Para hoy tenemos los siguientes temas:
- La medida del amor a los animales
- ¿Quien decide el cómo y el cuando nos reencarnamos?
- Las vidas sucesivas
-El Espiritismo y los fenómenos paranormales
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La medida del amor a los animales x El Amor a los humanos
Por Ricardo Capuano
“La medida del amor es amar sin medida.” – Victor Hugo
Cuantas veces nosotros, que amamos a los animales, no oímos comentarios absurdos como: "¿Por que no os preocupais de los niños en vez de los animales?", " Ustedes deberian ayudar a las personas necesitadas en vez de ayudar a los perros y a los gatos"; "¿Por qué pierden el tiempo con los animales, con tanta gente que hay precisando ayuda?". Pero detrás de estas palabras existe un pensamiento errado y pervertido que transforma el "AMOR" en una cosa física y mezquina.
El sentimiento del "Amor" que se expresa en la acción "Caridad", no es algo físico, posible de medirlo y cuantificarlo como cualquier otro objeto,
Nadie siente "tres unidades de rabia", o tiene "cuatro unidades de alegría", o mejor aún, nadie tiene "dos unidades de amor", una para la "esposa", otra para la "madre", y no siente nada por los hijos y el padre, pues ya terminó todo lo que él tenía de amor, y no sobró nada para ellos.
Con todo tipo de emociones se da lo mismo, una "cosificación" de los sentimientos . Nosotros no tenemos solo "cinco unidades de amor", que tenemos que separar para nuestros familiares y aquellos que son de nuestra especie.
El "Amor" es un sentimiento, una emoción que no puede ser cuantificada y cualificada. Cuanto más amamos, más amor tenemos para dar. Cuanto más evolucionamos moralmente, a más seres tendremos capacidad para amar.
Considerando a Jesús como el ejemplo supremo de evolución y de moral, él dejó la lección de que debemos amar a nuestros enemigos. Y mucho más fácil que amar a nuestros enemigos, es amar y respetar a los seres vivos que nunca nos hicieron mal, independientemente de la especie a que pertenezcan.
"Buscar una ética es caminar al encuentro de los grandes movimientos de la humanidad que colaboran para que el círculo de moralidad pueda ser cada vez más ampliado, para que cada ser, en su vida, pueda experimentarla en su plenitud, según su naturaleza específica." Waldeli Franco Chaves-Animales domésticos nº 5-Oct/2007.
Aumentar el "círculo de moralidad", es una señal de evolución y el camino que Cristo nos dejó. Son palabras del Mestro: "Pero Yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced el bien a los que os odian, y orad por los que os maltratan y os persiguen; para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos."- Mateo 5, 43-45. Y dice más; "Bendecid a los que os maldicen, orad por aquellos que os difaman".- Lucas 6-28.
( Tomado de la Revista Verdad y Luz)
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¿Quien decide el cómo y el cuando reencarnamos ?
Esto depende del grado de adelanto evolutivo del Ser reencarnante, pero en cualquier caso en el plano espiritual rige la Voluntad Divina y solamente Dios por medio de sus fieles servidores, elevados Espíritus encargados de aplicar y realizar las leyes de la reencarnación y de Causa y Efecto, es quien para cada Ser prevé y permite su reencarnación en las circunstancias que justamente necesita para seguir su normal proceso evolutivo.
En el caso de Espíritus primitivos, estos son guiados inconscientemente a modo de lo que sucede con las almas animales, de forma bastante frecuente e inmediata, pero cuando alcanzan cierto grado de evolución y de consciencia, como en general sucede ya en nuestra Humanidad actual, se respeta el libre albedrío y entonces el propio Ser es el que decide responsablemente por sí mismo, el donde, como y cuando desea renacer. Esto lo hacen siempre asesorados por los Espíritus Guías y Maestros Espirituales, que son Seres Superiores, especializados en planificar las vidas humanas y guiar adecuadamente la reencarnación de Seres espirituales “jóvenes” y atrasados, con arreglo a las circunstancias particulares con respecto a la Ley de Consecuencias de cada Ser reencarnante.
Esta planificación realizada antes de sumergirse en una nueva vida humana, se basa primeramente en la necesidad evolutiva del Ser espiritual, así como en los méritos o deméritos de sus vidas anteriores, de acuerdo siempre con lo que en cada caso determine el equilibrio que impone la ley del Karma que está subordinada a la Ley de leyes: La del Amor.
En el caso de Seres más evolucionados, estos sí gozan de una mayor libertad para elegir, lo cual les supone una mayor responsabilidad, y les viene dado por su mayor grado de lucidez y desarrollo de la conciencia , lo que les capacita para poder elegir la clase de vida y el ambiente familiar y social que más les conviene , aunque nunca prescinden del asesoramiento y consejo de los Espíritus Guías, dentro de lo que les señale y permita para cada caso particular la ley de Causa y Efecto, escogiendo las pruebas que afrontarán en esa vida, como acontecimientos generales, que a grandes rasgos constituyen el destino de cada persona , pero no así en los pequeños detalles que acompañen y se deriven de esos acontecimientos, pues estos dependerán del libre albedrío de cada uno en cada momento y circunstancia.
En estos casos la reencarnación es casi siempre aceptada y hasta solicitada voluntariamente por el Ser, porque a partir de cierto grado evolutivo, es condición indispensable que exista un acto previo de su voluntad que le impulse a afrontar una nueva existencia humana.
A veces sucede que algún Espíritu que se encuentra realizando alguna labor en el plano astral, comienza a sentir como su actividad va estando cada vez más entorpecida a causa de su falta de madurez en algún aspecto, por lo que comprende que tiene aspectos que le son necesario modificar y corregir en la vida humana, para poder proseguir después correctamente su actividad en el mundo espiritual en que habita o en el que aspira poder habitar. Este impulso evolutivo es la principal razón que le induce al deseo de volver a la Tierra para corregir o aprender las nuevas lecciones que le hacen falta.
- Jose Luis Martín-
“Los padres que deseen tener hijos intelectual y moralmente superiores,pueden atraer seres espirituales más evolucionados para encarnar como sus hijos, mediante pensamientos elevados y acciones honestas, así como manteniendo un ambiente de armonía en el hogar, especialmente antes de la concepción”
- Sebastián de Arauco (Tres enfoques...)-
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LAS VIDAS SUCESIVAS
La experiencia nos conduce de la mano a la teoría reencarnacionista, sin la cual no existiría sanción moral satisfactoria y completa ni posible concepto de un Ser que gobierne el Universo con justicia. Si admitimos que el hombre vive actualmente por primera y única vez en la Tierra, será preciso reconocer con León Denis que la incoherencia y la imparcialidad presiden el reparto de los bienes y de los males; de las aptitudes y de las facultades, de las cualidades nativas y de los vicios originales.
¿Por qué gozan unos de fortuna y de constante felicidad, mientras viven otros en la miseria o en la inevitable desgracia?.¿Por qué a estos la fuerza, la salud y la belleza, y a aquellos la debilidad, la enfermedad y las deformidades?.¿Por qué aquí el genio y la virtud, y allá la imbecilidad y el crimen?.¿Por qué esa diversidad de razas, confinando las unas con la animalidad y favorecidas las otras con todos los dones que aseguran su supremacía?. ¿Por qué la ceguera, el idiotismo, las monstruosidades innatas y toda clase de infortunios que llenan los hospitales, asilos y correccionales?
Con la idea de una existencia única tampoco se hace muy comprensible el nacimiento de niños muertos, de los condenados a sufrir desde la cuna, y de aquellos niños prodigio, músicos, pintores, poetas, desde su más tierna edad, cuando tantos otros no rebasan el nivel medio a pesar de los titánicos esfuerzos, ni debidamente se explican los instintos precoces, los innatos sentimientos de dignidad o de bajeza, contrastando con extrañeza, con el medio en que se manifiestan.
Todos los sistemas filosóficos contemporáneos y todas las religiones se estrellan ante este problema, dejándolo sin. El destino del hombre se hace incomprensible, el plan del universo se oscurece, la evolución de detiene y el sufrimiento se hace inexplicable.
Por el contrario, todo se aclara y la ley de justicia se revela en los más pequeños detalles de la existencia, con la doctrina de las vidas sucesivas, explicándose las punzantes desigualdades por las diferentes situaciones ocupadas por el alma en los infinitos grados de su evolución.
Del foco eterno, del manantial inagotable, brotan sin cesar, chispas de inteligencias que encienden a la materia para animar las formas rudimentarias de vida, y cuando alcanzan la humanidad, toman asiento entre los 'pueblos salvajes o las razas bárbaras que ocupan los continentes más retrasados, reconociéndoselos fácilmente, por su torpeza e ineptitud para todas las cosas, sus gustos sanguinarios,sus pasiones violentas o su ferocidad. Pero estas almas no evolucionadas, subirán a su vez los innumerables peldaños de la escala infinita, para sumarse al solemne y grandioso concierto del universo, regido por la inmutable ley de la evolución, que en armoniosa unidad, preside el mundo físico, como de igual modo se impone al mundo de las conciencias.
Vuelvo a evocar el venerado nombre de León Denis, ferviente apóstol del nuevo espiritualismo. Suyas son la casi totalidad de ideas contenidas en este artículo, cuando , inflamado de ardiente amor a la humanidad, exclama : " Es preciso decir, volverlo a decir, y repetirlo mil veces, hasta hacer penetrar en el pensamiento y en la conciencia de todos, que el único fin del hombre, es la conquista de las fuerzas morales, sin las que siempre será impotente para mejorar su condición y la de la humanidad. Conociendo los efectos de la ley de responsabilidad y demostrando que las consecuencias de nuestros actos recaen sobre nosotros mismos, como la piedra lanzada al espacio regresa a la tierra, poco a poco llegarán los hombres a conformar sus obras a esta ley, para realizar el orden, la justicia y la solidaridad", lo que nunca conseguirán las leyes humanas sociales, por justas y sabias que estas sean.
Cristo dijo: "Dios no quiere que ninguno de sus pequeños se pierda", y este es nuestro Dios. Aquel que concede a sus criaturas, en la noche de los siglos, la posibilidad yn la certeza de alcanzar el Bien, la Verdad y la Belleza.
- Fritz- ( Tomado de la revista nº 5 Fraternidad Cristiana Espírita)
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EL ESPIRITISMO Y LOS FENÓMENOS PARANORMALES
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