibilita a los Espíritus el retorno a la indumentaria camal, a fin de dar prosecución a los estudios y realizaciones a los que se dedicaron, sin verlos interrumpidos por la muerte, pero sí alterados los cuadros de observaciones con el aprendizaje en la Erraticidad, de donde retornan más enriquecidos por los recuerdos del mundo real, aplicando en la Tierra esos conocimientos que contribuyen para la superación de los atavismos perniciosos y de las pasiones a las que se esclavizaron como consecuencia de las experiencias iniciales por donde transitaron.

El Universo es la condensación del amor de Dios y solamente a través del amor podrá ser sentido en cuanto que por la inteligencia será comprendido.


Uniéndose el conocimiento y el sentimiento se armonizan en la sabiduría que es la conquista superior que el ser humano deberá alcanzar, por tanto, plenitud intelecto-moral, conforme acentúa el noble Codificador del Espiritismo, Allan Kardec.

Extraído del Libro “DIAS GLORIOSOS” de Divaldo Pereira Franco.-      Con mucho amor y cariño de Merchita


"El desespero  es una dolencia. Y un pueblo desesperado,herido por dificultades enormes, puede enloquecer, como cualquier indivíduo. El  puede perder  su propio discernimiento. Eso es lamentable, pero se puede decir que todo  eso ocurre en ausencia de educación, principalmente de formación religiosa."
                                       - Chico Xavier -                                                        



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