Seguramente tú ya te decidiste, y te acordaste de Dios, le has llamado muchas veces, y esperas Su respuesta como si de un milagro se tratara. El esfuerzo que hasta ahora realizaste, de nada te ha servido, porque buscas respuestas para tu sufrimiento, y no las encuentras, buscas remedios para solucionar tu problema y te sueles ir más para el fondo, para el caos. Nada hay que justifique tu dolor, no has hecho nada malo, para merecer lo que te está sucediendo y buscas desesperada algo que te calme que te alivie.
Es para ti mi consejo amiga, decídete da el primer paso y si quieres las respuestas más sinceras para todo tu cuadro enigmático, acércate a la Doctrina Espirita a la Codificada por Allan Kardec, por propia experiencia se que te aliviarás, empezarás a ver la vida de una manera diferente, un mapa detallado de la vida, una moral basada en la enseñanza dada por Jesús, y en las enseñanzas de los Espíritus, te adentrará en un mundo diferente, pero más amplio, lleno de luz y de esperanzas, las esperanzas que tu conquistarás con tu reforma , con tu esfuerzo, porque la vida del otro lado se abrirá ante ti, ofreciéndote la riqueza espiritual, aquella que tu conquistarás y que ira contigo a todas partes.
Seca tus lagrimas, calma tu corazón, y empieza des hoy a comprobar la verdad de la vida, deja de buscar en desvanes sin fondo, y en escritorios de letra muerta, céntrate en la Nueva Revelación, en la que no pertenece a ningún hombre, sino que es de aquellos que la aprecian y la han comprobado en sí, que son las voces de los Espíritus que ya se han sublimado, que empezaron siendo simples e ignorantes y ya conquistaron la perfección. Ellos mandados por el Padre se acercaron a la tierra y a través de diversos médiums esparcidos por todo el mundo, dieron respuestas y valiosa enseñanza para socorrer el planeta Tierra y a sus moradores, almas endeudadas en su mayoría, que no consiguen avanzar porque se dejaron dominar por la materia y por las malas pasiones.
El bien en todas las cosas y el amor como medicina son el remedio saludable, para merecer una mejor vida, pero antes tenemos que alcanzar la luz, no podemos ver las cosas sin su realidad, porque seguramente caminamos equivocados, buscamos a Dios sin encontrarlo, no es el milagro de la vida el que debemos buscar y si el milagro de nuestra reforma, caminando y actuando a favor del bien en todas las cosas.
Si realmente estás desesperado, si buscas consuelo, acércate a la Doctrina Espirita, ella es un bálsamo reparador para todas las heridas. No tengas miedo, nadie ha visto a un espíritu soliviantar a un alma que en nada comulga con la imperfección, el mal siempre es obra nuestra, si los espíritus ignorantes pueden influenciarnos con sus maldades es porque tenemos afinidad con ellos. Todo el que defiende su razón, es que no la tiene, porque ninguna defensa necesita aquello que es por sí solo, lo que dice ser.
La verdad solo tiene un camino y son muchas falsedades las que se han dicho para jutificación de las maldades del hombre, hemos cambiado muchísimas veces el verdadero sentido de las cosas, si en realidad e decides a encontrar respuestas y soluciones para tu vida, debes ser sincero contigo mismo, empezando por conocerte, si no conoces tu enfermedad, el mal que padeces, no puedes aplicar el remedio oportuno.
Si esperas que los demás cambien para tu decidirte a hacerlo, perderás mucho tiempo en las tinieblas, y el merito no será tuyo, procura ser un punto positivo en la Tierra, decídete a dar el paso, por ti mismo, nadie puede hacerlo por ti, y si realmente quieres tu progreso has de conquistarlos, cuanto antes mejor. La vida es muy corta, y viajamos en un tren que nunca sabemos cuándo va a pararse, puede ser mañana demasiado tarde para ti. Cuanto antes comiences mucho mejor.
Perdona y olvida todo lo malo que hasta ahora hayas sido, el pasado no podemos cambiarlo, pero si el presente que será el que dicte nuestro futuro. Si em piezas por amarte a ti mismo, empezaras por amar y comprender a los demás, amate hasta el punto de cambiar en ti todo aquello que te hace estar enfermo, desanimado, desilusionado. Jesús nunca estuvo enfermo, ni se quejo, el mal es cosa nuestra, porque no hacemos el bien, y cuando nos irritamos dañamos nuestros órganos, cuando envidiamos, dañamos nuestro espíritu, que sufre la peor enfermedad, cuando nos desesperamos acudimos al suicidio, condenándonos por más tiempo en el mismo pozo del que intentábamos salir, son tantas las equivocaciones del hombre, es tanto si desequilibrio, que cuanto antes empecemos por crear un mundo mejor, antes alcanzaremos el merito para partir a una mejor vida.
Busca a Dios dentro de ti mismo, El te espera, como al hijo prodigo, y celebrará una gran fiesta, cuando realmente lo hayas encontrado.
M. C. R
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