miércoles, 12 de abril de 2017

Fundamentos del Espiritismo





Contenido de este blog en el día de hoy:


-Los Fundamentos del Espiritismo
- El Odio
- Escapar del mundo
- Valorarse a si mismo



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                       Los Fundamentos del Espiritismo 



CARÁCTER Y CONSECUENCIAS RELIGIOSAS DE LAS MANIFESTACIONES DE LOS ESPÍRITUS


 Las almas o espíritus de los que han vivido constituyen el mundo invisible que puebla el espacio y en medio del cual vivimos. De aquí resulta que desde que existen hombres, existen espíritus, y que si éstos tienen el poder de manifestarse, han debido hacerlo en todas las épocas. Así lo patentizan la historia y las religiones de todos los pueblos. En estos últimos tiempos, empero, las manifestaciones de los espíritus han adquirido un gran desenvolvimiento y un carácter de mayor autenticidad; porque estaba en las miras de la Providencia poner término a la plaga de la incredulidad y del materialismo con pruebas evidentes, permitiendo a los que han dejado la tierra venir a atestiguar su existencia y revelar su situación feliz o desgraciada. Viviendo el mundo visible en medio del invisible con el que está en perpetuo contacto, resulta que incesantemente reacciona el uno con el otro. Esta reacción es origen de una multitud de fenómenos que se han considerado como sobrenaturales por ignorarse su causa. La acción del mundo invisible sobre el visible y viceversa, es una de las leyes, una de las fuerzas de la naturaleza, necesaria a la armonía universal como la ley de atracción; si cesara de funcionar perturbaríase la armonía, como si se separase una rueda de las de un mecanismo. Estando semejante acción fundada en una ley de la naturaleza, dedúcese que todos los fenómenos por ella producidos, nada tienen de sobrenaturales. Sólo han parecido tales porque no se conocía su causa, como así ha sucedido con ciertos efectos de electricidad, de la luz, etc. 
       Todas las religiones tienen por base la existencia de Dios, y por objeto el porvenir del hombre después de la muerte. Este porvenir, que es para el hombre de capital interés, está necesariamente enlazado con la existencia del mundo invisible. Por esta razón, el conocimiento de semejante mundo ha sido en todos tiempos objeto de las investigaciones y preocupaciones de aquel. Su atención ha sido naturalmente atraída hacia los fenómenos que tienden a probar la existencia del mundo invisible, y no los había más concluyentes que los de la manifestación de los espíritus, por cuyo medio sus mismos habitantes revelaban su existencia. He aquí por qué los tales fenómenos han constituido la base de la mayor parte de los dogmas de todas las religiones. Teniendo naturalmente el hombre intuición de un poder superior, ha sido inducido, en todos los tiempos, a atribuir a su acción «directa» los fenómenos cuya causa le era desconocida, y que eran para él prodigios y efectos sobrenaturales. Esta tendencia es considerada por los incrédulos como consecuencia del apego del hombre a lo maravilloso, pero no inquieren la causa de tal apego, que reside sencillamente en la intuición mal definida de un orden de cosas extra-corporales. 
        Con el progreso de la ciencia y el conocimiento de las leyes de la naturaleza, esos fenómenos han pasado poco a poco del dominio de lo maravilloso al de los efectos naturales, no lo es en la actualidad, y lo que hoy lo parece, no lo será mañana. 
         Los fenómenos que dependen de la manifestación de los espíritus, han debido proporcionar, por su misma naturaleza, un abundante contingente a los hechos tenidos por maravillosos; pero había de llegar un tiempo en que siendo conocida la ley que los rige, entrarían, como los otros, en el orden de los hechos naturales. 
        Ha llegado el tiempo, y dando a conocer semejante ley el Espiritismo, ofrece la clave de la mayor parte de los pasajes incomprensibles de las sagradas Escrituras que a él hacen alusión, y los hechos considerados como milagrosos. El carácter del hecho milagroso es el de ser insólito y excepcional, es una derogación de las leyes de la naturaleza. Desde el momento que un fenómeno se produce en condiciones idénticas, es porque está sometido a una ley y no es milagroso. Esta ley puede ser desconocida, pero no deja por ello de existir; el tiempo se encarga de darla a conocer. El movimiento del sol, o mejor, de la tierra, retenido por Josué, sería un verdadero milagro, mientras fuera una derogación manifiesta a la ley que rige el movimiento de los astros; pero si el hecho pudiera reproducirse en condiciones dadas, sería porque estaba sometida a una ley, y dejaría, por consiguiente, de ser milagroso. Sin razón se sobrecoge la Iglesia al ver que se estrecha el círculo de los hechos milagrosos, puesto que Dios prueba mejor su grandeza y poderío por el admirable conjunto de sus leyes, que por algunas infracciones de las mismas, tanto más cuanto que ella atribuye al demonio el poder de hacer prodigios, lo que implicaría que, pudiendo el demonio interrumpir el curso de las leyes divinas, sería tan poderoso como Dios. Atreverse a decir que el espíritu del mal puede suspender la acción de las leyes de Dios, es una blasfemia y un sacrilegio. La religión, lejos de perder autoridad, porque hechos tenidos por milagrosos pasen al orden de los hechos naturales, no puede menos que ganarla. Ante todo, porque si un hecho es tenido sin razón por milagroso, es un error, y la religión no puede dejar de perder, apoyándose en un error sobre todo si se obstina en mirar como un milagro lo que no lo es. En segundo lugar, no admitiendo muchas personas la posibilidad de los milagros, niegan los hechos reputados milagrosos, y por consiguiente, la religión que en ellos se apoya. Si, por el contrario, la posibilidad de tales hechos es demostrada como consecuencia de las leyes naturales, no hay lugar a rechazarlos, como tampoco a la religión que os proclama. Los hechos evidenciados por la ciencia de un modo perentorio, no pueden ser impugnados por ninguna creencia religiosa contraria. La religión no puede menos de ganar en autoridad, siguiendo el progreso de los conocimientos científicos, y de perder, quedándose rezagado o protestando contra esos mismos conocimientos en nombre de los dogmas; porque ninguno de éstos podrá prevalecer contra las leyes de la naturaleza, ni anularlas. Un dogma fundado en la negación de una ley de la naturaleza, no puede ser expresión de la verdad. 
       El espiritismo, fundado en el conocimiento de leyes no comprendidas hasta ahora, no viene a destruir los hechos religiosos, sino a sancionarlos dando de ellos una explicación racional. Sólo viene a destruir las falsas consecuencias que hayan sido deducidas a causa de la ignorancia de aquellas leyes o de su errónea interpretación. Induce la ignorancia de las leyes de la naturaleza a buscar causas fantásticas de los fenómenos que no comprende, y engendra las ideas supersticiosas, de las que son algunas debidas a los fenómenos espiritistas mal comprendidos. El conocimiento de las leyes que los rigen destruye las ideas supersticiosas, reduciendo las cosas a su realidad y demostrando el límite de lo posible y de lo imposible.

