lunes, 4 de febrero de 2019

Historia del Espiritismo en España(I)

ESPIRITISMO

1.- Bezerra de Menezes y la Caridad
2.- demonios
     Frase de Isabel Allende(escritora)
3.-Espíritu y materia, ante la Ley de Evolución
4.- Historia del Espiritismo en España-El Siglo de las Luces (1)
5.- Amigos permanentes y hermanos del alma.





BEZERRA DE MENEZES Y LA CARIDAD

        El día 29 de agosto de 1831 renacía, en el Estado de Ceará (Brasil), en la localidad conocida  en la época como Riacho do Sangue, el Espíritu del que fue bautizado con el nombre de Adolfo Bezerra de Menezes Cavalcanti. 
   Más tarde se trasladó a   Rio de Janeiro, y se licenció en Medicina viviendo con las necesidades del pueblo pobre de Rio. 
 Se hizo Médico-Militar como Cirujano-Teniente del Cuerpo de Salud del Ejército.  También fue Político. Diputado por la Corte de Rio de Janeiro y, por último, se convirtió en un líder Espírita.  Años después fue uno de los fundadores de la Federación Espírita Brasilera.
  La historia de este hombre está marcada por grandes realizaciones en Brasil, destacándose, así, en la Medicina , en el Ejército, en la Política y en el Espiritismo, viviendo, siempre, con honestidad y honrando los compromisos con el pueblo de Rio. De esta manera nunca se implicó en escándalos de corrupción o de mal aplicación de los recursos públicos.
  En este relato destacamos algunos hechos ocurridos cuando el Dr. Bezerra estaba todavía encarnado, pues, era una práctica corriente donar los bienes que se  poseían a los necesitados. “Una vez, un Padre de familia le pidió, llorando, una ayuda para enterrar el cuerpo de su esposa, cuyo Espíritu había desencarnado, dejándole los hijos menores enfermos y hambrientos. Bezerra se buscó algo en los bolsillos y nada encontró. Conmovido por la situación, solo se le ocurrió, una ¡Oración! Y por su intuición, desapegado de las cosas materiales, saca del dedo el anillo del Doctorado de Médico y lo entregó al hermano necesitado, diciéndole con cariño y humildad: Véndalo y, con ese dinero, entierre el cuerpo de su mujer y después compre lo que necesita; que María Santísima lo bendiga.”
    El 16 de agosto de 1886 fue un momento de gran repercusión por su conversión al Espiritismo y por la participación de muchos políticos, médicos y religiosos de Rio, en aquella solemnidad historica de adhesión.  En el salón de la Guardia Vieja comparecieron más de dos mil personas. Pidiendo la palabra, Bezerra, públicamente, proclamó solemnemente su creencia al Espiritismo.
    Bezerra fue la Caridad personificada. En uno de sus artículos para el periódico de la época, expuso su pensamiento  respecto de esta virtud tan resplandeciente porque él sentía realmente que toda la moral de Jesús se resume en la “Caridad  y en la humildad.” Sabía que la máxima espiritista “Fuera de la Caridad no hay Salvación” se asienta como declara Allan Kardec en un principio universal y abre a todos los hijos de Dios el acceso a la suprema felicidad.
    Así, de acuerdo a las instrucciones que había recibido del plano espiritual  desarrolló más la forma Evangélica del Espiritismo y es gracias a esa orientación que nuestra Doctrina creció en Brasil y en  todo el mundo.  
 ¡Piense en esto!

- Joao Cabral-

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                                                  demonios

    La creencia en la comunicación exclusiva de los demonios, por irracional que sea, podía no parecer imposible cuando se miraba a los Espíritus como seres creados fuera de la humanidad; pero desde que se sabe que los Espíritus no son otra cosa que las almas de aquellos que han vivido, ha perdido todo su prestigio, y se puede decir toda verosimilitud; porque se seguiría que todas estas almas son demonios, aunque fuesen de un padre, de un hijo o de un amigo, y que nosotros mismos muriendo, venimos a ser demonios, doctrina poco lisonjera y poco consoladora para muchas gentes. Será muy difícil persuadir a una madre de que el niño querido que ha perdido, y que viene a darle, después de su muerte, pruebas de su afecto y de su identidad, sea un dependiente de Satanás. Es verdad que entre los Espíritus, los hay muy malos, y que no valen más que aquellos que se llaman "demonios", por una razón bien sencilla: porque hay hombres muy malos, y que la muerte no les hace inmediatamente mejores, la cuestión está en saber si éstos son los únicos que puedan comunicarse. A los que lo crean así, les dirigimos las preguntas siguientes: 

1ª. ¿Hay buenos y malos Espíritus? 
2ª. ¿Dios es más poderoso que los malos Espíritus, o que los demonios, si así los queréis llamar? 
3ª. Afirmar que sólo los malos se comunican, es decir que los buenos no lo pueden; si esto es así, una de dos: ésto tiene lugar por la voluntad, o contra la voluntad de Dios. Si es contra su voluntad, es que los malos Espíritus son más poderosos que él; si es por su voluntad, ¿por qué en su bondad, no lo permitiría a los buenos para contrabalancear la influencia de los otros? 

4ª. ¿Qué prueba podéis dar de la impotencia de los buenos Espíritus en comunicarse? 

5ª. Cuando se nos opone la sabiduría de ciertas comunicaciones, respondéis que el demonio toma todas las apariencias para seducir mejor. Sabemos en efecto, que hay 
Espíritus hipócritas que dan a su lenguaje un falso barniz de sabiduría; ¿pero admitís acaso que la ignorancia pueda falsificar el verdadero saber, y una mala naturaleza simular la verdadera virtud, sin dejar penetrar nada que pudiese descubrir el fraude? 

6ª. Si  sólo el demonio se comunica, puesto que es el enemigo de Dios y de los hombres, ¿por qué recomienda orar a Dios, someterse a su voluntad, sufrir sin murmurar las tribulaciones de la vida, no ambicionar honores ni riquezas, practicar la caridad y todas las máximas de Cristo; en una palabra, hacer todo lo que es necesario para destruir su imperio? Si es el demonio quien da tales consejos, es preciso convenir que tan astuto como es, es bien poco diestro en suministrar armas contra sí mismo. (1). 

7ª. Si los Espíritus se comunican, es porque Dios lo permite; viendo buenas y malas comunicaciones, ¿no es más lógico el pensar que Dios permite a unas para probarnos y a otras para aconsejarnos el bien? 

8ª. ¿Qué pensaríais de un padre que dejase a su hijo a merced de los ejemplos y consejos perniciosos, que lo apartase de él, y le prohibiese ver a las personas que pudiesen  desviarle del mal? Lo que un buen padre no haría, ¿debe creerse que Dios, que es la bondad por excelencia, haga menos de lo que haría un hombre? 

9ª. La Iglesia reconoce como auténticas ciertas manifestaciones de la Virgen y otros santos, en apariciones, visiones, comunicaciones orales, etc.; ¿esta creencia no es acaso contraria a la doctrina de la comunicación exclusiva de los demonios? 
      Creemos que ciertas personas han profesado esta teoría de buena fe; pero también creemos que muchas lo han hecho únicamente con el objeto de que no se ocupasen de estas cosas, a causa de las malas comunicaciones que se exponen a recibir; diciendo que sólo el diablo se manifiesta, han querido asustar, casi como cuando se dice a un niño: no toques esto, porque quema. La intención puede ser laudable, pero el fin es erróneo; porque la sola prohibición excita la curiosidad, y el miedo al diablo retiene a muy pocas gentes: se le quiere ver, aunque no sea sino para saber cómo está hecho, y se quedan admirados de  no encontrarlo tan negro como se creían. 
     ¿No se podría ver también otro motivo en esta teoría exclusvia del diablo? Creen algunas gentes que todos los que no son de su opinión van mal; así pues, aquellos que pretenden que todas las comunicaciones son obra del demonio, ¿no estarían acaso 
dominados por el miedo de que los Espíritus no fuesen de su mismo parecer sobre todos 
los puntos, principalmente sobre los que tocan a los intereses de este mundo, más que a 
los del otro? No pudiendo negar los hechos, han querido presentarlos de una manera  pavorosa; pero este medio no ha contenido más que los otros. Cuando el miedo al 
ridículo es impotente, es preciso resignarse que las cosas sigan su curso. 
          El musulmán que oyera a un Espíritu hablar contra ciertas leyes del Corán, pensaría seguramente que éste era un mal Espíritu; lo mismo seria de un judío por lo que mira a ciertas prácticas de la ley de Moisés. En cuando a los católicos, hemos oído afirmar a uno que el Espíritu que se comunicaba no podía ser si no el "diablo", porque se había permitido pensar de otro modo que él sobre el poder temporal, aunque por otra parte sólo hubiese predicado la caridad, la tolerancia, el amor al prójimo, y la abnegación de las cosas de este mundo, máximas todas enseñadas por Cristo. 
        Los Espíritus, no siendo otros que las almas de los hombres, y los hombres no siendo perfectos, resulta de ésto que hay Espíritus igualmente imperfectos, y cuyo carácter se refleja en sus comunicaciones. Es un hecho incontestable que los hay malos, astutos, profundamente hipócritas, y contra los cuales es preciso ponerse en guardia; pero, porque haya en el mundo hombres perversos, no es una razón para huir de la sociedad. Dios nos ha dado la razón y el juicio para apreciar a los Espíritus, así como a los hombres. El mejor medio de precaverse contra los inconvenientes que puede presentar la práctica del Espiritismo, no es el prohibirle, sino el hacerle comprender. Un miedo imaginario sólo impresiona un instante y no afecta a todo el mundo; la realidad claramente demostrada se comprende por todos. 
EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS 
ALLAN KARDEC 

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           “El que busca la verdad corre el riego de encontrarla” 
                                                     ISABEL ALLENDE 



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     ESPÍRITU y MATERIA ANTE A LEY DE EVOLUCIÓN (1)

 

                                                      La Doctrina Espírita preceptúa que existen dos elementos generales  en el Universo: "materia y espíritu y por encima de ellos: Dios".(1)

   Emmanuel elucida que "por voluntad divina se condensó la materia cósmica en el Universo sin fin. La materia produjo la fuerza generó el movimiento; este hizo surgir el movimiento de atracción y la atracción se convirtió en amor"(2). De esa manera se identifican todas las dimensiones de la vida, de cara a la Ley de Unidad establecida por el Creador.
Se considera que en la Tierra "todos los movimientos de evolución material y espiritual se procesaron, como hasta hoy se procesan, bajo el patrocinio de Jesús".(3)
   La fuente de energía para todos los núcleos de  vida planetaria, es el Sol,' eso es un hecho!, y todos los seres reciben la renovación constante de sus radiaciones a través de una lluvia incesante de átomos solares"(4). Así "las primitivas agregaciones moleculares, obedecieron al pensamiento divino de los propósitos de Cristo, cuando en las manifestaciones iniciales de la vida en la Tierra"(5) y en los primordios de la organización planetaria, encontraron en el protoplasma(6),el punto de inicio para su actividad realizadora, tomándolo como base esencial de todas las células vivas del organismo terrestre"(7)
    Algunos creen que en los seres inorgánicos todo es"ciego", pasivo, fatal;que jamás se verificó la "evolución"; no hay más que cambios de estado en la naturaleza intrínseca de la sustancia. Argumentan que los minerales no tienen forma propia, al paso que los "seres vivos" poseen una forma específica. Los seres brutos presentan composición química simple, al paso que la "sustancia viva"  es copleja. Los minerales no presentan un ciclo vital (no nacen y no mueren)- su duración es ilimitada. Pero creo que en las atracciones moleculares, aunque no idenfiquemos manifestaciones de espiritualidad,como principio de inteligencia, estoy convencido de que los fenómenos rudimentarios de la vida en sus demostraciones de energía potencial, están presentes de cara a la evolución de la materia en sus infinitos aspectos dimensionales.
   De ese modo, la materia "bruta" no está estancada y evoluciona. Albert Einstein a partir de la Teoría de la Relatividad, afirmó que materia y energía son las dos caras de una misma moneda. La materia es energía condensada y la energía es una forma de presentación de la materia.
  Según esa tesis, el Espíritu Emmanuel, considerando el proceso radiactivo, identifica la "evolución" de la materia, pues en ese contínuo  desgaste que se observa en los procesos de transformación de las individualizaciones químicas, convertidas en energía, movimiento, electricidad, luz, en ascensión hacia nuevas modalidades evolutivas, obedeciendo las Leyes que rigen el Universo"(8). En rigor, las individualizaciones químicas, poseen su ruta para la obtención de las primeras expresiones anímicas. Recordando que la constitución de las vidas en el reino vegetal y animal, encontramos los elementos minerales.
    Obviamente hay algunas controversias teóricas respecto a cuando el Principio Inteligente se individualizó; si tal sucedió a partir del reino mineral, o solamente a partir del reino vegetal. Unos defienden la primera hipótesis, mientras otros se inclinan por la segunda. Yo me uno a la primera opinión, respaldado por Kardec que explica: "si se observa la serie de los seres, se descubre que ellos forman una cadena sin solución de continuidad, desde la materia bruta hasta el hombre más inteligente." (9) 
     Sobre la cuestión de la individualización, esa situación no se confunde con la creación "individual" del Principio Inteligente,apenas dice nada al respecto sobre su estado de particularización. El término empleado en la Codificación, significa aquello que el Ser (principio), agregó de experiencias para que él pudiese literalmente, ser identificado, en cuanto a otros seres de la creación, como un individuo. Pero en cuanto a "la conciencia del yo"( que es un estadio avanzado, más elaborado y perfeccionado de la individualización), solamente se da en estado latente, en los reinos inmediatamente anteriores. A propósito de eso, Kardec aduce que "el alma de los animales (...) conserva su individualidad; no en cuanto a consciencia del yo. La vida inteligente les permanece en estado latente".(10)
   En el universo de la vida organizada ( ser orgánico), se sabe que hay un principio especial, aún inaprensible y que aún no es bien definido por los estudiosos; el Principio Vital. Presente en el ser viviente, inexistente en los minerales. "Es un estado especial, una de las modificaciones del Fluído Cósmico Universal, por la que este se torna principio de vida"(11). El Principio Vital es uno solo para todos los seres orgánicos, modificado según las especies. Es fuerza motriz de la estructura orgánica y "al mismo tiempo en que el agente vital estimula los órganos, la acción de ellos (de los órganos), mantiene y desarrolla la actividad del agente vital, casi del mismo modo como la fricción produce calor"(12). Es importante considerar que a pesar de ser materia diferenciada, distinta de los niveles, digamos, materiales, tal origen no invalida la matriz celular del fluido vital, principalmente por su papel diferenciado e intermediario.

¿ El principio vital forma un tercer elemento constituyente del universo? 
  Como dijimos, Espíritu y materia son dos elementos constituyentes del Universo. ¿El Principio Vital formaría un tercero?- ¡No!, pues se trata de uno de los elementos necesarios para la constitución del Universo, pero él mismo tiene su fuente en la materia primordial modificada. "Es un elemento, como el oxígeno y el hidrógeno que, entretanto, no son elementos primitivos, aunque todo eso proceda de un mismo principio"(13). ¿Realmente la vitalidad será un atributo permanente del agente vital, o solamente se desenvuelve por el funcionamiento de los órganos? En rigor, ese agente sin la materia no es la vida, "es preciso la unión de las dos cosas para producir la vida. Se deduce de eso que la "vitalidad está en estado latente, cuando el agente vital no está unido al organismo"(14)
     Para que haya vida orgánica es preciso que exista el protoplasma, componente de las células, formado principalmente por proteínas. En la Tierra, solo pudo surgir la vida orgánica en el momento en que, en la atmósfera, por medio de las descargas eléctricas, se unieron el metano, amoniaco, agua e hidrógeno, formando los primeros aminoácidos(15). Estos se combinaron formando proteínas, las cuales se aglomeraron dando origen a las células. Todas las células tienen cromosomas y ADN, que no existen en los minerales, el fluido universal,combinado con la acción del elemento inteligente, es responsable por la cohesión y las cualidades gravitacionales de la materia. Recordando aquí que la inteligencia es un atributo esencial del espíritu" (17), que a su vez es el elemento inteligente del universo, individualizado, con moralidad propia. Aunque reconozco que "la naturaleza íntima del elemento inteligente, fuente del pensamiento, escape completamente a las (actuales) investigaciones."(18)

                                                      La Monada 

Los hay que se dedican al estudio de la monada(19), para los cuales, vertida desde el plano espiritual al plano físico, la monada atravesó las más rudas cribas de adaptación y selección, asimilando los valores múltiples de la organización, de la reproducción, de la memoria, del instinto, de la sensibilidad, de la percepción y de la preservación propia, penetrando así, por las vías de la inteligencia más completa y laboriosamente adquirida, en las fajas inauguradas de la razón"(20). El punto principal del pensamiento de Leibniz es la teoría de las mónadas. Es  un concepto neoplatónico, que fue retomado por Giordano Bruno y Leibniz desarrolló. Las mónadas ( unidad en griego), son puntos que se desplazan en el vacío. Leibniz llama entelequia de la mónada a la sustancia tomada como cosa en sí, teniendo en sí su determinación y finalidad. Para Leibniz, la monada significa sustancia simple, activa e indivisible, de la que todos los entes son formados. Según el filósofo, todos los seres están constituidos por sustancias simples, entre las cuales reina una armonía preestablecida.

    El Espíritu André Luiz lo explica mejor diciendo que la mónada es el "Principio Inteligente en sus primeras manifestaciones", esto es, en la primera fase de evolución del ser vivo,"gérmenes sagrados de los primeros hombres".(21) Trabajadas "en el transcurso de los milenios, por los operarios espirituales que les magnetizan los valores. permutándolos entre sí bajo la acción del calor interno y del frío exterior, las mónadas se exprimen en el mundo a través de la red filamentosa del protoplasma."(22)

                                    El  Eter

Cito las anteriores palabras, cuando tratamos de los principios (material y espiritual)aquí expuestos, el Éter, término que significa la sustancia que los científicos creían que existía en todo el universo, pero sin masa, volumen, e indetectable, pues no provocaría fricción, Los físicos del siglo XIX sabían que la luz tenía naturaleza ondulante, e imaginaban, por tanto, que esa debería precisar de un medio para propagarse ( de ahí Éter). Para el Espíritu Emmanuel el éter es casi una abstracción, un fluído sagrado de vida, que se encuentra en todo el cosmos; fluído esencial del Universo, que, en todas las direcciones, es el vehículo del pensamiento divino.

                                                                                Agente  vital ,   ¿causa o efecto?

                                                                    No hay acuerdo entre algunos puntos      propios ,como tampoco hay un entendimiento por parte de la mayoría de  los espíritas sobre el fluído vital. ¿Sería una propiedad vital.  Sería una propiedad  de la materia, un efecto que se produce  cuando la materia se encuentra en determinadas circunstancias? Recordemos que los seres orgánicos tienen en sí una fuerza íntima que produce el fenómeno de la vida, mientras esa fuerza dure. Para Kardec el fluido vital es creado por el metabolismo corporal"(23). Según esa forma de verlo, el Principio Vital no sería más que una especie particular de electricidad, denominada electricidad animal, que durante la vida se desprende por la acción de los órganos y cuya producción cesa con la muerte, por extinguirse tal acción. Sin embargo, como vimos arriba, los espíritus discuten el asunto y apuntan que el Principio Vital es una transformación de la materia primordial del Universo- el Fluído Cósmico Universal.    
(Continúa al siguiente publicado...)
- Jorge Hessen-                                              
                                                                       
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          Historia del Espiritismo en España: 
                    El Siglo de las Luces (I)




El espiritismo, como la mayoría de los movimientos intelectuales, comenzó en España por la región andaluza. Carecen de valor histórico casi todos los antecedentes que cita el Sr. Menéndez y Pelayo. Podrán constituir una vanguardia ideológica, pero no hechos concretos de doctrina, pues todos son anteriores a 1840, fecha en que se observaron los primeros fenómenos calificados de espíritas y aún  tardó años en llegar su conocimiento desde los Estados Unidos a nuestra nación. Nada se recuerda anterior a la creación de la Sociedad espiritista establecida en Cádiz el 1855. Este primer núcleo, a instancias de la autoridad eclesiástica, fue disuelto el cónclave en 1857 por la civil.
También en 1857 se publicó con el titulo de Luz y verdad del espiritualismo. Opúsculo sobre la exposición verdadera del fenómeno, causas que lo producen, presencia de los espíritus y su misión, el primer libro espiritista, editado por la Sociedad citada anteriormente. Condenado por el Obispo, con su tirada se celebró un auto de fe. Consistió el segundo auto en la pública cremación de las obras de Kardec en 1861. En el mismo año vio la luz la Carta de un espiritista, por Alverico Perón, a quien Menéndez y Pelayo tomó por un autor francés, a D. Francisco de P. Canalejas, en 1868, La fórmula del espiritismo, por el mismo autor, cuyo verdadero nombre era el de Enrique Pastor y Bedoya, decano del espiritismo en Madrid, notable economista y literato, aunque algo crédulo, que falleció en 1897.
Desde 1861 hasta 1865, se funda en Sevilla la segunda sociedad espiritista, dirigida por el General Primo de Rivera, y en Madrid la Sociedad Espiritista Española, que Menéndez y Pelayo cree con error la más antigua, y luego se fundió con la «Sociedad Progreso-Espiritista» y otros innumerables grupos. El núcleo sevillano fue de los más importantes dentro de la nueva dirección, así como la Sociedad Barcelonesa, que editó y divulgó las obras de Allan-Kardec.

Dos años después, en 1867, se llevó a cabo en Madrid el tercer auto de fe con la obra Noción del espiritismo, del Da. Joaquín Huelbes Temprado, y en 1868 comienza la época de engrandecimiento del espiritismo, pues al estremecimiento de la revolución que despertó la conciencia española y la abrió en todas direcciones, se establecieron varios centros en Soria, Andújar y otros puntos. En Madrid se reunió el núcleo de la Sociedad Espiritista Española, que fundó la revista El Criterio, titulada más tarde El Criterio Espiritista y que acabó llamándose La Fraternidad en 1893 ó 1894.

Desde entonces, hasta el 1876, surgen innumerables centros espiritistas.
En Sevilla se inició una Sociedad Espiritista, que editó el periódico El Espiritismo,segundo de los periódicos publicados en España y uno de los mejor escritos. Resucitó la Sociedad de Cádiz, se crearon otras en Andalucía y Extremadura, entre ellas una de mujeres en Torre de Miguel Sesmero (Badajoz); apareció la Sociedad Barcelonesa de Estudios Psicológicos con su Revista Espiritista, fundada por José María Fernández Colavida, traductor de Kardec, y se erigió en Tarragona el Centro «Fraternidad humana», del que fue el alma Miguel Vives.
Por el mismo tiempo el Dr. D. Manuel Ansó y Monzó fundó en Alicante la revista La Revelación y la Sociedad Espiritista Alicantina, en que figuró D. José Pastor de la Roca (1824-75), cronista de Alicante.
El General D. Joaquín Bassols, ministro de la Guerra y uno de los más fervorosos, creó la Sociedad matritense «Progreso espiritista», llamada más tarde «Sociedad de Estudios Psicológicos», y un periódico titulado también El Progreso Espiritista, que se refundió con El Criterio. Lérida debió su «Circulo cristiano espiritista» a los profesores de la Normal D. Domingo de Miguel y D. José Amigó Pellicer, fundador este último de la revista El Buen Sentido.Córdoba, Almería, Soria, Huesca, Granada, Valencia, Murcia, Málaga, Santander, Castellón, León, Logroño, Ciudad Real, Santa Cruz de Tenerife, Andújar, Sabadell, Alcalá la Real, &c., tuvieron sociedades más o menos florecientes y publicaron periódicos tales como El Espiritualismo (Ciudad Real); La Caridad (Santa Cruz de Tenerife); La Luz del Cristianismo (Alcalá la Real); Lucifer, La Luz de la Verdad y La Luz del Porvenir, distintas etapas del mismo periódico, en Gracia (Barcelona), y El Faro Espiritista (Tarrasa), todos los cuales mantuvieron  vivas polémicas con católicos, protestantes y materialistas.
El Espiritismo, fundado en Sevilla en 1869 por Francisco Martí, vivió hasta 1878, o sea dos años después de muerto su fundador, sostenido por la viuda, hasta que la autoridad lo suprimió con un fútil pretexto.
El grupo de Alcalá la Real, que tuvo por órgano La Luz del Cristianismo, dirigido por el activo e inteligente facultativo Dr. Miguel Ruiz Matas, y el nutrido y entusiasta de Loja, que tenía por médium al simpático Rafael del Rosal, fueron los más importantes de Andalucía, cuando en Sevilla decayó el espiritismo. Ambos grupos perduraron muchos años. Por esta época se editaron Exposición y defensa de las verdades fundamentales del espiritismo (1867), por Anastasio García López; La defensa del espiritismo, de Miranda y Adot; El espiritismo, epístola de Fabio a Antino, por José Palet y Villalba; La religión moderna, Algunas ideas acerca del espiritismo, Máximas y consejos. Consejos de Cervantes, Apuntes sobre espiritismo y moral (1870), por Ermido la Key; Tratado de educación para los pueblos (1870); Marieta (1870), novela editada por los espiritistas de Zaragoza; Estudios acerca del progreso del espíritu, según el espiritismo (1871), por Medina; Crisálida, por Diodoro de Tejada; La síntesis del espiritismo, por los espiritistas de Alicante; Un hecho, la magia y el espiritismo, de Baldomero Villegas (1872), insigne cervantista; Impresiones de un loco y Exposición compendiada de la doctrina espiritista (1872), del comandante D. César Bassols, hijo del general; La religión moderna, de Medina; Preliminares al estudio del espiritismo y El catolicismo antes de Cristo (5ª edición en 1890), por el vizconde de Torres Solanot; Roma y el Evangelio; El Universo espiritista(1875), de D. Víctor Oscariz; Controversia espiritista a propósito de los hermanos Davenport (1875), por Torres, y los Almanaques espiritistas, aparte de algunos otros folletos, catecismos y publicaciones anónimas, sin contar las novelas espiritistas como Celeste, por losada; Leila y Lazos invisibles,ambas [519] de Dª Manuela Alonso Gainza; Ramo de boda y El coracero de Froesviller, por Enrique Manero; alguna comedia como El Wals de Venzano, por Antonio Hurtado, y varias fantasías como la Historia de Ultratumba, por el abogado D. Manuel Corchado, americano.

De todos estos libros, dos lograron más fortuna, Roma y El Evangelio y Marieta. El primero, dictado a Miguel Amigó y otros maestros de Lérida, contiene la exposición de la doctrina con rudos ataques a la iglesia católica, numerosos textos bíblicos en comprobación de los principios espiritistas y buen golpe de comunicaciones, algunas dignas de leerse, otras vulgares y vacías. La edición se agotó rápidamente y hoy es libro de extraordinaria rareza.
El segundo es una novelita de agradable lectura, sin interés doctrinal, que se supone dictada por los espíritus de los mismos protagonistas, Marieta y Estrella, a Suárez Artazu, gallego rudo e ignorante, según aseguran los que le trataron, y más espiritista del espíritu de vino.
Marieta, sencilla joven napolitana, fue el amor purísimo del militar andaluz Rafael. Estrella, dama granadina, sensual y orgullosa, apasionada de Rafael, consigue el amor del joven caballero, haciéndole creer que Marieta había desencarnado. La acción se traslada de la tierra al espacio. Tiene esta obra un aroma de poesía que seduce a los corazones predispuestos. Sin duda es lo mejor que en España ha producido la literatura espiritista.

La fiebre ascendía por momentos, los centros, los libros y las revistas se multiplicaban y la ola llegó a salpicar las regiones oficiales. En 1873, el día 26 de Agosto, se presentó a las Cortes Constituyentes una proposición redactada en los siguientes términos: «Los diputados que suscriben, conociendo que la causa primera del desconcierto que por desventura reina en la nación española en la esfera de la inteligencia, en la región del sentimiento y en el campo de las obras, es la falta de fe racional, es la carencia en el ser humano de un criterio científico a que ajustar sus relaciones con el mundo invisible, relaciones  hondamente perturbadas por la fatal influencia de las religiones positivas, tienen el honor de someter a la aprobación de las Cortes Constituyentes la siguiente enmienda al proyecto de ley sobre reforma de la 2ª Enseñanza y de las facultades de Filosofía y Letras y de Ciencias. El párrafo 3º del artículo 30, Título II, se redactará del siguiente modo: Tercero. Espiritismo.» Firmaban esta proposición D. José Navarrete, D. Anastasio García López, D. Luis J. Benítez de Lugo, D. Manuel Corchado y el Sr. Redondo Franco.

El encargado de defenderlo era Navarrete, pero no hubo lugar por haber ocurrido antes el golpe de Estado de 3 de Enero de 1874.
Los propagandistas más notables de esta época fueron, además de los ya citados, Modesto Casanovas, El Marqués de la Florida, Luis Román y Ricardo Ruiz, en Canarias; Manuel Navarro Murillo, en Soria; en Andújar, Bernardo Centeno y González Soriano, que escribió El espiritismo es la filosofía, sin duda lo más serio que sobre la materia se ha escrito, en que trata de explicar el espiritismo por la doctrina de Krause, con la cual tiene innegables analogías aun cuando los krausistas rechacen la comunicación; en Coruña, Florencio Pol, notario que se pasó más tarde a las huestes teosóficas; Miguel Sinués, Eduardo López del Plano y Bartolomé Castellón, en Zaragoza; Daniel Corchado; Huelbes Temprado; Alejandro Benisia, notable poeta y novelista sevillano; Anastasio García López; José Navarrete, autor de Fe del siglo; Rebolledo y Salaverría, en Madrid.

La restauración de la monarquía asestó golpe mortal para el espiritismo. No obstante, Huelbes y Torres Solanot publicaron artículos de propaganda en El Globo y La Tribuna. En 1879, el decidido joven D. Julio Fernández Mateos (1852-920), antiguo seminarista, editó en Sevilla El Espiritismo y dos años después El Faro (1881-6), uno de los mejores periódicos de la escuela, con el cual sostuve el año de su fundación animada y correcta controversia. Fernández Mateos padeció por sus ideas prisión, multas y destierro. 

Se fundó algún que otro centro con periódico propio, como la «Sociedad sertoriana de estudios psicológicos», que publicó el Iris de Paz (1882-85), y el centro de Gerona, que tuvo también su periódico. En Cataluña se creó la «Federación espiritista del Valle», que luego se transformó en «Espiritista catalana», desapareciendo por falta de medios de subsistencia. Se sostuvieron varias polémicas; la más notable la del Vizconde de Torres Solanot con el agustino Fray Conrado Muiños y las de Amalia Domingo con Manterola y el P. Llanas, de las Escuelas Pías.

En 1888 tiene lugar el acto más importante y trascendental para el espiritismo, la celebración del primer Congreso internacional espiritista en Barcelona, convocado por el Centro barcelonés de estudios psicológicos. Concurrieron o se adhirieron al Congreso sesenta y ocho entre grupos, centros y sociedades peninsulares, seis coloniales americanos, diez de la América española, dos de los Estados Unidos, diez y seis franceses, cuatro belgas, dos italianos, uno ruso y otro rumano. Los periódicos representados ascendieron a veintisiete.
La sesión preparatoria se abrió en el Centro Barcelonés el día 8 de Septiembre, a las cuatro de la tarde, bajo la presidencia del Vizconde de Torres Solanot.
Allí se nombró la Mesa definitiva. Se designó a Fernández Colavida presidente honorario y se organizaron los futuros trabajos del Congreso.
Se celebraron tres sesiones públicas y cinco privadas. Las conclusiones aprobadas en el Congreso son las siguientes, que literalmente reproduzco:

El primer Congreso Internacional Espiritista afirma y proclama la existencia y virtualidad del Espiritismo, como la Ciencia integral y progresiva. Son sus
FUNDAMENTOS: 
Existencia de Dios.
Infinidad de mundos habitados.
Reexistencia y persistencia eterna del espíritu.
Demostración experimental de la supervivencia del alma humana, por la comunicación medianímica con los espíritus.
Infinidad de fases en la vida permanente de cada ser.
Recompensas y penas como consecuencia natural de los actos.
Progreso infinito.
Comunión universal de los seres.
Solidaridad.
CARACTERES ACTUALES DE LA DOCTRINA
1º Constituye una Ciencia positiva y experimental.
2º Es la forma contemporánea de la Revelación.
3º Marca una etapa importantísima en el progreso humano.
4º Da solución a los más arduos problemas morales y sociales.
5º Depura la razón y el sentimiento, y satisface a la conciencia.
6º No impone una creencia, invita a un estudio.
7º Realiza una grande aspiración que responde a una necesidad histórica.
Como consecuencia y desarrollo lógico de sus Principios, el Congreso Espiritista entiende que toda Asociación y todo adepto deben, por cuantos medios lícitos estén a su alcance, prestar su apoyo y cooperación a cuantas individualidades, colectividades o empresas civilizadoras llegue a conocer y por tanto aconseja:
A. El estudio de la Doctrina, en todo su múltiple contenido.
B. Su propaganda incesante por todo medio lícito.
C. La constante realización por la práctica de las más severas virtudes públicas y privadas.
Para el logro de sus fines, el Congreso Espiritista entiende que toda Asociación y adepto deberán considerar siempre a los restantes hombres de buena voluntad como hermanos para combatir el vicio, el error y los sufrimientos humanos. En su consecuencia aconseja:
D. El respeto profundo a todos los investigadores o propagandistas de la verdad, aun cuando no sean espiritistas.
E. El constante esfuerzo para difundir el laicismo por todas las esferas de la vida. La absoluta libertad de pensamiento, la enseñanza integral para ambos sexos y el cosmopolitismo como base de las relaciones sociales.
F. La Federación autónoma de todos los espiritistas.
Todo adepto pertenecerá a una Sociedad legalmente constituida; toda Sociedad mantendrá relaciones constantes con el Centro de su localidad; todo Centro local las sostendrá con su Centro Nacional, directamente o por el intermedio de Centros Regionales; cada Centro Nacional las sostendrá a su vez con los restantes. Todos siempre bajo la sola ley del amor mutuo, para obtener un día la fraternidad universal.
Finalmente, el Congreso Espiritista hizo constar que no conviene aceptar sin examen solidaridad doctrinal alguna con individuos o colectividades que desoigan los anteriores consejos.
Debe recordar también que ya Allan Kardec señalaba los peligros de la excesiva credulidad en las comunicaciones medianímicas. «Han de someterse al crisol de la Razón y de la Lógica, puesto que el solo hecho de la muerte no constituye un progreso.»

Barcelona, 13 de Septiembre de 1888.–El Presidente honorario, José María Fernández; Presidentes, El Vizconde de Torres Solanot, E. P., Leymarie Efisio Ungher, Doctor Huelbes Temprado; Vicepresidentes, Amalia Domingo y Soler, Facundo Usich, Juan Hoffmann, Pedro Fortoult Hurtado, Dr. Hércules Chiaia, Edward Troula, Miguel Vives; [524] Secretarios, Dr. Manuel Sauz Benito, Eulogio Prieto, Modesto Casanovas, Narciso Moret.

...//... Continúa en el siguiente

-Mario Mendez Bejarano- Cap. XXVII- El Siglo de las Luces

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           AMIGOS PERMANENTES Y                  HERMANOS DEL ALMA

     El alma recorre siglos y siglos en permanente y constante necesidad de progreso y evolución. El hombre es un ser gregario por naturaleza, y en las relaciones con los demás se forjan afectos y desafectos, amistades y enemistades, amor y odio, todo ello como consecuencia de nuestras apariciones en la vida física y de la forma en que nos desenvolvemos en ella.

    En el transcurso de los milenios, las almas se entrelazan y establecen  relaciones de amor-odio, afecto y gratitud, venganza y poder,  sumisión y esclavitud, imposición y dependencia, obsesión posesiva y respeto edificante, etc.  Esto termina apareciendo en el crisol de las relaciones humanas; sin embargo, la tarea del alma es ganar para su causa los afectos que permanecerán en el tiempo, dándose, esforzándose, comprendiendo, perdonando y amando.

    Es por ello que, transmutar el odio por amor o la imposición por el respeto al semejante, son lecciones que el alma humana aprende muchas veces a través del dolor, viviendo en sus propias carnes las actitudes y acciones que adoptó frente a los demás. En muchas ocasiones, hasta que no se viven los efectos de la aflicción derivada del comportamiento criminal con nuestros semejantes, el alma no reacciona, pues cree obrar consecuentemente, dando rienda suelta a su egoísmo, sin pensar en los demás.

    Es por ello que las lecciones de ir sembrando el bien, afianzando lazos de amistad y fraternidad mediante la entrega a los demás, genera enormes beneficios para el presente y el futuro del alma humana. 

   Sabemos que la muerte no existe para el alma. Y que el tránsito a la otra vida nos reúne con espíritus afines a los que amamos, a los que queremos y con los que construimos familias, amigos…, además de enfrentar retos de progreso y evolución. Por ello, en su compañía nos encontramos felices, sentimos la alegría del reencuentro y experimentamos el amor que nos profesamos después de siglos de trabajo conjunto, sufrimiento, bienestar y dichas compartidas.

   Estos espíritus de profundas relaciones afectivas con nuestra alma, estos seres que muchas vidas han formado parte de nuestra familia física, son verdaderamente los amigos que -como un tesoro- se encuentrtan a nuestro lado al traspasar el umbral de la muerte. Cuando nuestra alma desencarna y le llega la hora de partir, aquellos que nos aman y que nos precedieron en ese viaje, aguardan felices y amorosos el instante del reencuentro. 

    La vibración del amor que experimentan hacia nosotros cuando nos acogen en el otro lado y nos protegen, encaminando nuestra senda en el reingreso en la patria del espíritu, la sentimos como una fuerza poderosa que despeja nuestra mente, aclara nuestras dudas y nos predispone a la nueva etapa espiritual que debemos afrontar. Esta percepción plena de sentimiento amoroso y luz espiritual, nos recuerda al mismo tiempo que el progreso y la inmortalidad de la que gozamos no es posible experimentarla en paz y felicidad si no es compartida con aquellos que se encuentran en el mismo camino junto a nosotros.

    Nuestra alma consolida igualmente afectos con otros espíritus también encarnados que, comprometidos, bajan con nosotros en una misma misión de progreso, en la propia familia, amigos, círculo de relación, grupo espiritual, etc.

  El amor es la fuerza poderosa que moviliza las relaciones entre espíritus lúcidos. Es por ello que la capacidad del alma para alejarse de las relaciones perturbadoras (egoísmo, posesión, resentimiento, envidia, etc.) de aquellos que se encuentran a nuestro lado , otorga a nuestro ser inmortal la felicidad que anhela aquí en la Tierra, y luego mayormente en el espacio, donde los sentimientos, emociones y pensamientos se expresan con toda su fuerza y claridad al no poseer el freno reductor de la materia física.

   Hay ejemplos por millones: espíritus que se aman desde sus primeras encarnaciones en la Tierra como humanos. Otros hay que, habiendo sido enemigos encarnizados en el pasado y sufriendo recíprocamente las maldades del otro, ambos finalmente progresaron, se perdonaron y superaron sus diferencias, convirtiéndose en espíritus fraternos, dedicados el uno por el otro, apoyándose continuamente en las sucesivas encarnaciones y tránsitos de la vida física a la vida espiritual y viceversa.

   También están aquellos que no se conocían, pero coincidieron en una etapa de la historia de la humanidad con un compromiso común, una misión a realizar, que exigió de ellos una capacidad de sacrificio heroica, afrontando conjuntamente dificultades inigualables con el fin de elevar su alma a estadios de amor fraterno. A raíz de estas grandes misiones compartidas muchos espíritus se unen en la Tierra y prolongan sus relaciones de amor, respeto, afecto y cariño en el espacio para toda la eternidad.
    Otro ejemplo memorable es el de aquellas almas que en su trayectoria cometieron involuntariamente errores imperdonables. Sin embargo, la responsabilidad de sus actos recayó irremediablemente sobre ellos porque perjudicaron notablemente a otros con su actitud, condenándolos a lugares de oscuridad y perturbación en el más allá. Cuando los impulsores indirectos de este perjuicio son conscientes del daño causado, muchos se comprometen en primer lugar a rescatar la deuda contraída, ayudando a aquellos a los que tanto perjudicaron. Y así acontece que, cuando llegan al espacio y recuperan la lucidez se preocupan por rescatar a sus víctimas de las entrañas de la oscuridad en las que se encuentran atrapados.

   Son misioneros que arriesgan su equilibrio y serenidad espiritual -todavía no muy elevada- bajando a las zonas profundas del astral inferior a rescatar a aquellos que se encuentran atrapados o sometidos por almas malvadas, ignorantes de las leyes divinas y rebeldes ante Dios. Lugares donde espíritus perversos ejercen su dominio y esclavitud sobre otros, tal y como hicieron en la Tierra. Hasta allí se desplazan estas almas comprometidas con el rescate de sus deudas para liberar de las garras de las sombras a aquellos a los que perjudicaron. A partir de aquí muchos de ellos se reconcilian y se perdonan iniciando lazos de fraternidad y compromiso mutuo que perdurarán durante siglos.

   Como vemos, los amigos permanentes con quienes establecemos estas relaciones no siempre son miembros de nuestra familia terrena. Sin embargo esto último no es tan importante, pues todas las almas somos hijas de un mismo Padre, creadas iguales, y forjadoras del propio destino en base al libre albedrío que se nos concede para progresar. Por ello es de justicia considerar, que la mejor denominación que podemos darnos todos los seres humanos es la de considerarnos “hermanos unos de otros”.
    Es a partir de este momento cuando el alma humana comprende que la grandiosidad del Amor Divino presenta sus reflejos en el amor humano. Y esta alma inmortal y trascendente comienza a esforzarse por adquirir ese amor del que carece, para entregarlo, no sólo a los seres queridos que se encuentran a su alrededor, sino a toda la humanidad, amigos o enemigos. Entiende y acepta que la humanidad es nuestra familia, y todos los seres inmortales que la habitan somos hijos de la misma fuente creadora y causa primera de todo lo que existe. 

   Amigos eternos o enemigos irredentos, con el tiempo serán igualmente nuestros “hermanos del alma”. Si no podemos evitar tener enemigos, al menos nosotros no debemos sentirnos enemigos de nadie, orando por aquel que se siente enemigo nuestro, perdonándolo y deseando lo mejor para la rehabilitación de su alma, a fin de poder algún día abrazarlo con auténtica devoción y sincero amor fraterno.

 Antonio Lledó Flor Amor, Paz y Caridad
¿Quién es mi madre y quienes son mis hermanos? Todo aquel que hace la voluntad de Dios es mi hermano, mi hermana y mi madre. Marcos cap.III v. 20
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