sábado, 31 de octubre de 2015

El dolor del abandono

Dra. Marlene Nobre
LA PERSONA, EN LA VISIÓN ESPÍRITA


Para la Doctrina Espírita, el valor de la persona humana está enclavado en el propio origen de la vida, porque ésta sólo puede ser explicada a través de la Planificación Inteligente, que nos lleva al Gran Planificador y a considerarla como un bien otorgado e indisponible.
Hoy, como todos los avances de las Ciencias de la Vida, los investigadores nunca crearon vida en laboratorio y no consiguen explicar, por la simple casualidad, como es que los átomos se transforman en hombres, siguiendo caminos tan ingeniosos que el propio científico tiene tanta dificultad para descubrir.
Como ya nos referimos, es muy difícil explicar el funcionamiento de estructuras sofisticadas, como, por ejemplo, el ojo humano y la coagulación sanguínea, mostrando, paso a paso, como se juntaron, por obra de la casualidad, sustancias químicas tan especializadas, en perfecta armonía, en las reacciones bioquímicas más complejas de las cuales participan. Del mismo modo, es necesario recordar de todas las otras respuestas que todavía no fueron dadas por la Ciencia, inclusive, la del origen de la extraordinaria maquinaria celular.
Hoy, los argumentos, a favor de la vida otorgada e indispensable, vienen de la propia
Ciencia.
Lo sacra de la Vida, por tanto, se origina del principio espiritual. Creación divina e inmortal, él inicia la biogénesis en los cristales, individualizándose, en cada nueva existencia, a lo largo de la escala filogenética, hasta envergar, finalmente, el cuerpo humano, maquinaria fantástica, construida por él mismo con la ayuda de los Genios Constructores.
Con esa visión mucho más amplia y global del Ser Humano, se comprende que el
Espíritu, que lo anima, ya fue lapidado por el tiempo, no es creado, por lo tanto, en el instante de la concepción, el Espíritu se vincula al nuevo cuerpo, con la finalidad de empezar un nuevo proyecto existencial.
Según informaciones espirituales, no siempre el cigoto o el embrión inicial tiene un Espíritu presidiendo su formación, porque el óvulo y el spermatozoide puedeN unirse, sin la presencia del alma, tan sólo por impulsos magnéticos biológicos. En ese caso la propia naturaleza se incumbe de descartar el embrión malformado, sin necesidad de interferencia indebida del hombre.
Cuando se trata de un embrión fabricado en laboratorio, es necesario estar atento, porque existe la posibilidad de que algún filamento periespiritual pueda unirse a él. En ese caso, los investigadores espiritas necesitan desarrollar tecnologías más sofisticadas, todavía inexistentes, para saber si eso ocurre, y puede, de esa forma, trabajar en embriones no comprometidos. Sin ello, es difícil cualquier interferencia.
Si hubiera, sin embargo, un feto o un cuerpo humano en gestación, existe, ahí, un Espíritu responsable de su formación y todos sus derechos deben ser preservados. La regla, por tanto, es no interferir.
Cuerpo físico, Envoltorios Sutiles y Espíritu tienen funciones bien definidas, cabiendo al ser inmortal el cuidado con todos sus elementos constitutivos.
Cada Espíritu es responsable de su propia evolución. El Maestro Jesús mostró el camino a toda la humanidad, compete, a cada individuo, vivir y ejemplificar las lecciones del amor universal, viviendo los principios de la caridad y de la solidaridad en su vida diaria.
Por todo cuanto vimos, para la Doctrina Espírita, la persona tiene una dignidad intrínseca, ontológica, conferida por la presencia del alma, elemento inmortal, de origen divino, que necesita del cuerpo físico para aprender y evolucionar, en continuo progreso.
No importa si el ser está consciente o no; si es feto o enfermo en coma, él es una persona
y como tal debe ser respetada, por lo que es intrínsecamente. Son, por tanto, inaceptables el aborto, el infanticidio, la manipulación de embriones para sus fines eugenicos, la eutanasia, etc.
En un último análisis, la Vida es un Bien otorgado, indisponible. Y esa verdad tiene su base de sustentación en la propia Ciencia, debiendo, como tal, ser reconocida, orientando la conducta ética del hombre.
Marlene Nobre 
Tomado del libro “El alma de la materia”
 Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta

                                       ****************************

EL DOLOR DEL      
  ABANDONO

Era una mañana de sol caliente y cielo azul cuando el humilde féretro, conteniendo un cuerpo sin vida, fue depositado en la sepultura.
¿De quién se trata? Casi nadie lo sabe.
¿Mucha gente acompañando al féretro? No. apenas unas pocas personas.
Nadie llora. Nadie sentirá la falta de ella. Nadie para decir adiós o hasta pronto.
Luego después que el cuerpo desocupo la habitación sencilla del asilo, donde aquella mujer había pasado buena parte de su vida, la chica responsable de la limpieza encontró en un cajón al lado de la cama, algunas anotaciones.
Eran anotaciones sobre el dolor….
Sobre el dolor que alguien sintió por haber sido abandonada por la familia en un hogar para ancianos…
Tal vez el sufrimiento fuese mucho mayor, mas las palabras solo permiten extravasar una parte de ese sentimiento, grafiado en algunas frases:
¿Dónde estarán mis hijos?
¿Aquellos criaturas radiantes que colgué en mi cuello, alimente con mi leche, cuide con tanto desvelo, donde estarán?
¿Estarán tan ocupadas, tal vez, que no pueden visitarme, al menos para decirme “Hola mama”?
¡Ah! Si ellos supiesen como es de triste sentir el dolor del abandono… La más deprimente soledad…
Si al menos yo pudiese andar… Más dependo de las manos generosas de esas chicas que me llevan todos los días para tomar el sol en el jardín… Jardín que ya conozco como la palma de mi mano.
Los años pasan y mis hijos no entran por aquella puerta, con los brazos abiertos, para abrazarme con cariño…
Los días pasan… Y con ellos la esperanza se va…
Al comienzo, la esperanza me alimentaba, o yo la alimentaba, no se…
Más ahora… ¿Cómo olvidar que fui olvidada?
¿Cómo engullir ese nudo que insiste en permanecer en mi garganta, día tras día?
Todas las lágrimas que llore no fueron suficientes para deshacerlo.
Siento que el crepúsculo de esta existencia se aproxima...
Quería saber de mis hijos...
De mis nietos...
¿Será que al menos se acuerdan de mí?
La esperanza, ahora, parece estar vinculada a los minutos... que la arrastran sin misericordia... para lejos de mi.
Algunas veces, en mis sueños, veo un lindo jardín…
Es un jardín diferente, que transciende los muros de este albergue y se abre en caminos floridos que llevan a otra realidad, donde brazos afectuosos me esperan con amor y alegría…
Más, cuando yo despierto, es mi realidad la que yo veo… Que yo vivo… Que yo siento…
Un día alguien dije que a vida no se acaba en un túmulo oscuro y silencioso. Y ese Alguien volvió para probar eso, mismo después de haber sido crucificado y sepultado...
Y esa es la única esperanza que me resta...
Siento que mi hora está llegando...
Después que yo parta, me gustaría que alguien encontrase estas anotaciones y las divulgase.
Y que ellas pudiesen tocar los corazones de los hijos que internan a sus padres en asilos, y jamás los visitan...
Que ellos puedan saber un poco sobre el dolor de alguien que siente lo que es ser abandonado...
La fecha señalada al final de la última anotación, era la fecha en que aquella madre, olvidada y sola, partió para otra realidad.
Tal vez haya seguido para aquel jardín de sus sueños, donde jóvenes afectuosos y gentiles la conducen por los caminos floridos, como hijos dedicados, diferentes de aquellos que un día ella tomo en sus brazos, mientras estaba en la Tierra.

Redacción de Momento espirita

                                               ***********************

                                        


SE HABLA DE PROFUNDOS CAMBIOS EN EL PLANETA Y EN LA CONSCIENCIA INDIVIDUAL. 
                                             ¡ Reflexión! 

Cada uno de nosotros habrá de construir su propia evolución. Esta transición inevitable, de la Era de la Materia para la Era del Espíritu, puede comenzar a ser efectuada, humildemente, silenciosamente, perseverantemente, en el mundo interior de cada criatura. Comencemos, desde ahora, el proceso de auto transformación. Este proceso renovador se verificará, ciertamente, en la base de la transformación y sustitución de sentimientos. Modifiquemos los hábitos, perfeccionemos los sentimientos, mejoremos el vocabulario, purifiquemos la visión, ejerzamos la fraternidad, amemos y sirvamos, estudiemos y aprendamos incesantemente. Tenemos que dejar los hábitos milenarios que nos cristalizan los corazones, como abandonamos la ropa vieja y el calzado inservible, que ya no satisfacen los imperativos de la decencia y de la higiene. Con objeto de entender mejor la base de tales sustituciones, ejemplifiquemos: IGNORANCIA OPRESIÓN INSTINTOS Cuestiones materiales Cuestiones Espiritual Material Animalidad Ambición CONOCIMIENTO FRATERNIDAD RENOVACIÓN Sabiduría Humana Sabiduría Espiritual Moralidad Altruismo Material Espiritual ERA DE LA MATERIA ERA DEL ESPÍRITU 

Cada uno de nosotros habrá de construir su propia evolución. Esta transición inevitable, de la Era de la Materia para la Era del Espíritu, puede comenzar a ser efectuada, humildemente, silenciosamente, perseverantemente, en el mundo interior de cada criatura. Comencemos, desde ahora, el proceso de auto transformación. Este proceso renovador se verificará, ciertamente, en la base de la transformación y sustitución de sentimientos. Modifiquemos los hábitos, perfeccionemos los sentimientos, mejoremos el vocabulario, purifiquemos la visión, ejerzamos la fraternidad, amemos y sirvamos, estudiemos y aprendamos incesantemente. 
- Rey Formoso -
                                     ****************************

Ricardo Di Bernardi

LA GLÁNDULA PINEAL Y LA PERDIDA DE CONCIENCIA DEL ESPÍRITU REENCARNANTE



En el intervalo que media entre la concepción y el nacimiento, ¿goza el Espíritu de la totalidad de sus facultades?"

"Más o menos, según lo avanzado del proceso, porque no está todavía encarnado, pero si unido.  Desde el instante mismo de la concepción empieza la turbación a apoderarse del Espíritu, el cual queda advertido por ello de que ha llegado la hora de iniciar una nueva existencia. Esa turbación va en aumento hasta el instante en que el niño nace. En el ínterin, su situación es más o menos la de un Espíritu encarnado durante el sueño del cuerpo. Conforme se aproxima la hora del nacimiento, sus ideas se van esfumando, así como el recuerdo del pasado, del cual ya no tiene conciencia cuando es hombre, una vez ingresado a la vida corporal. Mas ese recuerdo le volverá poco a poco a la memoria, cuando se encuentre en su estado de Espíritu desencarnado”.
El Libro de los Espíritus, Allan Kardec, pregunta N° 351.

La época de la perdida de la conciencia durante la gestación, por parte del espíritu reencarnante, varia en términos de tiempo, de acuerdo con la evolución de la entidad. Este fenómeno de perdida de la conciencia está ligado, en parte, a su minituarización, que podría ser tan intensa llegando a los límites mínimos de la célula huevo, en caso de una reencarnación compulsoria, o hasta el tamaño del útero. En los casos de entidades con el cuerpo espiritual menos denso, la miniatuarización no se hace tan intensa y este factor de perdida de la conciencia actúa menos expresivamente.

La glándula Pineal, también llamada Epífisis, situada en la caja craneana del feto e íntimamente relacionada con el cerebro, juega papel fundamental en el fenómeno de la perdida de conciencia del Espíritu.

La glándula Pineal fue bastante conocida por los pueblos antiguos, lo que se desprende por las diversas descripciones de la misma desde tiempos remotos. 

Descartes hizo una interesante y detallada descripción de la Glándula Pineal , atribuyendo a ésta glándula un papel relevante conocida hasta nuestros días; para él, el alma era el huésped misterioso de la glándula Pineal.

Otro científico, Levdig, se expresó de forma semejante al decir que la glándula Pineal sería el órgano responsable del "sexto sentido". 

Estudios efectuados en embriones de lacértidos (lagartos), descubrirían un órgano que fue considerado como el ojo pineal o tercer ojo, considerado por muchos científicos que existía en los animales fósiles. Según el Dr. Jorge A. Dos Santos en la obra: “Palingenesis, la Gran Ley”, podríamos pensar que el ojo pineal al contrario de ser un elemento regresivo u órgano vestigial, con tendencia a desaparecer, fuese al contrario, un órgano en desarrollo. El llamado tercer ojo, por mutación y transformaciones evolutivas, pasó gradualmente a dar origen a la Glándula Pineal.

El ojo pineal de los lacértidos, marca uno de los estadios de la evolución, donde la individualidad espiritual, poco expresiva en las especies inferiores, comienza a despuntar. 

La Pineal puede ser considerada el órgano donde el Espíritu se expresa más directamente en el cuerpo biológico. Antes de la existencia de ella, en vegetales y animales más simples, al contrario de la individualización de la energía espiritual, tenemos un "Sincício Energético" (alma grupo de las especies). Así, aunque cada cambio en el grupo sea una individualidad, todo el grupo se expresa por este sincício energético y no como un conjunto de Espíritus autónomos.

Con el surgimiento de la glándula pineal en la historia evolutiva de los seres, el YOindestructible, se manifiesta entonces, superando el determinismo compulsorio, a la conquista del grado evolutivo rumbo al libre albedrío de la especie humana.

Cerca al 4º y 5º mes de vida intrauterina la glándula Pineal ya presenta células y tejidos de sustentación, alcanzando 2 mm de diámetro. Durante este período, por regla el Espíritu reencarnante comienza a perder la conciencia alcanzando rápidamente la total inconsciencia. En la pineal es que las expansiones energéticas del psicosoma (periespíritu) se prenden más profundamente, siendo por esto llamada "la glándula de la vida espiritual" por los palingenesistas (reencarnacionistas). 

A medida que el desarrollo de la Pineal se procesa, cada vez se acentúa más la unión con las energías espirituales que impulsan todo el desarrollo fetal modelado por las matrices periespirituales. 

Las modificaciones que ocurren en la glándula pineal son observables hasta los dos años de edad. De ahí hasta los 6 o 7 años, las transformaciones son muy lentas. Es exactamente en este período, entre los 6 o 7 años que la Reencarnación podrá ser considerada como definitiva pues el espíritu pasa a tener fijación completa al organismo biológico y principalmente a la Pineal.

La sabiduría divina, o ley universal, determinó por las líneas evolutivas que hasta los seis o siete años de edad el Espíritu pueda recibir de los padres las expresiones superiores de la buena conducta moral sin oponerse intensamente. Como el espíritu no es aún dueño de su nuevo cerebro, hay por lo tanto, en este período que va desde la concepción hasta los siete años, oportunidad para ser grabados, en el nuevo cerebro, buenos conceptos o ejemplos éticos que serán pasados a los archivos periespirituales, dando nuevo impulso evolutivo al espíritu.

Para los educadores en general, es la gran oportunidad de sembrar, regar y abonar en terreno propicio, donde los factores del pasado adormecidos por la inmadurez de la Pineal no interfieren significativamente perjudicando la preparación de la siembra.

  Tomado del libro “GESTACIÓN, SUBLIME INTERCAMBIO”
************************************************




No hay comentarios: