INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.- A tener en cuenta en las reuniones mediúmnicas ( Parte 5ª)
2.- Enriquece tu día
3.- A tener en cuenta en las reuniones mediúmnicas ( Parte 6ª )
4.- Fatalidad y libre albedrío
*****************************************
A
TENER EN CUENTA EN LAS REUNIONES MEDIUMNICAS
(
Parte 5ª )
---//...
El culto del Evangelio en el hogar
es, antes que nada, una medida de protección para el trabajador mediúmnico. Por
esta regla se establece un circuito de fuerzas entre el hogar y el Centro
Espírita, facultando el socorro a las Entidades sufridoras y equivocadas,
atraídas al psiquismo de cada uno por la fuerza de compromisos de diversos
órdenes, que se instalan en los hogares en cuanto regulan sus vidas.
Independientemente de ese aspecto
higiénico y práctico, hemos de considerar el aspecto iluminado y pacificador
que el culto en el hogar proporciona, llevando esclarecimientos y consuelo a
nuestra familia necesitada de Jesús y de sus lecciones.
Como afirma la benefactora
espiritual Joanna de Ángelis, es: Cuando
la familia ora, Jesús se detiene en casa. Cuando los corazones se unen en las
ataduras de la fe, el equilibrio ofrece bendiciones de consuelo y la
salud derrama vino de paz para todos (Mies de Amor, cap. 59).
El octavo punto trata de la
importancia de la INTEGRACIÓN EN LAS TAREAS Y PROGRAMAS DELA CASA
ESPÍRITA, Y COMPROMISO CON LA CAUSA.
La Casa tiene sus reglas en la
temporalidad; la Causa se proyecta en una dimensión fuera del tiempo. La Casa
tiene formas; la Causa es esencia. La primera es del hombre; la segunda es de
Dios. La Casa es el fenómeno; la Causa es la Doctrina.
El pobre labrador de la acción
mediúmnica jamás dejará de atender sus deberes relacionados con los trabajos a
los que se comprometió en la Casa que le dio cobijo, pero convivirá con un
ideal de unificación aproximándose desde otras Casas, participando en los
acontecimientos, confraternizando, intercambiando experiencias, ayudando a la
ciencia del Espíritu inmortal.
No hay peligro alguno para la Casa
el contar con trabajadores concienciados en relación a la Causa, pues cuanto
más se aperciba el pobre labrador de la grandeza de la Causa, más se proyecta
en el amor y en el trabajo de la Casa para que esta sea el reflejo de aquella.
El noveno punto se refiere a la
preparación del ambiente y advierte sobre la necesidad de tener AMBIENTE
RESERVADO EXCLUSIVAMENTE PARA LAS REUNIONES MEDIÚMNICAS O ACTIVIDADES AFINES.
Además de prefijar la hora y el día
es preferible que haya un lugar dedicado a las reuniones, porque el
recogimiento se hace mayor “(El Libro de los Médiums, tema 282, apartado 16). Aunque eso no haya de constituir una
obligación absoluta, porque los espíritus van a todas partes.
Ese pensamiento lo corroboró Allan
Kardec más adelante en términos concretos, al proponer en su Proyecto de 1862
que el Establecimiento Central debería tener una estancia para las evocaciones
particulares, una especie de santuario nunca utilizado para otros
menesteres.
A veces no se cuenta con otro
apartado, solo con el de las sesiones y afirma Herminio de Miranda:
“Lo ideal es tener un compartimento destinado solo a la tarea mediúmnica.
Cuando eso no fuera posible, deberá tenerse cuidado de usarlo, al menos,
para actividades nobles”. En
una palabra respetarlo como un lugar especial, una especie de santuario donde
el buen clima, el respeto, la cordialidad y los estudios nobles además de las
sesiones mediúmnicos le concederán honorabilidad y respeto.
El apartado decimo nos dice
que ha de reinar en el recinto GARANTÍA DE SILENCIO Y
ARMONÍA VIBRATORIA EN TODAS LAS DEPENDENCIAS DEL CENTRO ESPÍRITA, EVITÁNDOSE
ACTIVIDADES SIMULTÁNEAS QUE PUEDAN DESESTABILIZARLAS.
Allan Kardec
propone actitudes respetuosas, recogimiento y silencio (El Libro de los Médiums, tema
34) para asegurar la
armonía psíquica del área interna formada por la reunión.
( continúa ....)
**********************************************
ENRIQUECE TU DÍA
Cada día es una reencarnación simbólica para nosotros, en el círculo de las luchas purificadoras de la Tierra.
No te olvides de semejante verdad, si deseas realmente preparar el corazón para la Vida imperecedera.
No desperdicies la riqueza de los minutos en la indiferencia, en la terquedad, en el aislamiento o en la inercia.
Cada vez que el Sol reaparece en el horizonte. es posible mejorar el patrón de nuestro propio entendimiento con los familiares, auxiliar al prójimo con mayor, amparar la Naturaleza con más alta comprensión.
Hoy es nueva oportunidad con el fin de renovarnos cuanto sea posible, para el infinito bien.
Planta un árbol amigo y después le recogerás el tesoro de bendiciones.
Acepta al adversario de ayer, ofreciéndole simpatía, y en un futuro tendrás un hermano comprensivo y devoto.
Utiliza con provecho el centavo de que dispones auxiliando al necesitado, y mañana estarás en posesión de valores inesperados de amistad y alegría.
Sonríe con bondad y coopera con más diligencia en tu paisaje de servicio habitual y en los instantes de "ahora" encontrarás compañeros ricos de concurso fraternal en los días que vendrán.
Las más conmovedoras sinfonías son iniciadas con pequeñas notas aparentemente insignificantes.
Si pretendes un lugar en el banquete de la ciencia y de la fraternidad, del Amor y de la Sabiduría, comienza a estudiar y a servir, a comprender y a disculpar, a mentalizar el bien y a sublimar tu propio corazón desde hoy mismo.
Toda educación pide renuncia y todo perfeccionamiento reclama servicio.
La Paz verdadera nunca fue premio a la ociosidad.
Todas las grandes realizaciones claman por grandes luchas.
Busquemos el camino del esfuerzo máximo en la exaltación del bien, a fin de que seamos considerados ante la Ley en la condición de operarios fieles al salario de la Eterna Luz-
- Emmanauel- ( Espíritu)
***********************************
A TENER EN CUENTA EN LAS REUNIONES MEDIUMNICAS
(
Parte 6ª )
---//---
Herminio
de Miranda propone que el ambiente sea
amplio y aireado, de tal modo que se evite la fatiga por la intoxicación,
debido al calor o a la falta de renovación de aire.
Una situación
deseable, siempre que sea posible, sería la de programar las reuniones
mediúmnicos para las ocasiones en las que el Centro Espírita no esté en la
confluencia de muchas actividades simultáneas y febriles disminuyendo la
agitación psíquica, sino favoreciendo el recogimiento indispensable para las
manifestaciones espirituales.
En el apartado once
entran las normas y procedimientos donde el EQUIPO HA
DE ESTAR CONCIENCIADO EN LO REFERENTE AL VALOR DE LAS DISCIPLINAS
PREPARATORIAS, PUNTUALIDAD Y ASIDUIDAD.
Cuando hablamos de
disciplinas preparatorias, no nos estamos refiriendo a los sucesos ocasionales
o cuidados, solo para el día de la reunión. Nos referimos a los logros
intelecto-morales, incorporación de hábitos de vida saludables, a fin de que el
trabajador esté siempre listo para el trabajo; esta es la meta a ser alcanzada.
El trabajador espírita
necesita establecer actitudes y hábitos relativos al día de la reunión
mediúmnica, y por causa de ella es por lo que, en ocasiones, aún no está listo
para el trabajo, de hecho. Esta mentalización, todavía se encuentra en su
inicio. Si alguien se impone unas normas a las que no está acostumbrado,
siquiera momentáneamente, para situarse al nivel de una iniciativa espiritual,
está a un paso de comprender la necesidad de practicarlas en lo cotidiano, para
mejorar su entrega en cualquier circunstancia.
Sobre este particular,
se hace indispensable hablar de los inconvenientes de la indisciplina mental,
del exceso de actividad física, del chismorreo y de los vicios de cualquier
clase, incluso de la sensualidad en sus diversas formas, agotadoras y agresivas
para el equilibrio general del sistema nervioso, de la mente y de lo emocional.
La puntualidad y la
asiduidad, son las únicas normas formales que se pueden exigir para un trabajo
mediúmnico, porque sin ellas, la improvisación y el descuido minarían la
iniciativa. Todas las demás pertenecen a la intimidad y conciencia de cada uno.
El apartado doce trata
de la REGULARIDAD DE LAS REUNIONES CON EL MISMO EQUIPO,
EVITANDO HACER EXPERIMENTOS FUERA DE LUGAR Y DE MOTIVACIÓN OCASIONAL.
En el tema 333 de El
Libro de los Médiums, Allan Kardec afirma: Cuando las reuniones se efectúan en
días y horas determinadas, ellos (los Espíritus frecuentadores habituales) se
preparan anticipadamente para comparecer, y es raro que falten.
También en este mismo
tema, el Codificador manifiesta: No obstante, no hay nada más perjudicial para
las buenas comunicaciones que el llamarles a diestro y siniestro, cuando se
apodera de nosotros la fantasía y, sobretodo, sin motivo formal; como no están
obligados a someterse a nuestros caprichos, podría muy bien ser que no
quisieran incomodarse, y entonces es cuando otros pueden tomar su puesto y su
nombre.
Allan Kardec tuvo
cuidado en no dogmatizar porque las leyes que rigen las relaciones entre los
Espíritus y los hombres son flexibles, estableciendo la excepción y el criterio
que lo determinaría, afirmando que los Espíritus comprometidos con las
reuniones pueden comparecer a ellas en ocasiones diferentes de las habituales,
presentándose con gusto si el fin es útil. Lo difícil es saber
definir si es útil el fin perseguido. El fin anhelado por la reunión
extraordinaria que pretendemos, no podrá ser atendida por los Espíritus si son
fuera de tiempo.
Disponiendo el grupo de
médiums seguros, y persistiendo una duda honesta se puede consultar a los
Instructores Espirituales, pues en realidad, son ellos los verdaderos
dirigentes de los trabajos serios de intercambio espiritual.
Si es verdad que el
Espiritismo vino a difundir ampliamente la mediúmnidad noble y popularizarla,
liberándola del carácter esotérico con el que era considerada en el pasado,
para que nadie se sintiese huérfano de la enseñanza espiritual, también es
verdad que no podemos exponerla a un medio inadecuado bajo pena de tener su
luz eclipsada por nuestra precipitación.
( Continúa...)
****************************************
FATALIDAD Y LIBRE ALBEDRÍO
Antes del regreso a la experiencia en el plano físico nuestra
alma, en oración, ruega al Señor la concesión de la lucha para el trabajo de
nuestro propio reajuste.
Solicitamos la reaproximación de antiguos adversarios.
Imploramos el retorno al círculo de obstáculos que presenció nuestras derrotas
en romerías mal vividas.
Suplicamos la presencia de los verdugos con los que cultivamos
el odio, para intentar la cultura santificante del Amor.
Pedimos sea llevado de nuevo a nuestros labios, el cáliz de las
pruebas en donde fracasamos, esperando ejercitar la fe y la resignación, la
paciencia y el valor.
Y con la intercesión de variados amigos que se transforman en
confiantes avalistas de nuestras promesas, obtendremos la bendición de la vuelta.
Efectivamente, en tales circunstancias, el esquema de la acción
surge trazado .
Somos herederos de nuestro pasado, y en esa condición
construimos nuestros propios destinos.
Entretanto, imantados temporalmente al vehículo terrestre,
acariciamos nuestras antiguas tendencias de fuga del deber ennoblecedor.
Instintivamente, nos tornamos despreocupados, a la caza de
ventajas físicas, de caprichos perniciosos, de mentiroso dominio y de nefasto
placer.
El egoísmo y la vanidad acostumbran a retomar el timón de
nuestros destinos y abominamos el sufrimiento y el trabajo, como si nos fuesen
duros verdugos, cuando solamente con el auxilio de ellos conseguimos volver a
erguir el corazón hacia la victoria espiritual a que somos dirigidos.
Es por ello que fatalidad y libre albedrío coexisten en los
mismos ángulos de nuestra jornada planetaria.
Generamos causas de dolor o de alegría, de salud o de
enfermedad, en variados momentos de nuestra vida.
El mapa de regeneración vuelve con nosotros al mundo, con
arreglo a las responsabilidades asumidas por nosotros mismos, en el pretérito
remoto y en el próximo; con todo, el modo como nos libramos de los efectos de
nuestras propias acciones, facilita o dificulta nuestra marcha redentora en la
senda que el Mundo ofrece.
Aceptemos los problemas y las inquietudes que la Tierra nos
impone ahora, atendiendo a nuestros propios deseos en la planificación que ayer
organizamos fuera del cuerpo denso, y tengamos cautela con el modo de
nuestra movilización en el campo de nuestras propias tareas, porque conforme a
nuestras directrices de hoy en la preparación del futuro, la Vida nos ofrecerá
mañana, Paz o luchas, Felicidad o pruebas, Luz o niebla. Bien o mal.
- Emmanuel ( Espíritu )
*************************************
No hay comentarios:
Publicar un comentario