martes, 25 de junio de 2024

Cómo ser felices en la vida espiritual-(Comunicado espiritual)

 INQUIETUDES ESPÍRITAS

1.-Creacionismo vs  Evolucionismo

2.- La felicidad

3.- Las apariencias engañan

4.-  Cómo ser felices en la vida espiritual-(Comunicado espiritual)

                                      **********************************


                                       


       CREACIONISMO VS. EVOLUCIONISMO

Camilo Flammarión

Zoom 7 

La cuestión del origen del hombre, es sin duda alguna, la más interesante, la de mayor importancia, de todas cuantas cautivan nuestra atención.

El hombre fue creado por la  voluntad directa de un dios, en virtud de un milagro; o el hombre desciende de los animales que la han precedido, en la evolución de la naturaleza.

Estas son las únicas hipótesis posibles, no puede haber una tercera.

La primera implica el milagro y el origen sobrenatural, no sólo del hombre, sino también de todos los animales, de todas las plantas y todos los minerales. Todos los seres vivos debieron nacer adultos y ya en condiciones convenientes para poderse nutrir y reproducirse.

La segunda es el producto de la deducción científica. Todas las especies se han formado de un modo natural, derivando unas de otras.

¿Cuál es el medio para conocer la verdad?

1º) Tener el espíritu libre

2º) Observar lo que sucede en la naturaleza. 

Examinemos, pues al hombre con la más completa independencia e imparcialidad.

Empecemos por su vida embrionaria. En el comienzo de su vida embrionaria, el hombre es una simple célula. El ovario humano es esencialmente parecido al de los demás mamíferos.

Es imposible reconocer en el primer estado distinción alguna entre el embrión del hombre y algunos mamíferos, pájaros o reptiles. En las primeras semanas de su vida embrionaria, el hombre pasa sucesivamente, por las principales especies animales, que existen hoy en día.

El embrión  de un niño en la cuarta semana, y los de un perro en la misma edad, de una tortuga de igual fecha o de un polluelo de cuatro días, se parecen hasta el punto de poderlos confundir.

La misma naturaleza responde la pregunta, con nuestra embriogenia actual. Pero cuando ya estamos enteramente formados, aún nos restan órganos rudimentarios o atrofiados que nos son totalmente inútiles y que no pueden ser sino un legado de nuestros antecesores.

En lo anterior se encuentran el vello que cubre nuestro cuerpo, los músculos de la oreja, con los cuales no logramos mover nada, mientras los animales si lo hacen. En el ángulo interno de nuestro ojo, hay un repliegue semilunar, que es el último vestigio del tercer párpado interno de algunos animales, como los pájaros, los reptiles, etc.

La cola de los monos la conservamos, aún durante dos meses, al principio de la vida embrionaria.

Todos estos órganos, son otras tantas pruebas, que establecen la verdad de la teoría de la descendencia, o transformación natural.

Si el hombre o cualquier otro ser hubiese sido hecho  desde el principio, con un objeto determinado, si hubiesen sido llamados a la vida por un creador, la existencia de esos órganos no tendría ninguna razón de ser.

La teoría de la descendencia por el contrario, da  con mucha sencillez la explicación, y nos enseña que los órganos rudimentarios, son partes del cuerpo que, con el transcurso de los siglos, han quedado fuera de servicio.

Y a pesar de que nuevas adaptaciones los han hecho inútiles,  no por eso han dejado de trasmitirse, de generación en generación.

Todas las conclusiones confirmadas por la Geología y Paleontología, confirman que hay una progresión continua, de los organismos más sencillos a los más complicados.

Entre los diversos tipos de animales fósiles, se observa gradación sucesiva, como si alguna fuerza de organización se hubiera ingeniado para añadir, modificar y complicar incesantemente, llevando al infinito el número y variedad de las especies. Pero queda la huella del movimiento, y ¿no hereda acaso el niño, la facultad esencial del mono?

Hay algunos hombres que prefieren ser descendientes de un Adán perfecto, que haberse elevado desde el simio progenitor. Es cuestión de gusto…

Extractado de su obra:

“Noches de Luna”

Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta

                                           ***********************************



                                                           

                                         LA FELICIDAD

La felicidad es la meta hacia la cual avanza toda criatura humana, ya que por Ley le corresponde, y que alcanzará cuando llegue a crear las condiciones propicias para tal efecto. 

La felicidad, así como la infelicidad, son estados consecuenciales de nuestra conducta. Pero,    ¿ cómo puede el ser humano actual crear estados de dicha así como evitar los estados de desdicha, si desconoce las leyes que las rigen en sus aspectos: humano, psíquico y espiritual, que son los factores creadores de las mismas?. Cuando el ser humano alcance el conocimiento de las leyes que rigen la Vida, podrá crear las condiciones productoras de felicidad, así como evitar las causas de desarmonías productoras de infelicidad. Esto no es una utopía, esto es una realidad que ignoramos, por desconocimiento de las leyes de la Vida.

Para daros una idea de fácil comprensión, preguntamos, ¿ quién de vosotros no conoce el efecto perturbador de un disgusto, tan frecuente en las gentes ignorantes, y aun de un simple enfado, en la mente y en la facultad emocional de una persona, así como en su sistema glandular y nervioso, que tanto influye en la salud física y mental?. Posiblemente, uno de cada diez de vosotros tiene ya una idea, pero no un conocimiento pleno.

Aprendamos voluntariamente, en armonía con las leyes que rigen la Vida, mediante la conquista del Conocimiento; para no vernos obligados en el mañana a aprender bajo la presión del dolor. Busquemos la Luz del Conocimiento, del conocimiento espiritual, que nos libere de las tinieblas de la ignorancia, que es la causa primera de todos los males.

Que la Luz sea en vuestra mente, para que despertéis al raciocinio que os hará libres de tradiciones arcaicas, y os encauzará en el camino de la verdadera felicidad.

SEBASTIAN DE ARAUCO.


                                    ****************************


                                        Las apariencias engañan

     Queridos amigos, hola buenos días, las apariencias engañan, y el pensamiento mal intencionado provocan a veces situaciones muy escabrosas a nuestro alrededor.
     A veces algunos hermanos  conceden demasiada importancia, a como lo verán los demás,  minando su autoestima que le propician miedos e inseguridad, además de incidir, muy negativamente,  en la perdida de referencias sobre sí mismo.
     Para proyectar nuestro verdadero yo, hemos de conocernos (no es fácil, requiere un poco de introspección y hacernos preguntas a veces complicadas de responder sinceramente), atendernos, escucharnos y amarnos. Y, desde ese punto de partida, relacionarnos con los demás.
     Cuantas veces nos quedamos con el exterior del otro. O con sus obras que son interpretadas desde las etiquetas que les ponemos…
     Cuantas veces, cuando nos animamos a ahondar la cáscara agreste y espinosa de una persona, encontramos que su corazón está lleno del agua viva que solo el Espíritu de Dios puede dar. Entonces nuestros juicios se evidencian como cortos, torpes, miopes…
     No tenemos que dejarnos llevar por lo que nos parece que es,  hemos de descubrir en las personas lo que realmente es, y la mejor forma de hacerlo es  hablando con ellas, pasando tiempo con ellas,  ya que como no somos Dios, no podemos leer sus pensamientos ni conocer  su corazón.
     La mayoría de las veces nos equivocamos, no perdemos nada  si de nuestro tiempo utilizamos una parte, dejamos el orgullo a un lado, y nos acercamos para comprobar con nuestros ojos la realidad de las cosas.
     Las apariencias engañan, y en un momento descubrirás que quizás aquellos a los cuales juzgabas, te necesitaban y buscaban tu ayuda pero no se atrevían pedirla.
     Tenemos que evitar a esas personas que se disfrazan para confundirnos, tenemos que apartarnos de este mundo lleno de maldad, pero también tenemos que examinarnos a nosotros mismos no vaya a ser que nuestros frutos no agraden a Dios. 
     Tenemos que examinarnos cuidadosamente no sea que nosotros mismo tengamos puesta una máscara, un  disfraz. Tenemos que examinarnos detalladamente porque si en nuestra vida encontramos que estamos criticando, envidiando, odiando,  y celando, entonces tenemos que reconocer que no estamos dando buenos frutos.  Si en nuestra vida no estamos permitiendo que el amor, gracia y misericordia de Dios se refleje en todo lo que hacemos, entonces no estamos dando buenos frutos.  Si en nuestra vida existe discordia, rencor, y rebeldía, entonces no estamos dando buenos frutos.  Debemos tener mucho cuidado con lo que escuchamos y tenemos que comprobarlo todo a luz de la Palabra de Dios y de la razón.  Pero muy importante también es analizarnos a nosotros mismos, para ver si nuestra vida está escondida en Cristo o simplemente escondida.  Las apariencias engañan, tengamos mucho cuidado que no nos estemos engañando a nosotros mismos.
      El amor de Cristo es nuestra ventaja porque cuando una persona ama la obra de Dios; cuando una persona  verdaderamente ama a su prójimo tal como a él mismo, entonces se está hablando de una persona que puede mirar más allá de la apariencia. 
Cuidemos de no juzgar a nadie, que no nos engañen nuestros ojos físicos, sino mas bien, pongamos nuestra mirada espiritual en las cosas que no se ven, porque las cosas que se ven, con los ojos físicos, sea lo que sea, son temporales, pero las que no se ven, como el corazón, o la mente, o el espíritu del hombre, son eternas.
     Es por eso, y sin duda ninguna que las  apariencias engañan. El hombre ve lo que está delante de sus ojos, pero Jesús ve lo que está dentro de su corazón.
     Amigos os deseo  que mis vibraciones de amor y de cariño os abracen junto con mis buenos deseos para todos. 
- Merchita -
                                               ***************************** 


      CÓMO SER FELICES EN LA VIDA 

       ESPIRITUAL ( Comunicado espiritual)


                                          


  "Buenas noches nos de Dios. Yo soy, hermanos queridos, un ser llegado a este mundo de los espíritus hace poco tiempo, y al decir "tiempo" me refiero a vuestra medida. Me vais a permitir que os exponga mis impresiones del tránsito. He llegado a la conclusión de que nosotros somos los propios artífices de nuestra dicha o desdicha en nuestra vida espiritual.

   Si cogemos una gubia y la ponemos en manos de un artista, con esas herramientas puede representar una flor, puede hacer una figura, y sobre todo puede practicar perfectamente su arte; pero con esa misma herramienta puede abrir el corazón de un semejante. Quiero decir con esto que el hombre sabe perfectamente cuando debe hacer el bien y cuando lo ha hecho. Es decir, que está la Ley de Dios tan definida y tan clara en nosotros, que tenemos total conocimiento para discernir lo bueno de lo malo y es de nuestra elección particular una u otra cosa. Por consiguiente somos nosotros los artífices de nuestro porvenir.

   Según hayamos estado intensificados en las tendencias de la materia, así nos cuesta más o menos trabajo desprendernos de ella cuando llega el tránsito o liberación del espíritu. Si hemos sido puros en los pensamientos, si hemos tenido el corazón abierto a las buenas acciones y hemos sido consecuentes con las obligaciones que debemos cumplir, esa separación se hace tan despacio y tan insensible que poco a poco va entrando la luz en las profundidades de las tinieblas del alma; poco a poco se va rehabilitando el espíritu en su libertad. Tan lentamente va haciéndose la transformación fluídica del periespíritu que no nos damos cuenta que se está efectuando esa metamorfosis tan necesaria para la libertad del alma: es decir, que se sabe que se ha gobernado un cuerpo material, que se sabe que esa materia ha sido muy necesaria para proyectar y para realizar nuestro progreso y purificación y que, según se han sabido dominar los ímpetus y apetitos de esa materia, así ha sido más o menos suave la separación. O sea, que el ser cuando va a desprenderse del cuerpo que le ha servido durante una encarnación, esta separación se realiza con más o menos sufrimiento  y dificultades, según la vida, pensamientos y acciones que haya realizado durante su vida en el cuerpo material. Por lo tanto, esto viene a daros una lección concreta; que siendo buenos en todos los aspectos, se goza y se adelanta más que siendo malos.

Una vez alejados de lo que fue nuestra cubierta material, ¡ Ah hermanos míos !, entonces empieza la verdadera vida espiritual. Allí se ve todo lo que fuimos, allí se anhela ser todo lo que antes hemos querido ser. Al tomar conocimiento de lo que fuimos o hicimos, nos recriminamos y arrepentimos y nos disponemos a rectificar por completo, decididos a ser mejores y más dignos de respetar la trayectoria que Dios ponga en nuestro camino.

Vuestros guías me han traído para que observéis que, a pesar de mi reciente llegada a este mundo, he comprendido cosas que ignoraba y os las he dicho tal y como yo las he visto y comprendido; nunca como os la habrán dicho y explicado ellos, cuyos conocimientos son muy superiores a los míos.

Quedaos con Dios y que Él nos bendiga a todos.

- Un espíritu -

                                                 *************************************    



 

No hay comentarios: