miércoles, 9 de julio de 2025

Sesión mediúmnica: Sobre la venida de Jesús y consejos.

 INQUIETUDES ESPÍRITAS 

1.- El sufrimiento de los Espíritus

2.- El agente de la Providencia

3.- La mujer y la mediumnidad

4.- Sesión mediúmnica: Sobre la venida de Jesús y consejos.


                                     ***************************************


                                                                     


    EL SUFRIMIENTO DE LOS ESPÍRITUS

¿En qué consisten los sufrimientos de los espíritus inferiores?

«Son tan variados como las causas que los han producido, y son tan proporcionados al grado de inferioridad como los goces lo son al de superioridad. Pueden resumirse así:

 Envidiar todo lo que les falta para ser felices sin poder obtenerlo; ver la dicha sin poder alcanzarla, pesar, celos, rabia y desesperación producidos por lo que les priva de ser felices; remordimientos y ansiedad moral indefinibles. Desean todos los goces sin poder satisfacerlos, lo cual los atormenta».

¿Es siempre buena la influencia que ejercen unos espíritus en otros?

«Buena siempre de parte de los espíritus buenos, no hay que decirlo; pero los espíritus
perversos procuran alejar del camino del bien y del arrepentimiento a los que consideran susceptibles de dejarse arrastrar, y a quienes, durante la vida, han arrastrado al mal con frecuencia».

-¿De modo que la muerte no nos libra de la tentación?

«No; pero la acción de los espíritus malos es mucho menor en los otros espíritus que en los hombres, porque no tienen por auxiliares a las pasiones materiales». (996)

¿De qué medio se valen los espíritus malos para tentar a los otros, no teniendo el
auxilio de las pasiones?

«Si éstas no existen mentalmente, existen aún en el pensamiento de los espíritus
atrasados. Los malos fomentan esos pensamientos, arrastrando a sus victimas a los lugares, donde se les presenta el espectáculo de esas pasiones y de todo lo que puede excitarías».

-Pero ¿de qué sirven semejantes pasiones, puesto que no tienen otro objeto real?

«Este es cabalmente su suplicio; el avaro ve oro que no puede poseer; el licencioso orgías en las que no puede tomar parte, y el orgulloso honores que codicia y no puede disfrutar».

¿Cuáles son los mayores sufrimientos que pueden experimentar los espíritus?

«No hay descripción posible de los tormentos morales con que son castigados ciertos
crímenes. El mismo que los experimenta tendría trabajo para daros una idea de ellos; pero el más horrible indudablemente es la creencia de estar eternamente condenado».

- EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS- Allan Kardec

                                                        *********************************



                EL AGENTE DE LA PROVIDENCIA

                      ( MOMENTOS DE REFLEXIÓN )


                                                


La oración se constituye un hábito en la mayoría de las personas.

Conscientes de su fragilidad ellas buscan el contacto con el Ser Supremo.

Muchas piden auxilio para cuestiones materiales, como la conquista de un empleo o la cura de una enfermedad.

Otras ruegan fuerzas en los momentos difíciles.

Existen otras que buscan la inspiración Divina para conducir bien su existencia en un contexto de dignidad.

También existen los que se acuerdan de orar en agradecimiento por las dádivas recibidas.

O solamente como una forma de entrar en contacto con las esferas superiores de la Espiritualidad.

El Evangelio se refiere a diversos pasajes en los cuales Cristo oró.

Jesús era puro y sabio y aun así no desdeñó el recurso de la oración.

Se trata de una señal firme de que orar es imprescindible a las experiencias de la vida humana.

Al componer la oración dominical el Maestro resaltó que el hombre debe perdonar para ser perdonado.

En otro momento, afirmó que el hombre debe hacer al prójimo aquello que le gustaría que le hiciese.

Se concluye que siempre uno debe estar dispuesto a dar lo que desea recibir, cuando se trata de auxilio y comprensión.

El Espiritismo enseña que los Espíritus son los agentes de la Creación.

Ellos encarnan con la finalidad de evolucionar y reunir conocimientos y virtudes.

Así, adquieren condiciones para hacer la parte que les toca en la obra de la Creación.

Los Espíritus hacen parte de la naturaleza.

La inteligencia humana integra el Plan Divino.

Todo hombre tiene la misión de colaborar en el perfeccionamiento del mundo en que vive.

Los proyectos de la Divinidad se realizan a través de la acción de sus criaturas.

Animales minúsculos, al actuar de manera inconsciente, auxilian en la elaboración de los archipiélagos.

La lucha de un sin número de hombres logró la supresión de las prácticas injustas como la esclavitud y la tortura.

Los científicos están siempre descubriendo la cura de enfermedades que causan desdicha a la Humanidad.

Las innovaciones tecnológicas, fruto del trabajo humano, dejan la vida más sencilla e interesante.

Así, la Divina Providencia se manifiesta a través del hombre.

Con certeza, los recursos divinos no se limitan a tales circunstancias.

La actuación humana se inserta en la manera natural por la cual las bendiciones del Creador alcanzan la Tierra.

Tu tarea es mejorar al Mundo en que habitas.

Y hacer siempre al prójimo lo que deseas que te hagan.

Habitualmente, la respuesta a tus oraciones no llega de manera retumbante y mística.

En general viene por la actuación de terceros, a través de pequeños acontecimientos que te auxilian y esclarecen.

De esa manera, puedes y debes ser la respuesta a las oraciones que tus semejantes dirigen a las alturas.

Quédate atento a las dificultades de las personas que te rodean.

Muchos necesitan de un consejo prudente y sensato para no cometer desatinos.

Otros necesitan de una palabra de comprensión después de un grave error.

Algunos están en vías de desistir después de alguna derrota y carecen de incentivo y esperanza.

¡Tienes mucho para dar!

Considera tus tesoros y alégrate en repartirlos.

Deja que el bien se manifieste por tus manos.

Sé un agente de la Providencia.

Esa es tu misión.

Realizándola, alcanzarás paz y plenitud.

Piensa en eso.

Redacción del Momento Espírita

                                    ++++++++++++++++++++++++++++++++                                                


LA MUJER Y LA MEDIUMNIDAD

 

Se encuentran, en ambos sexos, excelentes médiums; es la mujer, sin embargo, en la que parecen otorgadas las más bellas facultades psíquicas. De allí el eminente papel que le está reservado en la difusión del nuevo Espiritualismo. Observando las imperfecciones inherentes a toda criatura humana, no puede la mujer, para quien la estudia imparcialmente, dejar de ser objeto de sorpresa y algunas veces admiración.


No es únicamente en sus trazos personales que se realizan, en la Naturaleza y en el Arte, los tipos de belleza, de la piedad y de la caridad; en lo que se refiere a los poderes íntimos, la intuición y la adivinación, siempre fue ella superior al hombre.


Es entre las hijas de Eva que la antigüedad obtuvo sus célebres videntes y sibilas. Esos maravillosos poderes, esos dones de lo Alto, la Iglesia entendió, en la Edad Media, que debía avistar y suprimir, mediante los procesos instaurados contra lo que se llamó brujería.

Hoy encuentran ellos su aplicación, porque es sobre todo por intermedio de la mujer que se afirma la comunión con la vida invisible. Más de una vez se revela la mujer en su sublime función de mediadora y lo es en toda la Naturaleza. De ella proviene la vida; es ella la propia fuente de ésta, la regeneradora de la raza humana, que no subiste y se renueva sino por su amor y sus tiernos cuidados. Y esa función preponderante que desempeña en el dominio de la vida, y todavía la ocupa en el dominio de la muerte.

Pero nosotros sabemos que la muerte y la vida son una, son las dos formas alternadas, los dos aspectos continuos de la existencia. Mediadora también es la mujer en el domino de las creencias. Siempre sirvió de intermediaria entre la nueva fe que surge y la fe antigua que desfila y va desapareciendo. Fue su papel en el pasado, en los primeros tiempos del Cristianismo, y todavía lo es en la época presente.


El Catolicismo no comprendió a la mujer, a quien tanto debía. Sus monjes y padres, viviendo en el celibato, lejos de la familia, no podían apreciar el poder y el encanto de ese delicado ser, en quien percibían antes un peligro.


La antigüedad pagana tuvo sobre nosotros la superioridad de conocer y cultivar el alma femenina. Sus facultades se expandían libremente en los misterios. Las Sacerdotisa en los tiempos védicos, era asociada íntimamente al altar doméstico, en Egipto, en Grecia, en Galia, en las ceremonias de lo oculto, por todas partes era la mujer objeto de una iniciación, de una enseñanza especial, que de ella hacían un ser casi divino, el hada protectora, o genio del hogar, la custodia de las fuentes de la vida. A esa comprensión del papel que la mujer desempeña, personificando en ella la Naturaleza, a sus profundas intuiciones, sus percepciones sutiles, sus adivinaciones misteriosas, es que se debió la belleza, la fuerza y la grandeza épica de las razas griega y céltica. Porque, así como sea la mujer, así es el hijo, así será el hombre.


Es la mujer que, desde la cuna, modela el alma de las generaciones. Es ella que hace los héroes, los poetas, los artistas, cuyos hechos y obras fulguran a través de los siglos. Hasta los siete años el hijo permanecía en el Gineceo bajo la dirección materna. Y se sabe lo que fueron las madres griegas, romanas y galesas. Para desempeñar, sin embargo, tan sagrada misión educativa, era necesaria la iniciación en el gran misterio de la vida y del destino, el conocimiento de la ley de las preexistencias y de las reencarnaciones; porque sólo esa ley da a la vida del ser, que va desabrochar bajo la égida materna, su significación tan bella y tan conmovedora.


Esa benéfica influencia de la mujer iniciada, que irradiaba sobre el mundo antiguo como una dulce claridad, fue destruida por la leyenda bíblica del pecado original.


Según las Escrituras, la mujer es responsable por la corrupción el hombre; ella pierde a Adán y, con él, a toda la Humanidad; consecuentemente atrayendo Sanción.. Un pasaje de Eclesiastés la declara "una cosa más amarga que la muerte". El casamiento mismo parece un mal: "Que los que tienen esposas sean como si no las tuviesen" - exclama Pablo. En ese punto, como en tantos otros, la tradición y el espíritu judaico prevalecieron, en la Iglesia, sobre el modo de entender del Cristo, que fue siempre benévolo, compasivo, afectuoso para con la mujer.


En todas las circunstancias la escuda él con su protección; le dirige sus más tocantes parábolas. Le extiende siempre la mano, aún cuando decaía. Por eso las mujeres reconocidas forman una especie de cortejo y muchas lo acompañaron hasta la muerte.


 La situación de la mujer, en la civilización contemporánea, es difícil, en lo raro y dolorosa. No siempre la mujer tiene para sí los usos y las leyes; mil peligros la cercan, si ella flaquea, si sucumbe, raramente se le extiende la mano amiga.


La corrupción de las costumbres hace de la mujer la víctima del siglo. La miseria, las lágrimas, la prostitución, el suicidio - tal es la suerte del gran número de pobres criaturas en nuestras sociedades opulentas.


Una reacción, sin embargo, ya se va operando. Bajo la denominación de feminismo, un cierto movimiento se acentúa legítimo en su principio, pero también exagerado en sus intuitos; porque al lado de las justas reivindicaciones, enuncia propósitos que harían de la mujer, no más la mujer, sino una copia, parodia del hombre.


El movimiento feminista desconoce el verdadero papel de la mujer y tiende a desviarla del destino que natural y normalmente le fue trazado.


El hombre y la mujer nacieron para funciones diferentes, pero complementarias. En el punto de vista de la acción social, son equivalentes e inseparables. El Espiritualismo moderno, gracias a sus prácticas y doctrinas, todas de ideal, de amor, de equidad, encara la cuestión de modo diverso y resuelve sin esfuerzo.


Restituye a la mujer su verdadero lugar en la familia y en la obra social, indicándole la sublime función que le cabe desempeñar en la educación y en el adelantamiento de la Humanidad. Hace más, la reintegra en su misión de mediadora predestinada, verdadero trazo de unión que liga las sociedades de la Tierra a las del Espacio.


La gran sensibilidad de la mujer la constituyen en médium por excelencia, capaz de exprimir, de traducir los pensamientos, las emociones, los sufrimientos de las almas, las altas enseñanzas de los Espíritus celestes. En la aplicación de sus facultades encuentra ella profundas alegrías y una fuente viva de consolaciones. El carácter religioso del Espiritismo la atrae y le satisface las aspiraciones del corazón, las necesidades de ternura, que extiende, hacia más allá de la tumba, a los seres desaparecidos.


El peligro para ella, como para el hombres, está en el orgullo de los poderes adquiridos, en la susceptibilidad exagerada. En los celos, suscitando rivalidades entre médiums, que se tornan muchas veces motivo de separación para los grupos. De allí la necesidad de desenvolver en la mujer, al mismo tiempo que los poderes intuitivos, sus admirables cualidades morales, el olvido de sí misma, el júbilo del sacrificio, en una palabra, el sentimiento de los deberes y de las responsabilidades inherentes a su misión mediatriz.

El Materialismo no ponderando sino a nuestro organismo físico, hace de la mujer un ser inferior por su flaqueza y la impele a la sensualidad. A su contacto, esa flor de poesía sucumbe al peso de las influencias degradantes, se deprime y envilece. Privada de su función mediadora, de su inmaculada aureola, tornada esclava de los sentidos, no es más que un ser instintivo, impulsivo, expuesto a las sugestiones de los apetitos mórbidos.

El respeto mutuo, las sólidas virtudes domésticas desaparecen; la discordia y el adulterio se introducen en el hogar; la familia se disuelve, la felicidad se aniquila.


Una nueva generación, desilusionada y escéptica, surge del seno de una sociedad en decadencia. Con el Espiritualismo, sin embargo, yergue de nuevo la mujer la inspirada frente; viene a asociarse íntimamente a la obra de la armonía social, al movimiento general de las ideas. El cuerpo no es más que una forma tomada por empréstito; la esencia de la vida es el espíritu, y en ese punto de vista el hombre y la mujer son favorecidos por igual.


 Así, el Espiritualismo moderno restablece el mismo criterio de los Celtas, nuestros padres; afirma la igualdad de los sexos sobre la identidad de la naturaleza psíquica y el carácter imperecedero del ser humano, y a ambos asegura posición idéntica en las agremiaciones de estudio.


Por el Espiritismo se substrae la mujer al vértice de los sentidos y asciende a la vida superior. Su alma se ilumina de una claridad más pura; su corazón se torna el foco irradiador de tiernos sentimientos y nobilísimas pasiones. Ella reasume en el hogar la encantadora misión que le pertenece, hecha de dedicación y piedad, su importante y divino papel de madre, de hermana y educadora, su noble y dulce función persuasiva.


 Cesa, desde entonces, la lucha entre los dos sexos. Las dos mitades de la Humanidad se alían y equilibran en el amor, para cooperan juntas en el plano providencial, en las obras de la Divina Inteligencia.

 

León Denís

(Extraído de su libro "En lo Invisible")

 Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta

 

 

                                *************************************



SESIÓN MEDIÚMNICA: SOBRE LA VENIDA DE JESÚS Y CONSEJOS 



-Buenas noches. De Dios seamos amparados- Os habla unas palabras vuestro Guía Demeure.

- Bienvenido querido hermano-
- Vemos con mucha frecuencia que estáis invadidos por confusiones con los cambios espirituales que se ciernen sobre la Tierra. Si recopilaseis poco a poco, aunque os costara algún trabajo, veríais con qué claridad y precisión están contestadas por nosotros las preguntas que queríais hacernos.

Según podemos recordar, cuando habéis preguntado si Cristo vendría a la Tierra encarnado, os hemos dado siempre una contestación negativa; Cristo, como hijo predilecto del Padre, al igual que otros Espíritus elevadísimos, no necesita tomar materia para ser visto por los hombres. Cristo sí, está entre nosotros, pero no de manera material, como algunos esperan. Esto se anunció en un tiempo porque los hombres necesitan un freno durísimo para corregirse de sus malas obras y acciones. Está entre nosotros, sí, pero Su alma bendita, gloriosa y santa, inflamada de amor y sabiduría para dirigir, primero, los nuevos cambios, y después los espectáculos selectos y las realizaciones magníficas que se han de producir en la Tierra. Esto último ocurrirá el día en que el hombre se conduzca con amor, rectitud, humildad y grandeza del alma; en que su pensamiento se oriente en la realización de grandes obras que beneficien a todos; cuando no haya luchas, odios ni mentiras, sino todo lo contrario, y cuando el hombre, en fin, comprenda que lo que Él predicó  será siempre la primera lección que deberá practicar.

  Estos seres que están pululando alrededor de vuestro mundo ( los extraterrestres), esperan vuestro mejoramiento y transformación para encuadrar sus almas con las vuestras.

 Exponer siempre el pensamiento con la dignidad que se os ha dado. Hablad, pero que tengáis consonancia exacta con lo que pensáis y sentís. Daros la mano o el abrazo universal y fraterno, como Cristo nos lo dio a todos. Luchar siempre por subir y perfeccionaros para ser mejores, más dignos y más fortalecidos en el cumplimiento de vuestras misiones.

  Escudriñar atentamente las Escrituras y veréis que poco las habéis leído, asimilado y practicado. La huella que su detenida lectura haga en vosotros, sellará y legalizará vuestros conocimientos de las predicciones que en ellas se relatan.

¡ Hombres de la Tierra !; ¿ Por qué predicáis tanto la hermandad, si la estáis pisoteando constantemente?. ¿ Por qué habláis de la necesidad del amor si jamás lo practicáis y en cambio, lo sustituís por el odio, la persecución y la intriga ?. ¿ Por qué habláis de una mayor unión, si con vuestro proceder fomentáis la desunión y el desorden?

Los pensamientos se purifican y ennoblecen cuando vuestras intenciones y acciones son rectas, dignas y portentosas. No dudéis que comportándoos así, nosotros y todos los que pululan alrededor de vuestro planeta, vendremos a vosotros para daros el abrazo universal, ese abrazo del que está sedienta la mayor parte de la humanidad, ese abrazo que quiere ver a Jesús en todos vosotros, para que Él pueda estar gozoso y tener la seguridad de que sus hermanos, todos, merecen el perdón y la bienaventuranza de Dios.

Quisiéramos tener mejores condiciones psíquicas en el médium para poder hablaros más extensamente.

Al hermano que esta noche nos ha honrado con su asistencia, le damos nuestra efusiva bienvenida y le alentamos a que aún sea más fuerte en el orden espiritual, porque aún lo puede ser y obtendrá mayores beneficios y progresos, ya que para ello es acreedor. Cataloga perfectamente los hechos y los estudia con precisión. No tiene nada que pedir porque Dios le da todo lo que precisa. Y cuando un hermano, un hijo de Dios, tiene todos esos bienes, es bendito de Él. ¡ Adelante querido hermano!. Procura que tu conducta sea siempre intachable. Cuando tus manos acaricien a tus hijos, ten presente que acaricias a los hijos de Dios. Cuando tu alma tenga sufrimientos o tu cuerpo dolores, eleva oraciones al Padre con todo tu fervor y seguidamente se mitigarán. Sé correcto. Habla siempre con propiedad, con la razón y con verdad. Nunca desoigas lo que tu corazón te anuncie o prevenga porque las sentencias de los hombres las llevan dentro de su corazón. Ama siempre a todo el mundo y si alguien te ofende porque no te comprende, perdónalo porque en el perdón está la Ley Divina cumplida. No te pese luchar como hombre exacto, justo y verdadero, y todas las cosas se te harán viables y sin grandes dolores. Y si alguna vez los tienes, llévalos con alegría echándotelos al hombro y marchando derecho y venturoso hacia Dios.

Las prácticas que has hecho con el velador hazlas siempre con la misma seriedad. Nunca para prácticas de cosas impropias ni materiales.. Las investigaciones que realices, que estén siempre orientadas a lo espiritual y elevado, porque cuando las intenciones y deseos no sean así, vendrán Espíritus que no teniendo la suficiente capacidad o elevación, te desorientarán o engañarán. Siempre adelante. No volvamos la cara atrás cuando estemos cumpliendo con el deber, por vendrán días venturosos, santos y benditos, en los que desarrolles las inteligencia como te la ha dado Dios y con ella una mayor profundidad en el conocimiento y desarrollo de los fenómenos paranormales.

Benditos seáis todos del Padre- Buenas noches.

                                    **************************************************************








martes, 8 de julio de 2025

Buenos sentimientos

INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.-Soberbia

2.-¿ Por qué nos habrá creado Dios ?

3- Suicidio

4- Buenos sentimientos

                                                        ************************************



                                                             


                                                SOBERBIA

Todos los vicios son malos, pero es la soberbia el más temible, porque siembra tras de sí todos los demás vicios. Cuando penetra en el alma se adueña de ella, se acomoda a su gusto y se fortifica en ella hasta el punto de hacerse inexpugnable. Ella es la hiedra monstruosa siempre preñada y cuyos vástagos son monstruosos como ella. Todo el que se deja inundar por ella es un desgraciado porque no podrá liberarse de ella sino a costa de terribles luchas a consecuencia de sufrimientos dolorosos, de existencias oscuras, de todo un porvenir de envilecimiento y de humillación, pues es el único remedio para los males que engendra la soberbia, -este vicio constituye el azote más grande de la humanidad. De la soberbia proceden todos los desgarramientos de la vida social, las rivalidades de clases y de pueblos, las intrigas, el odio y la guerra. Inspirador de locas ambiciones, ha cubierto la tierra de sangre y de ruinas, y es también la soberbia quien causa nuestros sufrimientos de ultratumba, pues sus efectos se extienden hasta más allá de la tumba.

   No solo nos desvía la soberbia del amor a nuestros semejantes, sino que hace imposible todo mejoramiento, abusando de nuestro valor y cegándonos con nuestros defectos. Solo un examen riguroso de nuestros actos y de nuestros pensamientos nos permite reformarnos, Y el soberbio es el que menos puede reconocerse. Engreído en su persona, nada puede desengañarle, pues aparta con cuidado todo aquello que puede esclarecerle; odia la contradicción, y solo se complace en la sociedad de los halagadores. Corrompe las obras más meritorias. A veces, incluso las torna perjudiciales para quienes las realizan.

   Eñ bien, realizado con ostentación, con un secreto deseo de ser aplaudido y glorificado, se vuelve contra su autor. En la vida espirituial, las intenciones, los móviles ocultos que nos inspiran a hacer las cosas reaparecen como testigos, abruman al soberbio y reducen a la nada sus méritos ilusorios. La soberbia nos oculta toda la verdad. Para estudiar con fruto el Universo y sus leyes, se necesita, ante todo, la sencillez, la sinceridad, la rectitud de corazón , y de la inteligencia, virtudes estas desconocidas para el soberbio.

   El hombre sencillo, humilde de corazón, rico en cualidades morales, llegará más `pronto a la verdad, a pesar de la inferioridad posible de sus facultades, que el presuntuoso, vano de ciencia  terrestre u sublevado contra la ley que le rebaja y destruye su prestigio. La enseñanza de los Espíritus nos pone de manifiesto, bajo su verdadera luz, la situación de los soberbios en la vida de ultratumba, Los humildes y los débiles de este mundo se encuentran allí más elevados; los vanidosos y los poderosos, empequeñecidos y humillados.

  Los unos llevan consigo lo que constituye la verdadera superioridad: las virtudes, las cualidades adquiridas con el sufrimiento; en tanto que los otros han de abandonar a la hora de la muerte títulos, fortuna y vano saber. Todo lo que constituye su gloria y su felicidad se desvanece como el humo. Llegan a los espacios pobres, despojados; y esa súbita desnudez, contrastando con su pasado esplendor, aviva sus preocupaciones y sus grandes pesares. Con una profunda amargura, ven por encima de ellos, en la luz, a aquellos a quienes desdeñaron y despreciaron en la Tierra.

   La soberbia, la ávida ambición, no puede atenuarse y extinguirse sino mediante vidas atormentadas; vidas de trabajo y renuncia, durante el transcurso de las cuales el alma soberbia en sí misma, reconoce su debilidad y se abre a mejores sentimientos. En las horas de peligro, todas las distinciones sociales, los títulos y las ventajas de la fortuna se miden en su justo valor. Todos somos iguales ante el peligro, el sufrimiento y la muerte. Solo su valor moral los distinguirá. El más grande en la Tierra puede convertirse en uno de los últimos en el espacio, y el mendigo puede vestir un traje resplandeciente. No tengamos la vanidad de los favores y de las ventajas pasajeras. Nada sabemos de lo que nos reserva el mañana.

- León Denis-

( Extraído del libro " Después de la muerte ")


                                      ********************************************



                                                                


¿ POR QUÉ NOS HABRÁ CREADO DIOS ?

En alguna ocasión, alguien me hizo tal pregunta.... incluso, yo mismo, en el fondo de mi alma, también me la hice alguna vez...  La cuestión es que existimos, y si existimos, ¿Por qué?, ¿ Para qué?, ¿ Qué sentido tiene nuestra existencia ?...

     Eso es algo que tal vez algún día lo sepamos más claro o quizás se lo podamos preguntar a Dios directamente, pero por el momento podríamos pensar que el motivo tal vez haya podido ser por la dinámica de Su propia Esencia: Dios es una vibración permanente e infinita de Amor, o por mejor dicho, una vibración infinita de Amor que necesita reflejarse en las criaturas creadas de Su propia Esencia.

Siendo Amor –Energía, se comprende que esta es expansiva y  dinámica, por lo que no  podría permanecer estática y sin actividad creadora; una actividad permanente en la creación de mundos y de seres proyectando Su Amor en todo lo creado,  por lo que por su propia dinámica existencial,  se realiza y se mantiene a Sí mismo cuando se  irradia  y expande por todo el Universo infinito, y en otros Seres que para existir hemos tenido que ser  creados por Él. Esa Mente Infinita que llamamos Dios, condensó las energías cósmicas, creando así la materia y los espíritus que pueblan todo el cosmos, a través de un mecanismo evolutivo y repetitivo como lo es la reencarnación del espíritu, mediante la que adquiere las experiencias necesarias  para ir perfeccionándonos como Espíritus que somos, en contacto con la materia.

     Podemos pensar que siendo criaturas suyas que existimos por Su Amor, nuestro objetivo existencial es el de que  aprendamos algún día a ser  plenamente  felices hasta un grado supremo e inimaginable, sintonizando con Dios y colaborando con Él en su grandiosa e incesante obra de la Creación,  dejándonos el mérito de nuestro  necesario esfuerzo para  la conquista de la infinita felicidad.

       Normalmente no podemos contestar plenamente  a esta pregunta porque estamos casi infinitamente lejos de comprender lo qué es Dios en lo más profundo de Su Esencia, pero sin embargo mi incipiente intuición humana en su limitada  capacidad  me dice que esa Fuente de Perfección, Amor y Felicidad infinitas, ha querido por alguna razón reflejar y compartir sus atribuciones con sus criaturas, existentes por Su Amor y Su Voluntad, los Seres  humanos, en principio creados sencillos e ignorantes, pero perfectibles en sí mismos, sometidos al engranaje  del mecanismo evolutivo  y de otras  Leyes que lo complementan y guían hacia la meta de una relativa Perfección, además de una absoluta Felicidad, siendo Dios  mismo nuestra  meta infinita y Absoluta. Este es el  Gran Misterio de Su Esencia, incomprensible aún para nuestras  limitadísimas mentes.

     En síntesis, podríamos pensar que Dios nos ha hecho existir para amar y para ser amados, o sea para mantener dinámica la Esencia de Dios mismo, que es el Amor, vibración pura y sublime que irradia todo el Universo. No somos Dios, sino Seres creados por Él y que estamos llamados a ser como espejos que Lo reflejen, para lo cual es necesario que nos vayamos limpiando de las suciedades espirituales que enturbien la verdadera imagen que debemos llegar a mostrar del Gran Ser de Amor que hizo nuestra Esencia individual, a imagen y semejanza de la Suya.

- José Luis Martín-

                                      *********************************************



                                                               
                                                               SUICIDIO


Una de las causas de suicidio es cuando el individuo se encuentra impotente y débil para enfrentar sus dificultades. Él se juzga inferior, incapaz, víctima de la sociedad, despreciando la fuerza que tiene. Ahí los problemas pasan a una dimensión mucho mayor, y él se ve imposibilitado para resolverlos.

Según esta línea de razonamiento, no existe persona “débil” al punto de no soportar un problema, que él juzga, de cierta forma, demasiado para sí. Lo que de hecho ocurre es que esta criatura no tuvo fuerzas para movilizar su voluntad propia para enfrentar aquel desafío. Prefirió huir, creyendo poderse liberar de aquella situación. ç
  Sólo que no lo va a conseguir, pues la muerte es apenas un cambio de estado. La persona continúa siendo la misma, con los mismos sentimientos y los mismos problemas.

Lo más grave es que el suicida acarrea daños a su periespíritu. Cuando vuelva a reencarnar, más allá de enfrentar los viejos problemas aun no solucionados, tendrá añadido la necesidad de reajustar su lesión periespiritual.

Debemos tener la voluntad firme de eliminar el mal invasor de la depresión, y varios caminos pueden ser recorridos: tratamiento médicos (a veces necesario), trabajo espiritual incluyendo la desobsesión, agua fluidificada, pases magnéticos, trabajo benéfico, cambio de actitud mental, etc.

Después de iniciado el proceso de recuperación es necesario que nos volvamos vigilantes, pues es muy común la mejora cíclica, con altos y bajos. “Vigilad y orad”. Es importante aprovechar los periodos de mejora para emprender trabajos edificantes en el bien, consolidando las conquistas efectuadas.

Una cosa fundamental que debemos tener conciencia es que nadie y nada tiene la capacidad de hacernos infelices si no queremos. El centro de gravedad de nuestro equilibrio psico-emocional tiene que estar localizado dentro de nosotros y no en las cosas exteriores.

No se debe condicionar su felicidad a algo que ocurra o esperar que alguien lo haga feliz. Estando con su centro de equilibrio estable, amándose y aceptándose como es, usted pasa a vivir el ahora y aceptar a las personas y las circunstancias como ellas son. Además de esto, pasamos a ver las cualidades del otro y no sus defectos, pues, generalmente vemos al otro como un reflejo de nuestro estado íntimo.
Protéjase. Emita pensamientos buenos.
Nada puede dañar a aquel que alcanzó el amor, la paz, la armonía interior y sobre todo la Fe en Dios.

Dr. Wilson Ayub Lopes

                                                                     *********************************


                                                                               
                                         BUENOS SENTIMIENTOS

      La grandísima mayoría de las personas que carecen de buenos sentimientos, es más bien por la ignorancia de las ventajas que éstos ofrecen; ventajas espirituales y humanas, que su egoísmo les impide ver. No viven la realidad de la vida, sino una deformación, y a consecuencia de esto, no pueden alcanzar esos estados de paz y dicha íntima por estar en constante desarmonía. 

      Mantengámonos en armonía. Tened presente que, la vida debe ser una constante conquista. Y para ello, necesario es vigilar y controlar los pensamientos y sentimientos. La mayoría de las personas que viven de amarguras, ellas mismas son quienes, inconsciente e involuntariamente con pensamientos negativos de temor, recuerdos desagradables, actitud pesimista, etc.; así como malquerencias, rencores, envidias, celos, resabios, etc.; amargan su vida tontamente; por lo que es completamente indispensable expulsar de la mente toda clase de pensamientos y sentimientos negativos, sustituyéndolos por los correspondientes positivos. 

      Por consiguiente, debemos mantener vigilancia sobre nuestro pensamiento y sentimiento, porque ellos nos llevan a las actuaciones, y porque van conformando nuestra vida humana de dicha o desdicha. Los sentimientos de amor, de bondad y comprensión, son los que debemos cultivar, son a los que debemos dar preferencia en nuestra vida diaria, ya que el Amor es generador de armonía y la armonía es indispensable para una vida más feliz. Y solo cuando estemos armónicos podremos sentir en nosotros ese estado de dicha inefable; indicación de que estamos en sintonía con la vibración de AMOR que emana de la DIVINIDAD, transcendente en el Universo todo. 
      Y a medida que vayamos desarrollando este sentimiento en nosotros, nuestro egoísmo ancestral, que es el causante de nuestras desventuras, irá perdiendo fuerza, debilitándose, a la vez que la desarmonía psíquica que hace la vida amarga; para dar cabida a la armonía que es connatural con el AMOR y generadora de felicidad. Esto no es una mística ni una ilusión, es una realidad práctica. Despertar vuestro YO superior y lo comprobaréis. 
      Y para concluir, debo llevar a vuestro conocimiento que, los sentimientos y pensamientos modifican la configuración del alma humana; la embellecen o afean. 

      Así como los sentimientos y la práctica del Amor (en sus diversas manifestaciones) embellecen el alma humana, la utilizan y capacitan para poder ascender a las moradas de felicidad, plano de dicha al pasar el umbral del Más Allá; los sentimientos negativos de egoísmo, odio, envidia, rencor, orgullo, etc., etc., la afean y hasta deforman. Y al desencarnar arrastrarán esa alma a zonas tenebrosas de sufrimientos o abismos de desesperación. Es por ello que, por vuestro propio bien os digo: no deis cabida en vosotros a sentimientos y pensamientos negativos, malsanos; porque os arrastrarán a moradas de dolor al pasar al Más Allá. Alimentar sentimientos de amor y pensamientos elevados, constructivos, que son fuerzas armonizadoras y actuarán en vuestro favor y para vuestro bien. 

Sebastián de Arauco.



                          **************




lunes, 7 de julio de 2025

Están con nosotros ¡ Ellos viven !

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Alma y teoría celular

2.- Depresión ( 1 )

3.- Depresión ( 2 )

4.- Están con nosotros ¡ Ellos viven !

                                        ************************************




                                                             

ALMA Y TEORÍA CELULAR
 Todo el que sabe mirar la Naturaleza con ojos filosóficos descubre que ella es la gran educadora, donde reside toda la verdad, y observando ve los secretos que permanecen velados para los ignorantes. Nada aparece súbitamente  y en el estado perfecto, así lo dicen las leyes que rigen las múltiples evoluciones  de la materia física o viva.
 El sistema solar, nuestro planeta, los vegetales, los animales, el lenguaje, las artes, las ciencias, todo, lejos de haber brotado espontáneamente, es el resultado de una larga y gradual ascensión, desde las formas más rudimentarias hasta las modalidades que en nuestros días conocemos.
 En el alma humana, sucede lo mismo, vemos en la Tierra que pasa por fases de diversas manifestaciones, desde el salvaje hasta el genio de las naciones civilizadas.
 El alma tanto en el ser humano como en el animal  es indivisible, dado que  los primeros fulgores   del instinto  son los signos reveladores  de su acción. A partir de los animales simples como los zoófitos, ha adquirido sucesivamente  el periespiritu, mediante transformaciones incesantes, sus propiedades funcionales.
 La envoltura del alma es el  “periespiritu” , tanto en los animales como en el hombre, individualiza al principio pensante por medio del fluido universal que lo constituye.
Este punto poco estudiado, ha sido corroborado y comprobado, con la intervención  de mediúms videntes, que el alma animal no se destruye con la muerte.
 Si el principio inteligente del animal sobrevive a la materia, si goza de individualidad, es posible aplicarle las mismas reglas que rigen al alma humana, explicándose así todo.
 Por medio del Espiritismo  se comprobó  experimentalmente  la necesidad de la reencarnación del alma humana; la ley de continuidad  en los seres vivos, permite  creer que el alma del animal está sometida a ese mismo proceso: de este modo el principio inteligente  animaría sucesivamente  organismos y más organismos cada vez más complejos y perfeccionados, a medida que  fuera adquiriendo capacidad  para dirigirlos.
 El Espiritismo, no inventa nada,  al proclamar la existencia del periespiritu, demuestra que tal órgano reproduce fluìdicamente la forma corporal de los animales, que es permanente  en medio del flujo perpetuo de las moléculas vivas y, consecuentemente  que en él es donde radican  los instintos  y las modificaciones de la herencia. Por ser inmutable, pese  a los incesantes  cambios de que  es testimonio el hombre contiene – digámoslo así -  los estatutos y las leyes  que dirigen la evolución del Ser; no se disgrega con la muerte, sino que se constituye  la individualidad  póstuma  del principio intelectivo; tomando en registro  todas las modificaciones que le proporciona  las numerosas y sucesivas existencias, acabando por hacerse apto, después de haber recorrido toda la serie, no solo para organizar y dirigir organismos  muy complicados, sino para hacerlo sin conocimiento del alma.
 Si no sabemos como  están constituidos los seres vivos, es difícil comprender  el papel del periespiritu y del sistema nervioso. Los médicos, los naturalistas  y los filósofos hablan constantemente  en sus escritos de las sustancias vivas, de moléculas orgánicas, de materia organizada, de tejidos, de órganos, etcétera; pero pocos dan una definición precisa de tales frases. En los animales superiores se advierte la carne, los huesos, los tendones, los nervios, los vasos, las membranas, etcétera.  Se ha adquirido la certeza  de que el organismo de un vegetal o animal cualquiera, proviene  de la reunión,  de la asociación  de un número inmenso de células, y las partes diferentes del cuerpo animal o vegetal  son debido a las modificaciones que las células sufren.  En química, por descomposiciones  sucesivas, los productos más complejos pueden siempre reducirse  a los elementos primordiales, a los cuerpos simples  de que están formados; en historia natural, la célula aparece  como el residuo último  de toda clase de residuos. La molécula orgánica, es el elemento  anatómico por excelencia de que están formados todos los seres vivos.
 La célula esta compuesta de tres partes: aunque varia en su forma, siempre  se compone de tres partes 1ª) un núcleo solidó que está en el interior 2ª) un liquido que baña al núcleo, y la 3ª) una membrana que lo envuelve todo.
 La parte esencial, la parte verdaderamente viva, es el líquido, al que se ha dado el nombre de protoplasma; de manera que este líquido gelatinoso es el que constituye realmente el fundamento de la vida orgánica. En tanto este vive en los millones de células que forman un cuerpo, el cuerpo vive también; cuando él muere en una parte cualquiera de las células que componen un miembro, el miembro muere; si se destruye, en fin, el protoplasma en la totalidad de las células, el cuerpo entero muere.
 Si la teoría de la evolución es exacta, la vida debió principiar en la Tierra por la formación del protoplasma. Este hecho se verifica en nuestros días. Las exploraciones de los  fondos submarinos han dado a conocer una sustancia gelatinosa que parece ser la primera manifestación vital". Los notabilísimos trabajos de Haeckel respecto a tales seres rudimentarios, confirman plenamente las deducciones de Darwin y dan al transformismo una base seria.
 El modo de reproducción de las células  es muy simple: cuando ha alcanzado cierto volumen, se producen una o muchas divisiones en su masa, se fracciona en dos o más partes, y cada una de ellas, se hace independiente, se nutre y crece como la célula, madre, hasta que llega el momento que a su vez ocasiona  nacimientos de otras células semejantes. Algunas veces las células originarias de la primera no se separan, sino que forman una serie de células  asociadas, que dan nacimiento a su vez a otras y otras,  también unidas, según el grado de vitalidad que posean. Esto es lo que acontece a los animales, vegetales  y al hombre.
 Aun en las asociaciones más complejas las células que constituyen un ser vivo no pierden por completo su independencia: cada una de ellas vive por su cuenta, y las diversas funciones fisiológicas del animal, no son otra cosa que la resultante de los actos cumplidos por un cierto grupo de células.
 El objeto de todo organismo es vivir, y cada parte concurre a la consecución de este resultado en la esfera que le es propia. Se puede comparar el cuerpo vivo a una manufactura, cada órgano a un conjunto de obreros y cada obrero a una célula. Cada obrero tiene que efectuar un trabajo especial, cuyo producto global se obtiene uniendo las piezas elaboradas por cada uno; de este modo, finalmente se obtiene el objeto manufacturado.
 "La comunidad, como el individuo, tiene su unidad abstracta y su existencia colectiva; es una reunión de individuos, generalmente en número inmenso, que no obstante puede ser considerada como un individuo solo, como un ser único, aunque compuesto. Y es así, no solamente para la abstracción más o menos racional, sino para la realidad, materialmente, lo mismo para nuestra inteligencia que para nuestros sentidos, porque está constituida como un ser organizado, de partes continuas y recíprocamente dependientes, todas ellas fragmentos de un mismo todo, aunque cada una por sí sea a su vez un todo más o menos bien circunscrito; todas ellas miembros de un mismo cuerpo, aunque cada una constituye un cuerpo organizado, un pequeño colectivo...
 "Como la familia y la sociedad, la comunidad puede estar muy diversamente constituida. La fusión anatómica, y, por consecuencia, la solidaridad fisiológica de los individuos así reunidos, puede estar limitada a unos pocos puntos y a unas pocas funciones vitales, o bien extenderse a la casi totalidad de los órganos y de las funciones. Todos los grados intermedios pueden presentarse también, y se pasa por gradaciones insensibles de seres organizados en quienes las vidas individuales permanecen aún casi independientes y sus individuos claramente diferenciados, hasta otras en que los individuos son de más en más dependientes, y tras éstas a otras en que todas las vidas se confunden en una única vida común y las individualidades propiamente dichas desaparecen más o menos completamente en la individualidad colectiva".
 Los animales superiores son estas individualidades colectivas, aunque sólo desde el punto de vista vital. Hemos visto ya que la fuerza vital es un principio y un efecto: un principio porque es necesario un ser vivo para comunicar la vida, y un efecto, porque una vez fecundado el germen, las leyes físicas y químicas se encargan del mantenimiento de la vida. Aquí no caben equívocos: la fuerza vital tiene existencia propia, puesto que cada ser puede reproducirse en otro semejante suyo, y puesto que no se puede dar vida artificialmente a un compuesto inorgánico. Más todavía: suponiendo que se llegara, por ejemplo, a fabricar un músculo sensible de manera que produjese los mismo fenómenos que un músculo ordinario, el músculo fabricado no podría regenerarse, como acontece incesantemente en el organismo vivo. Luego, aunque el principio vital opere y se mantenga por medio de leyes naturales, no cabe ninguna duda de que es distinto de tales leyes. Aquel principio es una fuerza, una transformación especial de la energía; no goza de una existencia sobrenatural, pero sí es el producto necesario de la evolución ascendente, el primer grado, no de la organización, sino del mantenimiento, de la reparación de la materia viva. Pueden hallarse indicios de este principio reparador hasta en la materia bruta: un cristal está capacitado para cicatrizar sus heridas. Pasteur puso este hecho en evidencia (véase Comptes rendus, del 16 de mayo de 1881).
 Si a un cristal roto en cualquiera de sus partes se le coloca en la disolución a que debe su origen, se observará que no solamente crece en todas sus caras, sino que se inicia un trabajo de reconstitución mucho más activo en la parte lesionada, hasta que el daño queda reparado; una vez conseguido esto, se reestablece la simetría. Si se colorea el agua madre con una sustancia violeta, por ejemplo, se verá distintamente el trabajo suplementario que se realiza para la reconstitución de la parte destruida.
 El principio vital, por consiguiente, es una fuerza esencialmente organizadora y reparadora y, en los vegetales y los animales, él es quien repara las células destruidas por el uso, siguiendo un plan determinado. Podemos considerarle en cierto modo como el desenvolvimiento, el grado superior, la transformación exaltada de esa fuerza que en los cuerpos brutos conocemos por afinidad. Además, el fluido vital obra sobre las moléculas que produce el fantasma magnético. Si se niega la existencia de una fuerza vital, aunque invisible e imponderable, no es posible comprender cómo un cuerpo vivo conserva una forma fija, invariable, según la especie a que pertenezca, a pesar de la renovación incesante de las moléculas del cuerpo.
 En tanto la vida es difusa, como en los animales inferiores; en tanto todas las células pueden vivir individualmente sin necesitarse unas a otras, el principio inteligente no se revela en ellas de un modo claro, puesto que en estos seres rudimentarios no se observa sino la irritabilidad, es decir, la reacción a una influencia externa sin sensibilidad apreciable; pero desde el momento en que el sistema nervioso aparece, se concentran en él las funciones animales, la comunidad viviente se transforma en individuo, y el principio inteligente toma a su cargo el gobierno del cuerpo, manifestando su presencia por los primeros fulgores del instinto.
 Trabajo realizado por Merchita, extraído del libro Evolución Anímica de Gabriel Delanne


                                                               *********************


LA DEPRESIÓN EN LA VISIÓN ESPÍRITA

                                                                                  ( 1 )



Por el Dr. Wilson Ayub Lopes

  
La depresión puede ser conceptuada como una alteración del estado de humor, con una tristeza intensa, un abatimiento profundo, con desinterés por las cosas. Todo pierde la gracia, el mundo se ve gris, vivir se vuelve tarea difícil, pesada, con ideas fijas y pesimistas.
Podríamos considerarla como una emoción exagerada. Las emociones naturales deben ser pasajeras, deben circular normalmente, sin desequilibrar al ser. La tristeza, por ejemplo, es una emoción natural, que nos lleva a entrar en contacto con nosotros, a la introspección y a la reflexión sobre nuestras actitudes. Ahora, una vez deteriorada, prolongada, acompañada de sentimientos de culpa, nos lleva a la depresión.
 Podemos dividir la depresión en tres formas, de acuerdo con el factor causal:
Depresión Reactiva o Neurosis Depresiva.- Depende de un factor externo desencadenante, generalmente pérdidas o frustraciones, tales como separación, pérdida de un ser querido, etc.
Depresión Secundaria a Dolencias Orgánicas: accidente vascular cerebral ("derrame"), tumor cerebral, dolencias de tiroides, etc.
Depresión Endógena: por deficiencia de neurotrasmisores. Ej.: depresión del viej9, depresión familiar y psicosis maniaco- depresiva. 
Se estima que la depresión incide en cerca dele 14% de la población.
Ella afecta a todo el ser, acarreando una serie de desequilibrios orgánicos, sobre todo comprometiendo la calidad de vida, volviendo a la criatura infeliz y en el otoño de su rendimiento personal.
Andre Luiz cita en sus obras, que los estados de la mente son proyectados sobre el cuerpo a través de los bióforos, que son unidades de fuerza psicosomática, que se localizan en las mitocondrias. La mente transmite sus estados felices o desgraciados a todas las células de nuestro organismo, generando como tempestades, con rayos y centellas destructivas que desequilibran al ser.
   Según Emmanuel, la depresión interfiere en la  mitosis (división) celular, contribuyendo a la aparición del cáncer y de otras dolencias inmunológicas, sobre todo la deficiencia inmunitaria, facilitando las infecciones.
En la depresión existe una pérdida de energía vital en el organismo, en un proceso de desvitalización. 
El indivíduo pierde energía por dos mecanismos principales:

. 1º) Pierde sintonía con la Fuente de Origenno armándose como debe, con sentimientos de auto-estima baja, aparta de sí mismo, de su naturaleza divina, el hilo de unión con la fuente inagotable del Amor Divino. Más allá de eso, el individuo al encerrarse en sus problemas y sus amarguras, crea un ambiente vibratorio negativo, que dificulta el acceso de la espiritualidad Mayor en su beneficio.
. 2º) Gasto energético improductivo: el individuo en vez de utilizar su potencial energético para evolucionar, viviendo intensamente las experiencias y los desafíos que la vida le presenta, desperdicia energía en los sentimientos de auto-compasión, tristeza y tentaciones. Sufre y no evoluciona.

CAUSAS  PRINCIPALES
CAUSAS PRINCIPALES
La depresión está frecuentemente asociada a dos sentimientos básicos: la tristeza y la culpa degenerada en remordimiento.
     Cuando por algún motivo infringimos la ley natural, al tomar conciencia del error cometido, tenemos dos caminos a seguir:

  • 1- Error>Conciencia>Arrepentimiento>Tristeza>Reparación
  • 2 – Error> Conciencia>Culpa-remordimiento (idea fija)>Depresión
El primer camino es el medio natural de nuestro perfeccionamiento. Una vez hayamos tomado conciencia de nuestras imperfecciones y errores cometidos, emprenderemos el proceso de regeneración a través de lecciones reparadoras.

De otra manera, si en vez de motivarnos a recuperarnos, nos abatimos con sentimiento de invalidez, de auto castigo, y permanecemos aferrados al pasado de errores, con ideas fijas y auto-obsesivas, estaremos caminando para la depresión, lo cual es improductivo en el sentido de nuestra evolución.

Otra condición que nos lleva a la depresión y es citada por el espíritu de Francois de Géneve en El Evangelio Según el Espiritismo, cap. V item 5 (la melancolía), donde relata que una de las causas de  la tristeza que se apodera de nuestros corazones haciéndonos la vida amarga y cuando el Espíritu aspira a la libertad y a la felicidad de la vida espiritual, pero viéndose preso del cuerpo, se frustra, cae en la desmotivación y transmite al cuerpo la apatía y el abatimiento,  sintiéndose infeliz.

Para Francois Géneve entonces, la causa inicial es este ansia frustrada de felicidad, libertad ansiada por el espíritu encarnado, crecido por las tribulaciones de la vida con sus dificultades de relacionamiento interpersonal, intensificada por las influencias negativas de espíritus encarnados y desencarnados.

Otro factor que está determinando esta incidencia alarmante de depresión en nuestros días, es el aislamiento, la inseguridad y el miedo que acomete a personas en la sociedad contemporánea.

Absorbido por los valores imperantes, como el consumismo, la busca de placer inmediato, la competitividad, la necesidad de no perder, de ser mejor, de no fallar, el hombre está aparatado de sí y de su naturaleza. Adopta entonces una máscara (persona), que utiliza para representar un "papel" en la sociedad.

Y, en esta vivencia neurotizante, deja de desenvolver sus potencialidades, no se abre ni expone sus emociones, pues de hecho, él es enclaustrado, cerrado en un caparazón de orgullo y egoísmo, se aísla y se siente solo. Soledad no en sentido de estar solo, sino de sentirse solo. Pero sentirse solo en la insatisfacción de la persona con la vida y consigo mismo.

El individuo en esa situación, precisa rodearse de personas y de cosas para sntirse bien, pues desconoce que se basta a sí mismo por el potencial divino que tiene.

La soledad es consecuencia de su inseguridad, de su inmadurez psicológica. En los primeros años de vida, el niño que es frágil e inseguro, es natural que tenga la necesidad de que las personas vivan en función de ellos, dándoles atención y protección.

Es la fase del egocentrismo, predominantemente receptiva. Con su maduración, comienza a crear una buena imagen de sí, volviéndose más seguro, y a partir de entonces, pasa a darse, a desenvolverse y a participar más del mundo.

Lo que sucede es que ciertas personas, por algún motivo, tienen dificultades en este proceso de maduración afectivo, manteniéndose esencialmente receptivas y no participativas, exigiendo cariño, respeto y atención, sin preocuparse de la misma forma con los otros. Se hacen las víctimas, pobres castigados, sin responsabilizarse por sí mismos.
  Consiguen su equilibrio a costa de las conquistas exteriores. La primera frustración que se encuentran, no la toleran, pues expone sus debilidades y esto motiva un cuadro de depresión.

 Continúa ...)


                                          *******************************



LA DEPRESIÓN EN LA VISIÓN ESPÍRITA

                                                                                  ( 2 )



                                                                          

...//,,,

En algunos idiomas, dolencia y vacío tienen la misma traducción. La dolencia sería consecuencia de un vacío de sentimientos que genera depresión y enferma al ser.

Un individuo cuando pierde la capacidad de amarse, cuando la auto-estima está debilitada, pasa a tener dificultades para amar al semejante, pues el sentimiento del amor y generosidad para con el prójimo, es un sentir de dentro para fuera. Este sentimiento de amor al prójimo no es nada más que una extensión de nuestro amor, de nuestra sintonía con el Dios interior que tenemos en nosotros.

La persona que tiene dificultad en esta composición de amarse, y por consecuencia, de amar al prójimo, deja de recibir el amor y la simpatía de otro, y no consigue entrar en sintonía con la fuente sublime e inagotable del Amor Divino. Nos limitamos aquello que recibimos de Dios, en la medida de cuanto damos al prójimo. Quien ama mucho, mucho recibe. Quien poco ama, poco recibe. Ese apartamiento de sí y por consiguiente de Dios, genera tristeza, vacío, la depresión y la enfermedad.


TRATAMIENTO

La depresión es un síntoma que nos dice que no nos estamos amando como deberíamos.
El camino para salir de ella es llenar ese vacío con la recuperación de la autoestima y del amor en todos los sentidos. Primero, procurando reconocernos para analizarnos, con la intención de descubrirnos, sin juzgarnos, sin castigarnos o culparnos. Y después, nos aceptamos como somos, con todas nuestras limitaciones, pero sabiendo que tenemos toda la potencialidad divina dentro de nosotros, esperando para desvelarse, como simientes de luz. Esto no es nada más que desenvolver la fe en sí y en el creador, sentimiento que se transforma y que nos liga directamente a Dios.

Una persona consciente de su riqueza interior, pasa a tener seguridad y fe en sus potencialidades infinitas, comenzando a gustar y a creer en sí, amándose a partir de entonces, sintiendo la necesidad de expandir ese sentimiento a todo y a todos. Comienza así a despertarse para los verdaderos valores de la vida espiritual, transformándose en una persona feliz y sonriente, pues donde existe seriedad, hay algo equivocado; la seriedad está ligada al ser enfermo. Sonría y sea feliz, amando y sirviendo siempre.

La terapia contra la depresión se basa en el amar y en el servir, envolviéndose en trabajos útiles y al servicio del bien. Sea en el trabajo profesional, en el trabajo del ocio, o en el trabajo de servir al prójimo, el individuo se ocupa, ejercita el amor, y deja de envolverse en lamentaciones, pues la infelicidad hace su nido en la oscuridad de los sentimientos de cada uno. Difícilmente conoceremos a un deprimido, entre aquellos que trabajan al servicio del bien.

Para dar este amor, no basta solamente hacer obras de caridad, tenemos que volvernos caritativos; antes de hacer el bien tenemos que ser buenos. Dar pan, regalo, pero junto colocar una buena dosis de afecto y cariño. Ser por encima de todo generosos, que es la caridad con afecto. Las personas están con hambre de amor, de calor humano, un hombro amigo, un abrazo, amparo y una palabra de cariño.

A veces, con una simple sonrisa, un buen día, una mirada afectuosa, nosotros estamos donando energía y transmitiendo vida.

El hombre alcanzó un enorme progreso intelectual, satisfaciendo sus necesidades materiales con los avances tecnológicos. Sin embargo, aun se depara con enormes dificultades en la convivencia fraterna con su semejante. Estamos cada vez más próximos uno de los otros a través de los medios de comunicación y, no obstante, más apartados emocionalmente. Ahora, el hombre está sintiendo la necesidad primordial de desarrollar la afectividad, de desarrollarse, amar y sentir a su semejante.

Tenemos que resucitar y liberar al niño que está olvidado dentro de nosotros. Para rescatar a este niño que adormece en nosotros, es necesario que veamos el mundo de forma positiva y optimista. Nuestro niño interior, generalmente se encuentra retraído y oprimido, porque la vida nos presenta de forma desagradable; aun no vivimos de forma natural, espontánea y esto genera ansiedad y sufrimiento. Como el niño es movido por el placer, él se recoge y no se manifiesta. 

El niño no se juzga, no se castiga. Él apenas vive el hoy, el ahora, integrado perfectamente en Dios y en la naturaleza. “Dejad venir a mí a los niños porque el reino de los cielos es de quien los asemejan” – con estas palabras quiso Jesús decir que tenemos que ser puros, auténticos, integrados con nuestra naturaleza divina, sin fugas o máscaras, para alcanzar nuestra naturaleza divina, sin fugas o máscaras, para alcanzar nuestra evolución espiritual.

Tener actitudes simples, como lidiar con animales, jugar con niños, actividades creativas como la pintura, tocar un instrumento, hacer pequeñas tareas domésticas, cocinar, mantener una conversación amena, contar un caso, ver una buena película, escuchar una música, cantar, sonreír, oír con atención, mirar con ternura, tocar a las personas, abrazar, hacer un elogio sincero, curtir la naturaleza, admirar la puesta de sol, etc. Estas son tareas que mucho le ayudará a reencontrar el equilibrio y la armonía interior.

Mantener siempre el buen humor. Aquel que tiene en el ideal de servir una meta de vida, será siempre una persona feliz. En la vida lo que más importa es el amor y el bien querer de las personas, vivir sus emociones; no dejarse afectar por cosas pequeñas. Muchas veces nos dejamos abatir por problemas, que si miramos con ojos de Espíritus Eternos de paso por la Tierra, no valoraremos.

Sustituir sentimientos de auto-piedad por vibraciones en favor de los que sufren. Si miramos con atención e interés a nuestro alrededor, veremos que existen personas con problemas mucho peores que el nuestro para pedir socorro.

Procurar practicar actividades físicas regulares, como un paseo, un deporte, una afición. La mente parada comienza a crear pensamientos negativos, que se asemejan a basura amontonada dentro de nuestra casa. Con estas actividades, usted estará desviando su mente de estos pensamientos deletéreos.

Volverse emprendedor, dinámico, creando ideas nuevas y constructivas en beneficio del semejante, con motivación para realizarlas, junto al grupo o la comunidad que pertenece. No se quede estacionado esperando que las cosas ocurran en su favor. Haga a favor del prójimo y no se sorprenda si usted fuera el más beneficiado.

Lecturas edificantes, una conversación con un amigo, un terapeuta o un orientador espiritual, ayuda a usted a ver el problema por otro ángulo.

La oración es un recurso indispensable en el proceso de recuperación. A través de ella establecemos sintonía con la Espiritualidad Mayor, facilitando el camino para que nos inspiren y revitalicen nuestras energías.

La voluntad de Dios es nuestra alegría y nuestra felicidad. Si sufrimos es por Nuestros problemas y nuestras dificultades deben ser interpretados como instrumentos para nuestra evolución.

El mejor aprendizaje, es aquel que cogemos de nuestra propia vida.

El vocablo “crisis” en algunas lenguas puede tener dos significados: la oportunidad o el peligro. Oportunidad de crecimiento o peligro de caída.

Lo que importa es saber que los problemas que enfrentamos en la vida sólo surgen cuando ya tenemos condiciones de solucionarlos. Como dice el Maestro Jesús: “El Padre no coloca fardos pesados en hombros débiles”. De este modo, nos quedamos  más fuertes al saber que tenemos todas las condiciones interiores, para enfrentar las dificultades que la vida nos presenta.

Tener conciencia, que por encima de todo, es tener un Dios mayor que vela por nosotros y que nunca nos abandona. Confiar en Jesús y seguir su ejemplo de vida: “¡Yo soy el Buen Pastor; tened buen ánimo; no se turbe vuestro corazón; venid a mí vosotros que andáis fatigados, cansados y oprimidos, y Yo os aliviaré!”

Por el Dr. Wilson Ayub Lopes

                                                         ***************************

          


                                     ¡ ESTÁN CON NOSOTROS ! 
                             ¡ ELLOS VIVEN !
                        

No permitas que el desespero te oscurezca el corazón ante los que partieron precediéndote en el gran viaje.

¡ Ellos no murieron !
¡ Ellos están vivos !

Comparten tus aflicciones cuando te lamentas sin consuelo. Se inquietan cuando te entregas a la angustia, cuando te apartas de la confianza en Dios.

Ellos saben igualmente cuanto duele la separación, conocen el llanto de la despedida y te recuerdan con manos temblorosas en el adiós, conservando en la acústica del espíritu las palabras que pronunciaste cuando ya no podían contestar las preguntas a causa del dolor.

Ellos no están indiferentes a tu camino o a tus penas. Perciben cuanto te cuesta la readaptación al mundo y a la existencia terrestre sin ellos y casi siempre se convierten en colaboradores de incesante ternura, amparándote en el trabajo de renovación, o secándote las lágrimas cuando tocas la lápida y los recuerdos, preguntándote por qué...

Piensa en ellos con la nostalgia convertida en oración. Tu plegaria de Amor representa acordes de esperanza y devoción, despertándolos para visiones más altas de la Vida. Cuando puedas realiza por ellos las obras buenas que a ellos les hubiese gustado hacer y los tendrás contigo como infatigables protectores de tus días.  Si muchos de ellos son tu refugio e inspiración en las actividades que te dedicas en el Mundo, para muchos otros de ellos eres el apoyo y el incentivo que les es necesario-

Cuando te dispongas a buscar a los seres queridos que viven en el Más Allá, no te detengas en la tumba que guarda sus últimas reliquias de la experiencia en el plano material; contempla los cielos en que mundos innumerables nos hablan de la unión sin adiós.... y oirás en el propio corazón la voz de ellos que te dice que no caminaron en dirección a la noche, sino al encuentro de un nuevo despertar.

                        DESPUÉS DE LA MUERTE

Después de la muerte física el alma culpable sufre un minucioso proceso de purificación que es más productivo cuanto más exteriorice el arrepentimiento. 

Solo entonces logra elevarse a esferas de reeducación

Si la enfermedad que causó la muerte fue larga y dolorosa, habrá adelantado mucho, pues las aflicciones soportadas con paciencia lo preparan para mejores sensaciones e ideas más claras. En cambio, si ese proceso natural no se realizó con el cuerpo carnal, más se le agravarán los remordimientos después de la muerte, pues estos se le adherirán a la conciencia, multiplicando las imágenes con que fueron fijados a la propia alma.
    Criminales que mal pagaron las deudas contraídas, presionados por el propio arrepentimiento, plasman en torno de sí mismos las escenas degradantes en que arruinaron la Vida íntima, alimentándola con sus propios pensamientos mal encaminados. Calumniadores que aniquilaron la  felicidad ajena, sufren pesadillas espantosas, volviendo a repetir en la memoria el padecimiento de las víctimas, como el día en que las hundieron en el abismo de la angustia, encadenados a recuerdos obsesiionantes, Pequeños tiranos vuelven a sentir ene los tejidos de la propia alma los golpes de toda suerte, como alcohólicos y drogadictos, como ocurre también a los desequilibrados del sexo, que acumulan en el cuerpo espiritual las cargas magnéticas del instinto que los sitúa al borde de la locura.

  Las víctimas del remordimiento padecen, sí,  pero solo por el tiempo necesario para el reajuste, en zonas compatibles con el estado espiritual que demuestran.

- Alborada espírita -

                                                   ******************************