viernes, 17 de agosto de 2018

Abordaje espírita de la depresión


Programa  de temas  :

- Abordaje espírita de la depresión.
-El olvido de nuestro pasado es el reflejo de nuestro presente
-Cuando los recuerdos espontáneos de vidas pasadas se dan en
  adultos,podrían deberse a fabulaciones inspiradas en remotas
  historias que escucharon en la niñez?
- Advertencia de María (a los Sacerdotes y Pastores del Cristianismo)
-¿ Se puede perder la mediumnidad ?



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  ABORDAJE ESPÍRITA DE LA DEPRESIÓN



                                                                                

Qué es y cómo surge 
Médicos y renombrados médiums espíritas enseñan como vencer este mal.
Por Erika Silveira
Un estado de tristeza constante que persiste por más de quince dias consecutivos; la persona queda sin energia, voluntad e interés; alteraciones en el apetito, del sueño y de deseos sexuales, pueden significar los primeros síntomas de una crisis de depresión. És un problema que alcanza a un número cada vez mayor de personas en los tiempos actuales, pero, ¿cómo prevenir e combatir este mal de la vida moderna?
En esta entrevista, el médico neuropsiquiatra y psicoterapeuta, Dr. Franklin Antonio Ribeiro, dirigente del Grupo Espírita Hosana Krikor es miembro del Núcleo de Estudios de los Problemas Espirituales y Religiosos (NEPER), dele l Instituto de Psiquiatria de la USP, esclarece cuales son sus principales agentes causantes y cómo la ciencia y la doctrina espírita pueden trabajar juntas.
¿ La  depresión puede ocurrir en cualquier edad?
Acontece en todas las edades, inclusive en la infancia. Una tesis presentada en un congreso de psicoanálisis en Roma, en el año 1953, mostró que la falta de cariño y atención puede causar depresión. La experiencia fue realizada con 165 niños que convivieron con las madres durante por lo menos seis meses y después se apartaron por algún motivo. En el primer mes, los bebés comenzaban a llorar más, se volvieron tristes y mantenían distanciamiento de las personas que se les acercaban. En el segundo, ya no tenían la misma cantidad de ganancia de peso y altura, y en el tercero, si las madres no habían regresado, pasaban a adquirir infecciones con mayor facilidad. Algunos llegaron a fallecer. En el caso de madres que volvieron, los bebés se curaban de la depresión. Eso muestra que el amor es un elemento valioso para tratar el problema.
La depresión puede ocurrir también en la adolescencia, teniendo como síntoma más común, la irritabilidad, por otra parte, el número de jóvenes con depresión viene aumentando debido al uso exagerado del alcohol y las drogas. El alcohol es el mayor agente depresor de todos. Actúa como el sistema controlador del humor, llevando al individuo a tener alteraciones de comportamiento. Al principio, el alcohol desinhibe, por eso a la mayoría de las personas les gusta beber, solo que si tienen disposición genética, puede ocurrir la dependencia.
Ya en la tercera edad, ocurre alteración de la memoria. El olvido exagerado es una señal en el anciano.
¿Cómo es analizada la depresión  desde el punto de vista médico, humanístico y espiritual?
La depresión tiene varios aspectos. Desde el punto de vista humanístico, el amor, desde la infancia, es factor primordial y comienza dentro de la familia. Si hay una relación sincera entre los miembros, la criatura va a crecer dentro de un hogar estructurado, aun con todas las dificultades naturales de una relación humana. El indivíduo aprende temprano a lidiar con la insatisfacción, con las crisis, con el respeto, amistad, desprendimiento y otros aspectos importantes en las relaciones.
Muchas veces, la persona está con la auto-estima baja, sin autoconfianza, desanimada, desinteresada, sin el placer de vivir, y siente que alguien se interesa por ella, su inmunidad mejora mucho. El ser humano precisa sentirse reconocido. Sin eso, comienza a sentir una sensación de vacío y de angustia.
El deprimido tiene equivocaciones en relación a lo que piensa sobre sí mismo. El indivíduo no se conforma con aquello que está pudiendo ser o que le gustaría que volviese.
Desde el punto de vista médico, la depresión es una falta de neurotransmisores en el cerebro, que necesita de medicación, o sea, de un control químico.
Desde el ángulo espiritual, la culpa, la angustia y el resentimiento, llevan a la persona a estados depresivos, pudiendo causar el desarrollo de dolencias psicosomáticas y hasta el  mismo cáncer. Por tanto, el amor y el perdón que la doctrina espírita tanto nos enseña, son sentimientos también preventivos.
¿Cuales son los tipos de depresión?
En la depresión primaria el individuo nace con falta de neurotransmisores, pero con dosis de remedio y amor, la depresión puede ser evitada. Recordamos también que la depresión tiene factores genéticos. Estudios con hermanos gemelos comprueban este hecho.
En la depresión secundaria, hay factores que pueden desencadenarla, como algunos medicamentos que afectan el humor, periodos de pos-cirugía, pos-parto, pre-menstruales, menopausia, entre otros.
¿ Qué  hacer ante los síntomas de una depresión?
Primero, procurar un médico psiquiatra, para que no sean tomados remedios suministrados equivocadamente... Cada paciente necesita de un antidepresivo específico. Si además del remedio, de la terapia, de los cuidados como el sueño, de la alimentación y las relaciones, el deprimido hiciese un tratamiento espiritual con pases magnéticos, agua fluidificada y lectura del Evangelio, (no nos olvidemos de los espíritus obsesores),  tanto mejor. El tratamiento completo engloba lo biológico, psicológico, social y espiritual.
¿Cómo prevenirla?
Si el factor genético fuese muy fuerte, si se pueden evitar los factores psicológicos y espirituales. Psicológicamente, podemos enseñar a la criatura a lidiar con la falta de las cosas y de las personas, estableciendo límites. Educar es frustrar, porque la vida en la Tierra posee pérdidas, dolor, sufrimiento, e inevitablemente todos pasaremos por situaciones así. Si fuimos educados tempranamente para enfrentar las situaciones, estaremos mejor equipados. Si a cada sufrimiento los padres diesen un regalo, o de cierta forma satisfaciesen el principio del placer todo el tiempo, estarían criando seres inseguros, rebeldes ante cualquier problema de la vida, que aprenderán a ver en la materia la solución a sus problemas. Al contrario de eso, deberían enseñar el principio del  perdón, de la verdad, sinceridad, respeto, lealtad, compañerismo y diálogo.
La verdadera prevención está en el auto-conocimiento, en el amor a sí mismo y al prójimo, teniendo consciencia de que los seres humanos son como son, y no de la forma como nos gustaría que fuesen. Solo conseguimos comprender al otro, cuando nos comprendemos a nosotros, aprendiendo a aceptar y a lidiar con la insatisfacción. No hay como prevenir la depresión si no pasamos por nosotros mismos. Dios está dentro de nosotros, entonces agradézcale a Él por la vida. Cuando el temporal pasa, surge un lindo sol.
- Revista Verdad y Luz-

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El olvido de Nuestro Pasado     Es el Reflejo De Nuestro                    Presente



espirituA principios del siglo pasado, unos hombres y mujeres, con hondas convicciones, llevaron al movimiento espírita español a ser el más representativo del mundo. No en vano, fue en Barcelona en 1888 donde se realizó el 1º Congreso Espírita Internacional. Se trataba de persona instruidas o con el verdadero deseo de ser instruidas, que preñaban la geografía española con múltiples revistas especializadas y publicaciones diversas.
Había un sincero deseo de cambio, de instaurar ideas progresivas y renovadoras. El espiritismo que esta gente pregonaba estaba a la par de la idea más revolucionaria del momento, sabiendo aunar por un lado el lado científico con el espiritual. Muchos intelectuales del momento se interesaron por las ideas filosóficas de esta doctrina, tan similares en algunos puntos al sistema del filósofo alemán Krause.
Famosa es también la quema de libros en 1861 ante el puerto de Barcelona, último Auto de Fe de la Iglesia Católica en nuestra tierra. Ante la impasible mirada de muchos espíritas, pero que tuvo el reverso de hacer que los legos se interesaran por el contenido de aquellos libros y panfletos incendiados.
Son muchos los nombres de aquellos primeros espiritistas españoles, que el olvido ha lastrado, pero cuyo espíritu y energía no pasaron desapercibidos para una época.
Hoy en pleno siglo XXI nos llegan lejanos los ecos de algunos nombres: Amalia Domingo Soler, «la cantora del espiritismo», la mejor escritora espírita en palabras del filósofo Mario Méndez Bejarano, que dedicó un capítulo entero al movimiento espírita español en su obra Historia de la filosofía (1929).
Buena parte de su obra ha corrido mejor suerte que la del resto de sus compañeros. Obras como: Memorias del padre GermánTe perdonoRamos de violetas (poesías reunidas), o sus Memorias; dan muestra de su hondo sentimiento, de la delicadeza de su espíritu, su lucha constante y su entrega por divulgar el mensaje de amor y esperanza que los espíritus brindaban desde el más allá.
Su labor más importante estuvo en la dirección de la revista La luz del Porvenir (1879-1899), donde podía llegar a los lectores de menos poder adquisitivo, a los verdaderos sedientos de consuelo, llegándose a distribuir por las cárceles; y a cuya redacción solían escribir personas deseosas de esclarecimientos sobre diversas situaciones relacionadas con el mundo de los espíritus.
En dicha revista se solían también poner al día sucesos de la época o situaciones de cierto carácter costumbrista, donde guiada por los mentores espirituales, Amalia anotaba las respuestas y comunicaciones que la médium de sus trabajos realizaba.
 El periódico era antes de la aparición de la radio, la televisión o Internet, el verdadero órgano comunicador que aglutinaba masas. No en vano las novelas se solían publicar por entregas en ellos, antes de pasar a la imprenta formando un tomo.
Una selección de dichos artículos fue confeccionada por el centro espírita La luz del Camino de Orihuela en seis tomos publicados progresivamente.
Si quitamos a Amalia, el espírita medio aún ha podido disfrutar de la lectura de otro gran clásico: La guía práctica del espírita de Miguel Vives i Vives. Bella obra moral, que eleva el sentimiento. Y… deje usted de contar.
Sabrá nombres, pero no habrá leído nada de ellos. Incluso ignorará el nombre de otros que fueron de una importancia capital para la divulgación del conocimiento espírita en España. Traductores a la sombra, cuando no se estilaba tanto anotar quién la realizada, editores ocultos bajo el paso del tiempo y hombres de ciencia seriamente interesados en el estudio de los fenómenos psíquicos de los médiums.
Si hubo un hombre preocupado por la divulgación ese fue el Vizconde de Torres y Solanot. Si hubo un introductor del espiritismo en España ese fue José María Fernández Colavida, al que se llama el Kardec español.
Si tenemos un erudito en filosofía, Krausista hasta las cachas y profesor universitario, ese es Sanz Benito. Si tuvimos un médico investigador del fenómeno psíquico ese fue Víctor Melcior. Y tuvimos un gran médium de efectos físicos: Huelbes Temprado.
Pero si tenemos múltiples obras venidas de fuera de nuestro país (Francia, Inglaterra, Alemania, Estados Unidos, etc.) ante todo se lo debemos a Esteva Marata y Quintín López. Gran olvidado el primero de ellos, que desde la casa editorial Maucci nos legó tan importante labor, en una época donde saber idiomas no era habitual.
El movimiento espiritista a finales del siglo XIX y principios del pasado, era un hervidero de inquietudes. Nunca la palabra «movimiento» tuvo más sentido que en aquella época gloriosa, de la cual apenas nos queda un vago recuerdo. Lejos queda ya aquella tentativa en 1873 de llevar a las facultades de Filosofía y Letras; y de Ciencias, el estudio del espiritismo como parte de la formación universitaria.
¿Hacia dónde queremos ir?
Si la sensación latente es incompleta, es porque incompleta es la situación en la que estamos los espíritas españoles en particular y del mundo espírita en general, pues España fue una auténtica pionera en la doctrina de Allan Kardec, cuyo legado es un deber recuperar. Todavía laten con viveza aquellas palabras llenas de sincera emoción, que nos trasportan a planos más sublimes del sentimiento, palabras del plano espiritual que conservan toda su fuerza y vitalidad en pro de nuestra evolución espiritual.
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Dicho lo anterior y a modo de epígono, resaltamos por tanto la importancia de la recuperación histórico-literaria que desde el Centro espírita Entre el cielo y la tierra (impulsores de este periódico), están llevando a cabo. Siendo el primer volumen de la que esperamos una larga serie de obras, la psicografiada en el centro barcelonés La Paz dirigido por José María Fernández ColavidaLa barquera del Júcar.
Nuestra más sincera enhorabuena, pues van poniendo enmienda a lo denunciado líneas más arriba con su fantástica hemeroteca.
Por Jesús Gutiérrez Lucas para ZonaEspirita.com

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¿ Cuando los recuerdos espontáneos de vidas pasadas se dan en adultos, tal vez podría deberse a fabulaciones inspiradas en remotas historias que oyeron en su niñez?

En estos casos extraordinarios de recuerdos espontáneos cuando acontecen en adultos, siempre se tiende a pensar primeramente en una esquizofrenia o  en otro desequilibrio o enfermedad mental que les lleva a fabular extrañas historias de un remoto personaje que se sitúa en el pasado, en cualquier zona geográfica y a veces hasta en otra civilización o cultura; sin embargo con estos extraños casos se pueden hacer dos grupos diferenciales:
En primer lugar, el grupo formado por los casos de recuerdos de remotas historias familiares que alguna vez se escucharon con atención durante la primera infancia y dejaron una huella de impresión en el subconsciente del sujeto. No obstante estos “recuerdos” suelen ser sobre asuntos o sucesos enclavados en épocas y en generaciones recientes o próximas. Casi todos podemos recordar algún remoto episodio que nos contaron en nuestra infancia, y del que quedamos impactados en nuestro subconsciente por esa historia que nuestra curiosidad infantil asimiló.
En segundo lugar están los recuerdos que describen y relatan historias de épocas muy lejanas en el tiempo, en ambientes extraños o remotos, incluso recordando alguna extraña lengua desconocida y en los que el sujeto que recuerda, no se ve como un mero espectador, sino como protagonista o parte implicada en esos remotos sucesos a veces impactantes, que revive emocionalmente. Para este segundo grupo de recuerdos, resulta bastante improbable otra explicación que no sea la de la reencarnación.
Resumiendo, se podría decir que el falso recuerdo que se obtiene a partir de historias escuchadas en la niñez, tiene un límite de permanencia en el tiempo, y da paso a posibles fabulaciones, pero cuando el recuerdo espontáneo supone la insalvable transgresión de unos hechos en el tiempo y en el espacio, y de algún modo son total o parcialmente comprobables, no existe otra explicación mas lógica que la de la reencarnación, porque en este caso el recuerdo extralimita cualquier posibilidad coherente de que pueda ser solamente el producto de un recuerdo verbal o de una fantasía.

- Jose Luis Martín-


“Vuestra ciencia os vuelve orgullosos y altivos y esto muestra cuan falsa es; porque la verdadera Ciencia no ciega a sus hijos sino que los vuelve mas humildes y comprensivos”
 - Cayetano Arroyo (Dialogos con Abul Beka)


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                ADVERTENCIA DE MARÍA
                             A los Sacerdotes y  Pastores del Cristianismo


“Ya es hora  de resurgir del sueño”. Ya es tiempo de la Humanidad reconocerse, ya es tiempo de ser obedientes a las inspiraciones que bajan de las regiones etéreas, acompañando a su propia  y espontanea actividad, salir de su obcecación, de la esclavitud de sus errores, para emprender y seguir con paso firme, sin vacilaciones  y sin prevaricaciones, el camino que conduce  a la tierra prometida, ya es tiempo de abrirse a la verdad  en las inteligencias y de reinar  en los corazones la caridad y la humildad; ya es tiempo de la que la simiente plantada en las conciencias por el Hijo del hombre,  produzca abundantes frutos en la vida – y en todas las sectas religiosas, depurándose de todo lo que es obra y mandamiento del hombre, y conservando  lo que es permanente y eterno, converger, unirse e identificarse en Dios y en el Evangelio, para constituir la Iglesia Universal – el verdadero Catolicismo cristiano.
Vosotros, los que por fanatismo, por ignorancia o por orgullo, os juzgáis ministros, sacerdotes y representantes de Dios, y depositarios de sus verdades y poder, solo porque otros hombres os han puesto sus manos, tal vez impuras y manchadas,  y pronunciado,  sobre  vuestra cabeza, una formula vana e ineficaz, venid – venid aquí, hermanos míos, hijos míos, venid, pues todos caben  en la misericordia del Padre; venid y decidme: ¿¿Quién sois? ¿Qué sois? ¿Habéis  penetrado, con vista imparcial e investigadora, en vuestros corazones, en los recónditos dobleces de vuestras conciencias, en los secretos de vuestras almas? ¿Habéis medido la extensión de vuestros deseos? ¿Habéis sondeado  vuestras flaquezas y miserias, y buscado, libres de amor propio, el verdadero nivel de vuestras virtudes? ¿Habéis mirado y estudiado bien?  ¿Habéis ni tan  siquiera,  pensado en estudiaros? ¿En una palabra, os conocéis?
 Pues, si no os conocéis, concentraros, en ello, hijos míos, y pedid a Dios que os abra los ojos, para que podáis veros  con cuidado y sin orgullo, porque  tenéis que ser llamados a un juicio de amor, en virtud  del cual  se os abre el camino de reparación  y el medio de poder comparecer limpios  a otro juicio -  al juicio en el que cada uno recoge el fruto de sus obras.
Estudios , repito, decidme: ¿Al encontraros frente a frente con vuestros hermanos,  los otros hombres, a quien livianamente condenáis, y con vuestra conciencia, que os dice lo que sois, os habéis por ventura, juagado superiores y dignos de ser sus maestros y  ministros de aquel que a todos ve y a todos juzga?
¿Habéis podido dudar de que, delante de Dios, nadie es más  de lo que sus obras  lo hacen merecedor?
  Venid y decidme: ¿La fe que queréis imponer a los demás, prescribiendo y condenando  el principal atributo de las almas se extiende a usted? ¿Y los que, entre vosotros, la tienen, como la adquirieron?
¿Fue por su iniciativa, por sus virtudes, por sus estudios y esfuerzos, por haber encarado la luz, o por haber cerrado los ojos  para no verla?
Venid y decidme: ¿Al consagraos al sacerdocio, habéis consultado los intereses espirituales de la Humanidad  o vuestros intereses temporales? ¿O lo aceptasteis como un sacrificio o como una forma de vivir y prosperar?
 ¿Habéis profesado la pobreza que nace del amor, y la dulzura que nace de la humildad, o, por el contrario, habéis sido ambiciosos e iracundos?
Venid, y decidme: ¿Habéis aprendido y enseñado a dar a Dios lo que es de Dios, y al Cesar lo que es del Cesar, u os habéis postrado a los pies del Cesar, en desdoro de la majestad de Dios, e invocado el nombre  de Dios para combatir al Cesar?
¿En las contiendas, en las guerras contra vuestros hermanos, habéis corrido para  contenerlas y hacerlas menos sanguinolentas con vuestra misión apostólica, o   habéis soplado y ensangrentado, abusando de la influencia que habéis ejercido  y aun ejercéis, en razón de vuestro ministerio?
¿Habéis querido, como Jesús, imperar sobre las almas por la caridad, o dominar en la Tierra por la ignorancia?
Venid, y decidme:
¿Después de tantos siglos en que habéis gobernado a las conciencias,  explicado la moral y dirigido las sociedades, en qué estado  habéis dejado a las sociedades, las costumbres y las conciencias? ¡AH!  Vuestros procedimientos no son el fruto del Evangelio.

Reconoceos, hijos míos; compadeceos de vosotros mismos, como yo me compadezco, y como mañana se compadecerá la Humanidad. Amad  más a Dios  y menos a la carne – aun estáis a tiempo.
¡Habéis  errado; ¿Quién no yerra?  Habéis cometió faltas; ¿Quién tendrá derecho de tiraros la primera piedra?
Levantad la bandera que Jesús desplegó – y, dejando de ser sacerdotes por el hábito, sedlo por la caridad y por la predicación.
No dudéis de que María es quien os habla, la mujer dichosa que trajo en su vientre  al celestial Enviado, el Fundador de la religión divina, que juzgáis profesar, pero que no profesáis como debéis.
No despreciéis esta revelación, ni la condenéis sin meditar. Estudiadla sin odio, sin pasión, sin prevenciones de escuelas y sin el egoísmo del sectario – y después  de ese provechoso estudio, el cual os pido, invocad fervorosamente el auxilio de Dios, os sentiréis dispuestos a confesar que este documento, reflejo fiel de la  verdad evangélica, no puede ser obra de un genio maléfico, de un Espíritu mentiroso. Confesadlo, hermanos míos, hijos míos,  y aceptar y defended la nueva revelación.
¿Qué importa que esta revelación derrumbe y pulverice un coloso  de diecinueve siglos, ( ya 20),  si al mismo tiempo levanta el polvo de la ignorancia, del error y del egoísmo, a toda la Humanidad?
No rechacéis el Espiritismo – no intentéis combatirlo con el diablo  que se evapora en vuestras manos al calor de la nueva luz, y desaparece, para ocupar su verdadero lugar, entre los recuerdos mitológicos.
Si  continuáis obstinados en vuestros errores  y si os atrincheráis en vuestra orgullosa inhabilidad, no por eso lograreis impedir y detener, por un momento,  lo que está irrevocablemente decretado. Seréis arrastrados por la idea,  y sucumbiréis miserablemente, llevando con vosotros, en vuestra caída, la compasión de unos, el desprecio de otros, el odio de muchos, y la severa responsabilidad de vuestros actos.
María

Comunicación mediúmnica extraída del libro “Roma  y el Evangelio”, de José Amigo y Pellicer.

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        ¿SE PUEDE PERDER LA                  MEDIUMNIDAD?

¿Las facultades son para toda la vida? ¿Se puede perder la mediumnidad? Vamos a profundizar en ello en las siguientes lineas. Espiritualmente sabemos lo que hemos firmado, a los compromisos que nos hemos atado para cumplir con cuerpo físico en una nueva experiencia terrenal; pactos que implican a seres espirituales que también se comprometieron a ayudarnos en el transcurso de la vida.
Sin embargo, una vez aquí olvidamos a nivel consciente dichos compromisos. Nos van surgiendo señales, evidencias a lo largo de la vida, aunque esto depende de cada caso. Despiertan de modo que seamos capaces de percibir que hay un camino a recorrer, una tarea a realizar. Buscamos respuestas a los síntomas, a los fenómenos mediúmnicos. Analizamos, estudiamos, dialogamos para comprender lo que nos está pasando, y de ese modo encontrar la forma más adecuada para llevar adelante esos compromisos. Existen elementos comunes a todas las facultades para su desenvolvimiento eficaz y adecuado, pautas a seguir de orden moral, de instrucción, de disciplina interna para encauzarse correctamente.
Posteriormente, la realidad y los hechos nos colocan a cada uno en su sitio. La mediumnidad, siendo para una inmensa mayoría una herramienta de rescate urgente de numerosos errores y equivocaciones del pasado, y sabiendo las imperfecciones que todavía nos dominan, supone para el espíritu encarnado uno de los desafíos más grandes con los que tiene que lidiar en esta decisiva etapa evolutiva, lo que se traduce en un número bastante significativo en caídas y ascensiones, éxitos y fracasos, alegrías y tristezas, y también, en algunos casos, en perder la mediumnidad temporal o definitiva del ejercicio de la facultad mediúmnica.
Nos estamos refiriendo a la interrupción no voluntaria de un proceso mediúmnico desarrollado y consolidado. Pero ¿cuáles pueden ser las causas? ¿Esas interrupciones son temporales o para toda la vida?
Aunque pueden existir grandes similitudes, no existen dos casos iguales. La justicia y la sabiduría divina es infinita, hay que ser conscientes de que las casualidades o el azar, en lo que respecta a la mediumnidad, no existen. Nuestra visión es muy limitada, sobre todo con materia física; además, nuestras imperfecciones, debilidades o falta de conocimiento nos colocan muchas veces en una posición muy vulnerable. No obstante, nos encontramos al abrigo de la misericordia divina que jamás nos abandona; nos aporta en cada momento, no lo que consideramos que necesitamos, sino aquello que realmente nos conviene para el progreso y evolución.
La suspensión de la mediumnidad nos puede evitar grandes males, por cuanto, cuando no estamos lo suficientemente maduros, cuando nuestra inconsciencia nos lleva por malos derroteros, cuando las dinámicas de trabajo, consecuencia de los defectos y debilidades no son las correctas, las protecciones pueden considerar conveniente una interrupción temporal o definitiva, dependiendo de los casos y las circunstancias de cada médium.
Otras veces, es disminuido el desarrollo de cierta sensibilidad, cierta mediumnidad para potenciar otras que se ajustan mejor a las características del sensitivo. Es decir, en ocasiones se produce una manifestación de varios canales abiertos; no obstante, los buenos videntes, aquellos que están lo suficientemente experimentados, no se atreven a pronosticar cuál va a ser el tipo de mediumnidad que va a ejercer porque, aunque pueda tener avanzada una de ellas, puede ser paralizada en un momento dado para potenciar otra que estaba más rezagada.
Ahora bien, las causas, como planteábamos al principio, de la suspensión de la mediumnidad pueden ser muy variadas, dependiendo de los tipos y circunstancias. Por ejemplo, en el caso de la facultad de sanación puede ocurrir que el médium caiga en el mercantilismo, aceptando la voluntad o el cobro por sus servicios. En estos casos, los espíritus superiores, los amigos del otro plano que se comprometieron a realizar una tarea abnegada y sacrificial, no están por la labor de colaborar en acciones que fomentan el materialismo. Tras un periodo de tiempo prudencial en que las advertencias, toques de atención por parte de los protectores, y los propios entorpecimientos consecuencia del comportamiento del médium comienzan a aparecer, se retiran para dar paso a otras entidades inferiores, de carácter moral bajo, que les van a conducir hacia el descalabro total; en muchos casos, a la pérdida total de la facultad.
El endiosamiento también es otra lacra que conduce al fracaso a muchas facultades, ya no sólo de curación sino de cualquier otro tipo; y es la tentación de creer que es el médium el que posee las cualidades por méritos propios, atesorando un don divino que le permite realizar cosas extraordinarias donde otros, pobres mortales, no son capaces. En estos casos, la suspensión de la mediumnidad le recuerda al médium que no es él, sino los seres espirituales bienhechores, los que realizan la verdadera labor espiritual.
La pereza egoísta, o la falta de motivación, la falta de interés por el trabajo espiritual que pueda redundar en un beneficio para nuestro prójimo, también puede ser suficiente motivo para la suspensión de una facultad. Obviamente, los hermanos espirituales nobles no están para perder el tiempo con personas inconsecuentes e improductivas; si encuentran a otro médium con mejor predisposición se unen a él para llevar a cabo las tareas comprometidas entre ambos planos. No hay que olvidar que el progreso durante el proceso de intercambio mediúmnico es recíproco, es decir, progresa tanto el médium como la asistencia espiritual.
Otro escollo muy similar al anterior consiste en ciertas rutinas, o lo que es lo mismo, la falta de interés por estudiar, analizar y aplicar en la vida diaria los consejos que se esfuerzan por transmitirnos los hermanos espirituales, a través de, por ejemplo, las psicografías. Muchas veces, nuestras tendencias y preocupaciones materiales nos desvían del foco espiritual, del interés por aprender y por mejorar. Ellos, con mucha paciencia, tacto y prudencia, tratan de conducirnos para que atendamos las necesidades, los compromisos más urgentes a nivel espiritual. Sin embargo, cuando hacemos oídos sordos, cuando tras escuchar o leer sus mensajes rápidamente pasamos a otras cosas, para ellos es una desilusión. Y esa falta de interés también puede desembocar en una suspensión temporal para provocar una reflexión o, simplemente, para dar tiempo a asimilar todas las informaciones y consejos que hayamos podido recibir.
Las protecciones espirituales no están para pasar el rato ni para entretener; tampoco es una obligación en donde les podamos exigir, puesto que con sus mensajes atienden a los principales principios de solidaridad y de caridad, enseñando a quien no sabe, o recordándonos aquello que hemos olvidado o descuidado. Es un verdadero acto de amor por su parte, amor abnegado por cuanto para algunos de ellos supone un sacrificio grande descender hasta nuestro plano grosero para transmitir, con dificultad, un mensaje que puede llegar más o menos adulterado por el médium.
Al mismo tiempo, no todos los casos de suspensión de una facultad obedecen a posibles errores o conductas desviadas, ni muchísimo menos. Hay ocasiones en que es simplemente para otorgarle al médium un descanso material, bien debido a otros asuntos que la persona debe de resolver, o porque padece algún tipo de enfermedad que imposibilita el ejercicio natural y eficiente del intercambio mediúmnico. Esto es algo que debe juzgar la protección espiritual cuando lo considera necesario o conveniente.
Y por último, la suspensión de la facultad puede obedecer a algo tan necesario para nuestra evolución como es el ejercicio de la paciencia y la perseverancia. Paciencia para no perder la fe y confiar en unos resultados, y perseverancia para demostrar al mundo espiritual superior que nuestro compromiso con ellos es firme, a prueba de cualquier dificultad o duda que nos pudiera surgir. Ellos no pueden depositar su confianza para desarrollar un trabajo importante a personas inconsistentes, irresponsables, o que ante el primer escollo con que se encuentran se echan para atrás y se desaniman o abandonan.
Para finalizar, es importante recalcar que los motivos que llevan a las protecciones espirituales a suspender o retirar una facultad están siempre justificados. Si es así, e independientemente de las posibles causas, hay que seguir trabajando en mejorar, en superar las limitaciones que suponen nuestros defectos y debilidades; ser honestos, nobles, laboriosos, con buena predisposición para que, llegado el momento, se nos puedan volver a abrir las puertas a un trabajo que previamente firmamos, y para que la comunicación entre los dos planos, como simples intermediarios, sea lo más limpia y fructífera posible.

    José M. Meseguer -2018, Amor, Paz y Caridad
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