1.- El valor de la Fe
2.- Diálogos
3.- Dios y el diablo
4.- Los Profetas y Enviados de la historia
5.- La ilusión por la vida
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EL VALOR DE LA FE
Jesús nos señala en
el capítulo X, vers. 32 y 33 de S.Mateo, el valor de la fe. Quien le confiese y
reconozca en su doctrina y enseñanza será reconocido y presentado por El ante
el Padre Celestial.
Esto viene a significar que en el Más Allá
recogeremos los frutos de nuestra valentía o cobardía a la hora de reconocer y defender nuestras creencias y
nuestra fe en las enseñanzas de Jesús y en la doctrina espírita que profesamos
como una prolongación y ampliación de esas enseñanzas.
Podemos relacionar
esta invitación de Jesús para que seamos valientes en nuestra Fe, con la
parábola en la que decía que no escondiéramos la luz debajo del celemín. En ese caso la luz del conocimiento que se
oculta o la fe que se niega, es un acto de cobardía, comodísmo o egoísmo, al no permitir con nuestra actitud
que otros se beneficien de esta luz.
Cuando la Fe se oculta y no se expone con valentía, sencillez y claridad
cuando llega la ocasión, debido a miedos o temores a la incomprensión o al ridículo,
estamos y seguimos ocultando esa Luz debajo del celemín de nuestra cobardía.
Debemos ser
prudentes, no obstante, y no precipitarnos dejándonos llevar por un exceso de
entusiasmo a la hora de hablar o de afirmar, pero tras un análisis rápido de
las situaciones que se nos presenten para sacar a la luz nuestra Fe en el
Evangelio de Jesús, así como en el conocimiento espiritual que tenemos a la luz
del Espiritismo, debemos elegir entre la opción cobarde del silencio o incluso
la negación, o bien dar un paso al frente con valentía y firmeza, sin complejos
ni temores y sabiendo que desde el Plano Espiritual nuestros amigos protectores
no nos dejan solos nunca ante esas pruebas y disyuntivas.
En principio, al
obrar así podremos dar una imagen de fanatismo religioso; no importa; lo
importante es procurar estar abiertos al diálogo fraterno en una actitud de
humildad , de serenidad y de paciencia y haciendo caso omiso a las posibles
incomprensiones, recelos y hasta burlas
en alguna ocasión, exponiendo con la mayor claridad nuestros fundamentos y
confirmando y reafirmando nuestra fe.
Debemos estar
seguros y confiar siempre en el apoyo de nuestros mentores espirituales cuando
llegan esos momentos de prueba y afirmación, no
cayendo en las redes del orgullo o de la soberbia de creernos superiores
a nadie, o autosuficientes en la fe, y no nos pase como a Simón Pedro el
discípulo del Maestro Jesús, al cual
este le vaticinó que le negaría ante los demás. Y así fue hasta tres
veces, de modo que la amargura y remordimiento por su falta de valentía, fueron
un castigo a su orgullo . Pedro recibió una dolorosa lección de humildad y
tiempo tuvo mas tarde de afirmar públicamente a Jesús enseñando su doctrina
durante muchos años hasta su muerte cruenta a manos de los soldados de Roma, a semejanza del
Maestro. Así se redimió ante Jesús y ante el Padre por su debilidad al negar al
Maestro y a la enseñanza que este impartió a sus discípulos.
Hay que dar
testimonio ante todo y en primer lugar mediante la fuerza del ejemplo, y cuando
llegue el caso, con la afirmación verbal de nuestra Fe en las enseñanzas de
Jesús y su mensaje de Amor, recogidos en los Evangelios y en las enseñanzas de
la Codificación Espírita.
Además es muy
importante tener diariamente unos minutos de meditación íntima consigo mismos,
porque en ella podemos reafirmar actitudes y reacciones acertadas, o bien
reconocer aquellas en que nos hayamos podido equivocar, para su rectificación.
Solamente así podremos dar sentido a nuestra vida al mejorar paso a paso al
Espíritu, con lo que de este modo iremos evolucionando y dando sentido a
nuestra vida.
- José Luis -
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DIÁLOGOS
( Continuación de la anterior publicación , con título " Olvido del pasado")
El Neófito.- Estudiar la verdad en todas sus manifestaciones, amar a todos los seres como a nosotros mismos, y la noción y el sentimiento de Dios siempre presente en nosotros, he aquí el camino verdero por donde debemos ir en todos los instantes de nuestra existencia eterna; he aquí el modo más completo de alcanzar la felicidad de las almas.
Ciencia, Moral, Amor; voces cariñosas del Padre que resuenan por toda la Creación llamando eternamente a sus hijos queridos a la realización del destino para que fueron creados. ¿Cómo no realizar esto siempre, si jamás cesan Sus voces de exhortación amorosamente a su cumplimiento?.Por eso no veo la base racional en que se apoyan los que niegan que el espíritu de los muertos puede comunicarse con el alma de los vivos; pues sí así sucediese, no existiría la solidaridad del universo y las almas de las madres no podrían realizar su sublime amor y las de los esposos dejarían de ser "dos en una", como decimos en nuestra vida terrestre.
¿ Es verdad que es más razonable la comunión de los vivos y los muertos, ciencia querida?..¿ Es verdad que la muerte no rompe los lazos del amor y los seres que se aman siguen queriéndose como antes, aunque no se vean físicamente?.
La Ciencia.- La naturaleza esencial del espíritu jamás, entiéndelo bien, jamás cambia; por lo tanto, si ama, siempre, esté donde esté, podrá demostrar su amor, siempre caerá sobre el ser querido, como un rocío bienhechor, como brisa tenue y suave, como soplo de vida fecundante. ¿Olvidáis acaso, que la voluntad absoluta, infinita, de Dios, es que las criaturas se amen? ¿Siendo esa su voluntad, cómo podéis suponer que les impida realizarlo?. ¿No veis que esto es creer que en Dios pueda existir contradicción, lo cual equivale a negarle?
¡ Cómo se conoce que olvidáis las lecciones adquiridas estudiando la Naturaleza!.Si siempre las tuvieseis presentes, no negaríais al espíritu lo que tan facilmente concedéis a la materia. Y si no, medita conmigo todo cuanto te voy a decir.
El Neófito.- Mi espíritu reconcentra toda su atención, y pendiente de tus palabras, que siempre son luz clarísima para mí, te escucha lleno de ansia de saber, pletórico de deseos de conocer cuantro me rodea.
La Ciencia.- Si siempre obrarais así, menos errores habría en la humanidad y más felicidad cosecharían los hombres. Mas, vamos al asunto y escucha:
Todos sabéis que el sol, con su mana Tierra, desde sus polos magnéticos, mueve el vástago metálico de las brújulas. Todos sabéis que las ondas Hertzianas imprimen movimiento al aparato receptor del telégrafo sin hilos. Todos sabéis que podéis dar movimiento a un buque desde la azotea de vuestra casa, o a orillas del mar. Todos sabéis que la luz que nos llega al cabo de miles de años, desde las lejanías inconmensurables de las estrellas, mueve los átomos de la película fotográfica,imprimiéndoles otra agrupación molecular. Todos sabéis que la Luna mueve, con su atracción, la masa enorme de los mares, con una fuerza que no igualaría millones de caballos de tiro. Todos sabéis que la materia en estado radiante, invisible, imponderable para nuestras balanzas de precisión, mueve vertiginosamente las aspas del molinillo de tubo de Crookes. Todos sabéis que la simple aproximación de vuestra mano en el termo-multiplicador de Melloni mueve la aguja de un galvanómetro puesto en contacto, y el más leve movimiento que hagáis es señalado por la aguja.
Y ahora os pregunto: ¿ Y todo esto que lo hace la materia en sus distintos modos de movimiento, no podrá hacerlo el espíritu, fuerza superior que posee actividad, inteligencia y voluntad?
No penséis así. El espíritu es una fuerza cuya potencia es desconocida para vosotros; es un manantial de energías que no podéis figuraros el poder que puede desarrollar; es actividad que moverá los mundos al soplo de su deseo.
Si leyerais los resultados positivos que obtienen los fisiólogos experimentadores, como Claudio Bernard, veríais que la voluntad humana, aunque contrarrestada por la barrera material del cuerpo, en condiciones especiales, es uno de los excitantes más poderosos del mundo, pues además de todos los hechos sonambúlicos, se han llegado a originar llagas y después curarlas sobre la epidermis del magnetizado. Si no juzgarais las cosas con tanta ligereza, meditaríais sobre las pruebas que el magnetismo nos suministra, y, al ver que basta la voluntad del magnetizador para que la simple agua común adquiera propiedades terapéuticas determinadas, os convenceríais del poder del espíritu, y os parecería que no hay nada de extraño en que el alma obre sobre la materia de los vivos. Pues, si un astro que ni piensa ni siente, obra sobre la materia, ¿por qué no tiene que obrar el espíritu de un padre desencarnado sobre la organización del hijo, si le ve sufrir? ¿No indicaría esto que Dios daba el poder a la materia que llamáis ciega , insensible, pasiva, para atraer e influenciar a otra materia que no se da cuenta de esta atracción, y negaba ese poder al alma que es inteligencia, sentimiento y voluntad, y aprecia con ojos llenos de lágrimas y el corazón saturado de alegría, la influencia y atracción del amor?.Si todo el elemento que decís material, mutuamente se atrae y se influencia; si la caída de un cuerpo en la tierra repercute en toda la creación,¿por qué no ha de haber solidaridad, atracción y recíproca influencia entre todo el elemento espiritual, sean almas encarnadas o desencarnadas, habiten aquí en la Tierra, o moren en los espacios celestes?. Si esta solidaridad e influencia, si esta recíproca penetración, siembra el bien, el consuelo, la alegría entre las almas, ¿por qué tiene que negarla Dios, cuando Él mismo ha dictado la ley del Amor como síntesis de la esencia del Universo?
Si el magnetizador, aquí en la Tierra, mueve a voluntad el cuerpo magnetizado y le obliga a pronunciar palabras, concebir pensamientos y ejecutar actos, sin contacto con el sujeto y a veces desde algunos kilómetros de distancia, ¿por qué no ha de poderlo hacer también el espíritu desencarnado?.¿Acaso cambia la naturaleza del alma al morir?.¿Por ventura le rigen otras leyes? .¿Es que ha perdido su libertad de acción?.¿Es que Dios ya no quiere que sus criaturas siembren el bien entre sus hermanos?.¿Que la muerte divide a las almas en dos mundos extraños, ajenos el uno al otro?. No. Tén siempre presente que la creación es solidaria por completo, y que así como el mundo que llamáis material influencia al espiritual, este influencia y determina sobre aquél. Los cuerpos se atraen más o menos según su afinidad y las almas se influencian y viven juntas según su amor. Todo ha salido del seno de Dios y hacia Él converge todo y todo cuanto existe obedece a su único poder, a la única Energía que existe.
La comunión de los muertos con los vivos es un hecho positivo, experimental, y afirmado por todas las religiones. La ciencia reconoce en tales hechos una causa inteligente y algunas religiones, no pudiendo negarlos, los atribuyen al mito infantil de Satanás, a esa sombra inventada por la falta de estudio y meditación de los hombres sobre ellos mismos y sobre cuanto les rodea.
Medita y juzga tú.
- Un Alejandrino-
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DIOS Y EL DIABLO
Pedro y Arlindo eran dos cristianos conocidos en su ciudad por el trabajo asistencial que prestaban a favor de los pobres. Ellos seguían una línea de actuación cristiana que valorizaba la caridad como forma de aproximarse a Dios. las acciones solidarias de Pedro y Arlindo inspiraban a otros cristianos a sumergirse en proyectos de asistencia a los pobres y desvalidos.
No obstante, ese trabajo de amor y donación incomodaba a muchos espíritus tenebrosos y demoniacos. Constantemente esas entidades oscuras atacaban fuertemente a Pedro y Arlindo con el fin de interceptar el trabajo del bien que ellos realizaban.
Cierto día, los ataques se intensificaron. Siempre que los espíritus malignos deciden atacar a una persona, ellos tocan las heridas de ella, sus más profundos dolores, a veces inconscientes, son activadas y potenciadas por esas entidades. Pedro ya estaba cansado de ser atacado en sus heridas, y de tener sus emociones afloradas por la intervención de los espíritus de las sombras. El cristiano sentía que sus mayores dolores eran aumentados por la acción de las tinieblas, y comenzó a sentirse muy mal con todo eso.
Ya agotado de tener sus heridas interiores abiertas y afectadas, fue a conversar sobre eso con Arlindo. Este le confesó que también era víctima por la fuerza de las sombras, pero al contrario que Pedro, parecía resistir relativamente bien los ataques y no se preocupaba tanto con ellos, como Pedro hacia. Entonces Pedro pregunto:
-Arlindo, esas entidades sombrías quieren destruir nuestro trabajo en el bien. Yo ya estoy cansado de ser siempre atacado por ellos. Me duele mucho tener a todas horas mis heridas emocionales castigadas por ellos. ¿Cómo consigues tu resistir esos ataques?
Arlindo respondió:
-Pedro, nosotros hacemos el mismo trabajo y somos prácticamente atacados por las tinieblas de la misma forma.la diferencia es que yo probablemente percibo mejor que tú la función del dolor y de los sufrimientos que esas entidades intentan activar en nosotros. Preste bien atención: ¿para que sirve el dolor de nuestro organismo? El dolor funciona como un señalizador que revela alguna disfunción o fallo en el cuerpo físico. Cuando algún aspecto de nuestro cuerpo no va bien, el dolor se manifiesta como una especie de mecanismo de aviso; la inteligencia inherente en nuestro organismo nos informa, por el dolor, la localización exacta de nuestro problema de salud. Algo bastante parecido sucede cuando esos espíritus de las sombras nos atacan. Ellos tocan nuestras heridas internas y nos provocan dolor y sufrimiento, pues nuestros núcleos emocionales desarmonizados son activados y eso nos provoca malestar. De la misma forma que el dolor físico nos informa del lugar en el que hemos de ser tratados, los espíritus de las tinieblas tocan nuestras heridas emocionales, despiertan el dolor psicológico, y de esa forma, nos muestran donde están esas mismas heridas, núcleos inconscientes, traumas, amarguras, angustias, etc. en otras palabras, tocando nuestras heridas, ellos aumentan momentáneamente y acaban ayudándonos a identificar donde ellas están y en lo que consisten. De la misma forma que el dolor es un agente incomodo que nos ayuda a identificar la desarmonía orgánica, los espíritus traviesos son agentes de la inteligencia divina que nos ayudan a revelar y conocer mejor los contenidos inconscientes que guardamos dentro de nosotros. Incluso cuando estamos sin tener conciencia de eso, ellos acaban teniendo la función de contribuir a nuestro autoconocimiento. En el instante en que usted comprenda esto, va a saber sacar algún provecho de todo eso, y no se preocupará con sus ataques. Así ocurrió con Jesús, cuando el diablo lo tentó en el desierto. En verdad, el diablo, los demonios, los espíritus traviesos no son nada más que un instrumento de Dios para probar al hombre y ayudarlo a desenvolverse espiritualmente.
Enviado por Hugo Lapa
Traducido por. M. C. R
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Los Profetas y Enviados de la historia
Cuando ha sido necesario impulsar la evolución espiritual del género humano,vinieron a este
mundo, en diversas épocas y lugares, Seres humanos de gran evolución que
vinieron con la elevada misión de ayudar al resto de la Humanidad, o a una
parte de ella, a progresar espiritualmente, mediante sus enseñanzas y sus ejemplos de vida,
renovando anteriores estructuras religiosas que ya estaban algo
desvirtuadas y desfiguradas con respecto
a los fundamentos básicos que las crearon: estos fueron los Profetas, Enviados
o Mesías.
Alrededor de algunos de
ellos se fundaron determinadas religiones mas o menos cercanas al permanente
mensaje del Amor, y otros no las
fundaron ellos directamente, pero sus fundadores y seguidores las forjaron a
partir de las profundas enseñanzas basadas en esos mismos principios morales,
de modo que estos, las recopilaron gracias a la tradición oral, primero, y
después gracias a la escritura, que supuso un gran avance cultural de cara al
futuro de aquellos pueblos, de modo que con el apoyo de estas herramientas
valiosas, se formaron nuevas religiones, que como partes de la Verdad Una, han
ayudado y ayudan a evolucionar espiritual y socialmente al Ser humano.
Estas enseñanzas basadas en el Amor, siempre
han sido como un mensaje novedoso para el Ser humano, de modo que siempre
provocaron la renovación religiosa y espiritual de las civilizaciones.
Algunos de los
principales que hicieron su aparición en este mundo, fueron:
Sidharta Gautama, el Buda, fue otro Enviado nacido unos
quinientos años antes de
Cristo. Buddha significa “iluminado” . Su
existencia la dedicó por completo a la enseñanza espiritual, predicando la
igualdad entre los hombres, la rectitud del pensamiento y las obras, así como
el amor como fundamento de sus existencias. Fue llamado " Luz de Asia".
Su doctrina quedó reflejada en "El libro Tibetano de los Muertos";
en ella muestra su oposición a la creencia de que el Ser se aniquila
totalmente por la muerte corporal. Admitió los conceptos de "Rueda de
la Reencarnación" y del "Karma". Asimismo
para Buda, el mundo material era una ilusión en la que los seres humanos
estamos cautivos y de la que nos podemos liberar a través del Conocimiento y
de la adquisición de una Conciencia Cósmica.
Siguiendo un orden
cronológico de los principales Enviados que enseñaron el concepto de la
reencarnación, estos fueron Confucio, Lao Tse,
Krishna, Zoroastro, Hermes,
Buda, Moisés, Pitágoras, Platón,
Moisés, Juan el Bautista, Jesús de Nazareth, Mahoma, Bahá u llá, y su
predecesor “El Bab”, forjadores
de “La fe Bahaí”, religión nacida a mediados del siglo XIX esociedad musulmana, casi
Bahaullá y la Fe Bahai aparecieron en una
época muy cercana (1852), al nacimiento del Espiritismo en Europa (1.856). Esta
cercanía de las épocas de aparición en ambos impulsos espirituales en medio de
dos sociedades y culturas tan distantes como lo eran en los países musulmanes
del Medio Oriente, con respecto a la Europea-cristiana de Occidente ( además de la anglo americana),
lleva a considerar que se trata igualmente de lo que el mismo Cristo anunció,
que enviaría posteriormente el Espíritu de la Verdad para explicar y
ampliar sus enseñanzas que en su época no se podían matizar y profundizar aún,
porque la humanidad de entonces no estaba aún con el grado de madurez necesario
para asimilarlas por completo, pero este
Espíritu de Verdad, no se encarnó como Ser individual, espiritual o corporal,
sino que fueron una multitud de Espíritus desencarnados que nos aportaron la Doctrina
Espirita que fue codificada por Allán
Kardec. Este nos legó el
conocimiento transmitido desde el Plano Espiritual a través de comunicados y
testimonios de la existencia en otro plano de la vida que llamamos plano
espiritual, desvelándonos parte de lo que solo intuíamos sobre el más allá,
y aclarando otros conceptos morales
evangélicos, los cuales, si acaso eran admitidos solamente por una fe religiosa,
pero con esta filosofía, la fe cristiana
dejó de ser una fe ciega o dogmática y pasó a ser una fe razonada, lo cual la
hizo ser de raíces más profundas en aquellos que se entregaron al estudio de
esta doctrina como centro de sus vidas, haciendo de ella una filosofía
impregnada de religiosidad, aunque el Espiritismo no quedó constituido como una
religión. De este modo, el “Espíritu de la Verdad”, posteriormente, ha seguido completando y
ampliando sus comunicaciones espirituales
dentro de lo que se dio en llamar el “Movimiento Espírita”, aclarando
las enseñanzas morales dejadas por Jesús-Cristo.
Según los mismos
Espíritus que asistieron a Kardec en los temas de la Codificación Espírita,
estos afirmaron que, precisamente, el
modelo más perfecto que tenemos los hombres para tratar de imitarlo y evolucionar hacia Dios ha sido, sin duda, el Cristo, encarnado en la
persona de Jesús de Nazaret.
La Doctrina de Jesús avalada
siempre con su sabiduría profunda y su ejemplo contínuo, constituyó la Segunda
Revelación, y finalmente, con la aparición del Espiritismo, Consolador
prometido por Jesús, dado por los Espíritus Superiores y codificado por Allan
Kardec, aclaró y amplió muchas cosas de
las que enseñadas en la Segunda Revelación. Este Movimiento espiritualista que
es el Espiritismo, constituye la Tercera Revelación de Dios a la Humanidad.
Decimos que son tres
las grandes Revelaciones a la Humanidad, Moisés, Cristo y
el Espiritismo, por
este orden, no porque hayan sido las únicas, sino porque son universales, esto
es, válidas y aplicables a todos los pueblos y religiones del mundo. El resto
de los grandes Enviados, lo fueron en cuanto a que sus revelaciones fueron
válidas en algunas partes más o menos extendidas de la Humanidad, pero sus
doctrinas no son aplicables para el resto del mundo, por cuestión de las importantes
diferencias culturales y morales de los pueblos que las recibieron.
Alrededor de algunos de estos Enviados o
Avatares se fundaron determinadas religiones más o menos cercanas al permanente
mensaje del Amor, común en todas ellas, y se forjaron a partir de las profundas
enseñanzas basadas en esos mismos
principios morales, de modo que estos, las recopilaron gracias a la tradición oral, primero, y
después gracias a la escritura, que supuso un gran avance cultural de cara al
futuro de aquellos pueblos, de modo que con el apoyo de estas herramientas
valiosas, formaron nuevas religiones,
que como partes de la Verdad Una, han ayudado y ayudan a evolucionar espiritual y socialmente al Ser
humano. Estas enseñanzas basadas en el Amor, siempre han sido como un mensaje novedoso
para el Ser humano, de modo que siempre provocaron la renovación religiosa y
espiritual de las civilizaciones.
- Jose Luis Martín-
“ Considera a todos los seres con bondad, con
dulzura y con tolerancia; pero a todos igualmente, sean Budistas o Hindúes,
Jainistas o Judíos, Cristianos o
Mahometanos”
-Krishnamurti-
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Los valores humanos, no actúan en solitario, se unen y armonizan unos con otros, la ilusión por ejemplo da pie a la esperanza, de ese modo nos ayudan a realizar, a construir un porvenir y un futuro en el que desarrollar todos aquellos proyectos que podemos trazarnos y lo que es muy importante a vivir el día a día con mayor alegría lejos de la rutina y la desesperación.
Es difícil vivir en la sociedad y en este tiempo con el corazón alegre, con esperanza, con ilusiones, son muchos los nubarrones que atisbamos que se acercan. Más aún debido a nuestra naturaleza humana en muchos momentos frágil y débil, que se deja llevar por el desaliento, y se deja envolver o contaminar por los problemas y la falta de horizontes claros y hermosos a la vista.
Es por eso que debemos mantener una actitud equilibrada, sin dejar de ser soñadores; tener la ilusión por crecer día a día, dando pasitos –por pequeños que sean- hacia la felicidad y la plenitud que nos aguarda. Y no debemos permitir que esta vorágine de nubes grises que sobrevuela constantemente nuestro mundo –léanse los acontecimientos que pasan a diario- nos amilanen. Con la fortaleza de nuestro espíritu podemos evitar que nos reste fuerza e ilusión la ola, cada día más creciente, de materialismo, violencia, injusticia, guerras, crímenes y crisis.
La lucha la debemos mantener con nosotros mismos, para no decaer dejándonos llevar por la vida material y todas sus sombras, somos seres espirituales en construcción, tenemos un poder maravilloso dentro de nosotros para cambiar la realidad y para ver cada día brillar el sol con más fuerza y más esplendor. Pongámonos las gafas de la realidad espiritual que gobierna ciertamente nuestro mundo, elevemos nuestro pensamiento por encima de las pequeñeces materiales que nos absorben y podremos comprobar que es mucho mayor la luz que la oscuridad, más mucho más grande el bien que el mal, aunque no lo parezca.
Lo que ocurre es que los hombres estamos dormidos, – en cuanto a los principios espirituales se refiere- nos dejamos llevar, nos contagiamos por el ambiente materialista y el mundo que nos rodea, porque no estamos unidos sino separados, cada uno de nosotros vive angustiado por sus problemas, se ocupa de su trabajo, de su familia, de aquello que considera más importante y se olvida de lo demás, y eso es un error porque nos estamos privando de vivir en solidaridad, nos hemos olvidado de que somos hermanos todos y de esa gran lección, y a su vez, el nuevo mandamiento que nos legó el Maestro de Maestros, Jesús de Nazaret: AMA A TU PRÓJIMO COMO A TI MISMO.
Vivimos con una gran presión, nosotros mismos nos la hemos impuesto, vivimos en grandes ciudades, aprisionados, sin apenas sitio siquiera para aparcar el automóvil, la ciudad está hecha a la medida de la tecnología muchas carreteras, muchos cables, muchas tuberías, la hemos llenado de señales, de escaparates, de rascacielos, todo está pensado para darnos placer y satisfacción, comodidades y felicidad, “pero no somos felices”, las ciudades cada vez son más frías no tienen el calor que necesitamos los seres humanos, ni siquiera tenemos tiempo para disfrutar. Ni para educar a nuestros hijos. Siempre tenemos cosas que hacer, llegamos a casa tan cansados de trabajar o de resolver problemas que no tenemos tiempo para hablar con nuestros hijos, y eso que en teoría son lo más importante para nosotros.
Debemos proponernos romper con todo eso, no dejarnos llevar por la rutina, la monotonía y el pensamiento generalizado de que esta vida es así y no la podemos cambiar, porque si podemos cambiarla, podemos cambiar nuestra actitud, somos lo que pensamos y a estas alturas estamos ya convencidos de que no somos materia, sino espíritus, y que albergamos en nuestro interior toda la fuerza y las cualidades para crecer, fortaleciendo nuestro carácter y sobre todo para encaminarnos a la consecución de aquellos objetivos de más altura, de índole espiritualista, por medio de los valores que ennoblecen y dignifican al ser humano.
Como bien decía Séneca: “Felicidad es no necesitarla”. Gran pensamiento este porque la felicidad no está en ningún sitio, está dentro de nosotros, mejor dicho forma parte de nosotros, es inherente a nuestra realidad espiritual, pero de eso aún no estamos convencidos por eso no la alcanzamos.
La clave se halla en que lo que nos hace falta es realizarnos, ser nosotros mismos, vivir ilusionados, comprometidos con nosotros mismos, con nuestra conciencia. La mayor ilusión que podemos tener es ser nosotros mismos, vivir con autenticidad, libres de prejuicios, de convencionalismos y de todo aquello que nos hace vivir con pobreza, no material sino de espíritu, es la mayor traición que podemos hacer contra nosotros mismos.
La ilusión despeja esos nubarrones que vienen como consecuencia del sistema de vida que hemos adoptado, trae la esperanza, moviliza nuestras fuerzas internas, la voluntad, el coraje, la intuición, el deseo de trabajar, proyecta nuestras aspiraciones y nos presenta un camino a seguir cada día mejor para conseguir aquello que vibra en nuestro interior, lo cual si no nos ponemos a ello nunca lo descubrimos y nunca sabremos qué hacer y hacia dónde dirigirnos.
Cuando vislumbramos lo que en realidad somos ese ser espiritual en vías de su desarrollo, y nos volcamos en hacer aquello para lo cual hemos venido a esta existencia, fuerzas invisibles superiores nos acompañan en el día a día, seres de luz que vibran con deseos de amor y de ayuda hacia la humanidad son atraídos hacia nosotros por conectar con nuestros pensamientos y sentimientos de sincera realización. Es entonces cuando comenzamos a despertar el verdadero objetivo de nuestra estancia en este pequeño planeta que nos sirve de escuela, y junto al deseo de progreso y la ilusión que ponemos cada nuevo día se nos va iluminando la conciencia y cada día nos sentimos más seguros de qué es aquello que hemos venido a realizar, comenzando por el amor a nuestra familia, aquella que hemos formado, nuestros seres más queridos.
Asimismo también podremos afrontar con más fuerzas y convencimiento según el grado de compromiso adquirido antes de encarnar aquellas misiones o realizaciones especiales que se nos han concedido poder hacer en aras de un mayor progreso, aprovechando al máximo nuestra estancia en la tierra.
La vida en la tierra, las imperfecciones y debilidades que arrastramos de nuestro pasado, el materialismo, los problemas que surgen propios de un mundo inferior como es el nuestro condicionan mucho nuestro comportamiento y son un verdadero escollo a veces muy difícil de sobrellevar, las pruebas e el diario vivir son constantes, por ello cada día necesitamos renovar nuestros principios, que no nos falten claridad de ideas y deseos de realizarnos. Necesitamos de la ilusión por emprender, por trazarnos metas y no olvidar por qué y para qué estamos aquí. De otro modo nos arrastrará la corriente y pronto perderemos esa luz espiritual que es la guía y el soporte para nuestra conciencia, pudiendo caer en el hastío y la desesperación que conducen a muchas personas a la pérdida del sentido de la existencia y al suicidio psicológico, cuando no al propio suicidio físico.
Con ilusión cada día veremos ante nosotros un horizonte hacia el que dirigirnos, mantendremos viva, intacta la ambición positiva de alcanzar aquello que nos hemos propuesto, sabremos lo qué queremos, cómo alcanzarlo y que es aquello que nos estorba y que no debemos dejar que nos obstaculice.
Cuan diferente es levantarse cada día con el ánimo entero, llenos de autoestima y decirnos sigo teniendo la ilusión por vivir, se lo que quiero, comprendo el sentido de la vida, pido a nuestro Padre y Creador me conceda la luz y la fuerza que necesito para mi emprendimiento espiritual. También conozco mis limitaciones, pero sé que poder es querer y yo quiero conseguir todo esto y sé que puedo hacerlo, para ello tengo que trabajar estos valores, despejar aquellas dudas, superar esas cositas que me venían limitando porque no creía en mí. Soy sincero conmigo mismo me conozco y sé cuáles son mis aspiraciones y lo que tengo que ir haciendo para alcanzar mi desarrollo.
Autoestima, confianza, optimismo, fe, ilusión, esperanza, actitud positiva, todos estos valores son armas, instrumentos de nuestro yo superior que conforman poco a poco nuestro carácter y que son esa palanca que potencia nuestras fuerzas y nos hacen ver que todo cuanto nos propongamos con visos de realidad, es posible.
El que se despojara de todas sus ilusiones quedaría desnudo.
Arturo Graf, poeta y crítico literario italiano.
Comenzar cada día sin ilusión, sin un porvenir que me incentive, que me estimule, levantarme ya derrotado con el pensamiento de que será un día más como otro cualquiera, un día pesado y aburrido que no me aporta nada, no es lo que quiero. Una vida sin aspiraciones, una vida guiada por el tedio y la monotonía no es la vida de un ser racional llamado a ser una conciencia libre, dueña de sí misma, y que es potencialmente rica en valores, no en vano somos HIJOS DE DIOS, HECHOS A IMAGEN Y SEMEJANZA SUYA.
El pesimismo, la desconfianza, la desmoralización, la tristeza, el desánimo, la desilusión, todos estos son enemigos del éxito y de la auto-realización, son sentimientos que debemos rechazar con energía para poder desprendernos de los mismos.
Con un pequeño paso por nuestra parte basta para que se desvanezcan los miedos, las dudas y vacilaciones que nos mantienen limitados y sin fuerzas para asumir todo cuanto podemos hacer en pro del adelanto de nuestro espíritu, rechacemos con energía la pereza, el miedo y la comodidad, veamos cual es la razón de nuestro existir y pidamos ayuda para emprender ese trabajo con la energía que nace de la ilusión y el deseo de progreso.
Fermín Hernández Hernández- Amor, Paz y Caridad
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