miércoles, 7 de mayo de 2014

Sobre la donación de órganos

LA DONACIÓN DE ORGANOS PARA TRANSPLANTES ES MORALMENTE LEGITIMA

En las prácticas médicas en todas las especialidades, el transplante de órganos es lo que demuestra con mayor claridad la estrecha relación entre la muerte y la nueva vida, el renacimiento de las cenizas como Fénix: el mitológico símbolo de la renovación del tiempo y de la vida después de la muerte. (1)
La temática "donación de órganos y transplantes" es bastante coetánea en el escenario terreno. Sobre el asunto las informaciones instructivas de los Benefactores Espirituales no son abundantes. El proyecto genoma, las investigaciones sobre las células tronco embrionarias y otras señalizan el alcance de la ciencia humana. Los transplantes, en épocas atrasadas repletas de casos de rechazo, se tornaron prácticas recientes de recomposición orgánica. El esmero "en-vivo" de experiencias visando regeneración de células y la perspectiva de la mejoría de la vida caminan delante, aun que las pesquisas señalan, aun, el inicio de la marcha. Eso torna auspiciosa la expectativa de la ciencia contemporánea. Con todo, el recelo del desconocimiento paraliza la imaginación de muchos.

Algunos espiritas rechazan el autorizar, en vida, la donación de sus propios órganos después de desencarnar, alegando que Chico Xavier cuando afirmó "mi mediúmnidad, mi vida, dedique a mi familia, a mis amigos, al pueblo. La muerte es mía. Yo tengo este derecho. Nadie puede hurgar en mi cuerpo; el debe ir para la madre Tierra", lo hizo porque cuando aun estaba encarnado Chico recibió varias propuestas [inoportunas] para que su cerebro fuese estudiado después de su desencarnación. De ahí el comprensible recelo de que su cuerpo fuese profanado en ese sentido.

No podemos olvidar que si hoy somos potencias deudoras, mañana, podremos ser nosotros o nuestros familiares potencias receptores. "Para la mayoría de las personas, la cuestión de la donación es tan remota y distante como la muerte. Más para quien está esperando un órgano para transplante, ella significa la única posibilidad de vida" (2). Juana de Angelys sabiendo de esa importancia resalta "(…) Verdadera bendición, el transplante de órganos concede la oportunidad de proseguimiento de la existencia física, en la condición de moratoria, a través de la cual el Espíritu continua el periplo orgánico. Al final, la vida en el cuerpo es medio para la plenitud, que es la vida en si misma, actuante y real" (3)

En una entrevista a la TV en agosto de 1964, Francisco Candido Xavier comenta que el transplante de órganos, en la opinión de los Espíritus sabios es un problema de la ciencia muy legítimo, muy natural y debe ser llevado adelante. Los Espíritus, según Chico Xavier - no acreditan que el transplante de órganos sea contrario a las leyes naturales, pues es muy natural que, al nosotros desprendernos del cuerpo vengamos a donar los órganos prestados a compañeros necesitados de ellos, que puedan utilizarlos con provecho. (4)

La donación de órganos para transplantes es perfectamente legítima. Divaldo Franco certifica: si la misericordia divina nos confiere una organización física sana, es justo y valido, después de nosotros haber utilizado ese patrimonio, ofrecerlo, gracias a la conquistas valiosas y a la tecnología, a los que vinieron con carencia a fine de continuar la jornada. (5)

No hay, también, reflejos traumatizantes u inhibidores en el cuerpo espiritual, en contrapartida a la mutilación del cuerpo físico. El donador de ojos no retornará ciego al Más Allá. ¡Si así fuese, que seria de aquellos que tienen el cuerpo consumido por el fuego o desintegrado en una explosión? (6)

¿Cuándo se puede precisar que una persona está realmente muerta? Conforme la American Society Neuroradiology muerte encefálica es el estado irreversible de cesación de todo el encéfalo y funciones neurales, resultante de edema y compacta destrucción de los tejidos encefálicos a pesar de la actividad cardiopulmonar puede ser mantenida por avanzados sistemas de soporte vital y mecanismo y ventilación". (7)

La gran algazara del asunto es la muerte encefálica, en la vigencia de la cual órganos o partes del cuerpo humano son removidos para la utilización inmediata en enfermos de ellos necesitados. Estar en muerte encefálica es estar en una condición de parada definitiva e irreversible del encéfalo, incompatible con la vida y de la cual nadie jamás se recupera. (8) Habiendo muerte cerebral, verificada por exámenes convencionales y también apoyada en recursos de moderna tecnología, apenas los aparatos pueden mantener la vida vegetativa, algunas veces por tiempo indeterminado. Es en ese estado que se verifica la posibilidad del donador de órganos "morir" y solo entonces sus órganos pueden ser aprovechados - ya que los órganos sin irrigación sanguínea no sirven para transplantes. ¿Seria eutanasia? Evidentemente que caracterizar el hecho como tal carece de argumentación científica. (…) para condenar el transplante de órganos: la eutanasia de modo alguno se en esos caos de muerte encefálica comprobada. (8)

La medicina, en todo el mundo, tiene como certeza que la muerte encefálica, que incluye la muerte del tronco cerebral (10) solo tendrá constatación a través de dos exámenes neurológicos, con intervalo de seis horas, y un complementario. Así, cuando fuera constatada la cesación irreversible de la función neura, ese paciente estará muerto, para la unanimidad de la literatura médica.

Cuestión que también delicadamente es levantada es la reacción del organismo después de la cirugía. Chico Xavier nos viene al auxilio, explicando: Andre Luiz considera el rechazo como un problema claramente comprensible, pues los órganos del cuerpo espiritual está presente en el receptor. El órgano periespiritual provoca los elementos de la defensiva del cuerpo, que los recursos inmunológicos en futuro próximo, naturalmente, lo van a sostener o cohibir. (11) Especialistas, a partir 1967, desenvolvieron varias drogas imunossupressoras (ciclosporina, azatiaprina y corticoides), para reducir la posibilidad de reacción, pasando los receptores de órganos a tener una mayor sobrevivencia. (12) Estadísticamente, ahí es que la tasa de prolongamiento de vida de los transplantes es extremadamente elevada. Eso gracias no solo a las técnicas medicas, siempre perfeccionándose, más también por los esquemas imunossupressores que se desenvolverán y se ampliaran considerablemente, existiendo actualmente esquemas que elevan al cero por ciento (0%) la reacción celular aguda en la fase inicial del transplante, que es cuando ocurren. (13)

Andre Luiz explica que cuando la célula es retirada de su estructura formada, en el cuerpo humano, yendo laboriosamente para otro ambiente energético, ella pierde el comando mental que la orientaba y pasa, de esa forma, a individualizarse; al ser implantada en otro organismo [por transplante, por ejemplo], tenderá a adaptarse al nuevo comando [espiritual] que la rehabilitará y para seguir la coordinará su trayectoria. (14) Condición esa corroborada por Juana de Angelis cuando expone: (…) transferido el órgano para otro cuerpo, automáticamente el periespíritu del encarnado pasa a influenciarlo amoldándolo a sus necesidades, lo que exigirá del paciente beneficiado la urgente transformación moral para mejor, a fin de que su mapa de pruebas sea también modificado por su renovación interior, generando nuevas causas desencadenadoras para la felicidad que busca y tal vez aun no merezca. (15)

Los espíritus afirmaron a Kardec que el desligamiento del cuerpo físico es un proceso altamente especializado y que puede demorar minutos, horas, días, meses. (16)

Sin embargo con la muerte física no hay más cualquier vitalidad en el cuerpo, aun así hay casos en que el Espíritu, cuya vida fue todo material, sensual, queda apegado a los despojos, por afinidad dada por el a la materia. (17) Todavía, recordamos de la situación que ocurre todos los días en las grandes ciudades: la practica de la necroscopia, exigida por la fuerza de la Ley, en los casos de muerte violenta o sin causa determinada: se abre el cadáver, de la región externa hasta el bajo vientre, exponiéndosele las vísceras tóracoabdominais..(18) No se puede perder de vista la cuestión del merito individual. Estaría el destino de los Espíritus desencarnados a la merced de la decisión de los hombres en retirarles los órganos para transplante, en quemarles el cuerpo o retirarles las vísceras para la ocasión de la necropsia? ¡El buen sentido y la razón gritan que eso no es posible, por cuanto seria admitir la justicia del acaso y el acaso no existe! (19)

En síntesis la donación de órganos para transplantes no afectará al espíritu donador, excepto si aseguramos ser injusta la. Ley d e Dios y estuviéramos en el Orbe a la deriva de Su Voluntad. Recordemos que en los Estatutos del Padre no hay espacio para la injusticia y el transplante de órganos (hazaña de la ciencia humana) es valiosa oportunidad de entre tantas colocadas a nuestra disposición para el ejercicio del amor.

Jorge Hessen
Traducido por: Merchita

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     El Cristianismo ignora la Reencarnación

¿Por qué en el Cristianismo no se admite la Reencarnación?

Es evidente que las religiones cristianas actuales, con los dogmas ya ancestrales que se crearon para dominar y controlar a los pueblos sobre los que imponían sus criterios, quedarían alejados de la pretendida verdad que pretenden exclusivizar. Así por ejemplo, si admiten la idea de la reencarnación, no podrían aceptar la salvación por la gracia, en manos de un sacramento que administra un sacerdote o ministro, tantas veces más atrasado espiritualmente que el confesado. Los dogmas “volarían”, y con tan solo uno que vuele, vuelan todos, pues caerían como un castillo de naipes, pues si se han definido representantes de Dios y de Jesús Cristo en la Tierra, y dueños exclusivos de verdades eternas, si una de esas verdades resulta desmentida por la evidencia filosófica que se desprende de la reencarnación, ya no están en posesión de la verdad por esos dogmas impuestos en su doctrina como verdades inamovibles que resultan falsos o poco creíbles a la luz de la razón y la lógica.
La idea de reencarnación era conocida y aceptada por los cristianos hasta que en el siglo VI, el Cristianismo fue utilizado por los Emperadores romanos para conseguir sus intereses políticos.
El rechazo a esta idea dentro del Cristianismo, comenzó con el Emperador Constantino el Grande durante el Concilio de Nicea en el año 325. En este Concilio dicho emperador ordenó eliminar la idea de la Reencarnación, del Nuevo Testamento, imponiendo a la vez el dogma de la Divinidad de Jesús . Los obispos asistentes a este concilio fueron elegidos en función de si eran adeptos a las ideas del Emperador y si alguno no lo lo era, fue destituido. Así se selló por primera vez la alianza definitiva del poder político y temporal de los gobiernos en las territorios de Italia y Europa en general, que se unió al poder o influencia espiritual de la primitiva iglesia cristiana..
Por huir de la persecución imperial a quienes no aceptaban sus preceptos religiosos, muchos cristianos se tuvieron que retirar al desierto como eremitas, y así preservaron un Cristianismo mas puro que el que se había impuesto oficialmente desde el Imperio. Entre aquellos eremitas que se vieron forzados a abandonar el Imperio, se formaron por afinidad de ideas y aspiraciones, grupos diversos, entre los que estaban los Gnósticos y los discípulos de Orígenes, considerado como uno de los “primeros padres” de la iglesia, y defensor de la idea de la reencarnación.
Posteriormente, en el año 553, el Emperador Justiniano I durante el Concilio de Constantinopla II convocado por el Papa Virgilio, obligó a este para que ratificara el anatema condenatorio contra quienes sostuvieran la idea de la reencarnación, siguiendo los pasos de su antecesor Constantino . El Emperador Justiniano I, ha pasado a la Historia como un personaje déspota y cruel, que en aquel Concilio obligó al Papa Virgilio a todo lo que quiso mediante decretos y sin dejar intervenir a los demás obispos convocados. En este concilio se promulgó que : “Todo aquel que sostenga la mística idea de la preexistencia del alma y la maravillosa opinión de su regreso, será anatematizado”, es decir, perseguido por manifestar esta creencia. Está claro que el motivo fue que la idea de la reencarnación era un serio escollo para lograr el propósito de estos Emperadores que no era otro que el de tener un control total sobre el pueblo , que así dependían para la salvación de sus almas, de la obediencia a los decretos imperiales, por tanto le fue necesario eliminar este concepto liberador a toda costa.
Finalmente a causa de esta persecución,la idea de la reencarnación se fue debilitando y olvidando popularmente en Europa ,a medida que el Cristianismo impuesto tras aquel Concilio se fue extendiendo, quedando oculta en pequeños grupos esotéricos e iniciáticos que se mantuvieron diseminados y clandestinos, ocultándola tras un lenguaje velado porque la amenaza del anatema quedó vigente durante mucho tiempo, y mas tarde , en la edad media, también se añadió para tener que seguir manteniendo su ocultamiento, el serio peligro de caer en manos de la “Santa Inquisición”, cruel tribunal eclesiástico que para mantener la doctrina de la Iglesia, usó de la tortura y la muerte perseguíendo a los que mantenían esta creencia primitiva y prohibida, acusándoles de brujos cuando alguno manifestaba alguna facultad mediúmnica, o de “ herejes”, si estos no renunciaban a tiempo a estas creencias.
Desde luego, la reencarnación no era en absoluto un concepto ajeno al Cristianismo primitivo, sino que permaneció oculta en Occidente a causa de lo relatado. El poder político motivado por oscuros intereses de poder, vio que acaparando el poder que creyó ver en la creciente iglesia cristiana, podría manipular las conciencias del pueblo mediante el control de lo espiritual y lo religioso, manejando y controlando mejor a la multitud..
Esto puede resultar duro de admitir para cualquier Cristiano o Católico que no lo supiera antes, pero lo cierto es que la Primitiva Iglesia manejadora de las riendas del poder espiritual, cometió a su vez el error de someterse al poder temporal del Imperio a fin de obtener también una parcela del poder establecido. Se podría hablar de que con ese rumbo equivocado, se prostituyó o vendió al poder civil de esa época, dejándonos como herencia una religión Cristiana mutilada y desfigurada, con más intereses políticos de influencias, de riquezas y de poder estatal, que puramente religiosos, con las consiguientes secuelas sociales y consecuencias religiosas que han perdurado hasta nuestros días en una perfecta simbiosis entre ambos poderes, que aun dura .
Aquellos Emperadores comprendieron claramente que la idea de la reencarnación suponía un obstáculo para la Iglesia que ellos manejaban porque ponía en entredicho la función del sacerdocio que así perdía su poder, control e influencia sobre el pueblo de creyentes, por tanto su razón de ser. Si esta idea hubiese sido admitida por la Iglesia, esta ya no hubiese podido disponer de las llaves del Cielo o del Infierno para salvar ni condenar a nadie, con lo que se hubiese debilitado su poder y su prestigio; entonces, temerosa de que esto pudiera suceder, aquella Iglesia que de la mano siguió al poder temporal, impuso el silencio a sus fieles y atribuyó al diablo todo lo que en adelante le estorbara o contradijera.

- Jose Luis Martín-

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Las almas, al caer de un estado elevado, trabajan para recuperar ese estado y gloria, regresando a encarnar repetidas veces”
  • Orígenes –
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La connivencia

La connivencia es la colaboración más valiosa con que puede contar todo aquel que quiera transgredir la ley o modificar la legalidad.
 Una actitud de la persona connivente es hacer la vista gorda sobre algo que sabe está mal, porque no le afecta a él directamente, y no interviene. 
 En la actualidad es un mal muy generalizado entre los ciudadanos, es pasar de largo, no complicarse la vida. Con esto los delincuentes pueden cometer sus fechorías a plena luz del día y ante la mirada distraída de multitudes, que como dice el refrán, es como si aprobasen lo que ven.
 Es un ejercicio que se va haciendo tolerante con la imperfección poco a poco, connivencia-tolerancia se va haciendo gradualmente, se llega al fin a aceptar como algo natural que  no se debe reprender porque sería violar las buenas relaciones con la persona imperfecta, con eso se demuestra que solo buscamos la confrontación.
 
El Padre Germán
Recordemos al Padre Germán el no quiso hacer connivencia con la “Fuente de la salud” sus superiores querían levantar una capilla junto a la fuente.  Así los ciudadanos podrían acudir a orar para arrepentirse de sus culpas,  y al mismo tiempo aquella agua podía  ser propiedad de la  capilla,  y expendiéndola a un precio módico, era una renta segura  para la nueva ermita.

 El padre Germán  no aceptó tal cosa, podría haberlo hecho ante su superior y así evitarse todas las complicaciones que siempre tuvo con la Iglesia,  el le dijo, que esa agua no tenia virtud alguna, que químicamente él lo había comprobado,  que el nombre de “fuente de la salud” él se lo había puesto para animar a los feligreses, para establecer el aseo en ellos. Él les dijo, que levantasen la capilla donde quisieran, pero que dejasen libre el manantial de la salud, porque él no quería especulaciones  a la sombra de la religión.

Actualmente, las informaciones circulan de forma libre y acelerada.

Por consecuencia, es posible tener una noción del conjunto de valores y hábitos de la humanidad.

Ciertas ocurrencias se repiten con tanta frecuencia, en los más diversos locales y ambientes, que llaman la atención.

Y la observación de lo que ocurre en el mundo  muchas veces causa terror.

Una de las cosas que impresionan  es la audacia de las personas deshonestas.

Ellas parecen tener una habilidad in común para colocarse en las posiciones más relevantes.

En la política, en la educación, en el medio jurídico y empresarial, la prensa no cesa de anotar focos de corrupción y deshonestidad.

Ya es bastante ruin  haber tantas personas desleales.

Más lo que causa estupefacción es como ellas asumen fácilmente posiciones de liderazgo.

Nadie consigue disfrazar su esencia por mucho tiempo.

Quien no posee un nivel ético satisfactorio evidencia eso en innumerables oportunidades.

Nadie se corrompe de repente.

Una persona genuinamente honesta  no decide un día apoderarse de lo que no le pertenece.

El ser humano revela sus maldades a lo largo del tiempo.

¿Siendo así, como es posible que seres viciosos se tornen tan influyentes?

En todo y en cualquier ambiente, hay hombres íntegros e inteligentes.

¿Por qué esos no actúan, para optar  por la influencia perniciosa?

A primera vista, parece poco caritativo evidenciar los vicios de un semejante, para limitar su ascensión. Ocurre que la caridad no posee como bandera la ingenuidad y la connivencia.

Constituye un equívoco imaginar que el hombre bondadoso debe ser tonto y falto de percepción.

La criatura integra es generosa procura ser un factor de progreso y bienestar en el mundo.

Más actúa con criterio y discernimiento, no de forma ridícula.

En esa delicada cuestión, importa considerar el móvil de la acción y cuanto bien ella puede producir.

Ciertamente es condenable divulgar los defectos del prójimo por malevolencia, con el deseo de denigrarlo.

Más también es censurable prestigiar la comodidad de un único ser, en detrimento de innumerables otros.

La corrupción  que envuelve un ambiente perjudica a todos los que se vinculan a él.

El dinero público sustraído por algunos hace falta en la construcción de hospitales y escuelas.

El desfalco realizado en una empresa tal vez sea la causa de su falencia.

Se trata de la ventaja deshonesta de una persona causando la penuria de muchas otras.

La compasión no justifica la inercia ante ese tipo de situación.

Nada hay de favorable en auxiliar silenciosamente  actos deshonestos que perjudican al medio social.

En verdad, la timidez y la acomodación de los hombres íntegros favorecen la preponderancia de los deshonestos.

Gran parcela de culpa por la corrupción que engrosa en el mundo se debe a las personas honestas.

En caso de que estas ambicionasen,  se superarían.

Cuando el vicio fuera combatido, sin odio, más firmemente, el encontraría poco espacio para proliferar.

Es preciso tener compasión por el delincuente, más jamás compactar con sus actos.

Asuma, pues, su responsabilidad ante el mundo en que usted vive.

Por timidez o pereza a desempeñar tareas y ocupar puestos, no permita que ellos caigan en manos indignas.

A titulo de ostentar virtud, no simule ignorancia y ni sea connivente.

Si Dios es la verdad, solo la verdad debemos ofrecer en todas las cosas.

Merchita


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