INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- El verdadero espírita
2.- ¿ Cómo puede el Espiritismo mejorar tu vida ?
3.- Los milagros y el Espiritismo
4.-Sesión mediúmnica: Dos encarnaciones y un solo deseo
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EL
VERDADERO ESPIRITA
Jamil Salomion
“El espirita es reconocido por el
esfuerzo que hace para su transformación moral y para vencer sus tendencias
hacia el mal.” – Allan Kardec
El verdadero espirita, es aquél que
acepta los principios básicos de la Doctrina Espirita.
Cuando se pregunta al practicante:
¿Usted es espirita? Comúnmente responde: “Estoy intentando”. En verdad, la
respuesta debería ser sin vacilación: ¡Soy espirita!
En cuanto al hecho de ser perfecto o
no, el calificarnos moralmente, ese es otro asunto, que no exime al que profesa
la doctrina, de ser incisivo en su respuesta.
En este punto, el practicante
no tiene que dudar su definición, visto que Allan Kardec fue claro en su
esclarecimiento, al afirmar que se reconoce el espirita por su esfuerzo, por su
transformación, y no por sus virtudes o presuntas cualidades, difíciles de
encontrar en habitantes de este planeta.
Lo que pasa con frecuencia, ya sea
un principiante o uno de los más antiguos, es que es más cómodo, no asumir una
postura responsable y permanecer con un pie en la canoa y otro el en tierra.
Se admite en determinadas ocasiones,
que se quiera dar una demostración de modestia, pero que no se justifica, bajo
el punto de vista de una definición personal.
A propósito, recuerdo haber oído en
una emisora de radio en Sao Paulo, Brasil, un pronunciamiento de un padre
católico, al referirse a los católicos, que frecuentan los Centros Espiritas
para recibir los habituales Pases y la “agüita fluidificada” y pasan la vida
sin tener la mas mínima noción de que representa el Pase y el agua. Para esos
medio-aquí-medio-allá, el mencionado reverendo, los denominó de “catóritas”.
¡Gracioso, no!?
¿Cómo llamar entonces a los
espiritas que se dedican a los trabajos en los Centros Espiritas, pero que
continúan bautizando los hijos, bajo el pretexto de que cuando sean mayores
elegirán su propia religión, o casan los hijos en la Iglesia con las pompas y
las ceremonias habituales, hacen la Primera Comunión con las tradiciones de la
Iglesia Católica, etc?
Cuando los Centros Espiritas se organizaren verdaderamente, proporcionando a los sus frecuentadores, además del Pase y del Agua Fluidificada , la orientación doctrinaria, para mayor comprensión de los principios básicos que deben tener el aprendiz y los trabajadores en la Siembra Espirita, ciertamente, el verdadero espirita tendrá una nueva postura en la sociedad, más convincente, porque pasará a distinguir lo que es ser espirita, según la analogía explicada por Allan Kardec, en las obras básicas organizadas por el Codificador, bajo la orientación de los Bienhechores Espirituales.
Bezerra de Menezes
(Publicado en el Jornal “A Voz do
Espírito”
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¿ CÓMO PUEDE EL ESPIRITISMO MEJORAR TU VIDA ?
¿Cómo puede el Espiritismo (entiéndase estudio, práctica y vivencia) ayudarnos a mejorar nuestra vida en las áreas educativa, económica, sentimental, social, sensitiva, mediúmnica, sexual, de salud física y mental, religiosa-espiritual ,conducta, alimentación, artística e intelectual?
Divaldo Franco
1. En el Área
Educativa
El Espiritismo es una doctrina esencialmente educativa. Todos sus postulados
están basados en estructuras de renovación moral y espiritual, trabajando,
mediante la educación, el carácter y los sentimientos de sus adeptos.
Al Codificador no le pasó desapercibida la tarea extraordinaria de la
educación, emérito educador que fue, fiel discípulo de la doctrina
pestalociana, que imprimió en Francia desde cuando concluyó su curso con el
notable maestro en Iverdun, Suiza.
En el comentario de la pregunta 685, en «El Libro de los Espíritus», Kardec
enfatiza:
[…] Este elemento es la educación, no la intelectual, sino la moral, y tampoco
la educación moral que enseñan los libros, sino la que consiste en el arte de
formar el carácter, la educación que da costumbres; porque la educación es el
conjunto de costumbres adquiridas.
Nadie vive sin costumbres. Quien no las tiene buenas, equilibradas, sobrias,
saludables, las tiene enfermizas, agresivas y descuidadas.
A la educación moral cabe la tarea de crear condicionamientos sanos en los
individuos, a fin de que no realicen todo cuanto deseen, aunque puedan.
El Espiritismo, explicando los objetivos reales de la existencia humana,
trabaja el cerne del ser, que es el Espíritu, a fin de auxiliarlo en el
desarrollo intelecto-moral para la conquista de la felicidad.
Educación y vida, son términos de la misma ecuación existencial –afirma la
bienhechora espiritual Amelia Rodríguez, que fue en la Tierra una insigne
educadora.
De este modo, la contribución de la Doctrina Espírita, en el área de la
educación de la criatura humana, es inestimable.
2. En el área Económica
En la misma pregunta antes referida, el Codificador Allan Kardec inicia sus
comentarios con un abordaje muy feliz, elucidando:
No basta decir al hombre que ha de trabajar, sino que también es preciso que el
que cifra la existencia en su trabajo encuentre ocupación, lo cual no sucede
siempre. Cuando la suspensión del trabajo se generaliza, toma las proporciones
de una calamidad como la miseria. La ciencia económica busca el remedio en el
equilibrio de la producción y el consumo; pero este equilibrio, aún suponiendo
que sea posible, tendrá siempre intermitencias, durante cuyos intervalos no
deja de tener necesidades de vivir el obrero. Hay un elemento con el cual no se
ha contado bastante y sin él, la ciencia económica no pasa de ser una teoría.
Este elemento es la educación, […]
Operando en la criatura humana su transformación moral para mejor, el
Espiritismo le amplía la visión de justicia social, propiciándole percibir que
la felicidad consiste en proporcionar oportunidad de trabajo y dignidad a todas
las criaturas humanas, desarrollando los medios al alcance para ampliar el
progreso, mediante la contribución de los recursos económicos propios para la
multiplicación de los servicios.
La vida económica de un pueblo depende de la educación que se le ofrece, así
como de la responsabilidad en relación al grupo, permitiéndole crecimiento por
el trabajo y dedicación al culto de sus deberes.
Sin combatir a los ricos ni a los poderosos, algunos de los cuales son
responsables por la miseria de incontables criaturas, censura la mala
aplicación de los recursos acumulados de forma egoísta, sin ninguna utilidad,
sólo para compensar la usura y el egoísmo, invitándoos a la utilización honrosa
por las oportunidades de multiplicación de bendiciones para todos, que serán
honrados con las posibilidades de libertarse de la esclavitud a través del
trabajo.
Radicando sus lecciones en la reencarnación, elucida que los responsables por
el hambre y abandono en que se contuercen centenas de millones de seres
humanos, no huirán de la conciencia perversa que mantiene la situación
calamitosa.
3. En el Área Sentimental
Cuidando esencialmente del Espíritu que somos, el Espiritismo nos ofrece la
solución más adecuada para todos los problemas que nos afligen, especialmente
aquellos referentes a los sentimientos.
Resultante de nuestras experiencias pasadas, los sentimientos se nos presentan
conforme nuestras realizaciones. Avanzando inexorablemente desde las primeras
aglutinaciones moleculares hasta la angelitud, el Espíritu desarrolla los
valores en él adormecidos, herencia del amor de Dios, luchando para vencer las
malas inclinaciones, que son el resumen de los instintos agresivos en que se
afianzó por millones de años en el cuerpo físico, y equilibrando la razón con
la emoción, a fin de alcanzar la armonía.
Todos los conflictos sentimentales están orientados de manera superior, con la
finalidad de adquirir la salud emocional, que se agiganta en la plenitud que
coronará la trayectoria evolutiva.
4. En el Área Social
La vida en sociedad es impuesta por las Divinas Leyes, que nos facultaron,
desde experiencias remotas, el instinto gregario, a fin de que nos pudiésemos
ayudar recíprocamente, defendiendo el grupo que debería sobrevivir a los
factores agresivos vigentes.
Lentamente se desarrollaron los sentimientos de amor y de comprensión
iluminados por la razón, que hoy nos puede guiar los pasos, de manera que
superemos el egoísmo y el orgullo, que son los mayores obstáculos para una vida
saludable en la sociedad.
Tomando conciencia de que la felicidad también depende de nuestras relaciones
con el prójimo, el Espiritismo contribuye decisivamente para un agrupamiento
justo, donde todos se auxilian y se protegen, trabajando por el crecimiento
personal y colectivo.
5. En el Área Sensitiva
Orientándonos en el desarrollo de las percepciones de la propia alma, el
Espiritismo demuestra que el ser en evolución es siempre la suma de sus
conquistas, positivas y negativas, ayudándolo a desarrollar la sensibilidad
psíquica, para contribuir con los mejores recursos en favor de sí mismo y de
aquellos con los cuales convive.
Mediante el viaje interior, muy bien presentado en la respuesta a la pregunta
919 de El Libro de los Espíritus, San Agustín nos invita al autodescubrimiento,
a la auto-iluminación, a la auto-entrega, al amor, que amplía la capacidad de
lucha y de resistencia frente a los desafíos de la jornada.
6. En el área Mediúmnica
En relación a las facultades mediúmnicas latentes en todos los seres pensantes,
el Espiritismo nos proporciona la clave para solucionar los enigmas antes
considerados tabúes, que hicieron que la mediumnidad sea vista como un don, un
carisma, un privilegio, un castigo...
También demuestra que se trata de una facultad moralmente neutra, cabiendo a su
portador el compromiso de dignificarla a través de los ejemplos morales que
deben constituirle un programa de autoiluminación.
Gracias a este conocimiento, se desvendaron los graves fenómenos de la obsesión
y de otros tantos disturbios que permanecían desconocidos generando aflicciones
indescriptibles y de difícil solución.
Nos dio también la confirmación de la inmortalidad del alma y de su
comunicabilidad, permitiéndonos comprender cómo es el mundo espiritual de donde
nos originamos y hacia dónde regresaremos.
Gracias a la educación que debemos aplicar a las facultades mediúmnicas, es
posible el intercambio consciente con los Espíritus queridos que se
transfirieron a la inmortalidad, con ellos obteniendo energías y valor para
proseguir felizmente en la jornada terrestre.
7. En el Área Sexual
En las preguntas 200, 201 y 202 de El Libro de los Espíritus, Allan Kardec
aborda el tema sexual con propiedad y sabiduría, demostrando que este noble
equipamiento –el sexo– no existe en el Espíritu, siendo una necesidad para la
reproducción corporal y para las experiencias del proceso iluminativo. Al mismo tiempo,
la Doctrina nos orienta cómo debemos atender a las funciones sexuales con
dignidad y respeto, viviendo de su uso equilibrado y no vivir para sus
imposiciones.
La visión espírita en torno al sexo le amplía los horizontes emocionales,
favoreciendo al Espíritu con el placer y la alegría de vivir, cuando se le
otorga la función bajo la inspiración del amor.
Confirma los trastornos neuróticos y psicóticos derivados de su mal uso o de su
castigo por el fanatismo de cualquier naturaleza, elucidando que es portador de
notables contribuciones para el bienestar y la paz, cuando conducido con el
respeto que merece.
8. En el Área de la Salud física y mental
El Espiritismo es el más completo tratado de terapia preventiva y curativa para
los diversos fenómenos de desarmonía orgánica, emocional y mental, por explicar
que todos los desequilibrios tienen sus raíces en el ser profundo, en el Self,
y que, solamente en él se pueden encontrar los recursos hábiles para la
preservación de la salud y de la paz.
