sábado, 13 de diciembre de 2025

Terrorismo

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- El Espíritu

2.- Alegría de vivir

3.- Parábola del Festín de Bodas y otras reflexiones

4.- Terrorismo

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                                         EL ESPÍRITU

El Espíritu es el principio inteligente del Universo, no posee en sí mismo una forma; sin embargo, se podría asociarlo a una claridad, una llama o una centella etérea.
Esa llama o centella, como encontramos en El Libro de los Espíritus, tiene color, varía del sombrío al más brillante, conforme sea el Espíritu más o menos puro. Esa centella ejerce su influencia en mundos diferentes, o sea, en el mundo de los Espíritus y en el mundo material. Pero, en ambos mundos de formas definidas.

Así, los Espíritus están por todas partes; pueblan el espacio infinito. Aunque sea el Espíritu una centella, sería impropio llamarlo de inmaterial. Muchos así lo clasifican, porque su esencia difiere de todo cuanto es conocido con el nombre de materia. Puede ser más propiamente designado por incorpóreo, porque, siendo una creación, es alguna cosa, como bien lo dice El Libro de los Espíritus, materia tan eterizada que escapa a los sentidos.

En el mundo espiritual es posible identificar al Espíritu por medio del periespíritu, sustancia etérea compuesta del fluido espiritual de la que se vale el Espíritu para adoptar la forma humana, de este modo puede presentarse con la apariencia de su última o alguna de sus reencarnaciones o con otra que entienda conveniente. Esta forma que adopta el periespíritu es lo que observan los videntes.

Los Espíritus también pueden manifestarse de varias maneras, entre ellas a través de la vista y la audición. Algunas personas, llamadas médiums auditivos, tienen la facultad de oírlos y así pueden conversar con ellos; otros los ven: son los médiums videntes. (El Espiritismo en su más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

Los Espíritus que se manifiestan a la vista, por lo general se presentan bajo una forma análoga a la que tenían en vida, pero más vaporosa; otras veces esa forma tiene todas las apariencias de un ser vivo. En este caso, algunas veces han sido tomados por personas de carne y hueso, con las cuales se ha podido conversar e intercambiar apretones de mano, sin que el interlocutor sospeche que se relacionaba con Espíritus.

(El Espiritismo en su más simple expresión – Reseña Histórica del Espiritismo.)

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Alegría de Vivir

      Para tener la vivencia de la  alegría duradera es necesario primeramente que hayamos alcanzado la paz interior que nos propicia el encuentro con  nuestro yo, y la serenidad que nos permite la aceptación de ese “yo” viviendo el momento cero; ocasionando las mudanzas que se hicieren necesarias. Al final, solo podemos cambiar lo que conocemos.
     La alegría también es un estado del espíritu, por tanto, nace dentro de nuestro interior independientemente del escenario en donde nos encontramos exteriormente.
     Muchos espíritas aún traen consigo la imagen de que no está permitido ser "alegre"; pues confunden la alegría con libertinaje o con falta de responsabilidad. Esa imagen está equivocada y es fruto de nuestra comprensión incompleta de la vida.
     Piensen conmigo: ¿por qué no podríamos vivir con alegría, incluso en los momentos de estudio, de trabajo, si fuimos creados para el Amor?. La alegría, así como el amor, son contagiosos y deben ser experimentados por todos.
     La alegría de vivir establece reencuentros. Es el puente que liga nuestro "yo" a los demás y a Dios. Vamos ahora a imaginar ese escenario: a través de la paz interior descubrimos las simientes adormecidas que yacen en nosotros y que formarán nuestro jardín. Con el desarrollo de la serenidad, esas simientes germinarán. Y es con alegría  cuando disfrutaremos la magnífica visión del colorido y de los diseños que conseguimos construir.
     Compartamos con todos esa belleza sencilla, y volvámonos hacia el Creador para agradecerle tamaña dádiva.
     Así que, amigos míos, ¿Sería incorrecto vivir en alegría?
      Incorrecto es escondernos en llantos y en lamentos, en lugar de trabajar el terreno, a fin de que las simientes puedan germinar y florecer, brindándonos con su alegría. Las flores tienen la misión de enseñarnos la Alegría de Vivir. Misión esa que cumplen con total fidelidad y amor.
     La alegría de vivir es lo que nos impulsa para ir adelante, a continuar caminando, aunque tropecemos o aunque encontremos barreras.
     Alegría de vivir es la verdadera alegría interior que se extiende a todos los que tenemos el placer de conocer en el camino. Por tanto ella es duradera, al contrario que la alegría que sentimos con las cosas efímeras, como un coche nuevo, una ropa nueva, o incluso una conquista amorosa. 
     La verdadera alegría nace del esfuerzo de cautivar. Cautivar es volverse importante, pero no indispensable. Es cuidar sin sofocar. Es el ejercicio del libre albedrío con responsabilidad. Es estar al lado del otro, pero sin hacer por el otro lo que compete solamente a él. Es hacer lo que nos compete a nosotros sin exigir que otros lo hagan. Es realmente, amigos míos, asumir el control de nuestras elecciones durante la vida.
     Alegría de vivir es la construcción de los lazos de amor, amistad y confianza, que van siendo consolidados con todos y con todos.
     Entonces, retomo el cuestionamiento inicial ¿Por qué no estaría permitido vivir la alegría en nuestras actividades?
     ¿En nuestra casa espírita?, ¿En nuestro trabajo?, ¿Entre amigos y familiares?.
     Creo que la respuesta ya fue encontrada por todos.
     Permitamos, amigos míos, esta semana vivenciar la Alegría de Vivir en todos los momentos de nuestra rutina, no guardándola solamente para los "grandes momentos", pues estos, con certeza, son  escasos y perderíamos la oportunidad de usufructuar Hoy la Alegría de Vivir.
     Con mucha alegría, os envío mi abrazo, extendiendo los lazos que nos unen.
                                            Comunicado recibido el 27.04.2015
Médium: Lúcia (Grupo Mediúmnico Maria de Nazaret – CAVILE).
Espíritu:  Hermano Matheus (Colônia Espiritual Maria de Nazaret)

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PARÁBOLA DEL FESTÍN DE BODAS Y OTRAS REFLEXIONES



  En la parábola del Festín de Bodas, Jesús se refería al estado espiritual que debemos alcanzar para ser convidados del Padre tras un camino de evolución espiritual.
  Este es un festín que está destinado para el disfrute de toda la Humanidad, aunque vemos como en la parábola se refiere en principio al pueblo hebreo que es quien recibió en primer lugar esta invitación de Jesús porque este, nació en su seno y en medio de él desarrolló su doctrina.
   Ciertamente somos muchos los llamados, pero en función de nuestra disposición moral son muchos menos los escogidos.  Esta elección para llegar a participar en el banquete del Reino Celestial no la hace el Padre a capricho, sino que toda la Humanidad se autoerige en función del deseo, la disposición y el merecimiento por transitar adecuadamente por la senda de progreso basado en el Amor y la Caridad, que es el camino fundamental y necesario que nos mostró Jesús. Precisamente estas son las vestiduras necesarias para alcanzar y gozar de este festín de la parábola, que es el Cielo espiritual de felicidad plena. No basta con llamarnos cristianos o espíritas; es necesario que el Amor y la Caridad sean nuestro estandarte en esta vida, formando parte de nuestro ser y personalidad habituales.
   En estos días de tránsito hacia una nueva forma de sociedad en el mundo, es de considerar que no nacimos por casualidad en la época actual. No es casual que hayamos nacido, precisamente,  en el seno de una sociedad cristiana, ni menos aún que hayamos conocido el Espiritismo y seamos espíritas. Pero no por esto nos podemos envanidecer, pues tal vez estamos en el Espiritismo precisamente los que estamos más endeudados o los que mas cosas tenemos que rescatar.  Así considerado, el ser espíritas en la actualidad, es un gran motivo para sentirnos bendecidos por el Padre Celestial y agradecerle cada día por ponernos en este camino.
    Los espíritas somos en parte esos “obreros de la última hora” a quienes también se refirió Jesús en otra parábola. Somos igualmente esos llamados al  “banquete nupcial” y no podemos perdernos por los laberintos de la vida y dar la espalda a esa  invitación del Maestro Jesús, a la que hemos venido preparados para  aceptar y seguir caminando por esta senda de conocimiento y transformación espiritual.  Pero sin embargo no podemos pretender acceder a ese festín sin las galas necesarias de la práctica del Amor y de la Caridad, viviendo el día a día con los pies en la tierra y la cabeza en unión y relación con la Mente Creadora. 
    Sintamos cada día la especial responsabilidad que tenemos los espíritas como invitados al banquete celestial y luchemos por ser siempre dignos de esa invitación. Tenemos la responsabilidad moral de ser buenos espíritas, que es lo mismo que decir buenos cristianos,  independientemente de que profesemos o no  alguna religión cristiana, Y esa responsabilidad la debemos tener presente en cado momento de nuestras vidas;  para ello debemos y podemos hacer mucho más de lo que hasta ahora hicimos , pues tengamos presente que a quienes más se ha dado, más se les va a pedir, y a los espíritas se nos está dando un conocimiento muy valioso, capaz de transmutar nuestras imperfecciones en valores morales positivos, dentro de un continuo proceso de auto-perfeccionamiento.
     Llegado a este punto, nos podemos preguntar: ¿ Qué medios tenemos para nuestra transformación moral?.
   Son varios, valiosos y necesarios: autoanálisis sincero; programación de nuestros actos; fortalecimiento de la voluntad mediante la autodisciplina; realización de un trabajo íntimo continuo para nuestra transformación moral. sirviendo al prójimo con Amor, y finalmente evaluándonos cada día para comprender nuestros progresos y nuestros fallos o debilidades.

   Pero, ¿ Cómo se ama al prójimo?. Dándonos a él, comprendiéndolo, ayudándole,  sirviendo sin condiciones y  perdonando siempre.
   Finalmente , aquí nace otra pregunta: ¿ Qué es el perdón?.   No solo el dado con la boca o con el Alma; supone dar la oportunidad de rescatar la falta mediante una acción de bien. La misma oportunidad que el Padre, que es Amor, nos da siempre para poder rescatar las deudas y volver a recomenzar de nuevo.

- José Luis Martín -

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                       TERRORISMO

Hidra de Lerna, de la mitología griega, en su insaciable sed de sangre, resurge, en la actualidad, multiplicándose en forma de hediondo terrorismo.

Los fantasmas del miedo, de la rebeldía, de las luchas sin cuartel, toman cuerpo en las masas alucinadas gritando venganza, sin importarles el número de vidas que sean destrozadas, ni con las formas cruentas a que sean sometidas.

Los derechos del hombre y de la mujer, dolorosamente conseguidos a lo largo de la Historia, ceden lugar al abuso del poder desenfrenado, de la locura fanática de minorías infelices, que encienden la mecha del barril de pólvora de los odios mal contenidos.

Entre las elevadas conquistas del desarrollo ético y moral de la Tierra, destaca la libertad, representada en las organizaciones políticas por los regímenes democráticos, veladores de la honra y del bien vivir y dejar que los demás también lo vivan. De entre esos derechos inalienables, la libertad de expresión alcanzó un nivel superior para el comportamiento humano.

No hay, por lo tanto, límite sagrado o profano, prohibido o permitido, dependiendo, exclusivamente, del estado intelecto-moral de la sociedad y de sus ciudadanos, que optaron por lo ético, por lo saludable y por lo favorable al desarrollo espiritual de la humanidad.

Sofista por excelencia y ético en su esencia, Sócrates defendía la libertad de expresión en un periodo de intolerancia y de sujeción, de arbitrariedades, que él condenaba, pagando con la noble existencia la elevada condición de exaltar la belleza y la verdad.

Jesús, en su impar condición, respetó esa gloriosa conquista – la libertad de expresión – no permitiéndose quedar afectado por los desdichados comportamientos de sus opositores contumaces… Y se hizo víctima espontánea de la crueldad y lo primario de aquellos que lo temían y, en consecuencia, lo odiaban.

Nos legó, sin embargo, en el memorable discurso de las bienaventuranzas, las directrices éticas para la conquista de la existencia feliz a través de la adquisición de la paz.

En momento alguno limitó, torturó o luchó contra la madurez espiritual del ser humano.

Su doctrina, conforme previó, fue sometida al talante de los poderes temporales y transformada en arma terrorista aplastante que dominó las masas humanas durante largos siglos de miedo y de horror.

Hace poco más de 200 años, sin embargo, Francia y, después, los Estados Unidos de América del Norte desplegaron la bandera de los derechos a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad. Y hubo, desde entonces, avances incontestables en el comportamiento de los pueblos, diversas veces ahogados en la sangre de sus hijos en insurrecciones internas, en guerras internacionales, aunque con muchos intereses subalternos, para que les fuesen preservados esos soberanos derechos.

Los temperamentos primarios, sin embargo, todavía predominantes en expresivo número de Espíritus rebeldes, incapaces de comprender los valores humanos, han impuesto su terrible y cobarde daga en actos de terrorismo, teniendo como paño de fondo las falsas y mórbidas confesiones políticas y religiosas, que dicen abrazar, esparciendo el caos, el terror, en los cuales se complacen.

La fuerza de sus armas destructivas jamás fijará sus postulados hediondos, ya que siempre enfrentarán otras cuadrillas más nefastas y sanguinarias que los vencerán. Después del triunfo de una banda de bárbaros por un tiempo y ahí están, apeados de la dominación por disidentes no menos crueles…

Así ha sido en la Historia en todos los tiempos.

Los mongoles, por ejemplo, conquistaron la India, la embellecieron, realizaron esplendidas construcciones como el Taj Mahal, por el emperador Shah Jahan, la llamada fortaleza inexpugnable, guardando la ciudad y las minas de diamantes de la Colconda, mientras se mataban para mantenerse o para conquistar el trono – hijos que asesinaron a los padres o los encarcelaron, o los enviaron al exilio, como era habitual en otras naciones – para después sucumbir bajo el guante de otros voluptuosos dominadores más hábiles y más salvajes.

Crearon armas terribles, como los cohetes con láminas afiladas y los inmensos cañones, terminando vencidos, después de algunas glorias, por las tropas inglesas que invadieron el país, sometiendo durante más de un siglo al Reino Unido, desde el reinado de Victoria.

Más tarde, la grandeza moral de Mahatma Gandhi, con su misericordiosa no violencia, la liberó, restituyéndola a sus primitivos hijos. No obstante, después de su asesinato, la India continuó y permanece hasta hoy víctima del terrorismo político y religioso desenfrenado, sin la bendición de la paz, la dilecta hija del amor.

Solamente cuando el amor se instale en el corazón del ser humano es que el terrorismo perverso desaparecerá y los ciudadanos de todas las patrias y de todas las confesiones religiosas se permitirán la verdadera libertad de pensamiento, de palabra y de acción.

En efecto, ese sublime sentimiento no usará la gloria de la libertad para denigrar o castigar con el ridículo, porque respetará todos los derechos que la Vida concede a aquellos que genera y mantiene.

Para que ese momento sea alcanzado, es urgente que todos, mujeres y hombres de bien, religiosos o no, se mantengan en armonía, se respeten mutuamente y contribuyan unos para la plenitud de los otros.

Infelizmente, sin embargo, en la actualidad, en que predominan el individualismo, el consumismo, el exhibicionismo, ilegítimos descendientes del egoísmo, facciones terroristas degeneradas diseminarán en la Tierra el crimen y el pavor, hasta que sus comandantes y comandados sean todos exiliados a mundos inferiores, compatibles con su estado de evolución.

Merece, igualmente, en este grave momento, recordar la frase de Jesús: - ¡Yo he vencido al mundo! (Juan, 16:33)

Todos desean, por ignorancia, vencer en el mundo.

Él no fue un victorioso en el escenario engañoso del mundo, sino el triunfador sobre todas sus aún perversas imposiciones.

El terrorismo pasará como todas las victorias de la mentira, de las pasiones inferiores y de la violencia, porque sólo el amor es portador de perennidad.

Vianna de Carvalho.


(Página psicografiada pro el médium Divaldo Pereira Franco, en la sesión mediúmnica de la noche del 7 de enero de 2015. (Cuando ocurrió el ataque terrorista en París), en el Centro Espírita Camino de la Redención, en Salvador, Bahía).

Traducción: Johnny M Moix

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