viernes, 2 de febrero de 2024

+. El culto a los muertos, en una visión kardeciana (2 de 3)

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Tras fenómeno de la muerte

2.- Animales

3.- Caracteres de la Ley Natural

4.-El culto a los muertos, en una visión kardeciana  (2 de 3)

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   TRAS EL FENÓMENO DE LA MUERTE

La experiencia nos enseña que en el momento de la muerte, el periespíritu se desprende más o menos lentamente del cuerpo. Durante los primeros instantes, el Espíritu no entiende su situación: no se cree muerto porque se siente vivo; ve su cuerpo a un lado, sabe que le pertenece y no comprende que esté separado de él.
Este estado perdura mientras existe un lazo entre el cuerpo y el periespíritu. Un suicida nos dijo: No, no estoy muerto –y añadía– y sin embargo, siento como me roen los gusanos. Ciertamente, los gusanos no roían el periespíritu, y mucho menos el Espíritu; tan sólo roían el cuerpo. Pero, como la separación del cuerpo y del periespíritu no era aún completa, resultaba de ello una especie de repercusión moral que le transmitía la sensación de lo que pasaba en el cuerpo. Quizá repercusión no sea la palabra adecuada, pues, haría suponer un efecto muy material; era más bien la visión de lo que pasaba en el cuerpo, unido aún a su periespíritu, lo que producía en él una ilusión que tomaba por la misma realidad. Así, pues, no era un recuerdo, porque, durante la vida, no había sido roído de gusanos, sino el sentimiento de un hecho actual. De este modo se ven las deducciones que se pueden hacer de los hechos, cuando son observados atentamente. Durante la vida, el cuerpo recibe las impresiones exteriores y las transmite al Espíritu por mediación del periespíritu, que probablemente constituye, lo que se llama fluido nervioso.
Muerto el cuerpo, nada siente, porque carece de Espíritu y de periespíritu. El periespíritu, desprendido del cuerpo, experimenta la sensación, pero, como no la recibe por conducto limitado, se hace general la sensación. Luego, como en realidad no es más que un agente de transmisión, pues en el Espíritu es donde está la conciencia, resulta que, si pudiese existir un periespíritu sin Espíritu, no sería más sensible que un cuerpo muerto. De la misma forma, si el Espíritu no tuviese el periespíritu, sería inaccesible a toda sensación penosa, como ocurre con los Espíritus completamente purificados.
Sabemos que, cuanto más se purifican, más etérea se hace la esencia del periespíritu, de donde se sigue que la influencia material disminuye a medida que el Espíritu progresa, es decir, a medida que el mismo periespíritu se hace menos grosero.
Allan Kardec.

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                                   ANIMALES          


  Es deber del ser humano respetar y proteger todas las formas de vida.

  Los diversos animales que rodean nuestra existencia en el planeta Tierra, son también criaturas de Dios y deben ser considerados como hermanos menores.

 Podemos servirnos de ellos siempre que sea necesario, pero ningún derecho es en sí ilimitado.

 Ellos no están en el mundo con la única finalidad de ser útiles a los hombres y debemos tener conciencia  de que el ejercicio de cualquier derecho abusivo siempre es reprobable.

 Dios puso a los animales bajo nuestra protección. Tenemos, por tanto, el deber de protegerlos..

  Las personas que aman y cultivan la convivencia con los animales, si observan con atención, verificarán que varias especies son portadoras de cualidades que consideramos humanas. 

  Son capaces de tener paciencia, prudencia, vigilancia, obediencia y disciplina. Demuestran muchas veces, sensibilidad, cariño y fidelidad-

  Tienen su lenguaje propio, sus afectos y su inteligencia rudimentaria.

   Nos daremos cuenta de que cuanto más cerca se encuentran de los seres humanos, más se les asemejan.

  En la convivencia con esos seres, debemos establecer el límite entre lo que es realmente necesario y lo que es superfluo.

  Cuando estén bajo nuestros cuidados, ofrezcámosles la alimentación adecuada, el afecto y las condiciones básicas de higiene, así como el tratamiento de su salud cuando sea necesario.

 Reflexionemos en cómo venimos actuando en relación a esos compañeros de jornada.

   Redacción de Momento Espírita


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         CARACTERES DE LA LEY NATURAL



. ¿Qué debe entenderse por  Ley Natural? 

- La ley natural es la ley de Dios. Es la única verdadera para la felicidad del hombre. Le indica lo que debe hacer o no hacer, y sólo es desdichado porque de ella se aparta. 

*. ¿Es eterna la ley de Dios? 

- Es eterna e inmutable, como Dios mismo.

. ¿Ha podido Dios prescribir a los hombres, en una época lo que les hubiera prohibido en otra? 

Dios no puede equivocarse. Son los hombres los que están obligados a cambiar sus leyes, por ser ellas imperfectas. Pero las leyes de Dios son perfectas. La armonía que rige al universo material y al universo moral está basada sobre las leyes que Dios estableció de toda eternidad

EL LIBRO DE LOS ESPIRITUS.
ALLAN KARDEC

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EL CULTO A LOS MUERTOS, EN UNA VISIÓN KARDECIANA

(2 de 3 )

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La legislación vigente llega a declarar el dia 2 de noviembre como fiesta nacional, con el objetivo de que las personas puedan homenajear a sus parientes y amigos fallecidos.

     Nosotros, los espíritas, somos cuestionados sobre el tema: ¿Cómo analiza el Espiritismo el día de los muertos?. Respondemos a esta cuestión del siguiente modo:  Las religiones hablan excesivamente en lo que tañe a las enseñanzas de las esenciales, nociones sobre la inmortalidad del alma, aunque haya una u otra que tengan alguna noción del tema. Aun así, es insignificante si se comparan con las enseñanzas de luz escritas por Allan Kardec, y contenidos en "El Libro de los Espíritus".

     De ahí la razón por la que en el día de los finados se dirija la gente  a los "Campo-santos", como si el cementerio fuese la morada eterna de aquellos que desencarnaron. "El Libro de los Espíritus" nos enseña el respeto a los desencarnados como un impositivo de fraternidad, sin que materialicemos ese sentimiento frente a los túmulos, ni que tales recuerdos y homenajes deban ser realizados en un día especial oficialmente establecido.

     En la actualidad, esa celebración se desvió y mucho, del ritual religioso, trasladando el enfoque sentimental y emocional para el comercial, una vez que la mercantilización de flores, velas, santos, escapularios y la eventual preocupación para la conservación y mantenimiento de los túmulos ( normalmente solo son recordados en noviembre), responden por ese protocolo social. El celo con que son cuidados los túmulos, solo tiene algún sentido para los encarnados, que además, deben cuidar el no caer en ninguna clase de culto extraño. No debemos convertir las necrópolis vacías en "salas de visita del más allá", como dice Richard Simonetti, porque hay locales más indicados para recordar a aquellos que desencarnaron.

     Aunque no reprobamos de manera absoluta las pompas fúnebres, pues el homenaje en memoria de un hombre de bien "es de justicia y de buen ejemplo", el Espiritismo revela que el deseo de perpetuar la propia memoria en los monumentos fúnebres, viene dado por un acto de orgullo. "La suntuosidad de los monumentos fúnebres determinada por parientes que desean honrar la memoria del fallecido, y no por este, aun es parte del orgullo de los parientes que quieren honrarse a sí mismos. No siempre es por el muerto por lo que se hacen todas esas demostraciones, sino por amor propio, por tener la consideración del mundo y por la exhibición de riqueza". La tumba es el punto de encuentro de todos los hombres y en ella se defienden despiadadamente todas las decisiones sociales. Debido a esto, es inútil al rico, tratar de perpetuar la memoria por medio de fastuosos monumentos. El paso de los años los destruirán, así como  su  propio cuerpo. Esa es la ley de la Naturaleza. El recuerdo de las buenas acciones será menos perecible que su túmulo. La pompa de los funerales no lo dejará limpio de sus torpezas y no lo hará ascender siquiera un grado en la jerarquía espiritual.

     Procuramos más, el lado cómodo  arraigado en nosotros del formalismo material y despreciamos la esencia del ser, motivo por el cual se obligó Jesús a decir a los escribas y fariseos de su época: "sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen hermosos pero por dentro están llenos de huesos de cadáveres y de toda especie de podredumbre".

     De la cuestión 320 a la 329 del Libro matriz que dio origen al Espiritismo, recibimos lecciones de extrema importancia sobre funerales y celebraciones en memoria de los muertos; veamos: Los Benefactores afirman que los llamados " muertos" son sensibles al recuerdo de los que amaban en la Tierra y que, de alguna forma, su recuerdo aumenta su felicidad si son felices,  y si son infelices, les sirve de alivio. Podemos afirmar que el día de los "finados" es un día como otro cualquiera, porque los espíritus son sensibles a nuestros pensamientos en las solemnidades humanas. En el día de los finados ellos solo "se reúnen" en mayor número porque mayor es el número de personas que los llaman. Pero cada uno solo comparece en atención a sus amigos y no por la multitud de los indiferentes".

( Continúa y finaliza en la siguiente publicación)

                                 

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