jueves, 2 de junio de 2016

Espíritus que se pueden evocar


CONFLICTOS FAMILIARES

“Mejorar, sin desanimo, los contactos directos o indirectos con los padres, hermanos, tíos, primos y demás parientes, en los combates del mundo, para que la Ley no venga a cobrarle nuevas y más enérgicas experiencias en próximas encarnaciones. (André Luiz, libro, Conducta Espirita”, psicografia de Waldo Vieira)

La reencarnación es la abertura que la providencia divina concede a la criatura, para que emprenda nuevas experiencias y cuente con otras oportunidades de aprendizaje y lecciones, que puedan atestar, en el tiempo, mayor avance en la escala evolutiva, rumbo a la felicidad a que todos estamos destinados.

Nuestro nacimiento en la Tierra solo es posible mediante la participación de un hombre y de una mujer. No en tanto, para mayor seguridad en el proceso reencarnatorio, mirando crear todas las posibilidades necesarias al progreso del Espíritu reencarnante, decidió el Código Divino por el establecimiento de la familia, la célula primera de la sociedad.

Entonces, padres, hijos, hermanos, tíos, abuelos, primos y otros forman los lazos de la consanguinidad, creando estrictos hilos de compromisos unos para los otros. La familia, por tanto, precisa ser el nido acogedor donde podamos reposar nuestras esperanzas, sueños, propuestas, objetivos, buscando la concretización de las metas de crecimiento y prosperidad espiritual.


   Por tanto el deber urgente de cada uno de nosotros, mirar la forma de contribuir decisivamente, para que nuestra familia consiga cumplir con sus responsabilidades, ósea, la de ofrecer recursos y mecanismos para la estabilidad de todos sus miembros.

¿Si Jesús, con su notable sabiduría, nos enseñó que es preciso amar asta aun misma a los enemigos, como entonces, no debe ser nuestro amor para con nuestros familiares?


Moisés, en el Decálogo, anotó que es indispensable honrar padre y madre, informó que no debemos cometer adulterio y aun nos advirtió para que no deseemos ala mujer de nuestro prójimo. Tres observaciones preciosas contenidas en los diez mandamientos que recibió del Creador, por vía mediumnica, hablando exactamente de los compromisos y responsabilidades familiares.

  De esa forma, menospreciar los lazos familiares, actuar de manera que comprometamos el reducto doméstico son comportamientos y actitudes extremadamente infelices, que más tarde o más temprano, responderán con las naturales consecuencias desagradables, generando desequilibrios y aflicciones.

Sabiendo eso y conociendo las orientaciones y las advertencias  advenidas de la Providencia Divina seamos entonces en el contexto de nuestra familia el miembro participativo, fraterno, cariñoso, amigo y conciliador.

No esperemos que nuestros parientes piensen como nosotros, hagamos como nos gustaría que nos hiciesen, seamos como desearíamos que fuesen, pues a  medida que consigamos convivir con las diferencias, respetando a cada familiar como el es, sin duda, sin duda, nuestros seres queridos sabrán, también, entender como somos nosotros.

Hagamos uso de la paciencia con aquellos que son intrigantes y obstinaciones, utilicemos el perdón con aquellos que nos ofenden y dañan, descubramos la fraternidad a favor de aquellos que saben y pueden menos que nosotros, extendamos las manos  a los que no consiguen acompañarnos en el camino del progreso, aprendamos a respetar los puntos de vista y opiniones de aquellos que diverjan  de nuestra manera de interpretar la vida y las situaciones, y, en todos los momentos y ocasiones, permitamos que el amor pueda nortear todos nuestros comportamientos y acciones, objetivando fortalecer, cada vez más, los lazos de cariño y ternura que precisan existir en el contexto de todas las familias.

Si las sabias leyes de Dios decidieron que nadie deba nacer solo es porque en el aislamiento, las oportunidades de victoria son menores, mientras tanto en el abrigo confortador de la familia, dentro de las funciones reales del grupo consanguíneo, tiene la criatura humana  mayores y mejores condiciones de vencer todos los desafíos y obstáculos que surgen en el camino.

En la familia Dios unió a aquellos que por varios motivos precisan estar juntos. Contribuyamos, entonces, para la paz en el ámbito del hogar.

Todos en nuestra familia, tenemos serios compromisos, que atender, el núcleo familiar es nuestro lugar principal de trabajo, si este queda sin atención, los otros trabajos no nos eximirán del deber incumplido. Con mucho cariño de Merchita.

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     AMOR TERAPIA

En las causas actuales de los disturbios psicológicos, como en aquellas anteriores, siempre se encontrara el amor-ausente como responsable. Animalizado por los instintos en predominio, se hace responsable por comprometimientos morales y psicológicos, que crearan los disturbios complejos que iniciaran las personalidades psicopáticas, ahora exigiéndoles alteración de conducta interior, a fin de experimentar equilibrio, sin los trastornos que afligen. La conquista del amor es resultado de procesos emocionales maduros, experimentados por la conquista del Sí. 

Inicialmente, se da la paulatina concientización de la propia humanidad en estado latente, cuando brillan los sentimientos de solidaridad, de interdependencia en el grupo social, de afectividad desinteresada, de participación en el proceso de crecimiento de la sociedad. Cada conquista que va siendo adquirida ofrece mayor perspectiva de posible desarrollo, en cuanto las necesidades de la evolución diseñan más amplios espacios de movimiento emocional. 

El problema del espacio físico, que contribuye para la agresividad animal, a la medida que se reduce para la población que lo habita, pasa a ser enfocado de manera diversa, en razón del sentimiento de amor, demostrar que la persona al lado o distante no es más la competidora, aquella adversaria de su libertad, sino que se trata de un participante más de las misma alegrías y oportunidades que se presentan favorables a todos los seres. 

El pensamiento, irradiando esa onda de simpatía afectuosa, estimula las neuronas para la producción de enzimas saludables que responden por la armonía del sistema nervioso simpático y estimulo de las glándulas de secreción endocrina, superando las toxinas de cualquier naturaleza, responsables por los procesos degenerativos y por la deficiencia inmunológica, que permite la instalación de las enfermedades. Por otro lado, frente al enriquecimiento emocional que el amor proporciona, la alegría de vivir estimula la multiplicación de inmunoglobulinas que preservan el organismo físico de varias infecciones siendo responsables por un estado saludable. Al mismo tiempo, la irradiación psíquica producida por el amor dirige vibraciones específicas a favor de las personas enfocadas que, permitiéndose sintonizar con esa franja, se benefician de sus ondas cargadas de vitalidad saludable. El Universo está estructurado de energía que se expande en forma de rayos, ondas, vibraciones… 

El ser humano, a su vez, es una dinamo productor de fuerza que va descubriendo y administrando todo a su alrededor. A medida que se adentra la sonda del conocimiento en lo que reposaba ignorado, descubre la armonía en todo presente, identificando un factor común, causal, predominando en la Naturaleza, que puede ser decodificado como siendo el hálito del amor, del cual surgirán los elementos constitutivos del Cosmos. La identificación de esa fuerza poderosa, que es el amor, permite su utilización de manera consciente a favor de sí mismo como de todas las formas vivas. 

Las plantas absorben las emanaciones del amor o sienten la ausencia, o sufren el efecto de los rayos desintegradores del odio, que es el amor enloquecido y destructor. Los animales se enternecen, se domestican, cuando sometidos al dinamismo del amor que educa y crea hábitos, vitalizándose con la ternura o pereciendo con su falta, o extinguiéndose con las actitudes que se le oponen. El ser humano, más sensible, porque portador de más amplias posibilidades nerviosas de captación, se puede afirmar con seguridad, vive en función del amor o se desorganiza en razón de su carencia. 

Amor terapia, por tanto, es el proceso mediante el cual se puede contribuir conscientemente a favor de una sociedad más saludable, luego, más justa y noble. Esa terapia transcurre del auto-amor, cuando el ser se enriquece de estima por sí mismo, descubriendo su lugar de importancia bajo el sol de la vida y, brillante de alegría reparte con las demás personas el sentimiento que lo señala, ampliándolo de manera vigorosa en beneficio de las demás criaturas. 

En cuanto las irradiaciones del odio, de la sospecha, de los celos, de la envidia y de la sensualidad son portadoras de elementos nocivos, con alto tenor de energías destructivas, el amor emite ondas de paz, de seguridad, sustentado el ánimo debilitado por la confianza que transmite, de bondad por exteriorizar el afecto, de paz en razón del bienestar que proporciona, de salud como efecto de la fuente de donde se origina. 

Al descubrirse la potencia de la energía del amor, se hace posible canalizarla terapéuticamente a beneficio propio como del prójimo. Desaparecen, entonces, la competición enfermiza y perversa, el dominio arbitrario y devorador del egoísmo, surgiendo diferente conducta entre los individuos, que se descubrirán portadores de inestimables recursos de paz y de salud, promotores del progreso y realizadores de la felicidad en la Tierra. 

Espíritu Joanna de Ângelis 
Médium Divaldo Pereira Franco 
Extraído del libro “Amor, Imbatíbel Amor”


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Espíritus que se pueden evocar

. Se pueden evocar todos los Espíritus a cualquier grado de la escala que
pertenezcan; lo mismo los buenos que los malos; tanto los que hace poco que murieron
como los que vivieron en los tiempos más remotos, a los hombres ilustres como a los
más oscuros, a nuestros parientes, a nuestros amigos, lo mismo que a aquellos que nos
son indiferentes; pero no se dice por esto que quieran o puedan venir siempre a nuestro
llamamiento; independientemente de su propia voluntad o del permiso que puede serles
negado por un poder superior, pueden estar impedidos por motivos que no siempre nos
está permitido penetrar. Queremos decir que no hay impedimiento absoluto que se
oponga a las comunicaciones, salvo el que se dirá después; los obstáculos que pueden
impedir a un Espíritu el manifestarse, casi siempre son individuales y dependen a
menudo de las circunstancias.


. Entre las causas que pueden oponerse a la manifestación de un Espíritu, las
unas les son personales y las otras les son extrañas. Es menester colocar entre las
primeras sus ocupaciones o las misiones que cumple y de las que no puede separarse
para ceder a nuestros deseos; en este caso, su visita sólo queda aplazada.
Hay, además, su propia situación. Bien que el estado de encarnación no sea un
obstáculo absoluto, puede ser un impedimento en ciertos momentos dados, sobre todo
cuando la encarnación tiene lugar en mundos inferiores y cuando el mismo Espíritu está
poco desmaterializado. En los mundos superiores, en aquellos en que los lazos del Espíritu
y de la materia son muy sutiles, la manifiestación es casi tan fácil que en el estado
errante y en todos los casos más fácil que en aquellos en que la materia corporal es más
compacta.
Las causas extrañas tienen relación, principalmente,con la naturaleza del médium, con la de la persona que evoca, con el centro en el cual se hace la evocación, y finalmente con el fin que uno se propone. Ciertos médiums reciben más particularmente comunicaciones de sus Espíritus familiares, que pueden ser más o menos elevados; otros son aptos para servir de intermediarios para todos los Espíritus;ésto depende de la simpatía o de la antipatía, de la atracción, o de la repulsión, que el Espíritu personal del médium ejerce sobre el Espíritu extraño, que puede tomarle por intérprete con gusto o con repugnancia. Esto depende también, haciendo abstracción de las cualidades intimas del médium, del desarrollo de la facultad medianímica. Los Espíritus vienen con más gusto, y sobre todo son más explícitos con un médium que no les ofrezca ningún obstáculo material. Por lo demás, lo mismo sucede en cuanto a las condiciones morales; cuanta más facilidad tiene un médium para escribir o para expresarse, más se generalizan sus relaciones con el mundo de los Espíritus.


. Es menester tomar también en cuenta la facilidad que debe dar la costumbre
de comunicarse con tal o cual Espíritu; con el tiempo, el Espíritu extraño se identifica
con el del médium, y del mismo modo con el del que le llama. Dejando aparte la cuestión
de simpatía, se establecen entre ellos relaciones fluidicas que hacen las comunicaciones
más prontas; por esto la primera conversación no es siempre tan satisfactoria como se
podría esperar, y es también porque los mismos Espíritus piden que se les vuelva a
llamar. El Espíritu que tiene costumbre de venir está como en su casa, familiarizado con
sus oyentes y sus intérpretes; habla y obra más libremente.


. En resumen, de lo que acabamos de decir resulta: que la facultad de evocar a cualquier Espíritu no implica para el Espíritu la obligación de estar a nuestras ordenes;que él pueda venir en un momento y no en otro, con tal médium o tal evocador que le plazca y no con tal otro; decir lo que él quiere sin que se le pueda obligar a decir lo que él no quiera, marcharse cuando le convenga; en fin, que por causas dependientes o no de su voluntad, después de haberse manifestado asiduo durante algún tiempo, de repente puede dejar de
venir.
Por todos estos motivos, cuando uno quiere llamar a un Espíritu nuevo, es
necesario preguntar a su guía protector si la evocación es posible; en el caso de que no
lo sea, generalmente da los motivos y entonces es inútil insistir.


EL LIBRO DE LOS MEDIUMS
ALLAN KARDEC


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  REUNIONES EN EL NOMBRE DE JESÚS

"Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos" ( San Mateo, 18:20). 
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Prefacio. Para estar reunidos en nombre de Jesús no basta hallarse juntos físicamente, sino que es preciso estarlo también en lo espiritual, por la comunión de intenciones y pensamientos dirigidos hacia el bien. Entonces sí se encuentra Jesús en medio de la reunión: Él, o los espíritus puros que lo representan. El Espiritismo nos permite comprender de qué manera pueden los espíritus hallarse entre nosotros. Están ahí con su cuerpo fluídico o espiritual, y con la apariencia que nos permitiría reconocerlos si se hicieran visibles. Cuanto más elevados se hallan en la jerarquía espírita, tanto mayor es su poder de irradiación. Así poseen el don de ubicuidad y pueden encontrarse en varios lugares simultáneamente. Basta, para ello, un rayo de su pensamiento.
Con las palabras citadas en el parágrafo anterior quiso Jesús mostrar el efecto de la unión y la fraternidad. No es la mayor o menor cantidad de personas la que le atrae, puesto que en lugar de dos o tres hubiera podido decir diez o veinte, sino el sentimiento de caridad mutua que a esas personas anima. Ahora bien, para esto es suficiente que haya dos. Pero si esas dos oran cada cual por su lado, aunque ambas se dirijan a Jesús, no habrá entre ellas comunión de pensamientos, sobre todo si no son movidas por un sentimiento de benevolencia recíproca. Y si se miran con malos ojos, con aborrecimiento, envidia o celos, entonces las corrientes fluídicas de sus pensamientos se rechazan en vez de unirse por un común impulso de simpatía, y en tal caso, no están reunidas en nombre de Jesús, el cual no es más que el pretexto de la reunión y no su verdadero motivo.....
Esto no implica, en modo alguno, que Él permanezca sordo a la voz de una sola persona. Si no dice que acudirá a cualquiera que le llame, es porque ante todo exige amor al prójimo, del cual podemos dar mayores pruebas cuando estamos en compañía de otros, que encontradonos solos, y también a causa de que todo sentimiento de tipo personal lo aleja. De ello se sigue que sí, en medio de una nutrida asamblea, sólo dos o tres personas se unen de corazón mediante el sentimiento de una auténtica caridad, en tanto el resto de los asistentes se aíslan y se concentran en pensamientos egoístas o de carácter mundano, Jesús estará con aquéllas y no con estos otros.
Así pues, no es la simultaneidad de los presentes en las palabras, en los cánticos o en los actos litúrgicos lo que constituye una reunión en nombre de Jesús, sino la comunión de pensamientos acordes con el espíritu de caridad personificado en Él.
Tal debe ser el carácter de las reuniones espíritas serias, de aquellas en que se desea con sinceridad el concurso de los buenos espíritus.

El Evangelio según el Espiritismo.


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