INQUIETUDES ESPIRITAS
1.- La vida y la muerte
2.- El Suicidio
3- En las fronteras de la epilepsia
4.- Las materializaciones de los Espíritus
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LA VIDA Y LA MUERTE
Las tumbas son cunas y las cunas son sepulcros
El polvo se confunde con el polvo y el Espíritu regresa a lo infinito. Al despertar en el espacio, observamos que tenemos un cuerpo semejante al que dejamos en la Tierra, pero imponderable y etéreo. Nos convencemos de ello, marchando a la tumba que guarda nuestros despojos, y allí contemplamos al organismo que sirvió de envoltura al cuerpo fluídico, y este a su vez, sirviendo de estrecho lazo entre este y el cuerpo material. Entonces comprendemos que el organismo terrestre no es sino una vestidura de la que nos despojamos al atravesar los umbrales de la eternidad; allí aprendemos que la muerte es, sencillamente, el cambio del espíritu de la vida física a la vida espiritual; que morir es alzar el vuelo hacia estados interplanetarios, nacer en otro mundo mejor, o quizás tomar un nuevo cuerpo en esta tierra erizada de dolores y cubierta de tristezas, para continuar la lucha y el combate en favor del progreso moral e intelectual de la humanidad.
Nuestra vida es una sombra, un instante, comparada cocn esa existencia sin fin que constituye la eternidad de los seres. El hombre en su vida presente no es más que un punto en el espacio. El Espíritu es la vida del hombre y nuestro cuerpo nada más que la forma exterior de ella. Así es que, durante la vida material, nuestro yo, el alma, está en constante comunicación con los espíritus que pueblan el espacio, sin que de ello, a veces, nos demos cuenta. Los Espíritus buenos nos prestan salud, fuerza y vida cuando practicamos el bien y cooperamos con ellos en propagar nuestros sanos principios, tan útiles y necesarios para la redención y salud de los pueblos. Los seres imperfectos producen las enfermedades, engendran la duda, incitan a la discordia entre los hombres y son causa de miles de trastornos en nuestros actos y obras, transmitiéndonos pensamientos perniciosos.
¡ Hombres !, aprended para siempre que la Tierra y el hombre no constituyen el centro y el fin de la Creación.
Bien sabéis que la ciencia nos dice, después de haber escudriñado con el telescopio el fondo de los cielos, que nuestro planeta, comparado con los demás mundos que se mecen en el infinito, es bastante imperfecto, físicamente hablando, y a pesar de eso, seres inteligentes se extienden por la faz de la Tierra, luminosas conciencias resplandecen en nuestro cielo moral, seres pensadores propagan sus doctrinas, seres orgánicos, diariamente respiran su atmósfera y se nutren con sus frutos; continúa la ciencia explicando con mucha lógica, que es consecuencia de lo supradicho, que si la Tierra, con ser inferior a esos otros mundos, está habitada, también esos soles, esos cuerpos luminosos que en la noche estrellada contemplamos silenciosos, estarán habitados por seres inteligentes. Y aqui viene el Espiritismo a hacer luz. Este, apoyado en experiencias que no dejan lugar a dudas, nos enseña que esos seres que pueblan los demás mundos, los hemos conocido o los conoceremos en el porvenir, porque todo se relaciona en la Naturaleza y nada en absoluto existe aislado en la inmensa extensión del Universo.
Ensanche nuestro pecho la esperanza porque el porvenir es nuestro. Conquistemos virtudes, practiquemos el bien, y podremos mirar tranquilamente, cara a cara, a lo infinito y en alas de la fe, elevar nuestro pensamiento hasta las regiones donde las impurezas de los hombres no alcanzan, y desde allí repetir con los Espíritus de Luz: ¡ Oh Tu, Ser Omnipotente, que gobiernas los mundos, soles y planetas, que iluminas conciencias e infiltras en los corazones sentimientos benévolos hacia los que sufren, desgraciados de este mundo y del espacio !, ¡Oh Tu. Ser Infinito, autor del Universo, desde los más íntimo del alma te doy las gracias por habernos traído al sendero en que me hallo, y espero de tu infinita misericordia que me inspires ideas elevadas para poder seguir guiado por esa polar estrella de la vida, que se llama Espiritismo !. Y vosotros, Espíritus de Luz, que veláis por el progreso de la humanidad, inspiradme para que siempre marche por el buen camino, y a todos los que nos hallamos en expiación, dadnos fuerza de voluntad para que seamos hoy mejores que ayer y mañana mejores que hoy.
Sinceramente espero que nos sostengáis en la lucha por el progreso con vuestros consejos y vuestros benéficos fluídos, para que podamos decir cuando nos acerquemos al ocaso de la vida, que nuestro paso por el mundo no ha sido inútil, que hemos procurado servir en algo a la humanidad, que hemos vivido en fraternal armonía, y así podamos pronunciar bien claro, dando nuestro último adiós al planeta, este famoso aserto del Espiritismo: "Nacer, morir, volver a nacer, y siempre progresar: Tal es la Ley".
- Luis Martinez Betances-
(Art. tomado de la Rev. Fraternidad Cristiana Espírita nº 49)
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EL SUICIDIO
Queridos amigos, en el mundo cada 40
segundos hay un suicidio, hagamos una campaña en contra, reenviando este
material a tus contactos, y conociendo las consecuencias que el espíritu del
suicida vive en el más Allá, por lo que por ningún motivo lo podemos considerar
como solución ante los problemas.
1. ¿QUÉ ES EL SUICIDIO?
Es el acto de atentar contra su
propia vida y se puede dar de forma
consciente, inconsciente e inducido
2. ¿EL SUICIDA
DESCANSA AL QUITARSE LA VIDA?
No, ya que siendo una actitud
cobarde y egoísta, agrega a los sufrimientos que ya vivía, la tortura, la
crueldad y el martirio en el mundo espiritual.
3. ¿QUÉ SUFRIMIENTO
SIENTE EL ESPÍRITU DEL SUICIDA AL DESENCARNAR?
Sufre dolores físicos
como si aún estuviera vivo, ve y siente constantemente los últimos instantes de
su muerte, siente los efectos de la descomposición de su cuerpo, revive
consecutivamente la forma como se suicidó, siente agonizar, ve sombras, escucha
voces de Espíritus suicidas, siente oscuridad, siente de todo, menos
el descanso que anhelaba.
4. EL
ESPÍRITU ANTES DE ENCARNAR ¿PUEDE ESCOGER SU
MUERTE A TRAVÉS DEL SUICIDIO?
Antes
de reencarnar Dios le permite al Espíritu planificar su
existencia en la Tierra, inclusive cuantos años va a
vivir, pero no se le permite escoger
su muerte a través del suicidio.
5. LA SITUACIÓN
DESESPERANTE ¿NO ES JUSTIFICACIÓN PARA TOMAR ESTA DETERMINACIÓN?
El que recurre a esta
acción, se está quitando la oportunidad de aprender de las pruebas y
dificultades a las cuales se hizo merecedor, por
los actos de hoy o de existencias pasadas.
6. ¿POR QUÉ DIOS
PERMITE QUE SUFRA EL SUICIDA EN EL PLANO ESPIRITUAL?
Porque Dios respeta el libre
albedrio y él, debe aprender de sus propias experiencias, ya
que con su actitud cobarde causó su propia
desgracia.
7. ¿CÓMO PODEMOS
AYUDAR AL ESPÍRITU DE LA PERSONA QUE SE SUICIDÓ?
Con nuestras oraciones, pues le
permite tener un bálsamo en medio de su
pena, encontrando valor para arrepentirse.
8. ¿EN QUÉ MOMENTO
TERMINA ESA PESADILLA PARA EL SUICIDA EN EL PLANO ESPIRITUAL?
Cuando se cumple el tiempo previsto
en que debía desencarnar de manera natural en la existencia interrumpida
9. CUANDO EN EL PLANO
ESPIRITUAL EL SUICIDA SE ARREPIENTE ¿DIOS LO PERDONA?
Dios siempre perdona pero, el
arrepentimiento no corrige nuestros errores, por lo tanto re encarnara
nuevamente para vivir y sufrir en carne propia las consecuencias de
sus actos en contra de sí mismo y en perjuicio de los demás.
10. ¿ES EXCUSABLE EL
SUICIDIO, CUANDO TIENE POR OBJETO IMPEDIR QUE LA VERGÜENZA RECAIGA EN LOS HIJOS
O EN LA FAMILIA?
El que actúa así, prueba que atiende
más a la estimación de los hombres que a Dios, pues
se deja llevar por el orgullo.
11.
CUANDO UNA PERSONA TIENE ANTE SÍ UNA MUERTE INEVITABLE Y TERRIBLE, ¿ES CULPABLE
SI RECURRE AL SUICIDIO?
Siempre hay culpabilidad en no
esperar el término fijado por Dios.
12. ¿POR QUÉ EN
ALGUNOS CASOS EL ESPÍRITU DEL SUICIDA, SE PRESENTA A SUS FAMILIARES O ALLEGADOS
A TRAVÉS DE LOS SUEÑOS?
Está manifestando su gran dolor y a
la vez previniendo a sus seres queridos contra este fatal error.
13. ¿CUÁLES PUEDEN SER
LAS CONSECUENCIAS DEL SUICIDIO EN UNA PRÓXIMA EXISTENCIA?
Si se ahorcó: Problemas respiratorios,
problemas en la garganta, asfixia etc. Un disparo en la cabeza: Problemas
neurocerebrales y malformaciones, pérdida de la memoria, dolores de cabeza
continuos e intensos.
Envenenamiento: problemas
digestivos, cáncer estomacal, ulceras gástricas etc.
También puede venir con
un cuerpo mutilado y
deforme físicamente, con problemas
psicológicos como: Fobias, depresiones, traumas, obsesiones etc.
14. ¿CUAL PUEDE SER LA
CAUSA DE LA MUERTE DE UN NIÑO A CORTA EDAD?
Algunas veces viene a completar el
tiempo que le hizo falta por vivir en la existencia interrumpida por
causa del suicidio, sirviendo a la vez de prueba para sus padres.
15. UNA PERSONA EBRIA,
O BAJO EL EFECTO DE LA DROGA ES ATROPELLADA Y MUERE ¿ES UN SUICIDIO VOLUNTARIO?
Sí, puesto que conscientemente hizo
aquel consumo, con el cual embruteció sus órganos y sentidos, originando la
causa de su muerte.
16.
¿EXISTEN OTRAS FORMAS DE SUICIDIO?
Sí, son los que a diario podemos
estar haciendo inconscientemente, y los que son inducidos de manera
psicológica.
17. ¿CUÁLES PUEDEN SER
ESTAS FORMAS DE SUICIDIO ?
El alcohol, el tabaco, las drogas
alucinógenas, los odios, la impaciencia, los deportes de
alto riesgo o de violencia extrema, los maltratos físicos , así como los que
son inducidos por Espíritus obsesores.
18. LA PERSONA AL NO
SER CONSCIENTE ¿ES CULPABLE DE
ESTA CLASE DE SUICIDIO?.
La ignorancia no nos exime de
nuestras propias responsabilidades, pues el descuido en el sentido moral, es el
deber al cual faltamos, y por el que se debe responder.
19. ¿CÓMO
PUEDE UN ESPÍRITU INDUCIRNOS AL SUICIDIO?
Nos lo intuye a través
del pensamiento, y finalmente logra subyugar la voluntad
de su víctima a través de un proceso obsesivo; se puede dar inclusive
a temprana edad, y muchos de estos,
son enemigos que traemos de existencias anteriores, ejerciendo así
una venganza.
20. ¿ES EXCUSABLE EL
SUICIDIO QUE SE COMETE INDUCIDO POR RELIGIONES
EXTREMISTAS?
El que así actúa es un fanático y
pagará muy caro su atrevimiento.
20. ¿ LA
EUTANASIA ES UN SUICIDIO?
Sí, cuando es practicada
voluntariamente por la persona que sufre; cuando se realiza sin su
consentimiento es un crimen.
21. ¿POR QUÉ SE INCREMENTAN LOS SUICIDIOS EN
LA ACTUALIDAD?
El materialismo, la
incredulidad y la indiferencia
moral, ha hecho que el hombre
se aleje de Dios, desconociendo su verdadera esencia
divina y quedando a la deriva
22. ¿POR QUÉ ALGUNAS
PERSONAS NACEN CON LA
TENDENCIA AL
SUICIDIO?
Porque en
existencias anteriores fueron suicidas y hoy sufren ese
desequilibrio que, por su propio
esfuerzo y voluntad deben corregir.
23. ¿QUÉ SE DEBE HACER
CUANDO HAY TENDENCIA AL SUICIDIO?
Buscar ayuda profesional y alternar
a esto la parte espiritual, que le va a permitir fortalecerse.
Cuando se presentan estos casos en
los Centros Espíritas, se hace un tratamiento integral en el que prima la
reforma moral, siendo indispensable la oración, las lecturas espirituales y
mucha fe en Dios; a la vez es de gran ayuda la vinculación y el
trabajo en una obra social.
24¿CÓMO SE LLAMA LA
DOCTRINA QUE ESTUDIA TODOS LOS CONCEPTOS
ENUNCIADOS ANTERIORMENTE?
Recibe el nombre de Doctrina o
Espiritismo. Nació en Francia en 1.857 con la publicación por Allan
Kardec de El Libro de los Espíritus y las demás obras
que este codificó, y hoy en día se ha extendido
por todo el mundo.
25. QUÉ ES EL
ESPÍRITISMO?
Es la ciencia que estudia el origen,
evolución y destino de los Espíritus, dándonos una visión más exacta sobre la
vida en el plano espiritual, las leyes que lo rigen y su relación con el mundo
material. Tiene tres aspectos: científico, filosófico y
moral. Su principal objetivo es “la transformación y mejora
moral del hombre.”
Muy contrario al concepto vulgar de
la gente, el Espiritismo brinda la oportunidad de conocer sus verdaderos
principios y fundamentos: DIOS, como Principio, causa y origen de todo
cuanto existe en el Universo, Jesús el modelo y guía de la humanidad.
26. ¿QUÉ
REVELA EL ESPIRITISMO?
Revela
conceptos nuevos y profundos con respecto a Dios, al universo, a los hombres, a
los Espíritus, a las leyes que rigen la vida y a la
espiritualidad. Por él llegamos a intuir la respuesta a las
siguientes cuestiones: ¿Qué somos? ¿De dónde venimos? ¿ Por qué estamos aquí
? ¿Para dónde vamos? ¿Cuál es la razón del dolor y el sufrimiento en la
tierra? ¿Cómo es el Más Allá?
27. ¿QUÉ NO ES
ESPIRITISMO?
No es una religión o secta
seudo-religiosa. No tiene dogmas de fe, iglesia, ritos, sacerdotes o
pastores. No reconoce libros sagrados o maestros
infalibles. No admite en su seno prácticas como la brujería, el
vudú, la magia, la adivinación, los baños, el tabaco, las cartas, ni muchas
supersticiones propias del atraso cultural y de los sincretismos etno
-religiosos.
No hay profesionales del
espiritismo, ningún espírita vive del Espiritismo, es una tarea gratuita, que
sólo se realiza con el deseo de servir y de orientar. El
Espiritismo respeta todas las religiones o doctrinas, trabajando por
la confraternización, la unión y la paz entre los
hombres.
El esclarecimiento
nos permite salir de la ignorancia, y por esfuerzo propio
vamos despertando hacia la espiritualidad, en conquista de
la felicidad.
- Fermín Acosta-
Centro Espírita Luces de Esperanza-
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EN LAS
FRONTERAS DE LA
EPILEPSIA
Dostoiewski y Machado de Assis, portadores de epilepsia, se sirvieron de las protagonistas de sus romances para describir sus propias crisis. Personajes ilustres de la Historia padecieron de epilepsia, mas para el hombre común, es en las aceras de las calles en donde acostumbran a manifestarse y se asustan con la violencia de las crisis convulsivas.
Aunque Hipócrates había hecho en sus
escritos una brillante descripción de la crisis del Gran Mal,
indicando al cerebro como el responsable por toda esa sintomatología, la
Epilepsia fue tenida como una dolencia mental a través de los siglos
y solo después del surgimiento de la Neurología, en el siglo pasado, la
Epilepsia pasó a ser entendida como un síndrome proveniente de una
lesión orgánica en el cerebro.
Hoy se entiende la epilepsia como una descarga eléctrica desorganizada que atiende las neuronas cerebrales, provocando síntomas correlacionados con el área cerebral afectada.
Aunque los relatos mediúmnicos del estilo de "En el Mundo Mayor" y "En los Dominios de la Mediúmnidad", dictados ambos libros por el Espíritu André Luiz, hagan descripciones inconfundibles de la sintomatología epiléptica en sus protagonistas, sometidos a interferencia espiritual francamente obsesora, la medicina de hoy rechaza cualquier presencia espiritual en la génesis de la crisis epiléptica, especialmente por el temor de ver resurgir la nefasta participación de los “demonios” de los antiguos textos bíblicos, versión de la cual la Edad Media y la Inquisición supieron sacar provecho.
Los exámenes sofisticados de hoy
identifican los traumas, las infecciones, los tumores y las degeneraciones
entre otras diversas causas de naturaleza orgánica para la etiología de la
epilepsia, sin embargo, ninguno de esos exámenes está apropiado para
detectar las vibraciones del plano espiritual que nos harían comprender más
profundamente la naturaleza esencial del problema de la Epilepsia.
Ni siquiera desde lejos pretendemos excluir la génesis cerebral de la manifestación epiléptica, mas la visión exclusivamente materialista de la Medicina tradicional la envuelve de un oscurantismo estúpido que no le permite identificar otro universo de interferencia situado en la dimensión espiritual que, como causa o como agravante, interfiere en la frecuencia y en la constelación de síntomas que el epiléptico manifiesta.
Negando la interferencia del espíritu, la Medicina no consigue observar que, a través del propio estudio de la epilepsia, ella tendría mucho que aprender, por ejemplo, con lo que los pacientes epilépticos vivencian durante las llamadas “crisis epilépticas”, en las cuales se observa una riqueza de expresión clínica cognitiva, que el simple desglose de neuronas en “corto-circuito” no tiene argumentos para justificar.
En la clasificación de las crisis epilépticas, la Neurología destaca un tipo de crisis llamada Crisis Focal o Parcial en la que no hay comprometimiento de la conciencia y la sintomatología será proveniente del local en el cerebro afectado por la descarga neuronal desorganizada. En el área motora, el paciente irá a presentar contracciones musculares en la mano, en el brazo, en la pierna o en cualquier parte del cuerpo correspondiente a la región motora del cerebro afectado.
En un área sensitiva, los síntomas serán referidos como adormecimientos, sensaciones extrañas o deformaciones en el miembro alcanzado.
En el grupo de las crisis focales están incluidas las crisis psíquicas en las que el paciente relata sensaciones subjetivas que experimenta espontáneamente, pudiendo tener una duración de minutos, horas o días.
Las descripciones clásicas de las crisis psíquicas hacen referencia más comúnmente a las crisis de "Deja Vu " y de “jamáis Vu ". Esos dos cuadros son reconocidos como provenientes de lesiones en la base del cerebro en la región de los lobos temporales.
En el “Deja Vu” (ya visto), el paciente relata una sensación de familiaridad con el ambiente o con las personas, aunque le sean extrañas y que el las este viendo por primera vez. En un local que le sea completamente desconocido, el paciente, al tener su crisis, siente una fuerte impresión de que ya conoce o ya estuvo en aquel lugar.
En la crisis del “Jamáis Vu” (jamáis visto), el paciente manifiesta sensación de extrañeza en lugares conocidos o por personas de su convivencia.
Ambas situaciones que describimos pueden ocurrir ocasionalmente con cualquier persona normal, mas, en el epiléptico, esas sensaciones son comúnmente repetitivas y duraderas.
Muchos epilépticos presentan crisis
psíquicas frecuentes, pero han recibido poca atención debido a que parecen
triviales, tales como cambios repentinos de humor, un entristecimiento súbito o
una agresividad inmotivada o desproporcional que puede virar hacia
la violencia.
En este articulo, estoy interesado en relatar otros tipos de crisis psíquicas, relativamente raras, en la que los propios pacientes tienen mucha dificultad en hallar términos adecuados para describirlas. Ellas merecen, a mi ver, un estudio meticuloso, procurando valorar las verdaderas sensaciones de esas experiencias subjetivas, que los pacientes procuran pasarnos, sintiendo inclusive, con frecuencia, la incredulidad que la mayoría de los médicos manifiesta al oírlos.
Los relatos de esas crisis, a primera
vista, parecen inconscientes, inverosímiles, superficiales,
mezclándose con los síntomas de la propia ansiedad con la que los
pacientes conviven cuando son victimas de ese tipo de crisis convulsivas. No
hay una afectación de la conciencia más si de la percepción de
funciones complejas como la de la noción del tiempo, del espacio, de la
realidad, del movimiento, de la noción del Yo y hasta del pensamiento.
Esas variadas sensaciones en el nivel de vivencia psíquica del individuo, a mi parecer ofrecen preciosa observación de la frontera entre las experiencias vividas física o espiritualmente por esos pacientes.
Algunos relatos que hicieron esos pacientes me ayudaron a confirmar que el mundo mental de cada uno de nosotros transita en una dimensión espiritual que trasciende a la experiencia física.
Uno de ellos es médico, frecuenta mi consultorio desde joven, por tener convulsiones provenientes de neurocisticercosis y, me buscó, acompañado de la esposa, con una cierta inquietud, intentando relatar que, en los últimos dos días, había perdido la capacidad de seguir el paso del tiempo. No era la identificación del tiempo, de las horas o del día y de la noche. el decía ser una pérdida de la “noción del tiempo”. Los acontecimientos se procesaban en su mente y cuando él se daba cuenta, esos acontecimientos ya habían acabado de ocurrir. Al dirigirse para su consultorio, conduciendo su coche por el camino, tomaba las curvas, pero siempre con la idea de que eso no le tomaba tiempo, porque acontecía en su mente, literalmente hablando, antes de suceder físicamente. Lo que tenía en mente, del trayecto que recorría, no era una imaginación, era el propio acontecimiento. Decía que no tenía sentido el antes o el después, porque, todo lo que ocurría en secuencia, él lo vivenciaba sucediendo simultáneamente. Su esposa lo ayudaba como auxiliar anestesista, y en la entrevista me contaba que a pesar de permanecer todo el tiempo con esas sensaciones que describía, él procedía normalmente mientras anestesiaba a sus pacientes, y decía que toda actitud que tomaba le parecía que ya había ocurrido no como una premonición, sino como un acontecimiento “Ya ocurrido por él”, si así podemos decir, y al terminar la anestesia, para su mente, los hechos le parecían continuar aconteciendo.
La neurología describe, también un estado
de crisis psíquica en la que el paciente tiene la sensación constante de estar
viviendo un sueño. El llamado de "Dreamy States" por los clásicos.
Otro paciente con crisis semejantes acrecentaba que también tenía la impresión de “no estar viviendo la realidad” y todo lo que hacía, para él, “no tenia contenido emocional”.
Dos niños y dos adultos jóvenes que
acompañábamos por antecedentes de convulsiones, nos relataron
episodios de percepción alterada en el movimiento de los objetos y del propio
pensamiento.
Oímos
de ellos expresiones del tipo. “los movimientos de las cosas y de las personas
parecen acelerados”: “cuando extiendo las manos para pegar un objeto, parece
que mis gestos son muy rápidos”; "las personas atraviesan la calle muy
deprisa”; "Es muy difícil atravesar la calle con todos los coches
corriendo” ;todo alrededor parece estar acelerado”; “las personas parecen
hablar muy rápido”. Para uno de ellos, su propio pensamiento cuando estaba con
la crisis, parecía acelerado.
En esas ocasiones evitaba el dialogo por recelo de mostrar a los demás alguna perturbación. Uno de esos pacientes, con 23 años, es pintor y decía que en las crisis sentía que todo pasaba lentamente, sus propios gestos al trabajar con el pincel le parecían ser hechos a cámara lenta, aunque sus colegas no confirmaban esa lentitud. El sentía esto durante más de una semana seguida, entrando y saliendo de las crisis sin ningún motivo aparente.
Una señora que también acompañábamos por tener desmayos, tenía un eletroencefalograma con alteraciones focales en el hemisferio izquierdo y una tomografía cerebral típica de neurocisticercosis. Ella contaba que venía teniendo episodios en los que parecía moverse, se sentía estar muy lejos, “como en otro mundo”, “ocupando otro espacio”. Esos episodios duraban 20 minutos y, a continuación, muy lúcida siempre, sentía su cabeza vacía y quedaba pálida y sin aliento. Otros cuadros, más complejos y algunas veces mucho más elaborados, han sido rotulados como alucinatorios y comúnmente relacionados con las dirimías del lóbulo temporal o trastornos del sueño.
Algunos pacientes dicen sentirse fuera del cuerpo, sensación que la neurología llama de “despersonalización”. Para otros los objetos que ven o los sonidos que oyen, están aumentados, disminuidos o distorsionados. Algunas veces hay una concentración de escenas y episodios memorizados y el paciente, en un relance, recapitula toda su existencia. Se le da el nombre de “visión panorámica” de la vida.
Tuvimos,
entre muchos otros, el caso de una chavala de nueve años que nos
consultaba debido a manifestaciones comunes de epilepsia. Esta nos relató
que en algunas ocasiones, estando absolutamente despierta, se siente saliendo
de su cuerpo en completa lucidez. En una de esas ultimas crisis
estaba sentada en el sofá, viendo la televisión cuando, súbitamente, se ve, al
lado del cuerpo físico. Pregunté sobre sus miedos en la actualidad y cuál era
su actitud al verse en esa duplicidad. Nos respondió con mucha simplicidad que,
asustada, procuró dirigirse cerca de la televisión para ver si su cuerpo allí
sentado la acompañaba.
Los cuadros que describimos no sorprenderían a ningún Neurólogo habituado a atender casos de epilepsia. Seguramente serán atribuidos a la presencia de disturbios de actividad neuronal, especialmente del lóbulo temporal y la mayoría de ellos va a verse libres de esas crisis con la medicación disponible para actuar específicamente en las diritmías de esa región.
Es curioso, entre tanto, que, esas
descripciones, los relatos de cómo esos pacientes vivencian o
“descodifican” la noción del sentido del tiempo, de la aprensión de la
realidad, de la relación espacio-tiempo en el desplazamiento de los objetos, de
la síntesis y proyección del pensamiento, nos permite, sin
pretensiones, conjeturar una serie de semejanzas con ciertas descripciones
no académicas en la literatura espiritualista.
Los textos especializados en descripciones sobre técnicas de meditación, por ejemplo, revelan que los “grandes maestros” y “místicos” que atienden los grados más profundos de interiorización de la conciencia, hacen interesantes descripciones en relación al sentido del tiempo, al espacio ocupado por la materia, la velocidad de las partículas de materia/energía que sintonizan, así como, el torbellino del flujo del pensamiento, descripciones estas, que a mi forma de ver, tienen una correspondencia muy llamativa con las de los epilépticos que aquí registramos.
Para nosotros, los espiritas, los conceptos del tiempo en el mundo espiritual, del espacio en la dimensión extra-física, de proyecciones del pensamiento, de desplazamiento del cuerpo espiritual, pueden ser fácilmente reconocidos en esa serie de historias que registramos. Las lesiones objetivas que la masa cerebral evidencia en esos cuadros son, para mí, nada más que puertas de intercesiones entre las dos dimensiones, la expresión física de una realidad que el cuerpo nos permite palpar y la percepción espiritual que Vivenciamos sin percibirlo los sentidos .
Dr. Núbor Orlando Facure
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LAS MATERIALIZACIONES DE LOS
ESPÍRITUS
En la fotografía: William Crookes y el Espíritu materializado de Katie King
Hemos dicho que los Espíritus se presentan vestidos con túnicas, envueltos en amplios ropajes o incluso con la indumentaria que usaban en vida.
El ropaje amplio parece ser el modo de vestir generalizado en el mundo de los Espíritus. Pero ¿adónde van a buscar la indumentaria que es en todo semejante a la que usaban cuando estaban vivos, con la totalidad de los accesorios? No cabe duda de que no se han llevado consigo los objetos reales, puesto que aún podemos verlos aquí en la Tierra. ¿De dónde provienen, pues, los que ellos usan en el otro mundo? Este asunto siempre ha sido bastante intrigante, aunque para muchas personas no era sino un simple motivo de curiosidad.
Con todo, confirmaba una cuestión de principio muy importante, pues su solución nos permitió descubrir una ley general que también se aplica en nuestro mundo corporal.
Numerosos hechos han venido a complicar el problema y a demostrar las deficiencias de las teorías con que intentaron explicarlo.
Hasta cierto punto era posible comprender la existencia de la ropa, puesto que de algún modo puede ser considerada como si formara parte del individuo. Sin embargo, no sucede lo mismo con los objetos accesorios, como la caja de rapé del visitante de la señora enferma, a la que nos referimos en el § 116*.
Notemos que en ese caso no se trataba de un muerto, sino de un vivo, y que el referido señor, cuando volvió en persona, tenía en la mano una caja de rapé semejante en todo a la de la aparición. ¿Dónde, pues, había encontrado su Espíritu la que tenía consigo cuando estaba sentado junto al lecho de la enferma? Podríamos citar un gran número de casos en los que Espíritus de muertos o de vivos aparecieron con objetos diversos, tales como bastones, armas, pipas, lámparas, libros, etc.
Entonces se nos ocurrió la idea de que los cuerpos inertes podían tener sus correspondientes cuerpos etéreos en el mundo invisible; que la materia condensada que forma los objetos podía tener una parte quintaesenciada, que escapa a nuestros sentidos. Esta teoría no se hallaba desprovista de verosimilitud, pero no explicaba todos los hechos.
Uno de ellos, principalmente, parecía frustrar todas las interpretaciones. Hasta entonces sólo se había tratado de imágenes o apariencias.
"Hemos verificado que el periespíritu puede adquirir las propiedades de la materia y hacerse tangible, pero esa tangibilidad es sólo momentánea, y el cuerpo sólido se desvanece como una sombra."
Este es de por sí un fenómeno extraordinario, pero más extraordinaria aún es la producción de materia sólida persistente, lo cual ha sido probado por numerosos hechos auténticos, sobre todo el de la escritura directa, de la que trataremos en detalle en un capítulo especial.
Sin embargo, como este fenómeno se vincula íntimamente con el asunto que ahora tratamos, y constituye una de sus aplicaciones más positivas, anticiparemos el orden en que debería aparecer.
La escritura directa, o pneumatografía, es la que se produce en forma espontánea, sin el concurso de la mano del médium ni del lápiz.
Basta con que se tome una hoja de papel en blanco –lo que se puede hacer adoptando las precauciones necesarias para asegurarse de que no habremos de ser víctimas de alguna superchería–, doblarla y depositarla en alguna parte: en un cajón, o simplemente sobre un mueble.
Hecho eso, si se dan las condiciones favorables, al cabo de un tiempo más o menos prolongado encontraremos en el papel letras, signos diversos, palabras, frases e incluso disertaciones, la mayoría de las veces trazados con una sustancia grisácea semejante al grafito, o con lápiz rojo, tinta común y hasta tinta de imprimir.
Así es el hecho en toda su simplicidad. Con todo, aunque poco común, su reproducción no es tan rara, puesto que hay personas que lo obtienen con mucha facilidad.
Si junto al papel se pusiera un lápiz, podríamos suponer que el Espíritu se serviría de él para escribir; pero dado que el papel se deja enteramente solo, es evidente que la escritura se forma por medio de una materia depositada sobre él.
¿De dónde sacó el Espíritu esa materia? Ese es el problema, cuya solución hemos encontrado gracias a la caja de rapé a la que nos referimos poco antes.
El Espíritu de san Luis nos dio la solución en las respuestas siguientes:
1. Hemos citado un caso de aparición del Espíritu de una persona viva. Ese Espíritu tenía una caja de rapé, cuyo polvo aspiraba. La sensación que él experimentaba, ¿era idéntica a la que siente un individuo cuando toma rapé?
“No.”
2. La caja de rapé tenía la misma forma de la caja que él usaba habitualmente, que estaba guardada en su casa. ¿Qué era, pues, la caja que la aparición sostenía con las manos?
“Una apariencia. Era para que la circunstancia fuera notada, como realmente lo fue, y para que la aparición no fuera tomada por una alucinación producida por el estado de salud de la vidente. El Espíritu quería que la señora en cuestión creyese en la realidad de su presencia, y para eso adoptó todas las apariencias de la realidad.”
3. Dijiste que era una apariencia. Sin embargo, una apariencia no tiene nada de real: es como una ilusión óptica. Querríamos saber si esa caja de rapé era sólo una imagen sin realidad, o si había en ella algo material.
“Por cierto lo había. Con la ayuda de ese principio material el periespíritu adopta la apariencia de ropas semejantes a las que el Espíritu usaba cuando vivía.”
Observación – Es evidente, en este caso, que debemos entender la palabra apariencia en el sentido de aspecto, de imitación. La caja de rapé real no estaba ahí. La que tenía el Espíritu sólo era la representación de la real. Así pues, en relación con la caja original, se trataba de una simple apariencia, aunque estuviera formada de un principio material.
La experiencia nos enseña que no siempre debemos tomar al pie de la letra ciertas expresiones utilizadas por los Espíritus.
Si las interpretamos de acuerdo con nuestras ideas, nos exponemos a cometer grandes equivocaciones. Por eso necesitamos profundizar el sentido de sus palabras cada vez que presenten la menor ambigüedad. Se trata de una recomendación que los Espíritus mismos nos hacen constantemente. Sin la explicación que provocamos, el término apariencia, repetido sin cesar en los casos análogos, podría prestarse a una interpretación falsa.
4. La materia inerte, ¿puede desdoblarse? ¿Acaso existe en el mundo invisible una materia esencial, capaz de adoptar la forma de los objetos que vemos? En una palabra, ¿tienen esos objetos su doble etéreo en el mundo invisible, del mismo modo que los hombres están representados en él por los Espíritus?
“No sucede de ese modo. El Espíritu dispone, sobre los elementos materiales que se hallan diseminados en todas partes en el espacio, en vuestra atmósfera, de un poder que estáis lejos de sospechar. Puede concentrar a voluntad esos elementos y darles la forma aparente adecuada a sus proyectos.”
Observación – Como se puede ver, esta pregunta era la traducción de nuestro pensamiento, es decir, de la idea que nos formábamos acerca de la naturaleza de esos objetos.
Si las respuestas fueran, como algunos pretenden, el reflejo del pensamiento, habríamos obtenido la confirmación de nuestra teoría, y no una teoría contraria.
5. Hago de nuevo la pregunta, en forma categórica, a fin de evitar cualquier equívoco. Las ropas con que se cubren los Espíritus, ¿son algo?
“Creo que mi respuesta precedente resolvió el problema. ¿Acaso no sabéis que el periespíritu mismo es algo?”
6. De esta explicación resulta que los Espíritus logran, a voluntad, que la materia etérea sufra transformaciones. Así, por ejemplo, en el caso de la caja de rapé, el Espíritu no la encontró hecha, sino que él mismo la hizo en el momento en que la necesitó, mediante un acto de su voluntad. Y también pudo deshacerla. Lo mismo debe de ocurrir con todos los demás objetos, como ropas, joyas, etc.
“Es evidente.”
7. La caja de rapé fue visible para aquella señora a tal punto que produjo en ella la ilusión de que era real. El Espíritu, ¿habría podido hacer que fuera tangible para ella? “
Sí, habría podido.”
8. Puesto que es así, ¿esa señora habría podido tomarla con las manos, convencida de que sostenía una caja de rapé verdadera?
“Sí.”
9.Si hubiera abierto la caja, probablemente habría encontrado rapé en su interior. Y si lo hubiese aspirado, ¿el poder de producir objetos tangibles?
“No cabe duda de que cuanto más elevado es el Espíritu, tanto más fácilmente lo consigue. Sin embargo, eso también depende de las circunstancias: los Espíritus inferiores pueden tener ese poder.”
16. El Espíritu, ¿comprende siempre la manera en que produce su vestimenta y los objetos cuya apariencia él muestra?
“No. A menudo contribuye a la formación de esas cosas mediante un acto instintivo que él mismo no comprende, en caso de que no esté suficientemente ilustrado para ello.”
