sábado, 20 de enero de 2018

El velo del olvido




Buenos días queridos amigos.
Hoy os ofrezco la lectura de los siguientes artículos:

-Odio y perdón
-Oraciones para alejar a los malos espíritus
-Conceptos filosóficos y  profundos  desde el corazón de un chileno
-Invitaciones al Amor
- El velo del olvido



                                               
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                                                        Odio y Perdón




           Análisis psicológico y espiritual de este par de opuestos.

Diversos son los grados de manifestación del odio, esa pasión dañina en alto grado, que sólo anida en las almas pobres y ruines, al dar cabida en sí a esa pasión destructiva, por ignorancia de las consecuencias dañinas que habrá de ocasionarle. Porque el odio comienza por perturbar la tranquilidad de quien lo siente, por su acción perturbadora sobre las facultades del alma, cuyas vibraciones desequilibrantes afectan la mente y perjudican la salud, por la incidencia de esa vibración enconosa en los sistemas nerviosos y glandulares. Y, a más de dañar la salud de quien da cabida en sí al odio, le convierte en una persona amargada que, en sus relaciones de trabajo, negocios, etc., desbarata oportunidades de progreso por la actitud negativa del afectado y los errores que induce a cometer. 

Conocéis ya la ley de las vibraciones. Por consiguiente, sois conscientes ya de que los pensamientos y sentimientos son vibraciones que contienen en sí una fuerza benéfica o maléfica, constructiva o destructiva, según su naturaleza. Y siendo el odio un sentimiento cargado de deseos de mal, es destructivo por su propia naturaleza enconosa. Por ello, cada sentimiento de odio es una vibración-fuerza, dañina en alto grado hacia quien se dirija, pero que actúa también contra el mismo que la emite. Y cuanto más odie una persona, más y más se envuelve en esas vibraciones intensamente negativas, desequilibrantes, que le atormentarán. 

   Si pudiéseis apreciar el aura de una persona vibrando en odio,os asombraría al verla envuelta en un halo negro, en forma de torbellino.

     Y quien odia, no tiene paz en su mente ni en su alma, ya que ese sentimiento ponzoñoso produce una desarmonía psíquica mortificante, convirtiendo la vida del afectado en un tormento. 

   Todas esas extrañas misantropías y neurastenias que a veces apreciamos en nuestras relaciones humanas, tienen por causa alguno o varios de esos estados pasionales de odios, rencores, malquerencias, etc., cuyo origen puede ser el egoísmo, envidia, celos, etc. que son sentimientos frecuentes en las almas mezquinas y ruines. Y cuanto más una persona odie a otra, más se une a ella psíquicamente. Y, ¡paradoja! cuanto más lejos la desee, cuanto más en ella piense, más la acerca (vibratoriamente); porque, la persona que odia atrae mentalmente hacia sí a la persona odiada, con la fuerza de su pensamiento, y su imagen no le deja vivir en paz, le sigue y le persigue como una sombra, por que ella misma la mantiene en su mente. Y aquí está el tormento. ¿Hasta cuándo? Hasta que deje de odiarla. Puede que alguno, juzgando a la ligera ese fenómeno de la fuerza de atracción, por afinidad, del pensamiento os diga: vaya una ley rara. Pero, si se considera que esa ley de vibración y atracción no ha sido creada para ser vehículo de odio, sino de amor, para unir las almas que se aman y contribuir a su felicidad; comprenderá mejor. 

 
 Cuando el sublime Maestro Jesús dijo: “Amad a vuestros enemigos”, no estaba enseñando tan solo moral, sino que también una psicoterapia para librarnos de los efectos destructores del odio. Porque, vivir odiando, no es vida; es un tormento. 

   Cuando una persona exclama: “Yo no le perdonaré lo que me hizo”; esa persona está cometiendo un gravísimo error, error que puede significarle muchos y muchos años de dolor. Porque, cada vez que se acuerda de ese acontecimiento, perjuicio u ofensa, está impregnando su alma con el magnetismo mórbido contenido en sus propias vibraciones de odio, que irán densificando y oscureciendo esa alma; y a más de que está fortaleciendo esa unión vibratoria con la persona odiada, quien al recibir el impacto de esas vibraciones de odio, percibe también (mentalmente) la figura de quien las envía, reaccionando también del mismo modo, con una andanada de odio, rencor o desprecio, según sea el caso. Y con esa actitud descabellada, ambas partes están destruyéndose mutuamente. ¿No os parece absurda esa actitud? Sin embargo, así acontece con harta frecuencia. Alguien dijo: “Si mis enemigos supiesen el daño que se hacen odiándome, no me odiarían”. Esta frase contiene una gran verdad que todos debieran conocer; y que contribuiría grandemente a liberar al mundo del odio, causa de ¡tantas desdichas!. Porque, aquel que odia está dando poder a su enemigo sobre su tranquilidad, sobre sus nervios, sobre su sueño, su presión sanguínea, su salud toda, y su propia personalidad. 

¡Meditemos sobre esto! 

Por ello, insensato es responder al odio con el odio, rencor o malquerencia hacia aquellos que, por lo que fuere, llegasen a odiarnos; y sí con amor, deseos de bien, ya que de este modo, esas vibraciones cargadas de energía psíquica negativa, no penetrarán en nosotros y rebotarán: porque el amor genera energía positiva, conformando un campo magnético de protección. A más de esos efectos perturbadores, con la actitud de odio y malquerencias resultantes, esas personas están conquistando un puesto en las zonas oscuras del astral inferior, al desencarnar.

 ¡Cuán frecuentemente es ver personas que, por ignorancia, son esclavas de esa y otras pasiones absurdas. ¡.

He aquí, la necesidad de la divulgación de este conocimiento y otros conceptos de verdad! He aquí una oportunidad de progreso espiritual para vosotros, divulgando éstos y otros conceptos de verdad.

 Pongamos en práctica esa maravillosa enseñanza del sublime Maestro: “Amad a vuestros enemigos”. Y con ello quebraréis el poder que sobre vosotros pudieran ejercer a través del odio o rencor. 

Puede que alguno diga: ¿Cómo puedo yo sentir amor por quien me ha hecho daño? Y yo os pregunto, hermanos muy queridos, ¿no habéis hecho sufrir alguna vez a alguien o causado daño en algún modo? ¿Y no querríais que ese error os fuese perdonado y olvidado? De cierto que sí.  Entonces... Y ¿sabíais que sólo el amor es productor de perdón? Porque, quien ama, perdona; quien mantiene odio, no perdona. Quien ama y perdona, se engrandece; quien odia, se empequeñece. Quien ama es comprensivo y perdona las ofensas, no dando cabida en su alma a sentimiento alguno de odio que pueda desarrollar un deseo de malquerencia, venganza o represalia, aun cuando en el momento del daño u ofensa perciba ese impacto. ¡Sólo las almas débiles y ruines albergan odio!

Pedid al sublime Maestro Jesús, con fervor, con verdadero deseo de perdonar y anhelo de superación, que os enseñe a perdonar, que os enseñe a amar a quien daño o agravio os haya hecho. Haced esto una y otra vez, muchas veces. Si así lo hacéis, con fe y humildad sentida; pronto comenzaréis a percibir que una sensación de paz y sosiego inunda todo vuestro ser. Esa es la señal de haber alcanzado la vibración de Amor del Cristo. Y un nuevo deseo de bien comenzaréis a sentir hacia la persona o personas que por error o falta de control de su emotividad, y aún por ruindad os haya causado ese agravio o daño. Y no os desaniméis si no conseguís de inmediato ese propósito digno. 

Perseverad, perseverad hasta que hayais establecido la unión vibratoria con la Ley del Amor Universal, generadora de paz y armonía, y liberadora del odio y su secuela de malquerencias y amarguras. Y la paz interna (mental-emocional) aumentará vuestra capacidad intelectual, vuestra alegría de vivir y ansia de progreso. Porque, un alma y una mente despojadas de odios, rencores y malquerencias, con ideales elevados, vibrando en amor fraterno, se exteriorizará en una personalidad más eficiente, ágil y realizadora. Y cada vez que llegue a vuestra mente, en el comienzo, el recuerdo o imagen del motivo del agravio (que poco a poco irá desvaneciéndose) desechadlo y proyectad sobre esa persona vibraciones de amor, a modo de comprensión y deseos de bien; poniendo todo vuestro deseo de bien en ese Amor paz y caridad 8 sentimiento, para que esa vibración sea poderosa y le beneficie intensamente, con lo cual os beneficiaréis vosotros mismos.

Cuanto más améis, más felices habréis de sentiros; ya que, la LEY que es Amor, os devolverá ese amor en felicidad. Si dais amor, afectos, alegrías, servicio desinteresado (que es amor en acción); eso mismo recibiréis en la proporción que deis y más aún. Pero, si dominados por una pasión, envidia, egoísmo o amor propio, causáis sufrimiento de algún modo o realizáis actos de venganza o cometéis alguna bajeza; iréis acumulando un karma doloroso, y esos mismos daños causados recibiréis en la proporción que hayais causado o deseado; porque, la Ley es justa.

Retened en vuestra conciencia este axioma; la siembra es voluntaria; pero, la cosecha es obligatoria. 

Ahora que ya conocéis las desventajas (algunas tan sólo) del odio, rencor, malquerencias y resentimientos; comprenderéis que, mantener esos enemigos, es un lujo que se paga muy caro.Y lo curioso es... sin disfrutarlo. Necesario es saber dar a conocer que, con la muerte del cuerpo físico no mueren las pasiones, antes al contrario, se intensifican; porque, están en la propia naturaleza psíquica que, al dejar la envoltura carnal continúa con los mismos pensamientos, sentimientos y tendencias que mantenía como humano, sin los atenuantes de la vida en la carne. De aquí que, un enemigo en el “otro lado” es mucho más peligroso.

Aquí apegados al plano físico, en nuestra propia atmósfera, se agitan millones y millones de almas de los que fallecieron cargados de pasiones. Son seres atrasados que, por sus bajas tendencias no pueden elevarse y deambulan imantados al ambiente en donde han vivido, e inciden o tratan de incidir con harta frecuencia, en la vida de los humanos; quienes, por falta de vigilancia sobre sus sentimientos y reacciones, pueden ser sus víctimas. 

A más de esos, existen otros seres de maldad y organizaciones maléficas, compuestas por seres desencarnados que continúan viviendo sus pasiones y tratan de arrastrar a los humanos hacia la maldad y el crimen. Son los demonios a que hacen referencia las iglesias del cristianismo. Y  buscan continuar sus gamberradas y la acción de sus odios, rebeldías y maldad de todo género, influyendo en aquellas personas con sentimientos ruines, azuzando sus bajas pasiones. No obstante, esas fuerzas negativas nada podrán hacer en vosotros si no les dais cabida. 

Las pasiones e imperfecciones humanas, son las puertas de entrada a esas influencias maléficas. No lo olvidéis. La venganza es un sentimiento de las almas ruines, que les liga con el ofensor o enemigo al pasar el umbral del Más Allá, ocasionando grandes sufrimientos. Y a más de eso, volviendo a ligarlo como humano, en alguna de las siguientes vidas planetarias.

Aquellos que, impregnados de creencias religiosas, manteniendo todavía conceptos dogmáticos apartados de la Verdad, y que obrando mal creen que, arrepintiéndose y confiando sus faltas y actos de maldad a los oídos de un confesor puedan quedar libres de esas deudas espirituales, o indultados por hombres que se atribuyen poderes divinos; están en un craso error. Ni el arrepentimiento, ni la confesión, ni la penitencia les darán el perdón; porque, el perdón no existe en lo espiritual. Existe la Ley justa de: a cada cual según sus obras. Y toda transgresión a la Ley del Amor, produce un desequilibrio en la sección espiritual del causante, cuyo equilibrio tendrá que ser restablecido por el mismo causante: ya por el amor, ya por el dolor. ¡No nos engañemos con espejismos!

Termino mi exposición y análisis, con una llamada a vuestra razón: Perdonad todo agravio y ofensa que os hagan y seréis los más gananciosos. ¡Engrandeceros por el perdón! ¡Perdonad siempre!. 

SEBASTIAN DE ARAUCO

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           ORACIONES ESPIRITAS.        Para alejar a los malos espíritus



 Los malos espíritus sólo van adonde pueden satisfacer su perversidad; para alejarlos no basta pedirlo ni menos mandarlo; es preciso abandonar aquello que les atrae. Los malos espíritus olfatean las llagas del alma, como las moscas olfatean las del cuerpo; de la misma manera que las limpiáis del cuerpo por la inmundicia, limpiad también el alma de sus impurezas para evitar los espíritus malos. 


Como nosotros vivimos en un mundo en que pululan los malos espíritus, las buenas 
cualidades del corazón no siempre nos ponen al abrigo de sus tentativas, pero dan fuerza para resistirles. 


- El Evangelio  según el Espiritismo-

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Conceptos filosóficos profundos desde el corazón de un chileno
                                                          
     Lo que sigue lo escribió Felipe Cubillos (1962-2011), empresario y millonario Chileno quién después de forjar una gran fortuna, se dedicó a la filantropía y después del terremoto montó una empresa para la reconstrucción de Chile. Falleció en accidente aéreo en la isla “Juan Fernández”. 

(Léelo hasta el final, vale la pena). 

1. Acerca de DIOS y del CIELO: creo que si actuamos haciendo el bien, podremos estar en la lista de espera si el Cielo existe; y si no existe, habremos tenido nuestro propio Cielo en ésta Tierra. A Dios no lo encontré sólo en el mar del sur, en las nubes, en las tormentas, en las olas, ni en la meta, ni en las partidas; estuvo siempre conmigo, dentro, muy dentro de mi. 

2. Acerca de los HIJOS: definitivamente no son tuyos, son personas independientes, sólo quiérelos y ámalos, trata de educarlos con el ejemplo y enseñandolos a hacer lo correcto, si puedes, transmíteles que busquen sus propios sueños, no los tuyos. Y no esperes que te agradezcan todo lo que haces por ellos; ese agradecimiento vendrá muchos años después, quizás cuando tu ya te hayas convertido en abuelo, será entonces que sabrán lo que significa ser Padre o Madre. Pero si te llegan a decir que están orgullosos de ser tu hijo, date por recompensado con creces. Y si alguno de ellos debe partir antes que tú, que al menos te quede el consuelo de haberle dicho muchas veces cuánto lo amabas. 

3. Acerca de tus PADRES: no dejes nunca de agradecerles el hecho de que te hayan traído a este mundo maravilloso y que te hayan dado tan sólo la posibilidad de vivir, sólo eso, vivir..!!! 

4. Acerca del MAR, el VIENTO y la NATURALEZA: admírala, protégela y cuídala, es única y no tenemos otra. Y al mar y al viento, nunca trates de vencerlos, y menos desafiarlos, llevan todas las de ganar. Si quieres ser un navegante, acostúmbrate a vivir en crisis permanente. 

5. Acerca del AMOR: da las gracias al universo si te despiertan cada mañana con un beso y una sonrisa, no pidas nada más. Y haz como las abejas y las mariposas, ellas no buscan la flor más linda del jardín, sino aquella que tiene el mayor contenido. 

6. Acerca de la RIQUEZA:realmente no es necesaria; una vez que hayas financiado un flujo de caja para mantener a tu familia, trata de comprar más tiempo que dinero, más libertad que esclavitud. El tiempo vale mas que cualquier riqueza. 

7. Acerca de la ANGUSTIA y la AMARGURA:  cuando creas que algo no es posible, que los problemas te agobian, que ya no puedes, date un tiempo para ver las estrellas y espera despierto el amanecer, ahí descubrirás que siempre sale el sol, siempre..!!! 

8. Acerca del TRIUNFO: si quieres triunfar debes estar dispuesto a fracasar mil veces y dispuesto a perder todo lo que has conseguido. Y no temas perderlo todo, pues si te lo has ganado bien, de seguro lo recuperarás y con creces. 

9. Acerca del PRESENTE: vívelo intensamente, es el único instante que realmente importa; los que viven aferrados al pasado ya murieron; y los que viven soñando con el futuro, aún no han nacido. La vida es una sola, vívela...!!! 

10. Acerca del ÉXITO y el FRACASO: reconócelos como dos impostores, pero aprende sobretodo de los fracasos, los propios y los de los demás, allí hay demasiado conocimiento que generalmente no usamos ni aprendemos. 

11. Acerca de los AMIGOS: elige los que están contigo cuando estés derrotado y en el suelo; porque cuando estés en la gloria, te van a sobrar.``` 

_*Finalmente te digo que no te aferres a lo material, aferrate a los sentimientos y los conocimientos, que te hagan elevar tu espíritu y crecer...*_

 ( Aportado por Reinaldo Formoso )   

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              INVITACIÓN AL AMOR 

           El amor es la etapa más sublime del sentimiento. 

           El hombre solamente alcanza la plenitud cuando ama. Mientras ansía y busca ser amado, huye a la responsabilidad de amar y padece de infantilismo emocional. 

          En el contexto social de la actualidad moderna, no obstante, la expresión amor sufre la desvaloración de su significado para experimentar la descomposición del tormento sexual, que no pasa de ser instinto desgobernado. 

          Sin duda, el sexo amparado por el amor caracteriza la superioridad del ser, concediéndole armonía íntima y perfecto intercambio de vibraciones y hormonas en beneficio de la existencia. 

Johana de Angelis/Divaldo P. Franco 
Libro: INVITACIONES DE LA VIDA.


                                      
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                               El velo del olvido

Saludo matinal
Domingo 21 de enero de 2018

Queridos amigos, la lucha en la Tierra y el aprendizaje  es una hermosa oportunidad de la cual no podemos renegar,  cuando estábamos al otro lado de la vida, con una conciencia culposa, no dejábamos de anhelar y pedir la oportunidad de la que hoy gozamos,  allí, pedíamos fuerzas para las luchas que se aproximaban,  y  la providencia misericordiosa  del Todopoderoso, nos concedió ampliaciones  de nuevas experiencias en la Tierra. Meditemos en nuestras caídas dolorosas en el remolino de las pasiones del mundo y afirmémonos en los santos propósitos de triunfo. ¿Cuántos años hemos perdido en amargos sufrimientos, en el plano de los remordimientos devastadores?... Recordemos las angustias de la vida expiatoria y agradezcamos a Dios la oportunidad de volver a las tareas purificadoras. Olvidemos la vanidad que nos envileció el corazón; la ambición y el egoísmo que nos torturan el alma ingrata, y aprovechemos  las experiencias justas y necesarias.
El fantasma del olvido que nos oscurece el espíritu, aquí en la Tierra, nos impresiona, ante las experiencias, construimos mil proyectos de esfuerzo, dedicación, perseverancia; somos ricos de preciosas intenciones, pero llegado el momento de ejecutarlas, revelamos las mismas flaquezas o incidimos en las mismas faltas que nos llevaron a los desfiladeros del crimen y de las reparaciones acerbas. No sabemos apreciar que el olvido temporal de las faltas de antaño son una dadiva del Padre ¿Quién podría aguardar el éxito deseable, enfrentando viejos enemigos, sin el bálsamo de esa bendición celestial sobre la llaga del recuerdo? Sin la paz del olvido transitorio, tal vez la Tierra dejase de ser bendita escuela para ser una criatura abominable de odios perpetuos.
¿Cómo aprenderíamos  a ser  humildes  con las reminiscencias activas del orgullo? ¿Podríamos, acaso, besar a un hijo, sintiendo en él la presencia de un enemigo íntimo? ¿Conseguiríamos, de pronto, la fuerza necesaria para santificar, por las cadenas unidas, a la mujer que manchaste en otros tiempos, induciéndola al meretricio y a las aventuras infames? ¿No percibes, en el olvido terreno una de las más poderosas manifestaciones de la bondad divina para con las criaturas criminales y extraviadas? Concordamos en que la experiencia humana para quien observó, incluso de lejos, los resplandores de la vida espiritual, significa, de hecho, la reparación laboriosa en el seno de un sepulcro; pero todos  nosotros, estamos desde hace mucho momificados en el crimen. Nuestra conciencia necesita del toque de las expiaciones salvadoras. La muerte más terrible es la de la caída, mas la Tierra nos ofrece la medicación justa, proporcionándonos la santa posibilidad de levantarnos de nuevo.  Renacimos en las formas  perecible  y, en cada día de la experiencia humana, moriremos un poco, hasta que hayamos eliminado, con el auxilio de la polvareda del mundo, los monstruos infernales que habitan en nosotros mismos…

Bien es cierto que muchos de nosotros lo hemos intentado muchas veces, sustentamos numerosas luchas, con el fin de unirnos a Dios para siempre, a través del amor purificado y divino. Hemos emprendido numerosas experiencias laboriosas en el Evangelio de Jesús, para servirlo en espíritu y verdad, y con todo, en la lucha consigo mismo, las pasiones subalternas siempre han salido vencedoras, en siniestros triunfos. La rebeldía, no obstante, nos agravan  las penas íntimas, obligándonos  a ceder ante el cerco apretado de nuevas tentaciones.
Pese a todo hemos de levantarnos para dar testimonio al Altísimo, no creamos que, estemos abandonados en los caminos de la regeneración. El Señor está con nosotros, hemos de animarnos en las experiencias que estamos sufriendo, porque ellas sirven para examinarnos y hacernos crecer, Jesús no desampara nuestros propósitos elevados. Suframos y trabajemos, y, un día nos reuniremos para siempre en la radiante eternidad. Dios es la fuente de la alegría inmortal, y cuando hubiéramos triunfado de toda la imperfección, nos bañaremos en esa fuente de júbilos infinitos.
No hemos de lamentarnos, no perseveremos en lamentaciones, cuando el Todopoderoso nos da el derecho de renovar el esfuerzo para las divinas conquistas. Una vez más estamos intentando las pruebas de la abnegación y del ascetismo, en la ejemplificación del amor al prójimo.  Hemos de movilizar todas nuestras energías para avanzar algunos grados en la distancia inmensa que nos separa en la escala evolutiva.
Mientras tanto y en esa tarea, Jesús bendecirá nuestras esperanzas, Dios nos perdonó concediéndonos la nueva oportunidad de redención, aprovechémosla, En la obra de Dios, la paz sin trabajo es ociosidad con usurpación. ¡No apartemos la mirada del cuadro de sacrificios que nos corresponde hacer en favor de nosotros mismos! La puerta estrecha, ahora y siempre, es el maravilloso símbolo para la divina iluminación.

Los triunfos exteriores son aparentes y pueden ser mentirosos. La victoria espiritual pertenece al alma heroica que sabe unirse al cielo, a través de todas las tempestades del mundo, trabajando por perfeccionarse a sí misma.

Amigos os deseo un buen fin de semana que Dios nos bendiga a todos. Merchita

Extraído de mi sentir y del libro renuncia de Chico Xavier 

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