lunes, 21 de diciembre de 2015

LA PAZ


Mis queridos amigos y lectores: Tras unos días de avería informática, de nuevo puedo seguir con vosotros, compartiendo este Blog.
               ¡ FELIZ NAVIDAD !

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INSUPERABLE AMOR
 El vino a la luz en una noche casi fría y para abrigar-Lo, los padres se sirvieron de paja y heno, destinados a los animales del local donde se abrigaban.

Tuvo Su vida amenazada, desde los primeros meses, por quien temía verse destituido del trono de las vanidades.

Vagó por tierras extranjeras, retornando a la ciudad  de Sus padres, para crecer en gracia y vitalidad.

El clima político era de intranquilidad. El pueblo al que pertenecía era esclavo de nación arbitraria y dominadora.

El gobierno estaba centrado en el cumulo de las riquezas y en la manutención del poder por la fuerza, por lo que fallecían  además de otras razones.

Toda vez que mencionaran el nombre, a lo largo de los siglos que vendrían después, seria recordado como Aquel que viniera de la ciudad  de las menos expresivas de Su nación.

Su padre no tenia ninguna proyección social. Era carpintero y temprano, Sus manos largas y finas pasaron a modelar la madera.

Cuando el tiempo fue propicio, Se hizo conocer por los hombres, sirviendo-Se de frases dictadas muchos siglos antes de Su venida.

Frases de conocimiento popular, repetidas de generación a generación, en canticos de esperanza.

Más aquellos mismos para quien viniera, no Lo reconocieron. Esperaban a alguien  lleno de pompa  y El se hizo pequeño, para amar y servir a los hombres.

Lo acusaron de crimen de sacrílego porque  osó afirmar Su afiliación Divina, presentándonos  al Padre de todos nosotros.

Llamó a los que Lo seguían a los amigos, patentando que la amistad es de los más puros sentimientos.

Afirmó que Se ofrecería en holocausto, en el momento oportuno y que, por Sus amigos, daría la propia vida.

Él enseño la alegría, haciendo-Se presente en momentos de importancia en  la vida de parientes y de personas que deseaban con El  compartir el pan, la mesa, la amistad.

Bendijo con Su presencia un casamiento, señalando la importancia de la familia.

El llamo para Si a los niños, afirmando la importancia del periodo infantil y, educador excepcional, dijo de las graves responsabilidades de conducir bien ese periodo de la vida.

Estuvo con los jóvenes  e, idealistas, los invitó  a seguir-Lo,  con el fin de que tuviesen su juventud bendecida por el amor imperecibles.

Hizo de la naturaleza Su templo y Su escuela, llamando la atención de los que Lo oían para las cosas pequeñas.

El grano de mostaza, la higuera improductiva, la siega en el momento apropiado, el periodo de las estaciones, la caída de una hoja de un árbol.

Enseñó la nobleza en el sacrificio por amor a la verdad. Con Su sangre regó el ánimo de los que se tornaron Sus seguidores, en el transcurrir de los evos.

Retornando del país del Más Allá, El que fuera abandonado, traicionado, Se presento para consolar a los amigos.

Atestiguó la Inmortalidad con Su presencia, permitiendo Ser tocado, palpado.

Conocedor de las necesidades humana más primarias, no Se olvido de preparar,  en la playa, el fuego, ofreciendo a los amigos pescadores, el alimento, a Su regreso de las tareas.

Fue un hijo amoroso, amigo incondicional, servidor de la Humanidad.

No exigió nada. Ejemplifico la perfección y, en un convite vehemente, estableció que quien Lo desease imitar, bastaba con que tomara Su cruz y Lo siguiera.

Lo que El hacia todos lo podían realizar.

No prometió recursos amonedados o situaciones de privilegio. El era el Modelo y Guía, sin siquiera poseer una piedra para reposar la cabeza.

No era excepcional, afirmaba. Hijo del Excelso Padre, comulgando con Su voluntad nos revelo nuestra filiación Divina.

Y en Su testamento de amor afirmó que somos los herederos de las estrellas, los señores de los astros, viajeros del Universo.

Lo llaman Nazareno, Amigo Celeste, Galileo, hijo de Dios.

No importa. El es Jesús, el amor insuperable. Nuestro maestro, Amigo, Hermano.

Redacción de Momento espirita.

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¿ POR QUÉ DIOS PERMITE QUE LAS PERSONAS DE BUENA FE, SEAN A VECES ENGAÑADAS ?

Allan Kardec le preguntó al Espíritu de Verdad: Libro de Los Médiums, #303, #2
#2. ¿Por qué Dios permite que personas sinceras, que aceptan el espiritismo de buena fe, sean engañadas? ¿No podría eso tener el inconveniente de hacer que su creencia vacile?
::: “Si su creencia vacila por eso, entonces su fe no es demasiado sólida. Los que renuncian al espiritismo por una simple contrariedad, demuestran que no lo han comprendido ni se han dedicado a su aspecto serio. Dios permite las mistificaciones para poner a prueba la perseverancia de los verdaderos adeptos, así como para castigar a los que hacen del espiritismo un objeto de entretenimiento.”Espiritu de Verdad

Esto lo dijo el Espiritu de Verdad, que es la autoridad máxima espiritual del Espiritismo.

El Espíritu de Verdad dice; "Aquel que se aleja de nuestra Filosofía de Bien Común y Consoladora, por cualquier cosa, 'NUNCA SU CREENCIA Y SU FE HA SIDO DEMASIADO SOLIDA"

Piensa nuevamente, y afianza tu Fe Razonada en el conocimiento de los Libros Codificados. Estarás por ahí dando tumbos, sin nunca lograr activar tu adelanto espiritual. Estarás perdiendo el tiempo en esta existencia.

Un Espiritista de Verdad, no se aleja del Espiritismo por un mal entendido o porque uno que se llama Espiritista, le dio un mal ejemplo, se trata de tu propio adelanto Espiritual, y solo tu pierdes en el proceso.
El Espíritu de Verdad, fue muy enfático en lo que le contestó a Allan Kardec.

- Frank Montañez -

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 La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad; sólo la luz puede hacerlo.

El odio no puede expulsar al odio; sólo el amor puede hacer eso.


Martin Luther King, Jr.


                                        
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            MEDITACIÓN : LA PAZ
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-Para que haya paz en el mundo es preciso, antes, que cada persona la cultive en su interior.
-En toda paz, hasta quienes, aparentemente, pierden, resultan ganadores.-
Giuseppe Isgró Cattafi


El camino del medio es la Paz. El que ostenta el poder no tiene por que demostrarlo, por cuanto, hacerlo, es signo de su carencia auténtica. El poder verdadero es el que cumple su objetivo sin ser notado apenas, más que por los resultados, que constituyen la única evaluación del Líder.
Estimo que la violencia jamás ha sido, ni lo será, el mejor camino para lograr la paz. La declaración de una guerra, en la cual podría involucrarse a un gran número de naciones, es preciso evitarla mediante un consejo mundial de naciones donde en forma global se analice cada caso para tomar medidas –prudentes y sabias- con una estrategia adecuada, coherente y efectiva, que conduzca al camino verdadero de la paz, buscando las causas en las raíces profundas que, los líderes de talla mundial, saben ver más allá de la realidad aparente, que constituyen los grupos de intereses enfrentados.
La paz del planeta debe ser asegurada y, tanto ahora como en el futuro, ella debería dejar de depender de un solo hombre, aunque tenga sus propias razones y haya asumido –unilateralmente- el liderazgo del mundo y exista un minúsculo entorno que le aplaudan como si en vez de ir a la guerra se tratara de una fiesta o competición olímpica.
Opino que debe rehacerse el contrato social dónde se reajusten los poderes delegados al Estado, asegurándose que, jamás podrá irse a una guerra sin antes haber llevado a cabo un plebiscito nacional o mundial, donde los ciudadanos tengan la oportunidad de votar por la paz y que su voto sea obedecido fielmente.
Ya lo decía Salomón, en el siglo IX –a.n.e.-: -“No te pongas en camino con el hombre osado, por cuanto podría perderte con él”.-
Muchas naciones y sus poblaciones, -inocentes en su mayoría-, se encuentran amenazados por el simple hecho de que, el verdadero enemigo muchas veces no da la cara. Si analizamos la historia, cada vez que una nación atacó bélicamente a otra, a los pocos días una manifestación de la naturaleza caía como una plaga sobre ella como una evidente demostración de que se recibe lo mismo que se da, y que, por encima del que se cree todopoderoso se encuentra el que ostenta el poder verdadero, es decir, el regidor de la justicia divina que imparte a cada quien según su merecimiento. Se cosecha lo mismo que se siembra.
Sin duda el siglo XXI comenzó con un signo evidente: la notable decadencia de algunas naciones y el afloramiento de un nuevo orden mundial, que, gradualmente, debe ser reajustado mediante el ya mencionado nuevo contrato social.
Es preciso reflexionar, -meditar en la quietud interior- sobre cual es la vía mejor para la paz.
Pienso que es tiempo oportuno de que las naciones dejen de ser objeto de manipulación por otras de mayores influencias y poder, por cuanto el planeta es uno sólo y la humanidad, también. Hay que respetar la autonomía de los países y exigir, además, que se respete la propia dignidad.
Hay que forjar la paz. Se podría agregar que los líderes mundiales cuando recurren a la violencia para resolver situaciones precisan desarrollar su habilidad de lograr los resultados idóneos por medios pacíficos, pero efectivos. El que se altera, el que amenaza, el que manipula, el que arremete con violencia no es el líder verdadero; detrás del poder aparente reside el genuino, el que mueve los hilos de los acontecimientos. Las aguas vuelven por el cauce de la paz. Hay que meditar por la paz mundial –visualizándola- y porque el Gran Ser Supremo ilumine las mentes de todos los bandos, a los unos por cuanto sembrando el terror no van a lograr sino cargarse con un karma que los alejará indefinidamente de los logros que pudieran anhelar, ya que el terror se le anidará en la propia alma hasta pagar la última gota de sangre y sufrimiento que han provocado. Y a los otros, por cuanto, metiéndole más leña al fuego, no es la mejor manera de extinguirlo, sino, quitándole o echándole agua u otro elemento según la clase de combustible.
Opino que el siglo XXI podría ser el escenario ideal para concebir y llevar a cabo el nuevo contrato social, en el cual es preciso establecer una cláusula que evite que una eventual guerra pueda ser decidida por un solo individuo, ni por muchos jefes de Estados, sino por la humanidad, mediante referéndum o plebiscitos; generalmente, la gente de los bandos en conflicto no quiere la guerra; el excelente paradigma comienza a serlo la U.E., cuyos tratados iniciales por vías pacíficas, después de la segunda guerra mundial, constituyeron un medio para lograr los objetivos comunes por el camino de la paz, lo cual hace posible pensar en la Unión Mundial en un tiempo cercano.
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La paz no sólo es posible sino necesaria e indispensable. Para gozarla es preciso haber actuado con equidad en todos los actos de la vida.
Estar en armonía con mi conciencia constituye el mayor tesoro. Sentir que el balance refleja equilibrio, orden y libertad, es un bien inestimable y da fortaleza de ánimo y serenidad inalterable en el espíritu secundada por la justicia divina que me respalda si actúo de acuerdo con sus directrices.
Empero, cuando requiero reestablecer la paz interior preciso ver donde he fallado, a quien tengo que reparar situaciones o a quien debo pedir perdón o disculpas, etcétera, de manera de quedar en libertad de conciencia y en paz, efectuando las compensaciones correspondientes y oportunas.
Cumplir con el propio deber de hijos, padres, hermanos, ciudadanos, estudiantes, amigos, cónyuges, etc., es el único camino de la paz.
Debo conocer a fondo mis deberes y derechos, de manera que, en ambos casos, cumpliendo los primeros y ejerciendo los segundos, dentro de los justos límites, pueda mantener el equilibrio de la paz, ya que, controlar que los demás respeten mis derechos también es un camino hacia la paz.
Tengo, al igual que todas las personas, el derecho cósmico para ser feliz, vivir una vida digna, tener un trabajo mediante el cual pueda servir a la humanidad y me permita cultivar los talentos y dones con que la vida me ha dotado, auto-expresando mi potencial humano y divino, alcanzando la plenitud humana y espiritual, en un ambiente de abundancia, prosperidad, riqueza integral, amor y armonía.
Cada día hay mayor paz en mi vida y en el planeta. Al cultivar mi paz interior irradio hacia el mundo mis efluvios de luz que, por efectos de resonancia mórfica, fortalecen los lazos de fraternidad, tolerancia, respeto, amor y prudencia en las interrelaciones y en el cuido del propio hogar privado y común: el planeta.
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Observo que entre los líderes mundiales, un gran número refleja prudencia en la toma de decisiones para el sostenimiento de la paz mundial; otros, precisan fortalecer sus convicciones.
Todo líder con funciones competentes está obligado a velar por la paz mundial o, de su respectivo país, por todos los canales regulares a su alcance, y para eso, en el respectivo contrato social, se le delegan las funciones inherentes; empero, el anhelo colectivo de paz es preciso que sea respetado.
Estimo que el deseo de paz es unánime en todos los países del mundo. Parafraseando a un profundo pensador, Ralph Waldo Emerson, podría decirse que existen cuarenta millones de razones para la paz, pero ninguna excusa para no agotar todos los medios pacíficos posibles, salvo que el tiempo, y las circunstancias, requieran otros pasos que vayan más allá del poder de negociación inherente por los canales competentes.
Me parece que tiene sentido el espíritu del Tao cuando vislumbra que, quien demuestra el poder que ostenta quizá es porque en realidad se da cuenta de que éste es un bien compartido –no de exclusiva inherencia de una sola persona, sobre todo cuando el bienestar común debe guiar las decisiones en la elección de los mejores cursos de acciones-.
Los ciudadanos del mundo entero, así como un gran número de líderes mundiales tienen conciencia clara de las acciones inherentes a la paz. Dale Carnegie decía, en su famoso libro “Cómo ganar amigos”, que “una gota de miel caza más moscas que un barril de hiel”. El camino de la paz cosecha siempre mejores frutos que otro diferente.
Sé que millones de personas, en todo el Planeta, diariamente, dan sus respectivos aportes mediante sus meditaciones, pidiendo al Creador Universal por la paz mundial y por las iluminación de los líderes en la toma perfecta de sus decisiones y de la ejecución efectiva de las mismas, en el desempeño del rol que se le ha confiado.
Mientras la humanidad lleve a cabo un nuevo pacto social mediante el cual se represente en forma más efectiva aún el anhelo del bien común, la meditación, y la oración, -aparte de mi propia expresión del deseo de paz y llevar a cabo acciones de buena voluntad pertinentes a la misma-, que es lo que cabe hacer a los ciudadanos del mundo-, en el fuero interno y en la propia mente, visualizo, cada día, un mundo en paz y en perfecta armonía. El amor a la paz todo lo puede.
Los líderes del futuro han de encontrar los canales institucionales suficientes para evitar que un sólo hombre pueda erigirse en dictador de un país o, que pueda decidir acciones contrarias a la paz, salvo la respectiva defensa colectiva, en el momento oportuno y con efectividad.
Algunas veces he reflexionado sobre el momento en que cada líder deja sus funciones respectivas, cuando en la quietud de su ser, y en la tranquilidad de su conciencia, al rememorar los beneficios que aportó a la paz mundial, como percibirá las bendiciones de la humanidad –o de sus respectivos pueblos- y su nombre se llenará de gloria, aún cuando el cumplimiento del deber sea compensación suficiente; mientras que, “las lagrimas de los inocentes lloverán sobre las cabezas de quienes la hayan provocado”. Me parece que, si el que decide una guerra tuviese conciencia de las terribles noches de tormento que le esperan cuando terminen sus funciones de poder y solitario nadie se acuerde de él, salvo los afectados que se constituyen en acreedores de los resultados de sus acciones, cuyas compensaciones, en la balanza divina, tiene que compensar inexorablemente, por cuanto, la justicia cósmica, -la del Creador Universal- paga y cobra, justamente, lógicamente, se abstendría; es un costo excesivamente elevado que, a conciencia, nadie lo asumiría.
La siguiente meditación me gusta llevarla a cabo en la quietud de mi hogar, con la cual, doy mi aporte de energía positiva para el sostenimiento de la paz y la iluminación del planeta. La paz empieza en la mente. Todo es posible si creo que puedo contribuir.
Tengo, al igual que todos, una misión en este mundo: en cada etapa la voy descubriendo interrogando mi ser interior.
Trabajo, a mi manera, para unificar el planeta en una sola familia; medito, periódicamente, por la paz del mundo.
Siento que formo una unidad con el cosmos y con el Creador Universal.
Estudio la obra de los sabios de todos los tiempos y países y transmito una síntesis del saber que logro asimilar en cada ciclo existencial.
Formo una unidad con el Creador Universal; siento, cada día más y mejor mi conexión divina; permito que aflore en mi faz la luz radiante del espíritu unido al Creador Universal, como canal de sabiduría y amor, con dedicado servicio y efectiva solución de los casos sometidos a mi consideración y competencia.
Sigo siempre adelante.
• Meditación por la paz del mundo, los días jueves, entre las 22 y 24 horas, o cada vez que yo lo deseo.
• Me he unido a esta cooperación por la paz y comparto el flujo de poder fruto de la suma magnético-espiritual conformada por quienes participan en ella.
• Visualizo, el Planeta Tierra, envuelto en un círculo de luz luminosa o blanca, -transparente-; luego:
Afirmo:
El Planeta Tierra es del Creador Universal, y de todos nosotros.
El Creador Universal le protege, le guía y conduce por senderos de prosperidad, bienestar, justicia y Paz; le ilumina y le envuelve en un círculo de luz divina, a él y a nosotros; nos protege, y nos lleva con éxito y felicidad a cumplir nuestro destino.
El orden divino y la armonía cósmica se establecen en el Planeta Tierra, y en nosotros, aquí y ahora. Hecho está; así es; así será.
Creador Universal, en Tus manos confiamos el Planeta Tierra, y nuestras vidas. Sea el Planeta Tierra, y nosotros, como Tú quieras, cuanto Tú deseas, de acuerdo a Tus Divinos Planes Cósmicos.
Seamos, el Planeta Tierra, y nosotros, conducidos por el Camino de la sabiduría, la prudencia, la comprensión, el progreso, la armonía y el orden divino, la confianza y fe en un futuro mejor, el respeto mutuo, elevada y vigorosa auto-estima, con Paz y ánimo contento, aquí y ahora.
Creador Universal, toda condición que en tu Justicia Divina lo requiera, en el Planeta Tierra, y en nosotros, transmútala –por la ley cósmica- en su condición positiva, instantáneamente, aquí y ahora. Hecho está. Seamos, el Planeta Tierra, y nosotros, tal como está decretado en Tus Divinos Designios. ¡Hoy! Cada día mejor. Hecho está.
Gracias, Creador Universal, por haber escuchado nuestro pedido.

 Giuseppe Isgró Cattafi-
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  LAS CAIDAS DEL ESPÍRITU

 Queridos amigos, hola buenos días,  la inflexibilidad y la dureza no existen para la misericordia divina, que, conforme a la conducta del Espíritu encarnado, puede dispensar de la ley en beneficio del hombre, cuando su existencia ya demostró ciertas expresiones de amor que cubre la multitud de pecados.
Todo Espíritu es autor de su destino, grabando en cada experiencia carnal las conquistas y perjuicios que surgen de su conducta. De ese modo, el atavismo que lo lleva a una aparente caída en la escala inferior de la evolución, se trata apenas de un disturbio que el Espíritu se impone para aprender a valorar la vida, mediante expiaciones engrandecedora  y probaciones regenerativas.
Esto nos demuestra  que la  ley de la prueba y de la expiación  no es inflexible.
La caída del espíritu se verifica cuando  hemos conquistado  la conciencia  y los valores  racionales, todos los Espíritus son investidos de una responsabilidad, dentro de nuestras posibilidades de acción; sin embargo, son raros los que practican sus legítimos deberes morales, aumentando sus derechos divinos en el patrimonio universal.

Colocada por Dios en el camino de la vida, la criatura, como discípulo que termina los estudios básicos, el alma no siempre sabe actuar en correlación con los bienes recibidos del Creador, cayendo por el orgullo y la vanidad, por la ambición o por el egoísmo, quebrando la armonía divina por primera vez  y penetrando en experiencias penosas, a fin de restablecer el equilibrio de su existencia.
La caída del espíritu no solo se da en la Tierra.  La Tierra es un plano de vida y de evolución como otro cualquiera, y, en las esferas más variadas, el alma puede caer, en su ruta evolutiva, porque necesitamos comprender que la sede de todos los sentimientos buenos o malos, superiores o indignos, reside en lo profundo del espíritu imperecedero y no en la carne que se pudrirá con el tiempo.
Recibiremos el dolor de acuerdo con las necesidades propias, con vistas a la reparación del  pasado y a la situación espiritual del futuro.
En el tema de la ofensa, cuando la recibimos de alguien que se encuentra dentro de nuestro nivel de comprensión y de plano evolutivo, es cierto que se trata de una prueba muy amarga, indispensable para nuestro proceso de regeneración propia.
Existen, sin embargo, en el mundo, las pedradas de la ignorancia y de la mala fe, saliendo de los sentimientos inferiores, y conviene que el cristiano esté preparado y sereno, de manera que no las  reciba con sensibilidad enfermiza, sino con el propósito de trabajo y esfuerzo propio, conociendo que las mismas hacen parte de su plan de vida temporal, donde vino para educarse, colaborando al mismo tiempo en la educación de sus semejantes.
Con relación al suicidio es oportuno repetir que la obra de Dios es la del amor y del bien, en todos los planos de la vida, y debemos reconocer que, si muchos Espíritus reencarnan con las pruebas  de las tentaciones al suicidio y al crimen, es porque ellos deben actuar como alumnos que, habiendo perdido una prueba en su curso, vuelven al estudio de la misma al año siguiente, hasta obtener conocimiento y superioridad en la materia. Muchas almas efectúan la repetición de un mismo esfuerzo y, a veces, sucumben en la lucha, sin percibir la necesidad de vigilancia, sin que podamos, de modo  alguno, imputar a Dios el fracaso de sus esperanzas, porque la Providencia Divina concede a todos los seres las mismas oportunidades de trabajo y de habilitación.
El proceso de evolución, es lento, porque aquellos que en él estamos involucrados, optamos por lo inmediato, que son las ilusiones que aparentemente aportan las responsabilidades y las luchas, intoxicando nuestros centros de discernimiento y entorpeciendo la razón.
Los esclarecimientos y las advertencias ofrecidas por el Espiritismo, constituyen un barco seguro para la travesía orgánica en el proceso evolutivo. Sirvámonos  de ellos para caer lo menos posible y avanzar sin demora en pos del bien, que es nuestro destino.
Amigos os deseo un lindo martes con mucho amor y cariño Merchita

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“Si tornamos la palabra milagro en su acepción  etimológica, en el sentido de cosa admirable,  tendremos milagros incesantemente  a la vista. Aspiramos en el aire y  andamos con los pies, porque todo entonces es milagro en la Naturaleza.”
- Allan Kardec-

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