17. Dado que el Espíritu puede extraer del elemento universal los materiales que necesita para la producción de todas esas cosas, y darles una realidad temporaria, con sus propiedades, también puede extraer de allí lo que necesita para escribir. Por consiguiente, eso parece darnos la explicación del fenómeno de la escritura directa.
“¡Al fin has llegado a donde querías!”
Observación – En efecto, ahí queríamos llegar con todas nuestras preguntas anteriores. La respuesta demuestra que el Espíritu había leído nuestro pensamiento.
18. Si la materia de la que se sirve el Espíritu no tiene persistencia, ¿por qué los trazos de la escritura directa no desaparecen?
“No saquéis conclusiones a partir de palabras. En primer lugar, no dije nunca. En aquella respuesta me refería a un objeto material voluminoso, mientras que aquí se trata de signos escritos, que es útil conservar, y entonces se los conserva. Quise decir que los objetos compuestos de esa manera por los Espíritus no podrían convertirse en objetos de uso frecuente, porque en realidad no hay en ellos agregación de materia, como en vuestros cuerpos sólidos.”
La teoría precedente puede ser resumida de este modo: el Espíritu actúa sobre la materia. Extrae de la materia cósmica universal los elementos necesarios para formar, según lo desee, objetos que tengan la apariencia de los diversos cuerpos que existen en la Tierra.
También puede, mediante su voluntad, operar sobre la materia elemental una transformación íntima, que le confiera determinadas propiedades. Esta facultad es inherente a la naturaleza del Espíritu, que la ejerce a menudo como un acto instintivo, cuando es necesario, y sin percatarse de ello.
Los objetos que el Espíritu forma tienen una existencia temporaria, subordinada a su voluntad o a la necesidad. Puede hacerlos y deshacerlos según lo desee. En ciertos casos, esos objetos pueden tener en presencia de las personas vivas todas las apariencias de la realidad, es decir, volverse momentáneamente visibles e incluso tangibles.
Existe formación, pero no creación, ya que el Espíritu no puede extraer cosa alguna de la nada. La existencia de una materia elemental única está hoy prácticamente admitida por la ciencia, y los Espíritus la confirman, como acabamos de ver. Esa materia da origen a todos los cuerpos de la naturaleza. También, mediante las transformaciones que sufre, produce las diversas propiedades de esos mismos cuerpos. Así, mediante una simple modificación, una sustancia saludable puede volverse venenosa. La química nos ofrece numerosos ejemplos de ello. Todos saben que dos sustancias inofensivas, combinadas en ciertas proporciones, pueden dar origen a otra deletérea. Una parte de oxígeno y dos de hidrógeno, ambos inofensivos, forman agua. Agregad un átomo de oxígeno y tendréis un líquido corrosivo. Incluso sin modificar las proporciones, basta muchas veces con un simple cambio en el modo de agregación molecular para modificar las propiedades. De esa forma un cuerpo opaco podrá tornarse transparente, y viceversa. Ahora bien, dado que el Espíritu, mediante su voluntad, es capaz de ejercer una acción tan poderosa sobre la materia elemental, se comprende que pueda no sólo formar sustancias, sino también alterar sus propiedades, empleando como reactivo su propia voluntad.
Esta teoría nos da la solución de un hecho muy conocido en magnetismo, pero hasta hoy sin explicación: el del cambio de las propiedades del agua mediante la voluntad. El Espíritu actuante es el del magnetizador, casi siempre asistido por un Espíritu no encarnado. Aquel opera una transmutación con la ayuda del fluido magnético, que, como hemos dicho, es la sustancia que más se aproxima a la materia cósmica, o elemento universal. Ahora bien, si el magnetizador es capaz de operar una modificación en las propiedades del agua, también puede producir un fenómeno análogo en los fluidos del organismo. De ahí el efecto curativo de la acción magnética convenientemente dirigida.
Sabemos acerca del papel capital que desempeña la voluntad en todos los fenómenos del magnetismo. Pero ¿ cómo explicar la acción material de un agente tan sutil? La voluntad no es un ser, no es una sustancia. Ni siquiera es una propiedad de la materia más etérea. La voluntad constituye el atributo esencial del Espíritu, es decir, del ser pensante. Con la ayuda de esa palanca ( la voluntad), el Espíritu actúa sobre la materia elemental y, por medio de una acción consecutiva, reacciona sobre sus componentes, cuyas propiedades íntimas pueden así ser transformadas. La voluntad es un atributo del Espíritu encarnado tanto como del Espíritu errante. Ahí radica el poder del magnetizador, poder que se sabe es proporcional a la fuerza de voluntad.
Así como el Espíritu encarnado puede actuar sobre la materia elemental, también puede, dentro de ciertos límites, modificar las propiedades de dicha materia, lo que explica la facultad de curar mediante el contacto y la imposición de las manos, facultad que algunas personas poseen en grado más o menos elevado. (Véase, en el capítulo Acerca de los médiums, los parágrafos referidos a los Médiums curativos. Véase también, en la Revista Espírita, de julio de 1859, los artículos: “El zuavo de Magenta” y “Un oficial del ejército de Italia”(1).) – Notas: Sobre la imagen que ilustra este artículo, indicar que se trata de una recreación artística simulando una aparición clásica. (Nota de la web) (1) Según puede leerse en el original de la Revue Spirite, el título de este artículo es “Un oficial superior muerto en Magenta”. (N. del T.)
Por Allan Kardec. de su su obra “El Libro de los Médiums”.
( Tomado de Zona Espírita )
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