domingo, 17 de diciembre de 2017

Mediumnidad Intercambio con el Más Allá



Hoy podemos ver aquí:

- ¡ No soy feliz !
- No todos los Espíritus conocen la Reencarnación
- La Doctrina de Allan Kardec
- Mediumnidad Intercambio con el Más Allá



                                                     ********************************
                                                                                     
                                                
                                              ¡No soy feliz! 


     A lo largo de nuestras vidas habremos escuchado esta expresión repetidas veces, no solamente a personas que por su angustiosa situación se podría considerar justificable, sino a otras muchas que gozan aparentemente de todo lo que ambicionaron en este mundo: riqueza, poder, posición, popularidad, etc. Y quizá alguno de los que les observan se preguntan ¿Qué le falta para ser feliz si posee “todo”? 

La Doctrina de los Espíritus a través del estudio, nos enseña que cuantos estamos encarnados en este planeta vivimos dominados fundamentalmente por el dolor y el sufrimiento debido al estado evolutivo en el que nos encontramos. Recordándonos así que la Tierra es un “mundo de expiaciones y pruebas” donde debemos progresar espiritualmente con el esfuerzo, ante la necesidad del libre desenvolvimiento individual. 

Siendo la libertad moral proporcional al estado de avance del ser, colaborando asimismo en el mejoramiento general de la Humanidad, que nos llevará a la felicidad universal como resultado definitivo de la evolución. 

La gran mayoría de aquellas personas que disfrutan de “todo”, pero que sienten persistentemente el vacio interior, ni siquiera se plantearon la necesidad de adquirir, para añadir a su amplio abanico de propiedades, la riqueza más natural y gratuita: la grandeza espiritual. Lucharon durante años para conquistar aquello que era tangible y tocaban con las manos, lo que podían mostrar a amigos y enemigos, engordando su orgullo y vanidad, olvidando que la felicidad no consiste en atesorar bienes materiales aquí en la Tierra. Bienes conquistados que no se podrán llevar al otro lado de la vida física, ignorando que el único equipaje que les acompañará serán las virtudes y las imperfecciones que acumularon en su encarnación. 

El evangelio según el Espiritismo, Capítulo XXV, Ítem. 6 ya nos alerta al respecto: “No amontonéis tesoros en la Tierra, donde el orín y los gusanos los consume, donde los ladrones los desentierran y roban; más amontonad tesoros en el cielo, donde ni el orín ni los gusanos los consumen, porque donde está vuestro tesoro, allí está también vuestro corazón”. 

Cierto es que la riqueza es una de las pruebas más difíciles de superar. Ella nos predispone a cometer acciones que nos apartan del camino idóneo, pero recordemos también que gracias a ella, utilizándola debidamente, se puede adquirir el bagaje moral que nos hará el regreso a la Patria Espiritual mucho más apacible. Si todos los que sienten la frase que encabeza estas líneas dedicasen tan solo unos instantes de su tiempo para meditar sobre esta situación, elevando el pensamiento a lo Alto buscando respuestas, estamos seguros que las encontrarían. 

Nuestros amigos los Espíritus, observándonos con esperanza, se encuentran siempre dispuestos a colaborar en el bien. Ellos tienen el compromiso de inspirarnos, intuirnos y encaminarnos apartándonos del entorno materialista que nos domina y que nos tiene sumergidos en le negatividad. Tan solo esperan nuestra llamada para acudir a nuestro lado. 

Juan Miguel Fernández Muñoz. Asociación de Estudios Espiritas de Madrid. 
Revista “Ángel del bien”

                                                    ***************************




                                                                       

   NO TODOS LOS ESPÍRITUS CONOCEN 
               LA REENCARNACIÓN


8. De todas las contradicciones que se notan en las comunicaciones de los Espíritus, una de las más notables es la relativa a la reencarnación. Si la reencarnación es una necesidad 
de la vida de los Espíritus, ¿en qué consiste que no todos los Espíritus la enseñan? 
¿No sabéis que hay Espíritus, cuyas ideas son limitadas, por ahora, como entre muchos hombres de la Tierra? Creen que lo que pasa por ellos debe durar siempre; no ven más allá del círculo de sus percepciones y les tiene sin cuidado el no saber ni de dónde vienen ni a dónde van, y por lo mismo deben sufrir la ley de la necesidad. La reencarnación es para ellos una necesidad con la que no piensan hasta que llega; saben que el Espíritu progresa, pero ¿de qué modo? Para ellos es un problema. Entonces si les preguntáis, os hablarán de los siete cielos, sobrepuestos como pisos; aun habrá quien os hable de la esfera de fuego, de la esfera de las estrellas, después de la ciudad de las flores y de la ciudad de los elegidos. 


9. Concebimos que los Espíritus poco adelantados, no comprendan esta cuestión; pero ¿en qué consiste que Espíritus de una inferioridad moral e intelectual notoria, hablen  espontáneamente de sus diferentes existencias, y de su deseo de reencarnarse para rescatar su pasado? 
      En el mundo de los Espíritus pasan cosas que es muy difícil que podáis comprender. ¿No tenéis entre vosotros, personas muy ignorantes sobre ciertas cosas, y que están ilustradas sobre otras; personas que tienen más criterio que instrucción, y otras que 
tienen más genio que criterio? ¿No sabéis también que ciertos Espíritus se complacen en mantener a los hombres en la ignorancia, haciendo como que les instruyen, y que se 
aprovechan de la facilidad con que dan crédito a sus palabras? 
       Podrán seducir a aquellos que no buscan el fondo de las cosas, pero cuando se les conduce a perder la paciencia por el razonamiento, no sostienen su papel por mucho tiempo. 
       Por lo demás es menester tener cuidado con la prudencia que en general los Espíritus ponen en la promulgación de la verdad: la luz demasiado viva y repentina deslumbra y no da caridad. Pueden, pues, en ciertos casos juzgar útil el esparcirla gradualmente según los tiempos, los lugares y las personas. Moisés no enseñó todo lo que enseñó Cristo: y el mismo Cristo dijo muchas cosas, cuya inteligencia estaba reservada a las generaciones 
futuras. Habláis de la reencarnación y os admiráis que este principio no se haya enseñado en ciertos parajes; pero es menester que penséis que en un país en el que la preocupación del color tiene su reinado absoluto, en donde la esclavitud está arraigada en las costumbres, se hubiera rechazado el Espiritismo sólo porque proclamaba la reencarnación, porque la idea de que el que es amo o señor puede ser esclavo, y recíprocamente, hubiera parecido monstruosa. ¿No valía más hacer aceptar el principio general, para después sacar las consecuencias? ¡Oh, hombres!  qué corta es vuestra vista para juzgar los designios, y Dios; sabed, pues, que no se hace nada sin su permiso y sin un fin que vosotros muchas veces no podéis penetrar. Ya os he dicho que la unidad se hará en la creencia del Espiritismo; y tened por cierto que las disidencias, ya menos profundas, se disiparán poco a poco a medida que los hombres se ilustren y que al fin desaparecerán completamente, porque tal es la voluntad de Dios, contra lo cual no puede prevalecer el error. 
     El Espíritu de Verdad. 

10. ¿Las doctrinas erróneas que pueden enseñarse por ciertos Espíritus, tienen por objeto el retardar el progreso de la ciencia verdadera? 
       Vosotros quisierais tenerlo todo sin trabajo; sabed que no hay campo en el que no crezcan malas yerbas que el labrador debe extirpar. Estas doctrinas erróneas son una consecuencia de la inferioridad de vuestro mundo; si los hombres fuesen perfectos, sólo aceptarían la verdad; los errores son como las piedras falsas que sólo un ojo ejercitado puede distinguir; os falta, pues, un aprendizaje para distinguir lo verdadero de lo falso; pues bien, las falsas doctrinas son útiles para que os ejercitéis en la práctica de distinguir la verdad del error. 
–¿Los que adoptan el error, retrasan su adelantamiento? 
Si adoptan el error es porque no están bastante adelantados para comprender la verdad. 

302. Esperando que se haga la unidad, todos creen que la verdad está de su parte y sostienen estar ellos solos en lo verdadero; ilusión que no deja de entretener a los Espíritus mentirosos; ¿en qué puede basarse el hombre imparcial y desinteresado para formar  juicio? 
       La más pura luz no la obscurece ninguna nubecilla, el diamante sin mancha es el que tiene más valor; juzgad, pues, a los Espíritus por la pureza de su enseñanza. La unidad se hará del lado en que el bien no habrá estado nunca mezclado con el mal; a este lado se reunirán los hombres por la fuerza de las cosas porque juzgarán lo que es y en donde está la verdad. 
       Observad, por lo demás, que los principios fundamentales por todas partes son los mismos y deben reuniros en un pensamiento común: el amor a Dios y la práctica del bien. Cualquiera que sea, pues, el modo de progresar que se suponga para las almas, el objeto final es el mismo y el medio de conseguirlo es también el mismo: hacer el bien; no hay, pues, dos modos de hacerlo. Si nacen disidencias capitales en cuanto al principio de la doctrina, tenéis una regla cierta para apreciarlas. Esta regla es la siguiente: 
       La mejor doctrina es aquella que más satisface al corazón y a la razón, y que más elementos tiene para conducir a los hombres al bien; yo os aseguro que es la que prevalecerá. 
El Espíritu de Verdad. 

Observación. — Las contradicciones que se presentan en las comunicaciones espiritistas pueden depender de las siguientes causas: de la ignorancia de ciertos Espíritus; de la superchería de Espíritus inferiores, que por malicia o maldad dicen lo contrario de aquello que ha dicho en otra parte el Espíritu cuyo nombre usurpan; de la voluntad del mismo Espíritu que habla según los tiempos, los lugares y las personas, y puede juzgar útil no decirlo todo a todo el mundo; de la insuficiencia del lenguaje humano para expresar las cosas del mundo incorporal; de la insuficiencia de los medios de comunicación que no siempre permiten al Espíritu manifestar todo su pensamiento; en fin, de la interpretación que cada uno puede dar a una palabra o a una explicación, según sus ideas, sus preocupaciones o el punto de vista desde el cual mira la cosa. El estudio, la observación, la experiencia y la abnegación de todo sentimiento de amor propio, pueden enseñar a distinguir estas diferencias.

- El Libro de los Médiums -
                                               
                                                    *******************************



                                                                           

                         La Doctrina de Allan Kardec

    La doctrina de Allan Kardec nacida, no podría decirse si de la observación metódica y de la experiencia rigurosa no puede considerarse como un sistema definitivo, inmutable, fuera y por encima de las conquistas futuras de la ciencia. 
      Resultado combinado de los conocimientos de dos mundos, de dos humanidades que 
compenetran la una con la otra, pero que son ambas imperfectas, y que ambas caminan hacia la verdad y hacia lo desconocido, la doctrina de los Espíritus se transforma sin cesar por el trabajo y el progreso, y, aunque superior a todos los sistemas y a todas las filosofías del pasado, permanece abierta a las rectificaciones, a los esclarecimientos del porvenir.^ 


      A partir de la muerte de A. Kardec, el espiritismo ha realizado una evolución   considerable, asimilándose el fruto de los trabajos de cuarenta años. El descubrimiento de la materia radiante y de los rayos catódicos, los sutiles análisis de los sabios ingleses y americanos, hechos con cuerpos fluidicos, con las envolturas periespiritales o formas revestidas por los espíritus en sus apariciones, todos estos 
progresos han abierto al espiritismo un horizonte nuevo. Se ha lanzado hacia él sin 
temor; gracias a estos estudios minuciosos, ha penetrado la naturaleza íntima del 
mundo fluidico, y podrá luchar en lo sucesivo en igualdad de armas contra sus 
adversarios en el terreno de la ciencia, que se le ha hecho familiar... 

