viernes, 2 de noviembre de 2018

Las experiencias de William Crookes con Katie King


    Para hoy tenemos:

- Frase de Kardec
1.-Hipnotismo
2.-Familiares
3.-Las experiencias de William Crookes con Katie King
4.-La virtud
5.-La Fe inalterable






                                                **********************************



                                                                 



El Espiritismo es, a la vez, una ciencia de observación y una doctrina filosófica. Como Ciencia práctica, consiste en las relaciones que pueden establecerse con los Espíritus; como Doctrina Filosófica comprende todas las consecuencias morales que se desprenden de semejantes relaciones"

"La fuerza del Espiritismo reside en su filosofía, en el llamamiento que hace a la razón y al buen sentido."
Allan Kardec

                             **********************

                                    HIPNOTISMO


                      ¿ Qué es la hipnosis?.-
           No existe una explicación clara de la naturaleza del hipnotismo. Generalmente se define a la hipnosis como un estado de trance, o  también como un estado alterado de conciencia.  El grado de alteración depende de cada indivíduo, por lo que después de la experiencia, unos recuerdan todo lo que sucedió a su alrededor durante la misma, mientras otros no recuerdan nada.
    
     El hipnotismo en realidad se ha utilizado siempre a lo largo de la historia humana, aunque bajo otras denominaciones; se sabe que  ya era utilizado por los brujos y sacerdotes de la antigua Grecia, pero la forma como se conoce y practica en la actualidad se debe en un principio al médico alemán Franz Antón Mesmer y a sus discípulos, que descubrieron el magnetismo animal y lo experimentaron y desarrollaron su estudio y aplicaciones médicas en el año 1766. Más tarde otros llamaron a estas experimentaciones de fluido animal, Mesmerismo.

 No obstante, se considera como el padre del hipnotismo moderno
al médico inglés James Braid. En el año 1843, tras haberse interesado en este tema tras presenciar unas demostraciones de  Charles Lafontaine, publicó en un libro las claves del fenómeno, definiéndolo como "un sueño nervioso", diferente del sueño corriente. 
  Anteriormente Mesmer había atribuido como causa del trance hipnótico, la existencia de un fluido magnético causante de entrar en este especial estado. Sin embargo Braid rechazó esta idea porque cualquiera podía desarrollar el trance hipnótico en sí mismo siguiendo las reglas que él había desarrollado.
    Sin embargo fue él mismo quien le dio el nombre de “Hipnotismo”, palabra derivada del vocablo griego “hipnos”, que significa sueño. No obstante, más adelante  comprendió que esto es un error, pues  reconoció que no era el trance hipnótico lo mismo que el sueño fisiológico.
           Para los psicoanalistas, la hipnosis puede ser una poderosa herramienta de trabajo para poder tener acceso a las zonas mas profundas y remotas de la mente humana, permitiendo así despertar una memoria oculta y sorprendente. Mediante esta técnica se permite a la mente una expansión de conciencia que llega a alcanzar diversos  niveles o  grados  mas o menos remotos y profundos.
      En las experimentaciones de hipnotismo, siempre hay dos elementos fijos: El sujeto hipnotizado o receptor del fluido magnético que lo sume en ese estado, y el hipnotizador o elemento inductor determinante para actuar o influenciar al sujeto hipnotizado, el cual  solo obedece a su hipnotizador que lo dirige y conduce, ignorando  durante el trance a otras personas, a no ser que el hipnotizador le dé la orden previa de que obedezca a determinados sujetos.
     La hipnosis parece desconectar alguna parte de la mente que habitualmente controla la conducta del sujeto hipnotizado, indicándole comportamientos automatizados por los que no necesita pensar, lo cual requiere una total confianza del sujeto hipnotizado hacia su hipnotizador.
   Cuando vemos sujetos hipnotizados, se suele pensar en el poder del hipnotizador, pero en realidad los poderes radican en  la voluntad para dejarse llevar por un estado de sugestión de  los propios sujetos hipnotizados, cuyos poderes para esto son mucho mayores y potencialmente mas valiosos de lo que se suele creer.
         El sujeto que se encuentra bajo trance hipnótico, por ejemplo  puede ser sugestionado  para no sentir dolor, y así  puede ser golpeado, pinchado o quemado sin enterarse, por lo que bajo este estado se llegan a realizar  realizar incluso intervenciones quirúrgicas sin ninguna clase de anestesia.
       Asimismo resulta sorprendente cuando se comprueba que  algunos sujetos bajo estado de trance hipnótico se muestran con talentos y habilidades extraordinarias que no poseen o que ignoran poseer en su vida cotidiana.
     También resulta sorprendente el que además de no sentir dolor si se les sugiere, tampoco aparecen lesiones físicas si se agrede un lugar concreto  del cuerpo físico,  tal  como puede ser la ausencia de ampollas ante una quemadura, etc.  Esto que parece contradecir las leyes físicas de la Naturaleza, no es sino una más de las muchas cuestiones que la ciencia humana tiene aun por delante pendientes  de esclarecer, sin embargo  no existe nada en la Naturaleza que funcione contradiciendo a la misma. Sin duda al ser humano aun le queda mucho por descifrar en la inmensidad de la Naturaleza y sus leyes.
         Las posibilidades de la hipnosis en Medicina son notables, y hasta hace no muchos años aun eran  ignoradas. Muchos indivíduos , tal como hacen los fakires, por medio de la autosugestión o la auto-hipnosis  son capaces de  controlar muchas funciones físicas, como los latidos del corazón, la tensión sanguínea, las secreciones gástricas, etc.  También la hipnosis se puede utilizar  para ayudar a enfermos en fase terminal de cáncer, aliviándoles al controlar y eliminar el dolor. Aquí vemos una vez más, como en el ser humano hay una fuerza, la del espíritu, que es capaz de controlar y dominar a la materia.
     Fuera del campo médico las posibilidades de la hipnosis están siendo apreciadas, especialmente por los deportistas, que  así pueden lograr estados necesarios de relajación para   poder recuperar  antes su organismo físico tras el esfuerzo, facilitándole un pronto estado de plenitud de energías físicas y  psíquicas, necesarias para  poder competir con éxito en determinados deportes.
- Jose Luis Martín-
            
       " La hipnosis  es un estado pasajero de modificación de la atención del sujeto que puede ser producido por otra persona y en el cual pueden presentarse diversos fenómenos, espontáneamente o como respuesta a estímulos verbales de otra índole.”
                                        -British Medical Association (1.955) -   

          
                                                     ***************************


                                                                   
                                                                           

FAMILIARES

“Mas si alguno no tiene cuidado de los suyos, y principalmente de los de su familia, negó la fe, y es peor que el infiel" Pablo (I Timoteo,5:8)

 La casualidad no se encuentra en los lazos del parentesco.

Principios sutiles de la ley funcionan en los lazos consanguíneos. Impelidos por las causas del pasado a reunirnos en el presente, es indispensable pagar con alegría las deudas que nos imantan a algunos corazones, a fin de que vengamos a resolver nuestras deudas con la humanidad.

Inútil es pretender escapar de los acreedores que respiran con nosotros bajo el mismo techo, porque el tiempo nos aguardará implacable, constriñéndonos a la liquidación de todos los compromisos.

Tenemos compañeros de voz aterciopelada y edificante en la propaganda salvacionista, que se hacen verdaderos truenos de intolerancia en la atmósfera casera, acumulando energías desequilibradas en torno a las propias tareas.

Sin duda, el equipo familiar en el mundo no siempre es un jardín de flores. A veces es un espinar de preocupaciones y de angustias, reclamándonos sacrificio.

Con todo, aunque necesitemos de firmeza en las actitudes para suavizar la afectividad que nos es propia, jamás conseguiremos sanar las heridas de nuestro ambiente particular con el látigo de la violencia o el emplasto del descuido.

Conforme a la advertencia del Apóstol, si nos falla el cuidado para con la propia familia, estaremos negando la fe.

Los familiares son obras de amor que el Padre Compasivo nos dio a realizar. Ayudémoslos a través de la cooperación y del cariño, atendiendo a los designios de la verdadera fraternidad.

Solamente empleando paciencia y comprensión, tolerancia y bondad, en la playa estrecha del hogar, es como nos habilitaremos para servir victoriosamente el elevado mar de las grandes experiencias.

Emmanuel

Del Libro: Fuente Viva
Psicografia: Francisco Cândido Xavier


                                                             **********************


                                                                   
                                                                   


    LAS EXPERIENCIAS DE WILLIAM                       CROOKES CON KATIE KING


                                 
Habiendo tomado una parte muy activa en las sesiones Mlle. Cook y habiéndome salido muy bien el tomar numerosas fotografías de Katie King con auxilio de la luz eléctrica, he pensado que tendría interés para los espiritistas la publicación de algunos detalles.
Durante la semana que ha precedido a la partida de Katie, ésta ha dado sesiones en mi casa, casi todas las noches,  a fin de que yo la pudiera fotografiar a la luz artificial. Preparándome, pues, a este efecto cinco aparatos fotográficos completos. Consistían éstos en cinco cámaras oscuras, una del tamaño de placa entera, otra de media placa, otra de cuarto y dos cámaras estereoscópicas binoculares, todas las cuales debían estar dirigidas a un tiempo sobre Katie, cada vez que ésta se colocase para obtener un retrato. Empleáronse cinco baños sensibilizadores y fijadores, y se limpiaron de antemano gran número de cristales, dispuestos a servir, para que no hubiese ni vacilación ni retardo durante las operaciones fotográficas que ejecuté yo mismo, asistido de un ayudante.

Mi biblioteca sirvió de gabinete negro: tenía una puerta con dos hojas que comunicaba con el laboratorio; quitóse de sus goznes una de estas hojas y en su lugar se colocó una gran cortina para permitir a Katie entrar y salir con facilidad. Aquellos de mis amigos que se hallaban presentes, estaban sentados en el laboratorio, frente a la cortina, y las cámaras oscuras estaban colocadas un poco más atrás de ellos, dispuestas a fotografiar a Katie cuando saliese, y a reproducir igualmente el interior del gabinete, cada vez había tres o cuatro exposiciones de cristales en las cinco cámaras oscuras, lo que daba a los menos quince pruebas por sesión. Algunos se rompieron al desenvolverlos, otros al regular la luz. A pesar de todo, tengo cuarenta y cuatro negativos, algunos regulares, algunos ni buenos ni malos y otros excelentes.

Katie encomendó a los concurrentes que permaneciesen sentados y se atuviesen a esta condición: únicamente a mí no se me compelió en esta medida, porque desde hacía algún tiempo ella me había dado permiso para hacer lo que quisiera, tocarla, entrar y salir del gabinete casi siempre que me acomodase. Muchas veces las he seguido al gabinete y las he visto a veces, a ella y a su médium  al mismo tiempo; pero lo más general era no encontrar más que a la médium aletargada, y descansando en el suelo:  Katie y su vestido blanco habían desaparecido instantáneamente.

Durante estos seis últimos meses, Mlle. Cook ha hecho numerosas visitas a mi casa, y algunas veces  ha permanecido en ella una semana entera. No traía consigo más que un pequeño saco de noche, que no se cerraba con llave; durante el día estaba constantemente con madame Crookes, conmigo o con algún otro miembro de mi familia, y como no dormía sola, no ha tenido ocasión alguna de preparar nada, ni siquiera de un carácter incompleto, que la pusiera en disposición de poder hacer el papel de Katie King. Yo mismo preparé y arreglé mi biblioteca como igualmente el gabinete oscuro, y habitualmente Mlle. Cook, después de haber comido y conversado con nosotros, se encaminaba derecha al gabinete y, a petición suya, cerraba yo con la llave la segunda puerta, guardando en mi poder la llave durante toda la sesión; entonces se bajaba el gas y se dejaba a Mlle. Cook a oscuras.

Al entrar en el gabinete Mlle. Cook se tendía en el suelo, apoyada la cabeza en una almohada y no tardaba en aletargarse. Durante las sesiones fotográficas, Katie envolvía con un chal la cabeza de su médium, para impedir que la luz diese en su rostro. A menudo he levantado una punta de la cortina cuando Katie estaba de pie junto a ella, y no era raro entonces que las siete u ocho personas que se encontraban en el laboratorio pudiesen ver a un mismo tiempo a madame Cook y a Katie, bajo el vivo resplandor de la luz eléctrica. Entonces no podíamos ver la cara de la médium por impedirlo el chal, pero divisábamos sus manos y sus pies; la veíamos moverse penosamente bajo la influencia de aquella luz intensa, y por momentos oíamos sus quejas. Tengo una prueba de Katie y su médium fotografiadas juntas, pero Katie está colocada delante de la cabeza de Mlle. Cook.
Katie king, William Crookes
y Florence Cook(tendida en el suelo)

Mientras yo tomaba una parte activa en estas sesiones, la confianza que Katie tenía en mí crecía gradualmente, hasta el punto de que no quería dar ya sesión si no me encargaba yo de disponerlo todo, diciendo que quería tenerme siempre cerca de ella y cerca del gabinete. En cuanto se hubo establecido esta confianza, y cuando ella estuvo segura de que yo cumpliría las promesas que le podía hacer, los fenómenos aumentaron mucho en poder, y se me dieron pruebas que me habría sido imposible obtener si me hubiese aproximado al objeto de una manera diferente.

