miércoles, 28 de febrero de 2024

20 maneras de detener la marcha del Espiritismo

INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- Providencia y despertar (2 de 2)
2.- La carne es débil (2 de 2)
3.-  Historia del Espiritismo: Su estado en 1863
4.- 20 maneras de detener la marcha del Espiritismo
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PROVIDENCIA Y DESPERTAR
( 2 de 2 )
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Olvidando que la verdadera  vida es la del Espíritu, es muy natural que ante una permanencia  más prolongada en el cuerpo,  con gravámenes y peligros  que pueden perjudicar el proceso de elevación de la criatura, en muchos casos está  sea reenviada al hogar; del mismo modo que, tomando en consideración los beneficios que la reencarnación propicia, aun cuando bajo dolores y pruebas muy severas, se esfuercen los Mentores  por dilatar el plazo de permanencia. La función del sufrimiento no es punitiva, es rectificativa, educativa.
El hombre debe despertar para el examen de otros valores que quedan al margen y que necesitan ser considerados. Tan pronto funcionan sus objetivos, se diluyen las penosas imposiciones y el individuo marcha  con seguridad viviendo las experiencias  del bien y del amor. Es necesario romper el circulo del hierro en que se mueven las criaturas, implicadas en los vicios y crímenes, yendo  a la tierra y volviendo sin que hayan conseguido provecho y paz en las experiencias que se consideran malogradas.

Somos viajeros de los infinitos  caminos del tiempo, permanecemos, por capricho, en los valles desiertos y sombríos, cuando nos esperan las cumbres amplias y habitadas por la felicidad. Nos detenemos, por el momento, en el pantano, sufriendo la asfixia de las exhalaciones  de los cuerpos  y vegetales en putrefacción,  cuando estamos destinados  al altiplano de la paz donde la brisa perfumada del amor nos rocía, canta la balada de la perenne esperanza de victoria.

Caemos para levantar. Paramos para recobrar fuerzas y proseguir. Permanecer en la caída o persistir  en el descanso es matar el tiempo y retroceder en la conquista de la gloria.

“No relaciones dolores  ni anotes sinsabores. Quien se complace, en lamentaciones, de la retaguardia se opone al crecimiento y a la conquista que lo aguardan.

La existencia significa mucho para el espíritu, y almas ennoblecidas que nos aman, se empeñan para que no nos falte valor y oportunidad, servicio y realización. no obstante de nosotros depende la permanencia  en la vega, mirando las estrellas o en la ascensión, rumbo a los astros relucientes. ..

En la Biblia, el libro que narra el pueblo  hebreo, en la trama del Viejo Testamento, encontramos revelaciones espirituales y advertencias no siempre consideradas, premoniciones y profetismo, anunciando la llegada de Jesús a la Tierra. En el Nuevo testamento identificaremos al Maestro en continua labor  invitando a seguirle, sufriendo por amor y entregándose en total donación. Su voz canta para nuestros iodos los poemas de las aguas, del aire, de los vegetales y de toda la Naturaleza, en el apogeo de las Bienaventuranzas que fascinan, abriendo los ojos, los oídos y el entendimiento. Meditar en sus nobles enseñanzas es fortalecer el ánimo. Se toman fuerzas para abandonar  la utopía y retornar al hogar, como el “hijo prodigo” de la parábola, donde esperan cariño y afecto. Conocedor del mundo  se puede elegir, para después, saber la directriz a tomar: ¡Dios, o las riquezas! Nuevos amigos nos presentaran nuevos rumbos y ampliarán el entendimiento, considerando la fe.

“No recelemos romper con el mal que todavía reside en nuestro mundo interior. No consiste en un acto simple lo que ha de seguir a nuestra decisión, por el contrario tendremos que invertir mucho para alcanzar la meta. Quien se niega  al avance  reposa, pero sin embargo, se candidata a la parálisis.

No posterguemos, por comodidad o negligencia, el momento de la felicidad. Entregándonos al Bien  estaremos amparados por donde caminemos. No nos serán regateados auxilios, sin embargo, tendremos que seguir con los propios pies, bajo el comando de una firme voluntad y de una robusta decisión.
Las enfermedades expurgadoras invitan a la renovación y son las que ayudan a la liberación de los vicios.

Trabajo realizado por Merchita
Extraído del libro de Cuadros de la Obsesión de Divaldo Pereira Franco

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LA CARNE ES DEBIL

ESTUDIO FISIOLOGICO Y MORAL

( 2 de 2)

     Con el ser espiritual independiente, preexistente  y sobreviviente al cuerpo,   la responsabilidad es absoluta. Ahora, para la mayoría, lo primero, lo principal móvil de la creencia en el nihilismo, es el pavor que causa  esa responsabilidad,  fuera de la ley humana, y a la cual cree escapar cerrando los ojos. Hasta hoy esa responsabilidad nada tenia de bien definido; no era sino un medio vago, fundado,  hay que reconocer, en creencias no siempre admisibles por la razón. El Espiritismo lo demuestra con una realidad patente, efectiva,  sin restricción, como una consecuencia natural de la espiritualidad del ser. Es por qué ciertas  personas temen al espiritismo, que las perturbaría en su quietud, irguiendo su frente  al temible tribunal del futuro. Probar que el hombre es responsable por  todos sus actos es probar su libertad de acción, es probar su libertad es revelar su dignidad. La perspectiva de la responsabilidad fuera dEl año 1e la ley humana es  el más poderosos elemento moralizador: es el objetivo al cual conduce al Espiritismo por la fuerza delas cosas.

Por tanto, conforme las observaciones fisiológicas  que preceden, podemos admitir que el temperamento  es, por lo menos en parte, determinado  por la naturaleza del espíritu, que es causa y no efecto. Decimos en parte, porque hay casos en que el físico evidentemente influye sobre la moral: es cuando un estado mórbido o anormal  es determinado  por una causa externa, accidental, independiente del espíritu, como la temperatura, el clima, los vicios hereditarios de  constitución, un malestar pasajero, etc.  La moral del espíritu puede, entonces, ser afectada en sus manifestaciones por el estado patológico, sin que su naturaleza intrínseca sea modificada.

Excusarse de sus malas acciones con la debilidad de la carne  no es sino un subterfugio para eximirse de la responsabilidad. La carne no es débil sino porque el espíritu es débil, lo que derrumba la cuestión y deja al espíritu la responsabilidad de  todos sus actos. La carne, que no tiene si pensamiento ni voluntad, jamás prevalece sobre el Espíritu, que es el ser pensante y voluntarioso. Es el Espíritu el que da a la carne las cualidades correspondientes a los instintos, como un artista imprime a su obra material el cuño de su genio. Liberado de los instintos de la bestialidad, el espíritu modela un cuerpo que no es más un tirano para sus aspiraciones de espiritualidad de su ser; entonces el hombre come para vivir, porque vivir es una necesidad, más no vive para comer.

La responsabilidad moral de los actos de la vida, por tanto, permanece integra. Más, dice la razón que las consecuencias de esa responsabilidad deben ser proporcionales al desenvolvimiento intelectual del Espíritu, pues cuanto más esclarecido el es, menos excusable será, porque, con la inteligencia y el sentido moral, nacen las nociones del bien y del mal, de lo justo y de lo injusto. El salvaje, aun vecino de la animalidad, que cede al instinto del animal, comiendo a su semejante, es, sin contradicción, menos culpable que el hombre civilizado que comete una simple injusticia.
Esta ley aun encuentra su aplicación en la Medicina y da la razón de su in suceso en ciertosPor Allan Kardec casos. Considerándose que el temperamento es un efecto, y no una causa, los esfuerzos intentados para modificarlo pueden ser paralizados por las disposiciones morales del espíritu que opone una resistencia inconsciente y neutraliza la acción terapéutica. Es, pues, sobre la causa primera que debemos actuar; si se consigue mudar las disposiciones morales del espíritu, el temperamento se modificará por sí mismo, bajo el imperio de una voluntad diferente o, por lo menos, la acción del tratamiento médico será ayudada, en vez de ser obstaculizada. Si es posible, dé valor al cobarde, y verá cesar los efectos fisiológicos del miedo. Se da lo mismo con las otras disposiciones.
¿Mas, preguntarán, puede el médico del cuerpo hacerse médico del alma? ¿Está en sus atribuciones hacerse moralizador de sus enfermos? Si, sin duda, en ciertos límites; es incluso un deber que un buen médico jamás sea negligente, desde el instante que ve en el estado del alma un obstáculo para el restablecimiento de la salud del cuerpo. Lo esencial es aplicar el remedio moral con tacto, prudencia y convenientemente, conforme las circunstancias. Desde este punto de vista, su acción es forzosamente circunscrita, porque, más allá del tener sobre su enfermo apenas una ascendencia moral, a cierta edad es difícil una transformación del carácter. Es, pues, la educación, y sobre todo la primera educación, a las que le incumben los cuidados de esa naturaleza. Cuando la educación, desde la cuna, es dirigida en ese sentido; cuando nos aplicamos en ahogar, en sus gérmenes, las imperfecciones morales, como hacemos con las imperfecciones físicas, el médico no encontrará más en el temperamento un obstáculo contra el cual su ciencia muchas veces es impotente.
Como se ve, es todo un estudio, pero será un estudio completamente estéril, mientras no tomemos en cuenta la acción del elemento espiritual sobre el organismo. La participación incesantemente activa del elemento espiritual en los fenómenos de la vida, tal es la llave de la mayor parte de los problemas contra los cuales choca la Ciencia. Cuando esta tome en consideración la acción de ese principio, verá abrirse a su frente horizontes completamente nuevos. Es la demostración de esta verdad lo que el Espiritismo trae.
Por Allan Kardec Revista Espirita, marzo de 1869
Procede del blog de los Espiritas


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           HISTORIA DEL ESPIRITISMO: 

SU ESTADO EN 1863

                                          Este año para el Espiritismo no fue más fecundo que los anteriores, pero se distinguió por varias características particulares. Más que los anteriores, estuvo marcado por la violencia de algunos ataques, señal característica a cuya dimensión  nadie escapó. Todos dijeron: Si ellos se encolerizan, es porque tienen miedo y si tienen miedo es porque algo hay de serio.

   Hoy ya está bien constatado que esas agresiones hicieron progresar al Espiritismo en vez de detenerlo; naturalmente se vieron dormir loa ataques abiertos, pero no se debe dormir sobre esa calma aparente, ni creer que los enemigos del Espiritismo, de esto no van a sacar partido. Entonces es necesario que nos persuadamos de que la lucha no está terminada, pero habrá un cambio táctico. Es por lo que decimos a los espíritas que estén permanentemente atentos sobre lo que pasa a su alrededor y recuerden lo que ya dijimos en diciembre último, sobre el periodo de lucha, de la guerra sorda y de los conflictos, así que no se admiren si el enemigo se infiltra en sus filas, pues Dios lo permite para experimentar la fe, el coraje  y la perseverancia de los verdaderos servidores. De ahora en adelante, su objetivo será el procurar todos los medios posibles de comprometer al Espiritismo a fin de desacreditarlo e impedir los grupos, bajo la apariencia del celo y bajo el pretexto de que es necesario ir adelante; ya se ocuparán de cosas extrañas al objeto de esta doctrina, y tratarán de cuestiones políticas o de otra naturaleza para provocar discusiones irritantes y sembrar la división; todo para tener pretextos de pedir su cerramiento. La moderación de los espíritas es lo que causa mayor admiración y es lo que más contraría a sus adversarios. Ellos intentarán todo para apartarlos de ella, incluso la provocación, pero los espíritas sabrán desviar e a los esas maniobras por su prudencia, como ya lo hicieron en varias ocasiones, y no caerán en las trampas que les preparen; además ellos verán a los instigadores avergonzarse de sus  propias redes, pues es imposible que, más pronto o más tarde no saquen las uñas. Este será un momento más difícil de pasar de lo que es la guerra abierta, en el que se v e al enemigo cara a cara, por lo que cuanto más dura la prueba, mayor es el triunfo.

   Además, esta campaña tuvo un inmenso resultado, el de probar la impotencia de las armas dirigidas contra el Espiritismo. Los hombres más capaces del partido contrario entrarán en la lucha, todos los recursos de la argumentación fueron empleados y, que no hicieron perjuicio al Espiritismo, todos quedaron convencidos de que no había ninguna razón perentoria, siendo así la mayor prueba, la falta de buenas razones y que recurriesen al triste e innoble argumento de la calumnia. Mas en vano quisieron que el Espiritismo dijese lo contrario de lo que dice, pues la doctrina ahí está, escrita en términos tan claros que desafían toda falsa interpretación, razón por la cual lo odioso de la calumnia recayó sobre los calumniadores y los convenció de su impotencia, Este es un hecho considerable en el año finalizado y si solo hubiésemos obtenido ese resultado, ya podríamos estar satisfechos, pero aún hay otros no menos positivos.

  El año 1863 fue marcado, sobretodo, por el aumento del número de grupos y sociedades formadas en una porción de localidades en donde no había nada todavía, tanto en Francia como en el extranjero, señal evidente del aumento del número de adeptos y de la difusión de la doctrina. París, que había quedado en la retaguardia, cede al impulso general y comienza a moverse. Todos los días se ven nuevos grupos particularess que se forman con un objetivo eminentemente serio y en excelentes condiciones.

   La sociedad que presidimos ve con alegría multiplicarse a su alrededor los rebrotes vivaces, capaces de extender la buena simiente. Los grupos particulares, cuando están bien dirigidos, son muy útiles para la iniciación de nuevos adeptos. En razón de la extensión de sus relaciones, la sociedad principal, como centro de convergencia de los grupos de todas partes del mundo, no puede ni debe ocuparse sino del desenvolvimiento de la ciencia y de las cuestiones generales que le absorben todo el tiempo. Así, debe forzosamente abstenerse de todo cuanto sea elemental y personal. Los grupos particulares ven así, rellenar la laguna que ella forzosamente deja en la práctica, y por eso ella anima y secunda con sus consejos y con su apoyo moral a las personas que se dedican a esa obra de propagación.

   Si por algunos instantes fuese posible cierto temor en cuanto a los efectos de algunas disidencias en la manera de encarar el Espiritismo, el número siempre creciente de Sociedades que en todos los países se colocan espontáneamente bajo el patrocinio de la de París, izando su bandera, es un hecho que disipa completamente ese recelo.

  Es evidente que la doctrina de El Libro de los Espíritus, es hoy el punto de convergencia de la inmensa mayoría de los adeptos. La máxima Fuera de la caridad no hay salvación, reunió a todos los que ven el lado moral del Espiritismo, porque no hay dos maneras de interpretarlo y satisface todas las aspiraciones.

  Desde la constitución del Espiritismo en cuerpo de doctrina, ya cayeron muchos sistemas aislados y los pocos trazos que aún dejan no tienen influencia en la opinión general. Las bases sólidas en las que se apoya triunfarán sin dificultad de las divisiones que sus adversarios no dejarán de suscitar, porque ellos no cuentan con Espíritus que protejan su obra, y se sirven de sus propios enemigos para garantizar el resultado.

  Hubiera sido sin precedentes el establecimiento de una doctrina sin disidencias, y si de alguna cosa nos podemos admirar, es el ver en relación al Espiritismo, la unidad que se formó tan rápidamente.

  Sea como fuere, el Espiritismo aún no penetró en todas partes y en muchos lugares apenas es conocido de nombre. Los raros adeptos ahí encontrados, atribuyen ese hecho a dos causas: primero al carácter de las poblaciones absorbidas por los intereses materiales; después a la ausencia de disertaciones contrarias. He aquí por lo que apelan a sermones como los que han predicado en otros lugares, o de alguna manifestación brillante de hostilidad, que llame la atención y despierte curiosidad. Pero, que ellos tengan paciencia. Como es preciso que todos la tengan, los Espíritus sabrán muy bien como suplir esa necesidad a través de otros medios.

  Mas el rasgo más característico del año 1863 fue el movimiento que se produjo en la opinión, en lo que concierne a la ´Doctrina Espírita. Es sorprendente la facilidad con la que el principio es aceptado por personas que hasta hace poco lo habían rechazado o ridiculizado.

  Las resistencias, y hablamos no solo de las sistemáticas e interesadas, disminuyen sensiblemente. Se citan varios escritores de buena fe que combatieron violentamente al Espiritismo, y hoy, dominados por el medio  social, sin confesarse vencidos, renuncian a una lucha considerada inútil. Es que la necesidad de una transformación moral se hace sentir cada vez más. La ruina del viejo mundo es inminente, porque las ideas que este preconiza no están a la altura a la que llegó la Humanidad inteligente. Todo parece conducir a él, pero por otro lado, se reconocen vagamente nuevos horizontes; siente la necesidad de algo mejor que aquello que existe y lo busca inútilmente en el mundo actual. Alguna cosa circula en el aire como una corriente eléctrica precursora, y todos esperan, mas todos se dicen a sí mismos que no es la Humanidad la que debe retroceder.

    Otro hecho no menos significativo que muchos notarán y que es consecuencia del actual estado de ánimo, es el prodigioso número de escritos, serios o superficiales, hechos fuera y sin conocimiento del Espiritismo, en los cuales se encuentran pensamientos espíritas. El principio de la pluralidad de existencias, sobretodo, tiene una tendencia a entrar en la opinión de las masas y en la filosofía moderna. Muchos pensadores a esto son conducidos por la lógica de los hechos y en poco tiempo esa creencia se ha vuelto popular. Evidentemente son los precursores de la adopción del Espiritismo, cuyas vías así son preparadas y cuyo camino es allanado. Estas ideas son todas sembradas desde diversos lados, en escritos que caen en las manos de todos, tornando cada vez más fácil su aceptación.

  El estado del  Espiritismo en 1863 puede, pues, resumirse así: Ataques violentos, multiplicación de escritos en pro y en contra, movimiento de ideas; notable expansión de la doctrina pero sin señales exteriores como para producir una sensación general; las raíces se extienden, crecen los retoños, esperando que el árbol desarrolle sus ramas. Aún no llegó el momento de su madurez.

  Entre las publicaciones que el año pasado vinieron a participar en la lucha y concurren en defensa del Espiritismo, colocamos en primera línea la Ruche, de Burdeos, y la Verité de Lyón, cuyos redactores merecen el reconocimiento y el aplauso de los verdaderos espíritas, por la perseverancia. devoción y desinterés de que dieron pruebas. En el centro espírita más numeroso de Francia, y tal vez del mundo entero, la Verité vino a apostarse,  como un adversario temible por sus artículos de una lógica tal que no dejan margen a la crítica.

     El Espiritismo tendrá pronto. así nos lo hacen esperar- un nuevo e importante órgano en Italia que, como sus hermanos y vecinos de Francia. marchará de común acuerdo con los grandes principios de la doctrina.

- Allan Kardec-

Revista Espírita- enero de 1864


  

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     20 MANERAS DE DETENER LA MARCHA DEL ESPIRITISMO

Nosotros, los Espíritas, podemos perturbar la marcha del Espiritismo de las siguientes maneras:

1. Postergando nuestra reforma moral.

2. Menospreciando los deberes profesionales que tenemos.

3. No apoyando las obras de caridad.

4. Negándonos al estudio.

5. Faltando a los compromisos sin un justo motivo.

6. Solicitando privilegios.

7. Evitando deliberadamente a los sufrientes para no brindarles pequeños servicios.

8. Colocando los principios espíritas a disposición de los convencionalismos sociales.

9. Especulando con la Doctrina Espírita en materia política 

10. Sacrificando a la familia en los trabajos del Ideal.

11. Acaparando cargos y funciones sin distribuirlos con los demás compañeros, o no aceptando ninguna tarea ni responsabilidad, aislándonos en la indiferencia.

12. Preocupándonos por la conquista de aplausos.


13. Considerarnos indispensables.


14. Rehuyendo el examen imparcial y sereno de las cuestiones concernientes a la claridad interpretativa del Espiritismo, el que siempre debe estar por encima de los intereses y de las personas.

15. Renunciando al raciocinio y dejándonos atrapar por movimientos o personas que intentan sutilmente ensombrecer la labor elucidativas espírita con preconceptos y fantasías.

16. Hiriendo a los demás con palabras agresivas o dejando de auxiliarlos en el momento preciso con manifestaciones orales de consuelo y conocimiento.

17. Manteniendo resentimientos.

18. Relegando el deber natural de cooperar respetuosamente con los dirigentes de las instituciones que sirven a la Doctrina.

19. Adulando a los médiums y a los trabajadores de la causa espírita.

20. Delegando en los demás las responsabilidades que nos competen.

Benefactor Espiritual ANDRÉ LUIZ.
Médium WALDO VIEIRA.


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