- Allán Kardec -



                                                 

                                                        EL ODIO 

10. Amáos unos a otros y seréis felices. Procurad, sobre todo, amar a los que os inspiran indiferencia, odio o desprecio. Cristo, vuestro modelo, os di...ó ese ejemplo de abnegación; misionero de amor, amó hasta dar su sangre y su vida. El sacrificio que os obliga a amar a los que os ultrajan y os persiguen, es penoso; pero esto es precisamente lo que os hace superiores; si los aborrecieseis como ellos os aborrecen, no valdríais más que ellos; es la hostia sin mancha ofrecida a Dios en el altar de vuestros corazones, hostia de agradable aroma cuyos perfumes suben hasta El. Aunque la ley de amor quiera que indistintamente se ame a todos los hermanos, no endurece el corazón contra los malos procederes; por el contrario, la prueba es más penosa, lo sé, puesto que durante mí última existencia terrestre, experimenté ese tormento; pero Dios existe y castiga en esta vida y en la otra a los que faltan a la ley de amor. No olvídéis, queridos hijos, que el amor os aproxima a Dios y que el odio os aleja de El. (Fenelón, Bordeaux, 1861). 

El evangelio según el espiritismo. Allan Kardec.

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ESCAPAR DEL MUNDO
A veces quieres acallar las voces que hablan en tu mente, voces que llegan desde recuerdos lejanos, desde posibles futuros o desde deseos no satisfechos.
Voces que hablan todo el tiempo y no te dan tregua. Quieres liberarte de ellas y buscas el silencio interior.
Pero dime, buscador:
¿Qué es el silencio interior?
Hay caminos que te pueden llevar fuera del camino. Puedes cambiar de ciudad de amigos, y de trabajo o sentir ganas de retirarte del mundo para transcurrir tu tiempo en soledad.
Crees que haciendo así lograrás acallar el ruidoso río de tus pensamientos y unirte contigo mismo en silenciosa contemplación.
Te aseguro que la contemplación resulta útil cuando interaccionas con aquello que contemplas pero contemplar sólo por el hecho de estarse quieto puede ser una pérdida de tiempo y de esfuerzo.
De todos modos las voces están allí, una idea sigue a la otra y tu interior es una procesión de pensamientos que te toman y te dejan a su antojo.
De eso es fácil deducir que no conoces tu mente sino sólo aquello que ves de tu mente cuando tu mente se calma un poco.
Dime la verdad:
¿Has podido acallar tu mente?
Si los has hecho es porque la controlas y entonces de nada te sirve su silencio ya que has logrado imponerle tu voluntad.
Conocer es el punto. ¿Conoces tu mente? Si esto es verdad no hay nada que te pueda ser enseñado: has llegado al punto que millones de personas han buscado durante siglos. Pero también es posible que tu conocimiento sea falso y solo tengas la ilusión de controlar tu mente.
Si la conocieras sabrías que conocer también es recordar, recordar que estás buscando y que ningún aprendizaje se da sólo por contemplar la vía porque aunque no pertenezcas al mundo no puedes negar que te mueves dentro del mundo.
Escucha:
Tu afirmas estar en la búsqueda de ti mismo o de la iluminación o del amor o de todas estas cosas al mismo tiempo. Pero:
Si tu familia te pide comida ¿Crees que la solución es irte de tu hogar?
Si las paredes de tu casa se caen en pedazos ¿acaso piensas que lo mejor es vivir en una gruta?
Si tu cuerpo te recuerda sus necesidades ¿imaginas que lo ideal sería no tener un cuerpo?
Buscador: debes liberarte de lo cotidiano en medio de lo cotidiano, sin alejarte de lo cotidiano.
Cuando intentas escapar sólo estas cayendo en otra trampa del camino.
De todos modos, puedes creer que tu mayor éxito sería vaciar la mente de todo pensamiento hasta que te ilumine el resplandor de lo real y liberarte así de los sufrimientos del mundo.
Cuidado: no se trata de borrar pensamientos y deseos sino de no correr tras ellos, de no ser de ellos.
Buscador: de nada sirve refugiarse en las altas montañas lejos de los hombres y la rutina: tus voces interiores, tu música privada te acompañarán a cada paso en todo lugar.
Los pensamientos que buscas acallar cruzan tu mente sin pausa y proyectan sobre ti su penumbra. No sirve reprimirlos, negarlos, afirmar que no existen. Sólo una cosa puedes hacer: observarlos, observarlos sin dejarte arrastrar por ellos.
¿Has notado cómo miran los recién nacidos?
Miran sin ver, para ellos tu rostro no significa nada no tiene ninguna importancia ven sólo un objeto que se interpone ante ellos y la luz del día.
Eso eres tú a sus ojos: una sombra.
Por lo tanto esas voces que bailan en tu mente menor son sombras de una sombra, fantasmas sin existencia real por eso puedes observarlas sin verlas, sin darles significado, sin alimentarlas con tu emotividad. Cuando te capturan dejas de ser tú y te conviertes en ellas. Es tu mirada emotiva lo que nutre esas sombras y las mantiene con vida.
Pero no debes sentirte culpable si no logras detener su flujo continuo.
Aunque lo desearas: ¿Podrías detener la carrera de la sangre por tus venas?
¿Podrías detener el crecimiento de tus uñas?
¿Podrías sujetar tu cerebro?
Debes saber que ese constante flujo de ideas es algo natural y orgánico, es la actividad de tu mente menor y de nada sirve culparte por algo que está en la naturaleza de las cosas.
En cambio sirve darse cuenta que tú no eres sólo un río de pensamientos. Tú eres algo más que eso no el pequeño ser que confunde sus sombras con la realidad, no la diminuta mente que se pierde en sus juegos mecánicos sino algo conectado con una inteligencia mayor infinitamente mayor, una idea cósmica.
Ojalá, buscador, que sepas reconocer esa unión en ti, ese contacto que te liga a la fuente de la vida.
Ojalá que aprendas a separar lo que eres de aquello que no eres y ojalá entiendas que el silencio no existe: Lo que existe es la posibilidad que tu instrumento armonice con la sinfonía del universo.
SE DESCONOCE EL AUTOR

