jueves, 10 de marzo de 2022

De tiempo en tiempo

   INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- De tiempo en tiempo. ( Los Espíritus pendientes de la guerra )

2..- El Evangelio según el Espiritismo no es una obra menor

3.-  El presentimiento de la muerte

4- Educación y conocimiento de sí mismo



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                                           DE TIEMPO EN TIEMPO

( Comunicado espiritual)

                                                                         


                                                                     ( Los Espíritus también están pendientes de la guerra)

  De tiempo en tiempo, la humanidad se ve alcanzada por el rugir de los cañones en el silencio de las noches estrelladas, e interrumpido por la metralla aterradora, generando miedo e inquietud.

  El siniestro espectro de la guerra nunca abandonó la convivencia con las criaturas humanas. Cuando se establecen en el seno de las colectividades algunos años o décadas de paz, surge la turbulencia, la falta de diálogo, y las bayonetas,  los cuarteles, asaltando los campos cubiertos de flores, extendiendo el hedor pestilente de la mortandad sin medida.

  Situaciones que la diplomacia podría solucionar en la base del diálogo, acaban resbalando para los campos de batalla, en donde los instintos pasan a predominar, enlutando a familias y destruyendo las más bellas construcciones del arte y la estética humana.

  La paz sufre el revés de la arrogancia,                                                                   

 El silencio hace que se vuelva salvaje,                                                               

Los pájaros enmudecen ante los obuses destructores,                                                     

  Se cierran los teatros y los cines.                                                                             

   El arte empalidece ante la tragedia de lo cotidiano.                                       

      Se cierran las puertas de respetables bibliotecas y el libro cae de las manos, que ahora empuñan rifles y granadas.      

     En vez de alegres autobuses escolares, llevando a la chiquillería feliz para las escuelas, el sonido patético de los camiones y tanques toman el asfalto, transportando soldados que van a matar o que van a morir.   

     En cerca de 3.500 años de historia, vivimos apenas tres siglos bajo la bandera de la paz.                                                                                                                                            Somos, innegablemente, una sociedad violenta, todavía tendente a resolver disputas políticas y escaramuzas ideológicas, a base de misiles o del artefacto nuclear. Se intimida al otro por el número de ojivas almacenadas.  Los gastos anuales de las más militarizadas naciones de la Tierra superan trillones de dólares, recursos que nunca llegan a las regiones áridas, desprovistas de agua potable,  y  jamás aparecen en las escuelas cuando están rompiendo o levantando las cosechas en los campos vacíos..

Mentes brillantes de la ingeniería, de la estrategia y de la logística, son regiamente remuneradas para pensar en estrategias de cómo superar la fuerza del adversario. Podrían estar en las aulas  de formación y cultura, dando clases, liberándolas de  la ignorancia, esculpiendo el carácter de los alumnos rebeldes e indóciles, estructurando un nuevo tiempo en la educación y en la ciencia.

Y cuando la nube de polvo cesa su acción nefasta, y los armisticios son firmados entre pompas y circunstancias, el legado que queda son hospitales llenos de heridos, mutilados, huérfanos y viudas buscando recoger los pedazos de esperanza perdidos, retomando la vida bajo amarguras intraducibles.

¿Hasta cuándo elegiremos la guerra como alternativa infeliz para solucionar litigios de territorio o de poder político?

¡ El coste de la paz es tan bajo ¡.

¡ El precio del conflicto es tan alto ¡

¡ En una época de tanta ciencia y tecnología¡, donde el cielo no es el límite para la curiosidad del ser pensante, subimos al espacio artefactos de última generación, buscando averiguar si existen otras civilizaciones más allá de la humanidad. Sondeamos el cosmos en busca de vida extraterrestre. ¡ Y cuanta vida en la Tierra, suplicando por vivir modestamente ¡

El operario que ya no puede ir a la fábrica, destruida por el misil balístico de alto poder destructivo. La casa en escombros, que la aviación militar redujo a polvo. El asfalto machacado por las cadenas de pesados comboyes  militares. El uniforme escolar  colgando en una esquina, en cuanto el fragor  del combate toma cuenta de las calles.

.Artistas y poetas de gargantas enmudecidas por el miedo o calladas definitivamente por la muerte.  Universidades cerradas y estudiantes a la fuga.

- Oraciones en silencio    ,. :

     ¡ Señor, ven otra vez al mundo a enseñarnos la parábola del hijo pródigo o la del buen samaritano!. Y una vez más nos cuentas la parábola del sembrador que salió a sembrar….

-          ¡ Reúnenos en la Cafarnaúm de tus dulces tertulias, para amansar nuestro  instinto belicoso!.

-         ¡ Oriéntanos sobre cómo pescar almas perdidas o convulsionadas en la falsedad  de las transitorias  honras terrestres, encaminándolas hacia las dulces vibraciones de Tu mensaje libertador ¡

Reafírmanos, una vez más, que solamente el cultivo de la paz podrá hacer del planeta un lugar mejor para nosotros y para nuestros hijos.

-         Ahora que te escuchamos, permite que salgamos por los áridos paisajes del corazón humano, colocando una flor en cada fusil, una rosa en cada cañón, convirtiendo tanto hierro en preciosos arados.

-         Y que a la noche podamos reposar en el lecho del mundo. ¡ Sin temor de que las estrellas sean apagadas por el  hongo  atómico ¡.

-         ¡ Señor, si aún confías en los hombres y en las mujeres, envía una señal!.  Necesitamos con urgencia, volver a escuchar a Mozart, Bethoven, Schubert, Debussy, Brahms, Verdi….  ¡ Así sea ¡.

 Espíritu Marta, por el Médium Marcel Mariano en  Salvador de Bahía , 25.02.2022                                                                                                                                                                                  

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   El Evangelio según el Espiritismo no es una obra “menor”                   


Esa porción de divulgadores y seguidores enroscados en el discurso de la actualización (con más de cientificismo que de renovación), que considera esta pieza del Pentateuco espírita como una especie de “traspié” de Kardec, delata que algunos aún no han captado la sublimidad del mensaje espírita; aquel que va más allá de los prejuicios intelectuales y los juegos de la razón divorciada del corazón… No por capricho o accidente la pléyade espiritual que inspiró el Espiritismo dictó esta obra de la Codificación que es, además, expresión directa y necesaria de su aspecto moral, donde nace la fuente ética del mismo. Debemos estudiarlo y divulgarlo sin prejuicios… observar de donde nos brota ese rechazo (caso de que lo tengamos), e intentar corregir esa resistencia mental, molesta y del todo innecesaria. El error es leerlo o interpretarlo como letra escrita o expresión “religiosa” (que no es), como hacen tantos, aunque esto no es culpa de la obra… Su contenido, a pesar de su expresivo filtro de cultura judeocristiana, acerca de manera contemporánea el código moral de Jesús, desde el laicismo y la filosofía. No es “Cristianismo”, como erróneamente piensan algunos, si no el rescate parcial del mensaje crístico velado o sepultado por siglos de tiranía religiosa. De aquí extrajeron los Espíritus el ejemplo más depurado de moral universal (por esto es una obra para todos, independientemente del culto que se tenga o no se tenga). Por las razones que señalamos; en las clases de los centros, en los estudios y exposiciones, etc., debe encararse con actitud fresca y abierta, trazando siempre (y esto es muy importante) paralelismos con nuestra cultura y desafíos contemporáneos, y no limitarse a leer como palabra de Dios o de los espíritus, pues esto ya lo hacen las religiones. Por supuesto, ni es una reunión evangélica ni estamos leyendo el catecismo, si no compartiendo la ocasión perfecta para exponer de manera racional el código superior que Jesús vertió en los evangelios, y cuyos desafíos morales y humanos permanecen actuales en los nuevos tiempos. Con el recuerdo de las enseñanzas de Jesús y las reflexiones de los Espíritus (abiertas a todos los dilemas morales y desafíos existenciales de nuestra contemporaneidad), los instructores de la luz y el progreso pretendían con esta tercera obra de la Codificación la reactualización del mensaje universal, a la par que colocar en nuestros momentos de estudio y/o reunión una excelente ocasión de alimentar el (necesario) despertar del hombre nuevo. 

    Toda lectura que hagamos de esta obra (sobre todo si es una exposición en grupo), debe hacerse sin dejar a un lado ni un solo momento su carácter universal y laico…, pues no puede parecer una reunión litúrgica llevada por un individuo que parezca recoger el testigo de un sacerdote, sino un encuentro para estudio compartido, basado en el diálogo y la razón y apuntando al desarrollo personal. La caridad integral (o espírita), la fe razonada y la autoreforma (que son los tres puntales de la propuesta kardecista), encuentran en esta obra su máximo foco de estudio y reflexión. 

Aquellos que han acumulado sin revisar ciertos estereotipos atávicos y además han enfocado su discurso distorsionado el concepto de “actualización”, se prestan con suma facilidad a interpretar desde el preconcepto; y este siempre será un problema… por más que lo racionalicemos. 

Es cierto que gran parte del rechazo que existe hacia esta obra, más que por ella en sí, es por la manera en que suele interpretarse y vivirse en otras latitudes. Como casi siempre, el problema no está en la obra o la idea, sino en los filtros ambiguos con los que (innecesariamente) se reinterpreta y divulga… Reconozcamos que expresiones como: “aprendices del Evangelio”, “Evangelizar”, etc es una terminología postiza e inapropiada, que no pertenece a la Codificación, es más; es la habitual en ambientes de catequesis y otros escenarios similares propios del culto católico (el que cierta parte del movimiento los haya adoptado, por afinidad cultural propia, no es justificación suficiente para que el sentido común legitime su vulgarización). ¿Puede alguien imaginar a Kardec, Delanne o Denis, Amalia o Colavida hablando de “grupos de evangelio” o que una de las tareas del espírita sea “evangelizar”? Es alto improbable, desde luego… 

   Debemos esforzarnos en aplicar una terminología apropiada y coherente, tanto con el Espiritismo como con la espiritualidad del siglo XXI. Respetemos la Codificación, demos su lugar a esta obra (que forma parte indisoluble de la misma por indicación superior), y evitemos caer en actitudes de negación pragmática, heredada del pasado científico-materialista, que impidan asimilar su sencilla grandeza. Pero, igualmente, utilicemos también la precisión y el buen sentido a la hora de utilizar determinada terminología que, a la postre, termina comprometiendo innecesariamente las tareas divulgativas.

 Por Juan Manuel Ruiz González ( de Zona Espírita)

 



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PRESENTIMIENTO DE LA MUERTE

                                                                                 Miramez




El Espíritu, cuando está parcialmente desligado de la materia aunque sea en relajamiento profundo, algunas veces tiene la intuición del día de su desencarnación, cuando está preparado para tal revelación. Muchos saben hasta el día cierto, e incluso la hora, de su desenlace espiritual. Eso acontece en todas las religiones e incluso en filosofías espiritualistas.

Quien siente esa verdad, la alimenta, sin duda. Jesús fue un marco de esa práctica, cuando anunció todo lo que debería acontecer con El. Más allá del presentimiento de la muerte, existen también otras revelaciones, como desastres, muerte de parientes y de amigos. Esa será la mediúmnidad del futuro, cuando las revelaciones nos vendrán por los procesos de la intuición.

No hay secretos para el alma libre, o para la que queda libre, aun mismo estando moviéndose en la carne. El Espiritismo nos muestra todas las modalidades, como el Maestro hizo con los discípulos, para desenvolver o despertar las facultades espirituales que duermen en el centro de la vida. si pudiésemos recopilar en libros todos los casos acontecidos en todo el mundo, tendríamos varios volúmenes, porque todos los días acontecen en todos los países esas revelaciones, como, también, de personas que, en estado de catalepsia, visitaron el otro mundo, el mundo de los Espíritus, acordándose de todo lo que con ellas sucedió.

Lo que falta a la humanidad es madurez de conciencia para sustentarse, pasando a vivir las enseñanzas de Jesús, que confirma el intercambio entre los dos mundos, la reencarnación y, en fin, todas las enseñanzas de la Doctrina Espirita, que trilla junto a la verdad.

No es revelados a todos los seres el día de su muerte, porque crearía confusión en el medio de los hombres, sin debida preparación les falta la educación espiritual para tal anuncio en masa.

Solamente con el tiempo, los Espíritus Superiores deberán usar el espacio para los avisos de este orden. Hemos de considerar, en esta fase por la que pasa la humanidad, el momento de grandes pruebas, cuando las almas se encuentran aturdidas, y sus corazones creen y descreen, hacen y deshacen, afirman y niegan, bendicen y maldicen.

Jesús es la firmeza de la humanidad. Este es el siglo de la confusión, después de la cual nacerá la estabilidad en los corazones afligidos. La Doctrina Espirita vino a cuidar de las criaturas perdidas en olas bravías, y ella es capaz de conducirlas a la playa, en la extensión de su harmonía para que todos tengan paz en el corazón, y la conciencia reciba la tranquilidad que no perturba. Después, de calmarla, las revelaciones en el sentido de la muerte, en ese o aquel día, no van a causar disturbio alguno al alma y, si, alegría, por volver a la verdadera patria, donde podrá encontrar, allí esperándole, a los viejos amigos y familiares que le procedieron por los portales del túmulo.

El Espíritu, estando desprendido de la materia, tiene su visión expandida y sus conocimientos ampliados, de tal suerte que la vida le aparece de la existencia de Dios. Eso, cuando él pasa a conocer un poco de la verdad. Debemos idear pensamientos valiosos, meditar en la nobleza de la vida, y pasar a vivir copiando la vida de Jesús, porque Dios nos asiste por muchos medios, en la Tierra  El se firma en la personalidad de Cristo, que fluye vida para todos nosotros con más intensidad de amor. El amor es la explosión de la vida, en el centro de las vidas, donde domina Dios y brilla Cristo.

Miramez ( Espíritu) / João Nunes Maia.

Libro: Filosofía Espírita – Volumen IX


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     EDUCACIÓN Y CONOCIMIENTO DE SI MISMO            


           Como definió el profesor y notable educador francés Allan Kardec: "Es por la Educación, más que por la instrucción, que se transformará en la Humanidad". (Allan Kardec - Obras Póstumas).

Destacando la educación como una de las bases más importantes para el desarrollo pleno del ser humano, la pedagogía del amor propuesta por el espiritismo es una invitación a reflexionar sobre el sentido del arte de educar corazones y despertar mentes.

Teniendo como base de sus enseñanzas la inmortalidad del espíritu y la experiencia de las vidas sucesivas, siempre es posible evolucionar. A partir de estos preceptos, el proceso educativo del espíritu gana un sentido más amplio, revelando el aprendizaje como algo inagotable.

En esta gran jornada de la vida, educadores y educandos se encuentran, cabiendo a aquellos que asumen la tarea de educar, el compromiso profundo y verdadero. ¿Qué sería de los alumnos sin los buenos profesores dispuestos a compartir su conocimiento, ayudando en el despertar de nuevos horizontes?

Podemos citar como ejemplo de inspiración, el suizo Johann Heinrich Pestalozzi, el padre de la pedagogía moderna y gran maestro de Allan Kardec. No por casualidad la lógica de la Doctrina Espírita y el desarrollo del pensamiento crítico propuesto por la metodología de Pestalozzi encuentran un importante punto de convergencia.

En el campo de la pedagogía, que significa el arte de enseñar e instruir, lo que sería de la humanidad sin la luz de Cristo, que con toda bondad y la didáctica del saber, todavía aguarda pacientemente por el despertar de cada educando en la gran escuela de la Tierra .

Basado en las enseñanzas de amor y esperanza de Jesús, el espiritismo tiene como misión contribuir en la instrucción y esclarecimiento del hombre sobre sí mismo y el Universo. Ampliar la capacidad de mirar más allá forma parte de la pedagogía del amor propuesta por la Doctrina Espírita.

¿Quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos, cuál es nuestro papel en la vida? Recordamos la pregunta 919: ¿Cuál es el medio práctico más eficaz que tiene el hombre de mejorarse en esta vida y de resistir la atracción del mal? "Un sabio de la antigüedad os lo dijo: Conócete a ti mismo."

       ( Aportación de Fabiano Máximo )

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