sábado, 20 de diciembre de 2025

Manifestación de los Espíritus

  INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Diálogo con los Espíritus

2.- Facultades morales e intelectuales                  

3.- El  Espiritismo y el Evangelio 

4.- Manifestación de los Espíritus

                                                                       ¡ FELIZ NAVIDAD !


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DIÁLOGO CON LOS ESPÍRITUS



                                                                         


En el intercambio mediúmnico, una de las facetas más importantes es la del diálogo que se puede establecer entre el portavoz o portavoces del grupo y los espíritus que se manifiestan.
Allan Kardec nos aclara en el Libro de los Médiums, que no hay que esperar las comunicaciones de una forma pasiva, es decir, que sean siempre los espíritus los que deban explayarse en sus disertaciones sin participar lo más mínimo con preguntas. Y añade: “No cabe la más mínima duda de que los espíritus ofrecen instrucciones espontáneas de muy alto vuelo, y que no estaría bien que las descuidásemos, pero hay explicaciones que con frecuencia habría que esperar muchísimo tiempo antes de obtenerlas, si no fuese porque las pedimos.” Y añade: “A no ser por las preguntas que les hemos planteado, El Libro de los Espíritus y el Libro de los Médiums estarían aún por escribirse, o al menos serían mucho más incompletos de lo que son.” (Capítulo XXVI; 287).
Es muy importante ser previsores y concretar, en la medida de lo posible, las preguntas que se desean realizar a los seres espirituales, teniendo muy en cuenta tanto la forma como el fondo para que el diálogo sea ordenado y con un sentido lógico que permita desglosar uno o varios temas de forma coherente y útil. Si el tema propuesto por el hermano espiritual suscita interrogantes y no ha habido ocasión para expresarlas, no está de más analizar y estudiar posteriormente la comunicación, y si se considera conveniente, estructurar unas preguntas a la espera de una nueva oportunidad para exponerlas. El mundo espiritual, siendo previsor y atendiendo el interés sincero y la intención noble de aprendizaje, salvo que existan motivos de causa mayor que se nos puedan escapar, ellos mismos buscarán el momento para que puedan ser formuladas dichas preguntas.
A los espíritus superiores no les mueve la vanidad ni el amor propio, sino que su afán consiste en ayudarnos en el crecimiento espiritual, estimulando el aprendizaje, y sobre todo, la localización y superación de nuestras imperfecciones; ese es su interés fundamental. No obstante, se alejan o no contestan a las preguntas fútiles, o aquellas movidas por la curiosidad, o también las que tratan de poner a prueba su valía, olvidando el axioma de que el mensaje dibuja las características del mensajero. Es por ello que, no les molestan las pesquisas y las indagaciones razonables sobre el tema expuesto porque las consideran justas y necesarias; pero pretender, como así pueden actuar algunos poco experimentados, garantizarse la autenticidad del ser manifestante con preguntas para ponerlos a prueba, además de una falta de tacto y respeto, supondría una manifestación clara de desconocimiento de la mecánica espiritual. Por poner un ejemplo, es como si un señor respetable, culto y noble, que con buena voluntad se prestara a darnos una explicación, dudáramos de su identidad pidiéndole un documento personal acreditativo o que nos mostrara títulos oficiales que demostraran su cualificación académica.
Por otra parte, tampoco se prestan a intervenir en discusiones o debates de grupo cuando las posiciones pudieran estar enfrentadas y sobre todo si se trata de cuestiones materiales. En esos casos suelen demostrar gran prudencia; dejan toda la responsabilidad y la libertad de obrar y decidir entre los componentes del grupo, no inmiscuyéndose en sus problemas cotidianos. Ellos no están para sustituir lo que debe representar un esfuerzo de entendimiento y una obligación para las personas que colaboran y participan en el grupo mediúmnico. Si en algún caso comentan algo, será espontáneamente y con carácter conciliador, recordando por encima de todo, la necesidad de que primen los valores morales, imprescindibles en un grupo, para que este sea capaz de funcionar y avanzar; cualidades como son: la tolerancia, el respeto, la comprensión, la caridad, la fraternidad, etc.
Al otro lado de la balanza se encuentran los espíritus engañosos y de condición moral inferior; se suelen manifestar con aires de grandeza, algunos con una aureola mística, otros con una verborrea repetitiva extensa pero sin contenido sustancial. Ese tipo de espíritus se suelen sentir incómodos cuando se les pregunta, por el riesgo de caer en contradicciones o en falacias.
Aunque esto ya lo hemos analizado en otros artículos, no está de más recordar la necesidad de estar muy atentos para no dejarse engañar; los buenos médiums no están exentos de este tipo de comunicaciones apócrifas. El mundo espiritual superior las permite para que no nos relajemos, no nos consideremos infalibles y para estimular el estudio y el análisis de los mismos. Precisamente, el hábito de comentar y analizar con los compañeros de trabajo las comunicaciones así como las respuestas a las preguntas formuladas, es una garantía para evitar, en la medida de lo posible, ser engañados, y al mismo tiempo son una fuente de información, de crecimiento espiritual que no se puede desaprovechar.
Hay que incidir en la prudencia respecto al tipo de preguntas que deseamos formular. Algunas son imposibles como son las relacionadas con fechas concretas futuras, con acontecimientos que están por suceder. El mundo espiritual superior es capaz de prever los acontecimientos con meridiana claridad, sin embargo, los plazos y sobre todo las fechas, están supeditados al libre albedrío de las personas, a los derroteros, decisiones y caminos que decidamos transitar los seres humanos. A ellos les resulta casi imposible concretar en el tiempo, porque estamos hablando de distintas dimensiones, la espiritual y la material, en donde el concepto de espacio y tiempo varía notablemente. Casi siempre, salvo rarísimas excepciones, desconocen el momento exacto de los acontecimientos, sin embargo los ven aproximarse como si los observaran desde una ventana que les permite tener una perspectiva de lo que ocurre aquí abajo.
Nos estamos refiriendo a los acontecimientos mundiales que afectan a la humanidad. No existe un fatalismo que convierta en algo inamovible los acontecimientos futuros. Sabemos que nos encontramos en pleno proceso de Cambio de Ciclo Planetario, y para ello, los espíritus superiores son claros respecto al resultado final que debe de acontecer, pero cautos y prudentes en otros pormenores o detalles. Su intención es la de concienciar para que nos ajustemos urgentemente a los nuevos parámetros morales y espirituales que nos permitirán formar parte de esa nueva humanidad prometida. No obstante, su intención no está en generar miedo o ansiedad, sino inquietud, reflexión, por cuanto, los cambios morales, de actitud espiritual no se realizan de la noche a la mañana. Siendo espíritus tan inferiores en la escala evolutiva, nos cuesta mucho avanzar y progresar, es por ello que, el mundo espiritual no hable de urgencia, de apremio, porque nadie excepto Dios sabe cuándo se producirán esos cambios definitivos. Un proceso global que, sin duda alguna, ya se está produciendo en el planeta de manera irreversible.
Esa misma prudencia nos debe llevar también a ser cautos respecto a lo relacionado con las existencias anteriores. Salvo que espontáneamente puedan manifestar alguna información, no debe de ser un motivo de indagación ni preocupación este tema. Cuando revelan algo al respecto suele ser porque lo consideran que puede ser útil para uno o varios miembros del grupo, y siempre con una finalidad constructiva. La curiosidad en este apartado no tiene ningún valor práctico. Generalmente, si estamos aquí es porque hemos cometido errores en el pasado y venimos a depurarlos, es lo único que le importa al espíritu y es su finalidad fundamental, lo demás es accesorio y anecdótico.
Respecto a ciertos asuntos materiales como pueden ser conflictos familiares, ellos no nos pueden eximir de las pruebas que como todo el mundo estamos expuestos; no somos una excepción. Sin embargo, a través de la oración y sin alterar la dinámica y el interés general del grupo, podemos realizar alguna pregunta mentalmente, por si el mundo espiritual superior, sobre todo los espíritus familiares que nos asisten, tuvieran autorización para hacernos alguna indicación, pero siempre desde la discreción y el recogimiento, sin ninguna pretensión. Comprendiendo que hay cosas que deben seguir su curso, han de madurar. Muchas veces no dependen de uno; o simplemente son pruebas que debemos de dirimir nosotros, ejercitando la inteligencia y ciertas cualidades, paciencia, tolerancia, resignación muchas veces, etc. Sin olvidar que aunque el trabajo mediúmnico finalice, los espíritus bienhechores que nos aprecian, si tienen permiso y lo consideran justo y necesario, buscarán la forma de orientarnos o de facilitarnos la solución al problema, de manera que ya no represente un entorpecimiento para uno mismo ni para los demás.
Para ir concluyendo, es importante destacar a nivel general la necesidad de ajustar las preguntas a un contexto que sea realista, sin pedir explicaciones o aclaraciones que atañen a nuestro esfuerzo, trabajo, análisis y estudio. No somos seres excepcionales, estamos expuestos a los mismos interrogantes, a los mismos problemas y vicisitudes que el resto de mortales. Dios actúa siempre con sabiduría y con justicia para todos por igual. Todo tiene un porque y un motivo de ser, para que ejercitemos, como hemos comentado ya, la inteligencia, la paciencia, la resignación, la fe, la constancia, y la esperanza.
La doctrina espirita nos proporciona un tesoro de informaciones y de posibilidades que nadie en una sola existencia es capaz de aprovechar al cien por cien. Esa es la principal fuente de donde debemos beber, sin pretender reescribirla o someter al mundo espiritual a un trabajo que nos compete exclusivamente a nosotros. Ellos no son apuntadores y nosotros no somos unos privilegiados; al contrario, la misericordia divina nos concede la posibilidad de sacarnos de la inoperancia y de la lentitud de progreso a la que muy probablemente hemos estado instalados durante mucho tiempo. Es un regalo, pero que si no se aprovecha bien se puede convertir en una responsabilidad más, en un agravante que nos puede pesar en el futuro; por tanto, no nos podemos descuidar. Esforcémonos por convertir la mediumnidad en un instrumento fecundo de progreso.
José Manuel Meseguer
Revista, Amor, Paz y Caridad

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FACULTADES MORALES 


INTELECTUALES
 

     En el hombre sus cualidades morales, buenas o malas, son del Espíritu que está encarnado en él; cuanto más puro es ese Espíritu, más es propenso al bien el hombre. Resulta de ahí que el hombre de bien es la encarnación de un Espíritu que ya conquistó durante las otras encarnaciones, buenas cualidades y el hombre vicioso es la de un Espíritu aún imperfecto.

      Los Espíritus burlones y livianos (algunos los llaman duendes) cuando están encarnados, normalmente son atolondrados, torpes y algunas veces maliciosos.

     Los Espíritus no tienen pasiones extrañas a la humanidad; si así fuese, nosotros también las tendríamos.

     El Espíritu que posee buenas cualidades morales y es inteligente, cuando encarnado, seguramente era lo mismo, en razón del grado a que haya llegado, pues el hombre no tiene en sí dos Espíritus.

    Existen hombres inteligentes que parecen revelar que un Espíritu superior está encarnado en ellos, pero que al mismo tiempo son profundamente viciosos. Y que el Espíritu que encarna a cada uno de esos hombres, aun no es suficientemente puro, y el hombre cede a la influencia de otros Espíritus aún peores. El Espíritu progresa en una marcha ascendente insensible, pero el progreso no se realiza simultáneamente en todos los sentidos; en un periodo él puede avanzar en ciencia, y en otro en moralidad.

     Como ya vimos, en un hombre está encarnado un único Espíritu, por tanto no se debe creer que existen dos o más Espíritus encarnados en un mismo hombre, eso es absurdo. El Espíritu debe tener todas las aptitudes. Para progresar necesita de una voluntad única. Si el hombre fuese un conjunto de Espíritus, esa voluntad no existiría y el no tendría individualidad, pues a su muerte, todos esos Espíritus serían como un bando de pájaros escapando de la jaula. El hombre se queja muchas veces por no comprender algunas cosas, pero es curioso ver como él multiplica las dificultades cuando tiene en la mano una explicación muy simple y natural. Eso es tomar el efecto por la causa: hacer con el hombre lo que los paganos hacían con Dios. Ellos creían en tantos dioses como fenómenos había en el universo. Pero igualmente entre ellos, personas sensatas no veían en esos fenómenos nada más que efectos, teniendo por causa a un Dios único.

NOTA DE ALLAN KARDEC:   El mundo físico y el mundo moral nos ofrecen, al respecto, numerosos puntos de comparación. Se creyó en la multiplicidad de la materia, en cuanto el examen se detenía en la apariencia de los fenómenos; hoy se comprende que esos fenómenos tan variados pueden no ser mas que modificaciones de una materia elemental y única. Las diversas facultades son manifestaciones de una misma causa que es el alma, como los diferentes sonidos del órgano son producto de una especie de aire y no de tantas clases de aires como de sonidos. De ese sistema resultaría que cuando un hombre pierde o adquiere ciertas aptitudes, ciertas tendencias, eso significaría que otros tantos Espíritus lo poseerían o dejarían, lo que lo volvería un ser múltiple, sin individualidad y consecuentemente sin responsabilidad. Esto, además, es contradicho por los tan numerosos ejemplos de manifestaciones en que los Espíritus prueban su personalidad y su identidad.
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RESUMEN (SÍNTESIS DE  EL LIBRO DE LOS ESPÍRITUS, B. Godoy Paiva)

Las cualidades morales, buenas  malas, del hombre, son las del Espíritu en él encarnado. Cuanto más puro es ese Espíritu, tanto más propenso al bien es el hombre. El hombre vicioso es la encarnación de un Espíritu imperfecto; por eso el carácter de los individuos en que encarnan Espíritus viciosos, desajustados o livianos, no es raro que sea el de criaturas viciosas, desajustadas, malvadas, o livianas. El Espíritu siempre progresa en insensible marcha ascendente, pero el progreso no se efectúa simultáneamente en todos los sentidos. Durante un periodo de su existencia podrán adelantar en ciencia, y en otro en moralidad.

Estudio con base en El Libro de los Espíritus, Libro Segundo, qq. de 361 à 366.
Obra codificada por Allan Kardec
                                                    
Trabajo de : Elio Mollo

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EL ESPIRITISMO Y EL EVANGELIO

EL ESPIRITISMO LEJOS DE NEGAR O DESTRUIR EL EVANGELIO LLEGA PARA CONFIRMARLO , EXPLICARLO Y DESARROLLARLO .

El estudio de las propiedades del periespíritu, de los fluidos espirituales y de los atributos fisiológicos del alma abre nuevos horizontes a la ciencia y explica una infinidad de fenómenos incomprensibles hasta hoy, debido a la ignorancia de la ley que los gobierna. Estos fenómenos son negados por el materialismo porque se relacionan con lo espiritual, a la vez que calificados de milagros o sortilegios por otras creencias. Tales son, entre otros, los fenómenos de doble vista y de visión a distancia, de sonambulismo, ya sea natural o provocado, de efectos físicos, catalepsia y letargia, presciencia, presentimientos, transfiguraciones, apariciones, transmisión de pensamiento, fascinación, curas instantáneas, obsesiones y posesiones, etcétera.

 Demostrando que tales fenómenos obedecen a leyes tan naturales como las que rigen para los fenómenos eléctricos, así como las condiciones normales en que se producen, el Espiritismo destruye el imperio de lo maravilloso y sobrenatural, y, en consecuencia, la fuente de la mayor parte de las supersticiones. Al mismo tiempo que hace comprender la posibilidad de ciertos hechos hasta hoy considerados quiméricos, rechaza otros, demostrando su imposibilidad e irracionalidad.

El Espiritismo, lejos de negar o destruir el Evangelio, llega para confirmarlo, explicarlo y desarrollarlo, ayudado por las nuevas leyes naturales que revela. Clarifica los puntos oscuros de la doctrina de Cristo, de manera que para quienes no entendían o resultaban inadmisibles ciertos pasajes del Evangelio ahora podrán comprenderlos y admitirlos gracias al Espiritismo. Sabrán mejor su alcance y diferenciarán lo real de lo alegórico. Cristo les parecerá más grande: ya no será para ellos un simple filósofo, sino el Mesías divino.

El Espiritismo posee, además un poder moralizador incalculable en razón de la finalidad que asigna a todas las acciones de la vida y de las consecuencias que nos demuestra respecto a la práctica del bien y del alma. Asimismo nos brinda, en los momentos penosos, gracias a una inalterable confianza en el futuro, fuerza moral, valor y consuelo. El poder moralizador está, también, en la fe de saber que tenemos cerca nuestro a los seres que hemos amado, la seguridad de reencontrarlos y la posibilidad de relacionarnos con ellos. En resumen: la certeza de que todo lo que hemos hecho o adquirido en inteligencia, conocimientos o moral, hasta el último día de nuestras vidas, no se perderá, nos ayudará a progresar. Vemos, por tanto, que el Espiritismo cumple con todas las promesas de Cristo cuando anunció al Consolador. Y como es el Espíritu de Verdad quien preside este importante movimiento regenerador, la promesa de su llegada se ve plenamente cumplida, ya que él es el verdadero consolador

·         Muchos padres deploran que las muertes prematuras de sus hijos hagan inútiles todos los sacrificios realizados para educarlos. Quienes creen en el Espiritismo, no lamentan esos esfuerzos, e incluso estarían dispuestos a realizarlos aunque tuviesen la certeza de que sus hijos morirían a temprana edad, ya que saben que si sus hijos no aprovechan esa educación en la vida terrestre, les servirá para adelantar como espíritus o en una nueva existencia, y que cuando reencarnen, poseerán un bagaje intelectual que les ayudará a adquirir nuevos conocimientos más fácilmente.

·         Esos son los niños que traen al nacer ideas ya formadas, que saben sin aprender. Si los padres no tienen la satisfacción inmediata de ver a sus hijos aprovechar la educación dada, saben que la utilizarán más adelante, ya sea en el estado de espíritus o en el estado de hombres. Quizás sean nuevamente padres de esos mismos niños, a quienes se les llama dotados y deben sus aptitudes a una educación anterior. Si, por el contrario los han descuidado, éstos sufrirán

Si sumamos a todos estos resultados la rápida e insólita propagación del Espiritismo, a pesar de todo lo que se intenta para destruirlo, no se puede dudar de que su llegada es providencial, ya que triunfa sobre las fuerzas contrarias y la mala voluntad humana. El Espiritismo se basa sólo en el poder de una idea. Sin embargo, es aceptado con facilidad por un gran número de personas, lo que prueba que responde a una necesidad: la de creer en algo después de vacío dejado por una etapa de incredulidad, razón por la que podemos afirmar que llegó en el momento preciso.

- El Génesis- Allan Kardec


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MANIFESTACIÓN DE LOS ESPÍRITUS

    Los Espíritus se manifiestan espontáneamente o por evocación. Se pueden evocar a todos los Espíritus, lo mismo a los que animaron a hombres oscuros, como a los de los más ilustres personajes, cualquiera que sea la época en la que hayan vivido; así los de nuestros parientes y amigos como a los de nuestros enemigos, y obtener en comunicaciones escritas o verbales, consejos, informaciones sobre su situación en el más allá, de sus pensamientos respecto a nosotros, así como las revelaciones que les son permitidas hacernos.

    Los Espíritus son atraídos en razón de su simpatía por la naturaleza moral del medio que los evoca.

    Los Espíritus superiores se alegran en las reuniones serias donde prevalece el amor al bien y el deseo sincero de instruirse y mejorarse. Su presencia ahuyenta a los Espíritus inferiores que encuentran, por el contrario, libre acceso y pueden actuar con toda libertad entre las personas frívolas o guiadas tan solo por la curiosidad y donde quiera que encuentren malos instintos. Lejos de obtener de ellos buenas advertencias o enseñanzas útiles, pues no se deben esperar sino futilidades, mentiras, bromas pesadas o mistificaciones, porque con frecuencia usurpan nombres venerables para mejor inducir en el error.

Es sumamente fácil distinguir los Espíritus buenos de los malos. Pues, el leguaje de los Espíritus superiores es constantemente digno, noble, inspirado por la más alta moralidad, libre de toda pasión inferior; sus consejos exaltan la más pura sabiduría, y tienen siempre como objetivo nuestro progreso y el bien de la Humanidad.

El de los Espíritus inferiores es, por el contrario, inconsecuente, con frecuencia trivial y hasta grosero; si dicen a veces cosas buenas y verdaderas;con más frecuencia las dicen falsas y absurdas por malicia o por ignorancia. Se divierten con la credulidad y se distraen a expensas de los que los interrogan, alardeando de su vanidad, alimentando sus deseos con falsas esperanzas. En resumen, las comunicaciones serias, en la total acepción de la palabra, sólo se obtienen en los centros serios, en aquellos cuyos miembros están unidos por una comunión de pensamientos para el bien.

La moral de los Espíritus superiores se resume, como la de Cristo, en esta máxima evangélica: “Hacer a los demás lo que quisiéramos que a nosotros se nos hiciese”; es decir, hacer el bien y no el mal. En este principio encuentra el hombre la regla universal de conducta, hasta para sus menores acciones.

(Maifestaciones espíritas) RESUMEN DE LA DOCTRINA ESPÍRITA.
COLECCIÓN DE ORACIONES ESPÍRITAS.. Allan Kardec. 

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viernes, 19 de diciembre de 2025

Espíritismo y Espiritualismo

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.- Supuestas dolencias de los médiums

2.- El Periespíritu: Formación y propiedades

3.- Vidas sucesivas

4.- Espíritismo y Espiritualismo

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     SUPUESTAS DOLENCIAS DE LOS MÉDIUMS

1. ¿El médium que se sienta enfermo debe cuidarse, dejando de comparecer a la reunión?

Depende del tipo de problemas que esté enfrentando. Si es una gripe fuerte, febril, es conveniente que se ausente, resguardando también a los compañeros   que pueden contraer su mal. Pero hay síntomas físicos y psíquicos que apenas revelan la proximidad de un Espíritu sufridor, no es extraño que sea traído por los mentores espirituales para un contacto inicial, para favorecer la manifestación.

2. ¿En ese caso, aunque no se sienta bien, el médium debe comparecer?

Sí, porque lo que está sintiendo es parte de su trabajo, expresando las angustias y sensaciones del Espíritu, relacionadas con la dolencia o los problemas que enfrentó en la vida física.

3. ¿Eso significa que un dolor en la pierna, por ejemplo, puede tener origen espiritual?

Es común. Ocurre principalmente con el médium que tiene la sensibilidad más dilatada.

Al transmitir la manifestación de un Espíritu que desencarnó por problemas circulatorios, cuya pierna gangrenó, tenderá a sentir un dolor semejante, y no es extraño antes de la reunión, debido a la aproximación de la entidad.

4. ¿Ocurre lo mismo en relación a las emociones?

Es frecuente. Sintonizado con el Espíritu, el médium capta lo que está en su interior.

Si la entidad se siente atormentada, afligida, tensa, nerviosa o angustiada,   experimentará algo de esas emociones.

5. ¿Y si el médium, imaginando que esos síntomas físicos y emocionales están relacionados con sus propios problemas, decide no comparecer a la reunión?

Si alguien nos confía un enfermo para llevarlo al hospital, y decidimos instalarlo en nuestra casa, asumiremos la carga de cuidar de él. Ciertamente nos dará, mucho trabajo, principalmente si es un enfermo mental.

6. ¿Es posible que esa unión con entidades perturbadas ocurra   independientemente de la iniciativa de los mentores espirituales?

Es lo que más ocurre. Vivimos rodeados por Espíritus desajustados, sin ninguna noción de la vida espiritual, que se agarran a los hombres, como náufragos a una tabla de salvación.

No es necesario tener mediumnidad ostensiva. Todos estamos sujetos a sufrir esa influencia.

7. Digamos que el médium reciba influencia de esa naturaleza el lunes y sólo aparecerá a la reunión el sábado.                                                                 ¿Sufrirá durante toda la semana?

Con la experiencia y la dedicación al estudio, él aprenderá a tratar con ese problema, cultivando la oración y dialogando íntimamente con la entidad que, con el concurso de mentores espirituales, será amparada.

8. ¿Debemos informar a ese respecto a las personas que buscan el Centro, perturbadas por tales aproximaciones?

Es necesario tener cuidado. Las personas susceptibles, que guardan ideas equivocadas, relacionadas con influencias demoníacas, pueden horrorizarse.

Nunca más pondrán los pies en el Centro Espírita.

Ya vimos ocurrir eso, por incapacidad de los que la atienden.

Mediumnidad, todo lo que necesitas saber

Richard Simonetti

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EL PERIESPÍRITU: FORMACIÓN Y PROPIEDADES


7. El periespíritu, o cuerpo fluídico de los Espíritus, es uno de los productos más importantes del fluido cósmico; es una condensación de ese fluido en torno a un foco de inteligencia o alma. 

Ya vimos que también el cuerpo carnal tiene origen en ese mismo fluido condensado y transformado en materia tangible. En el periespíritu, la transformación molecular se opera  de otra manera, pues el fluido conserva su imponderabilidad y sus cualidades etéreas. El cuerpo periespiritual y el cuerpo carnal tienen, por lo tanto, origen en el mismo elemento primitivo: ambos son materia, aunque en dos estados diferentes. 


8. Los Espíritus extraen su periespíritu del medio donde se encuentran, es decir que esa envoltura está formada a partir de los fluidos del ambiente. Resulta de ahí que los elementos constitutivos del periespíritu deben variar de acuerdo con los mundos. En 
comparación con la Tierra, Júpiter es considerado un planeta muy adelantado, donde la vida corporal no presenta la materialidad de la nuestra, de modo que las envolturas periespirituales deben de tener allí una naturaleza mucho más quintaesenciada que aquí. 

Ahora bien, así como no podríamos existir en aquel mundo con nuestro cuerpo carnal, tampoco nuestros Espíritus podrían penetrar en él con el periespíritu terrestre que los envuelve. Al dejar la Tierra, el Espíritu abandona aquí su envoltura fluídica, y toma otra  
apropiada al mundo donde habrá de residir.

9. La naturaleza de la envoltura fluídica siempre está en relación con el grado de adelanto moral del Espíritu. Los Espíritus inferiores no pueden cambiar de envoltura según su voluntad y, en consecuencia, no pueden pasar de un mundo a otro cuando lo deseen. La envoltura fluídica de algunos de ellos, si bien es etérea e imponderable en relación con la materia tangible, aún es demasiado pesada, si así podemos expresarlo, en relación con el mundo espiritual, lo que no les permite que salgan del medio que les es propio. Se debe incluir en esa categoría a aquellos cuyo periespíritu es tan denso que ellos lo confunden con el cuerpo carnal, razón por la cual suponen que están vivos. Esos Espíritus, cuya cantidad es considerable, permanecen en la superficie de la Tierra como los encarnados, y creen que siguen atendiendo las ocupaciones a que se dedicaban en este mundo. Otros, algo más desmaterializados, no lo están lo suficiente como para elevarse por encima de las regiones terrestres. 

Los Espíritus superiores, por el contrario, pueden venir a los mundos inferiores e incluso encarnar en ellos. Extraen de los elementos constitutivos del mundo al cual ingresan, los materiales para la formación de la envoltura fluídica o carnal apropiada al medio en que se encuentran. Hacen como el príncipe, que se quita provisionalmente su vestimenta para cubrirse con los trajes de los plebeyos, sin dejar por eso de ser un noble. 


Es así como los Espíritus de una categoría más elevada pueden manifestarse a los habitantes de la Tierra o encarnar para cumplir una misión entre ellos. Esos Espíritus son portadores, no de la envoltura, sino del recuerdo intuitivo de las regiones de donde   provienen, a las cuales ven con el pensamiento. Son videntes en medio de ciegos. 


La Génesis - Capítulo XIV * 294 

Allan Kardec. 

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VIDAS SUCESIVAS

 

“No te maravilles de que te haya dicho: Os es necesario nacer de nuevo.” – Jesús. (Juan, 3: 7.)

La palabra de Jesús a  Nicodemo fue suficientemente clara.

Desviarla hacia interpretaciones impropias puede ser comprensible en el sacerdocio organizado, atento a las imposiciones de la lucha humana, más nunca en los Espíritus amantes de la verdad legítima.

La reencarnación es una ley universal.

Sin ella, la existencia terrena representaría torbellino de desorden e injusticia; a la luz de sus esclarecimientos, entendemos todos los fenómenos dolorosos del camino.

El hombre aún no percibió toda la extensión de la misericordia divina, en los procesos de rescate y reajuste.

Entre los hombres, el criminal es enviado a penas crueles, sea por la condenación a la muerte o a los sufrimientos prolongados.

La Providencia, entretanto, corrige, amando… no encamina los reos a las prisiones infestadas y húmedas. Determina solamente que los comparsas de dramas nefastos cambien la  vestimenta carnal y vuelvan al palco de la actividad humana, de modo que puedan redimirse unos frente a otros.

Para la Sabiduría Magnánima no siempre el que erró es un malvado, como no siempre la víctima es pura y sincera. Dios no ve sólo la maldad que surge a la superficie del escándalo; conoce el mecanismo sombrío de todas las circunstancias que provocaron un crimen.

El verdugo integral como la víctima integral son desconocidos del hombre; El Padre, con todo, identifica las necesidades de sus hijos y los reúne, periódicamente, por los lazos de la sangre o en la red de los compromisos edificantes, a fin de que  aprendan la ley de amor, entre las dificultades y los dolores del destino, con la bendición del olvido temporal.

Nada desaparece en el Universo. Si la muerte fuese la última palabra de todas las cosas; si nuestro destino se limitase a esta vida fugitiva, nos faltaría tiempo para llegar a los límites de la ciencia.

La persistencia que ponemos en perseguir, pese a las decepciones, un ideal que no está en este mundo, una felicidad que nos rehúye siempre, es una indicación suficiente de que hay otra cosa distinta  de la vida presente.  La naturaleza no podría dar al Ser aspiraciones, esperanzas irrealizables.

Las necesidades limitadas del alma reclaman forzosamente una vida sin límites. No hay nada más grande conforme con la ley del progreso que esa ascensión de las almas operándole por etapas sucesivas, en el transcurso de las cuales se forman por si mismas, se liberan poco a poco de los pesados instintos, rompen su caparazón de egoísmo para despertar a la razón, al amor, a la libertad.

El alma no termina su elevación, cuando a logrado el estado humano y conquistado su autonomía y su responsabilidad moral y ha comprendido el sentido de l deber. Lejos de acabar, su obra real comienza entonces; nuevas tareas le reclaman.

Las luchas del pasado no son más que el preludio de lo que el porvenir le reserva. Sus renacimientos en cuerpo carnales se sucederán sobre el planeta. Todas las veces reanudará con órganos rejuvenecidos  la obra de perfeccionamiento interrumpida por la muerte para proseguir y llegar más lejos.

El alma humana es una viajera eterna, que sube de esfera en esfera, hacia el bien, hacia la razón infinita, adquiriendo nuevos grados, creciendo en ciencia, sabiduría y virtud.

Cada una de nuestras existencias terrenas solo es un episodio de nuestra vida inmortal. Ningún alma podría, en tan breve lapso, despojarse de sus vicios, de sus errores, de todos los apetitos vulgares que son vestigios de sus vidas desvanecidas y las pruebas de su origen.

Al medir el tiempo que ha necesitado la humanidad desde su aparición en el mundo terreno hasta llegar al estado actual, se comprende que , para subir de claridad  a claridad hacia lo absoluto, hacia lo divino, necesita el alma periodos sin limites y vidas siempre renacientes.

Solo la pluralidad de las existencias puede explicar la diversidad de caracteres, la variedad de aptitudes, la disimilitud de las cualidades morales y en una palabra, todas las desigualdades que nos llaman la atención.

El progreso y la elevación de las almas dependen únicamente de sus trabajos, de la energía desplegada por ellas en el combate vital.

El ser se crea en si mismo el desenvolvimiento gradual las fuerzas que están en el.

La ley de las reencarnaciones no está solamente demostrada por la razón; también está probada por los hechos. Como se verifica en los casos de regresión de la memoria.

Con la ley de la reencarnación, la soberana justicia resplandece sobre los mundos.

Las situaciones dolorosas que padecen algunos hombres se explican por la acción de esta Ley, llevando en si grabada el alma su destino. Aprender a deletrear los preceptos, descifrar ese enigma constituye la verdadera ciencia de la Vida.

Larga será la lucha, penosos los esfuerzos necesarios para recobrar el  alma conciencia y sus potencias ocultas; pero siempre conservará la intuición, el vago sentimiento de las resoluciones adoptadas antes de renacer; y prosiguiendo el transcurso de sus existencias, se mejorará con el trabajo y el sufrimiento.

      La propia Naturaleza presenta preciosas lecciones, en ese particular. Se suceden los años con matemática precisión, mas los días son siempre nuevos. Disponiendo, así, de trescientos  sesenta y cinco ocasiones de aprendizaje y  recomienzo, anualmente, ¿ Cuántas oportunidades de renovación moral encontrará la criatura, en el bendecido período de una existencia?

         Conserva del pasado lo que fuere bueno y  justo, bello y  noble, mas no guardes del pretérito los detritos y  las sombras, aun asimismo cuando estén enmascarados de encantador revestimiento.

         Haz por ti mismo, en los dominios de tu iniciativa por la aplicación de la fraternidad real, el trabajo que  tu negligencia arrojará fatalmente sobre los hombros de tus benefactores y  amigos espirituales.

         Cada hora que surge puede ser portadora de reajustamiento.

         Si es posible, no dejes para después los lazos de amor y  paz que puedes crear ahora, en substitución a las pesadas cadenas del desafecto.

       Déjate revivir, cada día, en la corriente cristalina e incesante del bien.

      No olvides la asertiva del Maestro: - "Aquel que no naciere de nuevo no puede ver el Reino de Dios."

     Renace ahora en tus propósitos, deliberaciones y  actitudes, trabajando para superar los obstáculos que te cercan, alcanzando la anticipación de la Vitoria sobre  ti mismo, en el  tempo...

         Más vale auxiliar, aun  hoy, que ser auxiliado mañana.

Trabajo realizado por Merchita

Extraído del Libro Después de la Muerte de León Denis y de Chico Xavier

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       ESPIRITISMO Y ESPIRITUALISMO                                          


   Como bien sabemos, Allan Kardec fue el instrumento humano que utilizaron los Espíritus Superiores para crear la Doctrina Espírita que él codificó. 

  Ante tan grande obra, él afirmó: " El Espiritismo, marchando al ritmo del progreso nunca será arrollado, porque si nuevos descubrimientos demostraran que en algún punto está en un error, rectificará ese punto, y si se revelase una nueva verdad, él  la aceptará".

  Por su apego a la precisión semántica y conceptual, Kardec presentó en la tapa de " El Libro de los Espíritus" la expresión " filosofía espiritualista". Queda claro que el Espiritismo es un Espiritualismo filosófico, no religioso, absolutamente sin dogmas que, si por un lado repele las doctrinas materialistas, por el otro no se identifica con el espiritualismo religioso, abstracto y anticientífico. Propuso el término Espiritismo como un neologismo para diferenciarlo del vocablo "Espiritualismo". Kardec consideró que la nueva filosofía debía tener nominaciones propias en el concierto de la filosofía. Si bien el espiritualismo religioso, teológico, metafísico o esotérico, sustenta la existencia del espíritu, no prueba ni podrá probarla a menos que se disponga a abandonar dogmas y prejuicios, aceptando la ciencia espírita. En rigor, no puede haber auténtico espiritualismo sin las bases mediúmnicas del Espiritismo. Frente al realismo propuesto del materialismo, solo el Espiritismo es capaz de forjar un realismo espiritual, oponiendo hechos a los hechos, y demostrando con tales hechos que lo espiritual existe y es una realidad.

  Es incorrecto afirmar que el Espiritismo es tan antiguo como el hombre, pues ello equivale a comenzar su historia por los fenómenos que estudia. Las manifestaciones de los espíritus si tienen tal antigüedad, pero el Espiritismo, doctrina que las estudia y explica, surgió con la Codificación elaborada por Allan Kardec, contando con la asistencia de la espiritualidad superior. Insistir en tal afirmación equivale a insistir en el error de confundir al objeto estudiado con el sujeto que lo estudia; es lo mismo que si se afirma que la Astronomía es tan antigua como el Universo, dado que los astros, su materia de estudio, están allí desde la eternidad. Es tan evidente que han existido los astros sin la Astronomía, como que no tendría sentido la ciencia astronómica si no existieran  los astros. De igual modo los Espíritus han estado desde los inicios de la vida, puesto que el espíritu es la vida misma, en tanto que el Espiritismo- ciencia que lo estudia- surge en un momento dado del desarrollo del pensamiento humano. Confundir la fenomenología mediúmnica con el Espiritismo, ha llevado a ciertos escritores a colocar en sus libros, como punto de partida a las manifestaciones de Hidesville, siendo otra la verdad histórica. Cuando se habla de la historia del Espiritismo, ha de referirse su fecha de inicio al 18 de abril de 1,857, fecha en la que por primera vez circuló en las librerías la primera edición de "El Libro de los Espíritus".

  Allan Kardec no aceptó que el Espiritismo fuese considerado una religión, y al respecto formuló opiniones tajantes: " El verdadero carácter del Espiritismo es el de una ciencia y no el de una religión". En esa dirección, laica, positiva, científica, filosófica y moral, debemos mantener nuestra doctrina, sin tergiversaciones místico-religiosas de otra naturaleza, para honrar su memoria y respetar la integridad de su pensamiento.

  No consideramos infalible a Kardec. Somos conscientes de que en materia de Espiritismo dijo la primera palabra, pero no la última, y no podemos concordar con quienes presumiendo de "espiritistas modernos", o queriendo hacerse pasar como poseedores de una nueva revelación, se declaran inconformes con su obra, alegando que está superada y valiéndose de sofismas, atribuyen a Kardec intenciones y errores que no descubre un honesto análisis de su doctrina. Muchos de esos críticos, por desconocer sus enseñanzas, se basan en pretendidos mensajes mediúmnicos que aceptan sin más y les atribuyen el carácter de "revelaciones", creyendo cándidamente que los Espíritus poseen toda la sabiduría por el simple hecho de estar desencarnados  y algunos, en su extravío, llegan a erigirse "Maestros" o "Jueces Universales".

  Kardec afirmó: " El Espiritismo, marchando al ritmo del progreso nunca será arrollado, porque si nuevos descubrimientos le demuestran que está en un error en alguna parte, rectificará en ese punto, y si se revelase una nueva verdad, él la aceptará ".

  Esta declaración retrata de cuerpo entero a un librepensador que jamás pretendió decir la última palabra, ni pretendió tener la verdad absoluta, sino que siempre tuvo la singular prudencia de no penetrar en el campo reservado a los continuadores de su obra y progreso de las ideas en general.

  Allan Kardec estuvo y estará siempre presente en la conciencia moral de la humanidad, con el inmenso prestigio de sabio investigador de las realidades cósmicas, con un profundo sentido de humanidad, pureza moral, inagotable generosidad de sabio que ofrece sus conocimientos a los hombres y los pueblos, a los seres de todas las razas y condiciones sociales, para ayudarlos en sus desgracias y encaminarlos a los ideales del amor. Su luz, su voz, su fuerza moral  y espiritual, permanecerán en el mundo como la presencia de un consolador y de un guía; como la estrella polar que continuamente invita a todos a seguir el recto camino.

 La doctrina espírita está destinada a redimir al mundo, desde un punto de vista moral y social, enfrentando triunfalmente los dogmatismos religiosos y materialistas que aún dominan en la sociedad, derribando el edificio milenario de las viejas supersticiones y unificando a la especie humana en un abrazo de paz y fraternidad. 

Allan Kardec desencarnó en 1869, en ese mismo año, habiendo el Espiritismo ganado terreno y propagado por toda Europa con caracteres alarmantes para los teólogos y los presuntos científicos, la ilustre Sociedad Dialéctica de Londres resolvió nombrar un comité para "estudiar los fenómenos del Espiritismo y aniquilar para siempre tales supersticiones". Después de 16 meses de investigaciones concluyeron los 22 miembros que los fenómenos eran auténticos. El ilustre físico y químico inglés Sir William Crookes abordó el mismo tema con no pocas prevenciones y tras años de arduo trabajo experimental, aceptó  la tesis espírita. Lo mismo ocurrió con los estudiosos de la Sociedad de Investigaciones Psíquicas de Londres, creada en 1882; de la Sociedad Americana de Investigaciones Psiquicas a partir de 1884; del Instituto Metapsíquico Internacional de París, desde 1919, y de tantas otras instituciones, academias y laboratorios, creados con el propósito de encontrar evidencias favorables a la producción de fenómenos paranormales y sus más adecuadas explicaciones desde una perspectiva no espírita y siempre terminaban por reconocer la verdad del Espiritismo.

 Así, Kardec y el Espiritismo han cumplido su compromiso histórico y espiritual, respondiendo exitosamente a los desafíos presentados por la filosofía y la ciencia, en todos los tiempos, revelando al hombre su naturaleza espiritual, por los caminos de la razón y de la comprobación experimental.

- Lic. Jon Aizpúrua- de su obra Fundamentos del Espiritismo

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