lunes, 25 de noviembre de 2024

Hermano X. Humberto de Campos

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.-¿ La misión de ser malo ?

2.- La cosecha de la siembra

3.- Fantasmas

4.- Hermano X. Humberto de Campos

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                   ¿ LA MISIÓN DE SER MALO ?

              


470. Los Espíritus que tratan de inducirnos al mal y que de este modo ponen a prueba nuestra firmeza en el bien,- ¿han recibido la misión de hacerlo? Y si es una misión la que están cumpliendo ¿les cabe la responsabilidad de ella? 

- Ningún Espíritu recibe la misión de hacer el mal. Cuando lo acomete, es por su propia voluntad y, por tanto, sufre sus consecuencias. Dios puede permitirle que lo haga para probaros, pero no se lo ordena, y a vosotros toca rechazarlo. 

EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS 
ALLAN KARDEC. 


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           LA COSECHA DE LA SIEMBRA

Comunicado mediúmnico:


                                                     

Jaén 13 de octubre de 1972

- Os habla Demeure, un hermano que os suplica la caridad de ser escuchado unos momentos.

- Con mucho gusto le oiremos.

- Que Dios os guarde a todos. Si no os molestara, os agradecería sinceramente que me ayudaseis a conseguir la luz que necesito. Luz de la que hace mucho tiempo estoy privado. No sé cómo conducirme ni que hacer. Me he presentado en muchas reuniones como la vuestra y no me permitieron manifestarme. Por una gracia muy especial me lo han concedido esta noche.

  Fui hijo único de un matrimonio que tenía unas posesiones en la Patagonia. Mis padres tenían una condición muy especial, justa y verdadera: compartían con los obreros parte de los beneficios generales. Todos veneraban al "padrecito", que era mi padre. Todos tenían fe en él y en su misericordia y sabían que sus trabajos y desvelos tenían recompensa, no solamente en plata, sino en buenos consejos y muchas atenciones.

  A mi mayoría de edad me mandaron a la ciudad. Fui estudioso al principio, pero después invadieron mi espíritu los vicios y la vida desordenada. A mis padrecitos les estaba siempre molestando con peticiones de dinero. Esta clase de vida produjo en mí un relajamiento moral en dignidad y buenas costumbres. Pasó el tiempo, murieron mis padres y yo me hice cargo de las posesiones.

  En un escrito, que para mí debió ser muy venerado y respetable (pero no lo fue), dejaron dicho como debía comportarme con los obreros. Los que ayudaron con sus sudores, abnegación y sacrificio a crear la riqueza que yo había heredado.

  Empecé muy bien a dirigir la hacienda, siguiendo el principio caritativo de mis padres, pero poco a poco se fueron enfriando mis sentimientos, al mismo tiempo que me atraía la fascinación de acumular plata para satisfacer mis vicios. Lentamente fui tiranizando a los desgraciados obreros, olvidando aquel escrito sencillo y trascendental que mis padres me legaron para que fuese digno a los ojos de Dios.

  Me entregué definitivamente a la vida crapulosa y desordenada. Perdí el concepto de la dignidad, de la caridad y de la justicia. Me hice tirano con los obreros y cuando estos muy justamente me reclamaban, les contestaba con el látigo argentino. Pasó el tiempo, unos murieron, otros se marcharon y me quedé casi solo.  En lugar de arrepentirme me volví aún más tirano. No reparaba en la miseria de mis obreros y me apartaba de ellos sin socorrerlos con lo que a mí me sobraba. Al fin, entregué mi alma a Dios.

  Desde entonces, que hace ya dos siglos, estoy vagando, sin calor, sin luz y sin el cariño ni el amparo de nadie. Con lo que yo he pasado y aprendido, pido a Dios su gracia y su perdón. No descanso ni se como descansar. Mi espíritu no puede reposar fuera del dolor. Mi alma tiene un gran vacío. Observo visiones horribles que otros hermanos no ven. Pido a mis hermanos del espacio que me ayuden y amparen, y me dicen: " sigue, sigue...". Por fin me habla un venerable hermano y le digo: "Hermano,    ¿ qué tengo que hacer para ver la luz, para que mi alma recobre la calma y sea lo que son otras almas luminosas?". Y me contestó: " Cuando tu dolor sea de la misma magnitud que el sufrimiento y dolor que hiciste padecer a los demás."

  Hermanos, ¿ qué debo hacer para acortar mis sufrimientos?. ¿ cómo debo conducirme?. Todos los que perjudiqué me han perdonado. ¡ Ese es mi castigo, ese es mi dolor, porque yo no puedo perdonar !. Porque no tengo personalidad, no soy nada, no soy más que un alma que sufre, que llora, que viaja sin descanso buscando la luz de Dios. Decirme, ¿ qué tengo que hacer ?. Ya me han perdonado mis obreros. ¿ Cómo tengo que portarme para que mi castigo cese y consiga ver la luz y la libertad, haciendo la promesa solemne ante Dios de no volver a ser como fui ?.

   - Hermano, el hecho de que aceptes tus errores y ansíes conducirte con amor y justicia, significa un señalado progreso en tus sentimientos. Dice muy bien ese venerado hermano que has mencionado, ."cesará el calvario cuando tu dolor alcance la magnitud del que hiciste padecer a los obreros"- La medición exacta de tus sufrimientos y la sinceridad de tu arrepentimiento, solamente la efectúa Dios, y puedes tener la seguridad de que serás absuelto en el momento exacto que la Ley determine. Entre tanto esto llega y con el fin de acortar el tiempo, debes tener la debida paciencia y conformidad, no cesando de elevar plegarias al Padre, llenas de arrepentimiento y firme deseo de rehabilitación. Por nuestra parte, elevamos nuestras súplicas a Dios para que te perdone y te de la oportunidad de demostrar tu sincero arrepentimiento.

- Muchas gracias, muchas gracias. Haré fielmente lo que me aconsejáis. Soportaré con paciencia el castigo que he merecido por mis muchas faltas. Seguiré andando y pidiendo anhelantemente la luz, porque mi alma necesita salir de esta profunda oscuridad en que está sumergida.

  Muchas gracias a todos por haber escuchado mi triste historia 

- ¿ Nos puedes decir tu nosbre ?

- Elías Samper

- ¿ Qué año corría ?

- Hace dos siglos, exactamente.

 - ¿ En qué población residías ?

- En San Feliu de Sanz, en la Patagonia, hoy República Argentina. Entonces había un virrey que nos regía a todos. Buenas noches y que Dios nos proteja.

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                                                  FANTASMAS


¿Existen los fantasmas?.-

 

   Existen Seres generalmente invisibles, sin un soporte físico, que un día también  fueron seres humanos y tras el fenómeno de la muerte, pueden acreditar de alguna forma que continúan existiendo.

   Un fantasma se describe  como una aparición “vaporosa” e impalpable del cuerpo fluídico del Ser, encarnado o desencarnado . También se les conoce como “Espectros”. Algunos diccionarios los definen como “la figura de una persona muerta que aparece a los vivos”. Esta explicación es incompleta, pues también es posible la aparición fantasmal de personas que aún están vivas.

   La palabra “fantasma” deriva de un verbo griego que significa “aparecer” o “mostrarse”. Este fenómeno es básicamente sensorial, y a veces causa una impresión acompañada de reacciones y emociones traumáticas a quienes se muestra.  Las visiones fantasmales también pueden aparecer solamente en el plano mental del que lo percibe, siendo en este caso un fenómeno de carácter absolutamente subjetivo, aunque no por ello menos real para el que lo experimenta..

   La presencia visible y hasta “tangible” del Ser espiritual , con las mismas formas y apariencias de cuando era una persona viva, con el propósito de poder ser reconocido por personas de este mundo , no solamente es posible, sino evidente, tal como se acredita en cientos de casos habidos por todo el mundo, de la realidad de su existencia y de su presencia visible y en ocasiones hasta palpable ante muchos y muy variados testigos, y que además han sido fotografiados y vistos totalmente o en parte, o que incluso después de su desaparición tras haberse materializado, han dejado huellas físicas de su presencia real en moldes de escayola o parafina, como testimonio de su realidad. Los fantasmas se pueden dejar ver y a veces incluso hasta tocar, cuando de algún modo pueden condensar  la energía de que está formada su envoltura presencial, y la materializan hasta hacerla no solamente visible , sino incluso palpable . Sin embargo también suelen proporcionar pruebas claras de su naturaleza no física, pues por ejemplo pueden dejarse ver como siluetas atravesando paredes u otras materias sin la menor dificultad. A veces en la aparición, también pueden intervenir animales u otros objetos espectrales, aunque en este caso, bien puede ser debido a mostrarse el “escenario” normal que tenía en vida el presunto fantasma, que de este modo se hace reconocer, o también se podrían deber , según la Parapsicología, a estar plasmadas estas imágenes en los llamados “Archivos Akásicos”, que viene a ser como un registro o grabación de imagen y sonido de algunos hechos psicológicamente muy fuertes o traumáticos, sucedidos en nuestro plano material y que por un mecanismo todavía desconocido, quedaron plasmados en el plano astral o espiritual, y  esta "grabación" puede aparecer  en un momento determinado para luego volver a desvanecerse.


    El investigador G.N.M. Tyrell, en su libro “ Apparitions”, publicado en 1.943, identifica varios grupos de fantasmas en base a las conductas mostradas por los mismos. El primero está formado por las apariciones que frecuentan sistemáticamente un lugar determinado; se caracterizan por que no provocan miedo, son inofensivos y a veces incluso llegan a ser tratados por los seres humanos que habitan el lugar en donde están habitualmente, como un miembro más de la familia. De esta clase de Entidades existen numerosas pruebas fotográficas de su existencia. La segunda categoría, es la de las apariciones “post mortem” que tienen lugar casi siempre inmediatamente después de la muerte de la persona, y no suelen estar relacionadas con algún lugar o acontecimiento concreto. En tercer lugar están los casos “críticos”, como es el de la aparición de alguien que está viviendo una situación crítica, tal como un accidente grave, una enfermedad, o la misma muerte.

   Las materializaciones de Seres incorpóreos se denominan Ideoplastias cuando son provocadas por la energía psíquica del medium, que se exterioriza plasmándose en una forma física. Esta consiste en la formación de cuerpos materializados formados por el Ectoplasma o Energía Biótica que es una materialización o condensación de energía vital y orgánica, expelida por un médium, a través del que se manifiestan Seres desencarnados que aprovechan esta especie de materia sutil y moldeable para tomar formas físicas. Estas formas de materia ectoplásmica se dieron con frecuencia en los comienzos del Espiritismo, y dieron pie a muchos fraudes; sin embargo la realidad de su existencia quedó patente tras haber sido analizado el ectoplasma y haberse comprobado en su composición, abundancia de glóbulos rojos procedentes del médium ,teniendo esta extraordinaria clase de materia  un carácter transitorio y breve, porque al cabo de pocos minutos tras ser expelida desde el cuerpo del médium, se “volatiliza” y desaparece sin más ante la vista de los observadores. Actualmente son muy raras estas formas de materialización espiritual y en algún raro caso , que se ha dado en el seno de algún “Centro Espírita”, se ha mantenido en secreto y no ha transcendido a la opinión pública por expreso deseo del Ser espiritual manifestante.

Las materializaciones ectoplámicas se dieron en una época concreta y posteriormente , creo que por razones evolutivas de la mediumnidad, ya no se hace necesaria esta forma de manifestación.

   La aparición y materialización directa del Espíritu también es posible y ocurre mas frecuentemente que la anterior, recibiendo el nombre de Fantasmogénesis .En estos casos la energía del  medium no interviene en su formación. 

   Las materializaciones espirituales, cuando se producen lo hacen con solidez , siendo capaces de reflejarse en espejos y de producir ruidos de pisadas etc, dando la impresión de ser tan reales y tangibles como en las personas vivas, aunque solo durante un periodo de tiempo bastante limitado .

   No se sabe muy bien el por qué, las apariciones espirituales o presencias fantasmales, suelen provocar en las personas presentes en el lugar de la aparición , una súbita sensación de frío, como si una corriente de aire helado hiciese estremecer a los presentes en la escena. 

    Las personas vivas también pueden originar un fantasma durante el sueño o durante un estado de trance o a veces en sujetos que tienen  la capacidad de “desdoblarse” y de producir fenómenos de bilocación llegando a materializar su periespíritu. Allan Kardec en “El Libro de los Mediums” , dedica todo un capítulo al estudio de las apariciones de los vivos.

   En definitiva, los fantasmas, tanto si son de  humanos como si son solamente de espíritus , tanto si son animados como inanimados,  acreditan que existe otro plano de la realidad diferente del nuestro .

-Jose Luis Martín- 
 


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 HERMANO X –HUMBERTO DE CAMPOS

 

                                                          

Humberto de Campos nació en la pequeña localidad de Piritiba, en Maranhão, en 1886. Fue un niño pobre. Estudió con esfuerzo y sacrificio. Quedó huérfano del padre a los 5 años de edad. Su infancia fue marcada por la miseria. En sus “Memorias”, cuenta algunos episodios que le dejaron surcos profundos en el alma.

Tiempo después se  trasladó  a Río de Janeiro, entonces Capital de la Republica de Brasil, donde se tornó un famoso y brillante periodista y perfecto cronista, sus páginas fueron “columnas” en todos los diarios importantes del País.

Se dedicó enteramente al arte de escribir, y por eso eran parcos  sus recursos financieros. A  cierta altura de su vida, cuando más menguadas se hicieron las economías, tuvo la idea de cambiar de estilo.

Adoptando el pseudónimo de Consejero XX, escribió una crónica chistosa  respecto a la figura eminente de la época –Medeiros y Alburquerque, que se tornó así motivo de risa, de la burla y el ridículo de los lugareños durante varios días.

El Consejero, sibilino y mordaz, hirió hondo el orgullo y la vanidad de Medeiros, colocando en la boca del pueblo los argumentos que todos deseaban atacar contra Alburquerque. El éxito fue total.

Habiendo hecho, por experiencia, aquella crónica, de un momento para otro se vio en la contingencia de tener que mantener el estilo y escribir más, pues sus lectores se multiplicaron, lloviendo cartas a las redacciones de los periódicos, solicitando nuevas materias del Consejero XX.

Más allá de mantener el estilo, Humberto  fue profundizando en el mismo, tornándose  para algunos, en la época, casi inmortal, saciando el paladar de toda una mentalidad que deseaba más libertad de expresión y más explicitud en el abordaje de los problemas humanos y sociales.

Cuando cayó enfermo, modificó completamente el estilo. Sepultó al Consejero XX, y de las cenizas, cual Fénix luminosa, nació otro Humberto, lleno de piedad, comprensión y entendimiento para con las flaquezas y sufrimientos de sus semejantes.

El alma sufridora del País buscó ávidamente a Humberto de Campos y de él recibió consuelo y esperanza. Eran cartas de dolor y desespero que llegaban a  sus manos, pidiendo socorro y auxilio. Y el, tocado en las fibras más sensible del corazón, a todas respondía, en crónicas, por los periódicos, atendiendo a millares de lectores en circunstancias idénticas de prueba y lágrimas.

Se hizo amar por todo el Brasil, especialmente en Bahía y San Paulo. Sus padecimientos, con todo, aumentaban día a día. Parcialmente ciego y sometiéndose a varias cirugías, vivió  en una pensión, sin el calor de la familia, su vida era, en sí misma, un cuadro de dolor y sufrimiento. No desesperaba, sin embargo, y continuaba escribiendo para consuelo de muchos corazones.

El 5 de diciembre de 1934, desencarnó. Partió llevando de la Tierra amargas decepciones. Jamás el Maranhao, su tierra natal, lo aceptó. Sus coterráneos llegaron incluso a hostilizarlo.

Tres meses apenas de desencarnado, retornó del más allá, a través del joven médium Chico Xavier, que entonces contaba  24 años de edad solamente, y comenzó a escribir, sacudiendo al País con sus crónicas del más allá del túmulo. 

El hecho sacudió a la opinión pública. Los periódicos de Río de Janeiro y otros estados estamparon sus mensajes, despertando la atención de toda la gente. Los jornaleros gritaban. ¿Extra, extra! Mensajes de Humberto de Campos, después de muerto! Y las personas lo leían con avidez…

Agripino Griego y otros críticos literarios famosos examinaron atentamente la producción de Humberto, ahora en el Más Allá. Y atestiguaron la autenticidad del estilo. “¡Solo podía ser Humberto de Campos! – afirmaron ellos.

Comenzó entonces una nueva fase para el Espiritismo en Brasil. Chico Xavier y la Federación Espirita Brasileña ganaron notoriedad. Varios libros fueron publicados.

Aconteció lo inesperado. ¡Los familiares de Humberto movieron una acción judicial contra la FEB, exigiendo los derechos tutoriales del muerto!

Tal fue el alboroto que la historia de todo esto está hoy registrado en un libro cuyo título es “La Psicografia ante los Tribunales”, escrito por el Dr. Miguel Timponi.

La Federación ganó la causa. Humberto, constreñido, se ausentó por largo tiempo y , cuando retornó a escribir, lo hizo bajo el pseudônimo de Hermano X

En las dos fases del Más Allá, psicografió 12 obras con el médium Chico Xavier. “Crónicas del Más Allá del Túmulo, Corazón del Mundo, Patria del Evangelio, “La Buena Nueva”, “Nuevos Mensajes”, Por encima de la Luz”, “Cuentos y Apólogos”, y otros fueron libros que escribió para deleite de muchas almas. En los primeros mensajes tenemos un Humberto bien humano, con características propias de lo intelectual del mundo. Luego después él se va espiritualizando, sutilizando las ideas y expresiones, tornándose entonces el escritor espiritual predilecto de millares de hermanos.

Los que leyeran sus obras de antes, y después de muerto, podrán constatar la realidad del fenómeno espirita y la autenticidad de la mediúmnidad de Chico Xavier.

¡El mismo estilo, el mismo celo!

Fuente: Revista REFLEXIONES Edición nº 5-Mayo de 1999 –Fernandopolis – SP -Brasil

 

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