INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- ¿ Qué significa ser espírita ?
2.- Lo posible acontece
3.- Fe y Razón
4.- Educación, camino a la libertad.
5.- ¿ La mediumnidad, podría ser un fraude?
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¿Qué significa ser Espírita?
En más de una ocasión hemos leído una frase llena de significado, presentada por León Denis: “El Espiritismo será lo que los espiritistas hagan de él”. Frase emblemática, cargada de dinamismo y responsabilidad al enfatizar el papel activo que desempeña el propio espiritista en el desarrollo y el curso que ha de darle a esta filosofía.
Los grandes pioneros y pensadores han sentado las bases de sus doctrinas, tal como lo hizo Kardec con el Espiritismo. Cabe a los continuadores cuidar, alimentar y desarrollar esa semilla que ha sido sembrada con todos los elementos esenciales. Pero, ¿cuántos han sucumbido en esa tarea, provocando el estatismo y la deformación?
Por lo general se ha definido al espiritista en función de su aceptación a los principios doctrinarios, pero ¿ qué significa ser espiritista? ¿ cómo es su concepción del mundo y de la vida? Parece difícil hacer una generalización porque cada individualidad tiene sus propios criterios y puntos de interés doctrinario, además, algunos se inclinan mayormente por el tema filosófico, otros el científico, hay quienes por el moral o el social; no obstante, sea uno o el otro, hay aspectos esenciales que lo distinguen como tal y que es necesario reconsiderar, porque no siempre es lo mismo decirse espiritista que serlo.
A veces se piensa que para ser espiritista basta con creer en las manifestaciones de los espíritus; eso no es suficiente, porque hay muchos que aún sin ser espiritistas tienen esa creencia. Ser espiritista es más que eso, comprende la identificación plena y la aplicación de los principios espíritas íntegramente desarrollados en las obras de su fundador, Allan Kardec: Existencia de Dios, inmortalidad del alma, reencarnación, mediumnidad, pluralidad de mundos habitados, evolución continua… Todos estos principios bien comprendidos e interpretados van modelando en el individuo una visión espiritual, holística y trascendente de la vida, que le permite vivir en armonía consigo mismo y con lo que le rodea.
A continuación, describiremos algunas de las cualidades que a nuestro parecer son esenciales: Es humilde. Como individuo reconoce que es un espíritu en vías de progreso, haciendo todo su esfuerzo en corregir sus imperfecciones, ya que sabe que siempre hay algo por mejorar. Está consciente que no está en la cúspide, ni es más que los demás, sino va gradualmente avanzando en esa escala de progreso espiritual a través de sus esfuerzos por ser mejor. Al respecto el reconocido escritor Ralph Waldo Emerson lo expresa de la siguiente manera: “Todo hombre que conozco es superior a mí en algún sentido, en ese sentido aprendo de él”.
En el campo del conocimiento, para el espírita la verdad es un concepto que se construye día a día, puesto que no tenemos verdades definitivas, sólo aproximaciones. Por eso no se vanagloria, ni cae en la arrogancia de pensar que tiene toda la verdad en sus manos.
El propio Kardec dejó con tinta indeleble este gran pensamiento: “El Espiritismo, marchando con el progreso, nunca se verá superado, porque si nuevos conocimientos le demostraran que está equivocado en un punto dado, se modificará en ese punto, y su una nueva verdad se revelara, la aceptaría”.
Aplica el juicio crítico. Todo cuanto estudia lo analiza y compara. No es un agente pasivo y reactivo que todo lo absorbe, lo acepta y lo cree, sino al contrario, cuestiona. Por eso Kardec de manera ejemplar expresó: no os dejéis engañar, es mejor rechazar nueve verdades que aceptar una mentira.
El delicado campo de la mediumnidad, por su misma naturaleza, requiere de un cuidado especial por todos los elementos involucrados en el proceso. El juicio crítico es un buen antídoto para evitar caer en cualquier tipo de superchería de la que se aprovechan supuestos médiums. A manera de ejemplo, y con un tinte de buen humor, transcribimos un relato que recibimos a través de las redes sociales de cómo la credulidad ciega es capaz de producir temor :
“Hoy fui a al entierro del papá de una amiga; según la religión de ellos, llevan al cementerio una vidente para saber quién va a ser el próximo en morir. Una vez allí la vidente se concentró y dijo que el primero que saliera del cementerio iba a morir esta semana. Aquí estamos todavía en el panteón… ¡¡¡Todos!!! Hemos pedido pizza, refresco y café; hay gente jugando dominó, ajedrez y damas, nadie ha salido. ¡¡¡Ni siquiera la vidente!!!”
El factor miedo, la intimidación, el engaño, el egocentrismo, etc., suelen ser elementos que son anulados cuando se tiene un buen criterio y un juicio crítico de las cosas.
Es solidario. Comprende que la vida presenta diferentes matices y circunstancias, y que nada es permanente.
Que no solo existe, sino coexiste. Reconoce que muchos tienen lo que a otros les falta, y en ese proceso de intercambio y de apoyo mutuo el espíritu se sensibiliza y progresa. Por eso para el espírita la vida en sociedad ocupa un lugar importante.
El auténtico espírita no es indiferente a las injusticias sociales, a la pobreza y al sufrimiento de sus semejantes. Porque dichos males no son producto de la ejecución de un plan divino, ni un castigo por errores cometidos en vidas pasadas que debe cumplirse fatalmente. Sería incoherente enaltecer los valores morales y espirituales por un lado, y ser indiferentes a esta problemática por el otro.
Para el espírita sensato y humanista, en concordancia con Kardec, los problemas sociales son provocados por los hombres, y corresponde a los hombres el deber de corregirlos.
Es un librepensador. Una de las cosas más gratificantes en la vida, es la posibilidad de sentir la libertad de pensar, y más aún, en compañía de una doctrina que estimula el ejercicio de ese valor. El espiritista librepensador, no se sujeta a determinismos ideológicos, ni se esclaviza a dogmas que, en vez de liberar al hombre de sus imperfecciones, lo ata y limita en su proceso de crecimiento espiritual. La libertad da la posibilidad de descubrir los tesoros del conocimiento e impulsa al espíritu hacia una evolución consciente.
Posee una visión laica. Por naturaleza, el espiritismo es laico. No se requiere de dogmas, rituales, ni ceremonias para comprender las profundidades de la espiritualidad. Si su pensamiento se extiende a todo el que desee conocerlo no tiene sesgo hacia ninguna religión. Para muchas personas es difícil separar lo espiritual de lo religioso, piensan que sin religión no hay espiritualidad, pero un ejemplo claro es la filosofía espírita que no necesita de formas exteriores ni de simbol ismos para llegar a la conciencia y a la concepción cósmica de Dios.
León Denis, continuador de Allan Kardec, con la belleza literaria que le caracteriza escribe: “El Espiritismo no dogmatiza; no es una secta ni una ortodoxia. Es una filosofía viva, patente en todos los espíritus libres y que progresa por evolución. No hace imposiciones de orden alguno; propone, y lo que propone se apoya en casos de experiencia y pruebas morales…”
Por Daniel Torres – Guatemala- Colaboraciones Zona Espírita
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LO POSIBLE ACONTECE
¿ Existen los Espíritus?, ¿Y la reencarnación?. Para algunos científicos si. Son investigadores serios, de todo el mundo, que buscan pruebas de la existencia del alma, y ya consiguieron sorprendentes.
(Texto de Pablo Nogueira y Carol- Proyecto Renata Steffen (Revista Super Interesante, de Sao Paulo-Brasil. edic 296)
¿SABE USTED CÓMO ES SENTIRSE MUERTO?
Bastante gente lo sabe: los millares de personas que pasaron por un paro cardiaco y fueron resucitadas poco después. Lo intrigante de esto es que buena parte regresa con alguna historia para contar: mientras el corazón estaba parado, ellas se vieron fuera del cuerpo. Observaron tranquilamente el quirófano, mientras los médicos intentaban traerlas de nuevo a la vida.
Para algunos científicos esto es una evidencia seria de que la mente, conciencia, es una entidad que no depende del cuerpo, del cerebro, para existir. Que aquello que las religiones llaman "alma", es mucho más que una cuestión de fe, es una realidad científica. Hay varios brasileños, entre esos investigadores. Incluso en la Universidad de Sao Paulo, que es la mayor del país. Vamos a conocer una parte del trabajo de ellos.
Abadiana, interior del Estado de Goiás. Las escenas insólitas se suceden: Juan de Dios, un autodenominado " médium de curaciones", introducía una pinza del tamaño de una tijera grande, por dentro del canal de la nariz de un hombre; hacía una incisión con un bisturí en el vientre de otro y pasaba objetos cortantes sobre los ojos de dos personas. Todo sin anestesia.
Sabemos que eso no es una novedad para usted ni para nadie. Lo más sorprendente allí, era un texto fijado en la pared. Era un artículo científico, titulado: "Cirugía espiritual: Una investigación". Entre sus autores, estaban algunos miembros de la Facultad de Medicina de la Universidad Federal de Juiz de Fora y de la Universidad de Sao Paulo. Ellos habían acompañado algunas cirugías espirituales y evaluado a los pacientes. Los académicos concluyeron que las intervenciones y cortes no eran trucos de ilusionismo. Incluso, lo que llamaba la atención era la propuesta de los científicos. Ellos defendían la necesidad de realizar más investigaciones sobre "el mundo espiritual". Eran médicos y psicólogos usando la ciencia para estudiar algo que siempre había sido clasificado bajo el lema: "Que lo crea quien quiera".
Buena parte de esta vertiente científica surgió en el Departamento de Psiquiatría de la USP. Allí fue fundado en 1999, el Programa de Salud, Espiritualidad y Religiosidad (PROSER), que se dedica justamente a examinar los efectos de la religión en la salud de las personas, como en el caso de las cirugías mediúmnicas. El jefe del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Sao Paulo, Eurípides Miguel, explica el trabajo: "La Medicina se está moviendo de un eje (que tenía como meta combatir la enfermedad), hacia otro (que privilegia la promoción de salud), dice. Estamos interesados en cualquier método que pueda ayudar a las personas, aun cuando huya de nuestros patrones".
Pero este asunto, va mucho más allá de eso. Una de las investigaciones del PROSER fue la de Federico León. Él buscó medir los efectos de las sesiones mediúmnicas sobre los internos de una institución espírita en donde trabajaba como psiquiatra. El lugar acogía a personas con retardo mental, y semanalmente, voluntarios espíritas realizaban sesiones mediúmnicas. En ellas, los médiums decían incorporar la conciencia de los pacientes (aunque estos continuasen vivos y albergados en otras dependencias).
"Encarnada" en el médium, el "alma" del paciente hablaría por la boca de él, exteriorizando sus problemas emocionales. Y la cosa funcionaría como una especie de terapia. Para la mayoría de los científicos, una cosa de esas sonaría como un espectáculo circense, una farsa, pero no para León; el quiso saber si aquello daría resultados. Entonces sometió a los internos a una evaluación de su estado general. León observó 58 supuestas comunicaciones durante las sesiones mediúmnicas por seis meses, y llegó a una conclusión nada convencional: el 55% de los pacientes que habían pasado por la terapia espírita, presentaron alguna mejoría en su estado mental después del tratamiento, contra un 15% de los que no lo habían pasado.
Está claro que se trata de una evaluación subjetiva, que toma en cuenta las deducciones del investigador, que no pueden ser medidas por aparatos. Otro médico podría tener otra opinión, pero de hecho se trataba de una investigación científica, tanto que fue publicada en la propia "Revista del Instituto de Psiquiatría de la USP, la más acreditada de su género en el país. Desde 2008, León es médico en el Instituto de Psiquiatría de la USP y actual coordinador del PROSER.
No obstante, para los críticos, el hecho de que pesquisas como estas hayan sido aceptadas por una revista científica de la Universidad no certifica nada. "Incluso las mejores publicaciones dejan pasar estudios de dudosa calidad",-dice el matemático y psicólogo André Luzardo, presidente de la Sociedad Racionalista de la USP, una organización que defiende el escepticismo. Otro nombre relevante en la ciencia de la espiritualidad es el psiquiatra Alexander Almeida. Él fue uno de los autores del estudio de la cirugía de Juan de Dios, y hoy trabaja en la Universidad Federal de Juiz de Fora, coordinando el Nupes ( Núcleo de Pesquisas sobre Espiritualidad y Salud), donde sigue desarrollando sus investigaciones. Por cierto, una de ellas junto a una estrella de la ciencia del Más Allá, el inglés Sam Parnia, que estudia las "experiencias de casi muerte", ECM, en la jerga de los científicos.
( Continuará)
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Para el diccionario, la definición de fe, es la convicción y creencia firme e incondicional, ajena a argumentos de la razón. Todavía, concebimos como una especie de fuerza intrínseca, una certeza racional, sin embargo, instintiva en Bondad de Dios. La práctica de las lecciones espíritas, a través de una fe racional, desempeña una función relevante, en la terapia de las muchas patologías que nos atormentan, principalmente, por descubrir el medicina del alma con bases en el amor.
La mayoría de las personas inquietas piden alivio apresuradamente, como si la consolación real fuese obra de la imprevisión, para imponerse de fuera para dentro. Allan Kardec afirmó, en “El Evangelio Según el Espiritismo”, que “La Fe inalterable, solo es la que puede encarar a la razón, cara a cara, en todas las épocas de la Humanidad”.
Por tanto, es importante que se establezcan las relaciones entre la fe y la razón, pues forman parte del contexto espirita. Con todo, sin tender para las consideraciones de orden filosófico, conviene reflejar, concretamente, que no todos los espiritas, comprenden la dimensión del concepto de fe razonada, hay los más extraños puntos de vista de la “fe” en las terapias “doctrinarias” propuestas en muchos Centros Espiritas.
Kardec nos enseña, que la fe razonada es aquella que permanece en constante contacto con la razón (el buen sentido), esto es, busca, siempre, un encuentro con la transcendencia, argumenta y cuestiona. Motivo por el cual la fe espirita ha de ser una fe en constante reciclaje, una fe siempre renovada, siempre re (construida), más, ciertamente, sin que exceda sus límites. Caso contrario, sucumbirá, en una especie de fe ciega, “(in) inteligente”: la que se contenta con, apenas, descubrir placebos, para “tratamientos espirituales” que en nada ayudan.
La fe, apoyada en la razón, es indispensable para que registremos el socorro del que necesitamos. Más, no nos reportaremos al fanatismo religioso o a la ceguera de la ignorancia, sin embargo, si, a la actitud de seguridad intima, sensatez con reverencia y sumisión, ante las Leyes de Dios, en cuya sabiduría y amor procuramos respaldo.
Nada tenemos contra las propuestas terapéuticas en las Casa Espiritas, para aliviar las molestias del cuerpo y del espíritu. Más no podemos olvidar que, por mucho tiempo, aun, no podremos prescindir de la contribución del clínico, del cirujano y del farmacéutico, misioneros, de la salud colectiva. Indudablemente, es en el alma donde reside la fuente primaria, de todos los recursos medicamentosos definitivos. La asistencia farmacéutica del mundo no puede remover las causas transcendentes del carácter mórbido de los individuos. El remedio eficaz está en la acción de propio espíritu enfermizo, movido por la fe racional. Hasta porque, nada, ni nadie, conseguirán eliminar efectos, cuando las causas permanecen.
Una fe espirita legitima nos demuestra que las amarguras, resentimientos, irritaciones, celos, cólera, desesperación, crueldad e intemperancia, crean zonas mórbidas de naturaleza particular en el cuerpo físico, imponiendo a las células las desarmonías por las cuales se anulan casi todos los recursos de defensa, abriéndose campo fértil, para el cultivo de microorganismos patogénicos, en los órganos menos inmunes. De esa forma, atormentan el pensamiento, proporcionando lesiones mentales (espirituales), verdaderas matrices de dolencias, que desembocan en el cuerpo físico. Por otro lado, el ejercicio del amor encierra la filosofía del ideal superior y nos da la visión correcta de una vida, en constante mejoramiento espiritual.
Conquistar la fe es alcanzar la posibilidad de no decir más: “yo creo”, sino afirmar: “Yo sé”, con el respaldo de la razón, tocado por la luz del sentimiento. Esa fe, que es fuerza y vitalidad, no se paraliza bajo cualquier pretexto o circunstancia de la vida y bien comprendida y asimilada, se intensifica ante del dolor, contribuyendo para que soportemos cualquier desafío existencial.
La fe es el resultado de nuestro conocimiento interior. Cuanto mayor fuera nuestra identidad con la fe, más fuerte aparecerá en nuestras vidas la felicidad. La edificación de la paz interior con la luz divina, exige trabajo constante y sereno. No será tan solamente al precio de promesas verbales que erguiremos los templos de la fe razonada.
Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta
¡Educación, camino a la libertad!
La doctrina espírita nos ilumina a través de las numerosas lecciones contenidas en la Codificación del Espiritismo, que la educación es la solución a casi todos nuestros problemas actuales. Por eso mismo, el “Espíritu de la Verdad” , en un mensaje constante del Capítulo VI de la ESE, ítem 5 , nos enseña: (…) ¡Espiritistas! amaos a vosotros mismos, esta es la primera enseñanza; Te instruyo, este es el segundo ".
“El Espiritismo llega, en el tiempo predicho, para cumplir la promesa de Cristo: el Espíritu de la Verdad preside su advenimiento. Llama a los hombres a observar la ley; enseña todas las cosas entendiendo lo que Jesús dijo solo en parábolas. Cristo advirtió: "Escuchen a los que tienen oídos para oír". El Espiritismo viene a abrir los ojos y los oídos, porque habla sin figuras ni alegorías; levanta el velo intencionalmente arrojado sobre ciertos misterios. Finalmente, viene a traer consuelo supremo a los desheredados de la Tierra y a todos los que sufren, atribuyendo una causa justa y un final útil a todos los dolores.
Dijo el Cristo: "Bienaventurados los afligidos, porque ellos recibirán consolación". Pero, ¿cómo puede alguien sentirse consolado por sufrir si no sabe por qué sufre? El Espiritismo muestra la causa del sufrimiento en existencias anteriores y en el destino de la Tierra, donde el hombre expía su pasado. Muestra el propósito del sufrimiento, señalándolo como crisis saludables que producen sanación y como un medio de purificación que garantiza la felicidad en existencias futuras. El hombre comprende que merecía sufrir y piensa que el sufrimiento es justo. Sabe que esto le ayuda con el adelanto y lo acepta sin murmurar, así como el trabajador acepta el trabajo que le garantizará su salario. El espiritismo le da una fe inquebrantable en el futuro y la duda punzante ya no se apodera de su alma. Dándote ver las cosas desde arriba
Así, el Espiritismo cumple lo que Jesús dijo del Consolador prometido: conocimiento de las cosas, haciendo saber al hombre de dónde viene, hacia dónde va y por qué está en la Tierra; atrae a los verdaderos principios de la ley de Dios y consuela con la fe y la esperanza ”.²
Es, a través del conocimiento, que el hombre adquiere a través del estudio al que se dedica, capacitándose para comprender mejor el sentido correcto de hacer el bien para sí mismo y para el prójimo, actuando siempre con equilibrio y confianza, por tanto, el desarrollo de su libertad. voluntad, acompaña la de su inteligencia.
Allan Kardec, en el Libro de los Espíritus, hizo algunas preguntas sobre este tema, a los Inmortales de la Vida Mayor, para nuestra mejor comprensión.
“El hombre se desarrolla por sí solo, naturalmente. Pero, no todo el mundo progresa de forma simultánea y de la misma forma. Es entonces cuando los más avanzados ayudan al progreso de los demás, a través del contacto social ”.
"Se sigue de esto, pero no siempre se sigue de inmediato".
“Haciendo comprensibles el bien y el mal. El hombre, desde entonces, tiene una opción.
El desarrollo del libre albedrío acompaña al de la inteligencia y aumenta la responsabilidad por los actos ”. 3
De las respuestas obtenidas por Allan Kardec, fácilmente podemos deducir que la educación es de vital importancia para nosotros los seres humanos en la actual etapa de progreso en la que nos encontramos para la necesaria expansión de nuestro conocimiento intelectual, que nos ayudará a comprender tantos cosas que, para bien, escapan al correcto entendimiento.
Nuestra inversión en educación evitará que sigamos engañándonos pensando que somos invencibles, superiores, diferentes o mejores que nuestros hermanos en la humanidad, permitiéndonos reconocernos como criaturas frágiles e imperfectas, especialmente en relación con el cuerpo físico.
Cuando abusamos de las limitaciones a las que estamos sometidos por las Leyes de nuestra organización física, despertamos tras los placeres mentirosos de la ilusión, en un gran sufrimiento causado por el incumplimiento de estos límites.
El sufrimiento que nos aflige hoy es el resultado de una educación incorrecta de antaño, de una convivencia social malsana y de las decisiones equivocadas que lamentablemente hicimos. No más buscar las satisfacciones inmediatas de los placeres arriesgados, lo vulgar, lo promiscuo, el poder transitorio, la riqueza, la fuerza, con la que hemos guiado nuestra vida hasta ahora, porque, tarde o temprano, debido a su alta contaminación cargan tóxicos. , producirá un sufrimiento físico y mental duradero.
Solo la educación, basada en dignos valores éticos y morales, para estimular la conciencia del deber debidamente cumplido, de la responsabilidad del individuo para con sí mismo, con el prójimo y con la vida, le proporcionará salud emocional y el indispensable despertar a las virtudes del hombre. Espíritu, facilitando un tránsito digno y exitoso a través de la bendición de la existencia física.
Francisco Rebouças
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¿La mediumnidad podría ser un fraude?
“Porque surgirán falsos cristos y falsos profetas y harán tan grandes milagros y prodigios que, si fuera posible, engañarían hasta a los elegidos”
- Evangelio de Mateo cap. 24 ,vers. 24 –
La historia de la mediumnidad, como tantas
otras cosas, siempre se ha visto empañada por posibles fraudes y engaños, tal
como ha sido notorio en la historia de la Parapsicología y del Espiritismo. No
obstante en los fenómenos que la Parapsicología define como Paranormales, y que
están causados por Seres inteligentes
fuera del psiquismo del médium o de cualquier persona de las presentes en el
lugar en donde la mediumnidad se manifiesta,
tras su observación y estudio se
puede garantizar la autenticidad, en
principio solamente por el hecho de que
suele ser protagonizada por personas
sencillas, sin ningún interés por la notoriedad
o por el lucro. Más bien por el
contrario, a la persona protagonista de este fenómeno, su facultad no le suele resultar
siempre muy deseable, y a veces suele
presentarse como un problema y
una carga en sus vidas. El desinterés por ostentarla, en todo sentido, ya es de
por si una garantía de autenticidad.
Como
al comienzo señalaba, han habido y hay a veces fraudes tal como señaló el
propio Allan Kardec, Codificador de la filosofía Espírita, y estos falsos médiums, no solamente lo son a
veces por dinero, sino que también a veces fingen el trance y la comunicación mediúmnica por
motivos de notoriedad, vanidad, etc.
Esta actitud deplorable e irresponsable, antes o después les pasará
factura y tendrán que comprender su
error, cosa que normalmente les acontece cuando ya están ellos a su vez
desencarnados.
La
misión de la mediumnidad es la de iluminar y ayudar a la Humanidad,
desmitificando los llamados fenómenos sobrenaturales o milagrosos, y trayendo
informaciones preciosas desde el Mundo Espiritual, que han llevado a los
hombres a promover el progreso de los pueblos.
Los médiums que se dedican al trabajo de
intermediarios fieles de los Espíritus nobles, hacen de la mediumnidad algo sublime, dándole un
carácter de seriedad, credibilidad y aceptación, mientras que los que por
ignorancia son animados por intereses mezquinos, antes o después transforman su
tarifa mediúmnica en motivo de
incredulidad, mofa y fraude.
El
que alguna vez hayan habido fraudes en este tema, no significa en absoluto que
se pueda generalizar como la única
explicación para todos los casos del
hecho mediúmnico. Los casos de fraudes que han habido y aun los que suceden en
ocasiones, son puntuales y no invalidan en ningún modo los numerosos casos auténticos de manifestación
mediúmnica que han pasado a la historia
porque, o bien el investigador de los mismos, o el médium que los protagonizó,
adquirieron celebridad, aun sin proponérselo, por la calidad y seriedad de sus actuaciones y trabajos.
La mediumnidad ha sido investigada y
confirmada tantas veces a lo largo de la historia, que ya no queda ninguna duda
de su realidad. Por citar un
ejemplo, entre los muchos investigadores
serios de las manifestaciones mediúmnicas que
han pasado a la historia podríamos
mencionar a Sir Williams Crookes,
Allan Kardec etc, como científicos
investigadores, estudiosos del tema, totalmente fiables, y a Eusapia
Palladino, Leonore Pipper, Chico Xavier, etc, entre los muchos casos de
mediums célebres por sus manifestaciones mediúmnicas abundantes, investigadas, comprobadas y
legítimas.
Cuando se ha sido alguna vez
testigo de las manifestaciones soprendentes de alguno de estos fenómenos mediúmnicos, particularmente cuando
se trata de una mediumnidad incipiente o en desarrollo, lo que más impresiona
es el tremendo esfuerzo psíquico y hasta físico del
médium que suele terminar con sus fuerzas
físicas agotadas, el semblante de la cara demudado y la frente sudorosa;
o cuando alguna vez se ha presenciado el
angustioso drama del Ser comunicante, recién desencarnado, que se encuentra perturbado,
todavía en tinieblas y perdido, manifiestando su angustia o su miedo; esta
experiencia, cuando se presencia por
vez primera resulta tremenda e
impactante, y normalmente al observador
presente cuando lo analiza, se le disipa cualquier duda
sobre posible fingimiento y no solo por la falta de interés personal
del médium por protagonizarlo, sino
porque además hubiesen acreditado al
actuar de esa manera , que son unos excelentes actores merecedores de ganar
un gran premio de interpretación,
actuando con un impresionante guión improvisado por ellos
mismos en un espectacular alarde de
imaginación.
Otro indicio que aleja la
posibilidad del fraude, es cuando se observa que el médium tiene el temor de
que lo que protagoniza deje de ser un fenómeno íntimo que no pase desapercibido
popularmente, no pudiendo vivir tranquilamente en el anonimato como cualquier otra persona.
Es también de resaltar que la
personalidad de la Entidad que se manifiesta, a menudo nada tiene que ver
con la del médium
ni con nadie de los presentes en el
escenario de la manifestación,
por eso el uso de la razón y el estudio
y análisis constantes, son la forma
segura de conducirse ante las informaciones recibidas o ante los fenómenos
presenciados.
Una forma de manifestación mediúmnica impresionante que acredita la total autenticidad
del fenómeno, es cuando durante la
práctica de la llamada Psicografía o
comunicación mediante la escritura, esta se produce en una “correspondencia cruzada”; esto es,
mediante una combinación fragmentada de un comunicado mediúmnico escrito, por
dos o más médiums o sujetos, inconexos entre ellos, en lugares distintos y de
forma simultánea ; o cuando en este tipo de facultad, el médium que se encuentra comunicando mediante
escritura automática, lo hace con ambas manos a la vez, escribiendo con cada
una mensajes diferentes.
Y para finalizar, ¿qué decir cuando lo
que se manifiesta es la personalidad de un Ser conocido e identificado por alguno de los presentes, pero desconocido
por el médium, y que además esa persona
que lo conocía, ignoraba hasta
ese momento, que este hubiese fallecido
y que además concuerda la descripción hecha por
algún médium vidente presente,
sobre su apariencia “física”?;...... ¿Y
si aún encima, el comunicado del “más
allá” aporta datos íntimos de algún detalle desconocido para los presentes y que después se puede confirmar?...
Alguna vez
el prestigio y seriedad de la
mediumnidad ha quedado dañado
cuando solo es un simulacro, una falsa
pantomima fraudulenta, pero como ya se
ha dicho, esto siempre tiene alguna motivación humana: dinero, notoriedad,
fama, etc; sin embargo cuando es
auténtica supone a veces una
carga pesada o una prueba
dura o desagradable para el
médium y su familia; en todo caso cuando se afronta rectamente, siempre constituye
la prueba evidente e irrefutable
de la realidad existencial después de la muerte.
- Jose Luis Martín-
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