jueves, 4 de febrero de 2016

Reforma interior




                                                                     Pietro Ubaldi

PRINCIPIO DE INCERTIDUMBRE Y EL EVANGELIO
BAJO LA ÓPTICA DEL DR. PIETRO UBALDI

    Conferencia preparada para el XI Congreso Brasileiro Pietro Ubaldi, en Belo   
    Horizonte, en agosto de 2006 y que, por fuerza mayor, no pudo ser presentada.

Buenas tardes queridos hermanos brasileños. Mi nombre es Nestor Iván Guerra Boscán. Soy Venezolano y actualmente vivo en la ciudad de Maracaibo, Edo Zulia, Venezuela, donde junto a unos pocos compañeros dirigimos el Instituto Pietro Ubaldi de Venezuela.

Desde muy joven, no había cumplido los 17 años, entré en contacto con la Obra del Maestro Ubaldi, a través de quien fuera mi Maestro el Sr. Ramón Álvarez Rubio, para ese entonces, el único venezolano conocedor de la existencia de una Obra tan monumental.

El Sr. Ramón Álvarez Rubio se formó dentro del espiritismo kardeciano. Era un ávido lector y llegó a ser director psíquico de la escuela que frecuentaba; la escuela espirita Alberto Hernández Ferreira. Pero su espíritu sentía necesidad de un conocimiento distinto. Un día llegó a la escuela un paquete de libros procedente de Argentina. En ese paquete de libros venía “La Gran Síntesis” en la maravillosa edición de dos tomos editada por el Dr. Manuel Emygdio da Silva en Montevideo, Uruguay.

Leer aquel libro y conectarse con aquel pensamiento fue una sola cosa. Inmediatamente el Sr. Ramón quiso saber de la vida del autor de aquel libro. Escribió a la Argentina, a un espiritista llamado Tito Bansescu. Éste le respondió diciéndole que no conocía ni tenía la dirección del Dr. Pietro Ubaldi, pero le podía suministrar la dirección de un amigo muy cercano a él en Brasil; la del Dr. Manuel Emygdio da Silva. Allí comenzaría una amistad que duraría toda la vida.

El Sr. Ramón, tiempo después llegó a tener un intercambio de cartas con el mismo Maestro Ubaldi. A través del Dr. Manuel Emygdio da Silva también entabló amistad con nuestro querido hermano el Sr. José Amaral.

El Sr. Ramón Alvarez Rubio desencarnó el 23 de Julio de 1.989. a los jóvenes que nos formamos a su lado no quedó la responsabilidad de dirigir su escuela “El Núcleo de Divulgación Espiritual” y continuar la divulgación en Venezuela de la Obra del Maestro Ubaldi. Para ese tiempo me contacté con el Sr. José Amaral y me coloqué a su disposición para colaborar en lo posible con todo lo que tuviera que ver con la Divulgación de la Obra. 
En 1.990 se celebraba en la ciudad de Caracas el XV Congreso Espirita Panamericano. Con asombro recibimos una carta del Sr. José Amaral expresándonos su deseo de asistir a dicho Congreso para hacer la entrega simbólica de la Obra del Maestro Ubaldi. He de confesar que sentí una gran preocupación de no estar a la altura de tamaño acontecimiento.
Pero las cosas se movieron maravillosamente bien, como guiadas por lo Alto. Logramos un espacio en el Congreso a través de su director Jon Aizpúrua para que el Sr. Amaral pudiera dirigir unas palabras y hacer entrega simbólica de la Obra.

Logrado el objetivo y concluido el Congreso, al Sr. Amaral y a su esposa se les ocurrió la maravillosa idea de visitarnos por unos días en Maracaibo. Aunque para ese entonces no teníamos idea de la jerarquía espiritual de nuestros visitantes (no habíamos leído el libro Nazarius), era maravilloso para nosotros que personas que conocieron al Maestro Ubaldi, que compartieron muchas cosas con él, nos visitaran.

Pasamos varios días de gran fervor espiritual, y de esta visita nació la idea de una edición de “La Gran Síntesis” en español, edición que un año después realizamos.
    Llegó el momento de la partida y con ésta la tristeza y la nostalgia. El Sr.    
    José Amaral y su esposa, la Sra. Arlea de Amaral, con su visita, dejaron en
    nosotros una huella imborrable. En el aire quedó una invitación para venir
    al Brasil, pero que difícil se mostraba eso en aquella época.

Transcurrieron 16 años y hoy se hizo realidad nuestro anhelo de visitar Brasil, el país señalado por Nuestro Señor como cuna de la Nueva Civilización del Tercer Milenio. Todo esto gracias a la intervención de quien me acompaña en este viaje junto a su esposa, el Ingeniero Freddy Enrique Boscán Torres y su esposa la Psicólogo Marianella de Boscán.

Para el momento de la visita de los Amaral, Freddy apenas era un estudiante universitario. Hoy en día es un profesional realizado y es puntal importantísimo en la divulgación de la Obra en español. Gracias a él estamos en Internet, y gracias a él estoy yo aquí ante ustedes.
 Y quisimos no sólo estar presentes, sino también participar en este maravilloso congreso. Para ello hemos escogido un tema que pareciera ser un poco dificultoso. Pero lo hemos escogido por varias razones importantes:  
“No podemos ser agnósticos en ningún campo”, nos dice la maravillosa obra La Gran Síntesis, fuente de sabiduría infinita. 

La primera de las razones es que el tema: Principio de Incertidumbre y el Evangelio bajo la Óptica del Dr. Pietro Ubaldi, se ajusta perfectamente a la temática del Congreso: Ciencia y Evangelio..

Una segunda razón es que el tema, en el caso del Principio de Incertidumbre envuelve a dos grandes científicos contemporáneos del Maestro Ubaldi.

Y una tercera razón es que el Maestro Ubaldi, en el caso de Principio de Incertidumbre, lo aborda en uno de sus más importantes libros: “Problemas del Futuro”.

Empecemos por tratar de entender qué cosa es el principio de incertidumbre.

Fue Sir Isaac Newton. El observar la caída de una manzana llevó a este gran científico inglés, entre los muchos descubrimientos que realizó, a comprender una de las fuerzas más importantes del Universo: la gravitación. Y no solamente a descubrirla, sino también a deducir sus leyes.

El descubrimiento de Newton. Junto a otros muchos descubrimientos relacionados con el macrocosmos, mostraban que el Universo era predecible, que existían leyes que parecían mostrarlo perfecto en su desarrollo.
Todo podía ser calculado y medido. Muchos hombres, incluso grandes científicos llegaron a creer en la posibilidad de un telefinalismo en el Universo y en la vida. Parecía que la existencia de una fuerza o de un ser que todo esto dirigiera era posible. Tal vez Dios existía y podría ser demostrado científicamente.

Pero los descubrimientos continuaban, sobre todo en el campo del microcosmos. La materia no era continua y sólida sino que estaba compuesta de partes. Se llegó a pensar que el átomo era su última parte indivisible, pero no era así. Ya la maravillosa “La Gran Síntesis”, fuente de sabiduría infinita lo había predicho: “Por más que busquéis un último término no lo encontraréis, porque no existe… “

Además de los electrones, el núcleo, los protones y los neutrones en el futuro se seguirían descubriendo más partículas o quantums. ( de allí deriva el nombre de física cuántica).

El microcosmos se parecía demasiado al macrocosmos para que pudieran variar las leyes perfectas que al primero regían en el segundo.

Este es Werner Karl Heisenberg quien nació en Wülburg, Alemania, el 5 de Diciembre de 1.901. Fue un gran físico alemán que ganó el Premio Nobel de Física en 1.932 por la creación de la mecánica cuántica.

Durante la segunda guerra mundial dirigió el fracasado proyecto alemán de las armas nucleares. Murió el 1 de Febrero de 1.976 en su casa de München.

Heisenberg fue el elaborador del Principio de Incertidumbre. La base de principio de incertidumbre es que la acción del observador altera el sistema observado.. En otras palabras, ciertos pares de variables físicas, como la posición y el momento de una partícula no pueden calcularse simultáneamente con la precisión que se quiera. Así, si repetimos el cálculo de la posición y el momento de una partícula cuántica determinada (por ejemplo, un electrón) nos encontramos con que dichos cálculos fluctúan en torno a valores medios. Estas fluctuaciones reflejan, pues, nuestra incertidumbre en la determinación de la posición y el momento. Se concluyó que el azar rige las estructuras atómicas.

Si estas conclusiones hubieran llegado hasta allí, manteniéndose en el campo científico, el principio de incertidumbre hubiera pasado a engrosar el gran volumen de conocimientos dispersos y sin síntesis de la ciencia. Pero se fue más allá y se llevaron estas conclusiones también al campo filosófico, como era de esperarse.

Si el macrocosmos es producto de lo que sucede en el microcosmos, y en éste impera el azar y la incertidumbre, el macrocosmos es producto del azar. No existe Dios, no existe un Telefinalismo en la vida. Todas las religiones y filosofías centradas en la creencia de un Dios estarían equivocadas. Gran aliciente para los materialistas, los ateos y los agnósticos. Una cosa si es cierta y ya lo dice la maravillosa “La Gran Síntesis”, fuente de sabiduría infinita: “…El respiro del átomo es el respiro del universo…”.
Las reacciones contra estas conclusiones no se hicieron esperar y de parte de todos los sectores del saber humano. Pero hubo una reacción en particular que podría decirse inesperada. El más grande luchador contra estas conclusiones salió del campo de la misma ciencia, y específicamente de la misma física.

