viernes, 2 de febrero de 2024

El culto a los muertos, en una visión kardeciana ( 1 de 3 )

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.-Magia negra, posesión y locura 

2.- Conocimiento de sí mismo

3.- La crisis de la muerte

4.-El culto a los muertos, en una visión kardeciana ( 1 de 3)

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MAGIA NEGRA, POSESIÓN Y LOCURA


Recientemente, en São Paulo, un joven de 19 años fue asesinado por su propia madre, probablemente como resultado de un ritual de magia negra. Cuando fue arrestada, estaba en una crisis psicótica (¿locura?,   ¿ posesión?); hablaba de demonios y asuntos satánicos, y se necesitaban seis policías para someter a esa dama que pertenecía a comunidades religiosas de Internet poco convencionales que abrazan el sacrificio humano. Según los informes tras una investigación policial,  ella dijo que su hijo tenía que ser asesinado por un "bien mayor" (...!? ...) En los Hechos de los Apóstoles, leemos lo siguiente "y el hombre que estaba poseído del espíritu maligno saltó sobre ellos con tanta violencia, que tuvieron que huir de esa casa, sin ropa y cubiertos de heridas ”.

Teniendo en cuenta el trágico episodio, decidí acceder a un sitio web que da a conocer estas prácticas de magia negra. Noté que hay advertencias amenazantes como: "no te involucres en aventuras" - "los peligros acechan ..." - "tienes que estar preparado, los riesgos son demasiado grandes ..." - "no hagas nada sin ayuda de un mago ". (!!!!) En el sitio, sin coloración agradable, también encontré el siguiente extracto:" hay en nosotros fuerzas vivas que no se utilizan, y muchas influencias incontroladas, que se pueden utilizar en todo, fuerzas, que pueden ser utilizadas en su beneficio a partir de ahora, y que sirven para encaminarlo por caminos de gran éxito, en el campos afectivo, profesional y financiero, además de resolver los más diversos problemas que surgen en nuestra vida diaria, sin embargo, debo llamar su atención sobre las graves consecuencias,

En la amenazadora página de inicio, tuve que leer: "las famosas misas negras todavía se celebran hoy y los participantes son generalmente personas educadas con educación superior. El satanismo tiene cada vez más iniciados, y todo esto es parte de un mundo que no lo tiene. “visto con buenos ojos, porque nadie se lo cree ... pero ... qué grandes e innumerables son los problemas que diariamente se resuelven con magia y solicitados por las más diversas clases sociales Viva la magia, la brujería y todo lo demás que envuelve lo oculto ", regurgita la "maga" coordinadora del macabro sitio.

 Cabe señalar que en las prácticas kardecistas, según las enseñanzas de los Espíritus, no se realizan sacrificios humanos, ni de otra clase;  no se interroga a las estrellas, adivinos y magos para conocer alguna "revelación"; No se utilizan objetos, medallas, talismanes ni  fórmulas sacramentales.

En la sociedad medieval, temerosa de los poderes espirituales ocultos, la enfermedad mental se veía como resultado de la presencia demoníaca, la fuerza maligna en su máxima acción. El loco fue sometido a sesiones de tortura física y psicológica; no había comprensión, y un sentimiento de odio y miedo rodeaba la relación entre los sanos y los enfermos. El desconocimiento casi total llevó a la búsqueda de tratamientos dolorosos para los pacientes. La trepanación, la matriz de las lobotomías modernas, consistía en abrir orificios en el cráneo de pacientes de 2,5 a 5 cm de diámetro, sin anestesia ni asepsia adecuadas. Los "médicos" intentaron quitar la pierre de folie (piedra de la locura) que creían que existía en el cerebro de los pacientes. Lo que realmente sucedió es que se realizaron mutilaciones reales que en ocasiones agotaron las fuerzas de los pacientes.

A partir del siglo XIX, con el nacimiento del psicoanálisis y las importantes aportaciones de Freud, la psiquiatría, como uno de los brazos de la medicina, pudo avanzar en algunos puntos en el tratamiento de la locura, pero no lo suficiente. "Hay trastornos patológicos, que son meras consecuencias y contra los cuales los tratamientos médicos son inútiles, mientras que la causa original permanece. Al dar a conocer esta fuente, de la que proviene una parte de las miserias humanas, el Espiritismo indica el remedio a aplicar: “actuar sobre el autor del mal que, siendo un ser inteligente (espíritu), debe ser tratado a través de la inteligencia ". 

La psiquiatría se ha visto limitada por los límites del cerebro, por las barreras del cuerpo material, fuente que, sabemos, no es el origen principal de la enfermedad, sino la manifestación de algo externo a ella. Veamos ahora qué aportó el Espiritismo a la comprensión de este tema. Allan Kardec y los Espíritus de la Codificación nos presentaron un elemento primordial para la comprensión del ser humano en su esencia: el Espíritu. el ser inmortal; el ser  que ha vivido y vivirá innumerables vidas a través de reencarnaciones. La locura, o la enfermedad mental, como se prefiera, también debe verse desde esta perspectiva, como un reflejo de los errores cometidos en el pasado. Como se manifiesta de forma negativa, trayendo sufrimiento, tanto para el paciente como para la familia, se debe concluir que es el reflejo de una ausencia previa.

Otro aspecto que tenemos que considerar es la locura desencadenada por un proceso obsesivo o posesivo, que también se debe a un acto previo. Una historia de disputas y relaciones no resueltas involucra a la víctima y al verdugo, ahora en roles invertidos. El Ser obsesor  o "poseedor" cree que su mala influencia, como venganza del enemigo encarnado, lo liberará del dolor que carga, influencia que puede incluso llevar al obsesado o poseído a un diagnóstico erróneo de deficiencia mental.

No creemos en el poder irremediable de las fuerzas de los espíritus malignos ante un pacto de magia negra con ellos. Hay, sin embargo, personas perversas (encarnadas), al borde de la locura, que simpatizan con los Espíritus inferiores (ignorantes) y les piden que hagan el mal, por lo que se ven obligados a servirles, porque ellos también necesitan la "recompensa" para participar en el mal. En esto, solo, está el pacto. Es como explican los Benefactores: "por ejemplo - quieres atormentar a tu prójimo y no sabes cómo hacerlo; entonces  llamas a los Espíritus inferiores que, como tú, solo quieren el mal; y para ayudarte, ellos también quieren que les sirvas en sus malos designios. Pero esto no significa que tu prójimo no pueda deshacerse de ellos, por un conjuro contrario o por su propia voluntad ".

. Jorge Hessen -


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                              CONOCIMIENTO DE SI MISMO


¿Cuál es el medio práctico más eficaz para mejorarse en la presente existencia y resistir a las instigaciones del mal?
- Un sabio de la antigüedad os lo dijo: “Conócete a ti mismo”.

919 a.-.Bien comprendemos toda la sabiduría de esa máxima, pero la dificultad estriba precisamente en conocerse a sí mismo. ¿De qué manera podemos lograrlo?
- Haced lo que yo hacía cuando moraba en la Tierra. Al término de la jornada interrogaba a mi conciencia, pasando en revista cuanto había realizado ese día, y me preguntaba si no había faltado a algún deber; si nadie había tenido que quejarse de mí. Así llegué a conocerme y a averiguar qué era lo que debía reformar en mí. Aquel que, llegada cada noche, recuerde todas sus acciones de la jornada y se pregunte qué ha hecho de bien o de mal, rogando a Dios y a su ángel de la guarda que lo iluminen, adquirirá gran energía para perfeccionarse: porque, creedme, Dios ha de asistirlo. Formularos preguntas, pues, inquiriendo sobre lo que habéis hecho y con qué objeto obrasteis en determinada circunstancia; si hicisteis algo que censuraríais a otra persona; si habéis ejecutado una acción que no os atreveríais a confesar. También preguntaos esto: “Si determinara Dios llamarme en este preciso instante, al retornar al Mundo de los Espíritus, donde nada permanece oculto, ¿tendría que temer el ver de nuevo a alguien?” Examinad lo que pudierais haber hecho contra Dios, después contra el prójimo, y por último contra vosotros mismos. Las respuestas serán un descanso para vuestra conciencia, o la indicación de un mal que es menester curar.

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS
ALLAN KARDEC


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             LA CRISIS DE LA MUERTE

Reproduzco un último caso de fecha antigua, extraído del libro del Dr. Wolf: Satrling Facts in Moderm Spiritualism (Pg. 388). Jim Nolam, el “Espíritu-guía” del célebre médium Sr. Hollis, que dijo y demostró haber sido soldado en la Guerra de Secesión y haber muerto de tifus en un hospital militar, responde, como sigue, a las preguntas de un investigador:

P- ¿Qué impresión tuviste de tu primera entrada en el mundo espiritual?

R- Me pareció que despertaba de un sueño, estaba un poco aturdido, ya no me sentía enfermo y eso me extrañaba enormemente. Tenía la vaga sospecha de que algo raro pasaba, pero no sabía definir de qué se trataba. Mi cuerpo se encontraba tendido en el lecho de campaña y yo lo veía. Decía de mí para mí: “¡Qué extraño fenómeno!”- Miré alrededor, y vi a tres de mis camaradas, muertos en las trincheras en Vicksburg, y, que yo mismo había enterrado. ¡Sin embargo allí estaban en mi presencia! Miraban sonriendo. Entonces uno de los tres me saludó diciendo:

-Buenos días, Jim; ¿también tú eres de los nuestros?

-¿Soy de los vuestros? ¿Qué quieres decir?

-Pues que te encuentras aquí con nosotros, en el mundo de los Espíritus. ¿No te diste cuenta de eso? Es un lugar donde se está bien.

Estas palabras eran muy fuertes para mí. Fui presa de violenta emoción y exclamé: “¡Dios mío! ¿Qué dices? ¿Estoy muerto?”

- No; estás más vivo que nunca Jim; porque te encuentras en el mundo de los Espíritus. Para convencerte no tienes más que mirar tu cuerpo.

En efecto, mi cuerpo yacía inanimado, delante de mí, sobre la tarima, ¿Cómo, pues, podía negar el hecho? Poco después llegaron dos hombres que colocaron mi cadáver en una plancha de madera y lo transportaron hasta un carro, allí lo metieron, subieron a él y se fueron. Acompañé el carro, que se paró al borde de una fosa, donde mi cadáver fue enterrado y abandonado. Yo fui el único asistente a mi entierro.

P- ¿Cuáles fueron las sensaciones que experimentaste en la crisis de la muerte?

R- Las que se experimentan cuando el sueño te domina, pero acordándote de algunas ideas que hubieses tenido antes. La gente normalmente no recuerda el momento exacto en que se abandonó al sueño. Eso pasa también cuando acontece la muerte. Pero, un poco antes de la crisis fatal, mi mente se volvió muy activa; me acordé súbitamente de todos los acontecimientos de mi vida; vi y oí todo lo que había hecho, dicho, pensado, todas las cosas a las que estuviera asociado, me acordé de los juegos y de las bromas del campo militar; los disfruté como de cuando en ellos participaba.

P- ¿Cuéntanos cómo fueron tus primeras impresiones en el mundo espiritual?

R- Os decía que mis buenos amigos soldados ya no me abandonaron, desde que desencarné hasta que hice mi entrada en el mundo espiritual; aquí tenía yo abuelos, hermanos y hermanas, que, sin embargo, no vinieron a recibirme. Al entrar en el mundo espiritual me parecía caminar sobre un terreno sólido y vi que a mi encuentro venía una vieja, que me dirigió la palabra así:

- “Jim, entonces viniste para donde estábamos?” - La miré atentamente y exclamé:

-“Oh abuelita, eres tú?”

- “Soy yo misma, querido Jim. Ven conmigo.”- Y me llevó lejos de allí, a su morada. Al llegar a ella me dijo que era necesario que reposase y durmiese. Me acosté y dormí largamente...

P- ¿La morada de la que hablas tenía el aspecto de una casa?

R- Por supuesto. En el mundo de los Espíritus hay la fuerza del pensamiento, por medio de la cual se pueden crear todas las comodidades deseables.

Esta última información que, en el caso de que tratamos se remonta a setenta años atrás, no es más que uno de los detalles fundamentales en cuyo aspecto todos los Espíritus están de acuerdo; es también la llave maestra que permite explicar, resolver, justificar todas las informaciones y descripciones aparentemente absurdas, increíbles, ridículas, dadas por los Espíritus que se comunican, a propósito de la vida espiritual. En otras obras que he publicado ya me extendí largamente sobre este tema tan importante; me limitaré, en esta, a tocarlo solo en la medida de lo estrictamente necesario. La gran verdad, que nos fue revelada por los Espíritus, permite resolver una inmensidad de cuestiones teóricas y oscuras, determinadas por los informes que han dado las entidades mediúmnicas acerca del medio espiritual, las formas que revisten los Espíritus, las modalidades de sus existencias; todas las informaciones constituyen una réplica exacta, aunque espiritualizada, del medio terrestre, de la humanidad, de las variedades de existencia en este mundo. Esa gran verdad que resuelve todos los enigmas teóricos y que se funda en el poder creador del pensamiento, es confirmada de modo impresionante por hechos que se desarrollan incluso en el medio terrestre. Se trata de lo siguiente: el pensamiento y la voluntad, también en la existencia encarnada, son susceptibles de crear y de objetivar las formas concretas de las cosas pensadas y deseadas, de igual manera que este fenómeno se desarrolla en el mundo espiritual, aunque en el medio terrestre esta creación no puede darse sin el intermedio de sensitivos especiales.

Aludo a los fenómenos de “fotografías del pensamiento” o de “ideoplastia”, fenómenos maravillosos a los que consagré recientemente un largo estudio que demostraba su realidad incuestionable y su desarrollo prodigioso. Vemos que, ya en el mundo de los vivos, el pensamiento y la voluntad manifiestan el poder de objetivarse y concretizarse en una forma más o menos substancial y permanente, aunque, en la existencia encarnada esto se produce sin objetivo y únicamente gracias al concurso de sensitivos con condiciones fisiológicas más o menos anormales, correspondiendo a estados más o menos avanzados de desencarnación parcial del espíritu (exteriorzación de la conciencia). Siendo así, podemos concluir que cuando la desencarnación del Espíritu no estuviese apenas en el inicio y no fuese transitoria, sino total y definitiva, solo entonces será cuando las facultades a las que nos referimos se manifestarán por completo y, ahí si, de modo normal, práctico y útil.

Es precisamente esto lo que afirman las entidades mediúmnicas que se comunican. Cumple por tanto que se reconozca que las “revelaciones trascendentales”, concernientes a la modalidad de existencia espiritual confirman, a priori, como consecuencia del descubrimiento de que el pensamiento y la voluntad son fuerzas que poseen el poder maravilloso de modelar y organizar. Facultades que todavía no se muestran, sino de manera esporádica y sin objetivo, en el medio terrestre. Dos palabras más en torno a otra circunstancia, la de que las entidades mediúmnicas afirmaron que esas condiciones de existencia espiritual son transitorias y tienen que ver, exclusivamente, con la esfera más próxima a la Tierra, esto es, con la que se destina a los Espíritus recién llegados. Esta circunstancia no sirve solo para justificar enteramente aquellas condiciones de existencia; prueba también la razón de ser providencial de tales condiciones.

Imagínense si no la sensación de desolación y de desorientación que experimentarían la mayor parte de los muertos si, después del instante de la muerte, se viesen bruscamente despojados de forma humana y lanzados a un medio espiritual esencialmente diferente de aquel donde formaron su individualidad, al cual, todavía se sienten unidos por una delicada trama de sentimientos afectivos, de pasiones, de aspiraciones, que no podrían romperse de inmediato, sin llevarlos a la desesperación, y donde, sobre todo, se encuentra el medio doméstico que les es propio, constituido por un mundo de satisfacciones temporales, de todas clases, que contribuye a crear lo que se llama “la alegría de vivir”. Evaluando todo esto reconoceremos lo racional y providencial de un ciclo de existencia preparatoria entre la existencia encarnada y la de “puro Espíritu”, de manera a reconciliar la naturaleza demasiado terrestre del Espíritu desencarnado, con la naturaleza más trascendental de la existencia espiritual propiamente dicha. El poder creador del pensamiento sería estupendo para obviar maravillosamente este inconveniente.

El Espíritu, pensando en su forma humana, se encontraría de nuevo en forma humana; pensando en estar vestido, se encontraría con ropas, que, siendo tan etéreas como su nuevo cuerpo, le parecerían tan substanciales como los vestidos terrenos. Es así como el Espíritu encontraría nuevamente, en el mundo espiritual, un medio y una morada correspondientes a sus hábitos terrestres, morada que sería preparada por sus familiares, integrados antes que ellos a la existencia espiritual. Como se ha podido ver, en el caso que acabo de referir, es la abuela del difunto la encargada de conducir al nieto a la casa que lo había de recibir. A este respecto debemos constatar que, cuando el Espíritu “Jim Nolam cuenta haber visto una vieja que venía a su encuentro, fuera preciso sobreentender que la abuela revistiese temporalmente su antigua forma terrena para ser reconocida.

Debo pararme aquí; para no extenderme demasiado en los comentarios sobre este caso; los puntos oscuros que queden sin solución en las consideraciones precedentes serán retomados en lo sucesivo, a medida que los siguientes casos ofrezcan la ocasión. Con relación al incidente de la “visión panorámica” que el Espíritu “Jim Nolam” relata, observaré que, esta vez, el fenómeno se desarrolló bajo la forma de “recapitulación de recuerdos”, en lugar de “visión panorámica” propiamente dicha. Esto podría explicarse desde el punto de vista psicológico estableciendo que el muerto, en vez de pertenecer, siguiendo el lenguaje de la Psicología, al “tipo visual”, pertenecía al “auditivo-mental”.

Ernesto Bozzano

Extraído del libro "La crisis de la muerte"

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EL CULTO A LOS MUERTOS, EN UNA VISIÓN KARDECIANA

(1 de 3 )


El hombre, solo comienza a ser hombre cuando comienza a enterrar a sus muertos, nos dice el historiador Anibal de Almeida Fernandes en "La Genealogía como factor básico en la formación de la Civilización", y concluye: Es el marco divisorio entre el animal y el primer hombre, y ocurrió hace cerca de 40.000 años con el Homo Sapiens y el Homo Neanderthal, antes incluso que la agricultura y es el inicio de la historia humana.


  El sentimiento del culto a los muertos se formó pues, a partir de una época bien remota y permanece sedimentado en casi todas las tendencias religiosas. Las comunidades primitivas, agro-pastoriles, inclinadas al culto a la agricultura y a la fertilidad, creían originalmente, que sepultando a sus muertos en las proximidades de los campos agrícolas, los espíritus de esos cadáveres resurgirían a la vida con más vigor, como simientes plantadas en suelo fértil, pero creían que eso sucedería como algo secreto y misterioso. Con esa creencia, se reverenciaban los muertos próximos de las tumbas,con fiestas y, sobre todo, con mucha alegría, práctica que se extendió en algunas culturas contemporáneas. Las costumbres de los pueblos primitivos se fueron modificando debido a la influencia de otros, venidos probablemente del norte de África ( los Íberos) y del centro de Europa (los Celtas). Véase lo que nos rebelan los exponentes de la Doctrina Espírita:" Y los galos que vienen a la conmemoración de los muertos,(...) solo que en vez de conmemorar en los cementerios, entre túmulos, era en el hogar donde ellos celebraban el recuerdo de los amigos apartados, pero no perdidos, que ellos evocaban en la memoria de los espíritus amados que algunas veces se manifestaban por medio de los ritos druidas y de los bardos inspirados". 


Resáltese aquí que los galos evocaban a los ancestros de los muertos, (divinidades), en los recintos de piedra bruta. Las sacerdotisas druidas y los bardos (poetas y oradores inspirados), eran verdaderos médiums y solamente ellos tenían permiso para consultar a los oráculos ( en la Antigüedad, la respuesta de una divinidad a quien se consultaba).


Los galos, por tanto, no veneraban los restos cadavéricos, sino el alma sobreviviente y era en la intimidad de cada habitación donde se celebraba el recuerdo de sus muertos, lejos de las catacumbas, a diferencia de los pueblos primitivos. La fiesta de los Espíritus era de suma importancia para ellos, pues homenajeaban a Samhain ( El Señor de la Muerte), festividad esa, iniciada siempre la noche anterior al 1º de noviembre, o sea, el día 31 de octubre. Esa celebración marcaba el fin del verano y el final de la última cosecha del año.


Creían que los espíritus de los muertos, en los meses de invierno, salían de los túmulos helados para visitar sus antíguas moradas y orientar a sus familiares. Los buenos, supuestamente, los protegían, más para confundirnos, los malos espíritus se vestían de fantasmas, lo cual dio origen a la tradicional fiesta de Hallowen de nuestros días.


Pero una densa bruma descendió sobre la tierra de las Galias, a través del tacón de Roma, que expulsó a los druidas e impíos del Cristianismo clerical. Ese periodo histórico de frenética agitación, más tarde fue mutilado por los bárbaros, sobreviniendo una noche de diez siglos (la oscura Edad Media), que prohibió el espiritualismo y entronizó la superstición, lo sobrenatural, el milagro, la beatificación, la santificación y la definitiva narcotización de la conciencia humana, llevándola al analfabetismo espiritual.


La historia oficial de la Iglesia registra que fue en el Monasterio Benidictino de Cluny, en el sur de Francia, en el año 998, cuando el Abad Odilón promovía la celebración del día 2 de noviembre, en memoria de los muertos, dentro de una perspectiva católica. Por la influencia de ese Monasterio, que entonces ejercía en la Europa septentrional, se propagó con rapidez la nueva celebración, porque vino al encuentro de costumbres ya arraigadas en todas las culturas, cada cual con su entendimiento y su práctica, obviamente es el culto a los muertos. Solamente en 1311 fue sancionada en Roma, oficialmente, la memoria de los fallecidos, pero fue Benito XV quien universalizó tal celebración en 1915, entre los católicos, cuya expansión religiosa auxilió aun más a la difusión de esa costumbre-

( Continuará)



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