Ella me interrogaba a menudo sobre las personas presentes a las sesiones, y sobre la manera como estarían colocadas, porque en los últimos tiempos se había  vuelto muy nerviosa a consecuencia de ciertas sugestiones aviesas que aconsejaban el empleo de la fuerza para ayudar a unos modos de investigación más científicos.

Una de la fotografías más interesante es en la que yo estoy de pie al lado de Katie; ella tiene su pie desnudo sobre un punto especial del pavimento. Luego después vestí a Mlle. Cook como Katie; ella y yo nos colocamos exactamente en la misma posición y fuimos fotografiados por los mismos objetivos situados absolutamente como en el otro experimento, iluminados por  la misma luz. Cuando estos dos dibujos están uno encima de otro, las dos fotografías mías coinciden perfectamente en la estatura y demás, pero Katie es media cabeza más alta que Mlle. Cook, y junto a ella parece toda una mujer. En muchas pruebas la amplitud de su cara y el grueso de su cuerpo difieren escandalosamente de su médium, y las fotografías ofrecen otros muchos puntos de semejanza.


Pero es tan importante la fotografía para pintar la perfecta belleza del rostro de Katie como las palabras lo son para describir el encanto de sus maneras. La fotografía puede, es cierto, dar un diseño de su postura, pero nunca podría reproducir la brillante pureza de su cutis o la expresión sin cesar mudable de sus tan movibles facciones, ora veladas de tristeza, cuando refería algún amargo acontecimiento de su vida, ora sonriente con toda la inocencia de una jovencita, cuando había reunido a mis niños en torno de ella, y les divertía contándoles episodios de sus aventuras en la India.

Recientemente he visto tan bien a Katie, cuando estaba iluminada por la luz eléctrica, que puedo agregar algunos rasgos a la diferencias que en el artículo precedente he anotado entre ella y su médium. Tengo la certeza más absoluta de que Mlle. Cook y Katie son dos individualidades distintas, a lo menos en lo concerniente a sus cuerpos. Varias pequeñas señales que hay en la cara de Mlle. Cook , faltan en la de Katie. La cabeza de Mlle. Cook es de un color oscuro que parece casi negra; un bucle de la de Katie, que tengo a la vista, y que ella me había permitido cortar de entre sus incitantes trenzas, después de haberlo recorrido hasta su fin y haberme asegurado de que realmente había brotado de su cabeza, es de un rico color castaño dorado.

  Una noche conté las pulsaciones de Katie: su pulso latía  con regularidad 75 veces, mientras que el de Mlle. Cook pocos instantes después alcanzaba 90 pulsaciones, que era su cifra habitual. Apoyando mi oído sobre el pecho de Katie, podía oír latir un corazón en su interior, y sus pulsaciones eran todavía más regulares que las del corazón de Mlle. Cook, cuando ella, después de la sesión, me permitía el mismo experimento. Probados de igual manera los pulmones de Katie, mostráronse más sanos que los de su médium, porque en el momento en que hice el experimento Mlle. Cook seguía un tratamiento médico para un fuerte reuma. 

Vuestros lectores encontrarán sin duda interesante que, a vuestros relatos y a los de Mr. Ross-Church, referentes a la última aparición de Katie, vengan a agregarse los míos, a lo menos los que puedo publicar. Cuando llegó para Katie el momento de despedirnos, le pedí el favor de ser el último que la viera. En su consecuencia, cuando hubo llamado a sí a todos los de la sociedad y les hubo dicho algo en particular, dio instrucciones generales sobre el modo como en adelante debíamos dirigirnos y sobre la protección que había que dar a Mlle. Cook. De estas instrucciones, que fueron estenografiadas, mencionó la siguiente: “Mr. Crookes ha obrado constantemente muy bien, y con la mayor confianza dejo a Florencia en sus manos, porque estoy perfectamente segura de que no me faltará a la fe que tengo en él. En todas las circunstancias imprevistas podrá obrar mejor que yo misma, porque tiene más fuerza”.

Una vez terminadas las instrucciones, Katie me invitó a entrar con ella en el gabinete, y me permitió que estuviera allí hasta el fin. Después de haber cerrado la cortina habló algunos instantes conmigo, luego cruzó el aposento para acercarse a Mlle. Cook que yacía inanimada en el suelo. Inclinándose sobre ella Katie la tocó y le dijo: “¡Despertaos, Florencia despertaos! Ahora es preciso que os deje”.

Mlle Cook se despertó, y anegada en llanto suplicó a Katie que se quedase todavía algún tiempo más. “Querida, no puedo: mi misión está cumplida. ¡Que Dios os bendiga!”, contestó Katie y siguió hablando a Mlle. Cook. Durante algunos minutos conversaron juntas, hasta que al fin a Mlle. Cook las lágrimas la privaron de hablar. Siguiendo las instrucciones de Katie, me lancé a sostener a Mlle. Cook que iba a  caerse al suelo y que sollozaba convulsivamente. Miré a mi alrededor, pero Katie y su vestido blanco habían desaparecido. En cuanto a Mlle. Cook se hubo tranquilizado lo suficiente, trájose una luz y la conduje fuera del gabinete.

Las sesiones casi diarias con que Mlle. Cook me ha favorecido últimamente han probado mucho sus fuerzas, y deseo dar a conocer todo lo posible las atenciones que le debo por su prisa en asistirme en mis experimentos. Sea cual sea la prueba que le haya pedido, ella ha consentido en someterse a ella con las más buena voluntad del mundo; su palabra es franca y va derecha al objeto, y jamás he visto cosa que ni remotamente pudiera parecerse a la más ligera apariencia de ganas de engañar. Verdaderamente, no creo que pudiese llevar un fraude a buen fin, si llegase a intentarlo, y si lo intentase, se le descubriría en seguida, porque tal manera de obrar es completamente ajena a su naturaleza. Y en cuanto a imaginar que una inocente colegiala de quince años haya sido capaz de concebir y sostener durante tres años con éxito completo una impostura tan colosal como ésta, y que durante este tiempo se haya sometido a todas la condiciones que se le han exigido, que haya soportado las más minuciosas investigaciones, que haya consentido en que se la inspeccionase a cualquier momento, ya antes, ya después de las sesiones; que haya obtenido todavía más éxito en mi propia casa que en la de sus padres, sabiendo que venía a ella expresamente para someterse a rigurosos ensayos científicos; en cuanto a imaginar, digo, que la Katie King de los tres últimos años sea el resultado de una impostura, esto violenta más a la razón y al buen sentido que el creer que es lo que ella misma afirma.

No estaría bien en mí el cerrar este artículo sin dar también las gracias a Mr. y Mlle. Cook, por las grandes facilidades que me han dado para la prosecución de mis observaciones y experimentos.


Mi agradecimiento y el de todos los espiritistas deben hacerse extensivos a Mr. Charles Blanckburn por su generosidad que ha permitido a Mlle. Cook consagrar todo su tiempo al desarrollo de estas manifestaciones, y en último lugar a su examen científico.
WILLIAM CROOKES
Extraído del libro “Nuevos experimentos sobre la Fuerza Psíquica” de William Crookes.
( Artículo tomado a partir de su publicación en la Revista Amor, Paz y Caridad)

                                                                ****************************




                                                                     

                           LA VIRTUD 
Para Cicerón, virtud es la fuerza viril o valor moral que se sobrepone al sufrimiento y a la muerte.- 
Y afirmaba Aristóteles que el "el hombre virtuoso es aquel que encuentra placer en hacer actos de virtud". 

Con eso, la virtud se transforma en el hábito del bien, pues se incorpora al modus operandi del individuo, tornándose parte integrante de su naturaleza. 

La virtud siempre trabaja fiel a las manifestaciones psicológicas y delante de las leyes, creando necesidad de actuar y produciendo placer al realizarlo´ 

El hombre la adquiere con el esfuerzo dirigido al bien que lo inspira, e, insistiendo en practicarla, conforma su vida a sus dictámenes. 

Para conseguir esa disposición es imprescindible adquirir el conocimiento del bien: es decir, que el hombre sepa del valor moral de sus actos, de acuerdo con las leyes morales. 

Así, la tendencia al bien es el primer paso para la virtud: su realización se transforma en experiencia estimuladora; pero, sólo es virtud cuando se constituye en un hábito natural, consciente y placentero. 

El motivador de la virtud y su alimento es el amor al bien, como afirmaba Aristóteles, que el "hombre virtuoso es aquel que hace del bien, una necesidad imprescindible, que pone su felicidad en el bien" 

Solamente los hombres libres interiormente poseen la virtud, porque sus actos son resultado de su libre determinación, por orden intima de su voluntad personal. 

San Agustin, que la adquirió con gran esfuerzo y perseverancia, repasando mentalmente, antes de acostarse, todos sus actos para verificar en cuales no fuera correcto y poder corregirlos al día siguiente, enseñaba: "Virtud es la buena cualidad del ánimo, por la cual se vive bien y la cual nadie usa mal" de acuerdo con su razonamiento moral. 

Así el hombre se inclina moralmente a una constante acción del bien que le hace bien a través de los actos buenos .. 


Extraído del libro Hacia las Estrellas.de Divaldo P. Franco

                                                      ********************************





                                                                          


                                           LA FE INALTERABLE

Desde el punto de vista religioso, la fe es la creencia en los dogmas particulares que constituyen las diferentes religiones; todas las religiones tIenen sus artículos de fe. Bajo este aspecto, la fe puede ser "razonada y ciega". La fe ciega, no examinando nada, acepta sin comprobación lo mismo lo falso que lo verdadero, y choca a cada paso contra la evidencia y la razón; empujada hasta el exceso, produce el "fanatismo". Cuando la fe se apoya en el error, se pierde tarde o temprano; la que tiene por base la verdad, está asegurada para el porvenir, porque nada tiene que temer del progreso de las luces, toda vez que "lo que es verdad en la oscuridad, lo es también en pleno día". Todas las religiones pretenden estar en la exclusiva posesión de la verdad; "preconizar la fe ciega sobre un punto de creencia, es confesar su impotencia en demostrar que se tiene razón". 


    Se dice vulgarmente que "la fe no se impone"; de aquí viene que muchas gentes digan que si no tienen fe, no es por culpa suya. Sin duda que la fe no se obliga, y lo que es más justo aún, "no se impone". No, no se impone, pero se adquiere, y no hay nadie a quien se rehúse el poseerla, aun entre los más refractarios. Hablamos de verdades espirituales fundamentales, y no de tal o cual creencia particular. No es la fe la que debía ir a ellos, sino ellos ir al encuentro de la fe, y si la buscan con sinceridad la encontrarán. Tened, pues, por seguro, que los que dicen:  "Quisiéramos creer, pero no podemos", lo dicen de boca y no con el corazón, porque diciendo esto se tapan los oídos; sin embargo, las prueban abundan a su alrededor; ¿por qué rehúsan verlas? En los unos es indiferencia; en los otros es miedo de verse obligados a cambiar de costumbres; en la mayor parte es el orgullo que rehúsa conocer un poder superior, porque les sería preciso inclinarse ante él. 


    En algunas personas, la fe parece de algún modo innata; sólo una chispa basta para desarrollarla. Esta facilidad en asimilarse las verdades espirituales es una señal evidente del progreso anterior; en los otros, al contrario, sólo penetra con dificultad, señal muy evidente de una naturaleza muy atrasada. Los primeros han creído ya y comprendido; traen, volviendo a "nacer", la intuición de lo que fueron; su educación está hecha; los segundos tienen que aprenderlo todo; su educación está por hacer; ella se hará, y si no se concluye en esta existencia se concluirá en la otra. 


    Respecto a la resistencia del incrédulo, es menester convenir que es menos por su culpa que por la manera como se presentan las cosas. A la fe es preciso una base, y esta base es la inteligencia perfecta de lo que se debe creer; para creer no basta "ver", es necesario, sobre todo, "comprender". La fe ciega no es de este siglo, pues hoy el mayor número de incrédulos, porque quiere imponerse y exige la abdicación de una de las más preciosas prerrogativas del hombre: el razonamiento y el libre albedrío. Contra esta fe se parapeta el incrédulo y tiene razón de decir que no se impone: no admitiendo aquellas pruebas, deja en el Espíritu un vacío, de donde nace la duda. La fe razonada, la que se apoya en los hechos y en la lógica, no deja en pos de sí ninguna obscuridad; se cree porque se está cierto, y no se está cierto hasta que se ha comprendido; esta es la razón por la que es inalterable, "porque no hay fe inalterable sino la que puede mirar frente a frente a la razón en todas las edades de la humanidad"


     A este resultado conduce el Espiritismo, y por esto triunfa de la incredulidad, siempre que no encuentra  una oposición sistemática e interesada. 


EL EVANGELIO SEGÚN EL ESPIRITISMO. ALLAN KARDEC.

                                                  ***************************





No hay comentarios: