miércoles, 20 de julio de 2016

REFLEXIÓN ESPIRITA SOBRE LA HOMOSEXUALIDAD


                                                                 

DESTINO DE LOS NIÑOS DESPUÉS DE LA MUERTE. 

197 – ¿El Espíritu de un niño, muerto en edad temprana, está tan adelantado como el de un adulto? 
– A veces mucho más, porque puede haber vivido más y tener mayor experiencia, sobre todo si progresó. 
– ¿El Espíritu de un niño puede, pues, estar más adelantado que el de su padre? 
– Esto es muy frecuente; ¿acaso no veis muchas veces eso en la Tierra? 


198 – ¿Pertenece a una categoría superior el Espíritu de un niño que por haber muerto a tierna edad, no pudo hacer mal? 
– Si no hizo mal, tampoco ha hecho bien y Dios no le libra de las pruebas que debe soportar. Si es puro no se debe a que sea un niño, sino a que progresó mucho. 


199 – ¿Por qué se interrumpe con frecuencia la vida, en la infancia? 
– La duración de la vida de un niño puede ser para el Espíritu que está encarnado en él, el complemento de una existencia interrumpida antes del tiempo marcado, y su muerte, la mayor parte de las veces, es una prueba o una expiación para los padres. 
– ¿Qué le sucede al Espíritu de un niño que murió en edad temprana? 
– Vuelve a empezar una nueva existencia. 

Si el hombre tuviese una sola existencia y si después de esa existencia su suerte futura quedase decidida para la eternidad, ¿cuál sería el mérito de gran parte de la especie humana que muere en edad tierna, para disfrutar, sin esfuerzos, de la felicidad eterna y con qué derecho quedaría eximida de las condiciones, tan duras a veces, impuestas a la otra mitad? Semejante orden de cosas no podría estar conforme con la justicia de Dios. Por la reencarnación, la igualdad es para todos; el futuro pertenece a todos sin excepción y sin favoritismo para nadie; los que llegan de último no pueden culpar por ello sino a sí mismos. El hombre debe tener el mérito de sus actos, como tiene la responsabilidad de ellos. 
Por otra parte, no es racional, considerar a la infancia como un estado normal de inocencia. ¿No se ven niños dotados de los peores instintos en edad en la cual la educación no ha podido aún ejercer su influencia? ¿No les vemos que parecen haber traído desde la cuna la astucia, la falsedad, la perfidia y hasta los instintos de robo y asesinato, no obstante los buenos ejemplos dados por los que conviven con él? La ley civil les absuelve de sus acciones porque dicen que actúan sin discernimiento, y tienen razón, porque, en efecto, actúan más por instinto que por su propia voluntad. Pero, ¿de dónde pueden provenir esos 
instintos tan diferentes en niños de la misma edad, educados en las mismas condiciones y sometidos a las mismas influencias? ¿De dónde procede esa perversidad precoz, sino de la inferioridad del Espíritu, puesto que la educación no contribuyó para ello? Los que son viciosos, lo son porque sus Espíritus han progresado menos, y sufren entonces las consecuencias, no de sus actos de niño, sino de los de sus existencias anteriores. Es así como la ley es la misma para todos y a todos alcanza la justicia de Dios. 

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.


                                                    ****************************

                                                             
                                                                             


                                           BUENOS MÉDIUMS.

- Médiums formales: los que solo se sirven de su facultad para hacer el bien y para cosas verdaderamente útiles; creerían profanarla haciéndola servir para la satisfacción de los curiosos y de los indiferentes o para fruslerías.
- Médiums modestos: los que no se hacen ningún mérito de las comunicaciones que reciben por buenas que sean; se consideran como extraños a ellas y no se creen al abrigo de las mixtificaciones.
Lejos de huir de los consejos desinteresados, los solicitan.
- Médiums desinteresados: los que comprenden que el verdadero médium tiene una misión que cumplir, y debe, cuando sea necesario, sacrificar sus gustos, sus costumbres, sus placeres, su tiempo y aun sus intereses materiales al bien de los otros.
- Médiums seguros: los que además de la facilidad de ejecución merecen la mayor confianza por su propio carácter, la naturaleza elevada de los Espíritus por quienes están asistidos, y que son los menos expuestos a ser engañados. Veremos más adelante que esta seguridad no depende de ningún modo de los nombres más o menos respetables que toman los Espíritus.

Bien conocéis que es incontestable que el censurar así las cualidades y las irregularidades de los médiums, suscitará contrariedades y aun animosidades en algunos; ¿pero qué
importa? la mediumnidad se extiende de día en día más y el médium que tomara a mal estas reflexiones, probaría que no es buen médium; esto es, que está asistido por malos Espíritus. Por otra parte, como lo he dicho, todo esto sólo durará algún tiempo, y los malos médiums, los que abusan o hacen mal uso de sus facultades, sufrirán tristes consecuencias, como esto ha acontecido ya para algunos; aprenderán a sus costas lo que cuesta el hacer
volver en provecho de sus pasiones terrestres un don que Dios no les había concedido sino para su adelantamiento moral. Si no podéis volverles a conducir al buen camino, compadecedles, que, puedo decíroslo, son réprobos de Dios. – ERASTO.

Este cuadro es de gran importancia, no solamente para los médiums sinceros que buscarán de buena fe, leyéndole, se preservarán de los escollos a que están expuestos; también para
todos aquellos que se sirven de médiums, porque él les dará la medida de lo que pueden racionalmente esperar de ellos. Debería estar constantemente bajo la vista de cualquiera que se ocupe de las manifestaciones, lo mismo que la Escala Espírita, de la cual es el complemento; estos dos cuadros resumen todos los principios de la doctrina, y contribuirán más de lo que creéis a conducir al Espiritismo a su verdadero camino. – SÓCRATES.

198. Todas estas variedades de médiums presentan grados infinitos en su intensidad; hay muchos de estos que no constituyen propiamente hablando más que matices, pero no dejan de ser el hecho de aptitudes especiales. Se concibe que debe ser bastante raro que la facultad de un médium se halle rigurosamente circunscrita a un solo género; el mismo médium puede, sin duda, tener muchas aptitudes, pero siempre hay una que domina, y es la que se debe procurar cultivar si es útil. Es un mal grave el esforzarse en el desarrollo de una facultad cuando no se posee; es preciso cultivar todas aquellas cuyo germen se reconoce en sí mismo; pero buscar las otras es, desde luego, perder el tiempo, y en segundo lugar perder, quizá, o seguramente debilitar aquellas de que se está dotado.

Cuando el principio, el germen de una facultad existe, se manifiesta siempre por señales nada equívocas. Encerrándose en su especialidad, puede el médium descollar y obtener cosas grandes y hermosas; ocupándose todo no obtendrá nada bueno.
Observad de paso que el deseo de extender indefinidamente el círculo de sus facultades es una pretensión orgullosa que los Espíritus no dejan nunca impune; los buenos abandonan siempre al presuntuoso que viene a ser así un juguete de los Espíritus mentirosos. Desgraciadamente no es raro el ver médiums que no están contentos de los dones que han recibido, y aspiran, por amor propio o ambición, a poseer facultades excepcionales propias para hacerlas notables; esta pretensión les quita la cualidad más preciosa: la de los médiums seguros.
SÓCRATES

199. El estudio de la especialidad de los médiums es necesario no sólo para éstos, sino también para el evocador. Según la naturaleza del Espíritu que se desea llamar y las preguntas que se le quiere dirigir, conviene elegir el médium más apto para la cosa; dirigirse al primero que viene es exponerse a respuestas incompletas o erróneas. Pongamos una comparación en los hechos usuales. No se confiará una redacción ni una simple copia al
primero que llega porque sabe escribir. Un músico quiere hacer ejecutar un trozo de canto de su composición; tiene a su disposición muchos cantantes, todos hábiles; sin embargo no los tomará al azar; elegirá por intérprete suyo aquel cuya voz, la expresión, en una palabra, todas las cualidades, respondan mejor a la naturaleza de la pieza. Los Espíritus hacen lo mismo respecto de los médiums, y nosotros debemos hacer como los Espíritus.
Es de observar, además, que las diferencias que presenta la mediumnidad, y a las cuales se podrían todavía añadir otras, no están siempre en relación con el carácter del médium; así, por ejemplo, un médium naturalmente alegre y jovial puede tener habitualmente comunicaciones graves, aun severas, y viceversa; esto es también una prueba evidente que él obra bajo el impulso de una influencia extraña.

EL LIBRO DE LOS MÉDIUMS. ALLAN KARDEC.


                                                             *************************



PRELUDIOS DEL REGRESO  

LA VIDA CORPORAL 

Antes de comenzar esta charla, diré a los hermanos lectores, que la lectura e interpretación de la Doctrina Espírita, me ha hecho pensar seriamente, en muchas cuestiones, que hacen a mi vida en lo personal y que posteriormente, tales cuestiones, se reflejaron en mis seres queridos, en mis hijos, familiares, compañeros de esta nueva encarnación. 
La magnifica obra del Maestro Allan Kardec, en su codificación, fue, es y será mi guía permanente para el estudio de la Doctrina y sus entretelones de la vida material, más aún, la vida en el plano Espiritual, que a mi entender es nuestra verdadera morada. 
Entre las cuestiones que me fueron presentando, en la medida de mi entendimiento, me despertó mayor interés , en los procesos reencarnatorios, tan bien explicados en el “Libro de los Espíritus”; capítulo IV “Pluralidad de las Existencias” y más específicamente, el capítulo VII, “Retorno a la Vida Corporal”, capítulos éstos, tan amplios e importantes, para nuestro entender, que los he tomado como perfectos para la introducción de esta charla. 
Si bien me encuentro entre hermanos estudiosos del Ideal Espírita, espero a través de la presente, poder reafirmar conceptos y si Dios me lo permite, abrir nuevas expectativas, para el estudio más acabado de aquellos hermanos que le interesen “Los Preludios del Regreso a la Vida Corporal” y los entretelones de cómo se reencarna, abarcando los entretelones tan poco comunes, en algunos casos, de una nueva existencia, de una nueva existencia que ha de comenzar, el Espíritu para su evolución hacia Dios. 
Debo aclarar lo mucho que me ha ayudado para el logro de esta charla, el contenido que se encuentra en el libro “Misioneros de la Luz”, los capítulos XII, XIII y XIV. Preparación, de Experiencias, Reencarnación y Protección, respectivamente, dictado por el Espíritu de André Luiz, al Médium, Francisco Cándido Xavier. 
Para ir entrando en el tema, he tomado del capítulo, cuarto, del Libro de los Espíritus, “Pluralidad de las Existencias”, el punto número (dos) “Justicia de la reencarnación”, en la pregunta N° 171, dónde el Maestro Allan Kardec, pregunta al mundo espiritual de Luz; ¿En qué se funda el dogma de la reencarnación? Respondiéndose: En la justicia de Dios y en la revelación, porque sin cesar lo repetimos: Un buen padre siempre deja siempre a sus hijos, una puerta abierta al arrepentimiento, ¿No te dice la razón que sería injusto privar para siempre de la dicha eterna a todos aquellos de quienes no ha dependido el mejorar? ¿Acaso todos los hombres no son hijos de Dios?,. Sólo entre los humanos egoístas se encuentra la iniquidad, el odio implacable y los castigos sin perdón. 
Para no dejar puntos poco claros a éste respecto, el Maestro Allan Kardec, nos dice: “Todos los Espíritus tienden hacia la perfección y Dios les provee los medios de obtenerla mediante las pruebas de la vida corporal. Pero en su justicia les reserva que cumplan en nuevas existencias lo que no pudieron hacer o perfeccionar en una primera prueba”. 
No estaría de acuerdo con la equidad y la bondad de Dios castigar para siempre a aquellos que han podido encontrar obstáculos para su mejoramiento, independientemente de su voluntad y en el medio mismo donde se hallaban ubicados. Si la suerte del hombre después de su muerte estuviera irremediablemente fijada, Dios no habría pesado las acciones de todos con la misma balanza y nos hubiera tratado con imparcialidad. 
La Doctrina de la reencarnación, esto es, aquella que consiste en admitir para el hombre, muchas existencias sucesivas, es la única que responde a la idea que nos formamos de la justicia de Dios para con los hombres de una condición inferior, la única que puede explicarnos el porvenir y fundamentar nuestra esperanza, puesto que nos ofrece el medio de rescatar nuestras faltas mediante nuevas pruebas. La razón nos los indica y los Espíritus así lo enseñan. 
Saliendo de las textuales palabras del maestro Allan Kardec y entendiendo que en mayor o menor medida, somos deudores ante la Justicia Divina y que muchos de nosotros ya hemos tenido varias existencias, llegando el momento de preguntarnos: ¿Cómo se han operado esta y aquellas? ¿Hemos sido siempre concientes del cumplimiento de esta ley? ¿Quién nos orienta en La nueva travesía terrestre? Estas y un sin número de preguntas tienen respuesta, siempre y cuado veamos al ser humano, al Espíritu inmortal, dentro de un punto de vista independiente, único y no generalizar la reencarnación como un hecho puramente usual, basándonos en el imperativo de la procreación y que las virtudes o desgracias del recién llegado, son obra de la suerte. Esto quiere decir, que cada ser esta subordinado indefectiblemente a sus obras del pasado y que en el mayor de los casos, descendemos a la tierra, endeudados con la Justicia Divina, para soportar pruebas o difíciles expiaciones que se muestran desde el primer día de nuestro nacimiento, habiendo elegido en el mayor de los casos, nosotros mismos, lo más conveniente para nuestro adelanto, y en otros casos la reencarnación se impone, sobre todo cuando, el Espíritu no es todavía apto para realizar una elección con conocimientos propios del acto que ha realizar y sus consecuencias. 
Las pruebas están a la vista ¿Cuántas veces hemos visto nacer niños, ciegos o sin sus extremidades o con crueles enfermedades, sin ningún pecado aparente? Casos que turban nuestra razón y hasta veríamos a un Dios injusto, sino tuviéramos el conocimiento que nos proporciona el estudio del Espiritismo, más cuando profundizamos la ley de causas y efecto, que se acciona con el Libre Albedrío de nuestros actos. Y con un sentimiento de Amor y caridad, esos seres de gran elevación nos dicen; ¡Todo se paga! Y necesario ha de ser para que la balanza de la Justicia Divina, volcada, hacia el lado del bien nos haga merecedores de vestir con el color blanco del manto nupcial y los colores áuricos de las virtudes adquiridas, para siempre. 
Pues para la Justicia Divina, no hay errores, sólo entre los hombres existen falsas sentencias y delitos impunes, procederes estos que indican la inferioridad espiritual del mundo en que vivimos. 
No es el propósito del presente escrito, indagar sobre tratados de leyes terrenales, ni de sus aplicaciones, solo me extendí brevemente en estas cuestiones que son de carácter introductorio, pero afirmando nuevamente que todo impedimento físico del grado que fuese, es la parte visible, es el efecto de una causa. 
Para continuar esta charla, primero veremos los acontecimientos de cómo el Espíritu llega de su retorno de la vida material a la vida Espiritual. Es como ver el inicio de una nueva etapa. 
Durante la vida material, el Espíritu se halla ligado al cuerpo por su envoltura semimaterial, que se denominó periespíritu. La muerte solo destruye el cuerpo y no al periespíritu, el cual se separa del cuerpo cuando cesa en éste la vida orgánica. Las observaciones realizadas nos dicen que el desprendimiento del periespíritu se opera de diferentes formas, es gradual y en un plazo muy variable. En algunos Espíritus es rápida, éste proceso de liberación con la materia inerte, más aún hablando de Espíritus muy apegados al cuerpo físico, es más lento y largo, semanas, meses y hasta largos años, y en el peor de los casos, sienten con espanto, cómo es roído su cuerpo físico. Bien sabemos que el grado de adelanto moral, cumple un rol importantísimo, cuanto más conocimiento hay de la individualidad del ser, del desapego de las pasiones que embrutecen al alma y el conocimiento del “Porque de la vida”, el Espíritu escapa más rápido de esas ataduras, y felices aquellos que transitaron el camino del bien, se liberan dando gracias a Dios por la dicha que experimentan. ¿Pero que hay de aquellos que no han sabido ir por ése camino angosto y recto, qué por producto de la misma ignorancia, tomaron atajos hacia la delincuencia, el homicidio y hasta el suicidio? Algunos pensando que con éste accionar se terminarían sus suplicios, sus pesares y desdichas. Y cuando reingresan a la Patria Espiritual, sienten el remordimiento de sus actos, y una voz que les dice, ¡En cuanto te has equivocado, por no escucharme, que soy tu guía, ni a tu propia conciencia que es la palabra de Dios! En ése momento y en el mejor de los casos, al Espíritu lo envuelve un sentimiento profundo de arrepentimiento, ya cansado de seguir huyendo de sus equívocos del pasado, piden a Dios el socorro, para salir de ése estado tormentoso, he iniciar la transformación de su Espíritu, sabiendo que no hay otro camino mejor. 
¿Pero cómo se opera esa asistencia? Hablamos de Espíritus que poca idea pueden tener de la bondad del Supremo y hasta de la existencia de Espíritus de gran luz y bondad, con tanto amor, comprensión y caridad. Ellos son los intercesores del plano Espiritual y relacionados con el plano material, son los que conforme a la voluntad Divina, ponen de su luz fraterna, la paz en los hogares, interceden entre los enemigos, calman las angustias, despiertan nuestra conciencia, nos levantan el ánimo en los momentos de duras pruebas, ayudan fluidificando a enfermos y moribundos, en pocas palabras, son los “Misioneros de la Luz. Ante la ignorancia y la debilidad del ser. Por mil circunstancias distintas hemos de decir que todos los casos de Espíritus reencarnantes, no son iguales, y la diversidad de ellos se encuentra en relación entre el debe y el haber. Como dice el dicho; “La siembra es libre, pero la cosecha es obligatoria”, no obstante recordemos que Dios es todo amor y ante nuestros desvíos del camino del bien, él siempre nos extenderá su misericordiosa mano. 
Muchas veces nos hemos preguntado, ¿Cómo es el Mundo Espiritual?, he ahí una pregunta que abordaremos unos instantes. 
Para algunos sólo es el espacio infinito, poblado de planetas y millares de Espíritus errantes que sin cesar se agitan en torno a sus necesidades, donde se reconocen por su luz y progreso alcanzado. Y para otros el Mundo Espiritual es maravilloso, con caracteres iguales a los de la Tierra, con poblados donde habitan los Espíritus que allí residen, con lugares específicos para cada cosa y con una organización estructurada, que solo el arquitecto del universo es capaz de crear. 
Para una mejor interpretación de lo expuesto, he indagado de diferentes libros sobre el tema y del volumen “La Vida en el Mundo Espiritual” de André Luiz, he extraído los siguientes párrafos, que a modo de introducción, incluye a otras obras, y que en la citada hay una gran coincidencia en las respuestas que dan los Espíritus, aún en diferentes tiempos y lugares. 
En la obra “El Espiritismo”, escrita por Sir Arthur Conan Doyle, cuya fama mundial hace innecesaria aquí su presentación. En la edición al español y refiriéndose ala notable mediumnidad del gran sabio Sueco Samuel Swenderborg, dice lo siguiente: “Encontró que el otro mundo consistía en un número de esferas diferentes que presentaban grados de luminosidad y felicidad, a cada una de las cuales vamos después de la muerte, según las condiciones espiritual en que nos encontramos en la vida. Allí somos juzgados de una manera automática por una especie de ley espiritual que determina el resultado último, por el resultado total de nuestra vida, de suerte que la absolución o el arrepentimiento en el lecho de muerte son de poco provecho. 
Encontró en aquellas esferas, que la escena y las condiciones de este Mundo, estaban reproducidas con fidelidad, así como el armazón general de la sociedad. Halló casa en la que vivían familias, templos en los cuales se oraba, salones en donde la gente se reúne para fines sociales, etc. 
En la misma obra, Conan Doyle, menciona al notabilísimo médium norteamericano Andrés Jakson y dice lo siguiente: “En su visión del más allá, Davis vio una disposición de universo que corresponde muy aproximadamente a la de Swedenborg, y a lo que más tarde dijeron los Espíritus y fue aceptado por los Espiritistas. Vio una vida que se parecía a la de la tierra, una vida que puede llamarse semimaterial, con placeres y objetivos adaptados a nuestra naturaleza, que la muerte no modifica en modo alguno. Vio estudio para los estudiosos, labor genial para los enérgicos, arte para los artistas, belleza para los amantes de la naturaleza, reposo para los cansados. Vio frases graduales en la vida Espiritual, a través de las cuales se asciende a lo sublime y a lo celestial. 
En la página 443, Conan Doyle dice: “En el mismo círculo familiar del autor, recibiese también este mensaje: Por amor a Dios, sacude y despierta a esa gente que no quiere creer. El mundo necesita saber lo que pasa aquí. Si yo en la tierra hubiese sabido lo que aquí me esperaba, mi vida habría sido muy distinta” 
“Os esperan infinidad de sorpresas, todas bellas y nobles, dulces y radiantes. La vida es sólo una preparación para estas esferas. Sin esta preparación no habría podido yo entrar en este glorioso y admirable mundo. En la tierra nos aleccionamos, y este mundo es el premio, nuestro verdadero hogar, nuestra verdadera vida: es el sol después de la lluvia. 
Por último mencionaré, al gran periodista Inglés Williams T. Steads, que fuera director de la famosa “Review of Reviews”, en su muy interesante libro, titulado, “CARTAS A JULIA”, en él aparecen los dictados que a través de su propia mediumnidad hubo de hacerle el Espíritu de Julia, corrobora cuando deja expuesto, y en la página 84 de su edición española, traducción del gran espírita Argentino “Cosme Mariño, refiriéndose al célebre médium Staiton Moses, transcribe lo siguiente: Pregunta: ¿Las esferas son reales cómo en este mundo? 
Respuesta: En todo semejante. Sólo el cambio de condiciones hace la diferencia. Hay aquí plantas, frutos, bellos paisajes, animales y pájaros como entre vosotros. Las condiciones materiales son diferentes. 
Dado el tema que exponemos, ha sido necesario citar estas comunicaciones de seres respetables que avalan la gran y hasta incomprensible organización que hay en el Mundo de los Espíritus, y cómo es él, dándonos una valiosa información para poder avanzar en esta charla. A mi entender nos dan estas comunicaciones, una ubicuidad de cómo se trabaja, habiendo lugares específicos para cada cosa. 
Así lo manifiesta André Luiz, que después de pasar algunos años en el umbral a merced de entidades denigrantes y bajo fuertes sufrimientos debido al desapego de su familia, y el olvido de Dios, por no necesitar de él, recuerda al constructor del Universo y en un sentimiento de arrepentimiento sincero, pide al la ayuda del Padre Celestial, para salir de tal situación. Relatando su experiencia, nos comenta: “No sé, cuanto tiempo ha pasado desde que mi idea, fue la pedir ayuda, pero, ¡Ah! Es preciso haber sufrido mucho para entender todas las misteriosas bellezas de la oración; es necesario haber reconocido, la humillación, la extrema desventura para poder tomar con eficiencia el sublime elixir de la esperanza. Fue en ése instante que las espesas neblinas que me cubrían se disiparon y alguien surgió, como emisario de los cielos. Un simpático viejecito me sonrió paternalmente. Se inclinó, fijo en los míos sus grandes ojos lúcidos, y dijo: 
-¡Valor, hijo mío! El señor no te desampara. 
Junto a él, se encontraban dos entidades, que a la señal del intercesor, Clarencio, lo llevaron hasta un lugar de grandes puertas, similar a un hospital de la Tierra. Preguntando donde se encontraba, le respondieron: Este es “Nuestro Hogar”, aquí ayudamos a los Espíritus débiles y enfermos por las grandes luchas que han tenido en el campo mental. Aquí es el lugar donde se opera la transformación de los Espíritus, que quieren y deben continuar con su progreso Espiritual. 
Consideré necesario, este resumen del rescate del iluminado, André Luiz, para no dejar huecos oscuros del lugar donde se realizan “Los Preludios del Regreso a la Vida Corporal”. 
De aquí en adelante, veremos, cómo se trabaja en este hospital de salvamentos y rescate de las almas, poniendo en particular un caso de reencarnación y la imperiosa asistencia de los mentores espirituales para que este se lleve a cabo. 
Para quienes no hayan leído la obra “Como se Reencarna” de André Luiz, aclararé, que “Nuestro Hogar” es un hospital que se encuentra en la periferia de nuestro planeta, donde hay varios servicios de ayuda, entre ellos, se encuentra el MINISTERIO DE PLANEAMIENTO DE REENCARNACIONES, en ese lugar es en donde se organizan, las nuevas reencarnaciones de los Espíritus, que esperan el momento para regresar a la tierra a cumplir con las nuevas pruebas asignadas. Ya hemos mencionado que cada caso es particular, como particular será su materia que se prepara de acuerdo a las luchas que el Espíritu tenga que enfrentar. Seria extensísimo exponer cada caso en particular. Es por eso que tomamos un caso en particular, que es el de Segismundo, gran trabajador de nuestro hogar, pero como muchos de nosotros se encuentra endeudado con la Providencia Divina, por un crimen cometido en una pasada encarnación. 
Sin embargo, no hay deuda que no se pueda pagar, aunque para ello debe reinar el imperativo de la asistencia recíproca entre los implicados. En este caso se le recomendó al amigo, Segismundo, encarnar en el hogar, ya constituido de quien fuese su victima, hoy Adelino, que pasará a tomar el lugar de padre, este casado con la mujer que sin pensarlo promovió aquel acontecimiento, siendo una mujer de la calle y bajo una pasión desenfrenada, Segismundo, dio muerte a su adversario, cortando una existencia y por ende oportunidades de progreso. 
Al desencarnar, estos, cada uno a su vez, bajo intensas vibraciones de odio y desesperación, padecieron por durante muchos años en las zonas inferiores del astral. Mas tarde, debido a la intercesión de amigos redimidos, los antiguos cónyuges obtuvieron su vuelta a la Tierra, mediante la reencarnación, con el fin de santificar los lazos sentimentales y reaproximarse a los antiguos adversarios. Pero como acontece casi siempre, los héroes en la promesa flaquean, en la realización, por apegarse mucho más a propios deseos que a la Voluntad Divina. Pero ya en posesión del tesoro de la nueva reencarnación, regresa el endurecimiento espiritual y al menosprecio de las leyes de Dios. 
Este es el caso de Adelino, que en estos momentos no soporta el acercamiento de Segismundo, como si recordara los momentos vividos, en el pasado, no obstante hay algo peor, cada hombre, cada Espíritu crea de sus propios pensamientos y sentimientos la estabilidad para las trillones de células del organismo físico, y el pensamiento envenenado de Adelino, destruye las sustancias de la hereditariedad, intoxicando la cromatina dentro de la bolsa seminal, y por más que pueda atender a los llamados de la naturaleza, no alcanzaría los objetivos sagrados de la procreación, dada la lamentable disposición de su vida íntima, aniquilando las células creadoras al nacer y aunque nos aniquile por completo, intoxica los genes dificultando nuestra acción. 
Pero la intercesión no se hizo esperar y al cabo de algunas noches de trabajo, se logra el acercamiento de los implicados en este proceso, reconociendo cada uno de ellos lo que se debía hacer, para bien en común de ambos. 
El hecho más sobresaliente es el de Adelino que al unirse a Segismundo, reconoce su compromiso tomado, y después de un gran abrazo con quien fuese si adversario, sede el sentimiento de odio y en esos momentos lo envuelve una luz divina, quitando de él la oscura niebla que tanto perturbaba su Espíritu a su físico, dejando el paso libre a los mentores Espirituales para continuar con la labor de la reencarnación. 
Transcurrida la noche, los tres Espíritus se reúnen con los constructores espirituales, para planificar la nueva reencarnación de Segismundo, que de aquí en adelante comenzaré a detallar. 
Como dijimos anteriormente, Segismundo, era un trabajador de “Nuestro Hogar, tareas que sostuvo durante con ahínco durante más de treinta años, trabajando en distintos ministerios de asistencia. Como no puede ser de otra manera, todo acto es tomado en cuenta y debido a su perseverancia, la Providencia Divina había determinado que no desencarnaría en un mar de sangre, como le había sucedido a su adversario. Pero solo atenuaba la prueba, que debería pasar para el rescate definitivo de este drama del pasado. 
Para todo esto, ya estaba confeccionado el mapa celular del nuevo cuerpo que lo acompañaría en su nueva existencia. 
Textualmente dice: las entidades que se hallan a la vista son trabajadores de nuestra esfera, y los rollos blancos que llevan, son mapas de formas orgánicas, elaborados por orientadores de nuestro plano, especializados en conocimientos biológicos de la existencia terrenal. De conformidad con el grado de adelanto y de acuerdo con el servicio que le va ha ser asignado en posesión de un nuevo cuerpo carnal, se hace necesario establecer planos adecuados a los fines esenciales. 
En el gráfico se verificaban como arabescos, delineando el contorno físico y orgánico, tildados con puntos negros, las imagines de las molestias del corazón que sufriría a la edad madura, demarcándose grandes perturbaciones en los nervios cardíacos, siendo esta enfermedad, necesaria para el rescate del pasado. 
Por la extensión del tema, veremos como se opera la reencarnación desde el primer momento. 
Para poder habitar el mundo físico, el Espíritu debe reducir su periespíritu o envoltura espiritual que le da la configuración humana hasta alcanzar la forma de feto periespiritual, es decir la forma “preinfantil” que ha de permitirle el encaje en el útero periespiritual de la futura madre encarnada. Permanece allí hasta incorporar y absorber las energías que se condensan desde el mundo físico y que luego conformará el cuerpo. Desde ese momento el Espíritu reencarnante queda ligado con tenues hilos a la nueva organización fetal y en la medida del crecimiento de éste, el Espíritu de apoco va perdiendo la conciencia de su ser, va entrando en la turbación que se completará con el primer contacto con las vida física, en el primer llanto de la nueva vida. 
Nadie es desconocedor de las leyes que rigen la procreación y el acto en si, y aunque parezca una “moneda corriente”, este acto es tan importante y sublime, como la existencia misma…. 
Aún después del acto en si, los mentores espirituales trabajan para fluidificar el espermatozoide, seleccionado y el que determinará el sexo del reencarnante, ya establecido. De la misma forma lo es con el óvulo materno. Una vez lograda la fecundación, comienza la división celular, cada una de ellas con su correspondiente carga de información, en que darán la formación de distintas partes del organismo físico. Este momento es de vital importancia dado que por cualquier motivo, se cortase este proceso, llamado interfase celular, podría propiciar, desde deformaciones hasta el aborto espontáneo. Este proceso es vigilado por mentores espirituales con absoluto cuidado hasta la formación total del feto y después del nacimiento hasta los primeros 7 años de vida, donde se consolida definitivamente el ser espiritual a su nueva materia. 
Tratando de no dejar puntos poco claros, diré que la hereditariedad cumple su papel en la formación física y que en muchos casos interviene para que se cumpla lo dispuesto con anterioridad. 
Par ir cerrando el tema, manifestare lo siguiente: Son innumerables los proyectos de cuerpos futuros en los sectores del servicio. Se desprende de ello que la mayoría de los enfermos en la carne, son almas que trabajan en la ingente conquista de si mismas. Nadie traiciona la Voluntad de Dios, en los procesos evolutivos, sin incurrir en graves tareas de rectificación; y todo lo que intenta engañar a la naturaleza, cuadro legítimo de las leyes divinas, acaban por engañarse a si mismos. 

Conferencia Ofrecida en la Asociación Madre Eloísa. 
En Buenos Aires – Argentina - 
Orador: Juan Carlos Mariani

                                                           *******************************




         REFLEXIÓN ESPIRITA SOBRE LA 

                  HOMOSEXUALIDAD

Por Marina Silva 

Pese a todo el avance intelectual alcanzado por los individuos y a la libertad de expresión predicada ampliamente en muchos medios, la homosexualidad aún es considerada un tabú en la sociedad y sobre todo en las organizaciones religiosas, posean ellas carácter más o menos liberal. Con rarísimas excepciones. 

Incluso en el Espiritismo, encontramos hermanos que se apoyan más en su prejuicio personal que en la Doctrina que dicen practicar, para buscar argumentos “doctrinarios” contra nuestros hermanos homosexuales. 

Que la discriminación ocurra entre personas ignorantes y poco caritativas, es fácilmente comprensible. Pero verla entre aquellos que se dicen cristianos, es de hecho, difícil de comprender. Más aun entre los espíritas, quienes ya deberíamos haber asimilado que somos Espíritus encarnados temporalmente en un cuerpo físico, sin embargo no perdemos la esencia espiritual, cuya existencia es imperecedera. 

Kardec nunca tocó directamente el tema, pero podemos afirmar que en ninguno de los libros de la codificación existe reproche a la homosexualidad. 

Si analizaremos la homosexualidad bajo la observación de la Doctrina Espírita, nos parece bien comenzar por “El Libro de Los Espíritus”, la obra maestra que sirve de brújula a todos los espíritas preocupados por el estudio serio. 

En la pregunta 200, Kardec pregunta: 

“¿Tienen sexo los Espíritus?” 
“- No, en el sentido en que vosotros lo entendéis, por cuanto los sexos dependen del organismo. Hay entre ellos amor y simpatía, pero basados en la afinidad de sentimientos.” 

En las dos preguntas posteriores del el libro citado, se explica que los Espíritus pueden encarnar en cuerpos de hombres y de mujeres, según el género de pruebas por las cuales precisan pasar y que poco importa a ellos si van a encarnar en cuerpos masculinos o femeninos. 

Muchos hermanos se apoyan en estas explicaciones para justificar el prejuicio hacia las personas con tendencias homoafectivas y argumentan que los Espíritus encarnados en cuerpos masculinos o femeninos deben reprimir sus sentimientos homoafectivos para respetar las pruebas correspondientes a su composición orgánica. 

Pero la duda es ¿qué sabemos nosotros sobre el género de pruebas a ser enfrentado por ellos? ¿Estamos en condiciones de juzgar o de sacar conclusiones? 

Es muy delicada la cuestión y nos exige mucho cuidado para no apuntar el camino a ser seguido por los demás, cuando todavía no logramos seguir el nuestro, como sabemos que es necesario. Queda claro que todavía no comprendemos el sentido amplio del Amor y la respuesta a la pregunta 200 no da lugar a duda: los Espíritus no tienen sexo “en el sentido en que” nosotros lo entendemos. Aún no sabemos todo. 

Continuando la reflexión en compañía del gran educador francés, nos deparamos con palabras muy significativas en la Revista Espírita, conjunto de artículos que podría ser agregado a la lista de obras básicas de la Doctrina Espírita, por el rico material de estudio que ofrece. 

En el mes de Enero de 1866, en la citada revista, Kardec diserta sobre el tema de la desigualdad entre los sexos (hombre-mujer), considerándola como un signo de inferioridad humana y argumenta que Dios no creó a los machos superiores a las hembras, así que la inferioridad femenina no está en los decretos divinos, sino en la ignorancia humana, que creó desigualdades contrarias a las leyes divinas a través de la fuerza bruta. 

¿Qué decir sobre la desigualdad entre homosexual y heterosexual? ¿No nos parece igualmente anticristiana? 

La diferencia que hacemos entre hombres y mujeres es una tendencia materialista, la cual no considera la inmortalidad del Alma y la justicia de la reencarnación, que da a todos oportunidades iguales sin privilegios y sin perjuicio. Y creer lo contrario es ignorar la Bondad y la Justicia de Dios, que nos ama a todos de igual manera, sin importar la vestimenta carnal que usamos. Importa, pues nuestra evolución moral e intelectual. 

Hombres, mujeres, heterosexual, homosexual… ¿No somos los mismos Espíritus reencarnados en las sucesivas existencias carnales? 

El sexo no está en el Alma, sino en el cuerpo físico. En el Alma guardamos nuestras tendencias, adquisiciones buenas o malas que conquistamos en las diferentes existencias. 

Y acerca de esas tendencias, el Espíritu Emmanuel nos explica en el libro “Vida y Sexo”, que el Espíritu pasa por muchas reencarnaciones en cuerpos masculinos y femeninos, lo que nos hace desarrollar “tendencias más o menos pronunciadas de los dos sexos”. Y puede ocurrir que un Espíritu reencarne en un cuerpo, cuya “anatomía genital” esté en conflicto con las tendencias que predominan en su Alma. 

Es decir, un Espíritu que adquirió tendencias femeninas más amplias y encarna en un cuerpo masculino, puede tener inclinación homoafectiva. Y si predominan en él las tendencias masculinas y encarna en un cuerpo femenino, también puede sentir esa inclinación. 

Según Emmanuel, no hay Espíritu con plenitud femenina o masculina. “Tanto la mujer tiene algo de viril, como el hombre de femenino”. 

Tales enseñanzas de Emmanuel están de acuerdo con la codificación, pues Kardec, en el mismo artículo de la citada revista dice que “las Almas o Espíritus no tienen sexo. Los afectos que las une nada tiene de carnal y por esa razón son más duraderos porque son fundamentados sobre una simpatía real y no están subordinadas a las vicisitudes de la materia.” [1] 

Agrega que un Espíritu que transitó varias existencias con un mismo sexo puede conservar durante mucho tiempo en su estado de Espíritu el carácter de hombre o de mujer, cuya marca permaneció en él y esas tendencias “espirituales” pueden influenciar en su vida corpórea. 

Y lo más interesante es que el codificador escribe que tales tendencias explican las aparentes anomalías que se notan en el carácter de ciertos hombres y mujeres. Fijémonos bien, anomalías aparentes. Porque Dios no creó la desigualdad y el Espíritu es el ser esencial y no la materia. 

Nos parece que las enseñanzas son muy claras y podemos pasar a otra cuestión bastante controvertida para muchos, que es la posibilidad de la unión matrimonial entre dos personas del mismo sexo. 

Aunque estudiosos y Espíritus instructores recomienden el respeto hacia los homosexuales, muchos de ellos también orientan la abstinencia sexual entre ellos. 

El doctor Jorge Andreas en el libro “Fuerzas Sexuales del Alma”, escribe que es necesario al homosexual mantener la “castidad constructiva” para encontrar la armonía en futuras reencarnaciones. 

El estudioso Jorge Hessen tiene otra opinión y en su artículo “La legítima visión cristiana de la homosexualidad” dice: 

“(…) entendemos que la unión estable [casamiento] entre homosexuales puede ser legítima, hasta porque cada uno debe saber de sí mismo lo que es mejor para su propia felicidad. Sólo conseguiremos entender mejor la cuestión homosexual después de que nos liberemos de los prejuicios que nos acompañan desde hace muchos milenios. Nos arriesgaríamos a afirmar que la legalización del casamiento entre dos personas del mismo sexo es un avance de la sociedad, que está reglamentando lo que de hecho ya existe.” 

Como ya habíamos comentado, Kardec no abordó directamente el tema de la homosexualidad, pero en “El Libro de los Espíritus” encontramos: 

“695. El matrimonio, esto es, la unión permanente de dos seres, ¿es contrario a la ley natural?” 
“- Es un progreso en la marcha de la humanidad.” 

Más adelante el codificador pregunta sobre el celibato y en su nota escribe que ese sacrificio es meritorio cuando realizado en provecho de la humanidad y si confrontamos sus palabras con las del doctor Jorge Andreas, notamos que la “castidad constructiva” orientada por éste no posee el carácter meritorio apuntado por aquél. Así que no se lo justifica. 

Si comparamos ahora las palabras de Jorge Hessen con las enseñanzas codificadas por Kardec, podemos percibir similitudes. 

Kardec pregunta a los Espíritus sobre la unión entre dos seres y no entre hombre y mujer. Algunos podrían argumentar que no era necesario dejar explícitas las palabras “hombre” y “mujer”, dado que las uniones “normales” ocurren entre ellos. Sin embargo, sabemos que Kardec siempre fue muy atento al uso del lenguaje para no causar dobles interpretaciones. Además, la homosexualidad no es un “invento” actual, sino que existe desde hace mucho, ni sabemos desde cuándo. 

Confirman esos argumentos lo que escribió en el citado artículo de la Revista Espírita, cuyas ideas ya discutimos en este texto: 

“(…) puede ocurrir que el Espíritu transite por una serie de existencias en un mismo sexo, lo que puede hacerlo conservar durante mucho tiempo, en el estado de Espíritu, el carácter de hombre o de mujer (…) que permaneció en él. (…) esa influencia repercute de la vida corpórea a la vida espiritual (…) ocurre lo mismo cuando el Espíritu pasa de la vida espiritual a la vida corpórea.” 

“(...) Cambiando de sexo podrá conservar en su nueva encarnación los gustos y las tendencias inherentes al sexo que acaba de dejar. De ese modo se explican las aparentes anomalías que se notan en el carácter de ciertos hombres y de ciertas mujeres.” 

Por último, nos gustaría aclarar que este artículo no representa una apología de la promiscuidad, como muchos pueden suponer. Hasta porque la homoafectividad no tiene nada de sucio o vergonzoso, siempre que la unión entre una pareja homosexual sea movida por el amor verdadero.

Lo ilícito a una pareja heterosexual también lo es para una pareja homosexual. Todas las relaciones afectivas deben encarar el sexo como un intercambio de energías creadoras, solamente posible cuando está estructurado sobre sentimientos nobles y verdaderos. 

El libertinaje del sexo irresponsable y únicamente sometido a las exigencias instintivas solo demuestra nuestra inferioridad moral y no es recomendable ni a heterosexuales y ni a homosexuales. 

No podemos desviarnos de nuestra necesidad mayor, que es nuestra evolución espiritual, a través de la transformación íntima. ¡Concentrémonos en ello! 

Fuente: Revista Espírita Mies de Amor, Año 1, Nº 1, Marzo de 2010.

                                                    **************************


   
               
                 FANTASÍA MEDIÚMNICA 

El ejercicio de la mediumnidad a través de la orientación espiritista es una tarea que ennoblece,una actividad que implica responsabilidad,sentido común y prudencia. 
No tolera actitudes livianas ni admite insensatez en sus expresiones.Se caracteriza por la discreción y la elevación de su contenido al servicio de la renovación del propio médium y de las criaturas de ambos planos del proceso espiritual:el de afuera y el de adentro de la carne. 
Por tratarse de un compromiso de gran significación,es tambien un proceso de perfeccionamiento del médium,que debe dedicarse a esa tarea con sumisión y bondad. 
Exige estudio contínuo para filtrar el filtrado de los mensajes,meditación e introspección a fin de conquistar recursos de orden psíquico más amplios,y trabajo metódico cuyo ritmo de acción genera un área mas abarcativa de percepción y registro. 
Por ésta razón,la mediumnidad digna jamás se pone al servicio de puerilidades y fantasías improcedentes que fomentan la fascinación y el desequilibrio,que impactan en sus aficionados alienándolos... 
No se ofrece con fines condenables ni se vuelve móvil de elucubraciones inferiores para favorecer a unos en detrimento de otros. 
Corrige tu punto de vista en relación con la mediumnidad. 
Sé simple y natural en el desempeño de tu compromiso mediúmnico. 
Evita las informaciones extravagantes que inducen a estados patológicos y situaciones ridículas.Ahórrate la tarea de brindar noticias deprimentes al revelar hechos que no te competen o señalar a entidades infelices como causa de los trastornos de quienes te consultan. 
Sé comedido al hablar,al auxiliar. 
Reconoce tu propia ignorancia y el grado de dependencia que constituyen tu realidad evolutiva.No intentes parecer un misionero,pues no lo eres;ni tampoco un privilegiado,pues sabes que estas lejos de esa condición,injusta en comparación con la de tus hermanos. 
No uses las facultades mediúmnicas para ampliar el círculo de tus amistades,sino para servir al prójimo sin distinciones. 
Déjate levar por la corriente superior del servicio con Jesús y,realizarás la tarea difícil y purificadora con la que estás comprometido a causa de tu pasado espiritual deficiente. 
Jesús,el excelente médium de Dios,jamás se descuidó,y mantuvo la misma noble actitud ante todos por igual-poderosos del mundo o necesitados,doctos o incultos-para enseñar a amar y servir sin cesar. 
Nunca atemorizó a nadie con revelaciones superiores a la capacidad de sus oyentes,e incluso cuando se refirió a los acontecimientos renovadores del futuro.,en "el fin de los tiempos" revistió con símbolos su mensaje,para anunciar las alegrías y esperanzas del"reino de los cielos"que entonces se establecerá en la tierra. 


DIVALDO FRANCO:MOMENTOS DE MEDIUMNIDAD!


                                        *******************************



No hay comentarios: