viernes, 2 de noviembre de 2018

Día de los Muertos


  Os invito a ver hoy aquí:

      1 -  Los Fluidos que nos rodean                                                                                                                   2.-Ciclos de Reencarnación                                                                           -¿En qué consisten las aflicciones de los Espíritus inferio 3.-Nueva visión de la vida y de la muerte                                                           - El orgullo de algunos médiums                                                                   

       4.- Día de los Muertos                                                                                     5.- ¿Enfermedades o enfermos?



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                          EL ESPIRITISMO

"EL ESPIRITISMO ES, A LA VEZ, UNA CIENCIA DE OBSERVACIÓN Y UNA DOCTRINA FILOSÓFICA. COMO CIENCIA PRÁCTICA, CONSISTE EN LAS RELACIONES QUE PUEDEN ESTABLECERSE CON LOS ESPÍRITUS; COMO DOCTRINA FILOSÓFICA COMPRENDE TODAS LAS CONSECUENCIAS MORALES QUE SE DESPRENDEN DE SEMEJANTES RELACIONES"

"La fuerza del Espiritismo reside en su filosofía, en el llamamiento que hace a la razón y al buen sentido."
Allan Kardec


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LOS FLUIDOS QUE NOS RODEAN
       El mundo de los fluidos, más que otro alguno, está sometido a las leyes de la atracción. Por la voluntad atraemos hacia nosotros fuerzas buenas o malas, en armonía con nuestras ideas y nuestros sentimientos. Puede hacerse de ella un uso terrible, pero el que se sirve del poder magnético para el mal, tarde o temprano lo verá revolverse contra él.- 
La influencia perniciosa ejercida sobre los demás bajo la forma de sortilegios, mal de ojo, maleficios, vuelve fatalmente hacia aquel que la ha generado. 
León Denis 

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 CICLOS DE REENCARNACIÓN 
La vida del Espíritu es una sola e inmortal, compuesta de ciclos en concordancia con su necesidad de progreso. Cada uno de esos ciclos, comprende un programa amplio a realizar en el mundo donde baja a encarnar. 
Cuando dicho programa se realiza en una sola existencia, como suele suceder en las encarnaciones de seres espirituales de gran evolución, el ciclo se circunscribe a esa sola existencia en ese mundo. Pero, dado el atraso evolutivo de nuestra humanidad, ninguno de nosotros realiza el programa en una sola existencia, por lo que necesario es volver una y otra vez, hasta realizarlo. 
Este mundo nuestro, que dicho sea de paso, no es de los más adelantados pero tampoco de los más atrasados, es una escuela de aprendizaje para espíritus de mediana evolución. En cada vida venimos para hacer un curso (o completarlo) en el ambiente que corresponda a cada cual, de acuerdo con el estado de adelanto o atraso en que se encuentre. Y como somos malos estudiantes de la vida... Aun cuando la comparación no es exacta, consideremos cada ciclo un curso para una mejor comprensión. 
¿Cuál podría ser, entonces, el número de reencarnaciones para realizar ese programa? 
No hay número prefijado, ya que depende del mayor o menor esfuerzo y de la conducta de cada espíritu en la realización de ese programa trazado en el plano extrafísico. No obstante, debemos considerar que lo peor queda atrás en la noche de los tiempos. 
Supongamos que comienza un ciclo con un programa para la conquista de la paciencia, prudencia y cualidades análogas complementarias; que lleva implícito la superación de la impaciencia, irritabilidad, iracundia, etc. Puede que llegue a realizar dicho programa en cinco vidas humanas, puede que emplee diez, veinte o más. No está limitado, depende del propio esfuerzo. Y este número de vidas, componen un ciclo de reencarnaciones. Naturalmente que, en ese mismo ciclo de vidas, adquiere también múltiples experiencias que irán desarrollando su inteligencia y poder mental, a la vez que conquistando cualidades positivas que contribuirán a su progreso. 
Supongamos que, ya realizados varios ciclos, haya llegado a un punto o grado de progreso intelectual y desarrollado una gran capacidad mental, pero le falta la conquista más valiosa en el progreso espiritual: el amor. Tendrá que comenzar un nuevo ciclo de encarnaciones para superar el EGOÍSMO, fuertemente enraizado en el alma humana, y tronco de cuyas ramas salen otras muchas imperfecciones, tales como; envidia, avaricia, amor propio, celos, orgullo, soberbia, etcétera. ¿Cuántas vidas puede necesitar para arrancar de sí, para superar todas esas imperfecciones y adquirir el amor fraterno? Muchas o pocas, depende del grado de imperfección en que cada cual se halle y el esfuerzo que ponga en ello. 
Aquellos que creen conseguir la llamada salvación o la gloria en una sola vida, ¿han meditado sobre lo que es la salvación y lo que es la gloria? ¿Conocen acaso, el número de imperfecciones que aún arrastran? ¿Se consideran tan perfectos como para alcanzar ese estado sublime en el corto tiempo de unos años? ¿No será, acaso, que viven con la pueril esperanza de alcanzar graciosamente toda una eternidad de bienaventuranza y felicidad, lo que por el propio esfuerzo ha de conquistarse? 
Nuestros errores, en pensamiento, palabras y acciones, productores de fuerzas psíquicas desequilibrantes que hemos hecho gravitar sobre nosotros mismos (según será demostrado al enfocar la Ley de Consecuencias), han impregnado nuestra propia naturaleza psíquica, han oscurecido y densificado el alma y producido un desequilibrio en nuestra sección del Cosmos, y cuyo equilibrio tiene que ser restablecido: ya voluntariamente con amor, amor sentido y vivido en nuestras relaciones humanas y con todo lo creado. 

Sebastián de Arauco.

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¿En qué consisten las aflicciones de              los Espíritus inferiores? 
- Son tan variadas como las causas que las han producido, y están en relación con el grado de inferioridad, así como los goces lo están con el grado de superioridad. Pueden resumirse así: Envidiar todo lo que les falta para ser felices, y no poder obtenerlo.
 Ver la dicha y no hallarse en condiciones de alcanzarla. 
Pena y envidia, cólera y desesperación que les impide ser dichosos. 
Remordimientos y ansiedad moral indefinible. 
Desean todos los placeres y no pueden satisfacerlos, y es todo lo que los atormenta. 
EL LIBRO DE LOS ESPIRITUS 
ALLAN KARDEC. 



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 "NUEVA VISIÓN DE LA VIDA Y DE                   LA MUERTE"
                        Llega una nueva era. ¡La Era Espiritista! 

La de la fraternidad de todos los hombres, la de todos los pueblos. La del Amor y la Ciencia. 

Pero muchos pensareis que eso está muy lejano porque la humanidad parece más descreída que nunca. 

¿Sabéis por qué? 

Porque las religiones siempre han impuesto y nunca han demostrado, por eso se ha perdido la fe ciega y no ha quedado más que la fe especulativa. (...) 

Pero este gran descubrimiento ha pasado ignorado o tergiversado por el mundo para el mayor número. Le educación y la libertad solventarán este problema. 

Decía Kardec que sería la educación la regeneradora de la humanidad. 

El gobierno de España quiso institucionalizar la enseñanza del Espiritismo y así se presentó por varios ministros un Proyecto de Ley, en el año 1873, para que se implantase en todos los colegios de enseñanza secundaria del país. 

Pero eran tiempos difíciles. Era una España revolucionaria en la que había un sueño llamado libertad. Y algunos de aquellos sólo la encontraron en el más allá. El hombre venidero la podrá sentir además en el más acá. Y ese sueño llamado libertad brillará también en este lado cuando reine la mayor de las soberanas, la fraternidad. (...) 

Decía Camilo Flammarion: 

El Universo visible no es lo que aparece a nuestros sentidos, es el Universo invisible el que constituye la esencia y sostén de la creación. 

Este Universo que vemos se compone de átomos invisibles y las fuerzas que los rigen son también inmateriales e invisibles. Buscad la materia y no la encontraréis, es una ilusión de nuestros sentidos, un fantasma que se desvanece cuando creemos que vamos a tocarlo. 


No sucede lo mismo con las leyes que rigen el Universo que se muestran en cualquier lugar. La física moderna es la proclamación del Universo invisible. (...) 

Los descubrimientos de los científicos que han trabajado para probar la supervivencia han gozado de licencia injusta por parte de los medios para ridiculizar y mentir, lo que ha llevado al público a saber mal y poco de las numerosas pruebas que hay acumuladas. 

La ciencia es considerada como “objetiva” cuando una persona siguiendo las fórmulas científicas obtiene los mismos resultados. 

Y sin ir más lejos los estudios de la transcomunicación instrumental han demostrado claramente que este fenómeno se repite. 

Siempre que hay adherencia estricta al método científico, cuando se mide algo, los resultados son necesariamente científicos. Como son por ejemplo las fotografías de materializaciones en laboratorio bajo condiciones controladas por los científicos Richet, Geley y Crookes entre muchos otros. (...) 

El astrofísico Michael Scout manifiesta que: 

El avance de la física cuántica ha producido una descripción de la realidad que permite creer en la existencia de universos paralelos. Que estarían compuestos por sustancias reales pero no interferirían con la materia de nuestro propio universo. 

Un físico cuántico autor del libro La Mente y la nueva física dice a su vez: 

La nueva física llamada mecánica cuántica propone que existen otros mundos paralelos. En cada uno de estos universos estamos viviendo cada uno de nosotros, todos los que viven, los que han vivido y los que han de vivir por siempre. 

La Ciencia cada vez más y mejor irá confirmando todos y cada uno de los puntos presentados por la revelación espírita y publicados desde hace 150 años por Allan Kardec. 

Cuando Allan Kardec publica El Libro de los Espíritus la prensa lo ridiculizó; Roma lo excomulgó, condenando la comunicación y anatematizando la teoría de la reencarnación de los muertos, ordenando a sus negros ejércitos que les combatieran abiertamente pues el Espiritismo, no reconociendo un Dios celoso y vengativo, ni el milagro posible, minaba los fundamentos de la infalibilidad papal. 

Sin embargo los propios textos en los que se basa esta supremacía de la Iglesia está repleta del fenómeno mediúmnico. No damos ni un solo paso en la historia de las religiones y de la filosofía sin encontrarnos una verdad del Espiritismo. (...) 

El psiquiatra Raymond Moody, el famoso autor del bestseller Vida después de la Vida es uno de los mayores investigadores de estas experiencias cercanas a la muerte y entre los numerosos casos que ha estudiado descubre 15 elementos comunes :

Alguien está muriendo y en el momento de mayor angustia escucha que su médico le declara muerto. 

Oye un desagradable zumbido al tiempo que siente que se mueve a gran velocidad por un túnel muy oscuro. 

Después ve su cuerpo a cierta distancia. 

Observa los intentos de reanimación y poco a poco se va acostumbrando a esta curiosa situación. 

Nota que aún posee un cuerpo pero es de una naturaleza muy diferente. 

Y pronto empiezan a suceder cosas. Comienza a ver a los espíritus de familiares y amigos ya fallecidos y otro espíritu muy amoroso que nunca había visto antes, un ser de luz que aparece ante él. 

Este ser formula una pregunta telepática que le lleva a hacer una evaluación de toda su vida. 

Y finalmente percibe que se está acercando a una especie de frontera hacia la otra vida pero se resiste a regresar por encontrarse lleno de sentimientos de alegría, amor y paz. 

Sin embargo de alguna manera vuelve al cuerpo físico y revive. 

Después intentará contarlo pero sin encontrar las palabras y obteniendo como respuesta un tono sarcástico, decide dejar de contarlo aunque la experiencia afecta profundamente en su vida y especialmente en su forma de ver la muerte. (...) 

Cuando los adversarios del Espiritismo puedan presentar un cuadro de sus investigaciones que en su duración y plenitud se acerque siquiera al de sus defensores, y cuando puedan descubrir y mostrar en detalle el modo en que son producidos los fenómenos y cuando puedan además probar lo correcto de su teoría, entonces y no antes necesitarán los espiritistas producir una nueva confirmación de hechos que son y siempre han sido suficientemente reales e indiscutibles. (...) 

Digamos a los materialistas que se encuentran en el precipicio que lleva a la nada y a la ignorancia. Y que en el borde de un precipicio sólo hay una forma de ir para adelante, y es dar un paso hacia atrás. 

Si todas las religiones han dicho su última palabra el Espiritismo ha dicho la primera y sabe que nunca dirá la última. 

Para escuchar las verdades de muchas religiones es necesario inclinar la frente y cegar la razón, para escuchar las verdades del Espiritismo es necesario mirar al cielo y desplegar la inteligencia. Muchas religiones hablan. El Espiritismo hace hablar. (Marietta) (...) 

El Espiritismo será científico o no será dijo Kardec con visión profética. 

Decía Amalia Domingo Soler: 

¿Qué a donde vamos? ¡A la eterna vida! 

A buscar los misterios del mañana, 

A decir que en el tiempo no hay medida, 

que siempre avanzará la raza humana, 

que el progreso es el punto de partida, 

la ruta de la ciencia soberana, 

que la ciencia ¡es la voz del infinito! 

Y esa voz es de Dios ¡eco Bendito! 

La humanidad conquista con el Espiritismo la consoladora certidumbre de que los seres amados y nosotros no concluimos con la tumba y que si bien todos sufrimos dificultades a través de diversas encarnaciones, ellas nos traen el aprendizaje, el progreso y la felicidad futura. 

En los dinteles de piedra del hoy derruido templo de Apolo en Delfos, construido sobre una de las laderas del Monte Parnaso los sacerdotes grabaron dos inscripciones, la primera de ellas muy conocida: 

Conócete a ti mismo, y la segunda: No hagas nada en exceso. 

Vivamos sin excesos aprendiendo a conocernos y a amar. Es la única manera de aprovecharnos de este conocimiento, de esta nueva visión de la vida y la muerte. 

 
Extractos de la Conferencia ofrecida por Salvador Martín en el 5º Congreso Espírita Mundial en Cartagena de Indias, Colombia. 



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         EL ORGULLO DE ALGUNOS MÉDIUMS
    
 El orgullo se traduce en los médiums por señales no equívocas sobre las cuales es tanto más necesario el llamar la atención como que es una de las extravagancias que deben inspirar desconfianza sobre la veracidad de sus comunicaciones. En primer lugar es una confianza ciega en la superioridad de estas mismas comunicaciones y en la infabilidad del Espíritu que se las da; de aquí dimana cierto desdén por todo lo que no viene de ellos porque se creen en el privilegio de la verdad.. 

EL LIBRO DE LOS MEDIUMS 
ALLAN KARDEC 

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                             Jose M.  Fernández
              
              DÍA DE LOS MUERTOS
                                       (a mi madre, 26.07.1991, sabes dónde estoy)

                                             Los muertos son nuestros muertos
                               somos hijos de nuestros muertos
                               madres de los que habrán de morir
                               y todos nacidos hijos de la muerte

                                           Hubo un día donde nacimos a la luz
                           rodeados de tinieblas y libertad
                           mas habrá un día donde morirán las tinieblas                 
                               porque solo la luz morará en el alma                             

                                          La muerte nos visita hoy como ayer
                            es la única certeza que descubrimos
                            no sabes cómo ni cuándo te llamará
                            ni dónde ella exclamará: ¡Has vuelto!

                                El ignorante sufre por la muerte
                             pues solo mira la muerte de los otros
                             sin saber que a cada segundo muere,
                             que su metamorfosis la muerte llora

                                Mueren ricos y pobres, el loco y el sabio,
                              si mueren el viento y hasta las estrellas
                              ¿por qué no habría de morir el hombre?

                                 La muerte no cae enferma ni hace huelga
                               adora su trabajo, es formal y no se jubila
                               es la garante de la igualdad y la justicia
                               de que nada queda en este exilio terrenal

                                     La muerte y yo somos fieles amigos,
                                 desde antes de nacer nos respetamos
                                 yo le digo con un guiño un “hasta luego”
                                 y ella me responde: ¡vendré a recogerte!

                                   ¿Quiénes son los muertos de noviembre?
                                  Somos nosotros, hermanos de la vida,
                                  espíritus todos, hijos de un mismo padre…

                                      La muerte sopla y reclama con su voz,
                                   ese aliento invisible aunque nada anónimo…
                                   Hijo mío, no lo olvides: ¡transformación!

2018 © José Manuel Fernández 

                           

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¿ENFERMEDADES O ENFERMOS?


Desde que el mundo es mundo, la Humanidad ha luchado contra las más variadas enfermedades. Cuando consigue controlar una de ellas, otras surgen, más crueles y amenazadoras.
Se ha luchado con ardor por extirpar las enfermedades de la faz de la Tierra.
¿Más por qué no se consigue, ya que la ciencia moderna tiene recursos fantásticos?
La respuesta es sencilla: han buscado curar los efectos y no las causas.
O sea, hemos efectuado esfuerzos para curar los cuerpos, olvidando que el enfermo  es el Espíritu inmortal y no el cuerpo que perece.
El cuerpo es como  un papel secante, que absorbe  y exterioriza las llagas que traemos en el alma.
La mente elabora los conflictos, los resentimientos, los odios que desarticulan las células de sus automatismos, degenerándolas y posibilitando el origen de tumores de varios tipos, especialmente cancerígenos, en razón de la carga mortífera de energía que las agrede.
La sed de venganza se vuelve contra el organismo físico y mental de aquel que la alienta,  facilitando la instalación de ulceras crueles y distonía emocionales perniciosas que empujan  a ser a estados desoladores.
Las angustias cultivadas pueden ocasionar las crisi nerviosas, las migrañas, entre otros males.
La envidia, la cólera, la competición malsana  provocan indigestiones, hepatitis, diabetes, artritis, hipertensión, entre otros disturbios.
El desamor personal, el complejo de inferioridad, las amarguras, la auto piedad favorecen los canceres de mama, en la mujer, y de próstata, en el hombre, más allá de las disfunciones cardiacas, de los infartos brutales y otras dolencias.

La impetuosidad, la violencia, las quejas sistemáticas, los deseos insaciables dan ocasión a los derrames cerebrales,  los estados neuróticos, psicosis de persecución, etc.
Como podemos percibir, la acción del pensamiento sobre el cuerpo es poderosa.
El pensamiento saludable es edificante fluye por la corriente sanguínea como tonificante  de las células, pasando por todas ellas  y manteniéndolas en armonía.
 Lo contrario ocurre con el pensamiento desequilibrado.
 El hombre es lo que alimenta en su interior. Lo que surge en el cuerpo es la exteriorización de los males que cultiva en el alma.
No es otro el motivo por el cual Jesús alertaba a aquellos a quien curaba diciendo: Ve, y no vuelvas a pecar  para que un mal mayor no te acontezca.
Lo que quiere decir que la salud  está condicionada a la forma de vida de cada criatura.
Y que no hay dolencias, sino enfermos, que, en mayor o menor intensidad, somos todos nosotros.
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 Jesús, que fue ejemplo máximo de amor, jamás adoleció, porque era sano en Espíritu, lo cual le proporcionaba la salud del cuerpo.
De esta forma, si queremos salud efectiva, mientras buscamos la cura del cuerpo tratemos también al verdadero enfermo, que es el Espíritu.
Redacción de Momento espirita
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