domingo, 30 de enero de 2011

El problema del ser y del destino


La Tierra, según  información de los Espíritus en "El Evangelio según el Espiritismo", de Allan Kardec, es un planeta de expiación y pruebas, de tercer nivel, en una escala de siete, hasta llegar a los mundos angélicos.

En el estudio de la evolución de las especies se verifica que las actividades ejercidas por los animales irracionales sobre alimentación para mantener la vida y hacer sexo para perpetuar la especie.


Y nosotros, los seres humanos, estamos muy lejos de esta forma de proceder?.
En el actual estadio evolutivo en que nos encontramos , somos espíritus recién salidos de la animalidad, pocos saben pensar mas abiertamente, mirar para el futuro y preparar un presente mejor.

 Nuestro desenvolvimiento se dá con el crecimiento de nuestras facultadesO nosso desenvolvimento se dá com o crescimento das nossas faculdades que se desenvolvem muito lentamente e como a “faculdade instinto” ainda predomina sobre as demais, não sabemos compartilhar os nossos territórios, tanto o físico quanto o mental.

 Nos parece  que ya sabemos de todo y que  somos los mejores. No respetamos nuestras limitaciones, ni las de otros en relación con nuestra poca evolución moral,y de la poca cantidad de conocimiento que poseemos.

   Creemos que somos como somos porque Dios así lo quiso. Evidente engaño. Dios en su soberana sabiduría    concedió condiciones iguales para que todos evolucionasen, pues no hay privilegios en detrimento de otros.Cada uno de nosotros se encuentra en el nivel evolutivo que conquistó a lo largo de encarnaciones, rumbo a la perfección, pero no debemos olvidar que eso dependerá única y exclusivamente del esfuerzo de cada uno.

       Cuando alguien comete una atrocidad debemos entender aue ese alguien aun se encuentra en ese estado de evolución, pues quien así procede, lo hace aparentando actuar con normalidad, desde su punto de vista. Nos cabe a nosotros entender lo que está aconteciendo y educar para que el bien predomine sobre el mal.                                                                                                                      

   La formación de un cuerpo para que un Espíritu reencarne, solo depende de la voluntad del propio Espíritu reencarnante, pues si dependiese de la voluntad del padre y de la madre, no tendríamos niños con defectos congénitos. En una anomalía genética, el propio Espíritu reencarnante actúa sobre el cuerpo en formación, toda vez que todo tiene su razón de ser y nada ocurre al azar.

  Debemos evaluar lo que acontece y lo que aconteció, para que tal o cual situación esté siendo vivenciada por determinado indivíduo o grupo.

Por ejemplo: en Oriente medio, los árabes luchan contra los judios y viceversa. Ese antagonismo es difundido y estimulado desde la infancia, por tanto, los indivíduos mueren pensando que lo que están haciendo es lo correcto, pues sus ancestros hicieron taqmbién lo que ellos hacen. En un continuar de actitudes sin un análisis racional, donde la emoción se sobrepone sobre el discernimiento y la razón. Esos indivíduos cuando reencarnen ya lo traerán dentro de su mente, la rivalidad entre esos dos pueblos, como verdad absoluta, y así continuando contento, tanto aquí como en la erraticidad después de la desencarnación, pues no cambiarán sus formas de pensar.

Así,  cabrá a cada uno hacer su propio camino, procurando vivenciar el Evangelio de Jesús, con paciencia y perseverancia, compartiendo todos sus territorios,aceptando las limitaciones ajenas y no queriendo imponer sus ideales aquellos que no tienen capacidad de asimilarlas.Lo ideal sería hacer a los otros aquello que nos gustaría que nos hiciesen a nosotros, pues solo así es como  aceleraremos la transgormación de la Tierra para volverla un mundo mejor.

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