viernes, 24 de julio de 2015

Voluntariado Espírita


       
    “Esquizofrenia” :  Producto de una obsesión consentida

La esquizofrenia es una enfermedad mental crónica porque se trata unicamente desde el punto de vista físico, la medicina contemporánea desgraciadamente aún no acepta la idea espiritual, sin aceptar la posibilidad de que entes del bajo astral estén subyugando a la persona que la sufre, nunca encontraran la cura definitiva.
Quien mas quien menos conoce a alguna persona con problemas esquizofrénicos y se habrá informado que esta enfermedad es tratada con diferentes dosis de medicamentos, un cóctel cuanto menos espectacular que ayudan a controlar el pensamiento anormal, las alucinaciones, el pensamiento desorganizado, la depresión y otros problema como el aislamiento social o la falta de emociones.
Psiquiatría y Espiritismo pueden ayudarse mutuamente. Es muy importante ampliar el entendimiento de las causas originales de las esquizofrenias y considerar imprescindible el tratamiento espiritual [desobsesión, pase, agua fluidificada, oración]
Normalmente la obsesión comienza en la juventud, es cuando el espíritu que habita el cuerpo comienza a dar muestras de identidad y se decanta libremente por un estilo de vida u otra, normalmente el primer paso son las drogas, su consumo y la poca fuerza de voluntad que acompaña al espíritu en cuestión, le hace presa fácil para las entes obsesoras que se alimentan de los fluidos emocionales de las mentes mas débiles y manipulables.
Para que se dé la obsesión, ambas partes deben de estar en correlación, una sustenta a la otra, con esto quiero decir que ambos, obsesor y obsesionado se complacen de dicha situación, el esquizofrénico arrastra de anteriores encarnaciones las tendencias psicóticas y su estado es una prolongación de un mala conducta que le ha llevado a un estado de deterioro físico y moral por voluntad propia y el obsesor atraido por las vibraciones, lo incita a seguir en un estado de baja frecuencia, para usarlo como alimento emocional ya que los vicios que uno tenía en vida, se llevan al plano energético y se satisfacen con el intercambio fluídico a través de personas físicas.
John Nash, que, en su juventud, sufría esquizofrenia, consiguió retroceder su situación clínica y ganar el Premio Nobel de Ciencias Económicas, en 1994.
Existe otra forma de obsesión que pueden llevar a la esquizofrenia si la persona que la sufre es débil, sería el caso de almas en conflicto por antiguas disputas y que una de ellas se podría vengar, persiguiendo a la otra una vez encarnada, incitándole a través del pensamiento a todo aquello que le pueda perjudicar en su mejoría como ente espiritual, pudiendo llegar a ser un siervo del espíritu que le obsesiona si la persona es débil y se siente atraída en demasía por la sensualidad de los placeres mundano
La ciencia sin el conocimiento del espíritu, en muchos casos como el de la esquizofrenia, queda estancada a investigar la causa y no el fondo, como consecuencia trae remedios curativos dolorosos e invasivos que alteran la salud psíquico-emocional del paciente.


- Rey Formoso-

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              El despertar del alma


                    El gran problema del mundo

“Todo el mundo reconoce hoy la necesidad de una educación moral capaz de regenerar a la sociedad y de sacar a Francia (y al mundo) del estado de decadencia que, acentuándose cada día, amenaza llevarlos a la caída y a la ruina.

Durante largo tiempo se ha creído hacer bastante con difundir la instrucción, pero la instrucción sin la enseñanza moral es impotente y estéril. Ante todo, es menester hacer del niño un hombre, que conozca sus deberes como conoce sus derechos. No basta desarrollar las inteligencias, es preciso formar los caracteres, fortificar las almas y las conciencias.

Los conocimientos deben ser completados con las luces que iluminan el porvenir y precisan el destino del Ser. Para formar una sociedad nueva, es necesario formar hombres nuevos y mejores. Sin esto, todas las reformas económicas, todas las combinaciones políticas, todos los progresos intelectuales serán insuficientes. El orden social nunca valdrá más de lo que valemos nosotros.

Pero esta educación necesaria, ¿sobre qué se apoyará?. No será sobre teorías negativas. Ellas han causado, en parte, los males del presente. Tampoco sobre dogmas (fideístas) anticuados, sobre doctrinas muertas, sobre creencias todas de superficie y apariencias que no tienen ya raíces en las almas.

¡NO!; la humanidad no quiere ya símbolos, ni leyendas ni misterios; no quiere ya verdades veladas. Necesita la plena luz, el espléndido florecimiento de lo verdadero que sólo el Nuevo Espiritualismo, o Espiritismo, puede proporcionarle.

Sólo él puede dar a la moral una base definitiva y al hombre moderno las fuerzas necesarias para sobrellevar dignamente sus pruebas, discernir sus causas, reaccionar contra ellas y cumplir en todo con el deber.

Con el Espiritismo el hombre sabe adónde va; su paso es más firme y más seguro. Sabe que la justicia gobierna al Universo, que todo se encadena, que las consecuencias de cada uno de sus actos–buenos o malos–recaerán sobre él en el curso de los tiempos. En este pensamiento encuentra un freno para el mal y un poderoso estímulo para el bien”.

Extraído del libro “Cristianismo y Espiritismo”


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¿ Los disminuidos físicos y psíquicos, tienen ayuda espiritual especial ?.-

Tanto para esta clase de existencias como para las vidas difíciles en general, todos los Seres espirituales encarnados siempre disponen de una ayuda espiritual especial que les inspira fuerzas y sentimientos de abnegación y serenidad ante las duras pruebas que la vida humana generalmente plantea.
Amigos y hermanos del plano espiritual, sostienen y fortifican con inspiraciones acompañando de cerca a estas personas durante su tránsito por el mundo material, a fin de que sus objetivos a alcanzar, antes de encarnar en estas condiciones, sean más fácilmente logrados.
Es de tener en cuenta que estos seres humanos durante la primera fase del sueño profundo, son espíritus liberados parcialmente de su materia , y en el plano espiritual en donde contactan y viven sus experiencias con los demás espíritus, son igual que cualquier otro de los ubicados en su plano vibratorio. Dicho de otro modo: La discapacidad psíquica la tienen como humanos cuando se hallan en estado de relación con el medio que les rodea, pero en el plano astral, no existen este tipo de deficiencias, por lo que asumen y comprenden las enseñanzas que allí recogen para proseguir después esa vida difícil de relación en la materia que revisten en esa vida humana.
A esta clase de espíritus se les inspira y hacen acopio de una gran fuerza y energía moral y psíquica desde antes de nacer; es como si se les diese una capacitación psicológica que les ayuda a superar esa dura vida de discapacitado que van a afrontar, y las pruebas que le van a suponer su permanente limitación humana que a fin de cuentas llegan a comprender aun en su subconsciente que esos días difíciles que les da la incapacidad física o psíquica, forman una existencia humana que apenas es nada en el conjunto de su existencia como espíritu; son como un grano de arena comparada con el luminoso e indescriptible infinito que les aguardará.

- Jose Luis Martín-

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Acusaste a tus ángeles benefactores porque no te liberaron de la situación penosa necesaria para tu progreso espiritual. Con todo, tus Amigos Espirituales continuaron sosteniendo tu fe deficiente”.
-Glosario Espírita Cristiano-(Esp. Marco Prisco a través de Divaldo Pereira)

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                      Voluntariado Espírita


Cada vez más, estamos conscientes de que estudiar es preciso, trabajar es necesario y amar al prójimo el camino más corto para llegar a Dios.


El trabajo, la conciencia del trabajo, de la actividad constante en pro de nosotros mismos y de otros, es necesidad evolutiva y ofrecida a todos en igualdad de condiciones, depende de nosotros, ante las responsabilidades asumidas, poner a prueba nuestras actitudes.

En la conceptuación genérica, trabajo es la "ocupación en alguna obra o ministerio; ejercicio material o intelectual para hacer o conseguir alguna cosa".

En los mundos más evolucionados y en los inferiores, la naturaleza del trabajo no es la misma, pues ella está ligada directamente a las necesidades de cada uno, siendo la inactividad, la ociosidad, un verdadero suplicio.

En "El Evangelio Según el Espiritismo", Allan Kardec nos señala el principio de la Ley del Trabajo, a través de las máximas "ayúdate y el cielo te ayudará", análoga a "buscad y hallareis", pues es ahí donde encontramos la verdadera noción que instiga, incita al hombre a trabajar, hacer su parte, para que pueda así, ser ayudado por Dios.

Dice el Cáp. XXV, item 3:

"Si Dios hubiese dejado exento al hombre del trabajo del cuerpo, sus miembros estarían atrofiados; si lo hubiese dejado exento de su inteligencia, su espíritu habría permanecido en la infancia, en el estado de instinto animal; por eso, hizo del trabajo una necesidad y le dijo:  Busca y hallarás, trabaja y producirás; de ese modo serás hijo de tus obras, de las taréas o méritos y serás recompensado según lo que hubieres hecho".

En la realidad no importa el esfuerzo físico de cada uno que tenga que aportar a las franjas menos favorecidas de la cultura y del destaque social, pues el trabajo dignifica a quien lo ejecuta y le garantiza el crecimiento. No se ha de hacer comparaciones o mediciones de cuanto trabajo se tiene que ejecutar, lo que importa es ir a la lucha, sembrar para poder fructificar.

Siendo la Ley del Trabajo una ley natural, motivo por el que es una necesidad, engloba los trabajos materiales, así como toda ocupación útil. (El Libro de los Espíritus, p. 675)

El trabajo está basado en principios morales, principalmente en el amor y, por eso mismo, al lado de la oración, es uno de los mayores antídotos contra el mal, pues corrige imperfecciones y disciplina la voluntad. "La ociosidad es la casa del demonio", es la máxima popular que explica que cuando  no se hace nada, se hace mucho mal, pues ahi está el egoísmo, el pensamiento deprimente, la negatividad y las tentaciones.
El trabajo, entretanto, lejos de ser solo de orden material y físico, es también aquel que se desarrolla a través de acciones inteligentes, objetivando la cultura, el arte, el conocimiento, el desarrollo y la ciencia.

El trabajo del hombre objetiva la transformación para mejor. Esto es la generalidad. Se desdobla el arquitecto para producir inmuebles, cada vez más modernos y adecuados a la realidad de un lugar y época; el economista busca ajustar las riquezas sociales a fin de que haya siempre un progreso financiero. El carpintero trabaja en muebles de estructura rígida que le justifiquen la taréa y estén íntegros para el ambiente que se proponen. El médico trabaja con ahínco para salvar vidas y hacer la prevención. El científico se somete a largas búsquedas, aparentemente interminables, con el fin de ampliar y mejorar las condiciones de vida del p laneta y sus habitantes. Todos se motivan por actividades instintivas de conservación de la vida y del conocimiento social.

Esta es la acción natural y la primera del hombre: producir para suplir sus necesidades inmediatas.

Buscando un poco de historia, vemos al hombre utilizando las reservas animales y vegetales. Con el transcurrir dde los tiempos, las reservas fueron escaseando. Las fuentes naturales se están agotando. En el periodo de piedra tallada, se lanzó a buscar más recursos, ampliando así su trabajo con ayuda de instrumentos rudimentarios. Más tarde se dedicó a la agricultura, y de la tierra pasó a extraer los bienes necesarios para su subsistencia y también a su crecimiento financiero. Después domesticó animales, y los rebaños les dieron actividades más estables. Con la aparición de instrumentos mejorados, del comercio creciente, de la aparición y evolución de la industria, fueron fomentados nuevos recursos y, paulatinamente, las dificultades iniciales servirán de base al equilibrio social y, posteriormente, el trabajo remunerado, la división de clases, debida al propio trabajo.

Podemos ver que la propia evolución material del hombre, está ligada directamente al trabajo. Con los tiempos y las reencarnaciones, las evoluciones oriundas del trabajo intelectual,produciendo el mejoramiento de la forma de producir, pues al hombre le cabe la misión de trabajar por la mejoría del planeta.

Así, podemos decir que el trabajo remunerado es la forma que hombre para modificar el medio en que vive y producir la mejora del Planeta.

En El Evangelio Según el Espiritismo, en su cap. XVI, item 7, en una simple lectura, podemos verificar la verdad de las necesidades materiales, comprendiendo también que "en la satisfacción de las necesidades materiales, se ayudará más tarde para comprender las grandes verdades morales. Siendo la riqueza el medio primordial de ejecución, sin ella no hay grandes trabajos, ni actividades, ni estimulantes, ni investigaciones. Con razón pues, la riqueza es considerada elemento de progreso".

Hay otra forma de trabajo, que no rinde dinero, ni produce confort mayor ni crecimiento permanente de la coyuntura económica. Este es el trabajo abnegación, que no produce ganancia ni remuneración, pero que redunda en crecimiento de sí mismo en sentido moral y espiritual. Modernamente a este trabajo se le da el nombre de Trabajo Voluntario.

En el primer caso, el trabajo que genera crecimiento material y progreso social, se desarrolla con una mejora exterior de la criatura, en cuanto al segundo, el trabajo de voluntariado, asciende en sentido vertical de la vida y modifica, transforma al hombre de dentro para fuera, superandose a sí mismo como instrumento de misericordia divina.

Jesús es ejemplo de estos dos tipos de trabajo. como carpintero, se dedicaba a trabajar con José. Activamente, mostrando la importancia del trabajo, enseñando que el trabajo como actividad honrada, es el deber primero para la manutención del cuerpo y de la vida terrena. Seguidamente a esto, tuvo Jesús un ministerio de amor, un verdadero trabajo de autodonación hasta el sacrificio de la propia vida.

Su ejemplo infunde coraje, estimulando el trabajo-servicio, el trabajo-redención, fraternal, procurando mantener a la sociedad unida, apreciando a los menos favorecidos, y dando confort a los necesitados de todo orden.

Podemos percibir por tanto, que el trabajo de voluntariado es muy antíguo, pues fue inventado por Jesucristo, cuando en lás márgenes de Galilea, llamó a los pescadores Simón Pedro hijo de Jonás y su hermano Andrés, Juan y su hermano Tiego y los dos hijos de Zebedeo, para una jornada que jamás terminaría. Trabajo voluntario y más trabajo voluntario les esperaba a lo largo del tiempo, de las horas, de los días, de los años, de los siglos y milenios.

Aceptaron trabajar de gracia, ¡ y cómo se beneficiaron !

En la Segunda Carta de Timoteo (2:6) Pablo advierte que el labrador que trabaja debe ser el primero en gozar de los frutos.

Hoy se habría que preguntar: ¿ Cómo gozar los frutos si no recibimos dinero por lo que producimos?

Emmanuel, en el libro Ante Jesús, nos habla del trabajo de voluntariado explicándonos como nos llega la remuneración más que compensadora por trabajar por el simple placer de servir desinteresadamente.

Cuando el trabajo se transforma en placer de servir surge el punto más imporante de la remuneración espiritual: Toda vez que la justicia divina nos procura la dirección exacta para la ejecución de la sentencia que nos determinamos a nosotros mismos, según la ley de Causa y Éfecto, se nos encuentra al servicio al prójimo, manda la justicia divina que sea suspendida la ejecución, por tiempo indeterminado.

Así, podemos entender que todo mal que cometemos, nos está sentenciando de modo que constituye la deuda correspondiente a que estamos oligados a pagar por la ley de Causa y Efecto. Es dando como se recibe, nos lo enseñó Jesús. Lo que hacemos al prójimo vuelve con la misma intensidad.

Sócrates ya consideraba que el bien y el mal no eran nada más que la sabiduría y la ignorancia, pues el ignorante concretiza el mal porque no sabe que más tarde será obligado a quitarlo, a ajustar cuentas. Pero como decimos, cuando nos encontramos de servicio al prójimo, la Justicia Divina manda que el pago sea suspendido. Pedro, en su Carta Universal (4.8), ya profetizaba: " Tener caridad para con los otros, porque la caridad cubrirá multitud de pecados".

La caridad y todo el b ien que logremos acumular en la vida presente, será descontado de la deuda que contraímos en el pasado, sea en esta o en otra existencia anterior. En el establecimiento de la cuenta, cuando fueran a poner nuestra cuenta en la balanza, ciertamente se hará la compensación de nuestras acciones caritativas y nuestras deudas disminuirán o hasta desaparecerán, dependiendo del crédito de amor que acumulemos.

El trabajo es alimento del alma y nos cabe observar que el trabajo desinteresado no es objeto de cambio o remuneración de cualquier especie. Precisamos comprender que dar trabajo es dar amor, buena voluntad, sin escoger a quien y ni mucho menos juzgando el mercimiento de este o de aquel para quien está rindiendo el trabajo.

Las personas ni imaginan lo bien que se están haciendo a sí mismas cuando se dedican a realizar algún trabajo sin la respectiva recompensa financiera. El Voluntariado es hoy una verdadera explosión, una vez que está transformando en hábitos, sobre todo cuando es realizado por jóvenes. Es una característica común a los jóvenes la voluntad de ayudar, de ser útil, de disminuir el dolor ajeno, practicando así la solidaridad.  El incentivo nos cabe a nosotros, los mayores, a ejercerlo.

Quieren ellos ofrecer un poco de su tiempo, una parcela apenas del fruto de su profesión, un trocito de su corazón, a instituciones volcada a causas nobles que cuidan de seres humanos con pruebas dolorosas. El voluntariado espírita es esencialmente un donante de su propio trabajo y al principio pocos son los que perciben, pero son felices porque tienen algo para ofrecer; les sobra la buena voluntad y disposición.

Las maravillosas obras beneméritas y de caridad se levantan enel planeta, materializando pensamientos de bondad. Todos somos llamados a producir obras de trabajo desinteresado, aquel que es abnegado y exige la entrega plena.

Al trabajo de voluntariado todos fuimos llamados, basta pararse a pensar que esta es la más pura verdad. Entretando, a los que dejaron pasar la oportunidad, hacemos un llamado ahora: Vamos  a componer esta fila. Deje las disculpas de "no tengo tiempo", "mis hijos son pequeños", "mi marido es sistemático", "cuando me jubile te ayudaré", "mi familia necesita de mí". Estas son algunas de las muchas disculpas usuales y diarias de los que huyen de la tarea de auxiliar. Es necesario concienciarse de la responsabilidad que tenemos en relación al prójimo. La firmeza de propósitos, el espíritu de altruismo, precisan ser activados. El mayor beneficiado es siempre quien auxilia. Emmanuel, en el libro Pronto Socorro, recomienda:

". No te olvides de  el tiempo y auxilia ahora".

Es tiempo de actuar, de aprender a darse de forma desinteresada, sembrando amor y libertad, pueas la justicia divina da a cada uno según su merecimiento y el seguimiento de la máxima de Cristo "Ama al prójimo como a tí mismo",  extirpando el egoísmo y la arbitrariedad que deben ser barridos cuando antes de nuestro comportamiento. El trabajo es y será el único medio de evolución del ser, encarnado o desencarnado, y sin trabajo, no hay progreso, sin trabajo de voluntariado no hay evolución espiritual y no hay luz. La forma en que cada uno puede ser más útil para el mayor número de personas y el análisis personal, nos cabe alertar de la importancia del auxilio, de la cooperación de acuerdo con la capacidad y posibilidad de cada uno, pero siempre hay y habrá un trabajo, una taréa que ante la buena voluntad y del amor, será siempre, sencilla, placentera y fácil.

Realiza tu compromiso, por poco significante que te parezca, pues esta será la base para grandes realizaciones futuras.

Hoy, tantos años ya pasados, el trabajo tiene leyes que lo rigen para que la sociedad pueda ser más justa, debido a la imperfección natural de los hombres que habitan este Planeta. Cabe a las Casas Espíritas el cuidado de hacer el registro de su cuerpo de voluntariado, cumpliendo así con las necesidades de las leyes humanas.

Los valores de la fe y de la persistencia, nos llevan a reflexionar que la caridad debe sustituir a la filantropía, siendo trabajo útil y activo, pasando a existir en los moldes de los mundos superiores, en donde el trabajo, en lugar de ser impositivo, es conquista del hombre libre que sirve siempre, sin cesar, buscando siempre asistir para promover al ser humano, buscando enseñar a pescar, no solo dando el pez, como se nos enseñó.

"Serviros unos a otros, cada uno conforme al don que recibió, como buenos dispensadores de la muchas gracias de Dios"(Pedro 1:4.10)

- Alexandra Albergaria -

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