Este fue Albert Einstein 7) Lámina. Nació el 14 de Mayo de 1.879 en Ulm (Alemania). Ganó el premio Nobel de Física en 1.921. Es famoso por sus trabajos sobre la composición de la luz, la teoría de la relatividad y su famosa fórmula E = MC2; La energía es igual a la masa por la velocidad de la luz al cuadrado.

Albert Einstein no aceptó nunca las conclusiones de la física cuántica de Heisenberg. Luchó contra las conclusiones del principio de incertidumbre incluso con procedimientos matemáticos. Pero la experiencia y experimento parecían darle la razón a los seguidores de dicho principio. Finalmente Einstein pronunció sus famosas palabras que la historia se ha encargado de recoger: “Yo no creo que Dios juegue a los dados con el Universo”. Esta afirmación de Einstein se merece un profundo análisis. En ésta, uno de los más grandes científicos que ha conocido la humanidad, afirma tajantemente su creencia en la existencia de un Dios, y no solamente esto, sino también la creencia en su Orden, en una Ley. “Yo no creo que Dios juegue a los dados con el universo”, es el grito desesperado de un alma que lucha contra el materialismo y el ateísmo.

Albert Einstein murió en Princeton EE.UU.. en 1.955, sin poder realizar su más grande anhelo, crear una teoría total que combinara la gravitación (macrocosmo) con el electromagnetismo (microcosmos) para derrotar el Principio de Incertidumbre.

Pero surgiría otra persona que hablaría sobre el principio de incertidumbre y sus conclusiones. Esta persona fue el Dr. Pietro Ubaldi Alleori. En su maravilloso libro “Problemas del Futuro”, específicamente en el capítulo XVII, “Las Últimas Orientaciones de la Ciencia”, el maestro Ubaldi analiza la esencia del principio de incertidumbre: “…Si lanzamos un dado exacto, cada número saldría tanto más regularmente un sexto de veces, cuanto mayor fuera el número de lances del dado, y esto por la ley de los grandes números. Pero si el dado tuviese un defecto, cuanto mayor fuera el número de lances, tanto más claramente este defecto se manifestaría en los resultados. Entonces, la ley macroscópica está escrita en las cualidades de los elementos y la regularidad estadística no hace sino revelarla. El contenido de las leyes estadísticas no es sino la revelación de la naturaleza de los elementos individuales…

Para comprender, podemos referirnos analógicamente a los fenómenos sociales, en que reencontramos la misma relación por la cual el funcionamiento del organismo colectivo es dado por leyes precisas que se expresan estadísticamente, mientras en su ámbito el individuo, regulado por otra ley, se siente libre. …Vemos aquí el principio de las unidades colectivas resonar idéntico, desde el plano de la materia al humano, con las mismas características. Lo que se dice del plano físico (organismo de átomos), del plano social (organismo de seres humanos) se puede repetir también en el plano biológico (organismo de células) etc.

Estas afirmaciones del Maestro Ubaldi en Problemas del Futuro nos hacen ver varias cosas del principio de incertidumbre:

1º-) La afirmación de la existencia de un azar en el microcosmos no es correcta, simplemente las leyes que rigen ese mundo no han sido descubiertas.

2º-) La probabilidad estadística funciona en el microcosmos al igual que en el mundo humano por la ley de las unidades colectivas. La unión de las individualidades genera una unidad colectiva mayor.
3º-) La posibilidad de la existencia de un Orden y de un ser que lo rija (Dios) se mantiene
4º-) Realmente “…el respiro del átomo es el respiro del universo…”

De modo que podemos concluir en esta parte de nuestra exposición que tenemos tres visiones particulares y verdaderas sobre un mismo concepto, simplemente que son progresivos. Podemos hasta equipararlos con el concepto evolutivo de las fases de la dimensión espacio expresado en “La Gran Síntesis”.

Una primera visión que pudiéramos llamar “Concepción Lineal”, la de Heisenberg, con un mundo microscópico gobernado por el azar y regido por la estadística que lleva al ateísmo y al agnosticismo.

Una segunda visión que podríamos llamar “Concepción de Superficie”, la de Einstein” presintiendo la existencia de un orden y un telefinalismo en el universo pero sin capacidad de poder demostrarlo.

Y una tercera visión la del Maestro Ubaldi que podemos llamar “Concepción Volumétrica” en la que se le da el verdadero sentido de realidad al principio de incertidumbre, y se encuadra dentro de la concepción Fisio-Dinamo-Psiquica que encontramos en La Gran Síntesis.

En esta progresión de concepción de un mismo concepto, vemos realizarse las palabras de nuestro Señor en la maravillosa “La Gran Síntesis” fuente de sabiduría infinita, específicamente en el capítulo Despedida: “…situaos móviles en la fluidez del movimiento…”

Para concluir esta parte de nuestra exposición, referente al principio de incertidumbre vamos a resaltar la importancia de la Obra del Maestro Ubaldi en la comprensión de temas científicos, particularmente “La Gran Síntesis”. Citaremos unas palabras de otro gran científico un poco más moderno el Dr. Carl Sagan Doctorado en Astronomía y Astrofísica, trabajó en la mayoría de los programas espaciales de la Nasa. Nació en 1.934 y desencarnó en 1.996 a los 62 años. Fue un gran escritor de temas científicos, la mayoría grandes Best Sellers.

En uno de sus extraordinarios libros “Cosmos” el Dr. Carl Sagan afirma lo siguiente: “..parece que el único objetivo del universo fuera transformar la materia en vida…”

Y dónde hemos visto algo de esta expresión? La Gran Síntesis está llena de ella. La Gran Ecuación de la Sustancia nos lo muestra al igual que todos los gráficos que de ella derivan.

De modo que con el tiempo se hará también realidad otra expresión de la maravillosa “La Gran Síntesis” fuente de sabiduría infinita. “… Cuando hayáis visto el futuro, comprenderéis en lo profundo esta síntesis y la encuadraréis en la historia del mundo…”
Con esto concluimos la primera parte de nuestra exposición y entraremos en la segunda “El Evangelio Según la Óptica del Maestro Ubaldi”.

El Evangelio está constituido por la vida y las enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo. Y ha llegado hasta nosotros a través de los cuatro Evangelios que se encuentran en la Biblia: San Juan, San Lucas, San Mateo y San Marcos. Su esencia la resumió nuestro Señor en un solo mandamiento: Amar a Dios Sobre todas las cosas y al prójimo como a ti mismo.

Pero doce siglos después de la partida de nuestro Señor, todo estaba trastocado. La persecución contra los llamados herejes, de presuntos brujos y brujas, la temible inquisición, un materialismo desbordante, habían transformado tanto las enseñanzas de Jesús que ya no se reconocían. Había entonces necesidad de avivar la llama y de rescatar la esencia de las enseñanzas. Entonces el Buen Pastor nos envió al bien amado de sus discípulos, a Juan.

Juan como Francisco de Asís, tenía la misión de volver a dar al Evangelio su verdadero significado. Son célebres las palabras que Francisco escuchaba de nuestro Señor y que en un primer momento no entendía: “…Francisco, reconstruye mi Iglesia. Francisco en un primer momento creyó que era la pequeña Iglesia de San Damián y se dedicó a su reconstrucción. Más tarde entendería que se trataba de algo más grande. Se trataba de rescatar las enseñanzas de nuestro Señor que habían sido desvirtuadas. Sus tres votos: Pobreza, Castidad y Obediencia, son un corte decisivo con el atraso, el materialismo, que se había apoderado de los jerarcas de la Iglesia que supuestamente representaban a nuestro Señor aquí en la Tierra.

Francisco tuvo una vida corta. Nació en 1.182 y murió en 1.226. No cumplió 45 años:

Pero realmente cumplió con su misión. Su forma de vivir; el cumplimiento de los votos de pobreza, castidad y obediencia, sus cánticos y la aparición de los estigmas, hicieron que fuera uno de los Santos canonizados más rápidamente. Dos años después de su muerte subió a los altares de la Iglesia. Los Franciscanos y su orden hermana, las Clarisas, se esparcieron por todo el mundo, renovando las verdaderas enseñanzas de nuestro Señor.

Transcurridos 8 siglos desde la venida de Juan como Francisco de Asís para que cumpliera la misión de rescatar la Iglesia de nuestro Señor, nuevamente había necesidad de dar otro impulso al Evangelio.

Esta vez el Buen Pastor enviaría otro de sus más queridos discípulos, al que le dijo una vez: “Tu Eres Pedro, que significa piedra, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia”.
Para todos nosotros que seguimos la Obra del Maestro Ubaldi, está muy claro que él fue la reencarnación de Pedro el Apóstol. Su misión fue la de realizar una Obra monumental, base para la Nueva Civilización del III Milenio, donde se cumpliría la buena Nueva pregonada por Nuestro Señor.

El Evangelio fue la esencia de su vida y de su Obra.

La maravillosa “La Gran Síntesis” fuente de sabiduría infinita nos dice: “…la santidad no ha muerto ni ha sido superada…”

Ubaldi es un santo moderno. En palabras adaptadas a su Obra es un superhombre. Es el biotipo evolucionado que en el futuro la humanidad producirá en gran número.
En su vida y en su Obra el Evangelio adquiere una connotación jamás sospechada. El Evangelio es biológico. Representa una ley superior de vida. Y será impuesto determinantemente por la evolución..
En la maravillosa “La Gran Síntesis”, fuente de sabiduría infinita, nuestro Señor nos dice: “…el nuevo mandamiento es trabajar…”

Y en Ubaldi este mandamiento adquiere su más grande expresión como “trabajo-misión”. Cuarenta años de preparación: desde los 5 años a los 45 años. Y 40 años de trabajo-misión. Por amor a la humanidad constantemente nuestro Señor nos envía a sus elegidos, y por amor a la humanidad sus elegidos lo entregan todo en el cumplimiento de su misión. El amor es la esencia del Evangelio y en Ubaldi se cumple cabalmente. Se refleja en toda su Obra. En la maravillosa “La Gran Síntesis, fuente de sabiduría infinita encontramos: “…a quien quiera destruir esta síntesis, yo le abro los brazos y le digo: “tu eres mi hermano y eso es lo único que importa… …No digáis yo se, di yo amo… Ubaldi concluye su maravilloso libro “La Ley de Dios con estas palabras de nuestro Señor: “Amaos los unos a los otros, como yo os he amado”.

Para concluir esta parte del Evangelio según la Óptica del Maestro Ubaldi y con ello mi exposición, citaremos una palabras expresadas por el Maestro Ubaldi y recogidas por nuestro hermano José Amaral en su libro Pietro Ubaldi y el Tercer Milenio, específicamente en el capítulo XIV: “El Evangelio En Acción” del segundo libro: “…la diferencia entre el mundo y yo, es que yo tomo el Evangelio en serio.

Muchas Gracias.
Nestor Iván Guerra Boscán

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                   Único modelo

Hijos, luchad contra los pensamientos infelices que os crean hábitos perniciosos. El vicio mental esclaviza al espíritu en las acciones en que encuentra compañeros, visibles e invisibles, para que se completen.

Todo hábito es adquirido. No creáis en la fuerza determinante de lo hereditario, con ser capaz de transferir para el cuerpo lo que es responsabilidad del alma.

No os acostumbréis al mal, para que el mal no se acostumbre a utilizaros como instrumentos de su propagación en el mundo. El espíritu vive en la órbita de sus propios pensamientos y respira en la atmósfera de sus anhelos más íntimos. Que vuestra vida oculta sea como la vida que vivís para que los hombres os vean.

No arrulléis ideas enfermizas, por cuanto toda idea ardientemente acogida tiende a concretizarse. La dificultad de vivir con rectitud esta en el hecho de no procurar completar los espacios vacíos del alma con objetivos ennoblecedores.

Quien se habitúa a la oscuridad de la caverna se siente enceguecido con la luz que brilla allá afuera…

Que la disciplina espiritual, oriunda del cumplimiento del deber, os posibilite la subyugación del cuerpo. Los placeres efímeros a que aspiráis, cuando pasan, dejan secuelas de larga duración en los mecanismos del alma.

¿Cuántas veces el remordimiento, actuando en el inconsciente, aniquila al vehículo que posibilito al espíritu los terribles equívocos cometidos? Enfermedades de etiología oscura, tumores malignos, súbitas alteraciones cardiovasculares, disfunciones de ciertos órganos vitales o caída de la resistencia inmunológica, dando oportunidad a que surjan grandes infecciones, pueden ser desencadenadas por un proceso de auto-nutrición moral, en que el ser pretende liberarse de la vestimenta física en que se corrompe, olvidando de que la causa de todos sus males y aflicciones reside en su propia esencia.

Hijos, fuera del cuerpo, el espíritu prosigue viviendo de acuerdo con sus inclinaciones y tendencias. La muerte en si no transforma a nadie. ¡Si deseáis cambio substancial adoptad Jesús como el Único Modelo de vuestras vidas!

Bezerra de Menezes
Extraído del libro “A coragen de Fé”
Carlos A. Baccelli
Traducido por Jacob

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                           "EN LA CASA DE MI PADRE HAY MUCHAS MORADAS"
                                   







1. Que vuestro corazón no se turbe. Creéis en Dios, creed también en mí. Hay muchas moradas en la casa de mi Padre; si así no fuese, yo ya os lo hubiera dicho, por eso me voy a preparar el lugar para vosotros y después que me fuere, y os prepare el lugar,vendré otra vez, y os volveré a tomar para mí, para que en donde yo esté, vosotros estéis también. (San Juan, cap. XIV, v. 1, 2 y 3).


DIFERENTES ESTADOS DEL ALMA  EN LA ERRATICIDAD

2. La casa del Padre es el Universo; las diferentes moradas son los mundos que circulan en el espacio infinito y ofrecen a los Espíritus encarnados, moradas apropiadas a su adelantamiento.

  Independiente de la diversidad de mundos, estas palabras pueden también ser entendidas como el estado feliz o infeliz del Espíritu en la erraticidad. Según esté más o menos purificado y desprendido de los lazos materiales, el medio en que se encuentra, el aspecto de las cosas, las sensaciones que experimenta, las percepciones que posee, varían hasta lo infinito; mientras que unos no pueden alejarse de la esfera en que vivieron, los otros se elevan y recorren el espacio y los mundos; mientras que ciertos Espíritus culpables van errantes en las tinieblas, los felices gozan de una claridad resplandeciente y del sublime espectáculo del infinito; en fin, mientras que el malo atormentado por los remordimientos,por los pesares, muchas veces sólo, sin consuelo y separado de los objetos de su afecto, gime bajo el peso de los sufrimientos morales, el justo, reunido con los que ama, goza las dulzuras de una indecible felicidad. También allí hay diferentes moradas, aun cuando no estén circunscritas ni localizadas.

- Procedencia:  Allan Kardec - El Evangelio según el Espiritismo -

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                            REFORMA INTERIOR



El estudio de la doctrina espirita nos lleva al conocimiento del ser humano en su triple composición a saber: espíritu, periespiritu y materia. Además encontramos sutilmente la invitación a conocernos a través del autoanálisis, viajando en nuestro mundo interior y descubrirnos.



La Doctrina nos enseña que el espíritu es un foco de inteligencia, de gran potencia espiritual, perfectible, educable, con pensamiento y voluntad, recubierto de un cuerpo energético de características electromagnéticas llamado periespiritu, el cual representa una estructura vibratoria intermedia, a través de la cual el espíritu entra en contacto con el cuerpo físico.



Con mucha propiedad Albert Einstein, definió al hombre como un conjunto electrónico regido por la conciencia. Esa conciencia conductora, preexiste y sobrevive al cuerpo realizando innumerables experiencias en la evolución, trabajando en cada una de ellas los valores que se encuentran en su interior-Dios en nosotros-



A medida que el ser evoluciona, descubre las grandes posibilidades que tiene a su alcance a través de la voluntad bien dirigida, para liberarse de los instintos primarios, como los impulsos, tendencias, o fijaciones perturbadoras.



Frente a estos sucesos (impulsos, tendencias, etc.) que pueden generar accidentes emocionales y morales, debemos realizar un examen minucioso de nuestro interior.



La máxima “conócete a ti mismo” inscrita en el templo Apolo en Delfos, ha trascendido el paso de los siglos con la finalidad de alertar a los hombres acerca del autoconocimiento.



Los filósofos griegos consideraban que el objetivo más elevado del ser humano era conocerse a si mismo: saber su origen, descubrir quien era, cual sería su destino futuro, puesto que la vida sólo tendría razón de ser, en la medida que hubiere sido suficientemente analizada y comprendida.



Sócrates, el padre de la filosofía griega permanecía durante horas en estado de recogimiento interior en busca del autoconocimiento.



La máxima que había sido predicada por Sócrates, fue adoptada posteriormente por san Agustín para responder a la pregunta 919 del Libro de los Espíritus. ¿Cuál es el medio práctico más eficaz para mejorarse en la presente existencia y resistir las instigaciones del mal?

La respuesta fue concisa y elocuente:-“Un sabio de la antigüedad os lo ha dicho: Conócete a ti mismo”-

Es decir conocerse en profundidad, saber quien es, cuales son sus compromisos consigo mismo y con la sociedad



Inicia el Maestro Jesús la práctica del autoanálisis cuando ante la mujer que fue sorprendida en adulterio y condenada por las leyes mosaicas, Él con su justicia y amor solicitó a la multitud que se revisaran y si estaban sin pecado, entonces podían arrojar las piedras.



El hombre necesita estudiarse para adquirir mayor conocimiento sobre sus emociones, sus sentimientos, su psiquis, y sobre como realizar las transformaciones necesarias en su vida.

Esta respuesta es complementada en la 919ª con recomendaciones sabias y claras, y encontramos allí un párrafo que nos dice “el conocimiento de sí, es la clave del mejoramiento individual y del perfeccionamiento moral de la humanidad”



LA EDUCACUÓN DEL ESPÍRITU



La educación como agente promotor hace posible la transformación de los instintos en sentimientos y los cambios de valores materiales en espirituales.



Los procedimientos educativos específicos, serán de inmenso valor para mejorar las posibilidades humanas y orientar la toma de conciencia en dirección de una vida interior más rica en principios y más noble en sentimientos.



Cuando el hombre carece de educación moral, reacciona con egoísmo cada vez que su mecanismo de conservación es activado y en consecuencia desata una sutil guerra de competitividad y resuelve las necesidades que lo apremian sin importarle sus características: sean materiales, fisiológicas, profesionales o afectivas, atropellando el sentimiento de fraternidad y de justicia, dando lugar a un conflicto de intereses, producto del egoísmo que sustituye la solidaridad.



En el Evangelio según el Espiritismo nos dice Enmanuel que “El egoísmo es un cáncer social, plaga de la humanidad cuyo progreso moral detiene (…) es el objetivo hacia el cual todos los auténticos creyentes deben dirigir sus fuerzas y su valor (…) porque hace falta más valor para vencerse a si mismo que para vencer a los otros”



Allan Kardec identificó en la educación moral la única salida para resolver la crisis del dolor y el sufrimiento.



Educar al hombre para SER más y no para TENER más.

Educarlo para que cultive valores éticos y desarrollar armoniosamente todas sus facultades.

En el Evangelio Según el Espiritismo Capítulo XVII, encontramos las características del hombre de bien.



EDUCACIÓN MORAL



En la pregunta 629 del Libro de los Espíritus, ¿Que definición se puede dar de la moral?

-La moral es la regla para conducirse bien, la distinción entre el bien y el mal. Se basa en la observancia de la ley de Dios.- la ley de Dios es única e invariable. Por lo tanto la moral desde el punto de vista espírita no admite la flexibilidad, ni las interpretaciones contrarias a las leyes naturales de la vida.



La educación moral da lugar al empleo de procedimientos estimuladores del desenvolvimiento de las reglas del buen proceder.

Allan Kardec demostró tener una clara noción de la importancia de la educación moral cuando afirmó: “Un día se llegará a comprender que esa rama de la educación (la educación moral) tiene sus principios, sus reglas-así también como los tiene la educación intelectual- porque es, en pocas palabras una verdadera ciencia.”

El hombre por su origen espiritual posee una cantidad considerable de recursos, susceptible de desarrollo gradual, armonioso, hasta alcanzar un perfecto equilibrio físico y mental. El área de los sentimientos esta íntimamente ligado al campo moral, que estimula el florecimiento de las virtudes humanas.



En el Evangelio Según el Espiritismo el maestro Kardec afirma sin dejar dudas: “…para llegar a la meta es necesario doblegar los instintos y exaltar los sentimientos; la tarea del ser humano consiste en perfeccionar estos últimos”



¿Es posible conseguir la perfección de los sentimientos cuando no se atiende la educación de los mismos?



Si dirigimos la mirada hacia nosotros mismos y hacia la comunidad vamos a encontrar que los hombres no solo carecemos de paz, sino también de afecto, de respeto mutuo, de bondad…



Por medio de ese análisis introspectivo, podemos constatar que la paz interior es posible, que la felicidad debe ser parte de nuestros objetivos de perfeccionamiento. Sólo tenemos que optar por el camino de las leyes de Dios.



Las leyes reguladoras del camino de la felicidad, estimulan el perdón, la indulgencia, la caridad, la bondad, la compasión y todas las virtudes que elevan al ser humano a la condición de espíritu sublimado. Por el contrario las leyes que transitan por el camino del sufrimiento, estimulan los resentimientos, la venganza, la violencia, el egoísmo y toda una serie de conductas inapropiadas.



Las virtudes reúnen a los seres humanos; el amor une a las personas, la bondad aproxima a los individuos, en tanto aquello que no eleva, separa, distancia porque vitaliza el egoísmo.



Elegir el camino es lo importante: tomar el que eleva o el que degrada; la puerta estrecha o la puerta amplia, (de la nos enseña el Evangelio) es nuestra responsabilidad. La felicidad o la desdicha dependen de la educación que le brindemos a nuestros sentimientos. Educar los sentimientos es, trabajar ese campo del espíritu relacionado con la moral. Los sentimientos conforman las leyes instaladas en la conciencia, leyes que nadie podrá evadir, ni infringir impunemente.



El amor es un alimento para la vida, que actúa en los centros del ser y armoniza los equipos electrónicos del periespiritu, responsables por la interacción espíritu y materia. Su vibración calma y da seguridad, al mismo tiempo que reabastece de fuerza y vitalidad.



Mediante el autoanálisis honesto, sin elogios, sin condena y sin justificación, el individuo debe permitirse la identificación de sus errores, y sin conciencia de culpa, digerir el acontecimiento buscando los medios de reparación y liberación del sentimiento perturbador.



No son pocos los males orgánicos que surgen de las emociones y sentimientos en el área de la afectividad y del comportamiento, que pueden ser evitados y solucionados gracias a una actitud de buena voluntad para consigo mismo y los demás.

El cuidadoso autoanálisis abrirá muchas posibilidades para lograr el equilibrio y ayudará a desarrollar la tolerancia para con los otros produciendo armonía interior.



La meditación diaria es el recurso más valioso para conocernos. La convivencia familiar, con los compañeros de labores, las reacciones ante el dolor, ante las ofensas, son básicas para la reprogramación de nuestra mente que viene condicionada por los vicios.

Siempre es importante un análisis cuidadoso respecto a las reacciones emocionales delante de los desafíos: cólera, celos, amargura, odio, envidia…



Allí vamos a necesitar mucho coraje para enfrentarnos, desnudarnos y querer modificarnos,



Esta reprogramación al iniciarse debe tener el indispensable concepto de la autoimagen (imagen con los errores descubiertos) reforzada con la disposición de no retroceder y la voluntad funcionará a la manera de un deber para consigo mismo.



En esa fase de la reprogramación mental el ser descubre que todos somos diferentes unos de los otros, con desafíos parecidos, pero no iguales, en luchas continuas, específicas para cada uno y los logros obtenidos no nos evitarán  nuevos enfrentamientos.



LA VOLUNTAD



La voluntad reviste mucha importancia en el proceso de la transformación humana. No puede haber un proyecto de transformación, si no hay voluntad.



Nadie va a educar los sentimientos si no tiene voluntad de hacerlo.

El enfoque espírita de voluntad profundiza aún más este concepto: Enmanuel en el libro Pensamiento y Vida- afirma que la mente humana posee varios sectores (deseos, inteligencia, memoria, imaginación etc.) pero que por encima de todos está el gabinete de la voluntad. Agrega  que la voluntad es la agencia lúcida y vigilante que gobierna todos los sectores de la actividad mental. Es el timón que dirige el barco de las funciones psíquicas y lo conduce a un determinado rumbo.

Según este respetable Espíritu, la voluntad es la única fuerza suficiente para sustentar la armonía espiritual.



Por medio de la voluntad hacemos nuestras elecciones, tomamos decisiones y asumimos compromisos.

La voluntad se desarrolla por etapas, como la inteligencia y el libre albedrío; y los sentimientos comienzan a tomar forma a partir de la evolución de los instintos y las emociones.



¿Cómo podrá una persona poner en acción la voluntad para eliminar algún vicio, si se complace en el?

Con acierto afirma André Luiz “La maldad es fruto de la ignorancia” lógicamente, mientras la voluntad no se desarrolle la maldad hace de las suyas.

Durante la evolución, los sentimientos se multiplican a medida que se acumulan las experiencias.

Al principio se manifiestan como sentimientos inferiores y luego se elaboran las virtudes que los antagonizan: la primera es la tolerancia



Odio
Amor
Maldad
Bondad
Orgullo
Humildad
Resentimiento
Perdón
Egoísmo
Altruismo
Sufrimiento
Felicidad
Fe ciega
Fe razonada



Jesús y el Perdón

El maestro le dijo a Pedro el apóstol que debía perdonar siempre e incondicionalmente.

En el Padre Nuestro” así como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden”…

Todos cometemos errores y todos necesitamos perdón

Cuando perdonamos y somos perdonados, nuestra vida se transforma.

El perdón es la expresión de la mas autentica caridad







                            Benevolencia para con todos

CARIDAD           Indulgencia para las imperfecciones de los demás

                            Perdón de las ofensas



                            Bondad en los pensamientos

BONDAD            Bondad en las palabras

                            Bondad en la mirada

                            Bondad en las actitudes



Recomendaciones:



1.     diálogo suave, marcando a aquel que escucha con algo agradable y duradero

2.     tornarse donante, libre de exigencias, sin pasiones esclavizantes

3.     la plegaria, sincera, sentida y sencilla

4.     trabajar la Humildad



Estudiar la Ley del amor  Cáp. XI ítem 8 ESE



Recordar la enseñanza de Pablo: No os dejéis engañar, malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.



EL PRECIO DE LA REFORMA INTERIOR ES LA CONSTANTE VIGILANCIA

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