domingo, 19 de julio de 2015

Tauromaquia



                     
               EL PROCESO ENCARNATORIO



- P. Al principio hemos hablado de lo que ocurría después de la muerte o desencarnación, pero tengo interés en saber más detalles de lo que pasa antes de nacer. ¿Cómo se encarna? Es decir, si el espíritu existe antes del nacimiento, entiendo que hay un principio de su relación con el cuerpo en el que va a encarnar. ¿Cómo y cuándo se incorpora el
espíritu al cuerpo del bebé?
-R. Por regla general, el espíritu que va encarnar suele comenzar a visitar a su futura familia incluso antes de la concepción, estimulando las ganas de tener hijos en la madre y el padre. A partir del momento de la concepción, el espíritu se liga al óvulo recién fecundado, y durante la gestación participa en su crecimiento y correcto desarrollo, de forma que este vínculo entre el cuerpo y el espíritu no se rompe hasta el momento en que se produce la desencarnación. Durante la gestación existe un progresivo acoplamiento entre el cuerpo periespiritual del Espíritu  encarnante y el cuerpo físico del bebé en gestación. El espíritu
encarnante comienza a percibir tanto aquello que se le hace al feto, como aquello que la madre siente o percibe. Aunque el espíritu ya se ha ligado al cuerpo, conserva todavía bastante libertad de movimiento.
Sigue estando en contacto con los amigos y guías del mundo espiritual.
Es un periodo de transición en el que el espíritu va y viene constantemente del mundo espiritual al físico y viceversa, en el que se prepara para el nacimiento, se familiariza con los que van a ser sus padres y allegados del mundo físico y se despide de su familia espiritual.
Sin embargo, la incorporación del espíritu al cuerpo del bebé se produce por normal general, en el momento del nacimiento.
- P. Hay muchas parejas que no desean tener hijos y también se produce una encarnación ¿Cómo se logra esto?
- R. Estimulando el apetito sexual de los padres e induciéndoles al descuido si toman medidas anticonceptivas.
- P. Por otra parte, hay padres que desean tener hijos y por mucho que lo intentan no se produce la encarnación.
- R. ¿Acaso creéis que sois vosotros los que controláis el proceso encarnatorio? Pues os equivocáis. Ya os he dicho que la encarnación depende de los acuerdos preencarnatorios entre espíritus. Hay veces que las personas quieren tener hijos y no pueden, sin que haya ningún impedimento físico. Sin embargo, en otros momentos que no se busca se produce la concepción de manera accidental. De ahí que el refrán popular “Nacimiento y mortaja del cielo baja” sea muy acertado.
Podéis impedir o retrasar la llegada de un espíritu al mundo. Pero no podréis forzar que venga un espíritu si el mundo espiritual no lo tiene previsto o no lo considera justo atendiendo a criterios espirituales.
Por otra parte, deberíais tener mucha mayor sensibilidad respecto al  trato que dais al bebé en gestación, puesto que ya está ligado a él un espíritu que percibe y siente, tanto lo bueno como lo malo. Que se alegra y se siente feliz cuando percibe que se le va recibir con amor y que sufre cuando percibe que no es bienvenido o se le quiere hacer daño, como cuando se intenta interrumpir el embarazo.
- P. Hay personas que están a favor de la interrupción del embarazo porque consideran que es mejor que no nazca un niño cuya madre o padre no lo quiere, o no pueden criarlo conforme es debido, o porque viene con alguna malformación, porque opinan que es traer al mundo  un niño para que sufra.
- R. Entonces si el niño ya ha nacido, y no desean encargarse de él, por estas mismas razones, ¿considerarían lícito, abandonarlo o matarlo?
- P.
No, claro. Esto sería un crimen, un acto inhumano, abandonar o matar a un recién nacido.
-R. Entonces ¿por qué si se considera un crimen después de que el niño salga del vientre, no se tiene la misma opinión cuando el niño está dentro?
-P. Entiendo yo que se refieren a abortar antes de que se haya formado el niño, en los primeros meses del embarazo, cuando todavía no se ha formado el feto.
-R. Por lo que expones, entonces el quid de la cuestión se reduce a dirimir cuándo se traspasa el límite entre considerar a la vida en formación un grupo de células y considerarla un niño. ¿Quieres decir que mientras se considera un grupo de células es lícito interrumpirlo, y cuando el grupo de células se considera un niño, habría que tomarse en serio el tema de empezar a respetar su vida?
- P. Supongo que es algo así.
- R. Y, según esta forma de pensar ¿cuándo se traspasa la frontera entre considerar al embrión un grupo de células o un niño? ¿Diez días, un mes,  tres meses, cinco meses?
- P. Supongo que cada persona tendrá su propia idea respecto a cuándo considerarlo o no un niño. Tal vez antes de los tres meses no y después sí.
- R. En realidad, los que son partidarios del aborto parten del principio de que la vida humana se inicia con el nacimiento y termina con la muerte, y no tienen muy claro cuándo empezar a considerar al ser en formación un ser humano. Por ello sucede también que estas mismas personas están a favor de la eutanasia en los casos en los que las personas sufren una enfermedad terminal, o en casos de incapacidades graves, de no poder moverse etc. Y esto ocurre porque tienen un concepto materialista de la vida, es decir, sólo admiten que exista la vida física, e  identifican al ser humano con el cuerpo que utiliza para manifestarse en el plano físico. Por ello, desde ese punto de vista, en las primeras etapas
de la gestación, cuando las células del embrión todavía no se han diferenciado lo suficiente como para adquirir la forma del bebé, no lo consideran un ser humano, y por tanto, no ven inconveniente en interrumpir el embarazo.
- P. Pero desde el punto de vista espiritual, un cuerpo, sea el de un feto, un niño o un adulto, sin el espíritu, no es vida, porque sin el principio espiritual no es posible la vida.
- R. La vida es la vida del espíritu y no la del cuerpo en el que se encarna y no es en el
desarrollo del cuerpo donde hay que fijar la atención, sino en cuál es el momento en el que el espíritu se liga al desarrollo del embrión, que es cuando empieza a tener vida que, como ya he dicho, es a partir de la concepción.
Por lo tanto, a partir de que el espíritu se liga al cuerpo, el interrumpir el embarazo es una vulneración de la libertad del espíritu que va a encarnar.
- P. Pero supongo que es muy difícil que la madre encarnada pueda ver las cosas desde esa perspectiva, teniendo en cuenta el tipo de creencias que se tienen en este mundo, que mayoritariamente no admiten la existencia de la vida antes del nacimiento.
- R. En todo ser humano, y por lo tanto en toda madre, existe la intuición de cómo se produce el proceso encarnatorio, puesto que este proceso ha sido vivido innumerables veces por cada ser encarnado. La voz de la conciencia nos advierte de que con el aborto estamos vulnerando el libre albedrío del ser que va a encarnar.

- P. Pero también está la libertad de la madre de decidir si quiere tener hijos o no.
- R. Ciertamente. Pero si realmente no quiere tener hijos ha de tomar medidas antes de que aparezca en escena el ser que va a encarnar, es decir, ha de utilizar métodos anticonceptivos, para no tener que interrumpir un proceso que ya se ha iniciado.

- P. ¿Se debe limitar la procreación mediante el uso de anticonceptivos?
- R. En vuestro mundo es recomendable no concebir más hijos de los que uno está dispuesto a responsabilizarse y la anticoncepción es la forma de hacerlo sin perjudicar a ningún espíritu encarnante. En los mundos avanzados, para que se conciba un ser hace falta algo más que mantener una relación sexual y dependiendo de las necesidades
evolutivas encarnan más o menos hijos.

- P. Pero si por la razón que sea la madre no quiere tener hijos y no ha tomado medidas...
- R. Entonces estará de acuerdo en admitir que cuando a ella le toque encarnar en las próximas vidas, su madre pueda tomar la decisión de interrumpir su embarazo por razones semejantes a las que ella tuvo para hacerlo, porque el espíritu que abortó como madre en una vida, se expone a ser abortado como hijo en la próxima ocasión que le toque encarnar, o a no poder concebir en una próxima encarnación, ya que cuando tuvo esa capacidad no quiso hacer uso de ella, porque la ley de causa-efecto nos enfrenta exactamente a las mismas circunstancias que nosotros hemos creado. ¿Sabéis que muchos de los problemas
entre hijos y madres o padres tienen como punto de partida los abortos e intentos de aborto?
Si el espíritu encarnante no está suficientemente evolucionado se puede tomar muy mal que su futura madre o su padre intenten acabar con su oportunidad de encarnar, e intenta vengarse de ellos desde el mundo espiritual, influyéndoles negativamente. Y si  finalmente acaba encarnando, el recuerdo inconsciente de lo vivido durante la gestación se puede transformar en animadversión por el o los progenitores que le rechazaron. Incluso puede quedar traumatizado y venir con una enfermedad mental o física.

- P. ¿Y no hay ninguna circunstancia en la que el aborto sea admisible desde el punto de vista espiritual? Se me ocurren varios casos extremos, como riesgo de que la madre muera, o en caso de que el niño venga con malformaciones.
- R. En el primer casos es aceptable, sobre todo cuando existe un riesgo evidente de que la madre muera, porque si hay que elegir entre la vida de un ser que no ha nacido y uno que ya lo está, es preferible optar por lo segundo. En el Segundo caso que planteas, es decir, cuando el bebé en gestación viene con alguna enfermedad congénita, es muy distinto, y un aborto por tal motivo no se justifica desde el punto de vista espiritual. Desde vuestro punto de vista materialista creéis que la vida de una persona  con algún tipo de enfermedad congénita es inútil y es un sufrimiento que carece de sentido. Pero desde el mundo espiritual las cosas se ven desde otra perspectiva. Sabed que detrás de ese cuerpo imperfecto existe un espíritu igual a los que encarnan en cuerpos sanos, y que por el hecho de que el espíritu no se pueda manifestar en toda su plenitud en el mundo físico por no poseer un instrumento adecuado a su capacidad, no significa que no sienta y perciba igual que cualquier otro ser encarnado en un cuerpo sano, ni que no pueda aprender de esta
experiencia, que posiblemente ha sido elegida por él mismo. Sabe si los espíritus que encarnan en esa situación no lo hacen por casualidad sino que es una circunstancia que, aunque os pueda resultar sufriente e incomprensible, puede servir para el avance espiritual, tanto al espíritu encarnante como a la familia receptora.
La deficiencia física o mental es una circunstancia pasajera que concluirá una vez el cuerpo se extinga. Pero los sentimientos que se hayan despertado y fortalecido a través de esa experiencia, tanto del uno como de los otros, perdurarán como un logro espiritual para siempre. Por tanto, sabed que en este caso, con el aborto en estas circunstancias, interrumpís una posibilidad  de progreso espiritual de uno o varios espíritus.
V.G


( Trabajo aportado por Ángeles Calatayud Martinez)

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¿ Qué son los  "Niños prodigio” ?.-

Esta denominación se les da a algunos casos de niños que han nacido con ciertas habilidades innatas, totalmente naturales, que no pueden ser explicadas por la educación ni por la genética, ni por el medio social en donde se desarrollan, pues demuestran poseer unos conocimientos no aprendidos en sus cortas vidas, y que enseguida desarrollan en alto grado y con suma facilidad. Se revelan geniales en edades inapropiadas por lo tempranas, cuando no hay razón humana alguna que justifique su talento sus habilidades o su sapiencia. El psiquismo de estos artistas y genios desde el nacimiento, tan diferente del de las personas comunes, es siempre la resultante de los recuerdos infinitos que duermen en su inconsciente desde vidas anteriores, aunque a veces también , al menos en parte, procede de los aprendizajes y de las visiones sublimes que tuvieron en la vida espiritual antes de su encarnación en este mundo. Ciertos pintores que han pasado a la historia como notables por su arte, trajeron su luz artística desde las recordaciones de esa misma actividad,que se pierden en su inconsciente desde vidas anteriores. Asimismo los escritores y los amigos de la ficción literaria no deben siempre a la fantasía sus concepciones y sus historias , o a las inspiraciones que reciben de amigos del plano espiritual, sino que a veces estas ideas son hijas de recuerdos innatos con los que recomponen un retazo de los dramas vividos en existencias pasadas. El mundo impresionista de los artistas innatos tiene una gran relación con su pasado espiritual, del que extraen el material necesario para el desarrollo de sus obras a partir de los impulsos de su espíritu.
El fenómeno de los “niños prodigio “viene a ser una evidencia “casi a gritos” de que la Reencarnación no es simplemente una teoría, sino una auténtica realidad que en estos casos se hace palpable.
El hecho de la existencia de las desigualdades desde la cuna entre unos Seres y otros, no se puede explicar satisfactoriamente si no es por la pluralidad de vidas, y por eso los “niños precoces” simplemente son casos que recuerdan y exteriorizan en esa vida lo que aprendieron en otras.
Todo este acopio de conocimientos o aptitudes que demuestran a muy tempranas edades, como ya indicamos anteriormente, no se explica satisfactoriamente en todos los casos por la herencia genética, por lo que lógicamente solo los han podido adquirir y desarrollar tiempo atrás, y si en esa época aun no existían en este mundo, solo queda admitir que lo obtuvieron en vidas anteriores, y los traen a este mundo almacenado en su mente espiritual que es el archivo del subconsciente y del inconsciente ; estos afloran fácilmente con mas o menos intensidad en los primeros años de su vida, y después , poco a poco se van mezclando en su mente consciente junto a los nuevos conceptos y aprendizajes que adquiere en su nueva personalidad humana. Estos casos son programados por la Espiritualidad Superior a fin de que el hombre materialista o de ciencia o religioso, analice ,estudie y llegue a la verdad del espíritu inmortal, destinado a la perfección, y que necesita de muchas existencias para lograr la pureza espiritual al mismo tiempo que se libera de los errores del pasado.
Hace unas décadas, la aparición de alguno de estos niños era una excepción extraordinaria, pero en la actualidad, cada vez nacen más seres humanos que presentan estas características de adelanto en tantos sentidos, lo que viene a significar unos motivos cósmicos que determinan este fenómeno que ya no es nada extraordinario. La explicación aportada por el Espiritismo es la de que ya estamos accediendo con paso firme a un nuevo mundo , de modo que de ser la Tierra un planeta de expiaciones y pruebas, está pasando progresivamente a ser un mundo de regeneración, en el que estos niveles mentales y morales serán el factor común de la nueva humanidad que poblará la Tierra en los próximos años.


Han habido y hay – cada vez más- abundantes casos de esta clase de niños, entre los cuales muchos de ellos han pasado a la Historia , no por el hecho de haber sido “niños prodigio”, sino por otras artes o méritos que desarrollaron después a lo largo de sus vidas, pero que comenzaron a manifestarse a una edad sorprendentemente temprana.
Mozart
Por señalar algunos como muestra de estas habilidades, se pueden citar algunos de estos personajes que por diversas facetas lograron la celebridad, tal como André M. Ampere, físico que con cuatro años ya dominaba complejas operaciones de cálculo mental. El célebre músico español, Isaac Albeniz, que también a los cuatro años comenzó a dar conciertos por diversos países y a componer algunas de las obras que al final de su vida quedaron para la posteridad. El gran Mozart, que ya tocaba el Clavicordio a los tres años, a los cuatro cualquier clase de música y compuso su primera sinfonía a los ocho años. Rembrant en su infancia ya destacó como verdadero artista aun antes de aprender a leer ; Lope de Vega que escribía versos a los cinco ; Mondeaux que resolvía cualquier problema aritmético a los ocho; Miguel Angel que con sus pinturas y esculturas conquistó la fama a los doce años, ya era un técnico perfecto a los ocho ; Hamilton que conocía el hebreo y mas de once lenguas a los trece años; Ericson , que a los doce años ya tenía bajo su responsabilidad a seiscientos hombres, como inspector responsable del canal marítimo de Suez; Pascal a la misma edad escribió sobre Geometría sin haberla estudiado previamente ; Rubinot a los cuatro años hablaba cuatro idiomas y sabía Matemáticas, Astronomía, Geografía e Historia ; Pepito Arriola a los tres años de edad ya era un buen pianista y compositor; y a los diez ya dirigió la Escala de Milán; y así se podrían citar tantos y tantos mas o menos célebres que han quedado reflejados en la historia humana, además de los muchísimos que han presentado en su infancia estas características, y han quedado en el anonimato de la Historia.

- Jose L. Martín-

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Tauromaquia 

Divaldo Pereira Franco

El hombre, aun no se ha despojado de los instintos primitivos, y en la actualidad sigue dando proseguimiento a las diversiones salvajes a los que estaba acostumbrado en los periodos primitivos de su desarrollo. Predomina en él una necesidad imperiosa, mediante la cual se complace en el crimen, que le produce relajamiento innoble, dando curso a las agresiones a pueblos y naciones, transformándolos en los esclavos y escombros, para que permanezca en él la glorificación de su ego sanguinario y destructor. La cultura, la ética y la desencantada civilización aun no consiguieron extirpar esa llaga de los placeres asalvajados, ni insculpir en el hombre el respeto por la vida bajo cualquier forma en que se exprese, particularmente la del animal, que ha sufrido malos tratos y exterminio sistemático a lo largo de los siglos.

Esa conducta, a su vez le proporciona y le mantiene la belicosidad, que lo lleva a la compulsión homicida, a la traición, a los crímenes. Son preservados esos estados guerreros y macabros en los deportes violentos, aun hoy en boga, y a través de otros más, denominados radicales, en donde la vida no tiene el menor significado, a fin de atender el aturdimiento personal y la búsqueda de emociones fuertes en grupos sociales vacíos de objetivos y de significados existenciales, que la verdadera civilización ha de desterrar de sus espectáculos, optando por adquirir otros que desenvuelven el físico, más también mantengan la dignidad humana y el derecho de sobrevivencia de los animales, que son inferiores apenas en la escala zoológica.

Infelizmente, agrediendo a los padrones de desenvolvimiento tecnológico y moral del ser humano durante el nuevo Milenio, son utilizadas expresivas fortunas en la preservación de peleas de gallos, de perros, de pájaros, en luchas de boxeo y otras equivalentes, manteniendo el apetito de sangre en las arenas modernas, favoreciendo el desenvolvimiento de organizaciones mafiosas que sustentan y exploran sus fanáticos, transformándolos en nuevos dioses, en modernos e incomparables gladiadores. No bastan solo estos hechos lamentables, en las calles de algunas ciudades y países que se llaman civilizados, continúan dándose corridas de toros por las calles, celebrando acontecimientos religiosos en cuyas fiestas son vilmente muertos o quemados vivos, cuando se les atan antorchas crepitantes a los cuernos, y los espantan, a fin de que la velocidad de su movimientos haga las llamas más ardientes. No solo son apenas esas vergonzosas acciones consideradas divertimientos, en otros lugares algunas cabras son puestas en las torres más altas de las iglesias, mientras un público desvariado las desafía, mediante acusaciones y abucheos, burlas y provocaciones que, no respondidos, despiertan la ira de la turbulencia que, entonces, las tira de lo alto, matándolas, porque no supieron defenderse.

El primitivismo del ser humano es aun espantoso, solamente porque se niega al proceso iluminativo, al desenvolvimiento de su potencial de belleza y divinidad que en él se encuentra adormecido, aguardando apenas su contribución para el despertar pleno y compensador. La tauromaquia es un deporte bárbaro que remonta de la antigüedad. Ella se inicio en la Península Iberia, desde donde se esparció para otros pises. En la actualidad la fiesta de los toros, ha dejado de tener un carácter aristocrático, para convertirse en una diversión popular rentable, que proporciona fortuna colosal a sus aficionados, que, semejantes a los buitres, se alimentan de las carnazas que disputan. La baba pegajosa de la adulación siempre arrastra en su curso a aquellos que se permiten el endiosamiento, anestesiados por los vapores de la presunción, olvidados de la transitoriedad de los favores terrestres. Muchas veces la voluptuosidad de las pasiones y del profesionalismo por personas pervertidas cuan exploradoras, responde por la ebriedad de los sentidos que nos permitimos. La fanfarronería, muy propia de los individuos inexpertos e irresponsables, se siente exaltada ante la adulación de sus aficionados que auguran el triunfo en las corridas.

La reencarnación es el más noble proceso educativo de que dispone la Humanidad, representando a la Justicia Divina. Como consecuencia cada existencia es para el espíritu una lección preciosa en el libro de la vida de la ascensión moral en la Humanidad que aun rastrea en el lodo de la Tierra, intentando erguirse con gran sacrificio a los páramos de la felicidad sin mancha. No son pocas, por tanto, las criaturas humanas que aun prefieren las experiencias dolorosas, que de las pasiones que fluyen de los juegos engañosos de las viles pasiones, de las libertadoras, que se consiguen mediante el despertar de la conciencia y de la responsabilidad personal ante el proceso reencarnacionista. Sucesivas caídas morales les señalan el camino iluminativo, hasta cuando, aparentemente no habiendo ninguna solución más, las expiaciones santificantes les surgen como soluciones, imponiéndose inevitables, y emulándolas para el frente y para la libertad.

Gracias a sus leyes, todos los Espíritus crecen rumbo a la perfección relativa sin excepción, conquistando, con el esfuerzo personal y hasta con el sacrificio, los diferentes niveles de conciencia que nos aproximan a la Realidad Cósmica. Facultando el mismo mecanismo para el crecimiento a todos, favoreciendo la vida humana con las inabordables concesiones iluminativas que son conseguidas mediante el empeño y la lucha realizada. Proporcionando identificación de objetivos existenciales, presenta el futuro como el objetivo para conquistar, más dignifica el presente por los medios que ofrece para que se pueda alcanzar. Cuando todos los hombres tomen conciencia de que son los responsables de todo lo que les acontece, pensaran con mucho cuidado antes de tomar decisiones infelices, aquellas que se transforman en frutos podridos para el porvenir, procurando actuar con elevación de propósitos, siempre afirmados en la fraternidad y en el bien general, de forma que nunca más se arrepentirán por su forma correcta de actuar. Igualmente identificaran que la finalidad de la existencia carnal es desenvolver todos los potenciales de que se constituye, aunque adormecidos en el momento, ampliarán las posibilidades realizadoras. Percibirán que el confort, la fortuna, el poder, la salud, en la Tierra, son valiosos, sin embargo de carácter transitorio, que el túmulo recibirá y consumirá, liberando apenas a aquellos valores imperecibles de los sentimientos, que son el alma de la vida. Solamente por ese proceso se puede entender el paisaje terrestre de los hombres y de la sociedad, especialmente en estos periodos de agresividad y de perversión que predominan en todas partes, después de los inauditos esfuerzos de ética, de la cultura y de la propia civilización.

Extraído del libro “Caída y ascensión”
Envidado por Merchita

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  UN ENFOQUE SOBRE EL TRABAJO 


“Ganarás el pan con el sudor de tu frente” ( La Bíblia) 


    Esta alegoría bíblica que nos señala algo tan natural como lo el impulso y la necesidad del trabajo y del esfuerzo personal y colectivo para lograr metas cada vez mas altas de bienestar, pero cuya base elemental es la simple supervivencia, lo cual supone el esfuerzo añadido de la coexistencia y convivencia grupal, para formar el equipo que a veces solamente puede alcanzar sus metas de progreso gracias al esfuerzo compartido y repartido. 

     La citada frase bíblica suele ser interpretada comúnmente como un “castigo divino”. Nada más lejos de la realidad si consideramos al ser humano como una entidad espiritual en pleno proceso de perfección y evolución, y al trabajo como la palanca impulsora para llevar a cabo el esfuerzo necesario para este proceso. La evolución espiritual y humana es un proceso personal e intransferible, en el que nos podemos y debemos ayudar unos a otros, pero que en definitiva, nadie puede hacer por nosotros. 
Mirando el refranero español,- tan rico en sentencias-, encontramos “A Dios rogando pero con el mazo dando”. No basta solamente la fé y la plegaria,- por otra parte tan importantes y necesarios-; sino que debemos aplicar simultáneamente el trabajo y el esfuerzo, pues ellos nos llevan a crecer como personas y a evolucionar como espíritus que somos todos. Otro dice: “ Al que algo quiere, algo le cuesta”. O sea, que todo en la vida se logra en base a un trabajo y al sacrificio que conlleva muchas veces el mismo. 

      La mayoría de las personas trabajamos en principio, en base a un salario por la necesidad que todos tenemos del mismo para sobrevivir en medio de una sociedad de consumo de la cual formamos parte. Sin embargo cuando se comprende que este esfuerzo , además de proporcionarnos el nivel de bienestar social que necesitamos, es también útil y necesario para mantenernos en forma, física y mentalmente, las perspectivas cambian y junto a ellas, las motivaciones que nos llevan a ejecutar el esfuerzo y la energía psíquica y física que ponemos en ello. Por eso el trabajo no solamente es una obligación, sino que también es un derecho humano que ya muchas legislaciones y Constituciones reconocen. 

      A nivel popular se tiene la idea de que hay que disfrutar de la vida, pero se identifica este disfrute con la ociosidad. El trabajo se siente como una necesidad física y mental porque obedece a una ley natural, creada por Dios para nuestra evolución, por lo que como ya se puede apreciar, esto transciende sobre la simple motivación del salario o la ganancia económicas. ¿ Quién no ha experimentado alguna vez, como la ociosidad tras el trabajo, en principio y en su justa medida puede suponer un necesario descanso, pero cuando este se prolonga demasiado, resulta insoportable?. 

      “ Mente sana en cuerpo sano”; viene a significar: “ Mente activa en cuerpo activo”. La actividad es movimiento y el movimiento es vida; por el contrario la inactividad es lo inerte y la inercia supone ausencia de vida, o sea, la muerte. 

      Comúnmente se dice: “ trabajar para vivir; no vivir para trabajar”. Esta frase está referida a que hay que trabajar lo justo para subsistir y “ gozar de la vida” con el ocio. Los que piensan así, no pueden concebir la vida como una actividad y trabajo constantes, que no siempre tiene por qué ser remunerado. La vida activa; los logros y metas conquistadas por el trabajo y con la satisfacción del esfuerzo realizado, por sí mismos ya son en cierta medida una remuneración porque pueden llegar a ser un gozo que cuando se experimenta llega a convertirse en una necesidad. La propia actividad en sí misma del trabajo, puede ocasionar satisfacciones de tal modo que vienen a ser como un salario inmaterial. Esto es el vivir para trabajar que todos debemos experimentar y gozar con la experiencia de modo consciente. 
Muchos dirán que el trabajo cuando no gusta es como un castigo, o una esclavitud. Lo ideal es un trabajo cuya actividad sea un disfrute, pero muchas veces esto no es así. No es un castigo. Pensemos que si Dios en la vida de determinada persona le pone la circunstancia de una obligación o trabajo de una clase que no gusta, pero que se ve abocado a ejecutar necesariamente, es porque ello le supone una experiencia necesaria; un sacrificio al hacer una actividad que le desagrada, pero por la cual va a adquirir o a poder adquirir algún conocimiento o virtud necesarios de alcanzar en esta vida que es como un crisol en donde aprendemos y crecemos y a la que llegamos con el compromiso adquirido de realizar, desde antes de venir a este mundo de nuevo. Esta circunstancia del trabajo como simple obligación que se cumple pero que no agrada, viene a ser como la medicina amarga de tomar, pero saludable para nuestra salud. 

       Todo trabajo es digno, porque digno es todo esfuerzo por superarnos en nuestras capacidades, para bien de los demás y de nosotros mismos. No hay trabajos mejores ni peores. Los hay mejor o peor remunerados. Los hay mas o menos sacrificados o duros. Cada actividad y esfuerzo está en la medida de quien lo afronta. Pero por eso precisamente, la dignidad de todo trabajo sea de la clase que sea, está en el hecho de afrontarlo con dedicación y esfuerzo, y llevarlo a cabo con valor e ilusión, de la mejor forma que seamos capaces, por encima del mero interés financiero. 

     Por lo dicho, desde estas líneas invito a todos a que siempre, cada día que amanezca, tras agradecer al Padre por la nueva oportunidad que nos brinda, dediquemos nuestro mejor esfuerzo para realizar aquellos deberes profesionales que nos competan de la mejor forma que sepamos hacerlo; no como una esclavitud, sino como un servicio al entorno social que nos acoge, sabiendo que en ello no está simplemente la remuneración económica, sino nuestro personal crecimiento humano y espiritual, para nuestro propio bien y por ende, para el bien de la sociedad. 


José Luis Martín-

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