lunes, 30 de junio de 2025

Vida y valores

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.-La recriminación y el suicidio

2.-Luz, música y flores

3.- El nombre dcl Espiritismo

4.- Vida y valores

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             LA RECRIMINACIÓN Y EL SUICIDIO

El suicidio es un acto grave para el que debemos tener una amplitud de espíritu y una actitud de comprensión y tolerancia. Sabemos que poner fin a sus días, es interrumpir una evolución que de todos modos tendrá que continuar. Sabemos el riesgo de encontrarse después de esta desencarnación en un estado de turbación más o menos profundo; resumiendo, sabemos que el suicidio no arregla nada, pero al mismo tiempo conocemos la dificultad y el dolor de vivir ciertas existencias.

Los espíritus no han dejado de llamar nuestra atención respecto a las verdaderas causas del suicidio. León Denis, en un mensaje de 1989, viene a establecer un diagnóstico espirita sobre este asunto. He aquí sus palabras: “Estamos frente a un problema real que no puede resumirse en una respuesta moral simplista. Dios no prohíbe el suicidio, pues solamente el hombre es responsable ante su muerte, el suicidio no es pues un acto inmoral y no debe ser considerado como una falta. El suicidio es un estado de desamparo enfermizo cuyas causas son a menudo extrañas al sujeto que va a cometer ese acto.

Las principales causas del suicidio son las siguientes: la falta de amor procedente esencialmente de la familia, de los amigos cercanos que no lo son o que ya no lo son más; el decaimiento en el trabajo si el trabajo es envilecedor, repetitivo y vuelve al espíritu esclavo; el sentimiento de inutilidad en una sociedad no igualitaria que no reconoce el valor de un hombre sino su éxito financiero, tratando al otro de «fracasado»: este adjetivo hace mucho mal y mata ; el sentimiento de inferioridad, marcado por el odio social y la negativa de las diferencias, y por último el despertar repentino de una vida anterior ya suicida podría llevar a una neurosis obsesiva que conduce al acto. En realidad, y en la mayoría de los casos, el suicidio es un crimen familiar, social y político. Es pues tiempo de considerar la desesperación como un llamado a la esperanza, es pues tiempo de considerar el suicidio como una enfermedad del alma que se ahoga en el cuerpo social. No comprometáis nunca vuestro porvenir en este campo, pues la ausencia de amor es una enfermedad que acecha a todos los hombres”.

No maltratéis aquellos que se equivocan, que no aciertan en su forma de comportarse, están los que siendo padres fracasan en su función educadora, están los que en su misión de amigos, defraudan la amistad con la traición despiadada, están los que en su función de médicos por su poca dedicación a la tarea de curar y sanar, se equivocan por no prestar la debida medicación, enfermando aun más a los que acudieron para que los cure, todos tenemos una labor y una tarea que no siempre efectuamos debidamente, y lejos de emitir la reprobación es un deber el tratar con la dulzura reparadora y animadora, desechando el látigo de la reprimenda rígida, que hace al enfermo lanzarse muchas veces a la desesperación, al suicidio, sin apenas hacer ruido.

Procuremos aliviar a los que enferman, o no cumplen bien su cometido, acordémonos del Padre que apiadado de sus criaturas no deja a nadie desamparados dejados a su suerte.

El reproche a la ingratitud es una animación para la caída incontrolada en la desesperación, en cambio el amor hace el milagro de animar al enfermo para que de nuevo recobre la salud, y la esperanza en un mañana más esclarecedor y más luminoso. Nadie debe entregarse a la desesperación ella es mala consejera, ni tampoco ofrecer la recriminación a los hermanos desafortunados, siempre hemos de emitir un hilo de esperanza, de luz para que el enfermo se anime y deje de verse como un vicho raro, que no merece la conmiseración.

El suicidio es un acto de cobardía, y no debemos reflejarlo como solución a nuestros problemas, el por el contrario los agrava, nos encierra en la cárcel de la amargura, del fracaso, de la desesperación, lejos de encontrar la muerte el fin con todo, nos pone frente al verdugo de nuestra conciencia haciéndonos sentir de nuevo el mismo mal, más acentuado, menos fácil de solución, agravado por nuestra actitud que nos hace revivir el instante de la muerte y sus efectos dañinos en nuestro organismos periespiritual, que los siente y manifiesta con más intensidad.

Amemos la vida, hasta el punto de que si ella no nos serie, nosotros si lo hagamos, ofreciéndole luz y coraje para enfrentarla en toda sus manifestaciones, porque debemos recordar que Dios no nos da una cruz que no podamos portar sobre nuestros hombros, eso nos debe animar a estudiar todas las oportunidades bajo un prisma de ánimo y esperanza, sin creer que todo está perdido, por nuestro mal actuar, todo lo que tenga que ser será, y mucho más si está escrito en el libro de nuestra vida, aquel que comenzamos a escribir y en el cual anotamos nuevos datos conforme la vida se desarrolla sea de luz o de sombras, todo queda escrito y nada se perderá, no esperemos a ser más adultos para comenzar la tarea de nuestra redención la vida pasa deprisa y no podemos esperar a que el tiempo pase sin productividad positiva que nos pueda vivificar el espíritu, que en fin es el que permanece siempre pese a que no nos guste. Nadie muere, solo por esa gran verdad, debemos ser fieles a nuestro organismo físico, tratándolo como es debido, para que al volver al otro lado de la vida, cuando miremos nuestro comportamiento sobre la verdad de la vida, podamos sentir que fuimos fuerte y que pese a todas las contrariedades supimos mantenernos en pie, intentando por todos los medios llegar hasta el fin, no el fin marcado por nosotros, y si el fin que Dios nos señalo para volver a la patria del espíritu.

Si tu estas perdido, despreciado por los que te rodean, no dudes en consolarte con Jesús, El, fiel cumplidor de Su tarea Redentora, en su Evangelio de Amor, te da la oportunidad de esclarecerte y de proporcionarte una respuesta acertada para tus pesares, perdona sin dudarlo a aquellos que no te comprenden, piensa que un día tendrán la oportunidad de comprender que los que se equivocan y caen deben ser levantados y nunca recriminados. La recriminación en un mal que muchos sufren y a través del cual se arrojan a la desesperación una puerta farsa, por la que entramos al foso de las lamentaciones, donde la comprensión de nuestra cobardía, nos lleva a desesperarnos aun más.

Frente a la imperfección de aquellos que te rodean, ofrece el ejemplo oportuno, la palabra edificante, la llamada de atención en tu gesto amable, de amor y de ternura, y sentirás un día la alegría y el bienestar de haber servido a la causa de Cristo, con amor y dedicación, y no con el látigo de reproche que puede siempre agravar y generar un mal mayor, del cual aunque tú no lo hayas cometido, influenciado por ti, arrojaste al desespero a tu atribulado hermano, que no supo soportar tu descaro tu recriminación. Es como tratar al enfermo en vez de con la medicina que cura, con el analgésico severo que lo puede empeorar aun más.

Acordémonos de la conducta de Jesús ante los pecadores, que era siempre de amor y luz, frente a la pecadora el se dirigió a los que la acusaban, diciéndoles que los que estuviesen libres de culpas le lanzasen la primera piedra. Todos portamos la imperfección, y si queremos comprensión, hemos de ofrecerla, por eso amemos a los débiles y ayudémosles, no desechándoles de nuestro lado, Dios nos ha puesto en la Tierra a todos juntos, para conseguir el mismo fin, que es llegar a El, ofreciéndonos el libre albedrio, para que nunca podamos echar a nadie la culpa de nuestros pesares y desequilibrios. Solo en la amonestación severa, encontraremos el látigo de la desesperación que nos acusará de haber causado males mayores y del cual sentiremos nuestras culpas.

Mercedes Cruz Reyes

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               LUZ, MÚSICA Y FLORES

( Comunicado mediúmnico)


                                                                  


La paz del Señor esté con todos vosotros: Esta tarde dejaremos vues­tros trabajos y daremos paso a otras enseñanzas que también son muy pre­cisas. Porque si la inteligencia hay que educarla con sabiduría y constancia, también hay que darle al alma efluvios de amor, ya que para elevar la inteligencia tiene que anteceder la elevación del alma. Por ello hoy vamos a tratar de tres temas muy bellos: LUZ, MÚSICA Y FLORES.

La luz ilumina lo más recóndito del alma, saca a flote los defectos ocultos, desvanece egoístas pretensiones e inducciones equívocas; la luz es vida, la luz es amor. De ella parte la vida de las vidas, la belleza de lo bello y el encanto de los encantos. Por algo empieza en la majestuosa, sublime y principal fuente que es DIOS y termina iluminando la más débil inteligencia. Es la salud de la enfermedad intelectual; es el foco que da calorías inmensas a los corazones empedernidos en las bajezas huma­nas; es el vehículo conductor de la verdad, sobre ella camina !o espiritual, y como bella y sublime, todo lo que toca lo embellece y lo sublima. En los muchos millares de palabras que tiene vuestro rico idioma no existen las adecuadas para poder expresar su grandeza.

La música son ondulaciones sonoras que animan la existencia; son vibraciones de los sentimientos del alma. Es la conductora de los pensa­mientos poéticos. Es la armonía que unifica la creación. Lo mismo expan­siona el alma que hace asomar lágrimas a los ojos. Entristece y emociona cuando canta con ella el alma, y cuando se sufre, sus melodías ayudan a sufrir. Esas bellas cualidades del divino arte se sienten tan íntimamente que cuando os identificáis con sus armonías y os deleitáis con sus magní­ficas ejecuciones os eleváis y quisierais confundiros con esa música ce­leste que intuís, cuyos ecos invaden el infinito... Pero, ¡ah, hermanos , según la elevación espiritual así es la percepción...

Vuestra música ha llegado a imprimir en sus pentagramas maravillosas composiciones. El cerebro humano tiene intuiciones magníficas de ese bello arte.

Suponer una música que extasía, suponer un sonido dulce, armónico y sublime; suponer armonía sobre armonía, belleza sobre belleza, y todo eso es cero unidad comparado con la música celeste. Las arpas pulsan notas deliciosas, los ángeles se mecen en las composiciones artísticas de la creación, las luces inmensas y purísimas que invaden el espacio inspiran esas armonías... La luz sonríe; la belleza se encanta; lo divino diviniza a lo Divino y la Sublime Voluntad es la directora de esas armonías deliciosas. Los ecos se repiten en las eternidades, y si una nota sostenida se aleja, aun saliendo muy bella, cuanto más anda más se purifica y su so­noridad es más perfecta. Luego si sale deliciosa termina sublime. Esa Vo­luntad de que os he hablado antes recoge las armonías para luego darlas más puras, más bellas, más deliciosas y más encantadoras... Acumular vuestros conocimientos y suponéosla mucho más divina de lo que podéis creer.

La flor: belleza de la naturaleza; alfombra que tapiza los prados en colorido variado y divino; semejanza absoluta a una mujer. En la vegetación la belleza es la flor. En la humanidad, la belleza es la mujer... El capullo está cerrado; la niña también. Cuando el sol saluda con sus rayos fructíferos matinales, la flor se inclina y lo saluda; cuando a la niña la despierta también el sol, la madre besa su frente como diciéndole: Toma la vida que a mí me da el sol... Pasan los días; para la niña años... Ya está la flor fecundada, y al saludarla el sol abre sus hojas y aparece la grandeza de colores, exhalando un perfume delicioso que sólo la naturaleza sabe dar; la niña también tiene sus bellos colores en los labios, sus pómulos se sonrojan, empieza a vivir... Otro día para la flor y años para la niña. La flor está completamente abierta; la niña empieza a ser mujer... Llega el jardinero y, usando un perfecto derecho, corta la flor; llega el hombre, y, usando de otro derecho natural, corta las ilusiones de la mujer... La flor sigue adornando la naturaleza; la mujer la purifica... La flor empieza a deshojarse; la mujer a sufrir... La flor, al deshojarse, deja en su centro el cáliz donde está la semilla de la reproducción; la mujer se ha unido al hombre: empieza a beber el cáliz del sufrimiento, empieza a germinar la reproducción...

Tras de la rosa viene el capullo; tras de la unión, la reproducción... Otra rosa empieza a nacer de nuevo; la mujer ha sufrido y perdido su frondosidad y alegría, pero, ¡ah, hermanos!, sabe ser madre; ha pasado por ese sublime paso que eleva a la mujer a un plano muy superior... A la vez que sabe ser madre sabe sufrir, a la vez que sabe sufrir sabe besar; a la vez que sabe besar sabe pedir... Aquel ser es una bendición del cielo; aquel sufrimiento, una purificación del alma... Por ello, queridos hermanos, todos los sufrimientos y sacrificios que soportéis en vuestra existencia, saber que nada se pierde, todo va acumulado a vuestra trayectoria. Cada sufrimiento, cada sacrificio, supone un peldaño superado en la gran escalera del progreso o elevación de vuestra alma. por ello, llevar todo con resignación y acatar con humildad cuanto nos mande el Padre y así estaréis en las mejores condiciones, cual yo, que no sufrí ese terrible tránsito de la vida que habla a la vida que siente; de lo material a lo espiritual.

Buenas tardes y que Dios Todopoderoso nos bendiga a todos. Vuestra hermana Alejandrina.
(Hija del médium.)

Extraído del libro Desde La Otra Vida.
GRUPO ESPIRITA LUZ CIENCIA Y AMOR.
Jaén España.
Manuel Uceda Flores.

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        EL NOMBRE DEL ESPIRITISMO


   El Espiritismo y la necesidad de definirlo claramente

  Hace poco escuché en You Tube las palabras de un señor que afirmaba que era muy difícil difundir el Espiritismo en Alemania. La razón de ello, en su opinión, radica en la historia de Alemania que ha sido triste y sombría. Este sufrimiento fue causado principalmente por la Iglesia, ( por ejemplo, la quema de brujas). El caballero en cuestión subraya que aunque religión no es sinónimo de Iglesia, sus actos también arrojan mala luz sobre el Espiritismo. Según él, si se abriera un diccionario de se buscase el término espiritismo, se encontraría la definición "magia negra", "culto a los espíritus", etc. Es decir todo definiciones con connotaciones negativas.

   Por lo tanto, sería importante, según él, no centrarse en los Espíritus, sino en las enseñanzas de Kardec, a la hora de difundir el Espiritismo en Alemania. La consecuencia lógica sería pues, descartar el término "espiritismo" y utilizar en su lugar la palabra "kardecismo". Esto significaría una especificación de las enseñanzas de Kardec y serviría al propósito de la difusión. Hasta aquí todo bien. Las reflexiones de este señor pueden ser honorables y hasta cierto punto "comprensibles" y correctas, pero adolecen de graves defectos. Es cierto que es muy difícil difundir el Espiritismo en Alemania- Y también es posible que una razón de ello se encuentre en la historia de Alemania y en las acciones pasadas de la Iglesia. Y es absolutamente cierto que la imagen del Espiritismo entre el público no espírita, es absolutamente negativa y está manchada de falsas afirmaciones.

   El Espiritismo no tiene absolutamente nada que ver con la magia negra, ni tampoco es un culto oscuro con nigromancia. Y es cierto que siempre han habido estafadores que han abusado del Espìritismo para sus propios fines. Pero no podemos cambiar esa imagen pública falsa y negativa, cambiándole el nombre y haciendo afirmaciones a medias. E incluso si de este modo eso fuera posible, no lo sería en el sentido espírita ni en el sentido de Allan Kardec.

   Hay que subrayar que el Espiritismo no es la enseñanza de Allan Kardec sino la enseñanza de los Espíritus. Esto es un hecho que no debemos ocultar en ninguna circunstancia. De lo contrario toda la base del Espiritismo sería falsificada. Nunca se debe hacer proselitismo del Espiritismo sobre una base de mentiras. Sería una violación flagrante del octavo mandamiento Divino: "No levantarás falso testimonio contra tu prójimo". Ningún árbol sano puede crecer con raíces podridas. Allan Kardec no fue el fundador del Espiritismo, sino su codificador. Esa es una gran diferencia. Fueron los Espíritus quienes dictaron la sabiduría del Espiritismo a través de los médiums. La tarea de Kardec, encomendada por Dios, consistió en recoger esos dictados del mundo espiritual y evaluarlos, utilizando su mente sobria, clara y lógica, para luego condensarlos en una filosofía homogénea. No pudo haber mejor persona para esa tarea.

   Allan Kardec no era un soñador vertiginoso que fácilmente hubiese podido caer           victima Espíritus de mentira y engaño. Él era un pedagogo, un científico al que solo se podía convencer con  pruebas racionales. Por tanto no veía el Espiritismo como una religión, sino como filosofía y ciencia. Kardec no presuponía una fe ciega sino que pedía a la gente que se dejase convencer. Él mismo nunca hubiese pensado en diluir y doblegar las enseñanzas de los Espíritus solo para convencer a la gente de su verdad. Deberíamos seguir el ejemplo de este hombre y mantenernos firmes en nuestra creencia en las revelaciones espíritas.

   Debemos ser auténticos en toda circunstancia y no debemos torcer o tergiversar las enseñanzas recibidas por la gracia de Dios y de los buenos Espíritus para adaptarlas al gusto de los hombres. El Espiritismo no es solo una creencia o una atracción sobenatural para contemporáneos curiosos que acaban ridicudizándolo. El Espiritismo es una ciencia que hay que tomar en serio, como subrayaba Kardec. Y ese precisamente es su punto fuerte. La doctrina espiritista,( a diferencia de las religiones), rechaza la fe simple y ciega; en su lugar desafía a las personas a experimentar la verdad por sí mismas y a examinarla con lógica. Por tanto nosotros, los espíritas, no debemos temer la opinión de los forasteros. El triunfo del espiritismo está asegurado ante Dios. Permaneced firmes. Solo es cuestión de tiempo que el Espiritismo se extienda por todo el mundo, incluida Alemania.

( Artículo escrito por la médium espírita Daniela M. el 24-3-25 en Berlín)


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                         VIDA Y VALORES

(Las aflicciones humanas – causas actuales)

En el campo de las aflicciones de la criatura humana, podemos identificar causas que son creadas ahora. Mucha gente llora, se lamenta. Hay muchos que se desesperan delante de los problemas, de los tormentos, de las dificultades que les están sobrecargando la vida en la actualidad, en estos días. Casi nunca esas mismas personas perciben que esos sufrimientos, esas aflicciones, esos problemas por los cuales están pasando fueron creados ahora, en esta misma vida, en los tiempos de nuestra trayectoria terrestre.

Una de las causas más punzantes de aflicciones es el temperamento. ¡Dios mío! Cuantas son las personas que tienen malas pulgas. Son dichas personas de mucho carácter. Hay otros que ni carácter tienen, explotan por cualquier cosa. Entonces, son personas mal vistas, no son queridas, donde ellos llegan los demás salen. Y eso es motivo de tormento, de aflicción. Pero causado por  ellas mismas.

Existen otros que afirman no llevar disgustos para casa y, por cualquier cosa, estallan. Otros afirman que son muy buenos, pero que nadie puede pisarles los pies, otros dicen… otros dicen tantas cosas para justificar lo injustificable. Yo doy un buey para no entrar en la pelea; doy lo que sea para no salir de la pelea. Son personas temperamentales, extrañas criaturas que van generando en torno de si el miedo en algunos, rabia en otros, indiferencia en varios. Al mismo tiempo, generan reacciones similares de otros que también tienen poca paciencia, no tienen paciencia o que también son muy buenas en cuanto no tengan los pies pisados. Al final de cuentas, vivimos en la Tierra en busca de la felicidad, en busca de nuestra integración con Dios y con Sus Leyes.

No importa si no se es religioso, si no se frecuenta institución religiosa, si no se participa de circuidos religiosos, Dios es el Padre del Universo. No nos importa cómo se Le llame. Él es el Padre del Universo, es el Gran Creador. Y nuestro compromiso, en esta vida, es ajustarnos a Sus Leyes.

Entonces hay muchos sufrimientos, muchas aflicciones generadas por causa de nuestro temperamento. Personas explosivas, personas que se cierran, al revés de conversar, de hablar, de decir lo que les está incomodando. Ellas se cierran y actúan con rabia, con disgusto, con odio, sin decir una palabra. Cuándo se les pregunta: ¿Hay algún problema? –ellas dicen: No, está todo bien. Pero en este está todo bien, va la marca de su indisposición interior.

También hay problemas, aflicciones en esta actualidad, que son pendientes de los vicios que adquirimos. ¡Cuántos vicios! Una persona que aprendió a fumar desde joven, de allí a pocos años estará con asma, con bronquitis, con enfisema pulmonar y quien sabe, con cáncer. Estará transpirando mal olor, el tabaco en la circulación sanguínea. Cuantas son las enfermedades, amputaciones, degeneración orgánica por causa del tabaquismo. No es Ley de Dios tener que fumar, no fue una imposición de la Divinidad tener que fumar, pero hay libertad, el libre albedrío.

En esta vida, el individuo comenzó a usar esa droga, el tabaco y fue enfermando el cuerpo, fue mutilando el cuerpo. Entonces, es natural que nos identifiquemos con todos esos individuos, aquellos que están provocando aflicciones para su vida, en esta actualidad, en esta misma existencia. Hay aquellos que usan alcohol y van en la misma dirección. Beben porque beben. Afirman mil cosas: beben por alegría, beben por tristeza, beben porque hace calor, beben porque hace frío. Beben porque beben y van generando desgastes orgánicos, problemas neurológicos, dificultades sociales que comienzan en la familia, atormentada como una persona alcohólica, como se dice actualmente.

Comenzamos a ver que hay muchas aflicciones cuyas causas están en nuestra vida presente, son parte de nuestra actualidad y cabe a nosotros tener precaución y evitarlo gradualmente.
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Existen situaciones que, verdaderamente, son dispensables. Hay cosas que no se necesita vivir aquí, ahora, no precisa sufrir en este existencia. Recuerdo de un episodio que acompañé de cerca, porque se trataba de una persona conocida, que demoró mucho al casarse. Era una joven profesora, y tardó en casarse porque querida encontrar la persona ideal. Se caso con un hombre más maduro que ella pero de un temperamento muy explosivo, de aquellos intolerantes. Se casaron, vivieron felices algunos meses. Ella se quedó embarazada, nació él bebe y cuando él bebe contaba tres meses de edad, era fin de año, y el matrimonio decidió ir a un comercio para comprar una refrigerador de mayor tamaño, para atender a la familia que estaba comenzando a crecer. Salieron, hicieron las compras y volvieron para casa. Él conduciendo el coche y ella, al lado, con el niño en los brazos.

En una determinada calle de la ciudad, un taxista le cerró el paso, por inadvertencia de esos profesionales que trabajan de cualquier manera. Le cerró el paso y él, en aquella aflicción, en aquella agonía, imaginó que el taxista lo hizo a propósito.

Aceleró su vehículo, fue atrás del taxista, le hizo parar y le abrió la puerta del coche. Era para discutir, era para reñir, pero el taxista imaginó que le iba a agredir, cogió un arma de la guantera del taxi y disparo sobre el padre de la familia. Lo mato y la esposa tubo que criar el hijo sola, sufrir la dificultad de la viudez y de todos los compromisos resultantes de eso.

El otro hombre, en la prisión. Y la vida siguió su curso. No había ninguna necesidad de esos niños de ser criados sin padre, de esa mujer quedar viuda, de ese taxista ser preso, si no fuese el temperamento y una actitud infeliz de una persona tensa, de temperamento tenso.

Son las causas actuales de las aflicciones. ¿Cuántas son las personas que van a limpiar las ventanas de un edificio, sin ningún instrumento de seguridad? Se cuelgan en las ventanas y caen. No fue Dios que lo hizo, no era la hora. Son suicidios indirectos. Cuantas son las personas que beben alcohol y cogen el coche para conducir. Ellas se pueden matar, pueden matar a otros, pueden provocar tragedias sin nombres en la sociedad. Aflicciones generadas, ahora, por la inadvertencia, por la incuria, por la mala voluntad, por el temperamento rebelde de alguien que entendió que el alcohol en si no tendría el mismo efecto que tiene sobre todas las demás personas.

Entonces comenzamos a percibir que hay muchas aflicciones que generamos ahora. Aquellos padres que no educan bien a sus hijos y, desde temprano, les van enseñando a devolver violencia con violencia, a reñir en las calles, a no llevar malas maneras para casa, a sacar provecho de todo, a pasar por encima de todo el mundo para conquistar sus objetivos en nombre de la astucia, luego más, esos padres estarán sufriendo tanto, porque la policía vendrá a su puerta a decirles que ellos mataron indios, incendiaron indios pensando que eran mendigos, golpearan a empleadas domésticas, asumiendo que eran prostitutas, como si mendigos y prostitutas debiesen coger de la clase media o de quien quiera que sea. La educación que recibieron.

Y tanto es verdad que son esos mismos padres, que ya provocaron ese proceso horrible de falta de educación o de mala educación, que van en busca de profesionales corruptos para defender a sus hijos de los crímenes que ellos mismos enseñaron. Es tan extraño la criatura humana cuando se distancia de las Leyes de Dios, cuando no presta atención en el mundo que es, por si mismo, de pruebas y expiaciones, que nos cabe suavizar, viviendo mejor. ¿Cómo voy aprovechar cualquier situación de mi vida para empeorar mi condición?

Es necesario tener mucho cuidado para que no generemos en estos días de nuestra vida aflicciones que tendremos que sufrir en estos días de nuestra vida.

Raúl Teixeira

(Transcripción del Programa Vida y Valores, número 164, presentado por Raúl Teixeira, bajo la coordinación de la Federación Espírita de Paraná.-Brasil)

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domingo, 29 de junio de 2025

La cura de la obsesión ( 6) (final)

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Médiums sanadores

2.- La cura de la obsesión (5)

3.- Lo necesario y lo superfluo

4.- La cura de la obsesión ( 6) (final)

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                         Médiums Sanadores 

Entre las bendecidas facultades medianímicas puestas a servicio de la fraternidad humana y del bien, la de naturaleza curadora se recubre de recursos preciosos para, en nombre del Terapeuta Divino, ayudar a las criaturas carentes de salud y bajo varios tormentos. Habiendo una predisposición orgánica especial en determinados individuos, se irradian las beneficiosas energías de forma consciente o no, con o sin la manipulación de buenos espíritus. Generalmente programados para la acción de la caridad, estos médiums se reencarnan bajo la asistencia de abnegados mentores, que los conducen a la práctica de la terapia de amor, canalizándoles las fuerzas de modo que puedan alcanzar la finalidad para la que fueron elaboradas. 

Como el hombre nunca está solo, viviendo siempre acompañado por entidades que le corresponden a los climas mental y moral, en el caso de los médiums curadores, los espíritus interesados en el progreso y en la felicidad de los hombres les trabajan la personalidad y buscan orientarlos con cariño, con el fin de que su ministerio logre éxito. El resultado de la actividad dependerá de la forma como el médium se comporte, con elevación y ductilidad o con irresponsabilidad y pasión que pervierte. Como nada le cuesta, bajo ningún pretexto la mediumnidad curadora debe ser comercializada, sin que ocurra la incidencia en la ofensa de la simonía, que enreda al espíritu en un terrible berenjenal de aflicciones para su propio futuro. 

No se hace necesario fórmulas sacramentales, gestos cabalísticos, ceremonias, indumentarias especiales, ningún objeto de naturaleza material visando a alcanzar los resultados favorables en la acción curativa. Se irradia de una forma saludable la bioenergía del médium, siendo aún más beneficiosa cuando es comandada por espíritus nobles, que conocen las necesidades del paciente, atendiendo los núcleos orgánicos deficientes o revitalizando los centros vitales generadores de la armonía celular y psíquica. A la medida que el intermediario desarrolla la capacidad de amar y de servir, distribuyendo el magnetismo curativo, se siente más revitalizado, porque, “se da más a aquel que más da”, según las recomendaciones de Jesús. 

La conducta sana, que es consecuencia de una vida moral equilibrada, proporciona un poderoso intercambio de energías propiciadoras de salud. A su vez, el médium que ora se enriquece de valores espirituales y también desarrolla una aptitud innata, ampliando su campo vibratorio, aumentado la fuerza de la energía que canaliza para la salud, volviéndose una dínamo valioso para el bien en general. Basta una mirada, un toque, su presencia, para que los núcleos potencializados transmitan las fuerzas curativas, favoreciendo a las personas carentes y renovarlas. En Hechos de los Apóstoles, narran que las personas traían sus enfermos y los colocaban al borde de los caminos por donde pasarían Pedro y Juan, con el fin de que su sombra, caiga sobre ellos y los sanara… 

El mal uso envenena las facultades, que pasan a un campo perjudicial explotado por las entidades viciadas y perversas. La aplicación digna de los recursos, hace propicia la paz interior y desarrolla los sentimientos de amor, ampliando los horizontes de fraternidad humana. Esta mediumnidad curadora, de la cual tanto usó el Maestro para poder curar a las multitudes, de las que se compadecía, está al alcance de todos aquellos que entrenando la aplicación de pases, desarrollarán las posibilidades bioenergéticas para un saludable intercambio de fuerzas entre los hombres, favoreciendo a los que sufren con la esperanza, la salud y la paz.

Vianna de Carvalho 

Médium Divaldo Pereira Franco 
Extraído del libro "Médiums Y Mediumnidades

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 LA CURA DE LA OBSESIÓN

( 5 )

                                                  


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OBSESIÓN POR SUBYUGACIÓN
En cada caso de alineación obsesiva se encuentran razones hostiles que caracterizan, específicamente, el proceso. Por eso mismo, a pesar del que el origen son las faltas morales del enfermo y el agente, la Entidad desencarnada, los móviles influyentes y predominantes varían de acuerdo a cada persona.
La terapéutica, aunque generalmente es la misma, lo resultados varían según los pacientes, sus fichas kármicas y los esfuerzos que estos emprenden para desenmarañar la trama en que se envuelven.

En el panel de las obsesiones, a medida que se agrava el cuadro de la interferencia, la voluntad del huésped pierde el control del comando personal, en razón directa con la que el invasor asume el gobierno.
Es más grave cuando se trata de un espíritu lucido, técnica e intelectualmente, que se adueña de los centros cerebrales con la imposición de una liberación bien concentrada en los móviles que persigue, manipulando con habilidad los dispositivos mentales y físicos del perturbado.
De esta forma, la subyugación puede ser física, psíquica o fisio-psíquica, simultáneamente.
La primera, no significa la pérdida de la lucidez intelectual, porque la acción se produce directamente sobre los centros motores y obliga al individuo, no obstante se niegue a obedecer, a ceder a la violencia que lo oprime. En este caso, pueden irrumpir  enfermedades orgánicas, al crearse condiciones celulares propias para la contaminación por virus y bacterias  o también  bajo  la vigorosa y continua acción fluidica, destruyendo los tejidos fisiológicos o perturbando tanto el anabolismo como el catabolismo, manifestándose en disturbios del metabolismo general, con singulares perjuicios físicos…
En el segundo caso, el paciente dominado mentalmente, cae en un estado de pasividad, muchas veces bajo tortura emocional, que llega a perder por completo la lucidez, aunque no afecta al Espíritu encarnado propiamente dicho, que experimenta  la imposición penosa por medio de la cual depura la irresponsabilidad y los delitos pasados. De esta manera pierde temporaria o definidamente, durante su actual reencarnación, el área de la conciencia, sin poder expresarse libremente.
Un incesante aturdimiento lo domina, la visión, la audición, así como los demás sentidos, se confunden con la realidad objetiva al imperio de las vibraciones y fajas que registra en forma desordenada en la esfera física y en la espiritual.

El Espíritu encarnado se mueve en un laberinto que lo atemoriza, sujeto a un adversario obstinado que lo maltrata, lo aterroriza con crueles amenazas, en un firme parasitosis en la desconcertada casa mental.
Finalmente, se apodera, simultáneamente, de los centros del comando motor y domina físicamente a la víctima, la que queda inerte, subyugada cometiendo atrocidades sin nombre.
En los procesos obsesivos, sin dejar de repetirlo, están involucradas en la Ley las personas que constituyen el grupo familiar y social del paciente, situado ahí por la necesidad evolutiva y de rescate para todos.
No pueden evadirse a la responsabilidad los que fueron cómplices o coautores  de los delitos, cuando los infractores más comprometidos son alcanzados por la innegable justicia. Reunidos o enlazados por el parentesco  sanguíneo o  a través  de circunstancias de afectividad y de afinidad, forman los grupos a los cuales se les prevé de los recursos reeducativos en el intento de progreso.

La cruz de la obsesión es un peso que cae siempre sobre los hombros de las conciencias comprometidas.

( Continúa y finaliza )

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          LO NECESARIO Y LO SUPERFLUO

De lo necesario y lo superfluo
. ¿Cómo puede el hombre conocer el límite de lo necesario?

- El sensato lo conoce por intuición, y muchos lo conocen por experiencia y a sus expensas.
. La Naturaleza ¿no nos ha trazado el límite de nuestras necesidades por nuestra propia organización?

- En efecto, pero el hombre es insaciable. La Naturaleza le señala el límite de sus necesidades por su propia organización, pero los vicios han alterado la constitución del hombre, creándole necesidades que no son reales.

¿Qué debemos pensar de aquellos que acumulan bienes terrenales para procurarse lo superfluo, en perjuicio de quienes carecen de lo necesario?

- Aquéllos entregan al olvido la ley de Dios y tendrán que responder por las privaciones que hayan hecho sufrir a otros.

La frontera entre lo necesario y lo superfluo no posee nada de absoluto. La civilización ha creado necesidades que los salvajes no tienen, y los Espíritus que han dictado estos preceptos no pretenden que el hombre civilizado deba vivir como el salvaje. Todo es relativo, y cabe a la razón conceder lo justo a cada cosa. La civilización desarrolla el sentido moral y al propio tiempo el sentimiento de la caridad, que lleva a los hombres a prestarse mutuo apoyo. Los que viven a costa de las privaciones de los demás explotan en su provecho los beneficios de la civilización. De ésta sólo poseen el barniz, así como personas hay que no tienen de la religión más que la máscara.

- EL LIBRO DE LOS ESPIRITUS- ALLAN KARDEC

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 LA CURA DE LA OBSESIÓN

( 6 )

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ERAPIA DE LA OBSESIÓN
Conforme se presente el cuadro de alineación, también varían los recursos terapéuticos.
Se sabe que el agente es un ser que piensa y actúa movido por una razón que le parece justa, cualquier política de engaño aparente de la honestidad se vuelve ineficaz, aumentando la hostilidad y la tenacidad del perseguidor.
El principal motivo, debe ser concentrar todas las atenciones en el enfermo desencarnado, tratándolo con bondad y respeto, aunque no se éste de acuerdo con lo que hace.