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VALORARSE A SI MISMO

UNA OBSERVACIÓN  IMPORTANTE


¿Qué es reformar? (literal)
Es restituir o restablecer la organización primitiva


¿ Qué es la transformación? (literal)
Es el acto o efecto de transformar o de ser transformado. Es una alteración, modificación o cambio de una forma a otra. Puede ser una evolución o mutación mas o menos lenta de cualquier cosa.


¿ Qué es la modificación? (literal)
Es el acto o efecto de transformar. Es cambio en el modo de ser de cualquier cosa. Es transformación de una cosa sin perjuicio de su esencia.

¿Qué es la alteración? (literal)
Es el acto o efecto de modificar el estado normal de alguna cosa. Puede ser también el acto de descomponer o degenerar alguna cosa.
Así, adoptamos la palabra transformación por hallarla más adecuada a lo que se refiere a los cambios comportamentales.


TRANSFORMACIÓN  ÍNTIMA

¿ QUÉ ES LA TRANSFORMACIÓN ÍNTIMA?
Es un proceso contínuo de autoanálisis, de conocimiento de nuestra intimidad espiritual, liberándonos de nuestras imperfecciones y permitiendonos alcanzar el dominio de nosotros mismos.

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA TRANSFORMARNOS INTIMAMENTE ?
Se puede y se debe sustituir nuestros defectos como por ejemplo, el Egoísmo o Personalismo, el Orgullo, la Envidia, los Celos, la Agresividad, la Maledicencia y la Intolerancia, por virtudes tales como la Humildad, la Caridad, la Resignación, la Sensatez, la Generosidad, la Afabilidad, la Tolerancia, el Perdón, etc.

¿CUANTO TIEMPO PODRÁ LLEVAR PARA QUE TALES CAMBIOS OCURRAN?
El tiempo no importa, lo que importa es el esfuerzo continuo que se hace para alcanzar la Transformación Íntima( "Se reconocerá al verdadero Espírita por su transformación moral y por los esfuerzos que emplea para domar sus malas inclinaciones". Allan Kardec en El Evangelio Según el Espitritismo, Cap.XVII, Sed Perfectos). No se trata de esfuerzo físico, sino de una firme contención del espíritu, de un empeño que no sufra excesiva solución de continuidad. "Excesiva", porque en verdad, tampoco podemos estar "continuamente" empeñados en la transformación de nosotros mismos. Debe haber, eso sí, una persistencia de propósito y a esta persistencia llamamos esfuerzo. 
  En otras palabras, no es buen síntoma abandonar una actividad o desviar la energía hacia un curso más fácil de acción, a la primera señal de dificultad. La referencia del esfuerzo en ese sentido: continuidad, persistencia de cara a las dificultades. Aunque en el día de la impresión de que no hubo ninguna dificultad, no se debe desanimar ni abandonar el propósito de transformación. Por eso debemos decir que este esfuerzo es para toda la vida. Estudiar el Evangelio de Jesús, escuchar sugerencias  de personas experimentadas, asistir a conferencias, leer artículos y libros referentes a este asunto, nos llevará a conocernos aun más, y así nos ayudará en la identificación de los defectos que nos afectan en cada situación de la vida y aprender la práctica de las virtudes que irán a sustituirlos.
 
¿COMO HACER?
El conocerse a  si mismo es el primer paso para nuestra Transformación Íntima, y San Agustín en respuesta a la c. 919 de El Libro de los Espíritus nos ofrece una excelente receta para esto :

"Cuando estuviereis indecisos sobre el valor de una de vuestras acciones, inquirid como las calificaríais si la practicase otra persona. Si no obstante la censuráis, no la podreis tener por legítima cuando seáis su autor, pues Dios no usa de dos medidas en la aplicación de Su justicia. Procurad también saber lo que de ella piensan vuestros semejantes y o desprecieis la opinión de vuestros enemigos, por cuanto que estos no tienen ningún interés en enmascarar la verdad, y Dios muchas veces los pone a vuestro lado como un espejo, a fin de que seais advertidos con más franqueza de lo que haría un amigo. Por consiguiente, pregunte a su conciencia, aquel que se sienta poseído del serio deseo de mejorarse, a fin de extirpar de sí los malos tumores, como de su jardín arranca las hierbas dañinas; haga el balance de su día moral, para, a ejemplo del comerciante, evaluar sus pérdidas y sus ganancias, y os aseguro que la cuenta de estas será más abultada que la de aquellas. Si pudiese decir que le fue bien en su dia, podrá dormir en paz y aguardar sin recelo el despertar en la otra vida.
 Formulad, pues, de vosotros para con vosotros, cuestiones nítidas y precisas, y no temáis multiplicarlas. Justo es que se gasten algunos minutos para conquistar una felicidad eterna. ¿ No trabajáis todos los días con el fin de juntar haberes que os garanticen reposo en la vejez?. ¿No constituye ese reposo el objeto de todos vuestros deseos, el fin que os hace soportar fatigas y privaciones temporales?. ¡Pues bien!,¿Qué es ese descanso de algunos días, turbado siempre por las enfermedades del cuerpo, en comparación con lo que le espera al hombre de bien? ¿ No valdrá a este otro, la pena de hacer algunos esfuerzos?. Suele haber muchos que dicen que lo positivo es el presente  y lo incierto el futuro. Entonces, esta es exactamente la idea que estamos encargados de eliminar de vuestro interior, dado que deseamos hacer que comprendáis ese futuro, de modo que no quede ninguna duda en vuestra alma".

Tenemos la tendencia natural de justificar siempre nuestros defectos con racionalismos, Son artimañas y tramas inconscientes, Por tanto, procuremos conocer a fondo esos defectos en todas sus particularidades y, en como ellos nos afectan, localizando las ocasiones en que estamos más vulnerables a su manifestación. Procuremos entonces no apartarnos de esos procedimientos y buscar las herramientas adecuadas para sustituirlos en nuestro comportamiento.


Vean estas sugestiones de Benjamín Franklin en su Autobiografía, tales como lo escribió y en el orden que les dió:

Templanza.- No coma hasta el embotamiento; no beba hasta la exaltación.

Silencio– No hable sin provecho a los demás o a sí mismo; evite la conversación futíl.

Orden – Tenga un lugar para cada cosa; que cada parte del trabajo tenga su tiempo preciso.

Resolución  – Resuelva ejecutar aquello que debe; ejecute sin falta lo que resuelve.

Frugalidad –No haga despensa sin provecho, para los demás o para sí mismo; o sea, no desperdicie nada.

Diligencia – No pierda tiempo; esté siempre ocupado en algo útil; dispense toda actividad innecesaria.

Sinceridad– No use de artifícios engañosos; piense de manera recta y justa, y, cuando hable, hable de acuerdo.

Justicia – No perjudique a nadie por un mal juicio, o por la omisión de beneficios que son debidos.

Moderación– Evite extremos; no nutra resentimientos por injurias recibidas tanto cuanto que juzga que lo merecen los injuriadores.

Aseo – No tolere falta de aseo en el cuerpo, en el vestuario, o en la habitación

Tranquilidad– No se perturbe por cosas triviales, accidentes comunes o inevitables.

Castidad (1) – Evite la práctica sexual sin ser para la salud o la procreación; nunca llegue al abuso que o debilite, ni perjudique a su propia salud o a la paz de espíritu, o a la reputación de otra persona.

Humildad – Imite Jesús y a Sócrates.

LA IMPORTANCIA DE LAS CAÍDAS

Un punto importante es que precisamos contar con las caídas, hasta que crezcamos espiritualmente, al final somo como criaturas aprendiendo a andar, y son las caídas las que fortalecen nuestra voluntad y nos enseñan a tener persistencia.

Somos aquello que conseguimos realizar y no aquello que prometemos, A través de las caídas aprendemos más sobre nosotros mismos y podemos perfeccionarnos para evitarlas. Pero si caímos porque nos faltó voluntad de acertar, estaremos en el camino descendente y de caida en caída, nos debilitaremos,

La criatura aprende a andar porque está determinada a hacerlo. Entonces, no nos desanimemos nunca, levantémonos después y sigamos adelante con tranquilidad, sin martirizarnos, con conocimiento de causa, en la firme determinación de no equivocarnos más.


CONCLUSIÓN

Cada minuto de nuestra vida, antes de comenzar cualquier acción, hagamos este ejercicio de preguntarnos siempre:
¿ Esto que estoy haciendo ahora sería bien aceptado por Dios o por mi conciencia?

Si fuere, el procedimiento es correcto; si no fuere debemos interrumpir inmediatamente lo que íbamos a hacer y no pensar mas en eso.

“Aquel que, todas las noches, recordase  todas las acciones que practicara durante el día e inquiriese de sí mismo el bien o el mal que hubiera hecho, rogando a Dios y a su ángel de la guarda que lo esclarezcan, adquirirá una gran fuerza para perfeccionarse, porque, creedme, Dios lo asistirá. Dirigid pues, a vosotros mismos, preguntas interrogantes sobre lo que habéis hecho y con que objetivo procedisteis en tal o en cual circunstancia, sobre si hicisteis alguna cosa que, hecha por otro, censuraríais, sobre si hicisteis alguna cosa que no osaríais confesar. Preguntad aún más: Si quisiera Dios llamarme en este momento, ¿tendría que temer la mirada de alguien, al entrar de nuevo al mundo de los Espíritus, en donde nada puede ser ocultado?
Examinad lo que pudisteis haber hecho en contra de Dios, después contra vuestro prójimo y finalmente contra vosotros mismos. Las respuestas os darán, o el descanso para vuestra conciencia o la indicación e un mal que precise ser curado". (San Agustín en el Libro de los Espíritus,c. 919a) 
El autoanálisis permite que alineemos nuestras acciones y pensamientos en la dirección de las correcciones que necesitamos realizar, para que ajustemos nuestros actos de acuerdo con las enseñanzas del Maestro, tanto en relación a Dios como en relación a nuestro prójimo.
A través del propio esfuerzo y de ejercicios repetidos en dirección a las buenas causas, sedimentaremos en nosotros el propio Bien.

Este proceso es árduo, así necesitaremos de mucho coraje, perseverancia y determinación para lo que realizamos. Dios nos asiste y auxilia siempre, pero necesitamos hacer nuestra parte si deseamos verdaderamente mejorar.

Invirtamos en nuestro interior y procuremos mejorar nuestro espíritu eterno, transformando lo que esta sociedad transitoria estableció como "normal" para nosotros, Luchemos el buen combate y no la lucha mezquina de los materialistas, La humanidad continuará aún por muchos siglos como es ahora, pero nosotros, que ya estamos dispuestos a cambiar de actitud, que ya sentimos el amor enseñado por la Doctrina Espírita, que ya estamos conscientes de la realización de nuestra evolución espiritual, que ya comenzamos a comprender las palabras de nuestro gran Maestro (Jesús), podemos hacer nuestra pequeña parte, viviendo la solidaridad en el más alto grado que es la caridad, y realizar la transformación en lo íntimo de cada uno, haciendo la Alquimia moderna de transformar el plomo en oro.
- Elio Mollo-

(1)   Benjamin Franklin, nacido el 17 de enero de 1706, Boston, EUA. Vivió entre 1706 y 1790. Por haber sido un religioso calvinista, cuando usa en esta  autobiografia la palabra castidad, el sentido está conforme a la cultura de la época en lo que se refiere a educación sexual. Creemos, que por haber sido un periodista, un hombre de ciencia es también una figura representativa del iluminismo, si viviese en los dias actuales, en vez de castidad   habría usado algo como equilíbrio sexual. (Nota do autor)  

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