viernes, 29 de junio de 2018

Ambientes felices


Hoy veremos aquí:

- Parábola del festín de bodas y otras reflexiones.
- Amor y felicidad
- Saludable Espiritismo
-Ambientes felices





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Parábola del Festín de Bodas y otras reflexiones


El evangelista Mateo (22, 1-14) cuenta la parábola del festín nupcial, cuyo final es bastante desconcertante. La historia comienza, sin embargo, de la forma más feliz: se trata de una invitación a un banquete de bodas. Y no de cualquier casamiento sino del un hijo de rey.
El Reino de los cielos, dijo Jesús, se puede comparar a un rey que celebra las bodas de su hijo. Envía a sus sirvientes a llamar a sus invitados para la boda, pero éstos no quieren venir…El rey insiste y envía a otros servidores: 
« Venid, mi banquete está preparado». Pero a los invitados no les importa nada; van a sus tierras, a sus comercios, e incluso se apoderan de los mensajeros, los maltratan y los matan.




El rey dice entonces:« Estos invitados no eran dignos de la boda.  Id a los cruces de los caminos e invitad al banquete de bodas a todos los que encontréis».
 Los servidores reúnen a todos los que encuentran, tanto los malos como los buenos, y se llena de comensales la sala del banquete. El rey entra para examinar a los convidados. Ve a un hombre que no lleva el traje de bodas, y le dice: «Amigo mío, ¿cómo es que has entrado aquí sin el traje de bodas?» El otro se queda mudo. Entonces el rey le manda echar fuera.
 Tenemos la impresión de que el relato soslaya las condiciones de la entrada en la sala del banquete de bodas. En el espacio de una frase, y aparentemente en un corto instante, los invitados pasan de su lugar habitual a la sala del festín: « Los servidores reúnen a todos los que encuentran, y la sala se llena de convidados». Hay ciertamente algo que no se dice entre estos dos momentos: la necesidad de un traje adecuado para acceder a la fiesta. El evangelista no ha considerado necesario explicitar esta exigencia, ¡le resulta tan evidente! Entre nosotros, cuando se invita a unos amigos a una boda, nadie tendría la audacia de decir: « ¡Venid con un traje correcto!» Sería injuriar a estos invitados, que conocen los buenos modales. Cuando nosotros mismos somos invitados, no se nos ocurre ir con las manos sucias y el vestido hecho jirones. Nos preocupamos de llevar flores o un regalo que guste.
 En la parábola, los que llenan la sala lo han entendido de forma manifiesta, ya que el rey los encuentra con el traje de bodas y con cara feliz. Por muy toscos que fueran, tuvieron bastante corazón y sentido para prepararse convenientemente. Una simple intuición de amor y respeto a los otros. Reunidos en los caminos, no tienen sin duda nada que ponerse antes de llegar al lugar de la fiesta. Sin que se diga explícitamente, el rey lo ha previsto todo; de lo contrario, ¿cómo podría hacerles ningún reproche?  En la antecámara de la sala del banquete, se encuentra un inmenso vestuario, con baño, salón de belleza, vestido a la medida para cada invitado, una mesa para reponer sus fuerzas… Basta con servirse, acoger este don real. Pero sí es necesario hacerlo, molestarse en pasar por esta renovación de todo el ser, tomarse el riesgo de implicarse y de cambiar de vida.
En esta parábola, Jesús se debió referir al estado espiritual que debemos haber conquistado antes, para podernos presentar  como convidados por el Padre tras un camino de evolución espiritual.
  Este es un festín que está destinado para el disfrute de toda la Humanidad, aunque vemos como en la parábola se refiere en principio al pueblo hebreo que es quien recibió en primer lugar esta invitación de Jesús, porque nació en su seno y en medio de él desarrolló su doctrina.

   Ciertamente somos muchos los llamados, pero en función de nuestra disposición moral son muchos menos los elegidos.  Esta elección para llegar a participar en el banquete del Reino Celestial no la hace el Padre a capricho, sino que toda la Humanidad se auto-elige en función del deseo y de  la disposición por transitar por la senda de progreso basado en el Amor y la Caridad. Precisamente estas son las vestiduras necesarias para alcanzar y gozar de este festín de la parábola. No basta con llamarnos cristianos o espíritas; es necesario que el Amor y la Caridad sean nuestro estandarte en esta vida, formando parte de nuestro ser y personalidad habituales.

   En estos días de tránsito hacia una nueva forma de sociedad en el mundo, es de considerar que no nacimos por casualidad en esta época. No es casual que hayamos nacido en el seno de una sociedad cristiana, ni menos que hayamos conocido el Espiritismo y seamos espíritas. Pero no por esto nos podemos envanidecer, pues tal vez estamos en el Espiritismo precisamente los más endeudados y los que mas cosas tenemos que rescatar.

    Los espíritas estamos a ser llamados en  parte como esos “obreros de la última hora” a quienes también se refirió Jesús en otra parábola. Somos igualmente esos llamados al  “banquete nupcial” y no podemos perdernos por los laberintos de la vida y dar la espalda a esa  invitación del Maestro Jesús, a la que hemos venido preparados para  aceptar y seguir.  Pero sin embargo no podemos pretender acceder a ese festín sin las galas necesarias de la práctica del Amor y de la Caridad que embellecen el espíritu, viviendo el día a día con los pies en la tierra y la cabeza en unión y relación con la Mente Creadora.

    Sintamos cada día la responsabilidad como invitados al banquete celestial y luchemos por ser siempre dignos de esa invitación. Tenemos la responsabilidad moral de ser buenos espíritas en todo momento de nuestras vidas y para ello debemos y podemos hacer mucho mas de lo que hasta ahora hicimos, pues tengamos presente que a quienes mas se ha dado mas se les va a pedir, y a los espíritas se nos está dando un conocimiento muy valioso, capaz de transmutar la fe religiosa en conocimiento humano, y nuestras imperfecciones en valores morales positivos, dentro de un continuo proceso de auto-perfeccionamiento.

     Llegado a este punto, nos podemos preguntar: ¿ Qué medios tenemos para nuestra transformación moral?.
   Son varios, valiosos y necesarios: el auto-análisis sincero; programación de nuestros actos; fortalecimiento de la voluntad mediante la auto-disciplina; realización de un trabajo íntimo contínuo para nuestra transformación moral; sirviendo al prójimo con Amor, y finalmente evaluándonos cada día.
   Pero, ¿ Cómo se ama al prójimo?. Comprendiéndolo, ayudándole,  sirviendo sin condiciones , teniendo gratitud hacia los demás por sus acciones positivas hacia nosotros, y  perdonando siempre.
   Finalmente , aquí nacen otras nuevas preguntas: ¿ Qué es el perdón?. ¿Qué es la gratitud?   
El perdón supone dar la oportunidad de rescatar la falta mediante una acción de bien, no guardar odios ni rencores, y estar dispuesto a dar siempre nuevas oportunidades, como el Padre nos las da a todos nosotros siempre para poder rescatar las deudas por nuestras torpezas y errores y poder volver a comenzar. 

   En cuanto a la gratitud, esta supone retribuir con todo  el bien posible, las acciones de bien que los demás hacen por nosotros.  Es un concepto tan popular y tan extendido, que ya hace tiempo que nos lo recordamos en forma de dichos y refranes: "Amor con amor se paga"....

- Jose Luis Martín-

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                                  AMOR Y FELICIDAD

Sólo el amor desinteresado es creador de felicidad, ya que está dentro de la ley divina de Amor, que rige la Vida. 

Tened bien presente que, el humano más feliz es aquel que ha aprendido a amar; porque, cuando amamos estamos uniéndonos a la vibración de Amor emanada de la Divinidad misma. 

Solamente dando amor recibiremos amor. Esa es la ley. Quien más dé, será quien más reciba. La verdadera felicidad está en el dar, más que en el recibir. 

La realización del amor en nuestro mundo, es una necesidad imperiosa para una vida humana más armónica y feliz; a cuyo objeto están orientados los diversos aspectos de las leyes que rigen la Vida, leyes emanadas de la Sabiduría Cósmica y Eterno Amor. 
Si entre vuestros familiares, vecinos o entre vuestros compañeros de trabajo, hubiese alguno que os moleste o que trate de haceros daño; no le odiéis, no cometáis esa torpeza, no vale la pena; porque, él mismo, en su ignorancia no sabe lo que hace, es su atraso evolutivo que le hace actuar así. Tened compasión de él (o ella). Sí, tened compasión, ya que con ello estaréis vibrando en amor que es comprensión y tolerancia. No os dejéis llevar por el orgullo o por el egoísmo. Proyectad sobre esa persona vibraciones de amor (sentimientos de bien) y buenos pensamientos que son fuerzas positivas y energía armonizadora, y que también os armonizará a vosotros mismos. Además, para no uniros a él o ella por el rencor, sino por el amor. 

Y de ese modo habréis puesto en práctica las enseñanzas del sublime Maestro Jesús; pagar bien por mal. Esa enseñanza que los humanos no acabamos de comprender. 
Mantengamos pensamientos de amor hacia todos y hacia todo en el hogar o grupo familiar, en vuestro trabajo para con vuestros compañeros, en vuestras relaciones humanas, dándoos, tratando en toda forma de ser útiles y contribuir a la felicidad de los demás; y con ello estaréis conquistando vuestra propia felicidad. Porque, el amor sentido y realizado en el diario vivir, hace la vida más agradable y llevadera; es, cual fuente inagotable; cuánto más se da, más se recibe. Esto da buen resultado hasta en los negocios. 
Todo lo expuesto no es una ilusión ni una mística, como algún desconocedor de esta ley pueda presumir; esto es una técnica para una vida armónica y feliz. 

Sebastian de Arauco.

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                              SALUDABLE ESPIRITISMO



                                  
               DOCTRINA ESPIRITA MEDICAMENTO SALUDABLE PARA EL ESPÍRITU

     Dios siempre nos da fuerzas para vencer las situaciones amargas. Jamás nos deja huérfanos el Supremo Padre, cuando de El más necesitamos. Es verdad que nunca podremos subsanar la falta del ser querido; pero, el Señor no nos dejará sin pan, sin la luz de la fe y sin los agasajos de la esperanza. El Padre nos auxiliará para que podamos subir la difícil montaña de la resignación y de la confianza, conduciendo el fardo que debemos soportar.
       El hombre moderno se encuentra aturdido, las orgias de sangre, de sexo de drogas, lo hacen retroceder a los orígenes del primitivismo, revelando la quiebra de las conquistas extrínsecas  y el malogro de la ética desasociada de las aspiraciones legitimas, convirtiéndola en algo ya pasado…
     Las soluciones superficiales y apresuradas, complejas de profundidad,  atenuando en la superficie  los efectos, sin remover en las causas las legítimas raíces en que se fijan los males continuos.
     Mediante el conocimiento de la reencarnación, de la pluralidad  de existencias planetarias, se puede formar el cuadro esclarecedor para poder comprender las ocurrencias que escapan, aparentemente misteriosas, muchas veces inexplicables…
     El hombre viene muchas veces a la tierra, ella es  su cuna y escuela en la que evoluciona, demandando más altas adquisiciones espirituales. Sus experiencias exitosas o de fracasos, producen el engranaje  en el que se moverá en el futuro.
    A cada acción, corresponde  una reacción equivalente. No siendo la muerte  otra cosa que una transferencia  de posición  vibratoria,  la vida mantiene su interacción y su armonía en las diversas situaciones en el cuerpo físico y fuera del, sin solución alguna de continuidad perturbadora.
    Muchos de los problemas graves relacionados con la salud física y mental que la medicina depara a cada momento, tienen sus raíces en el pretérito espiritual del paciente.
    Sus errores y sus adquisiciones, constituyen los agentes de su perturbación o de su paz.
    Reencarnando cada uno de nosotros con la suma de  nuestras propias experiencias, son diversas las situaciones personales, tal como observamos en el Mundo.
    Vinculados a los desafectos de los cuales nos gustaría  librarnos, sin lograrlo, sufrimos sus influencias maléficas.
    Auto obsesiones, obsesiones y subyugaciones, son capítulos  que merecen de la Patología Medica, un estudio simultaneo con los postulados del Espiritismo.
    La reencarnación es la clave que explica nuestros enigmas.
    Además  de las valiosas terapéuticas que son aplicadas a los obsesados en la actualidad, se imponen los saludables  y valiosos recursos de la fluido terapia  y de las expresivas contribuciones doctrinarias de la Tercera Revelación, que trae de regreso los insuperables métodos evangélicos cuyo exponente máximo Jesús, es el Divino Médico de todos nosotros.
    El amor y la oración, el perdón y la caridad, la fe y la esperanza, no son apenas virtudes vinculadas a las religiones pasadas, y si son insustituibles valores de higiene mental, de psicoterapia, de laborterapia,  que son de urgencia  para neutralizar las ondas crecientes del odio y de la rebeldía, de la venganza y de la  y de la aflicción, de la intolerancia y de la desconfianza, de la falta de creencia y de la desesperación, que irrumpen y se instalan en el hombre, avasallándolo todo intempestivamente.
     La Doctrina Espirita dispone de valiosos tesoros para poder adquirir  la felicidad en la Tierra y después de ella.
     Conocerla  y practicar sus enseñanzas, representa una libertad dichosa para aquellos que aspiran disfrutar mejores días que anhelan la paz y que trabajan por el bien.
    Por eso invitamos a los obsesados o perseguidos por espíritus obsesores e infelices, a que hagan la lectura de la Codificación Kardeciano, verdadero bloque monolítico de Ciencia, de Filosofía y de  Moral espiritual.  
Por encima de todas las deudas, se hallan los tesoros de la Excelsa Providencia, como flores que se abren inesperadamente perfumando  la corona de espinas , impuesta al alma por los rescates ineludibles, disminuyendo así, los dolores ocasionados por los aguijones férreos  de la maceración libertadora…
      Amigos Espirituales, responsables del curso de los acontecimientos educativos en pro de nuestra redención no liberan  a sus tutelados de la carga del sufrimiento que necesitamos  por impositivo de nuestros propios errores, que nos cumple recuperar, recomponiendo los paisajes humanos que quedaron yermos por nuestras actuaciones infelices. Si lo hicieran , sería una actitud más bien  arbitraria  injusta, lo que  constituiría  derogación de las leyes soberanas que rigen la Vida, pero inspiran decisiones felices, evitan celadas odiosas que aumentan el padecimiento debido a la rebeldía a la que nos arrojamos los incautos con la suma de cargas invisibles que arrastramos y nos imponemos, dañinas; impregnan fuerzas superiores  que se originan en la oración y en el intercambio psíquico, que se establecen y mantienen  en una psicoesfera de armonía y de esperanza; inducen personas y facultan factores  que auxilian, atenuando las pruebas; iluminan las conciencias y activan los recuerdos del pasado, tomándolos de los archivos  de la memoria, con el fin de que percibamos  que la Indefraudable  Justicia   Divina es también Amor, y que el Amor es la más apurada metodología existente  para la liberación y el aprendizaje del espíritu necesitado de evolución; amparan moralmente con su presencia, y se convierten en faroles íntimos que señalan el rumbo  en la noche de las  pruebas santificadoras.
      Nadie que  derroche  los valores de la vida, podrá permanecer con la conciencia en paz.
     El abuso de la fuerza, del poder económico o social, de la autoridad, de la inteligencia o de lo que sea, produce la desdicha a la que el mal mayordomo se arroja, en prolongada y aflictiva recuperación.
    Todos los valores positivos que afloran en nuestra vida exigen rendición de cuentas, en la cual son examinados  la aplicación, el uso y los resultados de la actuación, concediéndose al usufructuario el respectivo salario, adicionado a los intereses a los que nos hagamos acreedores.
    En el orden Divino, nadie explota, se aprovecha, pervierte o abusa del patrimonio del Padre, sin ser llamado a rendir graves cuentas…
    Todo problema debe constituir  un reto al valor moral del hombre,  con el fin de que sea solucionado. Someterse  pasivamente a cualquier coyuntura de dolor, ignorancia y sombra, resulta de tácita  cobardía moral ante la lucha, en la cual todos debemos  invertir y empeñar esfuerzos para obtener la superación de las dificultades y la instauración de los triunfos que forman seres dichosos.
     No está lejano el día en que las “ciencias de la mente” recurrirán, al Espiritismo, verdadera “ciencia del alma  y de la vida”, con el fin de obtener en su fuente los informes que les faltan, y de cuyos resultados saldrá beneficiada la Humanidad, colocándose definitivamente en el luminoso puente que unirá la Ciencia a la Religión, con lo que se originará una noble filosofía de vida para el ser humano que, entonces, nos sentiremos más felices y más hermanos de nuestro prójimo, de acuerdo  con lo estatuido en las enseñanzas evangélicas.
     En cualquier caso, la psicoterapia del Evangelio es el más eficaz medicamento para el alma, y consecuentemente, para la vida.

Trabajo realizado por Merchita

Extraído del libro: Tramas del destino, de Divaldo Pereira Franco.

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                    AMBIENTES FELICES


Nos referiremos una vez más a la frase del Maestro: “EN LA CASA DE MI PADRE HAY MUCHAS MORADAS“. Esta frase nos permite abrir un amplísimo estudio e investigación de cara al futuro. Las palabras del Maestro hacen referencia, no sólo a las moradas materiales, es decir, los diversos planetas que conforman el Universo físico, sino también a los diferentes planos espirituales, que son eternos y, el verdadero hogar al que pertenecemos como espíritus.
La vida está presente por doquier, y nos toca a nosotros, con el tiempo y los avances de la ciencia y  filosofía, ir descubriendo este vastísimo e inmenso Universo Espiritual, oculto hasta ahora.
El hombre se ha resistido a aceptarlo, entenderlo y profundizar en él. La evolución, que es imparable, nos invita a abrir nuestra mente para desvelar todas las maravillas que encierra el plano espiritual.
Si a nivel físico la Ciencia ha ampliado nuestra visión del cosmos, en comparación con lo conocido hace tan solo unas décadas. ¿Cuanto más nos faltará por conocer del plano espiritual?.
Con otra mentalidad y una mayor predisposición hacia el estudio de la vida en ese mundo espiritual, conseguiríamos qué, en reciprocidad, sus moradores se volcasen hacia nosotros y nos diesen comunicaciones que ampliasen los detalles y características de la vida en ese plano, nuestro hogar eterno.
La filosofía, de nuevo, viene para  aclarar conceptos y, nos ofrece el axioma: “COMO ES ARRIBA ES ABAJO. Quizás pueda resultarnos incomprensible en estos momentos, sin el respaldo de las Leyes Universales que nos enseñan a desvelar los misterios que envuelven la vida y de la muerte.
Del mismo modo que en este planeta existen diferentes hábitats, adaptados a las condiciones climáticas de cada zona geográfica, su cultura, riqueza, pobreza, grado de civilización y diferentes factores medioambientales, en el plano espiritual también existen características y diferencias notables.
Por pura Ley de Afinidad, resulta inteligente admitir que cada esfera del mundo espiritual refleje el estado evolutivo de las entidades que lo habitan. Cada uno de nosotros transmite al exterior los valores que alberga en su interior.
De ese modo, nos encontramos planos de vida que varían desde zonas de sufrimiento hasta mundos felices. Las zonas de sufrimiento son planos de vida donde imperan el sufrimiento, el dolor y las duras condiciones, dónde el espíritu aprende de sus errores y sufre las consecuencias de los mismos. Y, en la medida que va ascendiendo en la escala evolutiva, paralelamente va ascendiendo en la escala de los planos espirituales.
En los planos superiores reina la felicidad, la paz y la armonía y sus habitantes trabajan todos en una misma dirección, progreso y constante superación.
Por esta Ley de Afinidad, los espíritus sólo pueden alcanzar aquellos planos acordes a su nivel de progreso. En los mundos superiores, los espíritus vibran con deseos de luz y amor, de ayuda al semejante y llevan ya impresas las Leyes de Dios. En ellos ya caló, de forma permanente, el mensaje del Maestro Jesús, la guía más práctica para alcanzar y ascender en la senda de la evolución”.
Son moradas en las que no caben la pereza, la ociosidad, la comodidad, el odio, el rencor, el orgullo y el egoísmo, cualquier manifestación de personalidad inferior, animal, que ya quedo atrás.
Son planos en los que reina la luz y el bien, atributos que ya fueron  adquiridos por los espíritus que las habitan.
Las penosas luchas, resultado del egoísmo, del orgullo, de la ignorancia espiritual, ya fueron vencidas y quedaron  atrás. Son planos de luz y de amor, dónde la superación constante es el fin perseguido. Son planos de conciencias elevadas en los que no existe ningún tipo de desarmonía y, la vibración de amor y humildad surge en sus habitantes de forma natural.
Es precisamente, el grado de amor adquirido, el que marca el nivel en el que cada uno se encuentra. Es el amor en acción a favor de los semejantes. Cuanto mayor es el grado de evolución de un espíritu, mayor es su grado de actividad y dinamismo; de compromiso en favor del bien y en aras de adquirir superiores cotas de elevación moral.
Ningún espíritu puede situarse por encima de sus posibilidades, ya que por Ley de Vibración y Afinidad no puede alcanzar una faja vibratoria que no haya alcanzado. En los reinos de la Luz no hay favoritismos ni privilegios, cada uno está situado en el lugar que le corresponde, en función de sus méritos de trabajo y el esfuerzo realizado. Sin esfuerzo y sacrificio nunca será posible el progreso espiritual.
Encarnados en el plano físico, podemos ostentar posiciones y cargos ganados por fuerza o influencias. Pero somos meros usufructuarios de los poderes terrenales, más, cualquier posición temporal se pierde automáticamente cuando volvemos al plano espiritual. Únicamente obtenemos el lugar ganado por la puesta en práctica del amor, del servicio al prójimo y, la superación de las imperfecciones. No podemos comprar una parcela de cielo. Cielo o Infierno son meros estados de conciencia y, nos acompañan allá donde vayamos. Encarnados, aquí en este mundo, podemos ocultar nuestra verdadera personalidad, podemos engañar, guardar apariencias pero, nunca podremos escondernos de las Leyes Divinas. Enormes desengaños reciben muchos al morir, cuando no obtienen aquello que esperaban ó creían que les correspondía, por el simple hecho de haber cumplido con los ritos y normas de su religión. Han fracasado porque no han interiorizado la práctica del bien. 
SOLO LA PRACTICA DEL AMOR SENTIDO NOS CAPACITA PARA ALCANZAR LAS MORADAS DE FELICIDAD; Sebastián de Arauco.
Existen ciudades en los planos espirituales marcadas por la dicha y la felicidad, dedicadas al estudio y al trabajo, en aras de acercarse cada día un poco más a Dios y vivir en comunión con los planos sublimes de Amor y de Sabiduría. Son planos de vida en los que el fin perseguido es rivalizar en armonía con las Leyes Universales y la colaboración con la Creación misma. Son moradas radiantes de vida, de belleza y luminosidad que aquí en la tierra, ni tan siquiera podemos imaginar. Son espíritus que buscan la armonía, el bienestar y la sabiduría. Todos se vuelcan en hacer de su morada un lugar cada día más elevado, cada día un poco mejor.
La Tierra es una burda copia de esos planos de luz. ¡¡Cuanta belleza esconde la propia Naturaleza en todas sus manifestaciones!!. Acaso podemos ignorar cuanta felicidad somos capaces de percibir cuando nos sentimos bien, cuando hacemos las cosas de corazón, cuando son reconocidos nuestro trabajo y esfuerzo, cuando estamos en paz y armonía con nuestra propia conciencia y con nuestros seres queridos. Cuando nos sentimos útiles y hacemos de la sociedad y entorno algo mejor.
Sí, con toda la infinidad de problemas que nos rodean, somos capaces de sentir la dicha y la felicidad qué, de largo en largo nos embarga cuando hacemos las cosas bien, cuanto más podremos sentir en los planos elevados, reinos de armonía y felicidad. Allí ya no existen las carencias ni las imperfecciones de los mundos atrasados como el nuestro.
A continuación, reflejamos la escala de Mundos que nos enseña el Libro de los Espíritus:
  • Mundos Divinos
  • Mundos Felices
  • Mundos de Regeneración
  • Mundos de Expiación y Prueba
  • Mundos Primitivos
¿Podemos imaginar el camino para transitar por esta ascensión de Mundos; las vidas y más vidas, las experiencias, errores y rectificaciones necesarios para ir ascendiendo en la escala evolutiva individual y de las humanidades que pueblan dichos mundos?.
En idéntica medida, citar que la escala ascensional del espíritu es amplísima y mucho mayor que la existente en los mundos físicos. Son las regiones celestiales y los planos angélicos ó nirvana, que nos han transmitido las diferentes religiones.
A medida que se evoluciona y asciende en la escala de los mundos, se adquiere una mayor capacidad de acción y amor y, crece aún más, la capacidad de trabajo y realizaciones que el ente en su proyección puede realizar.
No podemos imaginar cuantas ocupaciones y tareas realizan los espíritus superiores en el espacio, desde los ingenieros siderales a los ángeles de la guarda, por citar o denominar de alguna forma, pero son de una laboriosidad y dinamismo absolutos, se escapa a nuestro entendimiento, desde los que se encargan de velar por la humanidad, seres dotados de gran amor y luz hacia nosotros, los más pequeños que necesitamos que velen por nosotros y nos guíen y ayuden constantemente, hasta los encargados de sistemas solares y galaxias, algo que parece ciencia ficción pero nada más cerca de la realidad que comprender que el espíritu es pura energía, amor, sabiduría, voluntad en acción y que no puede sino mantenerse ocupado y contribuir plenamente en la obra de la creación.
Descartemos pues, la imagen que todavía guardamos de ese estado de beatitud contemplativa que nos han transmitido las organizaciones religiosas: “Los Angeles y Demonios no son sino la diferente posición que ocupa el espíritu a lo largo de su proceso evolutivo”. Mientras el ángel es el estado de pureza y sabiduría, el demonio es el hombre  atrasado en el camino de la evolución. La meta común es la perfección, a la que todos estamos destinados, y, más pronto o más tarde, terminaremos alcanzando. Pero, es muy importante comprender que Dios no crea Angeles ni Demonios, sino espíritus puros e inocentes que han de recorrer el largo camino en su peregrinación hacia la perfección.
Ambientes Felices por:  Fermin Hernández Hernández
 Amor, Paz y Caridad
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