LEÓN DENIS 
                                                     
                                                *****************************



MEDIUMNIDAD INTERCAMBIO CON EL 
                        MÁS ALLÁ


   El materialismo silenció durante mucho tiempo el análisis científico de la relación entre el mundo tangible y las esferas imponderables para los encarnados. Sin embargo, esta realidad empieza a cambiar. «El materialismo es una hipótesis, todavía no es un hecho científicamente demostrado, como muchos creen», afirma el investigador Alexander Moreira-Almeida, coautor del estudio
Neuroimaging during Trance State: A Contribution to the Study of Dissociation y director del Centro para la Investigación sobre la Espiritualidad y la Salud (Nupes), Universidad Federal de Juiz de Fora, en Minas Gerais, Brasil.

    El estudio publicado en 2012 por la revista científica Plos One, reunió durante diez días a médiums brasileños que se pusieron a disposición de un equipo de científicos de Brasil y de los EEUU. Los científicos utilizaron la producción de la neuroimagen (conocida como tomografía por emisión de positrones) para investigar el cerebro de los médiums durante el trance mediúmnico. Los médiums fueron divididos en dos grupos: médiums experimentados (más de diez años en el intercambio espiritual) y los médiums no tan experimentados (menos de diez años). Los participantes produjeron textos durante el trance mediúmnico y, como tarea de control para rigor científico, también produjeron  textos de su propia autoría (sin asistencia espiritual).

Los científicos querían investigar si habría cambios específicos en la actividad cerebral durante la psicografía.

Si los hubiera, ¿cuáles serían? Los autores del estudio partieron de la hipótesis siguiente: Las áreas del cerebro asociadas con la creatividad y la planificación (corteza prefrontal) serán activadas por igual tanto durante la producción de textos psicografiados como durante la producción de textos producidos sin asistencia espiritual. Pero eso no fue lo que pasó. Cuando se comparó el mapa cerebral de las dos actividades, los resultados causaron sorpresa.

Sorprendentemente para los investigadores, durante la psicografía, los cerebros activaron menos las áreas relacionadas con la planificación y la creatividad, pese a que los participantes (médiums) produjeron textos más complejos que aquellos escritos sin interferencia espiritual. Cuando fueron comparados entre sí, el grupo de los médiums más experimentados demostró una actividad en la corteza pre-frontal significativamente inferior a la de los médiums con menos de diez años de experiencia en el intercambio mediúmnico.

Para los científicos, los resultados parecen indicar que los médiums dicen la verdad cuando afirman que la autoría de los textos psicografiados no es suya, sino de los espíritus que se comunican. En otras palabras, el cerebro físico del médium no crea las ideas de las que es intermediario, sólo las plasma en palabras. La actividad creativa, por tanto,queda a cargo de los espíritus comunicantes, de forma más acentuada cuanto más acentuada sea la experiencia y educación mediúmnica del intermediario.

Estos resultados no hacen más que confirmar una realidad experimentada en los centros espíritas de forma cotidiana. El estudio también demuestra de forma científica lo que el profesor Hermínio Miranda, desencarnado en julio de 2013 –nuestro humilde homenaje y enorme gratitud por toda su dedicación a la causa espírita–, llama «espacio psíquico»: la capacidad del médium de desdoblarse durante el trance mediúmnico, facilitando al espíritu comunicante que asuma el control de sus centros nerviosos. La hipótesis elaborada por el profesor, a partir de su experiencia con médiums, es que cuanto más espacio psíquico hay durante el trance mediúmnico, es decir, cuanto mejor sea la capacidad del médium de ceder al espíritu comunicante el control de su cuerpo físico, aunque manteniendo vigilancia, menos esfuerzos se requieren del espíritu comunicante para actuar sobre los centros nerviosos del cerebro encarnado para la trasmisión de sus ideas. El desarrollo y educación de la mediumnidad, aliados a la experiencia que sólo se consigue con la práctica, ayudarían al médium a
facilitar este proceso. Dicha hipótesis se podría considerar confirmada por el estudio referido anteriormente, una vez que los médiums más experimentados demostraron menor actividad cerebral de planificación y creatividad para la producción psicográfica, cediendo más espacio psíquico a
los espíritus comunicantes.

Vemos así como, pese a que no muchos estén dispuestos a reconocerlo, el paradigma científico oficial empieza a tener que reconocer la realidad de las comunicaciones mediúmnicas. Como ciencia del espíritu, el espiritismo es una filosofía dinámica, que dialoga incluso con sus opositores para mejor explicar los fenómenos propios del intercambio entre encarnados y desencarnados. Un ejemplo es el caso de Eduard von Hartmann, filósofo autor de El Espiritismo, que elaboró la que se podría decir que fue la primera contestación reconocidamente inteligente a la Doctrina Espírita. Afirmaba el filósofo que las comunicaciones mediúmnicas en realidad tenían origen en el subconsciente de los médiums. Alexandre Aksakof tomó la decisión de contestar sus críticas. De hecho tanto él, como
Ernesto Bozzano, eminentes pensadores espíritas, estuvieron de acuerdo con Hartmann por lo menos en parte.

En efecto, fenómenos idénticos a los mediúmnicos pueden ocurrir sin que sea necesario evocar la interferencia de los desencarnados. A dichos fenómenos, Aksakof los denominó anímicos, producidos por el alma de los encarnados.

Fenómenos anímicos quedaron así definidos como aquellos producidos por el alma del encarnado, tales como los sueños, contactos personales en desdoblamientos con otros encarnados o desencarnados de su afinidad, telepatía, catalepsia, muerte aparente, sonambulismo, éxtasis
y doble vista.

El animismo, cuando no es analizado en profundidad,puede convertirse en el fantasma de la duda, que paraliza al médium y siembra desconfianza en el equipo mediúmnico.

Sin embargo, en la codificación de la Doctrina Espírita, los espíritus ya habían definido el alma como el espíritu encarnado e incluso advertido que, así como el espíritu de un desencarnado puede hablar por el médium, también lo puede hacer el espíritu del propio médium (pregunta 223 de El Libro de los Médiums).

Así, hay fenómenos de naturaleza anímica, producidos por el espíritu encarnado, con o sin el concurso de espíritus desencarnados; y hay fenómenos de naturaleza mediúmnica, generados por espíritus temporalmente desprovistos de cuerpos físicos, algunas veces con, otras sin la conformidad de los encarnados que les sirven de médiums. Esta es la realidad y la existencia de estas dos clases
de comunicaciones, como explica el profesor Herminio Miranda, no se excluyen, todo lo contrario, se complementan y se explican mutuamente.

Por ejemplo, el desdoblamiento es una facultad anímica, nunca mejor dicho: hace falta tener el cuerpo denso para separarse de él. Sabemos que el espíritu encarnado desarrolla una prodigiosa actividad durante sus habituales desprendimientos parciales del cuerpo físico, principalmente, pero no exclusivamente, durante el sueño común. Siempre que puede, él aprovecha estos momentos de libertad relativa para realizar proyectos, promover estudios, ponerse en contacto con personas amigas que viven en la carne o en la dimensión espiritual e incluso solucionar problemas personales a partir del contexto de un punto de vista más amplio, sereno y bien informado. Esta facultad que todos
ejercemos de forma natural es extremadamente útil durante el trance mediúmnico, pudiendo, si el médium no es capaz de hacerlo por sí solo a través de la concentración, ser inducido magnéticamente por los amigos espirituales que coordinan la reunión. Vemos en este ejemplo que existe auténtica complementariedad entre los fenómenos anímicos y mediúmnicos. Por esta razón, diferentes autores
son contundentes al afirmar que no existe mediumnidad sin animismo. Como nos aclaran los espíritus en el El Libro de los Médiums, el concurso del médium (alma) es siempre necesario en la comunicación mediúmnica (Pregunta 223– El Libro de los Médiums).

Es necesario aclarar que el fraude y la mistificación no tienen nada que ver con el animismo. En casos de fraude o mistificación, el médium no es honesto consigo mismo y con su grupo mediúmnico, deliberadamente modificando la comunicación o añadiendo nombres de espíritus elevados.
En este caso, a falta de metodología que pueda determinar a ciencia cierta cuánto o qué pertenece al espíritu y cuánto o qué es obra del médium, cada grupo debe, por una parte, analizar los mensajes recibidos con criterio doctrinario, y por otra, analizar la naturaleza de la relación del grupo con el médium. ¿Le estamos alimentando la vanidad? ¿Es posible que el médium sienta que debe impresionar al grupo con la notoriedad de los espíritus comunicantes para sentirse estimado, aceptado o respetado? El desafío y la responsabilidad son del grupo, no sólo del médium,y éste debe ser tratado con firmeza, serenidad y compasión.

La palabra de la codificación no deja lugar a dudas:los frutos positivos o negativos del trabajo de un equipo mediúmnico son responsabilidad de todos sus integrantes,incluso de todos los que frecuentan el centro espírita.

231. 1. ¿El centro en el cual se encuentra el médium ejerce alguna influencia sobre las manifestaciones?

Todos los Espíritus que rodean al médium le ayudan,tanto en el bien como en el mal.

Es natural que el propio médium se cuestione si lo que dice en una comunicación psicofónica es fruto de su propia mente o de un espíritu desencarnado; es igualmente natural que nos preguntemos hasta qué punto una comunicación psicográfica proviene del médium o de un ser comunicante. Es inútil buscar el bisturí capaz de diseccionar la parte mediúmnica de la parte anímica en una comunicación,
puesto que ambas están interrelacionadas. La duda paraliza la espontaneidad de las comunicaciones, causando enorme perjuicio a la formación de los médiums y al trabajo de los equipos mediúmnicos. En todo caso, los mensajes no deben ser aceptados si son de origen espiritual y rechazados si son de origen anímico. Hay que recordar que toda comunicación mediúmnica tendrá siempre un componente
anímico, y que es el cerebro físico del médium encarnado el último responsable por traducir las ideas del ser comunicante, revistiéndolas de palabras.

Cuanto más experimentado sea el médium, mayor y mejor espacio psíquico ofrece al espíritu desencarnado; a medida que se hace más experimentado, también traduce de forma más fiel la idea del ser comunicante. No es necesario,sin embargo, que los dirigentes espíritas se obstinen con la perfección, puesto que los mismos espíritus de la codificación nos advierten que la perfección no es de este mundo.

«226 - 9. ¿Cuál es el médium que podríamos llamar perfecto? ¡Perfecto! ¡Ah! Vosotros sabéis que la
perfección no está sobre la Tierra; de otro modo no estaríais en ella; di, pues, médium bueno, y esto será ya mucho, porque son raros. El médium perfecto sería aquel a quien los malos Espíritus no se hubieran atrevido jamás a hacer una tentativa para engañarle; el mejor es aquel que, no simpatizando sino con buenos Espíritus, ha sido engañado menos veces.» El Libro de los Médiums.

Es interesante observar que no sólo el médium debe perfeccionarse para convertirse en un intérprete más fiel de los espíritus. Los espíritus igualmente deben prepararse para la labor de intercambio entre los dos mundos a través de la mediumnidad.

Se concluye de ahí, que lo que debe refinarse es la relación entre el médium, juntamente con el equipo mediúmnico, y el espíritu o los espíritus que se comunican por su intermedio. Dicha sintonía requiere disciplina, esfuerzo,elevación de propósitos y mucha humildad por parte de todos los encarnados y desencarnados que colaboran con la mediumnidad tal como la concebimos los espíritas.

Janaina Minelli de Oliveira 
Doctora en Lingüística Aplicada y profesora de Habilidades Comunicativas en la Universidad Rovira i Virgili. Colabora en los proyectos de asistencia social y divulgación del Centro Espírita Amalia Domingo Soler de Barcelona.

                                                      *****************************




No hay comentarios: