viernes, 23 de septiembre de 2011

El fenómeno espírita y las vidas sucesivas


Gabriel Delanne

La ley de las existencias sucesivas nos es enseñada por los Espíritus instruidos. El testimonio de millares de almas que se comunican  vienen a traer esta creencia con la autoridad de la experiencia diaria, porque todos nos dicen que ven los errores de sus vidas pasadas, que sufren por eso y procuran volver a la Tierra para reparar las faltas anteriormente cometidas.

Esto es lo que al respecto decía Allan Kardec: " El concepto de vidas sucesivas ha sido aceptado en todas las edades y no sería aceptada por inteligencias escogidas si no tuviese un aspecto serio". 
"El dogma de la reencarnación, afirman ciertas personas, no es nuevo:  Nació con Pitágoras. Nunca diremos que la doctrina espírita fuese invención moderna; el Espiritismo, siendo una ley de la Naturaleza, existe desde el origen de los tiempos, y siempre nos esforzamos en probar que sus indicios aparecen desde la más remota antígüedad. Pitágoras, como se sabe, no es autor del sistema de la metempsicosis: La obtuvo de entre los filósofos de la India y de Egipto, en donde existía desde tiempos inmemoriables. La idea de la transmigración de  las almas era una creencia vulgar, admitida por los hombres más eminentes. ¿ Cómo les vino esta idea?. ¿ Por la revelación o por intuición?. No lo sabemos; pero como quiera que haya sido, una idea no transpone los tiempos si no tuviese indicios o pruebas racionales de verdad.

La antigüedad de esta doctrina en vez de ser motivo de repulsa, debe ser considerada una prueba a su favor. Con todo véase que en la metempsicosis de los antíguos hay un punto que la diferencia mucho de la  doctrina moderna de la reencarnación,  y que los Espíritus rechazan del modo más absoluto: la transmigración del hombre para los animales.

" Los Espíritus, enseñando el principio de la pluralidad de existencias corporales, hacen revivir una doctrina que nació en las primeras épocas del mundo y se conservó hasta nuestros días en el pensamiento íntimo de muchas personas; ellos lo presentan sobre un punto de vista más racional, más conforme con las leyes progresivas de la Naturaleza y más en armonía con la sabiduría del Creador, despojándola de todos los accesorios de la superstición
Una circunstancia digna de señalar, es que no solamente en nuestros libros nos lo enseñaron en estos últimos tiempos: antes de nuestra literatura, numerosas comunicaciones de la misma naturaleza fueron obtenidas en diversos países y se multiplicaron considerablemente después.


Admitamos en el mismo grado la probabilidad de las dos hipótesis, a saber: la pluralidad y la unidad de las existencias corporales, y veamos para que lado  se inclina nuestra razón y nuestro propio interés.
Examinemos la cosa bajo otro punto de vista, haciendo abstracción de las intervenciones de los Espíritus, que quedan aparte por un instante, suponiendo que nunca se hubiese obtenido de ellos, coloquémonos momentáneamente en terreno neutro."

"Ciertas personas rehusan la idea de la reencarnación por el único motivo de no convenirles, diciendo que les basta una existencia y que no desean tener otra igual; conocemos algunos que se enfurecen solo con el pensamiento de reaparecer en la Tierra. 


" Oímos hacer este razonamiento: Dios, que es soberanamente bueno, no puede imponer al hombre el recomienzo de una serie de miserias y tribulaciones. ¿ Creerán por ventura, que haya más bondad en condenar al hombre a un sufrimiento perpetuo por algunos momentos de error, que ofrecerle los medios de reparar sus faltas?.
La idea de ser para siempre fijada nuestra suerte por algunos años de pruebas, cuando no siempre depende de nosotros alcanzar la perfección en la Tierra, tiene algo de aflictivo, mientras que la idea contraria es eminentemente consoladora: Nos da esperanza. Por eso, si nos pronunciamos en pro o en contra de la pluralidad de existencias, sin admitir la hipótesis de preferencia, decimos que si fuese concedido el escoger, nadie preferiría un juicio sin apelación. 
   Admitamos la existencia corporal como la única en donde el alma de cada hombre es creada con ocasión de su nacimiento. Admitiendo, según la creencia vulgar, que el alma nace con el cuerpo o, lo que significa lo mismo, que antes de su encarnación ella solo tuvo facultades negativas, presentamos las cuestiones siguientes:
"Si no hay reencarnación, habrá solamente una existencia corporal, pero aquí nos planteamos:


1º- ¿ Por qué motivo el alma presenta aptitudes tan diversas e independientes de las ideas adquiridas con la educación?

2º- De donde procede la aptitud extra normal de ciertos niños para tal arte o tal ciencia, al paso que muchos adultos se quedan inferiores o mediocres durante toda su vida?.
3º- ¿ De donde vienen a unos las ideas intuitivas o innatas que no existen en otros?
4º- ¿ De donde se originan, para ciertos niños, esos instintos precoces de vicios o virtudes, esos sentimientos innatos de dignidad o de bajeza que contrastan con el medio  en donde nacieron?
5º- ¿ Por qué, ciertos hombres, abstracción hecha de la educación, son más adelantados que otros? 
Preguntamos:  ¿ Qué filosofía ni teosofía puede resolver estos problemas?. Las almas al nacer son iguales o son desiguales:  una de dos. Si son iguales ¿por qué son tan diversas sus aptitudes?. ¿Dirán que eso depende del organismo?.Pues entonces nos encontramos con la doctrina más escandalosa, monstruosa e inmoral.El hombre queda siendo apenas una máquina o juguete de la materia, sin la responsabilidad de sus actos y pudiendo lanzar la culpa de todo sobre sus imperfecciones físicas. Si son desiguales, es porque Dios los creó así;pero entonces, ¿por qué?. ¿Cómo se conciliará esa parcialidad con la justicia y con el amor igual que Él dedica a todas sus criaturas?.
6º- ¿ Por qué hay salvajes y hombres civilizados?. Si por ejemplo, se toma un bebé hotentote y se le educa en nuestros más adelantados institutos, conseguiremos de él un Laplace o un Newton?
Por todas las teorías  existentes, pero que solo vemos en nuestra teoría una explicación simple, natural y lógica, ¿ será más racional preferir la nuestra antes que aquellas que nada explican?
"Admitamos por el contrario, una sucesión de existencias anteriores, progresivas, y todo se explica. Los hombres traen al nacer la intuición de lo que adquirieron; son más o menos adelantados, según el número de existencias que hayan recorrido. Dios en su justicia, no podría crear almas más perfectas ni menos perfectas; con la pluralidad de existencias, la desigualdad que observamos nada tiene de contraria a la más rigurosa equidad; esta parece no existir porque solo vemos el presente y no el pasado. Este razonamiento reposa en una hipótesis, en una simple suposición?. Ciertamente que no; partimos de un hecho patente, incontestable:  la igualdad de aptitudes y  el desenvolvimiento intelectual y moral, que es inexplicable.Si nuestro modo de ver es exacto, algunos entretanto preguntarán por qué el Poder Creador no reveló desde el principio cual es la verdadera naturaleza del hombre y sus destinos. La respuesta es la siguiente: Dios no reveló eso , desde luego, por la misma razón que no se enseña a la infancia lo que se enseña en edad madura. La revelación limitada fué suficiente durante cierto periodo de la Humanidad; Dios concede proporcionalmente las fuerzas del Espíritu. Aquellos que reciben hoy una revelación más completa, son los mismos Espíritus que en su pasado la recibieron más limitada.


" Respecto a la sexta cuestión, dirán, naturalmente, que el hotentote es de una raza inferior. Pero, preguntamos, ¿ el salvaje no es un hombre?. Si lo es, ¿por qué Dios le negó a él y a su raza, los privilegios concedidos a la raza caucásica?. Si no es un hombre,¿por qué procuran hacerlo cristiano?. La Doctrina Espírita es más lógica: para ella no hay muchas especies de hombres y sí, hombres que son Espíritus mas o menos atrasados y susceptibles de progresar; no será esto más conforme a la justicia de Dios?."

La creencia en las vidas sucesivas era el fundamento de la enseñanza de los misterios; los filósofos antíguos, teniendo al frente a Platón, creían en las vidas anteriores; él decía: " Aprender es recordar".
¿ Qué es una vida humana sino apenas un minuto de la eternidad?.  ¡Qué triste, fría y glacial es cuando se nos muestra el resto del Universo antes, durante y después de la existencia de la Humanidad terrena, sin vida, sin movimiento, cual inmenso desierto inmerso en el silencio!. ¡ Cómo es de desesperanzador el cuadro de un pequeño número de elegidos  para una contemplación perpétua, al tiempo que la mayoría de las criaturas es condenada a sufrimientos indefinibles!. ¡ Cuan aflictiva es para los corazones amorosos, la barrera que se levanta entre los muertos y los vivos!.


La pluralidad de existencias fue enseñada en la antigüedad por Platón, Plotino, Porfirio, Jámblico, Orígenes,etc. Los druidas hacían de ella una enseñanza pública. En los tiempos modernos, Delormel, Charles Bonnet, Dupont de Nemours, Constant Savy, Ballanche, Jean Reynaud, Henri Martín, Esquiros, Flammarion, son partidarios de la doctrina de las vidas sucesivas sobre la Tierra y sobre otros planetas.
Por tanto, la pluralidad de las existencias del alma tiene a su favor la autoridad de la tradición, de la razón y de la experiencia, y es lógico que sea aceptada con entusiasmo por todos aquellos que ya sintieron el vacío de otras teorías. 
 Con las vidas sucesivas, el Universo nos aparece poblado de seres que recorren en todos los sentidos el infinito de la inmensidad. ¡ Qué pequeña y mezquina es la teoría que circunscribe a la Humanidad a un imperceptible punto del espacio, que nos lo muestra comenzando en un instante dado para acabar igualmente con el mundo que la sustenta.


Por el contrario, ¡ cuan sublime es la teoría espírita!. ¡ Cómo su doctrina engrandece los ideales y dilata el entendimiento¡. La Tierra nos ofrece el espectáculo de un mundo esencialmente progresivo. Salido del estado caótico, él se transforma y se modifica a medida que avanza en su curso secular. Los seres aparecidos entonces en su superficie, seguirán la misma ley de progreso y su estructura se perfeccionará armoniosa a medida que las condiciones exteriores se vuelvan mejores. El hombre, en fin, saliendo de los bajos de la bestialidad, se elevó hasta el conocimiento del mundo exterior.
Si así no hubiese sido, ¿ esa parada, ese término del progreso, estará en concordancia con las nociones que Dios nos permite concebir sobre Él y sobre sus obras?. La Naturaleza camina siempre; ella trabaja siempre, porque Dios es la vida y es eterno, y la vida es el movimiento progresivo para el supremo bien, esto es, para el propio Dios.
¿Será posible suponerse que no haya lazo alguno entre las almas que vivieron en las épocas pasadas y las que viven actualmente?. Sabiendo que la naturaleza del hombre es aún tan imperfecta, se pude creer que después de la muerte, quedará parado para gozar de reposo eterno?.


¿ Será posible que solamente el hombre, que fue creado libre, pudiese ser bruscamente detenido en su marcha, con el grado de progreso que hubiese adquirido, sin participar en el movimiento de la Naturaleza?. Tal cosa sería incomprensible.
Entre dos doctrinas, de las cuales una es mezquina y la otra amplía los atributos de Dios, de las cuales una está en desacuerdo y la otra en armonía con la ley del progreso, de las cuales una estaciona y la otra avanza, el buen sentido indica de que lado está la verdad. Que cada uno interrogue a su razón; ella responderá y su respuesta será confirmada por un guía cierto que jamás se engaña: la conciencia. 
Antes de que los que  ya recibieron revelación parcial en otros tiempos, puede que desde entonces hayan aumentado su inteligencia. Antes de que la Ciencia les hubiese hecho conocer las fuerzas vivas de la Naturaleza, la constitución de los astros, el verdadero lugar y la conformación de la Tierra, ¿podrían ellos comprender la inmensidad del espacio y la pluralidad de mundos?. Antes que la Geología hubiese hecho conocer la estructura de este globo, ¿podrían ellos lanzar el infierno fuera de su sitio?.
Antes  de que la  Astronomia hubiese descubierto las leyes que rigen el  Universo, podrían ellos comprender que no hay abajo ni arriba en el espacio, que el cielo no está colocado encima de las nubes  ni limitado por las estrellas?
Antes de los progresos de la ciencia psicológica, podrían ellos identificarse con la vida espiritual?. Podrían concebir después de la muerte una vida feliz o infeliz, que no fuese un lugar circunscrito o sobre una forma material?

Ciertamente que no, comprendiendo más por los sentidos que por el pensamiento, el Universo resultaba muy vasto para su cerebro; sería preciso reducirlo a proporciones menos amplias que serían alargadas más tarde.
Y es lo que hacemos hoy, demostrando la insuficiencia de las primeras enseñanzas. Por tanto los espíritas no admiten el paraíso, según el significado que ordinariamente se da a esta palabra. Ellos no pueden comprender que exista un lugar especial de delicias donde los elegidos estén enfadados por una eterna ociosidad, ni penitenciaría donde las almas estén eternamente torturadas. 
   Según los Espíritus no hay raza maldita, ni existen demonios; según ellos hay , Espíritus malos en gran número, pero estos no están eternamente destinados al mal, pues constantemente tienen la facultad de mejorar en las reencarnaciones sucesivas. En este caso,el testimonio de los casos es  formal. Cada día tenemos ocasión de verificar como Espíritus endurecidos vuelven al camino del bien debido a las preces que hacemos por ellos  y a las exortaciones que les dirigimos.  Para muchos de esos infelices la situación intolerable en que se hallan les parece eterna. Magullados y enredados en su tormentosa situación, creen que ese estado no tendrá fin y se desesperan, pero si un sincero arrepentimiento  nace en su corazón, cae la venda de sus ojos: ven entonces su verdadera situación y piden, como una gracia, volver a la Tierra para rescatar, por una vida de expiación y de sufrimiento, sus crímenes anteriores. Se verifica que en el mundo de los Espíritus hay algunos que  permanecen mucho tiempo refractarios a toda idea de sumisión; pero esos, también tienen libre albedrío: sabemos que su hora ha de llegar y que nadie es  castigado eternamente.

 Gabriel Delanne – El Fenómeno Espírita




"Usted no es un ser humano que está pasando por una experiencia espiritual.Usted es un ser espiritual que está viviendo una experiencia humana" 
Wayne W. Dyer

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