domingo, 26 de febrero de 2023

La materia de los Espíritus

  INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.-  La materia de los Espíritus

2.-  Pedofilia

3.- Lazos eternos

4.- Las revelaciones, de Moisés y de Cristo

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      La Materia de los Espíritus

                                   

                                                                          

Katie King   

Qué ocurre en realidad cuando un fantasma se materializa partiendo del cuerpo del médium? ¿Es la fantasmogénesis fisiológica un acto de posesión en los espíritus?

    A finales del siglo XIX surgieron ante un público solícito de hechos insólitos una gran cantidad de médiums afiliados al movimiento espiritista, de gran boga en aquella época, que manifestaban poder traer a entes del «más allá» mostrándolos ante el público que asistiese a sus sesiones. Las reuniones, por supuesto, en la gran mayoría de los casos, eran convocatorias, a las que se podía acudir previo pago de ciertas cantidades de dinero.

     Entre el marasmo de ansiedad e incertidumbre en que vivía la humanidad desilusionada por las corrientes materialistas de la época y por una religión que no le ofrecía pruebas palpables, el movimiento espiritista fue la solución para un público desencantado del mundo que le rodeaba, y que necesitaba «pruebas tangibles» que la corriente espirita sí podía ofrecer. De esta forma, surgieron las médiums de salón, que causaron un gran revuelo por la enorme cantidad de información que podían suministrar del «más allá». La ciencia comenzó a interesarse por esta fenomenología, tratando de comprobar qué había de verídico en todas aquellas manifestaciones.

    Entre los hombres de ciencia que se interesaron por este tipo de casuística, y dentro de ella por la materialización de espíritus de seres ya difuntos, estuvo el eminente químico inglés William Crookes, que durante tres años (1871-1874) estudió una curiosa materialización que decía llamarse Katie King, y que surgía a instancias de una médium de corta edad –15 años–, llamada Florence Cook Dicho caso, al que hemos aludido en el primer volumen de «Las Ciencias Prohibidas», sigue siendo hoy objeto de enconadas discusiones, ya que aún no ha quedado claro si fue un fraude o una hermosa realidad.                                                                 

    Florence Cook se presentó a William Crookes para pedirle que se ocupara de su caso. Las primeras sesiones se celebraron en casa del señor Luxmore. El famoso químico pudo constatar desde un principio que, contrariamente a lo que se había insinuado –la posibilidad del desdoblamiento de la médium en un ser igual a ella–, Florence Cook y Katie King eran personas completamente distintas.                      En efecto, mientras la aparición permanecía delante de él, percibió con toda claridad un sollozo de la médium sumida en trance dentro del camarín. No concediendo importancia a esta prueba  quiso que el fantasma apareciese en el mismo lugar en que se encontraba la médium Cook, sumida en un trance profundo –estado en que entran dichos individuos para la producción de fenómenos–, con objeto de comprobar si eran o no dos personas iguales y verificar o no la hipótesis del desdoblamiento, ya que el fantasma y su médium mostraban un increíble parecido.  

 

 

 

 El Testimonio de William Crookes

    No tardó mucho el día en que Katie apareció al lado de Florence Cook. Pero dejemos que sea el mismo William Crookes quien relate lo sucedido: 

" Me ocuparé ahora de la sesión celebrada ayer por la noche en Hacknev. Nunca se apareció Katie con tal perfección; por espacio de casi dos horas se


paseó por la habitación y departió con los allí presentes. Mientras paseaba me cogió varias veces por el brazo. La impresión que sentí- de que era una mujer viva la que se encontraba a mi lado y no un visitante de otro mundo-, fue tan fuerte, que no pude resistir la tentación de repetir una reciente y curiosa experiencia".

" Convencido de que si no era un espíritu lo que tenía a mi lado, mi acompañante tendría que ser una mujer, le pedí permiso para cogerla en brazos, pues, de este modo, esperaba comprobar las interesantes observaciones que un osado experimentador había hecho públicas poco antes de manera un tanto prolija. Me fue otorgado el permiso, e hice uso de él del modo más conveniente, igual que cualquier hombre bien educado, se conduciría en semejantes circunstancias. A mister Volckman le encantará la noticia de que puedo corroborar su tesis de que el fantasma (que, por otra parte, no opuso ninguna resistencia) es un ser tan material, como la misma Florence Cook.»

«Katie aseguró que esta vez se sentía capaz de manifestarse al mismo tiempo que miss Cook".

" Reduje el gas de los faroles, y luego, con mi lámpara de fósforo en la mano, entré en la habitación que servía de camarín. Antes había pedido a un amigo, hábil taquígrafo, que anotara todas las observaciones que yo pudiera hacer mientras permaneciera en el camarín, pues nunca se me ha escapado la importancia que se atribuye a las primeras impresiones; además, no quería confiarlo todo a mi memoria, y menos aún cuando esto no era necesario. He aquí las notas:

"Entré con precaución en el camarín; estaba a oscuras y tuve que buscar a miss Cook a tientas. La encontré acurrucada en el suelo. Me arrodillé a su lado y encendí la lámpara. A su luz vi a la joven, que seguía con la misma indumentaria de terciopelo negro que al comienzo de la sesión. Daba impresión de completa insensibilidad. Ni siquiera se movió cuando la cogí de la mano y acerqué la lámpara a su cara; siguió respirando a un ritmo muy sosegado."

"Al levantar la lámpara, miré alrededor y vi a Katie en pie, justo detrás de miss Cook. Lucía los mismos ropajes blancos y ondulantes con los que todos la habíamos visto vestida desde el comienzo de la sesión. Cogí una de las manos de miss Cook con la mía libre y, una vez más de rodillas, moví la lámpara de


abajo arriba, tanto para iluminar 
la figura de Katie como para convencerme de a quién veía, de que era ella la misma Katie a la que minutos antes había estrechado, y no el engendro de una mente enfermiza. No dijo nada, se limitó a mover la cabeza en señal de reconocimiento. Tres veces diferentes examiné con atención a miss Cook, que seguía acurrucada delante de mí, para asegurarme de que la mano que estrechaba era la de una mujer viva, y tres veces, asimismo, enfoqué con la lámpara a Katie para observarla con sostenida atención hasta que no me cupiera la menor duda de que estaba delante de mí. Por fin, miss Cook hizo un ligero movimiento, y en el mismo instante Katie me hizo señas de que me fuera. Me retiré entonces a un rincón del camarín y dejé de ver a Katie, pero no abandoné la estancia hasta que miss Cook despertó y entraron dos de los asistentes con luz.

«La estatura de Katie es variable. En mi casa la he visto quince centímetros más alta que miss Cook. Ayer por la noche, descalza y sin estar de puntillas, medía once centímetros más que miss Cook. También ayer por la noche, Katie tenía descubierto el cuello. La piel del mismo era suave al tacto y a la vista, mientras que miss Cook tiene en el cuello una cicatriz que, en parecidas circunstancias, es, además, de muy visible, áspera al tacto. Las orejas de Katie no están perforadas, en tanto que miss Cook suele llevar pendientes. La tez de Katie es muy blanca; la de miss. Cook en cambio es muy morena. Los dedos de Katie son mucho más largos que los de miss Cook y su rostro más despejado que el de la médium... El pelo de Katie es rubio; el de miss Cook es de color castaño, pero casi parece negro...»

   La vida intelectual del siglo XIX fue más compleja que la de ninguna época precedente. El hombre de ciencia, que en un principio había ignorado esta fenomenología, como consecuencia de la restricción del método empírico, según el cual no se podría concebir que un hecho no sucediese en todos los casos, si se planteaban las mismas condiciones experimentales, cosa que no sucede en los fenómenos psíquicos. Sin embargo, el «boom» del espiritismo era demasiado grande para que la ciencia no se sintiese atraída a intervenir, encargándose de realizarlo en un principio Francia e Inglaterra. En la primera, la figura más eminente fue Charles Richet, premio Nobel en fisiología, creador del término que agrupa a este período de investigación: «La metapsíquica».

Richet Estudia A «Ben-Boa»

   Un clima altamente emocional, hoy como hace cien años, es un requisito indispensable para que en las reuniones mediúmnicas se produzcan

materializaciones y otros fenómenos parapsicológicos.

   Pero volvamos a nuestro tema de las materializaciones y pongamos al corriente al lector de una curiosa fantomogénesis estudiada por  Charles Richet en Argel, en la que actuaba de  médium Marthe Beraud, hija de un oficial superior, prometida al hijo de un general, muerto en el Congo antes de celebrarse la boda. Esta joven, de pequeña estatura, morena, de ojos vivos, cabellos cortos e inteligencia muy despejada, producía un extraño fantasma que decía llamarse Ben-Boa, caballero que aparecía tocado de una túnica y un curioso casco en la cabeza, de barba hirsuta y que hablaba con los presentes. Sus pies, sin embargo, no parecían distinguirse, observándose al final del cuerpo una especie de muñón que parecía sostenerlo. Otro dato curioso de la aparición es que siempre se esfumaba bruscamente en línea vertical al suelo, lo que hacía sospechar la posibilidad de que en el piso hubiese una trampilla por la que el intruso pudiera deslizarse fácilmente, dada la penumbra usual en que se desarrollaban las sesiones. Pero observemos las condiciones de control que estableció Richet en las sesiones.

    La cámara en la que se realizaban las experiencias se encontraba en un pequeño pabellón aislado, sobre una cuadra y debajo de un granero. La ventana había sido condenada y se hallaba cerrada constantemente. La única puerta se cerraba con llave al principio de cada sesión, y el pabellón no tenía otra habitación más que aquélla. «Antes de cada sesión, juntamente con Delanne, lo examinábamos todo meticulosamente.»

«Dos cortinas en el fondo de la cámara aislaban de la misma una especie de gabinete, completamente oscuro, de configuración triangular, cuya hipotenusa estaba representada por una cortina de una longitud de 2,5 metros poco más o menos. Los asistentes o espectadores se sentaban enfrente, a unos 50 centímetros, y a veces, a menos distancia. Entre aquéllos se contaban el general Noel y su señora; Mlle. XMarie y Paule, que eran dos hermanitas de Marthe –adrede las colocábamos lejos de la cortina, Delanne y yo. Recibíamos luz por una lámpara roja como las empleadas en los laboratorios fotográficos. En el gabinete había una silla, minuciosamente inspeccionada, para Marthe, y otra para la negrita Aischa, criada de la casa».

«Se podía, pues, ver perfectamente cuanto pasaba en la sala. También puedo afirmar con absoluta certeza que ninguna persona podía entrar allí durante las sesiones».   

«Seguramente, como Marthe no estaba atada ni sujeta por las manos, las condiciones de vigilancia eran más inseguras, pero suficientes, sin embargo, para poder formar una opinión».

Para Richet, según todas estas declaraciones, queda establecida la imposibilidad de un fraude por medio de material instrumental, como los usados en los trucos teatrales, que pudiese utilizar la médium, o que el fantasma  fuera en realidad un individuo extraño, contratado exprofeso.

Veamos a continuación cómo se desarrolló la materialización de Ben-Boa: «El fantasma de Ben-Boa apareció muchas veces, cinco o seis, en condiciones del todo satisfactorias, en el sentido de que no se puede suponer que fuera Marthe, vestida con un lienzo y tocada con un casco. Hubiera sido preciso que ésta trajera y llevase uno y otro. Después, simultáneamente, en varias circunstancias, vimos al fantasma y a la médium. Respecto a la hipótesis de que fuera un maniquí, es más absurda todavía. El fantasma andaba, gesticulaba, se movía: se distinguían sus ojos, que miraban lentamente alrededor; y cuando probó a hablar, se vio cómo se movían sus labios».

 La Respiración Del «fantasma»

«Tenía tal apariencia de vida que realicé la experiencia siguiente: tomé un frasco lleno de agua de barita, y ensayé la comprobación de si respirando –porque se oía su respiración– producía, como los seres vivientes, ácido carbónico que enturbiara el líquido. La experiencia salió bien. No dejé de mirar el frasco desde el momento en que lo puse en manos de Ben-Boa, quien en el ángulo izquierdo de la cortina parecía flotar en el aire, más alto y de mayor envergadura que la propia de Marthe puesta de pie. Mientras que el fantasma soplaba en el tubo, se oía el burbujeo del aire, y a la vez preguntaba yo a Delanne: ¿Véis a Marthe? Delanne me contestaba: "Sí, la veo por completo." Aischa se encontraba alejada, en el otro ángulo del gabinete, y yo la distinguía claramente, inmóvil y dormida. También veía perfectamente la silueta de Marthe sentada en la silla, pero no podía verle la cabeza ni el costado derecho.»

Adaptación: Oswaldo Porras Dorta

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                  PEDOFILIA 

Asunto delicado y grave. Veamos algunos aspectos iniciales:

¿  Cómo ve el espiritismo la cuestión de la pedofilia ?

Como un grave desequilibrio mental y espiritual, que necesita un severo tratamiento multidisciplinar, englobando  diversos profesionales además de un tratamiento espiritual complementario.

¿Por qué razón existen los pedófilos ?

Por la misma razón que existen otros desequilibrios psíquicos. Son actitudes dolorosas que se estructuran a lo largo de una o más existencias, o sea, reencarnaciones. Nadie fue creado pedófilo.

¿ El qué pasa por sus mentes ?

Cada uno de ellos tiene una historia. No se pueden colocar todos bajo un mismo rótulo. Pero se puede decir que todos tienen un impulso sexual doliente y destituido de ética.

¿ Cuales son los traumas que tienen ?

Diversos, y varían conforme a cada caso. Pueden haber sufrido violencia infantil, abandono, desprecio, haber presenciado en tierna edad sexo entre los padres, en fin, otras distorsiones de la educación o de vivencias.

¿ Cómo se explica tal comportamiento?

La respuesta es tan difícil como explicar cualquier otra grave alteración de comportamiento. Son espíritus que por su atraso, inmadurez, ignorancia y sobre todo por el libre albedrío, se desvían de la línea normal de conducta. 

¿Y las víctimas, por qué lo son ?

En diversas ocasiones fuimos cuestionados sobre la dolorosa y delicada circunstancia de la Pedofilia. Principalmente al propiciar preguntas que nos fueron dirigidas por escrito, se daba vía a este cuestionamiento.

Aunque el tema sea potencialmente polémico y desagradable, no se puede ignorar en el contexto de nuestra situación planetaria.

 Nuestro abordaje será desde el ángulo transcendente y reencarnacionista, considerando que son dos espíritus, como mínimo, los envueltos en la tragedia en cuestión. Nos cabe aclarar que el libre albedrío, es el mayor patrimonio que nosotros, espíritus humanos, hemos alcanzado al llegar a la faja evolutiva pensante. Libre albedrío que no legitima actitudes, pero da la oportunidad a las criaturas, de decidir y responsabilizarse por las consecuencias de sus actos posteriores.

   Otra premisa que deberemos establecer es aquella de mayor o menor  repercusión de los actos ante la Ley Universal, en función del nivel de esclarecimiento que poseamos. Es también importante destacar que no hay actos perversos que hayan sido planeados por la Espiritualidad Superior. Sería de una miopía intelectual sin límites, la idea de que alguien debe reencarnar para ser violado o sufrir pedofilia.

La concepción de un Dios castigador y vengativo, ya no cabe en el diccionario de los esclarecidos sobre la vida espiritual. Dios es la fuente inagotable de Amor.

  Es la Ley mayor que todo lo preside, una ley de amor que coordina las  leyes de la naturaleza. Entonces, ¿Cómo concebir la violencia física?, ¿Cómo encuadrar la omnipresencia divina en situaciones y sufrimientos que observamos?. ¿Dios estaría ausente en esas circunstancias?, ¿O estaría presente?. Para muchos individuos si estuviese presente, ya sería motivo para no creer en su existencia o en su infinita bondad y omnisciencia.

  Otra cuestión importante: ¿ Quien es la víctima?. Analicemos.

  Cada uno de nosotros, al reencarnar trajo todo su pasado impreso indeleblemente en sí mismo. Son los núcleos energéticos que traemos en nuestro inconsciente, construidos en el pasado.

   Espíritus que somos, y por los innumerables viajes que pasan por las innumerables vidas, poseemos en nuestro "pasaporte", numerosos "sellos" de las posadas en donde estuvimos en vidas anteriores. Hoy, la suma de esas experiencias se traducen en un manantial energético que irradia constantemente desde nuestro interior para la superficie de esta vida.

   Así es también la "víctima". La criatura que hoy se presenta de forma diferente, trae en su pasado profundas marcas de actitudes perjudiciales para sus hermanos. Actitudes de desequilibrio que son grabadas en sí mismas.

   Alguna de esas, hoy criaturas, participaron intelectualmente en verdaderas emboscadas, con el objetivo de llegar de manera dolorosa a la intimidad sexual de las criaturas; otras fueron ejecutoras directas, por la autoridad de que eran investidas, de crímenes en este área. En fin, son múltiples las situaciones generadoras de desarmonía energética que ahora pulsa constantemente en los archivos vibratorios de la criatura, nuestro personaje en este drama.

   Por la Ley Universal de Sintonía de vibraciones, podrá ocurrir en un momento dado una sorpresa desagradable. El Espíritu, criatura ahora, podrá atraer y sintonizar con la frecuencia del agresor, o sea, del pedófilo, y ser agredida.

   Identificados los dos protagonistas ( agresor y criatura), tenemos también que considerar el frecuente proceso obsesivo que se viene desarrollando.  Otra entidad podrá estar fijada periféricamente y hasta profundamente en la trama periespiritual de uno o dos de los envueltos en el proceso. Recordamos nuevamente que no fue en hipótesis alguna, programada la violencia o el estupro, ni  lo que en ninguna circunstancia tendría justificación. Sin embargo, el crimen existe, y es necesario comprenderlo en una visión más amplia de lo que está aconteciendo. La Espiritualidad siempre hará lo máximo para evitar el "mal", o si no fuera posible, apoyar a los que sufren.

   El Espíritu sometido a violencia de pedofilia sufre intensamente  en el proceso, conforme su grado de madurez espiritual. No hubo programación, pero la tendencia que traía era fuerte y estaba el riesgo de pasar por algo de este género, que la Espiritualidad no consiguió evitar. Mediante la Ley Divina, sabemos que el espíritu reencarnado no debe recibir la agresión arbitraria por la violencia cometida por otro.  Violencia que genera violencia, un ciclo triste que necesita ser roto con una postura de amor, de orientación y de perdón.

   La violencia de la pedofilia genera, muchas veces, profundos traumas en todos los implicados, exacerbando la dolorosa situación kármica de la constelación familiar.

   Hay también espíritus afines y benefactores, que tratan de amparar a los implicados en este dolor. Amigos de lo extrafísico, llenos de ternura en su corazón, con proyectos de dedicación y amparo, siempre se hacen presentes´

   El tiempo se encargará de cicatrizar las heridas del alma.

  Dr. Ricardo Bernardi

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LAZOS ETERNOS


La reencarnación estrecha los vínculos del amor, tornándolos lazos eternos, dado que faculta de experiencia en el área de la afectividad familiar.

Mientras las uniones de sangre favorecen el egoísmo, atando a las criaturas a las cadenas de las pasiones posesivas, la pluralidad de las existencias ayuda, mediante la superación de las conveniencias personales, a la unión fraternal.

Los padres y prometidos, los hermanos y primos, los abuelos y nietos de una etapa cambiarán de lugar en el grupo de compañeros que se afinan, permaneciendo los motivos y estímulos de la amistad superior.

El desligamiento físico por la desencarnación hace que se recompongan, en el más allá del túmulo, las familias hermanadas por el ideal de la solidaridad, ensayando los primeros pasos para la construcción de la inmensa familia universal.

Cuando la fuerza del amor vigilante detecta las necesidades de los corazones que se sumergen en la carne, sin egoísmo, piden a los programadores espirituales de las vidas que les permitan acompañar a aquellos afectos que les anticiparon, ayudándolos en las tareas comenzadas, y reaparecen en la parentela corporal o en aquella otra, la de fraternidad real que los une y faculta los ejemplos de abnegación, renuncia y dedicación.

Este amigo que te ofrece un brazo fuerte; ese compañero a quien estimas con especial cariño; aquel conocido a quien te consagras con superior dedicación; otro compañero que te sensibiliza; ese otro discreto benefactor de tu vida; aquel otro vigilante auxiliar que se apaga para que aparezcas, son tus familiares en espíritu, que ayer vistieron las ropas de un padre abnegado o de una madre sacrificada, de un hermano dedicado o primo generoso, de una esposa fiel y querida o de un marido cuidadoso, ahora a tu lado, en otra modalidad biológica y familiar, alma hermana de tu alma, disminuyendo tus dolores, en la vía de la evolución e impulsándote para arriba, sin pensar en si…

Los adversarios gratuitos que te asedian y perturban, los que te buscan sedientos y famélicos, vencidos por pasiones mezquinas, son, también, familiares otros a quien engañaste y traicionaste, que ahora retornan, necesitados de tu cariño, de tu rehabilitación moral, a fin de que se rehaga el grupo espiritual, que ascenderá contigo en el rumbo de la felicidad.

*

Jesús, más de una vez, confirmó la necesidad de esa fusión de los sentimientos encima de los vínculos humanos, exaltando la superior necesidad de la unión familiar por los lazos eternos del espíritu.

La primera, lo hizo, al exclamar, respondiendo a la solicitación de los que señalaban a su madre amada que lo buscaba, refiriéndose: – “¿Quién es mi madre, quien son mis hermanos, sino aquellos que hacen la voluntad del Padre?”.  Posteriormente, en la cruz, cuando habló en un sublime testimonio, en respuesta directa a la Madre angustiada que le preguntó: “Hijo mío, hijo mío, ¿qué te hicieron los hombres? Elucidándola y donándola a la Humanidad: – “Mujer, he ahí tu hijo” – “Hijo, he ahí tu madre”, entregándolo a su cuidado, a través de cuya acción inauguró la Era de la fraternidad universal encima de todos los vínculos terrenos.

Joanna de Ângelis

Médium Divaldo Franco
Extraído del libro “S.O.S Familia”

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LAS REVELACIONES DE MOISÉS Y DE CRISTO       
       Hay revelaciones apócrifas y mentirosas, pero también las hay serias y verdaderas. El carácter esencial de la revelación divina es el de verdad eterna. Toda revelación factible de error o sujeta a modificaciones no emana de Dios. Es por eso que el Decálogo presenta los caracteres de su origen, mientras que las otras leyes mosaicas de índole transitoria, a menudo contradictorias con la
ley del Sinaí, son la obra personal y política del legislador hebreo. Al dulcificarse las costumbres del pueblo, las leyes cayeron en desuso, mientras que el Decálogo, faro de la Humanidad, siguió en pie. Cristo construyó el edificio de sus enseñanzas basándolo en el Decálogo, mientras que abolió
las otras leyes. Si éstas hubiesen sido obra de Dios, no las hubiera tocado. Cristo y Moisés son los dos grandes reveladores que cambiaron la faz del mundo, y en ello reside la prueba de la misión divina de ambos. Una obra puramente humana no hubiera poseído tanta fuerza...
- La Génesis- de Allan Kardec   
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