viernes, 14 de febrero de 2020

Regreso de la frontera de la muerte


    INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Espiritismo, Ciencia y Religión
2.- El Periespíritu
3.- Por qué y cómo cambiar nuestros hábitos
4.- Problemas y reencarnación
5.- Regreso de la frontera de la muerte.






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    ESPIRITISMO, CIENCIA Y RELIGION

        El Espiritismo, siendo una doctrina abierta y progresiva, nos da las claves necesarias para llegar a ver un día reconciliadas a la Ciencia y a las religiones en su esencia fundamental, cual son las enseñanzas  morales, que tienen por objetivo esencial desarrollar el espíritu de las sociedades humanas, siguiendo las enseñanzas y ejemplos del Maestro Jesús en el caso de las llamadas religiones cristianas.  Y es que el Espiritismo, nada teme de los avances demostrados por la Ciencia, ni a los conceptos o dogmas sostenidos por las religiones, porque el Espiritismo, siempre está abierto a admitir lo que Ciencia y Filosofía puedan demostrar, y no teme a las verdades de las religiones, cuando su fe está dispuesto a mantenerla  afrontando cara a cara la razón, en todas las épocas de la humanidad, tal como afirmó Kardec.
  Con mi más profundo respeto hacia todas las personas religiosas, lo sean de la confesión  que sean, he mencionado aquí a las religiones cristianas, porque las enseñanzas del Maestro Jesús de Nazaret - el Cristo de nuestro planeta-, contienen cuantos principios éticos y morales se puedan encontrar en todas las demás religiones  llamadas “no cristianas”.
   Estos principios e implantaciones morales  cristianas son en tantísimos casos , sentimientos que han llegado a formar parte de nuestra personalidad y nuestra forma común de pensar y sentir, y por eso, constituyen, no una religión humana más, sino el sentimiento religioso  natural, profundo e innato que forma parte de la personalidad  humana en general, al aceptar en su corazón una fe religiosa y unos principios éticos y morales, que no se deben oponer a la razón ni a la Ciencia, porque los fundamentos de origen del Espiritismo se han obtenido con el carácter y el método de una  verdadera Ciencia.
    Me refiero a lo que se conoce como “Espiritismo Cristiano”, porque aun un sector del Espiritismo llamado “laico”, defiende y asume la moral cristiana.       
     El Espiritismo defiende, como ya he explicado, los principios religiosos de otras religiones, porque en esencia todas contienen los principios morales  cristianos.   
    Cuando el Espiritismo se extienda y se generalice más por la Tierra, lo que de hecho está ya sucediendo porque así está planificado desde  el Mundo Espiritual,  y  este sea popularizado y aceptado como el sentir religioso natural y universal de todos los seres humanos, acabará   siendo admitido  y aceptado  por la Ciencia , todavía  de carácter materialista, pues ésta , con sus investigaciones y avances irá confirmando muchas de las cuestiones que se plasmaron- hace ya más de dos siglos-,en la Codificación Espírita, y así se podrá comprobar  que Ciencia y Espiritualidad, son ambas vertientes de la Verdad Una y siendo ambas verdades, no se podrán contradecir, sino sustentarse mutuamente.
        A las religiones cristianas, con la orientación espírita, les supondrá tener un extraordinario enriquecimiento doctrinario, pues habrán adoptado las verdades espíritas, soltando de paso el lastre de tantos siglos cargados de dogmas y liturgias irracionales, y de paso este puede ser el lazo que las vuelva a reunir como una sola. 
       Esa situación conllevará una profunda transformación moral y social del ser humano que por primera vez en su historia en este planeta, comenzará a sentirse como parte de un todo, como  miembro de una gran familia  humana  que se agrupa entre los encarnados y los desencarnados. De este  modo,  de cara al futuro nada tendremos que temer en cuanto a nuestros conceptos religiosos, de las verdades que el avance de las Ciencias confirmen, porque dar la espalda o rechazar estas verdades una vez comprobadas, supondría volver a caer en la sinrazón y el dogmatismo irracional que ha sido causa de la barrera hasta hoy existente entre Ciencia y Religión, que no han sabido caminar juntas unidas en busca de  la Verdad y del progreso espiritual y humano.
      Esta pretensión de monopolizar la verdad por parte de la Ciencia como de las religiones, ha sido la barrera que ha mantenido y aún mantiene separado lo que debería  haber estado unido y complementados, como  dos aspectos fundamentales  de la Verdad Una, confirmados dentro de  una Filosofía racional y lógica.
       Así con el desarrollo de la Ciencia y del Espiritismo, los conceptos científicos, avalados por la Filosofía racional y el aspecto Moral o religioso que se desprende de la citada filosofía, vendrán a ser los tres pilares  sobre los  que se apoyará la Religión Universal, pues la Verdad auténtica, jamás podrá desmentir a la Verdad auténtica, y esta, antes o después, siempre termina por triunfar sobre cualquier sombra del error y de la mentira.


-        Jose Luis Martín-

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                      EL PERIESPÍRITU 


   Los espíritus, según hemos dicho tienen su cuerpo fluídico al que se da el nombre de «periespíritu». 
   Su substancia es tomada en el fluido universal o cósmico que lo forma y alimenta, como el aire forma y alimenta el cuerpo material del hombre. 
    El periespíritu es más o menos etéreo según los mundos y el grado de depuración del espíritu. En los mundos y en los espíritus inferiores, su naturaleza es más primitiva y se acerca mucho a la materia bruta. 
     En la encarnación, el espíritu conserva su periespíritu, que es el órgano transmisión de todas las sanciones. Para las que vienen del exterior puede decirse que el cuerpo recibe la impresión, el periespíritu la transmite, y el espíritu, el ser sensible e inteligente, la siente. Cuando el acto parte de la iniciativa del espíritu, puede decirse que éste quiere, el periespíritu transmite, y el cuerpo ejecuta. 
    El espíritu no está encerrado en los límites del cuerpo como en una caja. Por su naturaleza fluídica es expansible; irradia al exterior y forma alrededor del cuerpo una especie de atmósfera, que el pensamiento y la fuerza de voluntad pueden extender más o menos. De aquí se sigue que personas que no están en contacto corporal, pueden estarlo por medio del periespíritu y transmitirse, aun a pesar suyo, las impresiones y a veces hasta la intuición de sus pensamientos. 
    Siendo el periespíritu uno de los elementos constitutivos del hombre, desempeña un papel importante en todos los fenómenos psicológicos, y hasta cierto punto en los fisiológicos y patológicos. Cuando las ciencias médicas tomen en consideración la influencia del elemento espiritual en la economía, habrán dado un gran paso y nuevos horizontes se abrirán ante ellas; muchas causas de las enfermedades serán explicadas entonces y se encontrarán poderosos medios de combatirlas. 
     Por medio del periespíritu obran los espíritus en la materia inerte y producen los diferentes fenómenos de las manifestaciones. Su naturaleza etérea no podría ser obstáculo para ello, puesto que se sabe que los más poderosos motores se hallan en los fluidos más ratificados y en los imponderables. No hay, pues, que maravillarse de ver que con ayuda de semejante palanca, los espíritus producen ciertos efectos físicos, tales como golpes y ruidos de toda clase; elevación, transporte y lanzamiento de objetos en el espacio, etc. Para explicarse esto, ninguna necesidad hay de acudir a lo maravilloso o a los efectos sobrenaturales. Obrando los espíritus en la materia, pueden manifestarse de muchas maneras diferentes; por medio de efectos físicos, tales como los ruidos y movimientos de objetos; por la transmisión del pensamiento, por la vista, el oído, la palabra, el tacto, la escritura, el dibujo, la música, etc., en una palabra, por todos los medios que pueden servir para ponerle en relación con los hombres. 
     Las manifestaciones de los espíritus pueden ser espontáneas o provocadas. Las primeras tienen lugar inopinadamente y de improviso; con frecuencia se producen en las personas más extrañas a las ideas espiritistas. En ciertos casos y bajo la acción de ciertas circunstancias las manifestaciones pueden ser provocadas por la voluntad bajo la influencia de las personas dotadas al efecto de facultades especiales. Las manifestaciones espontáneas han tenido lugar en todas las épocas y países. Sin duda alguna que el medio de provocarlas era también conocido en la antigüedad, pero constituía el privilegio de ciertas castas que no lo revelaban más que a escasos iniciados bajo rigurosas condiciones, ocultándolo al vulgo a fin de dominarlo con el prestigio de una fuerza oculta. Se ha perpetuado, empero, a través de las edades, hasta nosotros, en algunos individuos; pero desfigurado casi siempre por la superstición o confundido con las prácticas ridículas de la magia, lo que había contribuido a desacreditarlo. Hasta entonces, no habían pasado de ser gérmenes plantados aquí o allá. La Providencia había reservado a nuestra época el conocimiento completo y la vulgarización de esos fenómenos, para purificarlos de la mala liga y hacerlos servir en pro del mejoramiento de la humanidad, en disposición hoy de comprenderlos y deducir sus consecuencias.

- Allan Kardec

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POR QUÉ Y CÓMO CAMBIAR  NUESTROS HÁBITOS



     Aunque no nos lo parezca, somos personas muy condicionadas por el qué dirán, la educación, la familia y los distintos estamentos sociales, pero nuestros mayores condicionantes vienen definidos por lo que hemos experimentado y vivido en nuestro pasado. Y es por ello que vamos a dirigir la atención hacia nuestros propios actos para comprender qué son los hábitos de nuestro comportamiento, cómo nos afectan y la forma de cambiarlos para beneficiarnos de ellos.

     Es normal que, en determinados periodos de tiempo, nos dominen más esos condicionantes de nuestro pasado que las decisiones de cambio que hemos tomado con determinación e ilusión para mejorar algún aspecto, ya que tienen más fuerza que nuestras intenciones. Modificar o eliminar alguno de nuestros hábitos conlleva más dificultades de las que imaginamos en un principio, pero vamos a analizar por qué sucede esto, con la intención de comprenderlo mejor y utilizarlo en un sentido positivo.
     A pesar de las dificultades nunca debemos desanimarnos, porque esta sensación no ayuda en nada y es bastante perjudicial. Aunque no lo parezca se van consiguiendo avances, y siempre hay que seguir con la ilusión de alcanzar nuestros objetivos, manteniendo la comprensión y la consciencia de aquellos actos que deseamos modificar. Todo logro requiere esfuerzo y tiempo, pero nosotros estamos decididos e ilusionados en mejorar esos aspectos que pongan paz y satisfacción en nuestros días.

¿Qué es un hábito adquirido? 
      Los pensamientos, sentimientos y deseos diarios crean nuestra conducta, y esta se ve fortalecida y alimentada por los mismos. A medida que vamos viviendo diversas experiencias hay actos que se repiten sucesivamente. Esta repetición sostenida en el tiempo de algo concreto termina creando esos hábitos de los que hablamos. Estos pueden ser útiles y positivos o muy perjudiciales para nosotros, porque son determinantes en el desarrollo de nuestra vida y, por ende, en los resultados que podamos obtener.
     Es normal que de vez en cuando tome un café, pero si todos los días al levantarme voy derecho a consumirlo habré creado una costumbre, de tal modo que lo primero que me pide el cuerpo es ese café. Esa acción reiterada muchas veces termina creándome una necesidad, de tal forma que si no lo tomo, la demanda por parte de mi deseo será más fuerte, impulsándome a hacerlo.

     De igual forma se crean los hábitos de nuestro comportamiento, que es en los que nos vamos a centrar porque son los que mayores consecuencias tienen en nuestra vida. Cuando se  lleva a cabo un mismo comportamiento una y otra vez, hasta convertirlo en rutinario, se termina asentando en nuestra personalidad de tal forma que creamos un patrón de conducta. Se denomina así, ya que terminamos pensando, sintiendo o actuando de forma inconsciente porque se han introducido tanto en nuestra forma de hacer que pasa a formar parte de nosotros mismos. Es por ello que nuestro pasado nos condiciona muchísimo, porque esas actitudes supeditan nuestra forma de pensar y sentir actuales. 
Soy el resultado en cantidad y en calidad de lo que ejercito.

¿Por qué cambiar los patrones de conducta?
     Como hemos visto, al ejecutarse de forma automática tienen gran fuerza e incidencia sobre nuestro proceder. Por un lado, tenemos la parte positiva en todos aquellos que nos benefician, y por otro, la negativa en aquellos que nos perjudican. Por tanto, se trata de cambiar aquellos que nos están lastimando o están dificultando de alguna forma la consecución de nuestros mejores logros. Nuestro desarrollo personal depende de que seamos capaces de conseguirlo o no.

     Si somos unas personas pesimistas, todo lo que nos sucede será visto con ese pesimismo. Cualquier acontecimiento pone en marcha los pensamientos que argumentan lo negativo que es lo sucedido, y se pone en marcha esa conversación mental que baja nuestra vibración emocional, haciendo que pensamiento y sentimiento estén en esa continua sintonía que solo vislumbra la parte triste y apesadumbrada de lo ocurrido. ¿Es conveniente cambiar este patrón de pesimismo? Más bien debemos decir que es necesario para disfrutar de una vida más sana, mental y emocionalmente.
     Con las connotaciones derivadas y definidas de cada comportamiento determinado, esto mismo le ocurre a la persona que ha creado el hábito de la comodidad. Cada vez que tiene que realizar un esfuerzo automáticamente surgen las justificaciones mentales para no hacerlo, los síntomas de falta de energía y el deseo de mantenerse en su acomodamiento. No hay dudas de que esta forma de hacer crea numerosas dificultades y problemas en la vida de la persona, por cuestiones obvias. ¿Necesita ir modificando este patrón de conducta para ir disminuyendo su comodidad y con ello sus dificultades? Sin lugar a dudas.

     Nuestro objetivo es incorporar nuevos hábitos en nuestra rutina diaria que sean más saludables, tratando de eliminar aquellos otros que perjudican nuestra salud y bienestar, lo que no nos gusta, lo que nos crea insatisfacción o nos es perjudicial. No es que sea posible cambiarlos, que lo es, sino que vamos a vivir momentos en los que va a resultar necesario. Si lo conseguimos nuestra vida dará un giro espectacular, aportándonos estados de paz y satisfacción hasta ahora desconocidos.

¿Por qué cuesta tanto cambiarlos?
     No es fácil cambiar los patrones de conducta porque son hábitos, actitudes y deseos que hemos venido desarrollando durante largo tiempo, y nos hemos acostumbrado tanto a ellos que han quedado enraizados con tal fuerza que surgen de forma espontánea. No requieren ningún esfuerzo ni atención por nuestra parte, porque es una acción automática que se ejecuta cada vez que las circunstancias o el ambiente son propicios para su manifestación. Esto significa que, para cambiarlos, es necesario realizar un esfuerzo contrapuesto y de la misma dimensión que la conducta que queremos modificar.
     Este obstáculo choca con nuestra habitual huida ante el esfuerzo, sin darnos cuenta que lo que hoy es difícil mañana puede serlo más todavía. Cuanto más se repite una tendencia más se alimenta y más se afianza e nosotros.

     Otra de las dificultades añadida es la falta de consciencia o comprensión que tenemos ante las necesidades reales que tenemos de cambiar determinados comportamientos. ¿Cómo voy a dedicar tiempo y esfuerzo a hacer algo diferente a lo que estoy haciendo si doy por bueno todo lo que hago?

¿Cómo podemos conseguirlo?
     Para contrarrestar o cambiar una tendencia dañina o perjudicial debo cultivar su opuesta, repitiendo una y otra vez aquello que se le contrapone, para ir modificándola poco a poco. A la avaricia debo anteponer el altruismo, a la maldad la bondad, al odio el amor.
     En el ejemplo que hemos puesto de la persona pesimista, ¿cuál es su contrario? El optimismo. En este caso se trata de pensar de forma optimista y sentirlo al máximo. Cada vez que se tenga un pensamiento pesimista, se rechaza en seguida para tenerlo en sentido contrario. Pensar en el optimismo y sus beneficios, visualizarse como una persona alegre, animada, entusiasta, pensar cómo se sentiría viviendo así y disfrutando de ello y cómo cambiaría también la percepción de las personas con quien convive. Así estamos ejercitando el optimismo, y con la continua repetición de acciones encaminadas en esa dirección, el pesimismo se va debilitando (no lo estamos alimentando) y el optimismo se fortalece (lo estamos estimulando).
     
     Estos cambios requieren mayor atención y esfuerzo en sus inicios porque es cuando más resistencias vamos a encontrar. Todos los pasos encaminados en esa dirección son positivos, pero la continuidad es la clave para conseguirlo. No conviene olvidar que el pesimismo, al igual que cualquier otra cualidad, tendencia, etcétera, tiene distintos grados o niveles. En este caso, para contrarrestar el pesimismo con el optimismo es necesario llegar a esa misma profundidad o nivel en que está introducido en nuestra personalidad. Una pequeña tendencia hacia la ira está poco introducida en nuestra forma de ser, pero una actitud de ira continua se encuentra muy enraizada en el carácter de la persona, luego el esfuerzo de paz que se tiene que hacer en el primer caso será menor que en el segundo. Cuanto más marcado y acentuado sea ese patrón de conducta que queremos modificar o eliminar, más esfuerzo va a requerir porque va a oponer más resistencia hacia el cambio. Este aspecto lo vamos a ver con más detalle cuando hablemos de las capacidades del inconsciente.
      Cuando hablamos de hábitos de conducta fuertemente arraigados, entendiendo lo que estos suponen y representan, nuestro pensamiento suele ir dirigido hacia las experiencias de esta vida, remontándonos como mucho hasta nuestra niñez. Pero, como podremos comprender fácilmente, hay tendencias y comportamientos que tienen tanta fuerza sobre nosotros que son inexplicables sin aceptar y entender que se remontan mucho más allá de nuestro nacimiento, pues en una sola vida no ha habido tiempo, ni experiencias, ni reacciones suficientes como para dominarnos de tal forma. Sencillamente es imposible.
      Aquí es la reencarnación, las sucesivas vidas del alma humana, la clave a desentrañar porque es la única explicación capaz de poner luz a unos patrones de conducta tan enraizados que son capaces de dominar con tanta fuerza nuestros actos conscientes, especialmente cuando observamos conductas fuertemente afianzadas en los niños. Unos manifiestan una sensibilidad y dulzura extraordinarias junto a otros que expresan egoísmo y rencor. Ni la genética, porque no influye tanto en nuestro comportamiento como algunos creen, ni el ambiente o la educación, porque incluso dos gemelos que viven y experimentan el mismo ambiente y la misma educación, tienen comportamientos antagónicos a veces, son capaces de darnos unas respuestas razonables.
Antonio Gómez Sánchez Amor, Paz y Caridad

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          Problemas y reencarnación

  Cuántas veces no hemos oído hablar de la famosa palabra «problema» a lo largo de múltiples conversaciones con amigos, familiares o conocidos, aquella de la que hemos hecho prácticamente un tabú y a la que muchos les ocasiona incluso un intenso dolor de cabeza.
Desde un punto de vista etimológico, este famoso vocablo procede de la lengua griega y en su origen significa «lanzar hacia delante». Quizás, al principio, este término expresara algo así como un reto, una prueba a afrontar, concepción desde luego muy alejada de la connotación actual vinculada con las dificultades, los disgustos o las preocupaciones. ¡Cuántas veces hemos escuchado la típica frase «esa persona tan solo te traerá problemas» o «estás metido en un auténtico problema»! Tengo la impresión de que en estos casos, tanto el emisor como el receptor de las citadas expresiones, lo que desearían sería distanciarse de tan embarazosas coyunturas.
Vamos a distinguir claramente entre dos tipos de problemas. En primer lugar, tenemos aquellos que se derivan de la acción del libre albedrío. En estos casos, adoptamos disposiciones o emprendemos acciones que luego originan unos resultados. Si durante varias jornadas me entrego con intensidad al estudio de una determinada materia de la que luego debo examinarme, es muy probable que obtenga mejores calificaciones que si me dedico a holgazanear y dejo la tarea para la última noche previa al ejercicio. También si durante años, abuso de la ingesta de alcohol, es más que posible que a la larga, desarrolle una dependencia a esa sustancia con los resultados por todos conocidos. En estos lances, lo importante es determinar que las consecuencias obtenidas dependen directamente de la voluntad del sujeto, del uso de su libertad de elección. No cabe duda de que muchos de nuestros problemas actuales están generados por ese eslabón que vincula a unos actos con unos efectos.
En segundo lugar, se producen aquellos otros problemas que no dependen de la voluntad del individuo o que en su origen, no se generan por la toma de decisiones del sujeto en su actual existencia. Se trata de disposiciones que de alguna manera le vienen impuestas a la persona, sin que pueda ejercer un control directo sobre su aparición, atención, que no sobre su desarrollo. Es el caso de aquel que nace con la inteligencia de un genio, o de ese otro que conduciendo su automóvil con toda la prudencia del mundo, súbitamente recibe un golpe por detrás de otro vehículo que le deja en una silla de ruedas para siempre. También podríamos incluir en este apartado a la persona que nace en un país carente de recursos y que ve muy limitadas sus oportunidades de progreso en todos los sentidos, pero asimismo a ese otro que viene a la vida en medio de la abundancia material, gozando de multitud de ocasiones para evolucionar, bien por las condiciones favorables de su familia, grupo social de pertenencia o región en la que crece. Lo que distingue a este segundo grupo de problemas es que el individuo se topa con ellos, o dicho literalmente, se los “encuentra”. Otra cosa muy diferente, por supuesto, es lo que ese ser haga con esa clase de coyunturas, lo que pasaría automáticamente a englobarse dentro de la primera categoría que hemos visto.
Si el primer orden de “problemas” puede entenderse e incluso asumirse con relativa facilidad, porque se observa una línea argumental entre lo que plantamos y lo que recogemos, no ocurre lo mismo con el segundo tipo. Estos últimos son desde luego los que provocan en el sujeto un mayor grado de aflicción, una considerable incertidumbre y en muchos casos incluso rebeldía, ya que la falta de explicaciones a muchas de las cosas que nos ocurren en la vida incitan al ser humano a sublevarse frente a las “adversidades” de la existencia. Sabemos, por la ciencia de la psicología, que uno de los factores que más impotencia e irritación causan en los individuos es la falta de control sobre los acontecimientos.
Dicho esto y como estamos aquí para aportar certidumbres, guiémonos por el sentido común, que es uno de los rasgos más importantes que nos distingue como seres inteligentes. Cuando un agricultor obtiene una buena cosecha de tomates y trata de hallar una interpretación a lo acontecido, enlaza el hecho presente con sus actuaciones en el pasado (primer tipo de problemas) y que incluyen la selección de semillas a plantar, su cuidado y su seguimiento. Pero ¿qué sucede cuando por más que buscamos y buscamos, agotando todas las hipótesis, no logramos alcanzar ningún tipo de explicación válida a los sucesos que nos sobrevienen? Todos los fenómenos de la vida se rigen por la ley de causa y efecto, es decir, a cada acción le sigue una reacción o dicho de otra forma, no puede haber un efecto sin causa. Si por más que investigamos un hecho o resultado actual en nuestra biografía no podemos encontrar su causa en esta vida… en efecto, habrá que acudir a un pasado anterior a la existencia actual. No existe otra alternativa.
Así es, de forma que la lógica más pura que embarga mi mente me empuja literalmente a hablar de la reencarnación. Esta ya no es una cuestión tan desconocida o incluso rechazable como lo era hace decenios en nuestro entorno occidental. Los estudios y datos aportados por investigadores científicos tan afamados como los profesores Ian Stevenson, Michael Newton, Brian Weiss o José Luis Cabouli (entre otros) inciden claramente en que no todas las cosas que le suceden al ser humano (segundo tipo de problemas) pueden hallar su origen en esta corta vida. Es necesario remontarse algo más en el curso del río, quizá años, tal vez siglos, pero ha llegado el momento de entender por qué cierto tipo de coyunturas se “desploman” sobre nuestras cabezas cambiando radicalmente el curso de la existencia.
He aquí el misterio que aporta luz a tantos y tantos eventos que observamos por doquier. He aquí la solución a esa cadena de infinitos “porqués” que muchos de nosotros nos preguntamos ante sucesos aparentemente inexplicables que invaden nuestra realidad más cotidiana, a veces de forma cruel, otras de manera maravillosa. La ley de causa-efecto es universal y desde luego, no distingue entre esta vida y las pasadas. En otras palabras, lo que sembramos en su momento puede dar un fruto dulce o amargo mucho tiempo después. De este modo, deudas pasadas pueden esperar su cobro ahora mismo, lo mismo que un trabajo desarrollado hace mucho tiempo puede obtener sus frutos en la actualidad, aunque no tengamos conciencia de ello. Las consecuencias a las que nos enfrentamos en el presente pudieron tener su origen mucho tiempo atrás.
En mi caso, me siento mucho más tranquilo cuando alcanzo a explicar las cosas más importantes que han ocurrido en mi existencia por uno u otro motivo. Buena parte de ellas se vinculan a la primera categoría de problemas (no podemos eximirnos de las responsabilidades más recientes) pero había otras que por más que indagara no hallaba respuestas. Al admitir la posibilidad del fenómeno de la reencarnación, todo se aclaró, las nubes se disiparon y el cielo quedó despejado. Entonces, aunque al principio puse mis manos sobre mi frente porque me molestaba la luz, entendí… y de pronto me sentí más calmado.
Por todo ello, espero que cada lector también se vea invadido por esa serenidad que aporta el ir apartando con delicadeza los distintos velos que surgen en nuestro peregrinaje como seres en perpetua evolución. Como ya establecieron diferentes filósofos y sabios a lo largo de la historia, nada mejor que conocerse a sí mismo para aumentar nuestras posibilidades de transformación.
- Jose Manuel Fernandez-

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REGRESO DE LA FRONTERA DE LA                                    MUERTE (*)

   La Medicina comienza a estudiar sin prejuicio, los relatos de esas personas sobre lo que vieron y lo que sintieron en los momentos dramáticos que vivieron.

   Michael Suphulis, era un joven de 17 años, con una vida normal, pero que tenía un problema: sufría una enfermedad que hace que su corazón fuese como el de una persona anciana. Cuatro años atrás, Michael tuvo una experiencia increíble. Él cuenta al reportero que estaba andando por la calle y, de repente, tuvo un colapso y cayó al suelo.

- "¿Como si hubiese muerto?"- pregunta el reportero

Michael dice que sí. Pero un amigo suyo, dice que el joven parecía estar durmiendo. Los padres de Michael fueron llamados inmediatamente. Él, en verdad, tuvo un ataque cardiaco. Éstaba enteramente frío a causa del choque. Fue llevado en una ambulancia para el hospital, pero, la vida de MIchael estaba muy lejos de allí.

- " Vi una luz muy brillante y oí a mi tía decir: "Regresa Michael, todos necesitan que vuelvas".

Michael explicó al reportero que esa tía suya, de nombre Lina, había muerto hacía tres años y él estaba muy apegado a ella.
-"Creo que fue por eso por lo que vi a mi tía, cuando estuve fuera de mí".

  Para los especialistas, lo que Michael tuvo fue la experiencia de atravesar la frontera de la muerte. Un fenómeno que aún está siendo estudiado por algunos científicos y que es mucho más común de lo que parece. Personas que regresaron del estado de coma o que estuvieron muertas clínicamente, cuentan, por ejemplo, haber sentido como sus cuerpos eran llevados fluctuando, a través de los túneles, en dirección a una luz brillante con figuras extrañas, como si fuesen ángeles de la luz.
    Michael no tiene ninguna duda: él dice que dejó el cuerpo y estuvo en el Cielo durante algún tiempo. El reportero le preguntó como se sintió en esa experiencia:

-"No me siento diferente. Soy el mismo adolescente de siempre. Creo que nadie se vuelve especial por haber pasado por una experiencia como esa".

   El reportero le preguntó si creía que había tenido suerte.
- "¡ Sí tuve suerte, porque en este momento estoy hablando con usted y no he muerto !".

   
Su madre , Helene, cree que vio morir y regresar a la vida a su hijo. Para ella lo que pasó puede que no tenga explicación científica, pero si es un hecho real.
-"Creo que fue una segunda oportunidad que Dios nos dio. Mi hijo fue enviado de regreso a nosotros.
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   Otro caso de regreso de la frontera de la muerte, fue lo que aconteció con el niño BEN BRAY.
Hacía seis meses que había recibido un transplante de corazón, pero tuvo un ataque cardiaco ocho días después. Los padres de Ben cuentan que llegó a estar desahuciado.
-Los médicos dijeron que a partir de aquel momento el caso estaba en las manos de Dios-dijo la madre.

  Ben permaneció inconsciente durante seis horas. Cuando despertó contó a los padres una historia impresionante. Dijo que estuvo con dos abuelos que ya habían muerto y con su hermano Nevel, que también había muerto tres años antes de nacer él.

   El reportero preguntó a Ben si había jugado con su hermanito.
- "Jugué mucho- contestó Ben. -Después dijo que vendría a visitarme otra vez.. en mis sueños.

   Ben Bray estaba de regreso de la escuela. Aparentemente no había sufrido ningún trauma con la experiencia, con el contacto que dijo haber tenido con seres luminosos que le sonreían y le decían que no tuviese miedo.
   El padre de Ben dijo que creía que realmente su hijo había visto a los abuelos ny al hermano. ¿Cómo?. No sabe explicarlo. Lo que quiera que haya acontecido con Ben durante las horas de coma, fue sin duda, muy real para él. Lo que  no se sabe es si entendió lo que pasó.

-"Tal vez pueda entenderlo mejor con el paso del tiempo- dijo el padre.
- " ¿Y usted lo entiende ?"- preguntó el reportero.
-" No , no completamente- dijo- Es difícil saber lo que pasa en la mente humana. Lo que se es que tengo un hijo saludable que pasó por una experiencia muy rara de acontecer en un niño de siete años. Tal eso lo haya vuelto más maduro. Espero que sí.

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   El  pediatra Melvin Morse, de Seattle, especializado en resucitaciones de niños y adolescentes, hace muchos años que investiga relatos de personas que regresaron del estado de coma o que
estuvieron clínicamente muertos.
- "Antes yo pensaba que cuando una persona moría, simplemente entraba en la oscuridad. Cuando oía relatos de personas que regresaban de las fronteras de la muerte y hablaban de luces, creía que no pasaba de sueños, fantasías que no merecían una investigación más seria.

-¿ Qué cambió su opinión?- preguntó el reportero.

-"Fueron las increíbles similitudes que oí, principalmente el testimonio de una adolescente llamada Cristal Wetstlock, que me impresionó por su firmeza y sinceridad·"

- "Yo estaba en un lugar totalmente oscuro "- dice Cristal-  "y miré a lo alto, y vi un túnel con una luz, entonces comencé a caminar en dirección a aquella luz; de repente, vi una mujer vestida de blanco y con cabellos negros; ella vino en mi dirección y cuando estuvo cerca me tomó de la mano y me dijo: - "Cristal, yo soy Elizabeth, tu Ángel de la Guarda, y voy a ayudarte."

 Cristal Westlock estaba en una fiesta de  aniversario cuando accidentalmente cayó en la parte profunda de una piscina.

-"Cuando caí, recuerdo haber tocado fondo y haber pensado que tenía que subir a respirar, pero después quedé inconsciente."

  Durante tres días quedó en estado de coma profundo. Ella dice que flotaba alrededor de su propio cuerpo y veía médicos alrededor de ella. Se preguntó si estaría muerta.
-" La última vez que recuerdo haber pensado en eso fue cuando tuve la oportunidad de mirar hacia abajo y ver mi cuerpo en la mesa de operaciones; los médicos colocando tubos en mi nariz y garganta. Quedé asustada y miré para otro lado.

    La reportera le preguntó que en donde creyó que estaba.
  -"En el Cielo"- contestó.

   Años después este caso ha sido considerado como uno de los más impresionantes. Para la época, muchos médicos dudaban creyendo que todo no eran más que fantasías de la mente de Cristal.
    - "¿ Cómo puedes tener la certeza de que esto no fue un sueño?-preguntó la reportera.
    -"No. Juro que no fueron sueños porque raramente me acuerdo de los sueños y cuando me recuerdo no son muy claros para mí. Esa experiencia fue clara como el día. Es como el estar aquí hablando con usted."

  La historia ha registrado a lo largo del tiempo, relatos de experiencias semejantes a la de Cristal. La idea de que el alma pueda dejar el cuerpo, viene desde los antiguos griegos y egipcios, y al contrario de lo que se piensa, estos testimonios nada tienen que ver con ninguna creencia religiosa en particular.
   -"No existe ningún contenido religioso en particular en lo que las personas cuentan"- dice el Dr. Melvin Morse. - " La experiencia típica de los niños que yo entrevisté lleva menos de veinte segundos para ser contada. Dicen que aconteció una cosa extraña con ellos; sentían que flotaban fuera del cuerpo y vieron una luz muy brillante y fugaz. Eso es todo."
    El Dr. Morse cita miles de casos. Entrevistó centenares de niños y grabó una curiosa selección de cincuenta casos que considera como experiencias verdaderas de personas que atravesaron la frontera de la muerte.
- " Las personas que no creen en este tipo de experiencias, piensan que, tal vez, todos no sean más que sueños y fantasías, o hasta una reacción psicológica al estrés de estar clínicamente muerto. Algunos creen que esas experiencias suceden como efecto de remedios tomados durante los tratamientos y que las luces brillantes solo sean las luces normales de una sala de operaciones. Pero después de ocho años de investigación, nosotros demostramos que  esas experiencias de atravesar la frontera de la muerte eran un hecho normal y real."

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   En Brasil, el cantante Antonio Marcos, quien casualmente estaba grabando la música de "Por
Amor", que es el tema de la película Ghost- Del otro lado de la Vida, un gran éxito en taquilla, tuvo hace un tiempo la experiencia de estar diecisiete días en coma (ingresado en Terapia Intensiva).  Fue esta la experiencia que contó emocionado a la reportera Fernanda Esteves:

-" Yo estaba amarrado dentro de un lugar todo cerrado de vidrio y lleno de tubos. De repente, miré, estando fuera de la sala de los enfermos, en el lugar donde permanecen los visitantes y vi la cama en donde yo (mi  cuerpo) estaba. A mi lado permanecía la que había sido mi mujer. Yo quería hablar con ella, pues era una persona maravillosa a la que amé mucho. Ella hablaba conmigo, pero no miraba para mi yo real afuera , sino para mi cuerpo acostado. Mi madre que esta allí también, tampoco me respondía. Y vi a muchos médicos, intenté conversar con ellos, pero no lo conseguí. Ahí la desesperación aumentó mucho y quise regresar a la cama".

-¿ "A su cuerpo"?
- Sí, y sentí miedo por lo que me estaba pasando. No se pueden tener dos cuerpos. Yo no podía regresar y quedé desesperado. Recuerdo al elemento que estaba allá afuera, llorando mientras miraba al que estaba dentro acostado en la cama. Entonces se apagó todo y ya no vi nada más.
-  Terrible, ¿No?.
- Terrible. Una experiencia que con certeza, el ser humano no conoce. Y me parece que debe ser así el paso de la gente al Más Allá.

  Tras quince años de experiencias en Centros de Tratamiento en hospitales de Río de Janeiro, el médico MARCOS KNIBEL,(médico jefe del Centro de Terapia Intensiva de la Santa Casa de
Misericordia, en Río de Janeiro, se considera fascinado por los testimonios de personas que entraron y salieron del estado de coma.
 "Yo realmente creo que muchas de esas descripciones puedan estar ligadas a la proximidad de la muerte. Es conocido el hecho de que muchos enfermos describan que entran en un túnel oscuro del que salen cuando regresan de ese túnel. La entrada en ese túnel les hace más daño; intentan salir del túnel y cuando lo consiguen eso significa que están saliendo del estado de coma. Entonces, quien sabe, si eso realmente no tenga nada de fantástico y quizás ayude a explicar algo útil en el futuro."
- " Sin duda, la Medicina debería ser cada vez más liberal con estas historias que las personas cuentan cuando regresan del estado de coma. En los Centros de Tratamiento Intensivo, vemos enfermos muy próximos a lo que la gente llama muerte y nos vemos con hechos y acontecimientos que nos muestran que necesitamos ser cada vez más liberales y menos seguros de nuestra ciencia. Cuanto más avanzamos en nuestro conocimiento científico, más inseguros nos sentimos y por eso precisamos aceptar más los hechos hasta ahora llamados fantásticos o cosas fuera de lo común.

(*)  Nota: el contenido de este trabajo, fue un reportaje del programa Fantástico, de la Tv. Globo, de Río de Janeiro, llevado a la pantalla el 12.05.91


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