miércoles, 14 de febrero de 2018

Algo grande esta sucediendo







Hola amigos;
 Para hoy os ofrezco los siguientes artículos:

- El Maestro de Lyón  ( 2ª Parte)
-Algo grande está sucecdiendo
- Resumen histórico de la Mdiumnidad (1ª Parte)




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        EL MAESTRO DE LYON 

                                                       II Parte 

No hay duda del valor de éste maestro, que a partir de 1855, modificó su vida, y con ello, la de su esposa. Fiel compañera en los momentos difíciles, en donde él siempre encontró reposo y tranquilidad, comprensión y fuerza para seguir adelante en la tarea. Es en 1857, el 18 de Abril, que se edita El Libro de los Espíritus, magnifica obra, donde Allan Kardec (pseudónimo que adoptó para no servirse de su verdadero nombre tan relevante en aquel tiempo), demuestra el esfuerzo de recopilar datos, a través de las numerosas comunicaciones dada por los Espíritus, estudiar y analizar esos datos y por último codificar toda aquella enseñanza. A partir de ese momento su trabajo se hace incansable. No hay tiempo que perder, porque llega el tiempo de dar a conocer a los seres humanos, una nueva REVELACIÓN: La Enseñanza de los Espíritus Superiores. La enseñanza de los hombres y mujeres que habían dejado el cuerpo en la Tierra, y siendo, como eran entidades de luz y sabiduría, podían dar a todos un conocimiento que nos ayudara a comprender , las Leyes de Dios, el Mandamiento más importante para los hombres de todos los tiempos: AMA A TU PROJIMO COMO A TI MISMO,
3º Asimilar el conocimiento que nos hace seres más libre y más evolucionados. Al Libro de los Espíritus, le sigue El Libro de los Médiums, editado en Enero de 1861, verdadero tratado de Espiritismo experimental. Estudio metodizado de los fenómenos sobrenaturales, y que lejos de ser desmentidos por él, se afirma en su contenido. Un tercer libro, es El Evangelio Según el Espiritismo (editado en Abril de 1864), donde Allan Kardec dice: “los fenómenos, lejos de ser la parte esencial del Espiritismo, no son más que accesorios; un medio proporcionado por Dios para vencer la incredulidad.” En él se habla de las tres Revelaciones: Mosaica,
Cristiana y Espírita
. Le sigue El Cielo y el Infierno (1º de Agosto de 1865), donde se nos demuestra, como por la Justicia Divina, no puede existir el Infierno, ni las penas eternas; así, como tampoco, la gloria eterna, sin merecimiento. Y para terminar las series primera de 5 libros (Pentateuco): El Génesis (Enero de 1868).
Obra magistral, donde se analiza el principio orgánico y espiritual. Pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento, los distintos períodos de nuestro planeta etc. Pero lo más maravilloso de todo, es que, este Apóstol de la Verdad y el Conocimiento, ayudado siempre por Espíritus de Luz, se entregó al Bien y a la Caridad, incluso arriesgando su propia salud, porque entendió que, cuando Dios nos llama, para cumplir cualquier misión, por pequeña que sea, debemos responder con decisión y sumisión a la llamada, como lo hizo él. Dándolo todo, SIN CONDICIONES. Un día, él se liberto de las amarras de la carne, con la conciencia en paz, sabiendo que había cumplido con el compromiso, asumido antes de renacer. Ese día, el 31 de Marzo, de 1869, a la 10’45 horas, y a causa de un neurisma, el Maestro abandono serenamente la Tierra. Debemos reconocer, cuanto bien recibimos de la Doctrina de los Espíritus, que también nos explica de dónde venimos, quienes somos y a dónde vamos. Nos dice que somos Espíritus creados sencillos e ignorantes, caminando hacia la perfección. Que si nos equivocamos en una existencia, podemos volver a tener otro cuerpo de carne, para reparar la equivocación del pasado, que hay muchos mundos habitados por Espíritus o seres humanos más o menos evolucionados que nosotros. También que la comunicación con los Espíritus, no es mala, siempre que sepamos elegir con quien nos comunicamos, y que maravilloso es poder hablar con nuestros seres queridos, que se fueron antes que nosotros. Nos enseña que fuera de la Caridad no Salvación, recordando las palabras de Jesús, nuestro mejor modelo a imitar. Cuantas cosas nos dice la Codificación, enseñanza de los Espíritus, recopila y materializada en libros por Allan Kardec, este Espíritu de Luz, encarnado en un hombre bondadoso, sacrificado, que renunció a sí mismo, en bien del Conocimiento que libertaria a los hombres de buena voluntad. No olvidemos ese gigantesco trabajo que él hizo el siglo pasado, y para demostrarle nuestra gratitud, vamos a trabajar, desde la niñez, por ser         
buenos Espíritas, buenos hermanos de todos y seres generosos que entienden el llamado de Dios a seguir en el camino del bien, para construir nuestro futuro de paz y de progreso. Recordemos lo que dice el Espíritu de Verdad: Espíritas amaos e instruiros, y si así lo hacemos, aprenderemos a amar a nuestros semejantes como a nosotros mismo, agradeciendo al Maestro de Lyón, que estas palabras nos resulten fácil de entender y de aplicar. Y con esto terminamos este cuento que, lejos de ser una fábula, es una Maravillosa Realidad, que a todos, cuando así la aceptamos, nos hace tan feliz, y que está al alcance de todos. Esta humilde obra está dedicada a un Espíritu que trabajó incesantemente en la divulgación de la Doctrina Espírita, en tiempos difíciles, dando lo mejor de sí mismo, por lo que se le llama el Kardec español:
- Revista Espírita de la FEE-


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                    ALGO GRANDE ESTÁ SUCEDIENDO




“Hay un niño en cada uno de vosotros que guarda la inocencia del primer día. Alimentad a ese niño porque trae vuestra salvación. Escuchadle, estad atentos a él y seguid su impulso, que es el verdadero”.



(Herederos de la TierraFéliz Gracia)


La raíz de mucho mal está en la falta de voluntad humana por elevar el pensamiento y el sentir, algo que ocurre en el microcosmos individual y familiar y también, como no podía ser menos, en el colectivo social de un país; y es que cuando soplan las grandes crisis locales o mundiales (como es esta), hoy, como ayer… pero especialmente hoy, suele despertar esa voluntad de progreso y elevación que permanecía en estado latente.
Algo grande está sucediendo… Desde la Plaza Tahrir hasta las voces de mayo de la Puerta del Sol y Wall Street; hasta millones de ciudadanos comunes obteniendo victorias pacíficas, en los barrios, las provincias… El sentir democrático está de nuevo en movimiento después de la dejadez de las últimas décadas, ese impulso de derechos y obligaciones compartidos que no son sino señales del anhelo de progreso que nace de nuestro espíritu inmortal. No hablamos solo de democracia política, de votos… Esto es algo mucho más profundo. Muy dentro de nosotros, estamos dándonos cuenta del poder que tenemos para construir el mundo con el que todos soñamos e intuimos más allá de la realidad más inmediata.
Llevábamos demasiado tiempo amodorrados con las consignas tramposas de la a menudo mal llamada sociedad de bienestar, que no es sino apartar al ser de su esencia espiritual, trascendental, y reducir la aspiración humana a los cantos de sirena del hedonismo disgregador y el consumismo paralizante. La familia, la escuela y los poderes sociales han alimentado esta instrucción perniciosa, ofreciendo escasos muros de contención y reflexión a la publicidad desmandada, la manipulación informativa, etc. El resultado: la dictadura de los mercados ha penetrado en la Universidad, en la conciencia política, forjando una generación que encubre su gran vacío existencial con el éxito o el culto al cuerpo.
Es por esta falta de conexión interna, con nuestra parte esencial, que más de la mitad del planeta se arroja al derroche y el entorpecimiento de los sentidos (hostigados explicita o implícitamente por un hedonismo agresivo disfrazado de progreso), mientras una cuarta parte del mismo paga ese culto al becerro del oro con pobreza, hambre y enfermedad…
La palabra “CRISIS” nunca estuvo más en boca de todos; pero obviamente hablamos de una crisis moral… y por lo tanto, una crisis espiritual.
La clase política no sirve al pueblo sino al capital, la opresión utilitarista de los Bancos…, todo esto ha hecho que despierte la conciencia de que todos estábamos siendo presionados y utilizados impunemente por los poderes públicos durante demasiados años…algo de lo que no habíamos realmente tomado cuenta de ello hasta hace poco, y que nos hace ver que todos somos parte de un mismo sistema (que puede y debe ser mejorado), donde el bien de uno es ineludiblemente el de todos.
Como dice JodorowkyLa política actual es un conflicto de intereses económicos disfrazado de lucha por el bienestar de la Humanidad.
En un sentido global y estructural, esta crisis es el efecto acumulado de las largas décadas de materialismo y autoritarismo versus justicia social y humana. Son los síntomas (políticos, económicos, ecológicos, etc) revelando que el capitalismo es un patrón equivocado… Es el estandarte que escogimos al rechazar el otro; el de los valores universales y la trascendencia espiritual.
Es la hora del pueblo, es la hora de la unión y la solidaridad más allá de las consignas políticas.
Los adversarios del progreso no son la religión o la política (por mucho que ambas tengan su parte), sino el fanatismo (religioso o no) y el nihilismo (emanado del materialismo ideológico o de la ciencia más cerrada). Suena el tiempo de una educación estructural, que dignifique al ser humano y nos despierte nuestra espiritualidad inherente… ese lazo de luz y conciencia que a todos nos une.

Escrito por Juanma

Juanma
Juan Manuel Ruíz González es miembro de la Asociación Espírita José Grosso de la ciudad de Córdoba (España) y fundador del grupo de Facebook “Doctrina Espiritista”. También escribe artículos en publicaciones espíritas como el periódico madrileño “El Ángel del Bien” y es asiduo colaborador de la web Zona Espírita.com


Las revoluciones morales, como las sociales, se infiltran poco a poco en las ideas; germinan durante siglos enteros y luego, estallan de repente y hacen que se hunda el carcomido edificio del pasado, que no está ya en armonía con las nuevas necesidades y las aspiraciones nuevas. A menudo el hombre no descubre en esas conmociones más que la confusión y el desorden momentáneos que lastiman sus intereses materiales, mas, el que levanta su pensamiento por cima de la personalidad, admira los designios de la Providencia que del mal hace salir el bien. Es la tempestad y el huracán que sanean la atmósfera, después de haberla agitado.”                                                                    (Comentario de Kardec a la pregunta 783, del Libro de los Espíritus)                                                    


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QUERER, AMAR Y DESEAR
Entiende querido hijo
lo que te voy a contar,
la diferencia tan grande
entre querer, amar y desear.
Como ama el día a la luz,
la noche quiere al lucero,
y desea el amanecer
quien caminará en el sendero.
El día sin luz es noche,
no puede vivir sin ella,
y el camino, no es camino
si le faltasen las huellas.




                                                                         


RESUMEN HISTÓRICO DE LA MEDIÚMNIDAD
(Primera parte)
 La facultad mediúmnica, tanto la natural como la de prueba, siempre ha existido, desde que existe el hombre, y gracias a eso, los Espíritus directores pudieron interferir en la evolución del mundo, orientándolo, guiándolo, protegiéndolo.
Ellos vieron a convivir con el hombre, a través de la mediúmnidad les inspiraron y les dieron  las enseñanzas  necesarias,  ellos guías abnegados, y solícitos, los elementos decisivos de la evolución.
La mediúmnidad en si, la facultad  casi no se modifico desde hace milenios; manteniendo los mismos aspectos, poco han variado los fenómenos y las manifestaciones, lo que prueba que es muy lenta la ascensión del hombre.
Antiguamente el asunto no era bien conocido  y estaba menos generalizado, por eso dejo de ser admitido, estudiado y utilizado en beneficio individual y colectivo.
En las épocas en que la humanidad vivía en régimen patriarcal, de clanes o tribus, la Mediúmnidad  era atributo de unos pocos que ejercían  con ella un verdadero reinado espiritual sobre los demás.
Después pasó a los círculos cerrados de los colegios sacerdotales, creándose castas privilegiadas de inspirados, para después poco a poco irse difundiendo por el pueblo, dando nacimiento a los videntes, profetas, adivinos y pitonisas, que pasaron a su vez, a ejercer una innegable influencia en los medios en que actuaban.
Siempre fue utilizada como fuente de poder y de dominación, en Persia, Egipto, Grecia o Roma, tan apreciada era, que originó la circunstancia de solo ser concedida por medio de la iniciación  a unos pocos individuos de determinadas sectas y fraternidades.
Aun hoy se verifica la existencias de esas sectas y fraternidades que prometen la iniciación bajo las más rigurosas condiciones de misterio y formalismo, todo con resultados mediocres como es natural.
Solo después del advenimiento del Espiritismo las practicas mediúmnicas se popularizaron y fueron puestas al alcance  de todos, sin restricciones y sin secretos.
A partir de Homero, el poeta legendario de la Grecia antigua, quien indirectamente  se refería a la mediúmnidad al narrar los episodios heroicos de la vida de Ulises, muchos otros pueden servirnos como ejemplo, Sócrates, que poseía lo que él llamaba “demonios familiares”; Pitágoras, que era visitado por los dioses; Apolonio de Tiana, médium extraordinario de videncia y levitación; Simón de Samaria, contemporáneo de los apóstoles, todos ejercían públicamente  en mayor o menor grado.
En la antigüedad la mediúmnidad  se ejercía en templos, en los que había  lechos apropiados  para en ellos acostarse los consultantes que allí concurrían  a recibir inspiraciones  y revelaciones durante el sueño.
En Grecia los enfermos iban al templo de Esculapio; en Babilonia  el templo de Mylata, en especial mujeres; en Esparta los magistrados procuraban el templo de Parsiphoe. Naturalmente que el obtener respuestas  para las preguntas realizadas dependía de la mediúmnidad de cada uno.
En la propia Roma  imperial, a pesar de su conocida amoralidad, los cesares  no olvidaban esa consulta, sometiéndose de buen grado a las inspiraciones  y  a los consejos de los “dioses”.
Hoy en día se sabe el papel relevante que los Espíritus del Señor desempeñan  en el plano de la vida material y en el fenomenismo cósmico, y eran llamados demonios, dioses y genios  esas entidades operantes  y no del todo benéficas las que actuaban como siempre actúan, por detrás de todos los fenómenos naturales y sociales.
Es por eso tan positiva y evidente la antigüedad de las manifestaciones espiritas, justamente es una de las mayores pruebas para considerar que la Doctrina Espirita es una realidad de todos los tiempos y la base fundamental de todas las religiones, a pesar de las restricciones que la desvirtuaron.
En China, por ejemplo, 3.000 años antes de Cristo. El Espiritismo era practicado en las ceremonias mediante el uso de un dispositivo especial para recibir la palabra del muerto dirigida  a sus descendientes. El culto de los antepasados  es fundamental en China, Japón y otros países orientales.
En cuanto al Cristianismo, valiéndose de un concepto de León Denis, “este afirma  sobre hechos de apariciones y manifestaciones de muertos y suministra inmensas pruebas de la existencia del Mundo Invisible y de las almas que lo pueblan.”
La misma Biblia está llena de semejantes manifestaciones, todas obtenidas por medio de la mediúmnidad.
En el Antiguo Testamento vemos a los profetas, videntes y oyentes inspirados que transmiten al pueblo la voluntad de los guías, y de todos los tipos de mediúmnidad, la videncia aparece como la más generalizada.
Samuel,-I, cap.IX:9- así se lo demuestra  diciendo: “Antiguamente en Israel cualquiera que iba a consultar a Dios, decía así: Venid y vamos hasta el vidente; porque el que ahora se llama profeta antiguamente se llamaba vidente.”
Es de citar la consulta  hecha por Saúl al Espíritu de Samuel, en la gruta de Endor.
Las plagas que, según se narra por intermedio de Monises, fueron lanzadas sobre Egipto; las maravillas, ocurridas con el pueblo hebreo en el desierto cuando era conducido por ese gran Enviado, a saber: la columna de fuego que marchaba al frente de los emigrados; el maná que los alimentaba; las fuentes que surgían de las rocas; el recibimiento del Decálogo, etc., todas son afirmaciones del extraordinario poder mediúmnico del gran receptor de la Primera Revelación.
Jeremías ofrece un claro ejemplo de fenómeno de incorporación  - cuando tomado por un Espíritu, predicaba por las calles  contra la guerra  a los ejércitos de Nabucodonosor. Otro muy significativo de videncia es el demostrado por Juan al escribir el Apocalipsis.
Se observa así que, desde los más remotos tiempos del Antiguo Testamento los fenómenos, en si mismos, en casi nada se diferencian, de los observados en los tiempos actuales.
Se pueden citar: los de transporte: II Reyes, VI; los de levitación Ezequiel, III y 15 Actos, VIII: 39 y 40; los de escritura directa: Éxodo XXXII:15 y 16 y XXXIV:28; los fenómenos luminosos: XXXIV: 29 y 30 – además de muchos otros que sería largo enumerar.
Y tan semejantes eran las prácticas antiguas como las actuales, que incluso era empleada la música  para la formación del ambiente. El profeta Eliseo reclama “un tañedor”, (persona que tañe un instrumento músico) para profetizar: II Reyes, 3:15 – y es muy vulgar la cita del pasaje que David calma y aleja a los Espíritus obsesores, de Saúl, tañendo su arpa.
Volviendo a citar a León Denis, de el es esta pregunta: ¿Los apóstoles de Cristo fueron elegidos por ser sabios o notables, o porque poseían cualidades mediúmnicas?
Esos apóstoles, como sabemos, y sus discípulos, durante el tiempo de sus trabajos actuaron como verdaderos médiums, bastando citar a San Pablo y San Juan, uno dinámico y culto, el otro más místico.
La fiesta de Pentecostés fue la otorgación de facultades mediúmnicas a los apóstoles y discípulos.
Y  justamente por ejercer la mediúmnidad es que sabían de sus peligros, de los cuidados que su práctica exigía y sobre eso llamaban la atención  constantemente a sus discípulos.
Sal Pablo decía: “Los Espíritus  de los profetas están sujetos a los profetas” Y San Juan agregaba: “Carísimos, no creáis en todos los espíritus, más probad que los espíritus sean de Dios”. Advertían así contra la acción de los espíritus obsesores y mistificadores.
Era tan común la mediúmnidad entre los primitivos cristianos que eran enviadas instrucciones escritas a las comunidades de las diferentes ciudades para regular su práctica: y tales instrucciones fueron, con el tiempo, encuadernadas en libros `para su mejor conservación. Esas instrucciones, dadas hace siglos, continúan en plena vigencia  en los tiempos actuales, incluso en  lo que se refiere a la ganancia de algunos y a la vanidad de muchos.
 Trabajo extraído del libro “Mediúmnidad” de Edgard Armond. realizado por Merchita.


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