La principal urgencia es la de conquistar al agente infeliz para la intima renovación, por cuanto la mala acción siempre procede de quien no está bien, por más que este oculte o disimule los sentimientos y su propio estado.
Debe evitarse la discusión inútil, revestirse de real humildad que refleje el interés amoroso por el bienestar del otro, quien acabará por envolverse en ondas de confianza y armonía con los que se beneficiara, cuando cambie de actitud en relación a los propósitos mantenidos hasta entonces.
Al mismo tiempo, debe educarse al paciente a la luz del evangelio, insistiendo con afabilidad por su transformación moral y creando a su alrededor condiciones psíquicas armónicas, con las que se restablecerá emocionalmente y esto le estimulará a contribuir con la parte que le corresponde.
Atraerlo a la práctica de acciones dignificantes y de beneficencia, con las que se granjeara simpatías y vibraciones positivas, lo fortalecerán y modificaran su campo psíquico.
Asimismo, estimularle el habito de la oración y de la lectura edificante, al mismo tiempo, formarle el carácter que debe tornarse maleable al bien y resistente al vicio.
Las mentes viciosas se impregnan de vibraciones y parásitos extraños, desvariados por el desarrollo de los excesos perniciosos.
Junto a esta psicoterapia, es necesario la aplicación de los recursos fluídicos, ya sea a través  del pase, del agua magnetizada o mediante la oración intercesora con la que se vitalizan los núcleos generadores de fuerzas, estimulantes de la salud, con el poder para desconectar los plugs de las respectivas matrices, de modo que el deudor se rehabilite ante la Conciencia Cósmica por la aplicación de los valores y servicios dignificantes.
No ocurren milagros en estas situaciones ni en otras de cualquier naturaleza. El acontecimiento milagroso, cuando parece acontecer, es el resultado de una acción muy bien programada, cuyos efectos son registrados y las causas no son necesariamente por el momento, conocidas.
Toda persona que desee contribuir en la esfera del socorro desobsesivo, no debe descuidar su conducta intima ni sus ligaciones con el Plano Espiritual Superior, de donde fluyen los recursos suavizantes y saludables para el cometido del amor.
Al recordad a Jesús, delante de los obsesos y de los obsesores, busquemos Su ayuda e inspiración en la condición elevada que Él ocupa como “Señor de los Espíritus”

FINAL

Merchita 
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viernes, 27 de junio de 2025

La cura de la obsesión (4)

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Relatos del Espíritu del Padre Germán

2.- La cura de la obsesión (3)

3.- La muerte, un renacer

4.-La cura de la obsesión (4)

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                 RELATOS DEL ESPÍRITU  DEL P. GERMÁN



                           LO  INVEROSIMIL

Es costumbre muy añeja en este mundo, creer que no es verdad todo aquello que se separa de nuestro modo de ser, y así cuando se lee la descripción de un crimen horrible, se dice: ¡ Jesús me valga !; ¡ Parece mentira que haya seres tan miserables !.... de igual manera cuando leemos relatos de acciones generosas, decimos moviendo la cabeza en señal de incredulidad: ¡ Qué inverosimilitud ! Esto es pintar como querer; no hay seres en este mundo tan fuertes y tan virtuosos, ¡ es imposible !.

Estas o parecidas frases hemos oído repetidas veces después de haber leído en las sesiones espiritistas artículos referentes a las memorias del Padre Germán, o haberse comunicado este por conducto de un médium parlante.

Últimamente se comunicó dicho espíritu y después se promovió discusión entre varios espiritistas, reconociendo que sus principios eran inmejorables, su moral sublime, tan sublime que rayaba en lo inverosímil.

Sin duda el espíritu estaba escuchando las opiniones de todos, transcurrieron algunos días y volvió a comunicarse el Padre Germán y de su magnífica comunicación, vamos a copiar la última parte, porque esta responde a las dudas que despiertan sus relatos negándoles la veracidad que legítimamente les corresponde, dijo así:

¿ Creeis amigos míos que un hombre no puede resistir a la tentación de la carne, que no puede luchar con sus propios defectos venciéndolos en la batalla?, escasos conocimientos tenéis de la vida, cuando negáis hechos naturales que se desenvuelven dentro de la sana lógica y en el terreno firme de la razón.

¿ No sabéis que cada espíritu se enamora de una virtud, mejor dicho, de una buena cualidad, porque la virtud se puede decir que es el conjunto de los buenos sentimientos del hombre?.

Todo ser, tenedlo entendido, le rinde culto a un ideal y llega a engrandecerse en el sentido de que su aspiración, que su deseo dominante le conduce. ¿ Creéis que no puede ser cierto que un alma encarnada en la Tierra tenga valor y poder para luchar con todas las seducciones que nos ofrece la vanidad y los falsos halagos del mundo?. Pues, ¿ qué diréis entonces de los hombres que sacrifican su vida en aras de un ideal político o religioso?, y recordad que son  muchos los mártires que ha tenido la humanidad.

Antes de Cristo, en la época prehistórica, cuando aún vuestros historiadores no habían recopilado las memorias de las generaciones, un sin número de hombres inmolaron su vida en bien de su patria; en épocas posteriores, antes de la era cristiana, filósofos y guerreros murieron creyendo firmemente  que con  su sacrificio creaban una nueva civilización. Cristo, bien sabida es su historia, murió en el profundo convencimiento de que con su muerte haría una verdadera revolución en el orden moral y religioso de la Sociedad; y después de tantas heroicidades como han hecho los pueblos en el pasado, ¿ por qué ponéis en duda la firme voluntad de un hombre empeñado en su progreso y el de los demás?.

¿Sabéis por qué dudáis de la verdad de mis hechos?, porque os han sido referidos sencillamente, porque no he mezclado ninguno de mis actos ni el milagro ni el privilegio, como se ha supuesto en la historia de los reformadores de la humanidad, que la mayor parte de ellos, el vulgo los ha convertido en enviados de Dios, en profetas inspirados por el Espíritu Santo, llegando a tanto la aberración humana, que deificó a Cristo, cuando la vida de este  estuvo dentro de todas las Leyes Naturales, muchas de ellas desconocidas entonces, combatidas ahora, pero que no por esto, ni la ignorancia de ayer, ni la incredulidad y petulancia de hoy, le quitan ni un ápice a la eterna verdad de la naturaleza que invariablemente armónica, desenvuelve la vida de los espíritus dentro de los límites proscritos por su adelanto moral e intelectual.

Leed la historia de todos los reformadores, y al leerla, descartad de ella todo lo fabuloso, milagroso y maravilloso; que como apéndice necesario lo ha aumentado la tradición y la leyenda, y despojados de los accesorios que les ha dado la ignorancia de los pueblos, los profetas, los mesías, los redentores de todas las épocas quedarán reducidos a simples hombres imperfectos, aunque si perfectibles.

Partís de un principio falso, muy falso, habéis divinizado a un reducido número de hombres, y habéis infamado al resto de la humanidad, negándole virtudes que quizá la mayoría posee; que están en germen, y espera el momento propicio para dejar la estrecha célula en que viven, y de larvas informes, convertirse en pintadas mariposas.

Entre los grandes perjuicios que han causado las religiones, sin negarles por esto los beneficios que han reportado a las civilizaciones, el mayor  sin duda ha sido darle un tinte milagroso a los efectos naturales de las causas motoras de la vida, el sustituir los dioses del Paganismo con los santos del Catolicismo; ha sido la perdición de la humanidad porque lo justo y lo razonable ha perdido su veracidad, y lo absurdo, lo erróneo, lo que está desprovisto de sentido común, ha tomado carta de naturaleza en una sociedad que se cree inferior a su origen divino.

Ya os lo he dicho muchas veces y os lo repetiré siempre que tenga ocasión, cuando la mediumnidad esté más extendida, caerán todos los castillos de naipes que ha levantado la superstición y el fanatismo, y se verán los santos tal cual son. Por santo fui yo aclamado en mi última encarnación; aún hay altares en la Tierra, con mi estatua, aún la fuente de la salud mana entre ruinas y sencillos pastores que al conducir su ganado, se sientan en las peñas, que según la tradición me sirvieron de asiento, y al sentarse hacen la señal de la cruz invocando mi ayuda para que su rebaño, bebiendo el agua milagrosa se salve de toda enfermedad.

Yo en tanto, aprovechando la combinación de múltiples circunstancias he podido deciros en el error que vive la grey romana, creyendo en mi santidad, y lo mismo que yo he conseguido, conseguirán mañana otros espíritus, y el clero católico con sus serafines y legiones, quedará reducido a la nada, completamente a la nada, y muchos de sus santos os inspirarán profunda compasión, porque los veis desposeídos no solo de sus celestes vestiduras, sino errantes, frenéticos, sin brújula, sin estrella polar que les guíe al puerto de la vida; y en cambio muchos seres que han pasado desapercibidos en el mundo, viviendo en la mayor miseria, muriendo en un completo abandono, vendrán a daros lecciones de moral, de resignación, de esperanza, de fe cristiana; serán vuestros mentores, vuestros amigos, vuestros guías o espíritus protectores, que con sus paternales consejos os ayudarán a sostener el peso de vuestra cruz, como hoy felizmente, me sucede respecto a vosotros. No fui santo, estuve muy lejos de la santidad, pero tuve afán de progresar y la moral que veis en mis acciones no es inventada por mí, es la moral universal, es la ley del progreso. ¿ Por qué encontráis inverosimilitud en mis actos, cuando entre vosotros hay espíritus capaces de hacer mucho más de lo que yo hice?; y no por virtud, precisamente, sino por egoísmo, como en gran parte lo hice yo; pero egoísmo noble, no el egoísmo mezquino de la tierra, de atesorar riquezas o alcanzar honores. No, egoísmo de mayor progreso, de mejor vida en mundos regenerados. ¡ Vivir !; ¡ amar !;         ¡ sentir!; ¡ comprender !; ¡ penetrar en los santuarios de la ciencia !..... Todo esto y mucho más ambiciona el espíritu cuando se propone dar comienzo a su regeneración. En tales circunstancias me hallaba yo; había vivido muchos siglos rodando por las bibliotecas, había pasado muchas noches en los observatorios astronómicos pidiéndole a los astros noticias de Dios; había preguntado a las capas geológicas cómo se hizo habitable el planeta, había pedido a  los fósiles el árbol genealógico de mis mayores; llegué a ser sabio, como se dice en la Tierra y mientras más sabía, más ignorante me encontraba, y llegué a comprender que debía emplear mi sabiduría, no en enriquecer museos ni en hacer prosélitos para esta o aquella escuela filosófica, pronunciando elocuentes discursos en Academias científicas; sino que debía empezar por educarme, moralizarme, refrenar mis pasiones, por saber cuales eran mis deberes y mis derechos que de muy antíguo me creía con derecho para juzgar sin imponerme el deber de juzgarme a mí mismo.

 He aquí el secreto de mi última existencia.

- Padre Germán-(espíritu)-

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    LA CURA DE LA OBSESIÓN

( 3 )

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Al permanecer en la construcción del bien, difícilmente serán objeto de las influencias perversas o criminales procedentes de las regiones inferiores.
A pesar de eso no quedan indemnes a la agresión temporaria o permanente de la que se liberan frente a los objetivos morales que persiguen, gracias a los cuales vibran en una escala psíquica más elevada.
No obstante, si se interesan en situaciones de vulgaridad y de placer, de falta de piedad o de pereza, de vicio o desorden, reciben mayor influjo de ondas mentales  equivalentes, cayendo en los abismos de la emoción aturdida del desequilibrio…
Esos pacientes, llevan al lecho, antes del reposo físico las angustias preocupantes, las ambiciones desenfrenadas, las pasiones inquietantes, deteniéndole en reflexiones que las vitalizan, viviéndolas a través de la mente, cuando no encuentran los medios de disfrutarlas físicamente… al desdoblarse bajo la acción del suelo, se encuentran con los afines – encarnados, o no – con los cuales se identifican y reciben amplias cargas de falsas necesidades o dando oportunidad a los estados anhelados que más los perturban y afligen.
Cuando despiertan, con la mente atribulada, torpe, dominados por el cansancio físico y psíquico, encuentran dificultad para concretar los compromisos y las lecciones edificantes de la vida.
En esa posición – con la idea obsesiva fija y la acción viciosa establecida – se produce el intercambio mental.
Ya no se trata del pensamiento que busca acogida, sino de la actividad que intenta el intercambio, manteniendo el dialogo, la discusión, el análisis  de los asuntos  pautados – siempre de naturaleza perjudicial y que a una persona  sana, le causaría repulsión instintiva, pero que el paciente se complace en cultivar -, motivos estos que originan el predominio del parasito espiritual, que poco a poco se acerca más psíquicamente a la casa mental y a la voluntad de su semejante.

c) Reflejos de la interferencia.
Como efecto natural, surgen los síndromes  de la inquietud: las desconfianzas, los estados de inseguridad personal, las enfermedades de poca importancia, los fracasos en torno al obseso que aumenta las angustias, dando así lugar a la incertidumbre y a la más amplia perturbación interior.
Genera una psicoesfera perniciosa alrededor de si mismo mediante la eliminación de fluidos dañinos de los que es víctima y los absorbe en forma más condensada; por negarse a escuchar temas saludables, participar en convivencias amenas, leer paginas edificantes, auxiliar al prójimo, y renovarse mediante la oración.
Conforme la constitución temperamental, que es un factor de relevante importancia, se hace apático, tiende a la depresión, se sumerge en la melancolía por el mensaje telepático deprimente y de los formatos mentales pesimistas que se filtran del archivo de la inconsciencia. Por el contrario, si es dotado de constitución nerviosa excitada, se vuelve agresivo, violento, en actitudes discordantes – estalla por niñerías, de las cuales luego se arrepiente – exponiendo el aparato psíquico y los nervios a altas cargas de energías que daña los sensores y los conductores nerviosos, con prejuicios singulares para la organización fisio – psíquica.
En ese periodo, se pueden percibir los estereotipos de la obsesión, que se revelan con facilidad por las actitudes insólitas, por el comportamiento ambivalente – equilibrio y distonía, depresión y excitación – que perturban al individuo.
A los hábitos saludables se suceden a las reacciones intempestivas señaladas como exóticas, la pérdida de los conceptos de criterio y valor  que juntos, dan lugar a extrañas y contradictorias formas de conducta.
La línea del equilibrio psíquico es muy tenue y delicada.
Las interferencias de cualquier naturaleza en la faja de la movilización de la personalidad, casi siempre producen disturbios, que empujan al individuo a procedimientos irregulares al principio, que después se establecen como delineamientos  neuróticos.
La acción fluidica de los desencarnados, por la flexibilidad y la obstinación  de estos, cuando son ignorantes, envidiosos, perversos, por su insistencia interfieren en el mecanismo del huésped, lo que complica el cuadro con la persuasión inteligente, en telepatía perjudicial, que facilita la simbiosis con el anfitrión.
En esa fase, y antes que el paciente asuma la  interferencia de que es víctima, la terapia espirita se transforma en resultado positivo, liberador.
No obstante, lo ideal es la actitud noble frente a la vida, que funciona como psicoterapia preventiva y que constituye el sistema para el optimismo y la paz.

 ( Continúa )

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            LA MUERTE, UN RENACER
                                  

  Queridos hermanos: La muerte nunca debería ser una sorpresa para nadie que viva en la Tierra. No debería ser una sorpresa ni para aquellos que abandonan la Tierra, ni para los que se quedan en ella, si de ello se tuviese un conocimiento cierto, si se supiera que la muerte no existe, que solamente es un cambio para el Espíritu, que abandona  su cuerpo porque ha terminado una etapa y debe entrar en el Plano Espiritual. Si se supiera que la Vida continúa siempre, que las experiencias en este planeta y en otros no son más que etapas que hay que recorrer, porque es preciso que el Espíritu evolucione, crezca y se engrandezca; si se supiera todo eso, hermanos,  ¡Cuán diferente sería este paso!; es, lo repito,  para unos y para otros.

     Los seres que quedan en la Tierra comprenderían la Verdad de esta situación; sabrían que es solo una separación momentánea, que estos seres que se van, pueden casi al mismo tiempo, estar a su lado para quererlos, para animarlos y para consolarlos; eso sí hermanos, siempre y cuando supieran cual es su situación y no tuviesen algunos que pasar tantísimo tiempo sufriendo en la oscuridad sin saber a dónde dirigirse. Para que la muerte dejase de ser lo que es en la Tierra, el conocimiento de unos y de otros debiera ser el mismo, debe ser auténtico. Los seres encarnados y los que desencarnan. deberían conocer la misma verdad, para poder aceptarla con serenidad, con alegría incluso, porque  si no es así hermanos, ¡ Ved cuantas lágrimas, la mayoría inútiles, derraman los seres que quedan en la Tierra!. Y digo inútiles porque lloran realmente la muerte, porque creen que es el fin. ¡ Si supieran que esto no es más que el principio!, un paso, una variante necesaria para pasar de el plano físico al plano espiritual !, buena parte de esas lágrimas no se derramaría. Por eso lo importante sería que unos y otros pudieran comprender esa gran verdad: Que la muerte no existe. Que solo hay Vida; una vida eterna; una Vida infinita, que no acaba; una Vida en la que poco a poco todos tenemos que aprender una lección: AMAR. Cuando se ama, hermanos, lo demás ya se tiene, ya sale de por sí. Cuando se ama, se es generoso, amable, se apoya al débil, se ayuda al enfermo. Solo es preciso que sepamos amar, y cuando somos capaces de dar Amor, lo tenemos todo.

     La Tierra es un lugar de sufrimiento porque el Espíritu viene para pulirse, para evolucionar, y si hay algo que realmente daña a otros seres, es precisamente creer que se muere.

     Hermanos, yo os invito a que vosotros pregonéis, donde sea y como sea, que en el Universo solo hay Vida.

    Hasta siempre.

-  Alborada espírita-
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 LA CURA DE LA OBSESIÓN

( 4 )

                                   


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     OBSESIÓN POR FASCINACIÓN

Establecidos los lazos de la comunión, el proceso continúa y ajustando los conectores del canal obsesivo con el receptor, que a partir de ese instante comparte sus ideas con las ideas que le son insufladas.

A medida que el campo mental de la victima cede terreno, está no solo asimila la influencia telepática, sino también las actitudes y maneras de ser de su huésped.

En ese intervalo la persona pierde la noción del ridículo y de las medidas habituales que caracterizan el discernimiento, acatando sugerencias que incorpora, aceptando inspiraciones como criterios, que a todos se presentan como disparates y que a ella se son perfectamente lógicos.

Por conocer las imperfecciones morales, el carácter y la conducta de aquellos a los que perturban, los Espíritus les inspiran e imponen las ideas  absurdas con el objetivo de aislar al paciente de los recursos y personas que los pueden auxiliar.

Les inspiran el orgullo de misiones especiales, disfrazados de humildad y paciencia erróneas, que los vuelven falsamente místicos o rebeldes cuando se sienten descubiertos por la razón y perspicacia de las personas lúcidas y conocedoras de esas técnicas infelices, creyendo que son formadores y apóstoles encargados de cambiar las estructuras de la vida al arbitrio de la irresponsabilidad y presunción.

Mientras se debaten en el desorden de la fascinación de la que se convierten en presa fácil, se desligan de las últimas defensas y aflojan las compuertas de los diques de la lógica, dando con esto, oportunidad al episodio más complejo de la turbación mental.

Puede deducirse, entonces, las dificultades que el problema sugiere e impone, por no poder contar con el auxilio del obseso.

En toda obsesión, como en cualquier sufrimiento, están como ejemplo los recursos débito-crédito del individuo. No hay duda de que la disposición con que este se revista, contribuirá mucho y decisivamente para los resultados del intento, liberador o angustioso, conforme el empeño que emplee.

El dolor nace de la falta de respeto al orden establecido, como el odio es el fruto del egoísmo. Del personalismo amargado.

No existe persona alguna que esté destinada al sufrimiento, la desidia o el mal.

El hombre, al desprenderse de los recursos defensivos, cae en la agresión que lo acorrala  o enferma.

Los esfuerzos que emprende junto a las acciones que ejecuta, se constituyen en una coraza contra el mal, conquistas que deberá alcanzar para elevarlo a las fajas vibratorias propias que lo defienden y liberan.

Por eso mismo, la fascinación procede de la indolencia moral y mental del paciente y exacerba sus valores negativos, los que son hábilmente instigados por su antagonista espiritual.

Por lógica consecuencia, los intentos para  la liberación se presentan más complejos, exigiendo por lo tanto, abnegación, esfuerzo y asistencia continua.

( Continúa )
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