domingo, 22 de diciembre de 2019

¿ El Espiritismo es de derechas o de izquierdas?


                                                          INQUIETUDES  ESPÍRITAS

1.- Semblanza de Amor, estela de Luz
2.- El desarrollo de la bondad
3.- El dinero
4.-¿ Son útiles las religiones al Ser humano?
5.-¿ El Espiritismo es de derechas o de izquierdas?








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      SEMBLANZA DE AMOR, ESTELA DE LUZ



  El Anuario Espírita de 1991, con el propósito de dar a conocer a sus lectores un poco más de la personalidad relevante de Francisco Cándido Xavier- ese hombre amoroso y trabajador que vivió en constante superación interior y en permanente entrega a la Humanidad- ofreció una sencilla recopilación de algunas ideas suyas vertidas a lo largo de los años, sobre importantes temas doctrinarios.

   Sin más dilación, veamos algunas pequeñas pinceladas de una vida ejemplar que ha estado en contacto con las fuentes de la sabiduría y de amor que emanan de Dios.

   " En tantos años de trabajo, muchas veces me pregunto por qué hay tanta incomprensión e intolerancia entre los espíritas, beneficiados por las ventajas una Doctrina bella y libertadora como la nuestra, pero no encuentro respuesta. Los Benefactores espirituales me reconfortan, explicándome que nuestro movimiento es de opiniones libres, con la responsabilidad funcionando en cada uno. El argumento me consuela y me aclara el raciocinio, pero mi perplegidad continúa inalterable. Ya recibí agresiones físicas, en reuniones públicas, gracias a Dios, sin esbozar ninguna reacción; muchas veces fueron aventadas injurias en contra de mí; muchas veces fueron pronunciadas frente a un público numeroso, acusaciones de mistificador y embustero, en contra de mí. Ya tuve ocasión de recibir rasgado y tirado a mi rostro, en pedazos, determinado mensaje que yo sabía que era auténtico, y por una fuerza que no tengo, nada respondí y no reaaccioné en punto alguno. Un poder mayor que ni voluntad siempre me sustentó, impidiéndome abandonar el servicio mediúmnico. Y todas las agresiones que soporté vinieron de hermanos de nuestra misma fe.

    Cierta vez, un compañero, que se decía mi amigo, me lanzó un escupitajo a la cara por no aceptar un mensaje `particular que él mismo había solicitado. Nada le reclamé. Limpié mi rostro con un pañuelo y después, en casa, oré llorando y pidiendo a Emmanuel una opinión, ¿y sabe usted lo que Emmanuel me dijo?. Habló con dulzura y sin ningún tic de aspereza: "Olvide lo que aconteció. Y cuando alguien escupa otra vez en su rostro, si usted tuviere que dar explicaciones a cualquier otro compañero, diga simplemente que la lluvia mojó su cara, pero no reclame nada".

     La vida ha venido para mi casa siempre así, pero nunca perdí la fe, lo que me hace creer que la resistencia de los médiums que continúan trabajando proviene de Jesús".

( Tomado de CHICO XAVIER, Mediumnidad y Vida, de Carlos A.Baccelli "Testinonios de Chico Xavier, de IDEAL 1ª Edic, año 87. Declaración hecha el 24 de mayo de 1886)


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    EL DESARROLLO DE LA BONDAD
   La bondad ha estado en mi vida de espírita entre los temas que más me llamaron la atención, por su importancia en el desarrollo moral del individuo. Fue siempre uno de los objetivos que me propuse. Es accesible al entendimiento de las personas y fácilmente asimilable en el sentido intelectual. La bondad es una virtud sencilla aunque profunda al mismo tiempo: tenemos facilidad para entenderla pero cierta dificultad para aplicarla objetivamente.

   La bondad es uno de los sentimientos superiores del alma. Es una virtud dinámica, de acción en el bien. La bondad es el amor en acción. Por su intermedio nos conquistamos a nosotros mismos y templamos la conciencia. Sus efectos se manifiestan de varias formas y pueden ejercer un efecto armonizador en los ámbitos, saciar la sed espiritual de muchos, establecer el equilibrio de la sociedad, iluminar nuestro corazón o atenuar el sufrimiento de millones.


   Cierta vez un médium espírita con poco tiempo de militancia, estaba preocupado por comprender y perfeccionar sus facultades mediúmnicas. A medida que leía El Evangelio según el Espiritismo, fue creciendo en él la inquietud, pues notó que debería desarrollar numerosas virtudes. Meditaba entonces: "Tardaré decenas de encarnaciones para desarrollar tantas virtudes. Su vida en el hogar y en su empleo presentaba las dificultades naturales del ser humano: discusiones, incomprensiones, resentimientos, y todo lo habitual. Juan, tal era su nombre, comenzó a aplicarse a esa vida nueva que el Espiritismo le mostraba y simultáneamente se impuso la responsabilidad de transformarse moralmente. Un día estaba Juan enfrascado en la lectura cuando se le presentó un espíritu. Con una sonrisa en los labios le explicó que era un amigo espiritual y a continuación le preguntó a que se debían tantas preocupaciones. El neófito espírita contestó que no sabía como hacer para desarrollar en la encarnación tantas virtudes como debía. El benefactor le dirigió una paternal mirada de complacencia, mientras le sugirió que solamente desarrollara una virtud, que se propusiera avanzar por etapas en esa fase de vida. Sólo le hizo una recomendación: ejercitarla durante las veinticuatro horas del día, o sea, que esa virtud debía estar presente en su pensamiento, en sus palabras, en su mirada, en sus actitudes. Juan se quedó satisfecho, porque elaborar una virtud le resultaba mucho más sencillo que hacerlo a la vez con decenas de ellas y sintió curiosidad por saber qué sentimiento era ese que tenía que desarrollar. El amigo espiritual interpretaba ese anhelo y el deseo de superarse del médium en formación, por lo que le respondió dulcemente: "La bondad, Juan, la bondad". No te vayas a olvidar: bondad en los pensamientos, bondad en las palabras, bondad en la mirada y en las actitudes". Antes de desaparecer el benefactor le hizo la promesa de regresar a los dos años para verificar los resultados.


   Juan tomó con mucha seriedad ese encuentro y de ahí en adelante la bondad se convirtió en el proyecto más importante de su vida. La tuvo en cuenta a cada instante de su existencia y siempre era ella la que le indicaba la manera adecuada de conducirse. Fue su consejera en las dudas, en la magnanimidad del perdón, en la dulzura de las palabras, en la complacencia de la mirada y en la caridad de los gestos.


   Cada vez que pensaba en su esposa, en sus hijos, en quienes le daban disgustos,en las personas en general, lo hacía con respeto y con bondad. Los pensamientos de contrariedad fueron desapareciendo y se esfumaron por completo con la llegada de esas luces nuevas a la psíquis de Juan.


   Sus palabras transmitían matices novedosos. Comenzó a hablar desde el corazón. Evitaba las críticas ásperas y despechadas de las personas sin vigilancia. Reinició el diálogo casi interrumpido con su esposa e hijos, pero a partir de entonces sobre una base de comprensión, afecto, paciencia y bondad.


   Se transformó su manera de mirar. Cambió la mirada desesperada de las preocupaciones y ansiedades por la mirada amistosa, benigna y dulce de la bondad. Comenzó a mirar con ternura a los pájaros, a los perros, a las flores. Modificó su expresión fisionómica al estar en contaacto con quienes lo detestaban. Transmitía mensajes de amistad con la mirada y con los pensamientos, poniendo en evidencia un nuevo modo de relacionarse con el otro.

  Desde que se puso a observar con una mirada tierna a los sufrientes del mundo, intentó exteriorizar actitudes de solidaridad humana. El centro espírita donde colaboraba fue el punto de partida para su acercamiento a los dolores ajenos. Se incorporó a los servicios asistenciales y espirituales con el corazón impregnado de fraternidad. Sus actitudes diarias, insignificantes o no, dentro del hogar o fuera de él, eran gestadas con el aroma de la bondad.

   Pasó el tiempo y Juan logró modificarse. Había sido ansioso, irritable, con muchas susceptibilidades, pero empezaba a emerger en medio de la sociedad terrestre como un hombre más bondadoso, tranquilo, desbordante de paz, de esa paz que brota del corazón, de la conciencia tranquila y del perdón de las ofensas. La bondad fue, en efecto, el detonante, el motor que desencadenó la aparición de otras virtudes. Junto con ella asomó la solidaridad, la tolerancia, el afecto, la caridad, la ternura,el perdón y otras energías saludables que impregnaron su alma y su cuerpo con promesas de salud física y espiritual.


   Los dos años transcurrieron velozmente y el amigo espiritual regresó, tal como lo había prometido. Estaba Juan en oración serena y confiada cuando se le apareció. Analizó las transformaciones profundas en la psíquis del médium espírita y el esfuerzo que había hecho para mejorar. Le dirigió una mirada de intensa dulzura y aprobación, esbozó una sonrisa y tan solo dijo ;"Sigue así hijo", y volvió a desaparecer.


   Una vez que el ser humano prueba el sabor de la bondad, jamás querrá retornar a los escalones de la intemperancia mental. El sentimiento inferior de la maldad se expresa de diversas maneras en el individuo, desde las simples irritaciones hasta las venganzas y actitudes hostiles. Hace siglos que la maldad se encuentra en la psiquis humana, esperando el florecimiento de la bondad, esa energía nueva que puede disolver los restos de agresividad en la Tierra. Es suficiente con que percibamos que tanto la maldad como la bondad están dentro de nosotros. Crece el sentimiento que recibe nutrientes de similares características; en pocas palabras, la maldad solamente se incrementará si recibiera el refuerzo de pensamientos malos. Igual sucede con la bondad, crecerá en la medida que reciba pensamientos generosos. El entrenamiento en la bondad y la motivación hacia el bien orientarán el proceso de transformación interior. De modo que podemos afirmar que la bondad es una fuerza fecunda porque construye, remueve obstáculos y conduce rápidamente al individuo por los caminos de la evolución.


- Jason de Camargo- ( Educación de los sentimientos)



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                                          EL DOLOR



La manifestación del sufrimiento y del dolor humano, puede ser : Físico, Psíquico y Espiritual.

 Es Físico,cuando se refleja y siente en el cuerpo físico, como son las dolencias y enfermedades cuyas causas pueden corresponder a los hábitos de vida antinatural, como es el sensualismo y otros vicios, ya por estados afectivos desarmónicos.
   Según está comprobado por la ciencia médica,los hábitos viciosos degradantes ocasionan dolencias y enfermedades, por el debilitamiento de las energías del propio organismo físico.
 Es Psíquico, como los estados neuróticos en sus diversas manifestaciones, así como las psicopatías en diversos grados, resultado de tensiones emocionales, sentimientos ruines de una actitud mental desacertada frente a la vida, así como deseos de baja naturaleza.
 Es Espiritual, como los llamados sufrimientos morales, las sensaciones de reproche y acusación que el Espíritu manifiesta en la persona, conocidos con la frase de "la conciencia acusa", resultantes de la debilidad de carácter ante los requerimientos negativos del egoísmo,la ambición,el rencor y la concupiscencia.
Reproches que no se pueden callar con las diversiones y placeres pasajeros, llegando en algunos casos a la desesperación.

   En los comienzos, el dolor, en sus diversas formas, es un llamado de  atención a la ley violada, que la persona recibe a fin de que pueda atender a su amenazada salud física o psíquica y buscar las causas. Si se desatiende este llamado, el dolor se intensifica.
   Las leyes que rigen la vida, en sus aspectos físico, psíquico y espiritual, están concebidas por la Sabiduría Cósmica dentro de un plan perfecto para un funcionamiento perfecto. Pero los humanos, en nuestro acendrado egoísmo y ambición, o dominados por las pasiones, o en la búsqueda de placeres, hemos ido adquiriendo hábitos contrarios a esas leyes, y como consecuencia recibimos su reacción en forma de dolencias y enfermedades, así como diversos trastornos psíquicos.
   Desde tiempo inmemorial, el hombre, en su egoísmo no se preocupó por el dolor que causaba a los demás, buscando solo sus ambiciones, ni pensó tampoco en el mal que se hacía a sí mismo, transformando en aparentes placeres las necesidades de su vida humana; placeres que se transformaron en vicios que le dominaron, debilitando su cuerpo y su alma. Así ha venido creando el hábito de placeres morbosos en la alimentación y los excesos sexuales, que van agotando las energías y restando posibilidades de acción al alma, que a través de su cuerpo físico, debe trabajar y experimentar en la Tierra para su progreso.
   ( CONTINUARÁ en en Próximo publicado).

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                                                           EL DINERO


                                                                 
 Porque el amor al dinero es la raíz de toda especie de males; y en esa codicia, algunos se desviaron de la fe y se traspasaron a si mismos con muchos dolores”
                            Pablo ( Timotéo, 6:10)

  Pablo no nos dice que el dinero en si mismo sea flagelo de la Humanidad.
 Varias veces vemos al Maestro en contacto con el asunto, contribuyendo para que nuestra comprensión se dilate. Recibiendo ciertas sugerencias del pueblo que le presenta determinada moneda de la época, con la esfinge del emperador romano, recomienda que el hombre dé al Cesar lo que es del Cesar, ejemplificando el respeto a las construcciones constructivas  convencionales. En una de sus mas lindas parábolas emplea el símbolo de una dracma perdida. En los movimientos del templo aprecia el óbolo pequeñito de la viuda.
   El dinero no significa un mal. Mientras tanto el apóstol de los gentiles nos esclarece que el amor al dinero es la raíz de toda especie de males. El hombre no puede ser condenado por sus expresiones financieras, mas sí por el mal uso de semejantes recursos materiales, por cuanto es por la obsesión de la posesión que el orgullo y la ociosidad, dos fantasmas del infortunio humano, se instalan en las almas obligándolas a los desvíos de la luz eterna.
   El dinero que viene a las manos por los caminos rectos, que solo tu conciencia puede analizar a la claridad  divina, es un amigo que busca tu orientación saludable y el consejo humanitario. Responderás a Dios por las directrices que le dieres y ¡ ay de ti si materializas esa fuerza benéfica en el sombrío edificio de la iniquidad¡.
-         Camino Verdad y Vida-

 Este capítulo  de Camino, Verdad y Vida, nos esclarece sobre la importancia del dinero y de los bienes materiales. Ellos son un instrumento que en si mismo no es ni bueno ni malo: depende del apego que se le otorga y del  uso que se le dé.
   Jesús  dijo que era más difícil que un rico entrase en el Reino de los Cielos, que el que un camello entrase por el ojo de una aguja, pues El conocía muy bien el atraso moral humano que facilitaba el apego a lo material y a las posesiones materiales, con lo que conlleva de avaricia, orgullo, egoísmo, y a veces, falta de caridad.

    El dinero lícitamente conseguido viene a ser como un préstamo que Dios nos hace para que lo administremos bien, pero que en realidad no es nuestro, pues vemos que  nadie se lleva los bienes materiales y el dinero a la otra vida, y por ello también es una grave responsabilidad y una difícil prueba por la que todos antes o después pasaremos o hemos pasado ya.

   Por este motivo, los espíritus  atrasan cuanto pueden esta clase de prueba cual es una vida de riquezas , pues ellos intuyen el riesgo de  lo que les supone esta clase de vida humanamente deseable, pero que espiritualmente les puede suponer un fracaso debido a que conocen sus defectos morales pendientes de superar aún, cuales son la pereza, el orgullo, la vanidad y el mal empleo egoísta de unos bienes cuya administración les corresponde en la vida, pero que saben que  no son de ellos porque al final aquí se los tendrán que dejar algún día y solo se llevarán las consecuencias de su administración y empleo bueno o malo.
    Otro peligro que encierra la prueba de la riqueza es cuando cegado precisamente por el egoísmo, el ser humano solo dedica su existencia a luchar por conseguirla y mantenerla, con el objeto de  llevar una vida holgada, llena de lujos y desenfrenos , ignorando mientras tanto  el sufrimiento de los pobres que no tuvieron oportunidad de tener un nivel económico mejor, así como  para  poder acceder a  un estado de  holgazanería y estancamiento espiritual, huyendo del trabajo, cuando el trabajo y el esfuerzo  son una ley natural y no un castigo como ciertas religiones interpretan;   el trabajo conlleva movimiento y acción, física o mental, o sea la vida y el progreso, mientras  la inactividad voluntaria es precisamente lo antinatural, la muerte espiritual, mental y hasta física del ser humano.
 
   Tanto con lo mucho como con lo poco, cuando el dinero se emplea en el socorro y bienestar de los demás, el mérito no está en la cantidad invertida sino en el esfuerzo que supone a veces dar, no de lo que sobre sino de lo que hace falta para uno mismo. Acordémonos de la parábola del óbolo de la viuda.
  
   Ahora sabemos claro cual es el camino: la generosidad, el desinterés y la caridad. Pero hemos de analizarnos cada uno internamente y comprobar el grado de apego, de orgullo o la avaricia que aún tenemos por los bienes materiales, así como el grado de amor y caridad de que seríamos capaces de tener realmente si nos viésemos con los bolsillos repletos debido al trabajo, a una herencia , a un “golpe de fortuna”, o si hubiésemos nacido en una cuna más rica.

     Después de esta vida sabemos que nada material nos vamos a llevar con nosotros, tan solo el recuerdo de lo bueno o malo que hayamos hecho y la satisfacción por la misión bien cumplida o la tristeza y el arrepentimiento por el mal empleo de la vida terrenal. Tampoco nos podemos excusar con que solo podemos socorrer a nuestros hijos en lo material, pues a ellos les debemos ayudar  en todo sentido como nuestro prójimo más cercano que son, que por algo y no por casualidad han venido a esta vida como nuestros hijos,  pero sin olvidarnos de que los demás seres humanos que hay en el mundo también son espíritus hermanos, hijos del mismo Padre y que muchos de ellos están sufriendo la dura prueba humana de la pobreza.
 
  No nos podríamos quedar cruzados de brazos o indiferentes ante el sufrimiento de un ser querido hermano nuestro, pues bien, si sabemos que al final todos los espíritus  somos seres queridos por Dios, nuestro Padre y que  caminamos todos juntos por la senda de las existencias físicas, perfeccionándonos y elevándonos cada vez más hasta estadios ilimitados de Perfección, quien aquí y ahora  tenga  recursos económicos para socorrer al que sufre por la carencia de lo material más básico, que empiece ya a  actuar por eso en consecuencia.

La carencia de bienes materiales constituye también la prueba de la pobreza, y esta, al igual que la riqueza, dura lo que dura una vida humana: nada al lado de la eternidad del Espíritu. Pero por conocer que es una prueba necesaria  para el Espíritu del Ser humano que la experimenta, no por ello, ante casos semejantes,  podemos volver la cara para no ver voluntariamente el sufrimiento de los pobres y así esquivar el tener que  socorrerlos y ayudarlos.
 

  En cualquier caso no nos cabe sino orar mucho  por los unos y por los otros, estando siempre predispuestos a socorrer a quien lo necesite, cada uno según sus capacidades, recordando que Dios no nos pone pruebas más difíciles o duras de lo que somos capaces de soportar y de superar y precisamente solo aquellas que necesitamos para nuestra evolución y mejora.

- Jose Luis Martín-

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    ¿ Son útiles las religiones al Ser humano ?

No solamente son  útiles, sino necesarias, porque en el nivel evolutivo actual del Ser humano, aún conservamos un  alto grado de peligrosidad para con nuestros propios semejantes y la religión funciona como un freno moral que controla esos impulsos que todavía tenemos y que nos hacen ser peligrosos hasta para con nosotros mismos.
En realidad las religiones  han ejercido siempre como escuelas de pensamiento que han tomado dos formas: la popular, tolerada por sus teólogos como conexión  con una mayoría inculta de sus fieles, y la forma teológica mas pura y estricta  reservada a dichos teólogos.
     Las religiones  debieran ser un lazo espiritual que uniese a los hombres entre sí, uniéndolos con Dios por una misma idea  o sentimiento superior. Si los principios religiosos estuviesen fundamentados por la ciencia, fortificados por la razón y apoyados en la libertad de conciencia, serían el móvil de grandes y generosas acciones humanas, pero mal interpretado y corrompido el sentimiento y la idea de lo religioso, esta ha llegado a ser mas bien un instrumento de dominación egoísta y de rechazo.
      Cárlos Marx, el padre del Marxismo, que es una filosofía de carácter materialista, totalmente agnóstica y atea, afirmó que “ la religión era el opio del pueblo”. Y en efecto, lo ha sido, pues el pueblo ante las opresiones y tiranías sufridas por parte de ciertos personajes que les dominaban con su poder, encontraban en la religión el alivio, la conformidad y el freno moral necesario para no sublevarse y derrocar por la violencia a quienes abusaban de ellos y les oprimían.   Marx predicaba la sublevación y la revolución por parte del pueblo y la religión era el freno para que este no reaccionara, entonces, para sus propósitos políticos y de poder, la religión le suponía un estorbo que había que eliminar.
Las diferentes religiones y sectas religiosas, han sido siempre el principal motivo de las guerras y desastres humanos, por lo que resulta trágico y ridículo, que a lo largo de la Historia, los pueblos se hayan matado unos a otros en nombre de un mismo Dios, o por diferencias de conceptos teológicos y dogmáticos, habiendo  llegado alguna vez a proclamar “guerras santas” de unos contra otros para aniquilarse, como si es que alguna vez alguna guerra haya tenido algo de santo;  y así cada religión ha pretendido desterrar o dominar a las demás, desplegando el estandarte del orgullo humano al  proclamarse como la única y verdadera: ¡demencial¡. En vez de unir a las personas con sus conceptos y puntos  de creencia básicos y comunes, las han dividido y separado por sus diferencias generalmente intrascendentes .
Con la mejor voluntad del mundo, mucha gente religiosa es opresora de los demás con sus ideas, y lo que se suele llamar respeto religioso no es sino miedo encubierto a chocar de frente con conceptos  diferentes, fanáticos e intransigentes, o bien por rechazo ante el temor de que el dogma del adversario haga tambalear  el dogma propio mantenido. Será porque a cada persona, en cada cultura, nos han enseñado que la religión de nuestros padres es la única verdadera y por eso nos llegamos a creer ciegamente del lado de la verdad, una verdad que nos da miedo que se tambalee ante las “verdades” de otros.
La idea del pecado que transmiten las religiones, supone la idea de la transgresión de una ley, por lo que cuando a los niños ya se les aplican rígidas normas éticas dictadas por la religión, así como el sentido del pecado y de la culpabilidad, se les está impidiendo su natural evolución humana en libertad al no poder descubrir las cosas por si mismos paso a paso,  mientras se va  acotando su libertad moral, al tiempo que se les condicionan sus conciencias.
La verdadera religión debería  tratar de quitar los miedos en vez de inculcarlos, pues antes que nada la religión debe ser liberadora de miedos, enseñando al ser humano a vivir en Paz y en  Libertad, respetando a sus semejantes en sus creencias religiosas y políticas como paso previo al sentimiento de fraternidad y de amor que debiera prevalecer, mostrando así cual es el sendero de la felicidad . También se le llama Tolerancia.
La verdadera religión no es la manifestación exterior del culto o el ritual correspondiente y simbólico, sino un sentimiento y los sentimientos se guardan en el corazón humano que es por eso el verdadero templo  en donde se puede encontrar a Dios.   Esto es la religiosidad y esta  no necesita de sacerdotes, templos de piedra, fórmulas  mágicas, velas, inciensos  ni imágenes sagradas. Ese sentimiento religioso cuando es auténtico, no da importancia a las formas de adoración, y su único dogma es el que lleva al perfeccionamiento de los individuos y las sociedades: La Caridad.
La auténtica religión es la del corazón, un sentimiento  de Dios llamado religiosidad, y  está por encima de  todos los cultos y sacerdocios, a los que respeta pero no da importancia, porque la Verdad del alma está por encima de todo esto.
No importa ser católico, musulmán, budista o agnóstico, lo importante es saber ser feliz haciendo felices a los demás y buscar un sitio en la  vida; pero desgraciadamente las religiones no practican eso, si acaso algún religioso particularmente,  al margen de lo que le obliga su religión.

- Jose Luis Martín-
     

“La religión que un hombre profese, la raza a que pertenezca, no son cosas importantes; lo único importante es el conocimiento del Plan de Dios para los hombres .Porque Dios tiene un plan, y este es la Evolución”.
                                                         -Krishnamurti-



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¿ EL ESPIRITISMO ES DE DERECHAS O DE IZQUIERDAS?

"Es el Espiritismo una doctrina que no tiene medidores políticos, ni de derechas ni de izquierdas. Ni puede caer en la radicalización violenta, muy frecuente en las manifestaciones izquierdistas, ni tampoco en posiciones retrógradas, propias de las tendencias derechistas" 

(Deolindo Amporim-El Espiritismo y los problemas humanos).

La expresión "derecha" e "izquierda" para expresar posiciones políticas, fueron creadas en la Francia del Siglo XVIII, periodo marcado por la Revolución Francesa, en donde las clases más pobres, sobre todo los parias, pasaron a reclamar derechos reconocidos como naturales, pero que se les habían negado durante tantos siglos. Los privilegios de la nobleza y del clero, fueron entonces fuertemente cuestionados, con la instauración de la Asamblea Nacional Constituyente, en cuyas sesiones los representantes de la nobleza se sentaban en la Cámara a la derecha , en cuanto que los representantes de los campesinos y operarios, se sentaban a la izquierda.

 A partir de entonces, se forjaron así dos grandes bloques de ideologías, con innumerables  y diferenciadas segmentaciones que fueron marcando la política en el mundo. A partir de entonces, se puede caracterizar la izquierda como el pensamiento político que busca promover la justicia social, mientras que la derecha tiene como  meta principal, la defensa de las libertades individuales.

Bajo esos dos modelos de pensamiento, teóricamente se ha desarrollado la política interna y externa de las naciones a lo largo del curso de estos dos últimos siglos. Los valores de libertad e igualdad, con más o menos énfasis, inspiraron programas de gobierno e influyeron en la formación de dos grandes bloques de naciones en el campo de las relaciones internacionales. Pero también sustentaron la militancia de los partidarios de otra forma de pensar, y con mucha frecuencia se suscitan posturas y acciones extremistas, llegando a conducir  al sectarismo, al fanatismo, a la intolerancia y a la beligerancia.

A pesar de que por sus excesos hayan alimentado las ideologías, en la historia reciente de la humanidad, con  las guerras, las revoluciones sangrientas y la pérdida estúpida de millones de vidas humanas, los valores defendidos por ambos  grupos antagonistas , teóricamente son positivos. Se tornan así, en instrumentos valiosos de transformación social y política. Adherirse a cualquiera  de ellos para hacer un medio de promoción social y humana, es, sin duda, una forma de servir a la sociedad.

Entretanto, mirar al hombre y a la sociedad, solamente bajo el prisma exclusivo de una ideología, conduce a visiones parciales o sesgadas de la realidad social y política. Exactamente, por eso, las ideologías se materializaron en partidos políticos que representan precisamente el todo social. Estos, cuando son auténticamente ideológicos y no meras corporaciones fisiológicas, que buscan solamente privilegios personales o de grupo, en detrimento del bien común, se erigen en herramientas indispensables para la democracia y el progreso.

Diferentemente a estas ideologías y filosofías, el Espiritismo permite una mirada más amplia del hombre en el mundo. Por ejemplo, el Espiritismo extrapola cualquier ideología y ofrece al  atento estudioso, una perspectiva acerca del ser, su origen y destino, capaz de conferir un sentido pleno de significado y de racionalidad; la  existencia humana y el mundo del entorno. El pensador español Manuel Gonzalez Soriano, en su libro "El Espiritismo es la filosofía", como "síntesis esencial de los conocimientos humanos aplicados a la investigación de "la verdad", afirma que el Espiritismo como doctrina, es una respuesta de conocimiento y de vida que consagra todos los grandes valores de la existencia humana, donde figuran y destacan los de la igualdad entre todos los seres humanos, y la libertad, como instrumento de progreso evolutivo del Espíritu inmortal.

Más que una ideología, el Espiritismo es esencialmente una filosofía. Por ello sería imprudente encasilllarlo como de "derechas" o de "izquierdas". Las aproximaciones que han habido entre él y otras ideologías han sido válidas en la medida en que,  la propuesta espírita, cargada de auténtico humanismo, ha podido  desarrollar parcialmente sus valores  en las visiones  adoptadas por las ideologías. Esto no ha sido obstáculo para que el espírita, como agente de transformación de las instituciones políticas y sociales del mundo, asuma esta o aquella ideología, valiéndose de los respectivos instrumentos formales de actuación, para impulsar aquellos valores humanos y morales que considere más adecuados para la sociedad en donde viva.

No obstante, no debe causar ninguna perturbación ni ninguna inversión doctrinaria indebida, como la que ahora circula en algunos sitios como "movimiento espírita de izquierdas", reuniendo espíritas que luchan políticamente  por solucionar desigualdades sociales, que en determinadas etapas de la historia se intensifican por la fuerza de las resistencias conservadoras, siempre presentes en la sociedad. Tampoco se deben adoptar ideas liberales por parte de espíritas inclinados a esa propuesta ideológica cuando es contraria a la propuesta espírita. Las tantas vertientes y segmentos mas o menos radicales en las que se desdoblan las "izquierdas" y las "derechas" por el mundo, permiten vislumbrar en los campos ideológicos, elementos capaces de contribuir con la buena política, conduciéndola a estadios éticamente mejores que los hasta aquí alcanzados, pero el Espiritismo no es política, solamente filosofía, ciencia y moral.

Lo que siempre debe ser innegociable para el espírita, es la defensa de la democracia y de políticas suaves en pro del bien común, así como la práctica de la tolerancia y del diálogo con quienes piensan diferente. La lucha por la igualdad y la libertad, debe agregarse a la idea generosa de la fraternidad, tal como propusieron los teóricos iluministas que despejaron los caminos que condujeron  al moderno estado democrático del derecho.

Menos aceptable aún es el que los que cultivan la Doctrina Espírita, que es una doctrina  de amor y de tolerancia, se tornen agresivos unos contra otros en defensa de sus posiciones políticas, sin respeto por las normas de cortesía y haciendo que el debate político pueda degenerar hasta la agresión personal, mostrándose chulos, groseros e incivilizados.

   También es inaceptable que en nombre de una ideología, se justifiquen actos corruptos, o que se apoyen políticas contrarias a los derechos fundamentales del ser humano, tales como la tortura, la violencia del Estado contra el ciudadano, la discriminación religiosa o el racismo. Posturas de esa naturaleza son incompatibles con el Espiritismo, y deberán, en cualquier régimen político y bajo cualquier gobierno, ser combatidas por los espíritas auténticos, aquellos que realmente son capaces de sobreponer la excelencia filosófica espírita, a las provisionales ideologías de un mundo en transformación.

-Editorial de Opinión Espírita ( Octubre/19)

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