viernes, 16 de septiembre de 2016

Formación del Médium



          LAS RAZONES DEL 

               SUFRIMIENTO

El teatro Maria Pires Perillo, de la ciudad de Itumbiara, en el Estado de Goiás, recibió a un público compuesto por unas 1000 personas, para que participaran del Seminario Las razones del sufrimiento humano, pronunciado por el orador Divaldo Franco. 
A partir del mito de Narciso, el mayor símbo de la vanidad y el egoísmo, Divaldo fue planteando un paralelo entre la narración de la anécdota y algunos conceptos psicológicos inherentes a la criatura humana, tales como el carácter transitorio de la belleza física, y su aprisionamiento en el mundo del amor hacia ella misma, concentrando la atención en observar su aspecto externo, sin la preocupación por el autoconocimiento ni tampoco por la posibilidad de conocer a otros. 
De la mitología hindú Divaldo extrae la biografía y las anécdotas acerca del príncipe Siddhartha Gautama. 
De carácter alegre, despreocupado, el príncipe vivía complacido en el palacio donde se hallaba recluido, en evidente contraste con la vida que se desarrollaba más allá de los muros de su residencia. 
En forma clara y didática, Divaldo se vale de ese contraste de situaciones para explayarse acerca de la realidad y la ilusión. Luego de trasponer los muros del palacio, el príncipe se enfrenta con situaciones que no había conocido durante la vida palaciega, a las cuales no comprende. Constata la 
existencia del sufrimiento, en tres niveles: el físico, el emocional y el psíquico. 
A partir de esa experiencia, el príncipe Siddhartha busca, mediante la 
meditación, las causas de los sufrimientos y, principalmente, el remedio para aliviarlos. 
Luego, Divaldo aborda el tema del sufrimiento humano basado en la Doctrina Espírita. Recurriendo a anécdotas y experiencias personales, con su singular maestría, Divaldo transforma un tema árido y denso como lo es el sufrimiento, en algo más sencillo y de fácil comprensión, aclarando y brindando a todos la lógica incuestionable de la Ley de Acción y Reacción. 
Divaldo nos concedió la oportunidad de que escojamos la siempre eficaz alternativa de la realidad, mediante el reconocimiento de nuestras equivocaciones y afrontando las consecuencias de nuestros actos, sin desperdiciar energía en el desarrollo de la culpa. La alternativa sería el subterfugio de la huida hacia el mundo engañoso e ineficaz de la Ilusión. 
          - DIVALDO FRANCO - Itumbiara, 11/02/2016. 

Texto: Djair de Souza Ribeiro.

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" El Egoísmo es la fuente de todos los vicios, como la Caridad lo es de todas las Virtudes."
- Allan Kardec-

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      SEGMENTO MEDIÚMNICO

  Formación del Médium 

Son médiums las personas aptas para percibir la influencia de los Espíritus y transmitir sus pensamientos, sensaciones y sentimientos. Esa percepción puede variar desde la simple sensación de una presencia hasta la videncia objetiva de un ser espiritual y es muy difícil que haya personas que no hayan pasado o que no conozca a alguien que haya vivido algún tipo de experiencia en ese campo. Pero, para la mayor parte de las personas, el contacto con ese tema no pasa de algo superficial, del intercambio de ideas con otras personas que tampoco saben mucho de eso, sin mayor profundidad por no saber cómo, ni dónde, buscar conocimientos adecuados para ampliar la comprensión del asunto. 

Para ser médium, o sea, para tener la capacidad de percibir a los Espíritus, no es necesario pertenecer a esa o a aquella religión o tener una u otra filosofía de vida, pues la mediumnidad está presente en todas las culturas y razas, independientemente de creencias o condición social. Así, la mediumnidad se manifiesta en las personas, independiente de edad, creencias, convicciones, posibilidades de inteligencia o nivel cultural. 
Aunque sea así, hoy por hoy, para una comprensión profundizada de lo que es la mediumnidad, sus finalidades y consecuencias, es imprescindible conocer la obra de Allan Kardec, además de otros autores como Léon Denis, Amalia Domingo Soler, Emmanuel, André Luiz, Manoel Philomeno de Miranda, Herminio C. Miranda, entre otros. En las obras de estos autores se observa que la mediumnidad, en la gran mayoría de los casos, es un compromiso que el Espíritu asumió aún en el Plano Espiritual antes de la actual reencarnación, sea para rescatar deudas originadas de un pasado de fragorosas caídas morales, sea para acelerar su progreso espiritual, o aún para que pueda, en la encarnación planeada, mantener la conciencia de su condición de Espíritu eterno, o sea, para no sumergirse simplemente en los problemas de la vida material sin considerar la realidad espiritual, de su esencia que es espiritual. 
Cada persona puede presentar reacciones distintas ante el surgimiento de la mediumnidad, aunque el dolor sea el elemento común a casi todos, especialmente en ese inicio cuando el médium principiante no sabe cómo dominar los recursos de la facultad que empieza a surgir. 
Sin conocer los recursos mediúmnicos que posee, la persona muchas veces empieza a sentir problemas de distinta naturaleza, muchos de los ellos sin justificativas racionales. Experimenta múltiples formas de desarmonía: súbitos cambios emocionales, desequilibrios sentimentales, y hasta incluso enfermedades para las cuales la medicina no tiene explicaciones claras o soluciones adecuadas. 
Por otro lado, también hay personas que no poseen lo que se podría llamar mediumnidad activa, o sea, los que no están dotados de una facultad que pueda ser utilizada en el servicio sistematizado del intercambio entre el plano físico y el plano espiritual, a despecho de sus esfuerzos para desarrollarla. Allan Kardec los denomina ‘médiums improductivos’. Son aquellos que, cuando intentan la psicografía, por ejemplo, después de muchos ejercicios, obtienen resultados que se limitan a una que otra palabra, o cuando en la experiencia de la psicofonía nada más logran sino suspiros, algunos barullos y gemidos. 
En ese momento hay que preguntarse ¿cuál es el sitio más adecuado para que aquel que sienta algún tipo de influencia pueda ejercitarla para saber si tiene o no mediumnidad? Si quiere correr el riesgo de recibir influencias de Espíritus inferiores, livianos e, incluso, malos, el ejercicio puede ser hecho en cualquier sitio. Pero, si el médium potencial desea mantener su equilibrio psíquico y espiritual, mejor será buscar un local que trate el tema con la seriedad que merece. 
Sí, porque son requisitos esenciales al médium: equilibrio, conducta elevada, concentración, oración, buena disposición, humildad, amor y el apoyo de un grupo de personas serias y dedicadas al estudio y al ejercicio de la mediumnidad con propósitos nobles de servir al semejante y no simplemente satisfacer curiosidades livianas, búsquedas de informaciones superficiales sin otro móvil que los intereses personales de saber si un pariente está de tal o cual forma en el plano espiritual. 
De esa forma, lo más adecuado, para quien empiece a sentir la influencia espiritual o que simplemente desee saber más sobre el asunto, es buscar un grupo espírita serio, que se dedique al estudio de la obra de Allan Kardec y que tenga la mediumnidad como una facultad que debe ser tratada con respeto y que exige, para su ejercicio equilibrado, conocimiento y armonía, que solamente se pueden conquistar con perseverancia y dedicación a lo largo del tiempo. 
Allí, en un grupo equilibrado, la persona va a aprender que la mediumnidad por sí misma es neutral. Es un simple canal de comunicación. La cualidad del que se comunica y del mensaje que trasmite depende completamente de la cualidad del médium. Si él no tiene disciplina, piensa que lo sabe todo, que tiene mucho que enseñar y poco que aprender, que se basta a sí mismo y no depende de otros, que está siempre con la razón y los demás sólo desean ponerle trabas, entre otras cosas del mismo género, es evidente que será asistido por Espíritus que son como él, que no son serios y malgastan el tiempo y engañan a los que no están vigilantes. 
Para obtener la influencia de los buenos Espíritus son indispensables la humildad, el propósito de auxiliar al semejante, la dedicación al estudio y al auto-conocimiento, la práctica de la oración, la bondad de corazón, el deseo sincero de mejorarse, entre otras cualidades que son similares a esas y que más fácilmente se adquieren cuando se cuenta con el soporte de un grupo de personas que busca el propio perfeccionamiento para servir mejor al próximo. 
Así, de conformidad a la sintonía que mantenemos con uno u otro aspecto de la vida, depende la naturaleza de las comunicaciones que recibimos. Los médiums, conforme a la sintonía, pueden ser trabajadores del amor o instrumentos de las sombras. Compete a nosotros elegir con qué mantenemos afinidad, definiendo así nuestra calidad mediúmnica. 
Informa Emmanuel, mentor espiritual de Chico Xavier, que “(...) por la oración, el hombre obtiene el concurso de los buenos Espíritus que concurren a sustentarlo en sus buenas resoluciones y a inspirarle ideas sanas. Él adquiere, de ese modo, la fuerza moral necesaria para vencer las dificultades y volver al camino recto, si de éste se alejó. Por ese medio, puede también desviar de sí los males que atraería por sus propias faltas. (...)” (7) 
La oración es el recurso sublime de comunicación con los mensajeros de Jesús, que la Providencia Divina puso en nuestro camino, para posibilitar la elevación de nuestro tono vibratorio, de nuestros sentimientos, facultándonos así la inspiración, la intuición y el recibimiento de mensajes sublimes que nos despiertan el Espíritu a las realidades mayores de la Vida. 
En resumen, ante el surgimiento de la mediumnidad o ante el deseo de profundizar el conocimiento del asunto, es fundamental que la persona interesada conozca los libros de Allan Kardec, además de otros autores serios, y busque un centro espírita equilibrado que le pueda auxiliar en sus estudios y ampliación del conocimiento y práctica de esa facultad sublime, que permite al encarnado estar en contacto con la realidad espiritual que le aguarda después de la muerte del cuerpo físico. 

Carlos Campetti 

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                  PRÁCTICA ÚTIL
El conocimiento que no pudiese ser aplicado en beneficio de quien lo posee o de su prójimo,resultaría inútil.
De la misma forma,el Espiritismo no pasaría de ser una bella y vana filosofía,si su postulados no pudiesen modificar las estructuras morales del hombre,cambiando la vida de la humanidad.
Por lo tanto,el efecto mas inmediato del conocimiento espiritista es la transformación moral del individuo,con su consecuente compromiso en la acción renovadora de la sociedad.
El cristianismo primitivo se caracterizaba por le mismo comportamiento mantenido por el área de los que adherían a sus enseñanzas.
A la reforma íntima le sucedía la actividad bienhechora que se realizaba en favor del grupo social en el cual se actuaba.
Doctrinas iguales-el Cristianismo y el Espiritismo-son en los debidos tiempos en que aparecieron,las mas completas revelaciones de la Divinidad,trabajando por la felicidad humana.
En su época el cristianismo hizo que cambiase en curso histórico de los acontecimientos,bajo la ley del amor que dignifica al hombre,exaltando su naturaleza animal,que lucha por sobreponerse.
Al igual que los cristianos primitivos que descubrieron la vida espiritual y a ella se dedicaron,los espiritistas trasponen los umbrales de la muerte y vuelven a descubrir el mundo extrafísico en toda su pujanza y con todos sus desafíos.
Los cristianos de la primeras horas,comprendiendo que la muerte no modificaba a nadie,no se eximían de atender a las entidades ignorantes,enfermas y perversas,que se mantenían en lamentable intercambio obsesivo con los hombres.
Les brindaban cariño,asistencia moral y esclarecimientos indispensables con que las despertaban para asumir los compromisos que habían sido tenidos en cuenta.
Hoy se presenta la misma tarea a los Espiritistas,invitándolos a orientar a los Espíritus engañados y turbulentos que se encuentran en todas partes,dando lugar a enfermedades de variada denominación,que tienen raíces obsesivas lamentables.
Por lo tanto no descuides tu labor de esclarecimiento espiritual a los hombres,auxiliando,también,a los desencarnados que se encuentran en estado de perturbación.
Domina tus malas inclinaciones y encausa los sentimientos superiores que despuntan como tendencias,hacia el bien.
No te canses de producir en le amor.
Distribuye tus recursos espiritistas de modo práctico,en la orientación a los sufrientes del mas allá de la tumba,sin eludir,siendo como eres cristiano y espiritista, la práctica de la desobsesión,en ésta hora grave del proceso social de la evolución de los hombres y de la tierra.
Lidia Gómez -

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Emigraciones e inmigraciones de los Espíritus

35. En el intervalo entre sus existencias corporales, los Espíritus se encuentran en estado de erraticidad y forman la población espiritual del ambiente del globo. A través de las muertes y de los nacimientos, ambas poblaciones, la corporal y la espiritual, se mezclan incesantemente la una con la otra. Hay, pues, a diario, emigraciones del mundo corporal hacia el mundo espiritual e inmigraciones del mundo espiritual hacia el mundo corporal: ese es el estado normal.

36. En ciertas épocas, reguladas por la sabiduría divina, esas emigraciones e inmigraciones se producen en masas más o menos considerables, a consecuencia de las grandes revoluciones que les acarrean la partida simultánea en cantidades enormes, que de inmediato son sustituidas por cantidades equivalentes de encarnaciones.
Por consiguiente, es preciso considerar los flagelos destructores y los cataclismos como ocasiones de llegadas y partidas colectivas,recursos providenciales para la renovación de la población corporal del globo, que se robustece mediante la introducción de nuevos elementos espirituales más purificados. Por cierto, si bien en esas catástrofes se produce la destrucción de un gran número de cuerpos, sólo se trata de vestimentas desgarradas, ya que ningún Espíritu perece: apenas cambia de ambiente. En vez de partir aisladamente,lo hacen en multitud; esa es la única diferencia, ya que por
una causa o por otra, tarde o temprano, fatalmente deberán partir.

Las renovaciones rápidas, casi instantáneas, que se producen en el elemento espiritual de la población a consecuencia de los flagelos destructores, aceleran el progreso social; si no fuera por las emigraciones e inmigraciones que de tiempo en tiempo vienen a darle un impulso violento, ese progreso sólo se realizaría con extrema lentitud.
Es de notar que las grandes calamidades que diezman a las poblaciones están seguidas invariablemente por una era de progreso en el orden físico, intelectual o moral y, por consiguiente, en el estado social de las naciones en las que estas tienen lugar.
Eso se debe a que tienen por finalidad producir una transformación en la población espiritual, que es la población normal y activa del globo.

37. Esa transfusión que ocurre entre la población encarnada y la desencarnada de un mismo planeta, se efectúa también entre los mundos, ya sea individualmente en las condiciones normales, o de forma masiva en circunstancias especiales. Hay, pues, emigraciones  e inmigraciones colectivas de un mundo hacia otro, de donde resulta la introducción, en la población de uno de ellos, de elementos absolutamente nuevos. Nuevas razas de Espíritus, que vienen a mezclarse con las existentes, constituyen nuevas razas de hombres. Ahora bien, como los Espíritus no pierden nunca lo que han conquistado, llevan consigo la inteligencia y la intuición de los conocimientos que poseen y, por consiguiente, imprimen su carácter peculiar a la raza corporal que van a animar. Para eso no necesitan que se creen nuevos cuerpos exclusivamente para su uso.
La especie corporal existe, de modo que siempre encuentran cuerpos listos para recibirlos. Por lo tanto, sólo son nuevos habitantes.
A su llegada a la Tierra integran primero la población espiritual, para después encarnar como los demás.

EL GENESIS
ALLAN KARDEC
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           DIOS Y EL UNIVERSO

Si los comienzos del Espiritismo han sido difíciles, si su marcha fue lenta y sembrada de obstáculos, desde hace diez años ha conquistado el derecho de ciudadanía. Se ha convertido en una verdadera ciencia, al mismo tiempo que en un cuerpo de doctrina, una filosofía general de la vida y del destino basada sobre un conjunto imponente de pruebas experimentales a las cuales vienen a sumarse cada día hechos nuevos. Esta ciencia, esta doctrina nos demuestra con evidencia la realidad de un mundo invisible e 
inconmensurable poblado de seres vivos que, hasta ahora, habían escapado a nuestros sentidos. He aquí que nuevos horizontes se abren y las perspectivas de nuestro destino se ensanchan. Nosotros mismos pertenecemos por una parte de nuestro Ser -la más importante- a ese mundo invisible que se revela cada día más a los observadores atentos. Los casos telepáticos, los fenómenos dedesdoblamiento, de exteriorización de los vivos, las apariciones a distancia tantas veces relatadas por Myers, Flammarion, Richet, los doctores Dariex, Maxwell, etcétera, son su demostración experimental. Las actas de la Sociedad de Investigaciones Psíquicas de Lóndres, son ricas en hechos de esta clase. 
Los espíritas creen que esta parte invisible e imponderable de nuestro Ser -asiento inalterable de nuestras facultades, de nuestro yo consciente, en una palabra, de lo que los creyentes de todas las religiones han llamado el alma- sobrevive a la muerte; que prosigue a través del tiempo y del espacio su evolución hacia estados siempre mejores, siempre más iluminados por los rayos de la justicia, de la verdad y de la eterna belleza. Esta alma, este yo consciente, tiene por envoltura indestructible, por vehículo, un cuerpo fluídico, cañamazo del cuerpo humano formado de materia sutil, radiante e invisible sobre la cual la muerte no tiene acción alguna. 
Aquí nos encontramos en presencia de una teoría, de una concepción susceptible de reconciliar a las doctrinas materialistas y espiritualistas, las que durante tanto tiempo se han combatido sin poderse conmover ni destruir recíprocamente. Según esta teoría, el alma ya no sería una vaga abstracción, sino un centro de fuerza y de vida, inseparable de su forma sutil, imponderable, aunque material. Hay en eso una base positiva para las esperanzas y aspiraciones elevadas de la humanidad. No acaba todo en esta vida: el Ser, perfectible siempre, recoge en su estado físico, sin cesar afinado, el fruto de los trabajos, de las obras y los sacrificios de todas sus existencias. 
LEÓN DENIS --EL GRAN ENIGMA, Dios y el Universo 

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