viernes, 13 de febrero de 2015

CARNAVAL



Con el riesgo de ser tratados de moralistas, en un tiempo en el que se pierden las nociones de la moralidad, no podemos dejar de analizar críticamente algunos absurdos del mundo de Momo. Sin determinar reglas de falsa santidad y arduos sermones impulsados por cantinelas mórales, no dejaremos de comentar sobre los prejuicios espirituales provenientes de las conmemoraciones del Carnaval.

Hace muchos siglos el Carnaval era marcado por grandes fiestas, en lasque se comía, bebía y participaba de frenéticas celebraciones y búsqueda incesante de los placeres. [2] Se prolongaba por siete días (en el mes de diciembre) en las cayes, plazas y casas de la antigua Roma. Todas las actividades y negocios eran suspendidas en ese periodo; los esclavos ganaban libertad temporal para hacer lo que quisiesen y las restricciones morales eran relajadas. Un rey ((saturnalicius princeps) era elegido como diversión y comandaba el cortejo por las calles.

Si no fuera por el bombo, el carnaval, como fiesta de relación socio cultural, podría tornarse un evento comprensible, hasta porque no aceptar eso sería incurrir en una postura de intolerancia. Hay personas que buscan hacer del carnaval un momento de esperanza, oportunidad de empleo, abrigando con ello a menores, y eso tiene su valor social. Entretanto, bien es verdad, el gran saldo de homenaje a Momo se resume en tres palabras: violencia, ilusión y sensualidad.

Reza la tradición de que la alegría de Momo surgió impregnando el mundo “sagrado” y el orbe profano. ¡Sinceramente! No conseguimos comprender algo de “bendecido” en las locuras momescas. Entretanto, en San Paulo hay escuela de samba Don Bosco, en Itaquera, zona este de la ciudad, cuyo presidente es un padre salesiano de 73 años que toca inclusive repique (tambor con palillos) en batería.

Más allá de celebrar misas, casamientos y coordinar proyectos sociales, el par de sacerdotes, obviamente, parte de las pruebas de "Don Bosco". Ambos desean arrastrar ¡200 componentes a Sambódromo do Anhembi, y entre los sambistas constan bahianas, pasistas (semidesnudas, por tanto, nada beatas), vieja-guarda y destaques. El enredo homenajea al fundador de la congregación salesiana. “Don Bosco: 200 Años de Amor al Prójimo… Un Presente para el Mundo”.

Para los clérigos, idealizadores de la escuela de samba, la concepción de la agremiación fue la salida encontrada para unir un grupo de jóvenes más desreglado, que no estudiaba y era bastante desinteresado en las actividades educativas ofrecidas por la obra social de la iglesia. Entretanto, tal artificio para atraer a la juventud no ha sido apreciado por algunos fieles y superiores de la Iglesia romana.

Eso nos remite a recordar a la escuela de samba Unidos del Viradouro que en 2011 llevo para la Sapucaí un carro alegórico cargando una imagen de Chico Xavier. El médium de Uberaba fue representado por una escultura (psicografiando) cercada por 60 componentes, algunos de ellos “espíritas” (!?), que hicieron una presentación de "trabajo psíquico" (!?). ¡Dios Santo! Interpretación de "trabajo psíquico" (!?). Dios Santo! Nada más burlesco.

¿Será que el Carnaval es apenas un festival de alegría, de paz y alabanza? En principio, el Espiritismo no estimula ni recrimina el Carnaval y respeta todos los sentimientos humanos. ¿Sin embargo, será que la juera carnavalesca, vista como una manifestación popular, consigue satisfacer los caprichos de la carne sin deteriorar el espíritu? ¿Será lícito confundir “diversión” pasajera con alegría legítima? El carnaval es uno de esos delirios colectivos, cuya reverencia a Momo representa la ocasión en que las personas proyectan lo que hay de más irracional y de más incivilizado en sí mismas.

¡Es verdad! El Espiritismo nada prohíbe, nada obliga, ni censura el carnaval; sin embargo, igualmente, no defiende su realización. Se sabe que durante la juerga de Momo son perpetrados abusos de todos los tipos y, especialmente, excesos de carga erótica de adolescentes, jóvenes, adultos y hasta ancianos (mal resueltos); hay consumo exagerado de alcohol y otras drogas, instalación de la violencia generalizada, excesos esos que atraen espíritus vinculados al deletéreo parasitismo magnético, semejantes a los buitres ante de cadáveres deteriorados (carroñas).

Los juerguistas reafirman el dicho de que el carnaval es un extravasador de energías reprimidas. Entretanto, en los tres días no son atenuadas las tasas de agresividad y ni de las neurosis. Lo que se observa es un sumatorio de la salvajería urbana y de la desgracia doméstica. Después de los festivales de erotismos surgen los embarazos desatinadas y la consecuente propagación de criminales abortos, acontecen graves accidentes de tránsito, aumento de la criminalidad, estupros, suicidios, aumento del consumo de varias substancias estupefacientes, alcohólicos, así como el surgimiento de nuevos drogados, diseminación de las enfermedades sexualmente transmisibles (inclusive a AIDS).

En síntesis, si el Carnaval es una amenaza concreta para el bienestar social, nosotros espíritas tenemos mucho que ver con el, porque una de las tareas primordiales de cada espírita es la de luchar por dispositivos de preservación de los valores más dignos de la Sociedad, sin que se violente, obviamente, el derecho relativo del libre-albedrio colectivo e individual, jamás olvidándonos de que en el carnaval ocurre la obsesión en sus variados matices como consecuencia de la invigilância y de los desvíos morales. Solamente podremos garantizar la victoria del Espíritu sobre la materia, si fortalecemos nuestra fe, renovándonos mentalmente, practicando el bien en los moldes de los códigos propuestos por Jesucristo, y no olvidando los divinos consejos del Maestro: "Vigilad y orad, para que no entréis en tentación''. [1]

En suma, creemos que no existe otro camino que no sea el de la abstinencia sincera de las juergas de Momo. El buen sentido nos invita a aprovechar el feriado para un acercamiento con los familiares, lectura de libros instructivos, frecuencia a reuniones espíritas. ¿Además, será coherente cerrar las puertas de los centros espíritas en los días de Carnaval, o cambiar el procedimiento de las reuniones? Existen algunos centros que cierran sus puertas en los feriados del carnaval sin motivos racionales. En verdad, el espírita puede participar de eventos educacionales, culturales o mismo descansar en casa, ya que el ritmo frenético del día a día exige, cada vez más, preparación y estructura físico-psicológico para los embates por la obtención del pan. .

Cara al determinismo de la Ley de Evolución, un día todo eso pasa, todas las manifestaciones ruidosas que marcan nuestro estado de inferioridad desaparecerán de la Tierra. En su lugar, entonces, predominaran la alegría pura, la jovialidad, para satisfacción y el júbilo real, con el hombre despertando para la belleza y el arte, sin violencia, ni degeneración moral.

- Jorge Hessen-
Traducido por Merchita

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Posibles causas que generan karma negativo.-

En general, las causas de karma negativo , son tantas y tan variadas como personas y circunstancias que tienen que afrontar de la vida física.
Muchas y diversas son las cosas que los humanos hacemos erróneamente por tener unas consecuencias negativas sobre nosotros mismos o sobre los demás. Por ejemplo, el abuso y mal uso del cuerpo físico en la forma que sea, siempre tiene consecuencias kármicas negativas, como podría ser el tener que afrontar después, en una vida posterior, una existencia mas o menos larga (o corta), en un cuerpo defectuoso o enfermo.
Los propios defectos espirituales con los que ya nacemos porque aun no están superados , si no los corregimos, e incluso los incentivamos, también generan consecuencias kármicas, como suele suceder en el caso de ciertos Seres orgullosos que después se ven abocados a renacer en condiciones humildes de servidumbre o de menor nivel social, con el fin de poder corregir y rebajar su orgullo ; o los perezosos y ociosos que en otra existencia tendrán que afrontar , tal vez, una vida penosa soportando duros trabajos; o el que hace padecer a alguien y después tiene que padecer del mismo modo que hizo sufrir él mismo anteriormente ; o el que comete abusos y excesos sexuales y después se ve abocado en otra vida a verse impotente o estéril .
Cuando se ha abusado de una característica física, en perjuicio de los demás o de uno mismo, después se podrá afrontar otra existencia humana con un defecto físico que suele ser lo contrario del anterior, del que se abusó. Es como si la propia naturaleza del ser espiritual quisiera nivelar o compensar las experiencias mas extremas.
La inteligencia mal usada y el crimen causan un karma negativo que se puede expiar reencarnando en cuerpos defectuosos o tarados física o mentalmente, aunque ello no significa de ningún modo que todos los casos existentes de estas personas así nacidas tengan esos motivos u orígenes . Se puede dar el caso frecuente de que vengan a este mundo bajo esa deficiencia física o psíquica, no por determinismo kármico, sino que previamente a su nacimiento lo pidieron voluntariamente como pruebas para su mejora, o con el fin de ayudar a evolucionar a los espíritus de quienes van a ser sus padres, familia o cuidadores, porque se van a ver precisados a desarrollar con él su Amor, Caridad, ternura y paciencia. Los que cometen este voluntario sacrificio de una vida en estas condiciones tan duras por Amor a los demás, dan un gran paso en su evolución personal.
Los vicios que dañan la salud del cuerpo, tal como el tabaco, los tóxicos o el alcohol actúan como una especie de lento suicidio y dejarse arrastrar por ellos, supone dejar una huella de responsabilidad sobre el periespíritu de la persona al que imprimen como una matriz de energía negativa de la que más adelante habrá que liberarse a través de los estados depurativos de dolor humano.
Los actos y sentimientos crueles, tanto con personas como con otros seres vivos de la Creación, antes o después nos afectan a nosotros mismos, de modo que tendremos que sufrir esos mismos actos y sentimientos de los demás.
En resumen, podríamos sintetizar que todo lo que contradice la ley del Amor, que siempre es la Divina Voluntad del Padre Dios, es motivo de un efecto corrector, lo cual nos conduce a comprender más claro cual es el camino que todos debemos seguir en cada paso y circunstancia de la vida, y que los errores e incumplimientos, a veces pueden suponer hasta muchas vidas y muchos siglos de sufrimientos.

Jose Luis Martín-

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“Debemos aprender a convivir con el dolor o las dificultades, sin dejarnos llevar por el lamento o la depresión”
Revista “Amor, Paz y Caridad”


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ROUSTAINGUISTAS, CHIQUISTA, ANDRELUIZISMO, SECULAR, RELIGIOSO, KARDECISTA RAMATIS LIBREPENSADOR ETC....
Por Maria das Graças Cabral

Al iniciar el estudio De El Libro de los Espíritus, nos deparamos en su introducción, con el gran cuidado de Allan Kardec, para con las palabras a ser empleadas en el cuerpo doctrinario espirita. En un primer momento, podríamos entender que tal diligencia, se debiese al hecho de ser el Codificador por formación académica, un pedagogo. Lingüista insigne, que hablaba alemán, inglés, italiano, español y holandés. Escribió gramáticas, aritméticas, estudios pedagógicos superiores; tradujo obras inglesas y alemanas. O sea, en la condición de poliglota y profundo conocedor de la alengua francesa, su idioma patriarcal, sabia de las palabras para que un discurso fuese claro, y alcanzase su objetivo.
No obstante, podríamos también considerar, que en la condición de organizador de toda una gama de conocimientos, advenidos de Espíritus de alta evolución para la estructuración de una obra, que según J. Herculano pires, sería “el código de una nueva fase de la evolución humana”, buscase “cuidar” de las palabras que debía emplear en esa sistematización, para evitar que el uso inadecuado de las mismas, fuese a “desvirtuar” los preceptos doctrinarios.
Y así, el Codificador inicia la Introducción de El Libro de los Espíritus diciendo que: - Para las cosas nuevas necesitamos de palabras nuevas, pues así, lo exige la claridad de lenguaje, para evitar la confusión inherente a los múltiples sentidos de los propios vocablos. “Se observa claramente, que el maestro trata la doctrina como algo innovador, consciente de la grandeza de sus revelaciones. Sabía que los asuntos abordados, envolvían grandes cuestionamientos de la humanidad, que hasta entonces nunca habían sido tratados tan objetivamente. No quería por tanto, que palabras con sentidos ya definidos, distorsionan los preceptos fundamentales de la nueva doctrina.
Enseguida, el Maestro Lionés se reporta a las palabras espiritual, espiritualista, espiritualismo, demostrando que las mismas ya tenían un significado bien definido – entendiéndose por espiritualismo- toda filosofía religiosa que predica la existencia de un ser o realidad distinto de la materia. Entendía Kardec , que no aplicando a la Doctrina Espirita tales palabras, se evitaría la multiplicación de las ya numerosas causas de ambigüedad y de doble sentido, (anfibología), que acabarían por generar graves conflictos de entendimiento.
De ahí, el codificador establece que “en lugar de las palabras espiritual y espiritualismo” – para designar la Doctrina de los Espíritus – la palabra adecuada sería espirita o espiritismo. Y concluye afirmando que “Los adeptos del Espiritismo, serán los espiritas, o si lo quisieren espiritistas. “Según Kardec, el Libro de los Espíritus tiene como especialidad la Doctrina Espirita, y como generalidad el Espiritualismo, de ahí, la referida obra trae abajo del título, las palabras Filosofía Espiritualista.
Sucede, que el cuidado de Kardec, fue totalmente negligenciado por los espiritas. Es un hecho que se identificase en la abundancia de obras publicadas, en los discursos y en el habla de la gran mayoría de los espiritistas, no solo palabras, más también teorías y filosofías, totalmente extrañas al cuerpo doctrinario espirita, y que alteran frontalmente sus preceptos.
Más allá, desde la muerte de Kardec, el Espiritismo viene sufriendo crueles distorsiones. Vale recordar que la propia Revista Espirita, con su muerte, cayó en las manos de Pierre Gaetan Leymarie, que por su excesivo espíritu de tolerancia, desvirtuó la finalidad de la misma, abriendo sus páginas a la propaganda de filosofías espiritualistas, inclusive a la de Roustaing, que diverge frontalmente del Espiritismo.
No obstante, oportuno resaltar, los desdoblamientos sufridos por la palabra “espirita” designada por Kardec a los adeptos de la Doctrina de los Espíritus. El referido vocablo, vendría a ser acompañado de ciertos adjetivos, visando hacer una distinción ideológica en el propio medio espirita. En los idos de 1880, cuando Brasil despertaba para el estudio de la nueva doctrina, recién llega al país, ya comenzaban a surgir las divergencias de pensamientos con relación a los aspectos filosófico, científico y religioso de la misma. Ante la discordancia, pasaron los espiritas de la época a ser identificados, dependiendo de la línea del pensamiento, por espiritas científicos, espiritas místicos, o espiritas kardecista.
Con el pasar del tiempo, algunos adjetivos se consustanciaron, como es el caso del “espirita cristiano”, que es la denominación dada al adepto del espiritismo Cristiano, lanzado por el abogado de Bordeaux y opositor de Kardec, Jean Baptiste Roustaing, en la obra Los Cuatro Evangelios, editado por la FEB.
Hodiernamente, la variedad de adjetivos aumento grandemente dentro del movimiento espirita, puesto que, se tiene espirita, roustanguista, chiquista, andreluicista, laico religioso, kardecista, ramatista, librepensador, etc. se puede aseverar que hoy, el movimiento espirita está formado por numerosas corrientes espiritualistas, conocidas como Espiritismo.
No obstante, en la búsqueda de una identidad filosófica y/o religiosa, y en razón de la “anfibología” creada para la palabra “espirita”, aquel que se considera adepto a la Doctrina de los espíritus, positivada en la Obras Fundamentales que forman el pentateuco, y codificadas por el maestro Allan Kardec, se identifica como “espirita Kardecista”, o simplemente “kardecista”, distinguiéndose de las demás corrientes de pensamiento espiritualista, y de los seguidores de cultos afro-brasileños, los cuales también se auto-denominan espiritas.
Algunos compañeros, juzgan que “espiritista kardecista” sería una redundancia, pues todo espiritismo debería ser Kardecista. Es un hecho que sería una redundancia, si no estuviésemos ante tantas corrientes espiritualistas que adoptaron la denominación de espirita.
Vale resaltar que hay innumerables espiritas, que no son kardecista. Algunos nunca leyeron ninguna obra codificada por Allan Kardec. Serian considerados creyentes. No obstante, la Doctrina Espirita es una doctrina anti dogmatica, racional y evolucionista, que predica la fe raciocinada, y exige de sus adeptos el estudio constante y profundo de sus principios libertadores, positivados en las obras fundamentales, que son: El Libro de los Espíritus, El Libro de los Mediums, El Evangelio Según el Espiritismo, El Cielo y el Infierno, La Génesis, el pequeño libro introductorio al estudio de la doctrina Qué es el Espiritismo y Obras Póstumas, que según J. Herculano Pires, representa el testamento doctrinario de Allan Kardec.
Ante lo Expuesto, es un hecho que los cuidados del Codificador para que la Doctrina de los Espíritus no se perdiese en las palabras, no impidió que tal cosa ocurriese.
Modernamente, aquellos que estudian la codificación con dedicación y de una forma atenta, constatan con profundo pesar, la adulteración de los preceptos doctrinarios, presentes en las traducciones y en las nuevas ediciones de las obras fundamentales de la Doctrina espirita: en la “importación” de filosofías extrañas a los preceptos espiritas en la vasta producción literaria publicada y divulgada; en los discursos, palabras y textos. En fin, la anfibología se hace presente en el discurso espirita a pesar de todo el cuidado de Kardec en evitar que el Espiritismo viniese a enredarse en sus redes, generando los actuales conflictos de entendimiento.
Además de eso, es un hecho que el des virtuamiento de la Doctrina de los espíritus, ya va mucho más allá de las palabras y de las fronteras, puesto que Brasil, es el mayor exportador de obras de divulgadores espiritas.
En verdad, cada día, me admiro más y más con lo que leo, oigo y presencio, por parte de los espiritas, independientemente de la clase social o del grado de escolaridad. Como también, me espanto con los rumbos tortuosos tomados por el movimiento espirita brasileño.
No obstante, no podemos abandonar la lucha. Algunos compañeros ya me preguntaron:- ¿Qué hacer ante la dimensión del problema? Respuesta que no quiero callar: - que cada uno haga su parte. No seamos omisos, cobardes, o acomodados, pues la responsabilidad es individual. Vamos con mucho amor y disposición, a vivir, estudiar y divulgar con fidelidad la Doctrina Espirita, positivada con brillantez en las obras fundamentales, por el genio del insigne codificador Allan Kardec. Las consecuencias vendrán naturalmente con el tiempo. ¡Al final somos Espíritus eternos!

Traducido por: M. C. R

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