jueves, 5 de abril de 2018

¿La idea de la Reencarnación, no resulta anticuada?



Programado para hoy:
- Fases de la Iglesia Católica
-Cristianismo y Espiritismo
-¿La Verdad, es relativa?
-¿ La idea de la Reencarnación, no está anticuada?



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             FASES DE LA IGLESIA CATÓLICA 

     A pesar de los numerosos desvíos de la Iglesia Romana, que había olvidado los principios cristianos tan pronto se incorporó a la política del mundo, nunca el Catolicismo fue abandonado por las potencias del bien, en el mundo espiritual. Le fueron enviadas innumerables advertencias a lo largo de toda su vida histórica, por la misericordia de Cristo, dolido de la impiedad de cuantos, en Su nombre, mancillaban el altar de los templos. 
     Mientras estuvo subordinada a los emperadores de Constantinopla, la institución católica trabajó para liberarse de semejante tutela, buscando una más amplia independencia espiritual, solamente conseguida después del papa Esteban II, en el año 756, con la organización del llamado Patrimonio de San Pedro. En ese momento, los soberanos de la época disponían de la Iglesia de acuerdo a sus propios caprichos personales, confiriendo dignidades eclesiásticas a las conciencias más corruptas. 
     La sede del Catolicismo se había transformado en un vasto mercado de títulos nobiliarios de toda especie. Hasta después del siglo X, semejante situación de descalabro moral iba en un espantoso incremento. Los apóstoles del Divino Maestro, en la claridad del infinito, deploraron tales espectáculos de abandono espiritual y promovieron la reencarnación de numerosos ayudantes de la tarea redentora, en las huestes de la regla de San Benito. Estos misioneros de la verdad y del bien realizaron la restauración del monasterio de Cluny, de donde saldrían nuevos pensamientos y energías regeneradoras. 

A camino de la luz -Historia de la civilización a la luz del Espiritismo- “LOS ABUSOS DEL PODER RELIGIOSO”. Espíritu Emmanuel – Medium Francisco Cándido Xavier


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                     CRISTIANISMO Y ESPIRITISMO
     En primer lugar es necesario aclarar que cuando decimos Cristianismo no estamos hablando de Catolicismo o de Iglesia Católica. El día en que ésta fue oficialmente reconocida por el Imperio Romano, a partir de la conversión de Constantino se convirtió en la amiga de los césares, su aliada, y en cómplice de los grandes y los poderosos. Entró en la era infecunda de las argucias teológicas y de ahí en adelante tomó siempre el partido del más fuerte. Feudal, inquisitorial y hoy en día multimillonaria. Según la prensa, sólo en España recibe varios miles de millones de las arcas públicas al año, olvidando el mensaje de Cristo de «Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». Dos milenios después, la Iglesia Católica recibe en España eso y mucho más del César, en conceptos varios, sin contar las partidas excepcionales, como cuando el Papa tiene la amabilidad de visitarnos, que nos supuso, en el 2011, sesenta  millones de euros. Cuando en la declaración de la renta no marcamos la X que beneficia directamente a la Iglesia y lo hacemos en la de fines sociales, la Iglesia también se beneficia con al menos 80 millones de euros en proyectos de las ONG´s católicas españolas, aunque hay que decir que ésta sería su acción más honrosa y afín con el mensaje original de Cristo. La Iglesia tiene un reino que es de este mundo y nada más que de este mundo. 

    Estos breves esbozos históricos y contemporáneos, no tienen ningún ánimo de embate, pues respetamos profundamente a sus millones de seguidores, que aún encuentran en ella su fe y guía de vida, pero eran necesarios para hacer la diferenciación con el Cristianismo primitivo y mostrar que su teología aniquiló el Evangelio y el mensaje original de Cristo, cuyos principios esenciales están enunciados en el Evangelio o Nuevo Testamento. 

    La revelación espírita no considera la Biblia como texto sagrado por sus numerosas alegorías y contrasentidos, pero la moral que predican los Espíritus sí es la misma que encontramos en el Nuevo Testamento (ver introducción de El Evangelio según el Espiritismo). 

    «La Biblia, evidentemente, encierra unos hechos que la razón, desarrollada por la ciencia, no podría hoy aceptar, y otros que parecen extraños y se derivan de costumbres que ya no son las nuestras. No obstante, a la par de esto, pecaríamos de parcialidad si no reconociésemos que ella encierra grandes y bellas cosas. La alegoría ocupa, allí, considerable espacio, ocultando bajo su velo sublimes verdades, que se hacen patentes cuando se desciende a la esencia del pensamiento, pues pronto desaparece lo absurdo.» (Allan Kardec, La Génesis, Cap. IV) 

    Siguiendo la línea del pensamiento de Kardec, podemos efectivamente encontrar sublimes verdades y estos principios esenciales del mensaje original de Cristo en el Evangelio o Nuevo Testamento: 

     Amar: en esta sola palabra se encierra para Jesús toda la religión, toda la filosofía. 

     El Sermón de la Montaña expresa la ley moral en una forma que nadie ha igualado jamás. 

     Sus meditaciones y oraciones eran en solitario, sin templos. 

     No prescribe más que la caridad, la bondad y la sencillez. 

    La ley de la reencarnación, la pluralidad de mundos habitados y la ley de causa y efecto están expresadas en varios pasajes del Evangelio. Los primeros cristianos fueron reencarnacionistas hasta el año 553, cuando el emperador bizantino Justiniano I la abolió en el segundo concilio de Constantinopla. Orígenes, en el siglo III, ofrece argumentos claros sobre la reencarnación en su libro De los Principios y explica pasajes del Evangelio como «En la Casa de mi Padre muchas moradas hay…». Dice Orígenes: «El Señor hace alusión a las diversas estaciones que las almas deben ocupar después que sean despojadas de sus cuerpos actuales y revistan otros nuevos.»

      Los primeros cristianos se comunicaban con los Espíritus y recibían de ellos sus enseñanzas. Esto lo encontramos en los mismos textos evangélicos. Y el Cristianismo se apoya claramente en hechos de apariciones y manifestaciones de los Espíritus de los “muertos”. Tanto en el antiguo como en el nuevo testamento encontramos frecuentes y diversas formas de mediumnidad.

     Jesús tenía facultades que le permitían hablar con los Espíritus, sus discípulos le vieron hablar en el monte Tabor con los Espíritus materializados de Moisés y Elías. Eligió a sus discípulos no por su instrucción, sino por tener capacidades mediúmnicas, como después demostrarían. El don de lenguas que también tuvieron es el que actualmente conocemos como xenoglosia y al que San Pablo se refiere como diversidad de lenguas. 

     Este tipo de mediumnidad desde el inicio del Espiritismo destaca en los relatos de sabios e investigadores muy importantes como es el caso de Alfred Russel Wallace, que refiriéndose al Juez Edmonds, primer juez del Tribunal Supremo de Nueva York, y uno de los más destacados divulgadores del Espiritismo desde el principio de los fenómenos, escribió: «Los trabajos del Juez Edmonds son pruebas convincentes y entre ellas están las de su propia hija que además de médium llegó a hablar hasta en 12 lenguas diferentes, muchas veces durante más de una hora, con la facilidad y seguridad de quien habla su propio idioma, siendo que ella apenas si había estudiado ligeramente el francés.» 

     Fue un fenómeno mediúmnico, la aparición de Jesús en el Camino de Damasco, el que hizo de San Pablo un cristiano. San Juan aconsejaba no creer ciegamente en las instrucciones de los Espíritus, ya que bien sabemos que además de sabios los hay ignorantes y malévolos. «Amados, no creáis a todo Espíritu, sino probad si los Espíritus son de Dios» 

     «Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo. Y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo. Y hay diversidad de operaciones, pero es el mismo Dios el que hace todas las cosas en todos. Pero a cada uno se le da la manifestación del Espíritu para el bien común. Pues a uno le es dada palabra de sabiduría por el Espíritu; a otro, palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; a otro, dones para sanar por el Espíritu; a otro, poder de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de Espíritus; a otro, diversas clases de lenguas, y a otro, interpretación de lenguas». (1 Corintios 12:4-11) 

     Se ve claramente que ese don no es otro que el de la mediumnidad y la comunicación con los Espíritus. Cada médium tiene su particularidad: sabiduría, ciencia, fe, curas, profecía, lenguas, etc. Algunas religiones interpretan en esta Epístola que sólo se podría comunicar el Espíritu Santo, pero si fuera solamente uno el Espíritu que se puede comunicar, ¿por qué uno de los dones enumerados por Pablo sería el discernimiento de Espíritus? Parece claro y lógico que no es sólo un Espíritu el que produce todo, no es siempre el mismo Espíritu que produce maravillas, curas, profecías, que tiene diversas lenguas, etc., sino muchos, unos más adelantados y otros más atrasados, en caso contrario no habría necesidad de discernimiento. Pablo se refería a que todos los Espíritus provienen de Dios, incluso los menos buenos, pues todos somos sus hijos.

     Refiere Lucas que Jesús habiendo estado con ellos después de muerto, cuarenta días, dándoles instrucciones, se desmaterializa elevándose a las alturas. 

     Los primeros cristianos posteriores a los apóstoles seguirían practicando la mediumnidad durante varios siglos. Hermas, un discípulo de los apóstoles, dejó escritos consejos e instrucciones precisas sobre la mejor forma de llevar a cabo la comunicación con los Espíritus. 

     El Espiritismo surge por intermedio del fenómeno mediúmnico, que es en definitiva la base de los supuestos “milagros” en los que se apoya el Cristianismo. Pero los milagros no existen, son en realidad leyes poco conocidas y que la mediumnidad explica y desarrolla en profundidad no solamente a través de la teoría que traen los propios Espíritus, sino por los hechos y experiencias llevadas a cabo por destacados investigadores, que han comprobado y presenciado gran cantidad y variedad de fenómenos similares a aquellos de los primeros siglos del Cristianismo. 

    La revelación espírita trae conocimientos científicos y filosóficos que vienen a resolver los grandes enigmas del hombre sobre su procedencia, sus porqués y su destino. Y a su Ciencia y su Filosofía los Espíritus acompañan enseñanzas morales, que en nada difieren de las que ejemplificó y enseñó Cristo. 

    «El Espiritismo…ayudándoos a comprender mejor las enseñanzas de Cristo, hace de vosotros mejores cristianos. Haced, pues, que al veros se pueda decir que verdadero espiritista y verdadero cristiano son una sola cosa y una misma cosa: porque todos los que practican la caridad, son los discípulos de Jesús, cualquiera que sea el culto a que pertenezcan.» (Comunicación mediúmnica del apóstol Pablo. París, 1860. Evangelio Según el Espiritismo)-

-Salvador Martín-

Bibliografía: KARDEC, A. El Evangelio Según el Espiritismo] KARDEC, A. La Génesis  DENIS, L. Cristianismo y Espiritismo -PIRES, H. Visión Espírita de la Biblia.


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                                                  "Yo soy el Camino,la Verdad y la Vida...."       

                                                                         
                       ¿La Verdad es relativa?

     Un cuestionamiento común al estudioso del Espiritismo en cuanto a la verdad, es su posible relatividad. Escuchamos sobre el asunto  opiniones  diversas, creyendo unos que sí y otros opinando que no. ¿ Finalmente, la verdad es relativa ?
                La respuesta no es difícil, aunque tampoco es  tan sencilla  de ser presentada. Siempre que nos puedan esclarecer sobre el interesante asunto y aprovechamos el precioso recurso de la reflexión, encontraremos la respuesta más acertada sobre este tema.
La verdad viene siendo tema de discusión desde que el hombre se sintió como un ser racional y necesito buscar respuestas para comprender ka vida y sus manifestaciones. Filósofos, pensadores, educadores, científicos, religiosos, han procurado descubrir el real sentido del vocablo verdad en la senda intrincada del descubrimiento del conocimiento universal.
El filósofo Rene Descartes, en su clásico Discurso del Método, llegó a elaborar una metodología para la búsqueda del conocimiento verdadero. En ese documento, el conocido filósofo acuñó la célebre frase: " Pienso, luego existo".
La razón de la existencia humana es encontrar la verdad. Pero por cautela, los amigos espirituales recomendaron en la principal obra espírita:
Importa que cada cosa venga a su tiempo. La verdad es como la luz: el hombre precisa habituarse a ella, poco a poco; de lo contrario, queda deslumbrado.
Al desarrollar juiciosamente el contenido acerca del carácter de la revelación espírita, Kardec explica: "La característica esencial de cualquier revelación tiene que ser la verdad. Revelar un secreto es volver conocido un hecho; si es falso, ya no es un hecho, y por consecuencia no existe la revelación.
Más adelante, el Codificador prosigue profundizando en la cuestión:
Lo que de nuevo enseñan a los hombres, ya sea en el orden físico, ya sea en el orden filosófico, son las revelaciones. Si Dios suscita reveladores para las verdades científicas, puede,con mucha más razón, suscitarlos para las verdades morales, que constituyen elementos esenciales de progreso. Tales son los filósofos cuyas ideas atraviesan los siglos.
Pastorino, en su reconocida sabiduría como filósofo del Evangelio, ya en el Plano Espiritual, nos enseña que
El conocimiento de la Verdad, libera al ser humano de las ilusiones y lo impulsa al crecimiento espiritual, multiplicándole las motivaciones en favor de la auto-iluminación, gracias a lo cual se hace más fácil la ascensión a los páramos celestiales.
El conocimiento de la verdad, entonces, es el destino de toda criatura que ansía el entendimiento acerca de las principales cuestiones de la vida, que vienen preocupando al hombre en el transcurso  del proceso de la evolución antropomórfica: ¿ de donde vengo?; o ¿qué estoy haciendo en la Tierra?; ¿y para donde voy después de partir de aquí?. Son preguntas que las religiones, las ciencias y las filosofías al intentar resolverlas, aún no lograron el éxito. Y para las cuales el Espiritismo tiene las respuestas precisas y satisfactorias al espíritu científico y racional que prepondera en nuestra época.
Para acceder a esas informaciones, es imprescindible conocer los fundamentos básicos del Espiritismo por la lectura y estudio de las obras que componen la Codificación Espírita. Luces de esclarecimiento y bálsamos de consolación son ofrecidos en esos preciosos libros y en otros complementarios, procedentes de la psicografía de Zilda Gama, Yvinne Pereira, Chico Xavier, Divaldo Franco, entre tantos otros colaboradores de Cristo en la evangelización de la Humanidad terrena.
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En respuesta al cuestionamiento formulado al inicio de este texto, aclaramos que la verdad es absoluta. Gradual es la revelación de la verdad y relativa a nuestra capacidad de comprenderla.
Así, es natural que al iniciar nuestra evolución moral e intelectual, presentaremos también mejores condiciones de entender y aceptar la verdad, integrándonos, en definitiva, en los propósitos divinos que las palabras de Jesús traducen con propiedad: "Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres"
-  Verdad y Luz-
Referencias:
1 DESCARTES, René. Discurso del método.
2 KARDEC, Allan. El libro de los espíritus..
          3  La Génesis: los milagros y las predicciones según el Espiritismo. 
4 FRANCO, Divaldo P. Impermanencia e inmortalidad. Por el Espíritu Carlos Torres Pastorino. 
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¿La idea de la Reencarnación no 
          resulta  anticuada ?

A  pesar de las creencias a favor o en contra de la Reencarnación, si esta  es  una realidad, esta realidad  seguirá siéndolo y su existencia no depende de que se admita o no se admita.

La realidad, según demuestra la razón, la lógica, el buen sentido  y la propia ciencia, es que es un hecho que  nunca puede perder su  actualidad  pues  nunca dejó de acontecer, ya que  tal como dicta la Naturaleza, nunca ha dejado de nacer y morir gente en un eterno devenir, y si no existiera  la realidad del espíritu, y tras la muerte no hubiese  nada, o si habiéndolo ,no fuese  tal  como lo admitimos, en cualquier caso  la reencarnación  es una  idea  siempre útil y positiva, pues nos lleva a  enfocar la vida humana con más generosidad, altruismo y esperanza en nuestro futuro y en el de la Humanidad..

De otra parte, hay que considerar que una filosofía y una idea  que no tuviese fundamentos lógicos y coherentes como para haber sido considerada como cierta en todas las épocas y en tantas civilizaciones, no se podría haber mantenido  vigente a través de las edades  hasta la actualidad, habiendo siendo aceptada además,  por inteligencias cada vez más evolucionadas y brillantes  a lo largo de los tiempos.  Una idea como lo es la de la reencarnación, no podría haber atravesado siglos y siglos sobreviviendo a todos los envites y  resistencias que ha tenido, si  esta idea  no  tuviese un trasfondo muy serio y verdadero. 

   Por otro lado, el desarrollo dela ciencia moderna, en sus diversas ramas, tal como la Psiquiatría, la Electrónica, etc, nos han confirmado la existencia del ente espiritual y su reencarnación.

La idea de la reencarnación estaría anticuada, si fuese algo que perteneciese solo al pasado, como una moda o un  suceso histórico, pero sin embargo, es parte de la Naturaleza y por lo tanto, es algo que ha sido ,que es, tal como la ciencia ya  investigó y confirmó  y que por lo tanto seguirá  naturalmente existiendo.

Desde luego se puede afirmar que el de  la reencarnación es un concepto tan antiguo como el ser humano al que acompaña en  su realidad existencial, pero nunca se puede hablar de idea anticuada   cuando se trata de un concepto  tan vigente y real, hoy como ayer, y que por lo tanto  seguirá siéndolo en el futuro.

No es una idea anticuada, en el sentido de absoleta, porque todos los seres humanos, llevamos siglos o milenios de evolución, por tanto de reencarnación. Hemos reencarnado muchísimas veces y en el fondo de nuestra alma conocemos que esto es una realidad que nos ha traído hasta  el presente y que seguiremos teniendo en el porvenir. Por tanto, es una idea absolutamente vigente, porque vigente es su realidad.

Además, que la antigüedad de esta idea no solamente no supone una objeción para poder admitir la misma en la actualidad,  sino que por el contrario, es una prueba favorable  que avala  su realidad , tal y como Allán Kardec afirmó a este respecto ,pues de no haber sido siempre una realidad continua en el proceso de la evolución del alma humana, se podría considerar como una idea caduca, anticuada y algo del pasado, pero sin embargo sigue vigente en el presente y lo seguirá siendo en el futuro.

-Jose Luis Martín-


“El origen de la creencia en la reencarnación es prehistórico y se anticipa a la antigüedad más remota del mundo”.
                                       -E.D.Walker-

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