lunes, 20 de abril de 2015

Sexo y religión


UNA TOMA DE CONCIENCIA


El apego al contingente, a lo inmediato, apaga en la conciencia de nuestros días el sentido de la responsabilidad espiritual. Ni aun mismo rondando constantemente  la muerte consigue  el hombre  actual arrancar de la embriaguez del presente. El problema del espíritu y de la inmortalidad solo se aviva cuando está  ligado directamente a cuestiones e interés personal. El católico, el protestante, el espirita son equivalentes en ese sentido. Todos buscan los caminos del espíritu para la solución de cuestiones inmediatistas o para garantizar a si mismos una situación mejor después de la muerte.

La mayoría absoluta de los espiritualistas está siempre dispuestos a investir (este es el termino exacto en obras asistenciales, más revela el mayor desinterés por las obras culturales. Se apegan los religiosos de todos los matices al tabú de la salvación de la caridad material, aplicando grandes donaciones  en hospitales, orfanatos y viveros, más olvidándose  de los intereses básicos de la cultura. Garantizan los intereses  de la caridad para después de la muerte, más contraen pesadas deudas en lo tocante a la divulgación, sustentación y defensa de los principios fundamentales de la renovación de la cultura planetaria.

La prensa, la literatura, la enseñanza, el estudio, la fijación de las líneas maestras de nueva cultura terrenal quedan al dios dará. Falta una toma de conciencia, particularmente en el medio espirita, de la responsabilidad de todos en la construcción y en la elaboración de la Nueva Era, que es el trabajo de los hombres en la Tierra. Nadie o casi nadie comprende  que sin una estructuración cultural elevada, sin estudios profundizados en el plano cultura, que revelen  las nuevas dimensiones del mundo y del hombre en la perspectiva espirita, el espiritismo no pasará de una secta religiosa de  fondo egoísta, buscando la salvación personal de sus adeptos, precisamente  aquello que Kardec lucho para evitar.
La finalidad del espiritismo, como Kardec  acentuó, no es la salvación individual, más si la transformación total del mundo, en un vasto proceso de redención colectiva. Proporcionar a los jóvenes una formación cultural apoyada en la más positiva  y completa base espiritual, que muestre  la insensatez de las concepciones materialistas y pragmatistas, dándole la firmeza necesaria en la sustentación y defensa de los principios doctrinarios, no es solo la caridad, más si también  la realización  efectiva de los objetivos superiores del espiritismo en esta fase de transición. Sin ese trabajo no podremos avanzar  con seguridad y eficacia en dirección de la Era del espíritu.  Hemos de dar a las nuevas generaciones la posibilidad de afirmar, ante el desenvolvimiento de las ciencias y del avance general de la cultura, como dijo Denis Bradley: “Yo no creo, yo sé” Porque es por el saber, y no por la creencia, por l fe racional y no por la fe ciega, por el conocimiento y no por las teorías indemostrables, que el espiritismo, como revelación espiritual, habrá de modelar  la nueva realidad terrena, apoyado en la confirmación científica, por la pesquisa, de sus postulados fundamentales. La revelación humana confirma y comprueba la revelación divina.
Ese es el problema que nadie parece comprender. Todos sueñan con el momento en que la ciencia deberá proclamar la realidad del espíritu. Más esa proclamación jamás será hecha, si la ciencia espirita  no atiende a la mayoridad, no se confirma por sí misma, pudiendo enfrentar  virilmente, en el plano de la inteligencia y de la cultura, la visión materialista del mundo  y la concepción materialista del hombre. Por eso precisamos de universidades espiritas, de institutos de cultura espirita  dotados de recursos para una producción cultural digna de respeto, de laboratorios de investigación psíquica estructurados con los equipos eficientes y orientados por metodología segura, planeada aprobada por especialistas de verdad, capaces de dominar su campo de trabajo y de enfrentar con pruebas irrefutables los sofismas de los negadores sistemáticos. Es una batalla que se libra, el buen combate del que hablaba el apóstol Pablo, ahora desarrollado con todos los recursos de la tecnología.
Nada de sentimentalismos más religioso, de conferencias sin fin  sobre la fraternidad imposible  en medio de lobos vestidos de ovejas. Nada de caridad egoísta, de prensa condicionada a la creencia simplista, de relaciones afectivas que no pasan  de formas de chantaje emocional. Precisamos de la Religión viril que remodela al hombre  y el mundo en base de la verdad comprobada. De la caridad real que no se traduce en  limosnas, más si en la efectividad de la fraternidad humana oriunda del conocimiento  de nuestra constitución orgánica y espiritual comunes, ósea, de la ineludible  igualdad humana. De exposiciones sabias y profundas  de los problemas del espíritu, nacidas de la reflexión madura y del estudio metódico y profundo. Tenemos que despertar a los durmientes de la pereza mental y llamar a todos a las trincheras de la guerra incruenta  de la sabiduría contra la ignorancia, de la realidad contra la ilusión, de la verdad contra la mentira. Sin esa revolución en nuestros procesos no llegaremos al mundo mejor que ya está llamando, impaciente, a nuestras puertas.
No hagamos del espiritismo una ciencia de gigantes  en manos de pigmeos. El nos ofrece una concepción realista del mundo y una visión viril del hombre. Archivemos  para siempre las predicaciones del sacristán, el abarrotar de ángeles en miniatura, a semejanza   de las miniaturas de arboles japoneses. Enfrentemos  los problemas doctrinarios en la perspectiva exacta de libertad y de responsabilidad de seres inmortales. Reconozcamos la fragilidad humana, más no nos olvidemos de la fuerza y del poder del espíritu encerrado en el cuerpo. No encaremos la vida  cubiertos de cenizas medievales. No hagamos  de la existencia un muro de lamentaciones. Somos artesanos, artistas, operarios, constructores del mundo y hemos de construirlo según el modelo de los mundos superiores que  resplandecen en las constelaciones.
Estudiemos la doctrina profundizando en sus principios. Remontemos nuestro pensamiento  a las lecciones  viriles de Cristo, restableciendo en la Tierra las dimensiones perdidas de su Evangelio. Esa es nuestra tarea.

J. Herculano Pires

                                               **********************************

       
EL ORGULLO : TERRIBLE ADVERSARIO DE LA HUMANIDAD

 El terrible adversario de la humanidad es el orgullo. Si Cristo prometía el Reino de los Cielos a los más pobres, es porque los grandes de la Tierra se figuran que títulos y riquezas son recompensas que se han concedido a su mérito, y que su esencia es más pura que la del pobre. Creen que todo eso se les debe, de ahí que cuando Dios se lo quita lo acusen de injusto. ¡ Oh, irrisión y ceguera! ¿ Acaso hace Dios distinción entre vosotros por el cuerpo? La envoltura del pobre, ¿ no es la misma que la del rico? El Creador, ¿ ha hecho dos especies de hombres? Todo lo que Dios créo es grande y sabio. No debéis atribuirle nunca las ideas que acunan vuestros orgullosos cerebros.
¡Oh, rico! mientras tú duermes bajo un cielo raso con adornos dorados, a cubierto del frío, ¿ no sabes que millares de hermanos tuyos, que valen tanto como tú, yacen en jergones? El desventurado que padece hambre, ¿no es acaso tu igual?
Ante esta palabra tu orgullo se subleva, bien lo sé.
Consentirás en darle una limosna, pero jamás le estrecharías fraternalmente la mano. ¡Qué! exclamás . ¡Yo, nacido de noble casta, uno de los grandes de la Tierra!, ¿ puedo ser el igual de ese miserable que viste andrajos? ¡Vana utopía de presuntos filósofos! Si fuéramos iguales, ¿por qué lo puso Dios tan bajo y a mí, en cambio, tan arriba? Cierto que las ropas que uno y otro vestís no se asemejan mucho, pero si ambos os despojáis de ellas,¿que diferencia habrá entre vosotros?
"La nobleza de sangre ", alegarás. Pero la química no ha encontrado ninguna diferencia entre la sangre del gran señor y la del plebeyo, entre el amo y la del esclavo. ¿ Quien puede asegurarse que no has sido miserable e infeliz como él ? ¿ Qué pedías limosnas ? ¿ O que no la pedirás algún día, a ese mismo a quien hoy menosprecias? ¿Son eternas las riquezas? ¿No concluyen junto con el cuerpo, envoltura perecedera de tu espíritu? ¡ Oh, vuelve a la humildad! Pon al fin los ojos en la realidad de los asuntos de este mundo, en lo que constituye la grandeza y la humillación en el otro.
Piensa que la muerte no dejará de alcanzarte, igual que a los demás, y que tus títulos no te preservarán de ella. Que puede herirte mañana mismo, hoy, dentro de una hora. Y si te amortajas en tu orgullo, ¡oh, entonces lo siento por ti, pues serás digno de piedad!
¡Orgullosos ! ¿ Qué erais antes de ser nobles y poderosos?
Quizá estabais más abajo que el último de vuestra servidumbre. Inclinad, pues,vuestra altiva frente, que Dios puede bajarla en el momento mismo en que más alta la ponéis .

El Evangelio según el Espiritismo.
Allan kardec.


                                       ********************************

SEXO Y RELIGIÓN
Pregunta - ¿Cómo puede el alma, que no alcanzó la perfección durante la vida corpórea, acabar de depurarse?
Respuesta – Sufriendo la prueba de una nueva existencia.
Pregunta - ¿Cómo realiza esa nueva existencia?  ¿Será por su transformación como Espíritu?
Respuesta – Depurándose, el alma individualmente experimenta una transformación, más para eso le es necesaria la prueba de la vida corporal.
 - El Libro de los Espíritus-


¿Se liberará de los impulsos e inquietudes sexuales, simplemente por haber asumido compromisos de naturaleza religiosa? La lógica responde claro en el espíritu de secuencia en la naturaleza.
La criatura que abraza encargos de ese orden está procurando o aceptando para sí misma aguijones regeneradores o educativos, una vez que  ordenes y providencias de carácter externo no transfiguran milagrosamente el mundo intimo.
Las realizaciones de la fe, por eso mismo, se concretizan en la base de porfiadas luchas en el  alma, de si para consigo.
Nadie se burila de un día para otro.
¿De qué modo alinear condiciones inherentes en la propia vida del Espíritu, abrigadas, en el curso de las eras, tan solamente  en función de afirmativas verbales? Se entiende que las leyes del Universo no destruyen el instinto, más lo transforman en razón y angelitud, en el paso de la eternidad,  por los mecanismos de la sublimación, de qué forma exigir la extinción de los estímulos genésicos el alguien, tan solo porque ese alguien se consagre al Servicio Divino en la Fe, cuando esos mismos estímulos son ingredientes de la vida y de la evolución creados por la misma Providencia Divina para la sustentación y la elevación de todos los seres? Comprendida la inalienabilidad de los problemas  sexuales  en las individualidades representativas de las ideas religiosas en el mundo, es más que razonable considerar que esas individualidades  en la gran mayoría, solicitaron para sí mismas los controles de afección moral a los que transitoriamente se vinculan, en el intento de extraer de ellos el provecho máximo, a favor de sí mismas.
Efectivamente Espíritus superiores y ya erguidos a notables campos de elevación, únicamente por amor y sacrificio, toman asiento en las organizaciones religiosas en la Tierra, volviendo a la reencarnación en actividades socorristas, en las cuales impulsan el progreso  de los hermanos.
Esos misioneros de la devoción vibran en fajas de amor sublime, casi siempre inaccesible para la comprensión de sus contemporáneos.
No ocurren análogas circunstancias entre aquellos que renacen bajo régimen disciplinario, solicitados por ellos contra ellos mismos, una vez que gran número de esos obreros de ideas religiosas, reencarnados en condiciones de prueba, demuestran dificultades y múltiples inhibiciones, en el cuerpo y en la mente, cuando no sufren exagerada tendencia a los desvíos sexuales – tendencia esa que habitualmente los mantienen recogidos al  medio de cualquier expansión afectiva.
Temiendo las manifestaciones del amor  y vastas veces condenando indebidamente a los compañeros de la Humanidad, por el hecho de acomodarse en las uniones respetables y dignas, en la generalidad recelan de sí mismos y censuran a los semejantes, en el impulso inconsciente de copiarles la independencia y la conducta.
 ¡Cuántas veces de  ahí surgen los incidentes menos felices!- ¡en que vemos expositores ardientes y apasionados, de esa o aquella idea religiosa, inclinados en experiencias emotivas, mucho más complicadas y deplorables que aquellas otras que ellos mismos reprobaban en el camino y en la vida de los compañeros! …
Más allá, se registra que el fenómeno es más que justo, por cuanto, aceptando los distintivos de determinada mies religiosa, el Espíritu impone las marcas exteriores de fe que signifiquen más que un convite o un desafío para que se perfeccione, de acuerdo con los principios  de acrisolamiento que abraza.
Instrucciones religiosas exteriores no alteran, de improviso, los impulsos del corazón, mientras se erijan en fortaleza de luz, amparando a la criatura que a ellas se acoge para el servicio de mejoramiento.
 Cualquier profesor en la Tierra ha de identificarse con los alumnos, en el campo de las experiencias naturales de lo cotidiano, a fin de que se establezca, entre ellos, el hilo de comprensión mutua, uniendo vanguardia y retaguardia del esfuerzo para la escalada del grupo  al conocimiento.
 Un ángel y un equipo de  criaturas humanas no entrarían  en relacionamiento para rendimiento ideal en la enseñanza.
 A la  vista de eso, somos nosotros mismos, Espíritus endeudados ante las LEYES DEL Universo, que nos enlazamos unos con otros, encarnados y desencarnados, perfeccionando gradualmente  las cualidades  propias y aprendiendo, a  costa del trabajo y tiempo, como alcanzar la sublimación que demandamos, en marcha laboriosa para la conquista de los Valores Eternos.
 Por el Espíritu Emmanuel -  Del Libro: Vida y Sexo, <médium: Francisco Cándido Xavier
                                         *********************

¿ Por qué la Ciencia adopta tesis materialistas y rechaza lo espiritual ? .-

El escepticismo de la Ciencia, viene dado porque la estructura del mundo occidental en donde esta más se ha desarrollado, está asentada sobre las religiones establecidas, repletas de tantos dogmas, rituales y creencias irracionales; por tanto como la Ciencia debe ser empírica y totalmente racional, siempre ha huido del espiritualismo teológico y no experimentable de las religiones y se ha refugiado en las tesis materialistas, que si son experimentables y que parecen en extremo opuestas a la espiritualidad, que relegan a creencias particulares de cada uno, sin posible experimentación para su confirmación por la ciencia .
El verdadero científico en realidad no debería ser de tendencias ni materialistas ni espiritualistas, aunque cada uno a nivel particular posea sus propias creencias o descreencias religiosas o espiritualistas. La Ciencia debe ser totalmente empírica , aspirando solamente a tratar de estudiar y demostrar la verdad de los fenómenos que afectan al ser humano y a la Naturaleza.
Siempre se ha tendido a confundir lo espiritual con lo religioso y con lo sobrenatural. Sin embargo ya va siendo hora de que se comprenda que tanto lo material como lo espiritual son dos aspectos de la realidad existencial del Universo: el Espíritu y la materia, y todos los sucesos que prtagonizan son de orden natural.
Para la Ciencia no existe el alma humana como ente individualizado ; si acaso se disimula esa idea con la de que la existencia del alma es una tesis respetable, porque el alma viene a ser algo así como el resultado de que el cerebro funcione, pues algunos científicos de corte materialista consideran que el cerebro elabora y segrega el pensamiento y su manifestación de modo semejante a como la vesícula segrega la bilis :A la causa, siempre de orden espiritual o psíquico, la están confundiendo con el efecto palpable en su forma de materia.
La Ciencia al ser en general de corte materialista y dogmático, hace que todos los objetivos y aspiraciones del Ser humano, converjan hacia lo mas inmediato de esta vida, con sus intereses personales y placeres físicos, a semejanza con los del mundo animal, incentivando el egoísmo y la avaricia con una sed desmesurada por el dinero, por la sensualidad o por el poder.
Si llevamos mas de dieciséis siglos de influencia de la Iglesia en las raíces de nuestra civilización , siempre promoviendo estas conclusiones a las que ha llegado el materialismo, cada Ser que nace y renace en medio de nuestras humanas sociedades , trae consigo profundamente arraigadas en los pliegues de su alma, las inclinaciones hacia el materialismo, sobre las cuales se ha ido edificando la personalidad humana y también el desarrollo de la Ciencia..
Sirva de ejemplo y como prueba a lo afirmado , el que podemos ver como los niños actuales aceptan casi instintivamente y con cierta facilidad las sugestiones materialistas, siendo naturalmente refractarios a las espiritualistas o religiosas.

- Jose Luis Martín -

                                  **********************

Di la verdad aunque sea amarga. Di la verdad aún contra ti mismo.”
- Mahoma -

                                            ************************


No hay comentarios: