jueves, 21 de julio de 2011

Acción espírita contra la prostitución infantil y juvenil




En el gran capítulo de la sexualidad humana, el derecho de expresión y de elección de las relaciones en comparación con la evolución de la comprensión acerca de los sentimientos y manifestaciones simboliza el camino del ser rumbo a la espiritualización. 
En tiempos de numerosas y pungentes dudas sobre la expresión sexual, en que reconocemos, a veces, nuestra incapacidad de comprensión total de las actitudes y preferencias humanas, en este campo, resuena una unanimidad: la individualidad espiritual, señora de sí misma, adopta por regla los posicionamientos que su conciencia franquean y carga con las consecuencias directas (en esta y en las vivencias futuras), conforme los mecanismos de aplicación de la Justicia Divina – en ella comprendida la sistemática de causa y efecto. Mientras, sólo podemos pensar en la responsabilidad espiritual plena, si estuviéramos delante de criaturas en edad cronológica y psicológica capaz de comparar la condición de capacidad de apreciar sus actos y de prever las consecuencias futuras. Esto sólo es posible, por norma, a partir de la madurez biológica que, en general, se materializa a partir de los 16 años.Antes de eso, en la llamada infancia y, hasta, en la adolescencia, la notoria condición de hipo-suficiencia de estos individuos – portadores que son, relativamente, de derechos y deberes de orden civil – impone a la Sociedad un conjunto de medidas socio-asistenciales, jurídicas o no, para la protección integral de nuestros niños y jóvenes. De ahí la existencia, en las principales naciones del Mundo y, también, en Brasil, de un avanzado código de normas protectoras, evitándose o (aun mayor) la falta de respeto a los derechos de este contingente popular.

 Un reciente relato derivado de estudios desarrollados en asociación con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) con el Departamento de Policía de Carreteras Federal (DPRF) apunta para la existencia de 1819 puntos vulnerables a la explotación sexual infanto-juvenil en carreteras federadas brasileñas. El concepto de “punto vulnerable” encuadra ambientes cuyas características, localización o finalidades favorecen o encubren la actividad de “venta de sexo”, envolviendo a menores – práctica considerada criminal en nuestro país – como puntos de gasolineras, hoteles, discotecas, restaurantes y, hasta, estacionamientos de camiones, estimándose que, en un determinado punto pueda existir uno o más establecimientos que favorecen el crimen.Este diagnostico debe ser suficiente para provocar medidas correctivas, represoras y/o protectoras, no sólo por parte de los órganos policiales y judiciales, sino de toda la Sociedad, contando, aun, con la participación activa de los ciudadanos, ya que el problema es de todos y la concientización y la acción efectiva son las armas de que disponemos para enfrentarlo.Siendo así, todos somos responsables por la divulgación de la protección destinada a niños y adolescente así como actuar en la represión directa a actitudes de explotación sexual de aquellos, denunciando la existencia de locales o la participación de personas promoviendo o encubriendo acciones delictivas, utilizando los teléfonos disponibles, en su ciudad, para un contacto con los Consejos de Derechos del Niño o del Adolescente o, incluso, contactando con los teléfonos de la Policía de Carreteras Federales y de la Policía Militar. (Referido a Brasil ).
   Paralelamente, en términos de acciones institucionales espíritas, sería recomendable una participación más efectiva junto a tales consejos, comprendiendo trabajo en conjunto, voluntario, así como distribuyendo, en las propias instituciones y en lugares considerados “sospechosos” de promover el crimen, material explicito y oportuno. 
     Es tiempo pues, de los buenos, ahora tímidos y débiles, conforme  con la directriz contenida en la cuestión nº. 932 de El Libro de los Espíritus, donde señala que ante la pujanza de los malos, intrigantes y audaces, podemos  superarla  permaneciendo unidos en  defensa de los valores espirituales. “Cuando  los buenos quisieren, podrán sobrepujar a los malos”.

- José Carlos Miranda Lucas - Presidente ADE Portugal -
 

No hay comentarios: