viernes, 23 de octubre de 2015

Entrevista a Jorge Luiz Hessen


                      JORGE LUIZ HESSEN   ENTREVISTADO POR "LA LUZ EN LA MENTE"                           


LA LUZ EN LA MENTE: ¿Cómo explica el Espiritismo explica el movimiento hippie de la década de 60/70?

Jorge Hessen en ese contexto, no debemos olvidar que la acción social alternativa del movimiento hippie, a pesar de abrir diálogos con ciertos deseos (de la participación democracia contra el capitalismo), propuso como aspiración efectiva un estilo de vida libertina, sexo libre, drogas, descompromiso familiar.
     En aquella coyuntura, el hogar fue colocado en un plano secundario. Por tanto, el fenómeno hippie fue maléfico en líneas generales.
     Fué peculiar formato de vida de los diogenes actuales, que se esfuerzan por romper las amarras de la sociedad “vitoriana”. En los pasados años 70 encontramos una generación con acerbas características. En los años 80 y 90, hay una invasión mundial de ideologías extrañas, caracterizando la eclosión de seres repletos de atavismos incultos, momento en el que surgen las bandas neonazis, chicos malos, punks. Entonces sucede la reencarnación colectiva de silvícolas que se apartan de sus hábitats y alcanzan la ciudad, en la condición de cobradores de los amplios atrasos generados por la siniestra colonización apadrinada por los europeos en esos 600 años. Aun hoy notamos adolecentes
pillados, andando en bandas “alegres”, con el celular en mano y perforaciones en el cuerpo; góticos, emos, skaters, darks, neo-hippies, todas las tribus metropolitanas que se hacen representar, ruidosamente.
Un estudioso citó las cuatro frases de abajo:
1ª “Nuestra juventud adora el lujo, es mal educada, se ríe de la autoridad y no tiene el menor respeto por los mayores, nuestros hijos, hoy en día, son verdaderos ejemplos. Ellos no se levantan cuando una persona mayor entra,contestan a sus padres y son simplemente malos”.
2ª) No tengo ninguna esperanza en el futuro de nuestro país, si la juventud de hoy tomara el poder mañana; porque esa juventud es insoportable,desenfrenada, simplemente horrible.”
3º) Nuestro mundo llegó a su punto crítico. Los hijos no escuchan a sus padres.
¡El final del mundo no puede estar muy lejos!
4º) Esa juventud está estropeada hasta el fondo del corazón. Los jóvenes son malhechores y prejuiciosos. Ellos jamás serán como la juventud de antiguamente. La juventud de hoy no será capaz de mantener nuestra cultura.”
 Después de citar los cuatro ítems, quedó muy satisfecho con la aprobación que los espectadores daban a las frases. Entonces, reveló el origen de ellas: La primera frase es de Sócrates (470-399 a.C.); la segunda es de Hesiodo (720 a.C.); la tercera es de un sacerdote del año 2000 a C, y la cuarta
estaba escrita en un vaso de arcilla descubierto en las ruinas de Babilonia y tiene más de 4000 años de existencia.
El palestrante concluyó que el conflicto es normal y la generación que está siendo sustituida siempre trata de disminuir la capacidad de la que está ascendiendo. Sin embargo, toda juventud tiene el poder de transformación y debe usarlo para crear sociedades más justas.
A propósito de todo eso, creemos que, después los procesos de depuración y selección de los valores morales en la Tierra, en un determinado momento –quizá no muy lejano – la sociedad será contemplada con una generación de espíritus que, en el transcurso de la adolescencia, por la siembra de la paz, experimentaran su esencia. Sabrán conservar esa paz, con Jesús, en su más elevado ideal.

LA LUZ EN LA MENTE. ¿Cómo explica el Espiritismo las encarnaciones de las brujas y la caza de ellas en la Edad Media?

Jorge Hessen.- El concepto de bruja es generalmente retratado en la imaginación popular como una mujer vieja, sentada sobre una escoba voladora, nariguda y arrugada, eximia y contumaz manipuladora de la magia negra y dotada de una carcajada horripilante. Son también bastante públicas en la literatura de ficción, como en las obras y filmes de la popular serie Harry Potter.Los brujos (médiums), en rigor, eran personas dotadas de facultades mediúmnicas y no ignoramos que la mediúmnidad es un atributo peculiar del psiquismo de todas las criaturas. Mediums existieron en todos los tiempos. En la antigüedad remota, eran adivinos y pitonisas que, frecuentemente, pagaban
con la vida el conocimiento inhabitual de que se hacían portadores.
En la Edad Media, eran santos y santas, cuando se afiliaban a la cartilla religiosa de la época, o  sino, feticheros y brujas, recomendados a la hoguera o a la tortura, cuando no se ajustaban a los preconceptos del tiempo en que nacieron. El Papa Juan XXII, en 1326, autorizó la persecución de las brujas bajo el disfraz de herejía. El Concilio de Basilea (1431-1449) apelaba a la supresión de todos los males que parecían arruinar a la Iglesia. En 1484 el Papa Inocencio VIII promulgó la bula Summis desiderantes affectibus, confirmando la existencia de la brujería. En el mismo año fue lanzado el Libro Malleus Maleficarum, por los inquisidores Heinrich Kraemer e James Sprenger.
Con 28 ediciones, ese voluminoso manual se torno una especie de biblia de la caza de brujas. Con todo, Benedict Capzov, un fanático luterano, fue responsable por la muerte de aproximadamente 20.000 brujas, apoyándose en la “ley” del Éxodo (22,18); “No dejarás vivir a la feticheria”.
Hoy hay médiums de todos los matices, en variadas modalidades, a saber: psicografos, clarividentes, clariaudientes, curadores, poliglotas, psicofónicos,materializadores, intuitivos etc. Paulo de Tarso fue un  admirable médium de clarividencia y clariaudiencia, a las puertas de Damasco, con motivo de su
encuentro personal con Jesús. Todavía, no podemos olvidar que los subyugados– los enfermos mentales y los obsesados de todos los grados – que tanto abundaban en el camino de los tiempos apostólicos, eran también médiums.

LA LUZ EN LA MENTE.-  ¿Cómo se da el “prolongamiento” o “disminución” de las
encarnaciones? (ejemplo: una persona que tiene que morir a los 30 y muere a
los 40)
Jorge Hessen.-   Entre otros aspectos, podemos decir que (re) nacemos bajo una previa programación para vivir un periodo presumible de tiempo la vida física en la Tierra. Ante esos planes reencarnatorios, muchas veces acortamos el tiempo mínimo previsto a través del mal comportamiento (vicios, suicidio,directo o indirecto) en el que agotamos parte del contenido de fluido vital, responsable por el mantenimiento del marco biológico. Hay casos de modificación del planeamiento en el que podemos ampliar nuestra estancia en la carne, cara a los meritos adquiridos, sea en la acción del bien, en la buena gestión de la salud física y mental, lo que causará la interferencia de un espíritu especialista para que tal fenómeno ocurra.

LA LUZ EN LA MENTE.- ¿Qué informaciones tenemos acerca de la prehistoria de
acuerdo con el Espiritismo?

Jorge Hessen.-  Tenemos excelentes datos sobre la formación de la Tierra en las obras " A Camino de la Luz" y " Evolución en Dos Mundos". Investigadores de la Universidad de York descubrieron que el hombre de Neanderthal nutria un gran sentimiento de piedad. Para los arqueólogos hay cerca de 1,8 millón de años atrás, el Homo erectus integro sentimiento de compasión con el pensamiento racional a través de acciones como cuidar de los enfermos y dedicar atención especial a los muertos, demostrando luto y deseo de suavizar el sufrimiento ajeno.
Creemos que las sepulturas datadas en la era paleolítica demuestran que en aquel periodo ya había una creencia en la vida después de la muerte y en el poder o influencia ascestral sobre la vida cotidiana del clan familiar.
Es intrigante la cuestión de como el primate se tornó hominideo. La respuesta es aun una incógnita. Nunca fue encontrado el “hilo perdido” , la especie biológica que represente esa transición. “Se puede decir que, bajo la influencia y por efecto de la actividad intelectual de espíritus más adelantados [que los antropoides], el envoltorio se modificó, se embelleció en las particularidades, conservando la forma general del conjunto. Mejorados los cuerpos, por la procreación, se dio origen a una especie nueva, que poco a poco se apartó del tipo primitivo, en la medida  que el Espíritu progresó.

      Allan Kardec explica que desconocemos el origen y el modo de la creación de los Espíritus; apenas sabemos que ellos son creados simples e ignorantes, esto es, sin ciencia y sin conocimiento, sin embargo perfectibles y con igual aptitud para todo adquirir y todo conocer. El espíritu André Luiz argumenta que, para alcanzar la edad de la razón, con el titulo de hombre, dotado de raciocinio y
discernimiento, el ser automatizado en sus impulsos, en el camino para el reino angélico, transcurrió nada menos que un billón y medio de años.
Muchas de las transformaciones que se verificaron en el “homo” fueron promovidas en sus estructuras periespirituales, entre una existencia y otra (o sea, en el plano espiritual). Los Espíritus constructores, bajo supervisión de Cristo, retocaban, en veces sucesivas, las formas periespirituales, y esas alteraciones crearon el campo magnético para las futuras mutaciones.
Múltiples experiencias en el patrimonio genético de nuestros antepasados,coordinados por genéticistas siderales, fueron modelando aquellas formas que deberían persistir hasta los tiempos actuales. La selección natural incumbiría de hacer desaparecer las formas inaptas primitivas.
Conforme afirma Emmanuel, actualmente la ciencia procura los legítimos antepasados de las criaturas humanas en esa inmensa extensión de la arena de la evolución anímica. En el periodo terciario, bajo la orientación de las esferas espirituales, se notaban algunas razas de antropoides, en el Plioceno inferior [de 5,3 millones a 1,6 millones de años]. Esos antropoides, antepasados del hombre terrestre, y los ascendentes de los simios que aun existen en el mundo, tuvieron su evolución entre el organismo del hombre moderno y el del chimpancé de la actualidad.
   
    Para el autor de “Renuncia”, no hubo propiamente una “descendencia del árbol” en el inicio de la evolución humana. “Las fuerzas espirituales que dirigen los fenómenos terrestres, bajo la orientación de Cristo, establecieron, en la época de la gran maleabilidad de los elementos materiales, un linaje definitivo para todas las especies, dentro de las cuales el principio espiritual encontraría el proceso de su acrisolamiento, en marcha para la racionalidad. Los antropoides de las cavernas se difundieron entonces a los grupos por la superficie del globo, en el curso vigoroso de los siglos, sufriendo las influencias del medio y formando los patrones de las razas futuras en sus versificados tipos; la
realidad sin embargo, es que las entidades espirituales auxiliaron al hombre de sílex, imprimiéndole nuevas expresiones biológicas.

   Corrieron los milenios su toldo de experiencias drásticas sobre la  frente de esos seres de brazos alargados y de pies densos, hasta que un día las huestes de lo invisible operaron una definitiva transición en el cuerpo periespiritual preexistente de los hombres; surgen los primeros salvajes de tez mejorada, tendiendo a la elegancia de los tiempos del porvenir.

    Elucida el espíritu Emmanuel que hace muchos milenios uno de los orbes de Capela, que guarda muchas afinidades con el globo terrestre, llegó a la culminación de uno de sus extraordinarios ciclos evolutivos. Algunos millones de Espíritus rebeldes allá existían, en el camino de la evolución general,
dificultando la consolidación de las penosas conquistas de aquellos pueblos llenos de piedad y de virtudes, pero una acción de saneamiento general los alejaría de aquella humanidad, que hiciera justicia a la concordia perpetua, para la edificación de sus elevados trabajos.

   Las grandes comunidades espirituales directoras del Cosmos deliberan entonces localizar aquellas entidades, que se tornaron pertinaces en el crimen, aquí en la Tierra distante, donde aprendieron a realizar, en el dolor y en los trabajos penosos de su ambiente, las grandes conquistas del corazón e
impulsando, simultáneamente, el progreso de sus hermanos inferiores.

   Aquellos seres angustiados y afligidos serian degradados en la faz oscura del planeta terrestre; andarían despreciados en la noche de los milenios, de la nostalgia y de la amargura; reencarnarían en el seno de las razas ignorantes y primitivas, recordando el paraíso perdido en los firmamentos distantes.
    La Naturaleza aun era, para los trabajadores de la espiritualidad, un vasto campo de experiencias infinitas; tanto es así que, si las observaciones del modelismo fuesen transferidas a aquellos milenios distantes, no se encontraría ninguna ecuación definitiva en sus estudios de biología. La moderna genética no podría fijar, como hoy, las expresiones de los “genes”, por cuanto, en el laboratorio de las fuerzas invisibles, las células aun sufrían largos procesos de acrisolamiento, imprimiéndoseles las expresiones definitivas, con vistas a las organizaciones del porvenir.

    Los arqueólogos apuestan que en el espacio de 500 mil y 40 mil años, el sentimiento evolucionó y los primeros seres humanos, como el Homo heidelbergensis y el  Neanderthal, ya demostraban compromiso con el bienestar de los otros, lo que puede ser comprobado a través de una adolescencia larga y la dependencia en cazar juntos. Creemos que no somos creaciones milagrosas, destinadas al adorno de un paraíso de papel. Somos hijos de Dios y herederos de los siglos, conquistando valores, de experiencia en experiencia, de milenio en  milenio. “Con la conquista de la razón aparecen el raciocinio, la lucidez, el libre albedrio y el pensamiento continuo. Hasta entonces, el progreso tenía una orientación centrípeta [de fuera para dentro]; el ser crecía por la fuerza de las cosas, ya que no tenía conciencia de su realidad, ni tampoco libertad de acción.

     Al entrar en el reino hominal, el principio inteligente – ahora sí, Espíritu – está apto para dirigir su vida, para conquistar sus valores por el esfuerzo propio, para iniciar una evolución de orientación, centrifuga [de dentro para fuera]
    Más la conquista de la inteligencia es apenas el primer paso que el espíritu va a dar en su estado en el reino animal. El inicio en la valerosa lucha para conquistar los valores superiores del alma: la responsabilidad, la sensibilidad la sublimación de las emociones, en fin, todas las condiciones que permitirán al Espíritu alcanzar a la comunidad de los Seres Angélicos. Los sueños premonitorios, las visiones de Espíritus, la audición de la voz de los muertos – inclusive en los fenómenos de voz directa - y la materialización de Espíritus fueron hechos concretos, que llevaron al hombre primitivo a la creencia en la continuación de la vida después de la muerte. Directamente de los médiums
neandertales surgirían los feticheros, ancestrales de los sacerdotes de todas las religiones.
Hay un principio sofista atribuida a Pitagoras: “El hombre es la medida de todas las cosas,” Más una medida, por así decir, afectiva, sin control de la razón. Por eso, Herculano Pires afirma que “es por el sentimiento, y no por el raciocinio, como el hombre primitivo humaniza el mundo.” Por lo tanto, quedan rectificadas las tesis científicas sobre el hombre pre-histórico que integró el sentimiento de compasión en la síntesis del pensamiento racional a través de acciones efectivas para el otro semejante.

LA LUZ EN LA MENTE .- ¿Hay alguna mención u explicación sobre los “seres elementales” en el Espiritismo?

Jorge Hessen.- La cuestión es complicada. Esa terminología no está presente en la codificación. Mas el concepto existe, aunque no tenga cuño místico u oculto.
   Elemental viene de espíritus de los elementos de la naturaleza – son los seres inferiores comenzando a trillar el reino hominal, subordinados a espíritus más experimentados. Estos hacen el servicio más pesado- ejecutan parte de los fenómenos de la naturaleza.

   No localizamos la palabra “Elemental” en el diccionario Aurelio, y tampoco consta en las obras codificadas por Allan Kardec. Más allá de eso, el espíritu de San Luis, en la Revista Espirita del mes de marzo de 1860, empleó el término “elemental”. El profesor Rivail cita la palabra “duende! Refiriéndose a los espíritus perturbadores, en dos oportunidades. La primera cuando hace alusión al duende Bayonne, que apareció para su hermana, provocando travesuras. En la segunda, describe la experiencia del Sr. J. con algunos espíritus perturbadores en su residencia. Más en ambas oportunidades el Codificador los describió como espíritus perturbadores, sin  conferirles las propiedades que la creencia popular da a los duendes y elementales.

    En ese abordaje teórico, no podemos pasar por la puerta larga de las concepciones místicas,  porque la nomenclatura espirita es concisa y clara, y precisa estar por encima de la imaginación popular, que concibe,generalmente, la mediúmnidad de manera mística, y casi siempre
denominando a esos seres como Silfos (elementales del aire), Salamandras (elementales de fuego), Ondinas (elementales de agua) y Gnomos (elementales de la tierra).

    Sabemos que en las huestes espiritas existen muchas terminologías nuevas, que no están inscritas en las Obras Básicas. Todavía, en el transcurrir del siglo XX, han sido incorporadas en el diccionario kardeciano, a ejemplo de los términos “colonias espirituales”, “bioenergía” “monodeismo”, “ovoides” , “umbral”, “vampirismo”, “aura” etc. expresiones esas que, si no fueron utilizadas por el Codificador, estaban de alguna forma implícitas en las ideas, a través de otras terminologías del siglo XIX.
     El término “Elemental” es comúnmente empleado de forma esotérica, sobretodo en la cultura teosófica. Sin embargo, André Luiz hace alusión a la palabra refiriéndose a entes servidores comunes del reino vegetal, o sea, espíritus de la Naturaleza totalmente extraños a su comprensión.
    Algunas obras espiritas complementarias confirman que los seres ifrahumanos son los “entes servidores de la naturaleza”, ejecutores de los fenómenos naturales. Según el ilustre lionés, los Espíritus constituyen una fuerza inteligente de la Naturaleza y concurren para la ejecución de los
designios del Creador, que no creó seres intelectuales perpetuamente destinados a la inferioridad, toda vez que todo en la naturaleza se encadena de modo que aun no lo podemos comprender.
Los Instructores Espirituales intervienen en la mayoría de las formas evolutivas inferiores, en las cuales el principio inteligente actúa. En verdad, todos los campos de la Naturaleza cuentan con agentes de la sabiduría Divina para la formación y expansión de los valores evolutivos. A rigor, el espíritu no llega a la fase de la razón sin haber pasado por la serie divinamente necesaria de los seres inferiores, entre los cuales se elabora lentamente la obra de su individualización. Mientras tanto, el principio inteligente, distinto del principio material, se individualiza y se elabora, pasando por diversos grados de animalidad. Es ahí que el alma se ensaya para la vida y desenvuelve por el
ejercicio, sus primeras facultades.

    Cierta vez, conociendo una colonia purgatorial de vasta expresión, André Luiz fue informado sobre las millares de criaturas “utilizadas en los servicios más rudos de la naturaleza, que se desarrollan en aquellas regiones en posición intra terrestre. Tal vez esas entidades no habiten el interior de la Tierra, pero sin embargo “presidan los fenómenos geológicos y los dirigen de acuerdo con las atribuciones que tienen. Día vendrá en que recibiremos la explicación de todos esos fenómenos y los comprenderemos mejor.
     En la escala de la evolución, ellos están entre la fase animal y hominal. Muchos esotéricos acreditan que esas entidades son superiores al hombre, una  creencia contraría los conceptos y conocimientos espiritas. Para nosotros, esos seres se sitúan entre el raciocinio fragmentario del macocoide y la idea simple del hombre primitivo de la floresta.
      En el capitulo IX de el Libro de los Espíritus, cuestión 536 a 540, el maestro lionés hizo preguntas pertinentes sobre la acción de los espíritus en los fenómenos de la naturaleza.
Comprendemos así, sobre existencias de “principios inteligentes” que auxilian en el control de los fenómenos de la naturaleza, bajo la supervisión de espíritus más elevados, operando en nombre de Dios, que “ no ejerce acción directa sobre la materia”.

    No sería justo decir que los elementales no existen. La experiencia, la tradición y la propia Doctrina Espirita acogen tales seres como realidad y no como mera fantasía. Además, no podemos olvidar que el espiritismo tiene en su vocabulario los términos adecuados para designar precisamente esos entes espirituales.
Es razonable entonces no adoptar palabras inadecuadas y destorsionadas por las creencias mitológicas.

LA LUZ EN LA MENTE. ¿Influencian los Espíritus los fenómenos de la Naturaleza? (lluvias, tornados, tsunamis etc.)

Jorge Hessen.-. ¡Sí! Las cuestiones 536 y 539 de el Libro de los Espíritus esclarecen el tema. Los Espíritus interfieren en los fenómenos materiales y ejercen cierta influencia sobre los elementos para agilitarlos, para calmar o dirigir la naturaleza. Y no podría ser de otro modo. Dios no ejerce acción
directa sobre la materia. El encuentra agentes dedicados en todos los grados de la escala de los mundos. La producción de ciertos fenómenos, de las tempestades, por ejemplo, es obra de varios Espíritus que se reúnen, formando grandes masas para producirlos. Es obvio que el asunto es mucho más amplio en el Libro de los Espíritus.

LA LUZ EN LA MENTE.-  ¿Existe deporte en el plano espiritual? ¿Los espíritus que
encarnan como grandes atletas “entrenan “antes de reencarnar?

Jorge Hessen.-  No hay entrenamiento para la competición deportiva en las colonias espirituales; allí las actividades están volcadas para otros intereses.
No tenemos informes sobre las regiones más densas (umbral). Hay silencio de mayores noticias sobre esos parajes, por tanto no podemos comentar mucho sin fuentes seguras.
Considerando la cuestión genética (hereditaria) físicamente hablando, los entrenamientos y empeño, muchas veces insanos, forman los grandes atletas que son espíritus disciplinados. Muchos de ellos traen largas experiencias de vidas pasadas en uno u otro deporte y desenvuelven naturalmente los reflejos, la fuerza, y otras habilidades en la vida corporal y esos automatismos (entrenamiento) son archivados y pueden permanecer como patrimonio individual para las próximas existencias, sobre todo si el espíritu optara por continuar en el deporte en las vidas ulteriores, por tanto todo es herencia, fruto de la conquista en el campo de la disciplina y eso vale para la cultura, el saber, la inteligencia, la destreza musical etc.
    Recordemos que los materialistas fomentaron la práctica de deporte en todas sus modalidades, visando los peligros posibles en la excesiva acumulación de fuerzas nerviosas [como son llamadas las secreciones eléctricas de la pineal], y han aconsejado a los jóvenes el uso del remo, de la bola, del salto, de la barra, de las carreras a pie etc. dicen que de ese modo se preservan los valores orgánicos, legítimos y normales para las funciones de la hereditariedad.
     Emmanuel explica que la medida, aunque satisfaga en parte, es con todo incompleta y defectuosa. Incuestionablemente, la gimnástica y el ejercicio controlados son factores valiosos de para la salud; la competición deportiva honesta es fundamento precioso de socialización; sin embargo, pueden
circunscribirse a meras providencias en beneficio de los huesos y, algunas veces, se degenera en elástico de las pasiones menos dignas.
Son muy raros aun, en la Tierra, los que reconocen la necesidad de preservación de las energías psíquicas para el engrandecimiento del Espíritu eterno. El hombre vive olvidado de que Jesús enseñó la virtud como deporte del alma, y no siempre recuerda  el problema de su mejoramiento interior,no se trata de rectificar la sombra de la sustancia, y si la sustancia en sí misma.

LA LUZ EN LA MENTE.- . ¿Existe idioma en el plano espiritual? ¿Cuándo estamos en el plano espiritual hablamos todos la misma lengua?

Jorge Hessen.-  En el capítulo 24 del Libro Nuestro Hogar leemos que, tal como en la Tierra, los que se afinan perfectamente entre si pueden permutar pensamientos sin las barreras idiomáticas; pero de modo general, no se puede prescindir de la forma. La humanidad terrestre, constituida por millones de seres, se une a la humanidad invisible del planeta, que integra muchos billones de criaturas. No sería, por tanto, posible llegar a las zonas perfeccionadas después de la muerte del cuerpo físico. Los patrimonios nacionales y lingüísticos permanecen en el más allá, condicionados a fronteras psíquicas.
Esto es, los desencarnados encuentran en el más allá la habitación, el utensilio y el lenguaje terrestre. Se resalta sin embargo que hablar todas las lenguas no es necesario, pues el lenguaje universal es el pensamiento. Mas para atender ese asunto, es preciso crecer mucho aquí y en el Más Allá.

LA LUZ EN LA MENTE. ¿El cuerpo de Cristo, que no fue encontrado por Maria de Magdalena en el sepulcro, cual es su opinión sobre ese asunto? ¿Ocurrió la “desmaterialización del cuerpo? Cristo pudo haber sido un “agênere” (Espíritu apenas materializado) o será que el cuerpo de Cristo era fluídico? ¿No tenia como nosotros el cuerpo físico y espiritual?

Jorge Hessen.-  Kardec analiza la cuestión de los agéneros en el capitulo XIV y XV del libro La Génesis y obviamente acompañó el pensamiento del maestro lionés. Aprendemos con el Codificador que Jesús no era un agênere. El tenía un molde (periespiritu) del cuerpo físico el más inmaculado que admitimos. Su psicosoma jamás podría ser igual al del hombre común, entretanto en cuanto al cuerpo físico era material en una etapa y fluídico en otra, veamos:Para Kardec la desaparición del cuerpo de Jesús después de su muerte ha sido objeto de innumerables comentarios. Nos informan, los cuatro evangelistas, basados en las narrativas de las mujeres que fueron al sepulcro el tercer día después de la crucifixión y allá no lo encontraron. Vieron algunos, en esa
desaparición, un hecho milagroso, atribuyéndolo otros a una substracción clandestina. Según otra opinión, Jesús no habría tenido un cuerpo carnal, sino solamente un cuerpo fluídico; no habría sido, en toda su vida, nada más  que una aparición tangible; en una palabra: una especie de agênere. Su
nacimiento, su muerte y todos sus actos materiales de su vida habrían sido apenas aparentes. Así fue como, dicen, su cuerpo vuelto al estado fluídico, pudo desaparecer del sepulcro y con ese mismo cuerpo escon el  que  él se habría mostrado después de su muerte.
         Está fuera de duda que semejante hecho no se puede considerar radicalmente imposible, dentro de lo que hoy se sabe a cerca de las propiedades de los fluidos; mas sería, por lo menos, enteramente excepcional y en formal oposición al carácter de los agênere, conforme señala el ítem 36 del Cap. XIV.
Se trata, pues de saber si tal hipótesis es admisible, si los hechos la confirman o contradicen.
Kardec explica aun que el estado de Jesús en la Tierra presenta dos periodos: el que procedió y el que siguió a su muerte. En el primero, desde el momento de la concepción hasta el nacimiento, todo, en sus actos, en su lenguaje y en las diversas circunstancias de su vida revela los caracteres inequívocos de la corporeidad. Son accidentales los fenómenos de orden psíquico que en él se producen y nada tienen de anómalos, pues se explican por las propiedades del periespiritu y se dan, en grados diferentes, en otros individuos.
     Después de su crucifixión, al contrario, todo en el revela al ser fluídico. Es tan marcada la diferencia entre los dos estados, que no pueden ser confundidos.
     El cuerpo carnal tiene las propiedades inherentes a la materia propiamente dicha, propiedades que difieren esencialmente de la de los fluidos etéreos; en aquella, la desorganización se opera por la ruptura de la cohesión molecular.
     Al penetrar en el cuerpo material, un instrumento cortante le divide los tejidos; si los órganos esenciales de la vida son tocados, cesa el funcionamiento y sobreviene la muerte, esto es, la del cuerpo. No existiendo en los cuerpos fluidicos esa cohesión, la vida ahí ya no reposa en el juego de los órganos especiales y no se pueden producir desordenes análogas a aquellas. Un instrumento cortante u otro cualquiera penetra en un cuerpo fluídico como si penetrase en una masa de vapor, sin ocasionar cualquier lesión. Tal es la razón por la que no pueden morir los cuerpos de esa especie y por la que los seres fluidicos, designados por el nombre de agênere, no pueden ser muertos.
       Después del suplico de Jesús, su cuerpo se conservó inerte y sin vida; fue sepultado como lo son de ordinario los cuerpos y todos lo pudieron ver y tocar.
       Después de su resurrección, cuando quiso dejar la Tierra, no murió de nuevo; su cuerpo se elevó, desvaneció y desapareció, sin dejar cualquier vestigio, prueba evidente de que aquel cuerpo era de naturaleza diversa dado que pereció en la cruz; donde es forzoso concluir que, si fue posible que Jesús muriese, es porque carnal era su cuerpo.
         Jesús, pues, tuvo como todo hombre, un cuerpo carnal y un cuerpo fluídico, que es testificado por los fenómenos materiales y por los fenómenos psíquicos que señalaron su existencia.

LA LUZ EN LA MENTE.- ¿Cómo se da la materialización en las colonias que se encuentran en regiones umbralinas?

Jorge Hessen.-  Asunto muy largo. Por “allá”, todo es plasmado por la fuerza magnética de la irradiación mental de los Benefactores y por el conjunto de sus virtudes espirituales.

LA LUZ EN LAMENTE.-  ¿Cómo los espíritus menos evolucionados poseen “fuerzas” y permiso para construir colonias que tienen la intención de hacer el mal?

Jorge Hessen.-  Tales seres no tienen fuerza ni permiso para construir “colonias”. Ellos viven sumergidos en los tormentos de su psicosfera densa. Lo que cometen son meros resultantes de la Ley de los fluidos.
         Ellos viven sumergidos en las fajas vibratorias de sus propias emanaciones psíquicas deletéreas, y los ambientes que perpetran no pueden ser considerados “colonias”, sino simplemente guetos
brumosos de sus emanaciones psíquicas.

LA LUZ EN LA MENTE.-  ¿Hay referencias espiritas sobre las civilizaciones mesoamericanas y sudamericanas (aztecas, mayas, incas)?

Jorge Hessen.-  La obra A Camino de la Luz hace referencia que permiten conexiones. Emmanuel recuerda en el capítulo 9 que los varios pueblos y las grandes colectividades que florecieron en América del Sur, entonces casi ligada a China por las extensiones de la Lemuria, América del Norte que se ligaba a la Atlántida. Las grandes civilizaciones prehistóricas, que florecieron y desaparecieron en el continente americano, de cuyos cataclismos y arrasamientos quedaron aun las expresiones interesantes de los incas y de los aztecas que, como todos los otros agrupamientos del mundo, recibieron la palabra indirecta del Señor, en su marcha colectiva a través de augustos
caminos.

LA LUZ EN LA MENTE. ¿El ángel de la guarda para el espiritismo es el “mentor espiritual”?

Jorge Hessen.-  Ángel de la Guarda – expresión de fondo alegórico - es el espíritu protector que tenemos. Protector u orientador son expresiones más adecuadas. Mentor pasa una idea de espíritu excesivamente más elevado que el asistido –en la mayoría de las veces no es el caso.

LA LUZ EN LA MENTE.- ¿Ismael es el guía espiritual del Brasil? ¿Cómo son elegidos los guías de cada país?
Jorge Hessen.-  Si, es el gobernador espiritual del Brasil bajo el ideal más puro del lema Dios. Cristo y caridad. Obviamente, los mentores de cada nación son elegidos por la calidad moral e intelectual, por el compromiso con los objetivos nacionales, por la vinculación cultural e histórica, por el potencial de trabajo y de amor – cuanto más importante es la nación, más evolucionado el espíritu que la gobierna.
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Pequeño Decálogo de Servicio Espiritual

Si procuras materializar el espíritu, espiritualiza la materia.
Si deseas aumentar el uso del alma, disminuye el uso de la carne.
Si buscas recibir, aprende también a dar de ti mismo.
Si pretendes encontrar la luz, huye de las sombras.
Si buscas verdaderamente el bien, evita el mal.
Si aspiras a la integración con la Verdad, abstente de la fantasía.
Si juzgas un privilegio desagradable en los otros, no reclames prerrogativas en tu círculo personal.
Si esperas una realización noble, no olvides el trabajo incesante, la persistencia en el bien, el estudio edificante, la siembra benéfica y el servicio desinteresado a los semejantes.
Si aguardas la revelación de los Cielos, revélate con humildad ante el Señor y ante tus hermanos, con espíritu de reconstrucción del propio destino.
Si buscas la bendición consoladora de la Doctrina de los Espírius, bajo la inspiración de Jesús, nuestro Maestro y Señor, muestra con alegría el Espiritismo por fuera, pero no te olvides de conservar el Evangelio por dentro.

André Luiz

                                                  
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INFLUENCIA DE LOS FLUÍDOS, LAS FUERZAS RADIANTES Y LA PROPIA VIDA

Las previsiones de nuestros guías espirituales se realizan porque  la cuestión de las fuerzas radiantes penetra, cada día más, en el  campo científico. 
En un discurso reciente, pronunciado en la reunión anual de las cinco Academias, el Sr. Daniel Berthelot declaró que: “El ser  humano está bañado por un océano de ondas invisibles, siendo que  la mayor parte de ellas nos son desconocidas, y las últimas que se  nos han hecho sensibles son las que hacen vibrar los aparatos de  telegrafía y de telefonía sin hilo.” 
De todas partes los investigadores, deseosos de conocer, se  dedican a las observaciones relativas a este gran problema de las  ondas etéricas. Algunos astrónomos estudian las radiaciones solares, no solamente las caloríficas y luminosas, que nos son  familiares y desempeñan una función importante en la vida planetaria, sino además los efluvios “magnéticos” del astro del día. 
Esos rayos son bastante más intensos durante los períodos de  actividad que nos afectan de tiempos en tiempos. 
Esos astrónomos han establecido una coincidencia entre esos períodos y los temblores de tierra, o las erupciones volcánicas, lo que haría realzar la potencia de las causas en acción. Éstas se manifestarían después de las tempestades fantásticas que agitan la superficie solar, al lado de las cuales nuestras tempestades terrestres son un simple juego de niños. 
De ahí surgen las protuberancias solares que llegan a 400.000 km de altura, las manchas y las fáculas. Esas perturbaciones dan a las ondas eléctricas emitidas por el gran foco una intensidad considerable que repercute en todo el sistema. 
A su vez, los médicos constatan las mismas influencias, bajo el punto de vista patológico, especialmente en lo relativo a las dolencias nerviosas. Un grupo de doctores ha llevado a cabo una encuesta minuciosa sobre ese tema. Han comprobado que la acción fisiológica notada por algunos temperamentos humanos coincide con el aumento de las radiaciones solares que hemos citado anteriormente. 
Se puede notar, así, una vez más, cómo la ley de los fluidos se relaciona, estrechamente, con la propia vida y nos lleva a la gran unidad, cuya causa permanece invisible, pero cuyos efectos se revelan por toda la Naturaleza.
LEÓN DENIS
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¿Qué opina la ciencia oficial sobre la doctrina espírita?


Hasta ahora ha pretendido estudiar los fenómenos espíritas como si se tratasen de fenómenos químicos o físicos, siendo que pertenecen a un orden de leyes distintas a las materiales, pero no obstante el error de la ciencia oficial ha sido mantener los preconceptos y las ideas preconcebidas en torno de este tema, por lo que sólo excepcionalmente se ha llegado a estudiar con profundidad por hombres de ciencia. Y en su gran mayoría han llegado a corroborar los fenómenos espíritas, partiendo en su mayor parte de la falta de la incredulidad sobre ellos. En uno de los momentos donde el fenómeno llamaba especialmente la atención de la sociedad, Sir William Crookes decidió estudiar estos fenómenos para encontrar pruebas del fraude y para desmentirlos, sus colegas le animaron a ello, pero el sr. Crookes llevó a cabo su estudio con el mismo espíritu de seriedad que todas sus otras investigaciones. Apuntemos que fue descubridor de los rayos catódicos, del talio, del electroscopio, radiómetro, espectroscopio, etc. Estuvo investigando durante años a una médium de efectos físicos capaz de hacer visibles y materiales a un espíritu. Llevó a cabo numerosas pruebas, precauciones, llegó incluso a crear aparatos que evitaban la posibilidad de cualquier fraude. Algunos de sus colegas pudieron presenciar los fenómenos y ratificarlos. Pero cuando hizo pública su corroboración de los hechos espíritas, la mayoría le tomó por loco, e invitando al Secretario de la Real Sociedad a presenciar los fenómenos por sus propios ojos, éste se negó, colocándose en la misma situación que aquellos cardenales que se negaban a contemplar los satélites de Júpiter a través del telescopio de Galileo. La ciencia moderna ante un nuevo problema no titubeó en mostrarse tan reaccionaria como la teología medieval.

- Juan C. Mariani- ( Preguntas frecuentes del Espiritismo Kardeciano)

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