1.- Olvido del pasado
2.- Los principales derechos humanos
3.- La conciencia del Amor
4.- El valor de la Fe
5.- Anécdotas de Chico Xavier: Valeria
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OLVIDO DEL PASADO
(Art. tomado de la Revista "Fraternidad Cristiana Espírita" nº 22 de Julio/Agosto /89)
El Neófito.- Cuanta razón tienes, ciencia amada, al decir que la creencia en la reencarnación progresiva de los seres, es un rayo de luz vivísima que esclarece lo que antes se presentaba oscuro al entendimiento del hombre investigador de la verdad.
Creyendo que entre nuestro presente se extienden un pasado y un porvenir eternos, de actividad incesante, de desenvolvimiento de nuestras facultades, de ascensión, jamás interrumpida, hacia la Luz, Sabiduría y Amor infinitos; creyendo que siempre hemos dispuesto y dispondremos de la libertad de acción que esencialmente ha puesto Dios en nuestra naturaleza; y creyendo que El llama eternamente con voz de Padre a todo el Universo, mi alma ya no se considera una insignificante chispa espiritual perdida en el seno de tanto misterio, sino que se siente llamada a una labor elevadísima, inconmensurable, eterna; ya no mira todo lo que le rodea como cosas extrañas, sino que ve el lazo que todo lo une, que todo lo hace solidario en la creación, desde el átomo oculto en las entrañas del más pequeño polvo cósmico hasta el pensamiento más sublime del más elevado ser; no teme ni tiembla al pronunciar la palabra de Dios, sino que vive tranquila, confiada, como el niño en el regazo de su madre, sintiendo en su ser la fuerza irresistible, benéfica, fecunda, del amor absoluto, inmutable, de su Autor.
La Ciencia.- Cómo se abre tu alma a la vivificante expresión; con qué alegría contemplas, ya lejos de ti, las preocupaciones y prejuicios de tu ayer que no saciaban tu ansia de verdad. Contempla esas ideas que abandonas, esos conceptos que ya no caben en tí, esas nociones vagas y estrechas, no con desprecio ni desdén, sino como miras los trajes de tu infancia, los libros de tu niñez, con cariñoso recuerdo, como una etapa necesaria y fructífera para tu perfeccionamiento, como una luz que te ha alumbrado en las tinieblas de tu ignorancia, pero que has perdido ya de vista en tu carrera progresiva. Mira siempre todo lo que constituyó tu ayer con amor, no con odio, pues toda luz, toda idea, todo pensamiento, todo acto, todo sentimiento, conduce al fin para el que habéis sido creados y es un peldaño más que subís en la escala sin fin que os conduce a Dios.
Por eso jamás debéis considerar las ideas y pensamientos de los demás sino como medios conducentes a la perfectibilidad de aquél que sinceramente los sustente y como energía necesaria para la economía de su vida espiritual.
La tolerancia con el prójimo es la piedra de toque de la sabiduría y bondad de las almas, es el fiel de la balanza que pesa el amor de los espíritus. Sed siempre tolerantes y amorosos hasta con los que os ridiculizan, maltratan y desprecian, y nunca les paguéis con la misma moneda, pues solo así contribuiréis a la obra divina de ascensión progresiva de los seres.
El Neófito.- ¿ Cómo no quieres que sea tolerante si me has hecho comprender que siempre nuestro conocimiento será imperfecto, defectuoso, incompleto y que sobre él siempre habrá otro más perfecto, más verídico?.
Por eso he buscado los argumentos aducidos por los adversarios de la creencia en la reencarnación y la única objeción grave que he hallado es la que hacen los sabios y los ignorantes, la del olvido de las vidas anteriores. ¿Podrás darme,¡Oh querida ciencia!, otro rayo de luz que contribuya a explicarme la ley del olvido, para mí oscura, inexplicable, misteriosa?.
La Ciencia.- Problema es ese que todavía no está a vuestro alcance. Vuestro adelanto intelectual y moral aun vé esa idea, clara de por sí, muy nebulosa, llena de sombras. Pero no importa, conozco tu sincero afán de saber, e intentaré descorrer parte del velo que la oculta; probaré a disminuir la distancia que la separa de tu potencia psíquica para hacértela conocer, aunque no sea más que en germen.
El cerebro, ese órgano delicadísimo del que hoy comenzáis a vislumbrar su misterioso funcionamiento, es el instrumento material de que se vale el espíritu, en su vida normal, para exteriorizar sus ideas, sus deseos y su voluntad. El cerebro, asiento de las funciones psíquicas, es, digámoslo así, la placa fotográfica en donde se impresionan los modos de ser de los objetos que componen el mundo exterior, y en donde el alma, por medio de su fuerza perceptiva, de su energía anímica, los revela, fija y almacena. A la voz de su voluntad, y a veces por otras causas que vosotros llamáis leyes menumónicas, reconstruís las imágenes de las sensaciones, dando origen a lo que apellidáis memoria, que en sí no es otra cosa sino una mirada retrospectiva que dirige el alma a lo que ha constituido su vida.
Así pues, para que haya memoria, es necesario,indispensable, en esta vida corporal, el auxilio del cerebro, y sólo podéis recordar lo que en él habéis impreso, tanto de fuera como de dentro. Sin cerebro no puede haber memoria en la Tierra.
El Neófito.- ¿ Entonces, si fuese posible cambiar mi cerebro, no recordaría yo mis actos y pensamientos; lo único que tal vez podría hacer es recordar los actos o pensamientos iguales a los míos que estuviesen impresos en mi nuevo cerebro?.¿Luego bien podemos llamar al cerebro la base material de la memoria?.
La Ciencia- En tu misma pregunta está encerrada parte de la solución al problema del olvido de las vidas pasadas.
El cerebro, para que sea instrumento fiel de la memoria, es indispensable que funcione con regularidad matemática, que no pierda la integridad de su estructura y composición correspondiente a cada edad; que no varíe el modo de ser excitado o impresionado; en una palabra, que se conserve sano. Cuando alguna de estas condiciones varía, la memoria, como las demás facultades psíquicas, se resiente y pierde en intensidad o delicadeza.
Veamos,sino, lo que les sucede a todos los seres atacados de ciertas enfermedades cerebrales. Muchos de ellos pierden la noción de los números y no saben contar; otros la de las palabras o la escritura y tienen que volver a aprender a leer o escribir; otros se debilitan tanto que no se pueden acordar de muchas cosas, y algunos llegan a perder por completo la memoria y no recuerdan absolutamente nada de su vida anterior a la enfermedad.
Meditemos lo que les pasa a los que se encuentran en estado sonambúlico, bien sea natural o provocado. Todos ellos realizan actos, pronuncian palabras, escriben capítulos enteros, y cuando vuelven a su estado normal, no recuerdan nada de lo que les hicieron. Apelad a la conciencia de todos los médicos experimentadores de estos fenómenos y veréis confirmado el aserto. Muchos os dirán que hasta se da el caso de que el sujeto sonámbulo parece tener dos clases de vida, la normal y la sonámbula,pues lo que hacen en la una no lo recuerdan en la otra, mientras sí que recuerdan lo hecho en cada una de ellas.
Pensad todos en todo lo que habéis olvidado de vuestra etapa de niños; en lo que no recordáis de lo hecho durante las horas de sueño, y ante todo, ved quien de vosotros será tan ignorante y tan orgulloso, que se precie de recordar sensación por sensación, pensamiento por pensamiento, acto por acto, todo lo realizado por él en su vida actual; solo encontrará los hechos más culminantes y una noción vaga, casi una percepción inconsciente que engloba los mil detalles.
¿Por ventura, habéis olvidado lo deleznable que es vuestra memoria?. Si así no fuese, cómo asombraros con esos ejemplos tan raros de memoria clara, extensa y completa?- Pues hasta esos mismos seres, ¿cuánto no habrán olvidado?.
El Neófito.- Ahora veo que no tiene nada de extraño el que no nos acordemos de las vidas anteriores. Ahora comprendo que si conservando el mismo cerebro olvidamos muchas cosas, y a veces todo, no tiene nada de extraño que al tener otro cerebro, en la nueva encarnación, olvidemos todo lo anterior. Debe sucedernos lo mismo que al artista que cambia de clase de instrumento, que no puede producir los sonidos que producía en los otros. Debe sucedernos lo mismo que le sucede al hombre de ciencia que deja el telescopio y toma el microscópio : no puede ver lo que antes veía.
La Ciencia.- Es verdad que no podéis saber por completo y de un modo detallado lo acaecido en vidas anteriores, pero en general, en síntesis, lo sabéis por la voz de la conciencia, que como dijo Víctor Hugo, en una página de sus Miserables, "no es más que la cantidad de ciencia innata que cada uno trae a este mundo".
Si os miraseis más por dentro; si os gustase más el estudio de vuestros defectos, inclinaciones y aptitudes, leeríais un poco en el pasado, y así sabríais lo que fuisteis. Y como venís a este mundo a expiar faltas anteriores y a prepararos el porvenir, si meditarais sobre lo que os sucede, veríais un poco claro lo que fuisteis ayer.
Pensad siempre, que Dios da a sus criaturas lo necesario para su mejoramiento; por eso os concede en esas vidas terrestres lo que necesitáis, y basta para conseguir el fin que os proponéis: la voz de la conciencia y las tendencias instintivas, y os priva de lo que, tal vez, pudiera perjudicaros: el recuerdo de vuestros males.
Estudiad la ciencia en todas sus manifestaciones; amad a todos, y Dios os llenará de la luz que aclarará todas las cosas oscuras.
(Continúa en el siguiente) ...//...
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Los principales derechos
humanos
Sin duda y en primer lugar, el mas importante
entre todos los derechos humanos, es el derecho a la vida que también supone el deber moral que tenemos de respetarla y protegerla siempre y en cualquier caso.
Este apoyo o al menos, respeto que debemos a la vida humana, lo debemos
prolongar hacia la vida en todas sus manifestaciones y criaturas, para
convertirnos así en brazos co-creadores y protectores de la vida en todos los
ámbitos de la Naturaleza. En los seres humanos esta protección debe alcanzar
desde los todavía no nacidos hasta los que ya están en la recta final de sus
vidas, por lo que se evidencia que es una
aberración y un crimen, tanto el aborto como la eutanasia.
En segundo lugar está el derecho a la libertad,
que nos debemos otorgar a nosotros mismos y a los demás. Como ya se ha dicho,
Dios nos ha hecho libres como espíritus
que somos, pero los seres humanos en nuestra torpeza y egoísmo, nos hemos
puesto grilletes en esa libertad que Dios nos dio, sin embargo, al ser la
libertad un don de Dios y un patrimonio del alma, es un derecho natural e
irrenunciable de todos los seres humanos.
En tercer lugar, tenemos el derecho a la propiedad
de los bienes materiales obtenidos
legítimamente por cada uno. Este punto, propiedad, no es sinónimo de
exclusividad o de egoísmo, sino que supone
la administración de esos bienes que se tienen para beneficio propio y también de los demás,
pues al final ninguna propiedad material irá con nosotros mas allá de esta
vida, y sin embargo si que será nuestro patrimonio positivo o
negativo el como actuemos con esos bienes, lo que nos quede en la conciencia en
cuanto a la administración y uso de
esas propiedades materiales.
Estos tres derechos son fundamentales y
conforman en su conjunto el
cumplimiento de la Ley de Justicia. Cuando hacemos uso de ellos, accedemos y damos cumplimiento a otro derecho
natural humano, que es la síntesis de
los anteriores y al que todos aspiramos :
el derecho a ser feliz y a
colaborar en la transformación de
este “valle de lágrimas”, que es todavía
nuestro mundo, en un Paraíso en donde la felicidad sea la normal
compañera de todos los seres humanos.
- Jose Luis Martín-
“Me dicen: “Si ves
dormir a un esclavo, no le despiertes, porque puede estar soñando con la
libertad”. Y yo contesto: “Si ves dormir a un esclavo, despiértalo y háblale de
libertad”.
-Khalil Gibran -
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LA CONCIENCIA DEL AMOR
Las más importantes transformaciones del alma humana se logran mediante el desarrollo del amor, porque el amor es la esencia-madre, la esencia generadora de la vida. No sin razón el apóstol Juan dijo que "Dios es amor". Todos los restantes elementos susceptibles de desarrollo se hallan también al abrigo de la Ley del Amor del universo, "ley suprema de la conciencia" que comanda al mismo tiempo el destino de los pueblos y de las galaxias. El comportamiento de los seres angelicales guarda relación con esa ley suprema del Creador. Si así no fuese, no habrían alcanzado en su desarrollo una condición tan elevada. Incluso la palabra filosofía que comúnmente se traduce como "amor a la sabiduría" fue sensatamente modificada por Platón como "la sabiduría del amor", la gran y notable sabiduría del Universo. Nuestra conciencia en cuanto al amor se desarrolla con el paso del tiempo.
A) Animalidad ---------------> Humanidad
A medida que toma distancia de la animalidad, el ser humano alcanza dimensiones espirituales más elevadas, y las energías que lo componen adquieren frecuencias más sutiles que hacen posible su adaptación a las leyes naturales. Nos referimos a la adquisición gradual de elementos que brotan en el área de los sentimientos. Se trata de fuerzas intuitivas que inician un proceso de sensibilización, de afectividad humana. André Luiz expresó que "el instinto sexual es el amor en proceso de expansión en el tiempo". El espíritu se modifica y adquiere elementos más nobles por el impulso de una energía motriz de elevada transcendencia: el amor en expansión. El predominio de la naturaleza animal sobre la espiritual es el que impele al hombre al comportamiento bárbaro, al egoísmo, en fin, al empobrecimiento humano. Los deseos y las pasiones desenfrenadas atrapan a las criaturas en el lodazal creado por los instintos carentes de educación. Hoy mismo, en nuestra sociedad, existen espíritus en esa fase del comando instintivo, de ahí las imprudencias de todo orden de que tenemos noticia.
B) Instintos ----------------------> Sentimientos
El progreso de la conciencia lleva implícito el suficiente conocimiento de la ley del amor para que ese progreso se efectúe con cierta celeridad. El sufrimiento individual igual que el colectivo, ya lo hemos mencionado, deriva de la ignorancia de la ley del amor. Esa es la ley que impulsa la evolución de los instintos hacia los sentimientos. Su observancia sacará al hombre del reservorio oscuro y profundo de la animalidad, según decía el filósofo José Herculano Pires. Pero mientras ese residuo no desaparezca, el ser humano reincidirá en comportamientos abusivos cargados con restos de animalidad¡, y buscará satisfacer nada más que las exigencias del Ser corporal, en lugar de las del Ser Espiritual.
De modo que el amor-instinto de los salvajes, se depura comandado por la razón naciente¡, y en esa conjunción de razón con afectividad, el sentimiento del amor adquiere una estructura, y va arrancando al hombre de la animalidad hasta elevarlo a la condición humana de los sentimientos más depurados.
- Jasón de Camargo- (Educación de los Sentimientos)
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El valor de la Fe
Jesús nos señala en
el capítulo X, vers. 32 y 33 de S.Mateo, el valor de la fe.
Quien le confiese y
reconozca en su doctrina y enseñanza será reconocido y presentado por El ante
el Padre Celestial. Esto viene a significar que en el Más Allá
recogeremos los frutos de nuestra valentía o cobardía a la hora de reconocer y defender nuestras creencias y
nuestra fe en las enseñanzas de Jesús y en la doctrina espírita que profesamos
como una prolongación y ampliación de esas enseñanzas.
Podemos relacionar
esta invitación de Jesús para que seamos valientes en nuestra fé, con la
parábola en la que decía que no escondiéramos la luz debajo del celemín. En ese caso la luz del conocimiento que se
oculta o la fe que se niega, es un acto de cobardía, comodísmo o egoísmo, al no permitir con nuestra actitud
que otros se beneficien de esta luz.
Cuando la Fe se oculta y no se expone con valentía, sencillez y claridad
cuando llega la ocasión, debido a miedos o temores a la incomprensión o al ridículo,
estamos y seguimos ocultando esa Luz debajo del celemín de nuestra cobardía.
Debemos ser
prudentes, no obstante, y no precipitarnos dejándonos llevar por un exceso de
entusiasmo a la hora de hablar o de afirmar, pero tras un análisis rápido de
las situaciones que se nos presenten para sacar a la luz nuestra Fe en el
Evangelio de Jesús, así como en el conocimiento espiritual que tenemos a la luz
del Espiritismo, debemos elegir entre la opción cobarde del silencio o incluso
la negación, o bien dar un paso al frente con valentía y firmeza, sin complejos
ni temores y sabiendo que desde el Plano Espiritual nuestros amigos protectores
no nos dejan solos nunca ante esas pruebas y disyuntivas.
En principio, al
obrar así podremos dar una imagen de fanatismo religioso; no importa; lo
importante es procurar estar abiertos al diálogo fraterno en una actitud de
humildad , de serenidad y de paciencia y haciendo caso omiso a las posibles
incomprensiones, recelos y hasta burlas
en alguna ocasión, exponiendo con la mayor claridad nuestros fundamentos y
confirmando y reafirmando nuestra fe.
Debemos estar
seguros y confiar siempre en el apoyo de nuestros mentores espirituales cuando
llegan esos momentos de prueba y afirmación, no
cayendo en las redes del orgullo o de la soberbia de creernos superiores
a nadie, o autosuficientes en la fe, y no nos pase como a Simón Pedro el
discípulo del Maestro Jesús, al cual
este le vaticinó que le negaría ante los demás. Y así fue hasta tres
veces, de modo que la amargura y remordimiento por su falta de valentía, fueron
un castigo a su orgullo . Pedro recibió una dolorosa lección de humildad y
tiempo tuvo mas tarde de afirmar públicamente a Jesús enseñando su doctrina
durante muchos años hasta su muerte cruenta a manos de los soldados de Roma, a semejanza del
Maestro. Así se redimió ante Jesús y ante el Padre por su debilidad al negar al
Maestro y a la enseñanza que este impartió a sus discípulos.
Hay que dar
testimonio ante todo y en primer lugar mediante la fuerza del ejemplo, y cuando
llegue el caso, con la afirmación verbal de nuestra Fe en las enseñanzas de
Jesús y su mensaje de Amor, recogidos en los Evangelios y en las enseñanzas de
la Codificación Espírita.
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ANÉCDOTAS DE CHICO XAVIER
- Chico, ¿ Usted ha llorado ?
- Sí, hijo mío, mucho. Le voy a contar una historia en la que lloré mucho.
Durante años, visitamos a una amiga, Valeria, que se volvió paralítica y muda, llevándole en cada visita un paquete de bizcochos, un pedazo de torta o un dulce cualquiera. Cuando ya habíamos completado seis años de visitas, le dije:
- Valeria, hoy tengo la impresión de que usted puede hablar. Hable, Valeria, Diga por lo menos "Jesús".
Ella me miró detenidamente. Tenía los ojos limpios como un cielo sin nubes. Hizo un esfuerzo muy grande, pero no consiguió hablar.
Después de la oración, volví a insistir :
- Valeria, Jesús anduvo por el mundo, curó a tanta gente, tantos iban a buscarlo en los caminos, o en la casa en donde Él permanecía y le pedían la gracia de la mejoría o de la curación, y fueron sanados. Imagínese caminando al encuentro de Jesús, aunque usted no camina desde hace tantos años. Imagínese mirándolo y diciendo "Jesús". Diga "JESÚS" Valeria. Ella hizo nuevamente un gran esfuerzo, me miró detenidamente. Por fin, consiguió decir:
- " JESUSO"
Quedé muy emocionado y las lágrimas me vinieron a los ojos.
Pedí a alguien que llamase a la hermana y le dije:
- Valeria, hija mía, hable para su hermana. Hace muchos años que ella no oye el sonido de su voz. Diga otra vez "Jesús".
Ella nos miró detenidamente. Hizo nuevamente un esfuerzo enorme, y repitió: "JESUSO".
Cuando nos retiramos, estábamos todos contentos y creíamos que con el tiempo, Valeria quizás podría conseguir pronunciar algunas palabras.
Sin embargo, a la semana siguiente ella desencarnó.
Algunos años más tarde, comenzó a aparecérseme una entidad espiritual con la forma de una señora muy bonita. Cuando llegaba, todo su cuarto quedaba iluminado. Procedía, entonces, a transmitirme pases en la región del torax, más propiamente sobre el corazón. Y así procedió por un mes, aproximadamente.
Fue en esa época cuando tuve mi primer infarto.
Más tarde, recuperado, gracias a la Misericordia Divina, en el periodo en que estuve más o menos veinte días inmóvil, la entidad espiritual me apareció nuevamente. Entonces le dije :
-¡ Ah ! mi hermana, ahora comprendo por qué usted me daba pases en el corazón. Esta fortaleciéndome para resistir el infarto que vendría, ¿ no es así?.
Asintió afirmativamente con la cabeza.
- Mire, quiero que me dé su nombre para orar por usted, pues estoy muy agradecido por su cariñosa asistencia.
- Chico, somos tan amigos que no le voy a dar mi nombre. Voy a decirle una palabra y usted se va a acordar de mí.
- ¿ Será así, mi hermana ?
- Tengo la certeza Chico
- Entonces, dígala, por favor.
- " JESUSO ".
- ¡ Ah ! Valeria, entonces era usted.... Cómo está bonita.... Yo no merezco su visita...
- Si, soy yo misma. Vine a recordar nuestros sábados en los que orábamos tanto. Me recuerdo con emoción de la última palabra que pronuncié y vine a traerle confianza en Jesús. El nombre de Jesús tiene mucha fuerza, Chico.
Entonces ella colocó la mano sobre mi pecho y el dolor desapareció".
( Libro Chico de Francisco, de Adelino Silveira- Edit. Cultura Espírita Unión)
( Tomado del Anuario Espírita 1991)
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