Portador de una propuesta optimista sin sentimentalismo, favorece al organismo
con vibraciones armónicas que proceden de la mente en armonía, evitando las
agresiones emocionales disparatadas y los golpes violentos del uso inadecuado
de sus diversas funciones.
Disciplinando al individuo, a través de su moralización, le propone templanza y
coraje, fe y abnegación, mediante los cuales enfrenta cualquier problema con
naturalidad, preservándolo saludablemente, considerando el normal desgaste de
la maquinaria.
La verdadera salud no es la falta de enfermedad, sino el estado de bienestar,
de armonía y de actividad en cualquier fase de la existencia.
Por lo tanto, el Espiritismo es el seguro y bendecido manual para una vida
feliz.
9. Área Religiosa - Espiritual
Karl Gustav Jung, el eminente neurólogo y siquiatra, creador de la psicología
profunda, asevera que el ser humano necesita una vida religiosa. Las personas
que son introvertidas, no religiosas, sufren mucho más que aquellos que se
vinculan a una religión) a una religión y siguen sus postulados sin fanatismos,
naturalmente. Siendo extrovertidos, tienen más facilidad de enfrentar el sufrimiento
y librarse de los sentimientos negativos.
El Espiritismo proporciona una creencia racional, motivadora e idealista, que
favorece el esfuerzo por la iluminación interior, por el autodescubrimiento,
por la armonía –cuerpo, emoción y mente–, favoreciendo a la religiosidad, a la
integración y a la vivencia de sus postulados.
Siendo así, nos ayuda a encontrar las causas de las aflicciones y a superarlas
a través de realizaciones nobles, lo que constituye una verdadera
bendición.
10. En el Área Profesional
Al dignificar al ser humano a través de las enseñanzas ético-morales de la cual
se constituye, el Espiritismo lo llama al trabajo, demostrándole que él mismo
es parte de la ley de la vida y nadie le puede o le debe quitar el compromiso
de contribuir a favor de sí mismo como del progreso de la sociedad en la cual
se encuentra.
Es a través del trabajo que el ser humano progresa, al fomentar los mecanismos
que lo promueven, así como lo hace en relación a la humanidad.
El ejercicio de la profesión es un honor que debe ser vivido con dedicación,
sea cual fuere su necesidad, puesto que es a través de esa labor que se
adquieren los recursos propios para una existencia digna, que proporcione
alegría y paz.
Gracias al conocimiento de la reencarnación, que es uno de los pilares de la
Doctrina Espírita, los hombres reconocen la necesidad de avanzar con coraje, y
conscientes del valor de la profesión elegida, la ennoblecen con su
cumplimiento en clima de respeto y no se permiten los deslices morales que la corrompen.
11. en el Área de la Conducta
El Espiritismo, siendo una Doctrina de educación y de nobleza de valores que
dignifican la existencia, auxilia la conducta humana con directrices seguras
que permiten la plenitud de su autorrealización.
Apoyado en el Evangelio de Jesús, tiene como padrón de conducta la caridad en
todos los aspectos considerados.
La caridad sintetiza todas las aspiraciones dignas del ser humano, por tratarse
del amor en su más elevada expresión.
Consciente de las propias responsabilidades el espírita se propone comportarse
sanamente, aquello que favorece la conquista de sí mismo, consecuentemente, de
la salud sobre los más diversos aspectos en que se manifiesta.
Conociendo la ley de causa y efecto, no se permite dirigir de forma perjudicial
a su prójimo, trabajando siempre a favor de su propia espiritualización.
12. En el Área de la Alimentación
Alimentarse hace parte esencial del proceso vital. La nutrición es fundamental
para la existencia física, especialmente cuando está balanceada, propia para
una vida saludable, lo que favorece el desarrollo intelecto-moral de los
hombres.
El autoconocimiento adquirido a través de la vivencia de la Doctrina Espírita
permite entender al ser humano que él se alimenta para vivir, sin el tormento
de vivir para alimentarse, cayendo en exageraciones, en los hábitos viciosos de
la mesa, en la continuada búsqueda de gustos extraños como comidas exóticas y
especiales.
La alimentación es una necesidad física, pero también emocional, por ofrecer
armonía entre el cuerpo y el alma, del cual derivan comportamientos saludables
o enfermizos, según la ingestión de sustancias que se permita.
La educación de los hábitos le disciplina la voluntad y le corrige las
herencias atávicas de uno de los instintos primarios, que es la alimentación
equilibrada, la que mantiene el organismo.
13. En el Área Artística
Allan Kardec nos afirma que, así como hubo el arte pagano y el arte cristiano,
habrá también el arte espírita.
Podemos verificar que el Espiritismo influye la vida artística, ofreciendo las
bases del equilibrio para un comportamiento ético-moral e inspirado para captar
la belleza del mundo trascendental, para que la vida en la Tierra esté
enriquecida de esperanza y de alegría de vivir.
Ya tenemos hoy, aunque de forma modesta, el arte espírita, pero la fuerza
orientadora que el Espiritismo proporciona, ofrece una perfecta integración
entre la manifestación de lo bello y la armonía del ser.
14. En el Área Intelectual
Fue Pascal quien afirmó que el ateísmo «es una enfermedad del alma».
El Espiritismo es el antagonista del materialismo y de la crueldad, al trabajar
la mente para entender los objetivos esenciales de la reencarnación.
De ese modo, proporciona a la inteligencia los más amplios horizontes del desarrollo,
favoreciéndola con lucidez y sabiduría de que se enriquece el ser humano, que
tiene Jesús en la condición de Modelo y Guía que debe ser imitado, al mismo
tiempo que entiende la grandeza de la vida en todas sus expresiones.
Al demostrar que la inteligencia es patrimonio del espíritu y no del cerebro,
todas las conquistas adquiridas son transferidas de una hacia otra etapa, de
modo que alcanzará la cumbre del conocimiento sin olvidarse de los sentimientos
del amor y del deber para con él mismo y la sociedad.
(Entrevista concedida a Luis Hu Rivas, para «La Revista Espírita»)
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Del mismo modo que el magnetismo,el espiritismo revela una ley que, si bien no es desconocida, es lamenos mal comprendida; o mejor dicho, se conocían sus efectos,porque han tenido lugar en todos los tiempos, pero no se conocía la ley, y fue el desconocimiento de esa ley lo que generó la superstición. Una vez conocida la ley, lo maravilloso desaparece y los fenómenos ingresan en el orden de los hechos naturales. Por eso los espiritas no producen milagros cuando hacen que una
mesa se mueva sola, o que escriban los muertos, del mismo modo que el médico no produce un milagro cuando hace revivir a un moribundo, ni el físico cuando hace que caiga un rayo. Quien
pretendiese hacer milagros con la ayuda de esta ciencia sería un ignorante de la materia, o bien un embaucador.
Dado que el espiritismo repudia toda pretensión relativa a hechos milagrosos, ¿habrá milagros fuera de su ámbito, en la acepción corriente de la palabra?
Digamos, en principio, que entre los hechos considerados milagrosos que ocurrieron antes del advenimiento del espiritismo y que ocurren aún en el presente, la mayor parte, si no todos,encuentran una explicación en las nuevas leyes que este ha venido a revelar. Por lo tanto, esos hechos se incluyen, aunque bajo otro nombre, en el orden de los fenómenos espíritas, y como tales no tienen nada de sobrenatural. Compréndase bien, pues, que sólo nos referimos a los fenómenos auténticos, y no a aquellos que, con la denominación de milagros, son el producto de una charlatanería indigna que pretende la explotación de la credulidad.
Tampoco nos referimos a ciertos hechos legendarios que pueden haber tenido en su origen un fondo de verdad, pero que la superstición ha ampliado hasta el absurdo. Sobre esos hechos viene el espiritismo a arrojar luz, pues proporciona los medios para separar lo verdadero de lo falso.
EL GÉNESIS, ALLAN KARDEC
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