sábado, 16 de septiembre de 2023

Preludio del regreso a la vida corporal

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.-  Voluntad y fe.

2.- Los pactos con los malos espíritus

3- Educación cultural del médium

4- Preludio del regreso a la vida corporal


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                                       VOLUNTAD Y FE

                                   


La voluntad sostenida por la fe es, por lo tanto, la mejor fuerza motriz para dirigir las fuerzas psíquicas del ser y proyectarlas hacia un objetivo sublime. El hombre debe, en fin, comprender que todas las fuerzas del Universo, tanto físicas como morales, en él se reflejan; su voluntad puede comandar a unas y otras, que se manifiestan en su consciencia.

Aprender a armonizarlas, trabajar para desarrollarlas en vidas sucesivas, tal es la ley de su destino. Bajo este punto de vista, recordemos que tenemos una obra admirable que cumplir. Ésta consiste en crear en nosotros una personalidad siempre más radiante y, para ello, tenemos el tiempo sin límites, el camino sin final y la vida eterna en la acción perpetua.

Sin embargo, lo que algunos no pueden comprender por las facultades intelectuales, otros pueden sentir por el corazón, por la necesidad de expansión y el amor que en ellos es innato, pues, la verdad, acabamos de decirlo, está al alcance de los sencillos y de los puros; de todos aquellos que, en el recogimiento y en silencio, al abrigo de las tempestades, del mundo, del conflicto de las pasiones y de los intereses, saben interrogar a las profundidades de la consciencia y entrar en relación con el mundo superior, foco de toda luz, de toda sabiduría, fuente de todas las grandes revelaciones.

Cada estrella que brilla en el cielo nos enseña una lección; cada tumba que se cava en la tierra fría nos da un aviso. La existencia pasa como una sombra, pero la vida celeste es infinita. En cambio, nuestras vidas humanas, por muy cortas que sean, pueden ser fecundas para nuestro progreso; pese a su carácter precario, ellas forman los materiales con cuyo auxilio se edifican nuestros destinos; ellas son como piedras que componen el inmenso edificio del futuro del alma. Esforcémonos, por tanto, en pulir esas piedras, tallarlas y esculpirlas, para con ellas construir un monumento de líneas puras, de formas grandiosas y armoniosas.

( Autoría desconocida)

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LOS PACTOS CON LOS MALOS ESPÍRITUS

549 – ¿Hay algo de cierto en los pactos con los Espíritus malos?
– No; no existen tales pactos, sino una naturaleza mala que simpatiza con los Espíritus malos. Por ejemplo: quieres atormentar a tu vecino y no sabes como hacerlo; entonces te atraes a los Espíritus inferiores que, como tú, sólo quieren el mal, y para ayudarte quieren que tú les sirvas a sus malos propósitos. Pero no se sigue de aquí que tu vecino no pueda librarse de ellos por medio de una conjuración contraria y por su voluntad.

El que quiere cometer una mala acción, por este mero hecho atrae Espíritus malos que le ayudan, y se ve obligado entonces a servirlos como ellos lo hacen respecto de él; porque también lo necesitan para el mal que desean hacer. En esto únicamente consiste el pacto.
La dependencia en que a veces está el hombre de los Espíritus inferiores, proviene de que se entrega a los malos pensamientos que le sugieren y no de estipulaciones entre ellos y él. El pacto, en el sentido vulgar de la palabra, es la alegoría de una naturaleza mala que simpatiza con Espíritus malhechores.

550 – ¿Qué sentido tienen las leyendas fantásticas según las cuales ciertos individuos habrían vendido su alma a Satanás, para obtener ciertos favores?
– Todas las fábulas contienen una enseñanza y un sentido moral;vuestro error consiste en tomarlas al pié de la letra. Esa es una alegoría que se puede explicar así: El que llama en su ayuda a los Espíritus para lograr de ellos los dones de la fortuna, o cualquier otro favor, murmura en contra de la Providencia. Renuncia a la misión que recibió y a las pruebas que debe soportar en este mundo y sufrirá las consecuencias de ello en la vida futura. Esto no quiere decir que su alma esté para siempre consagrada a la infelicidad. Pero, como quiera que en lugar de liberarse de la materia, se ha engolfado más y más en ella, lo que gozó en la Tierra no lo disfrutará en el mundo de los Espíritus, hasta que lo haya rescatado en nuevas pruebas, tal vez mayores y más penosas. Por su amor a los goces materiales se pone bajo la dependencia de los Espíritus impuros. Así, hay entre éstos y él un pacto tácito que lo conduce a la perdición, pero que siempre puede romper fácilmente con la asistencia de los buenos Espíritus, si tiene para ello una firme voluntad. 

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC.


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  EDUCACIÓN CULTURAL DEL MÉDIUM

   No debe confundirse el Espiritismo con la mediumnidad . Esta es una ley de la Naturaleza y el Espiritismo es una doctrina que estudia esa ley y la explica racionalmente, en su origen, naturaleza y consecuencias. Se puede ser médium sin ser espírita, así como se puede ser espírita sin ser médium. Lo deseable sería que todo médium fuese espiritista, porque ello les permitiría estar en conocimiento de su realidad intrínseca; ser dueños de su facultad y no estar sometido a los vaivenes de fuerzas que no comprende.

  El médium espírita al adquirir conciencia de su rol, estudia con amor y dedicación, la doctrina que habrá de brindarle orientación en su vida, como ciudadano y como médium, ofreciéndole una visión panorámica, homogénea y completa, de la realidad material y espiritual.

  Los médiums sin formación espírita, originan dificultades graves, y a veces insuperables para los espíritus que trasmiten sus pensamientos, debido a una defectuosa captación, o a que chocan contra las opiniones preconcebidas de esos médiums, dado que su educación y desarrollo no es suficiente para hacer de ellos instrumentos fieles, que garanticen la nitidez de los mensajes dados por las comunicaciones invisibles. Prejuicios arraigados en el médium devienen en interferencias que bloquean o dificultan la acción de los espíritus.

  El estudio doctrinario, así como la preparación cultural en general, harán de él un médium más completo, un instrumentos más fino y de mayores recursos. Al ampliar el espectro  de su acervo cultural, irá sintonizando con espíritus de mayor evolución y retransmitiendo con mayor fidelidad sus mensajes, estableciendo su relación con ellos sin entorpecimientos anímicos o emocionales. Pudiera ocurrir que un médium semi-letrado transmitiese mensajes de alto contenido intelectual y con un lenguaje refinado, pero ello, además de ser excepcional, indica que el médium conserva elementos culturales asociados a esos temas adquiridos en vidas anteriores.

  Aunque el estudio de la mediumnidad no hace al médium, debe tenerse presente que este, al dominar la teoría y culturizarse, se inmuniza ante las obsesiones y mixtificaciones, no siendo presa de la credulidad o el fanatismo; adquiere plena conciencia del valor de su facultad, de la sublime tarea que ha de cumplir y se dispone  por tanto, al servicio de la humanidad.

  Es una grave equivocación que una persona dotada de mediumnidad, se crea que con eso basta y que no necesita culturizarse. Las experiencias mediúmnicas pueden causar daño cuando son realizadas por personas ignorantes de las leyes que las rigen, y de las condiciones adecuadas para su realización y desenvolvimiento.

- Jon Aizpúrua- de su obra "Tratado de Espiritismo".

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PRELUDIOS DEL REGRESO A LA VIDA CORPORAL

 

330 – ¿Los Espíritus conocen la época en que se reencarnarán?
– La presienten, como el ciego siente el fuego a que se aproxima.

Saben que deben volver a tomar un cuerpo, como sabéis vosotros,que habéis de morir un día, sin saber cuando sucederá. (166)

– ¿Es, pues, la reencarnación una necesidad de la vida espírita, como la muerte lo es de la vida corporal?
– Así es, verdaderamente.

331 – ¿Todos los Espíritus se preocupan por su reencarnación?
– Los hay que ni siquiera piensan en ella, ni la comprenden, lo que depende de su naturaleza más o menos avanzada. Para algunos es un castigo la incertidumbre en que están de su futuro.

332 – ¿Puede el Espíritu apresurar o retardar el momento de su encarnación?
– Puede apresurarlo, solicitándolo con sus votos y puede también retardarlo, si retrocede ante las pruebas, pues entre los Espíritus también existen cobardes e indiferentes. Pero no lo hacen impunemente, pues sufren como el que retrocede ante un remedio saludable que puede curarle.

333 – Si un Espíritu se considera bastante feliz en una condición mediana entre Espíritus errantes y si no ambicionase más, ¿podría prolongar indefinidamente semejante estado?
– Indefinidamente no, pues el progreso es una necesidad que tarde o temprano experimenta el Espíritu. Todos deben elevarse: este es su destino.

334 – La unión del alma a tal o cual cuerpo, ¿está predestinada, o sólo se hace la elección en el último instante?
– El Espíritu está designado con antelación. Escogiendo la prueba que quiere sufrir, el Espíritu solicita encarnarse, y Dios, que lo sabe y ve todo, sabe y ve con anticipación que tal alma se unirá a tal cuerpo.

335 – ¿Tiene el Espíritu el derecho de escoger el cuerpo en el que se va a encarnar, o solamente el del género de vida que le debe servir de prueba?
– Puede también elegir el cuerpo; porque las imperfecciones de éste son pruebas que ayudan a su progreso, si vence los obstáculos que en él encuentra, pero la elección no depende siempre de él. Puede pedirla.
– ¿Podría el Espíritu, en el último momento, rechazar el cuerpo escogido por él?
– Si lo rechazase, sufriría siempre más que aquel que ninguna prueba hubiese intentado.

336 – ¿Podría suceder que un niño que hubiera de nacer, no encontrase Espíritu que quisiera encarnarse en él?
– Dios proveería entonces. Cuando el niño debe nacer para vivir, tiene siempre predestinada un alma, pues nada ha sido creado sin una finalidad.

337 – ¿La unión del Espíritu con determinado cuerpo puede ser impuesta por Dios?
– Puede ser impuesta, lo mismo que las diferentes pruebas, sobre todo cuando el Espíritu no está aún apto para hacer una elección con conocimiento de causa. Como expiación, el Espíritu puede ser obligado a unirse al cuerpo de cierto niño que, por su nacimiento y la posición que ocupará en el mundo, podría llegar a ser un instrumento de castigo para él.

338 – Si aconteciese que varios Espíritus se presentasen para el mismo cuerpo que ha de nacer, ¿ qué decidiría entre ellos?
– Varios pueden pedirlo; en este caso Dios juzga cual de ellos es más capaz para desempeñar la misión a la que está destinado el niño. Pero ya dije que el Espíritu está designado antes del momento en que se debe unir al cuerpo.

339 – ¿El momento de la encarnación está acompañado de una turbación semejante a la que tiene lugar en la desencarnación?
– Mucho mayor y sobre todo más prolongada. Al morir, el Espíritu sale de la esclavitud, al nacer entra en ella.

340 – ¿El instante en que el Espíritu ha de encarnarse es un momento solemne para él? ¿Realiza este acto como cosa grave e importante?
– Viene a ser como un viajero que se embarca para una travesía peligrosa y no sabe si hallará la muerte en medio de las olas que afronta.

El viajero que embarca sabe a qué peligros se expone, pero ignora si naufragará. Así sucede con el Espíritu: conoce la clase de pruebas a que se somete, pero ignora si sucumbirá.
    Del mismo modo que la muerte del cuerpo es una especie de renacimiento para el Espíritu, la reencarnación es una especie de muerte, o mejor de destierro y clausura. Deja el mundo de los Espíritus por el corporal, como el hombre deja el mundo corporal por el de los Espíritus. El Espíritu sabe que reencarnará, como el hombre que morirá; pero como éste, no tiene conciencia de ello sino en el último momento, cuando le ha llegado la hora.
    Entonces, en ese momento supremo, la turbación se apodera de él, como del hombre que agoniza y esa turbación persiste hasta que la nueva existencia esté nítidamente formada. Los preludios de la reencarnación son una especie de agonía para el Espíritu.

341 – La incertidumbre en la que se encuentra el Espíritu sobre la eventualidad del éxito de las pruebas que va a soportar en la vida, ¿es para él una causa de ansiedad antes de la encarnación?
– Ansiedad muy grande, puesto que las pruebas de su existencia retardarán o acelerarán su progreso, según las soporte bien o mal.

342 – En el momento de la reencarnación, ¿está acompañado el Espíritu de otros Espíritus amigos que asisten a su partida del mundo espírita, como lo vienen a recibir cuando regresa?
– Eso depende de la esfera en que habita el Espíritu. Si está en las esferas donde reina el afecto, los Espíritus que lo aman lo acompañan hasta el último momento, le animan y con frecuencia le siguen durante la vida.

343 – Los Espíritus amigos que nos siguen durante la vida ¿son los que a veces vemos en sueños, que nos demuestran afecto y que se nos presentan bajo formas desconocidas?
– Con mucha frecuencia son ellos que vienen a visitaros como vosotros vais a ver al prisionero.

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS. ALLAN KARDEC


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