INQUIETUDES ESPÍRITAS
1.-Herencias, ambiente y educación
2.- Vivir como si no hubiera mañana
3.- En el proceso de desobsesión
4.-La homosexualidad
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HERENCIAS, AMBIENTES Y
EDUCACIÓN
DAVID GROSSVATER
Aun hoy día, se discute la causa del genio, y el debate está abierto: Se trata de saber si el Genio es el resultado de un conjunto ancestral de herencias materiales, como afirman los biólogos y los fisiólogos, o si es un producto de la educación y del ambiente, o de ambas cosas a la vez: Hereditaria y ambiental.
El Espiritismo trae otro factor, y da el punto final con el argumento maestro : la reencarnación.
Citaremos el caso del joven Cerril Kennethh Wolf, quien con un año de edad leía libros infantiles y a los dos años ya tocaba piano.
Nos interesamos en ese caso, para saber si esa precocidad desaparecería con los años.
Con gran asombro se lee posteriormente en el diario “The Day” de Nueva Cork, que el niño en cuestión, acababa de obtener el bachillerato, en la Universidad de Yale, con diploma de sobresaliente, a los catorce años de edad. Siendo este niño; según el citado diario, el primero en Estados Unidos, que obtiene tal grado, en esa edad.
A los tres años comenzó a hacer sus propias creaciones y a los diez, ya tenía diez composiciones y una sinfonía.
A esa misma edad, ya era notable estudiante de química en la Universidad de Nord-Western, entre compañeros de veinte años de edad en adelante.
Este caso se presta para apreciar si esta clase de niños deben sus brotes de extraordinaria capacidad, a sugerencias de índole mediúmnica, o son espíritus saturados de conocimientos adquiridos, en la vastedad de sus vidas anteriores, o tal vez con lógica, a la coexistencia de ambos factores.
Por ejemplo: Las primeras manifestaciones entre uno y dos años, por la posesión directa de su propio espíritu o debido a la asistencia de otro en posesión, en forma medianímica, ya que no habiendo recibido clases de piano, ya interpretaba a Linz.
En la segunda época se puede estudiar como precocidad, quiere decir, apreciando el esfuerzo que hace el espíritu encarnado, para dar mayor empuje, ductibilidad, y fortaleza al cuerpo y librarse lo más pronto posible de la infantilidad, sin tener que esperar hasta la edad madura, para avanzar ganando tiempo en su evolución.
Tenemos que convenir en algo que es esencial: que los conocimientos que desarrolló con tanta facilidad y en los cuales descuella, es porque ya lo conocía en otras existencias, donde los fue acumulando.
Para ello se necesitaron muchísimas existencias, ya que cada existencia es un peldaño, en el infinito tiempo.
Confirma nuestra tesis, el doctor Lewis Terman cuando dice:
”Las características del Niño Pródigo son: más poder de concentración; más rapidez en la comprensión de los hechos; una curiosidad eternamente insatisfecha; un sentido de iniciativa y una gran voluntad de persistencia.
Con lo expuesto rechazamos de hecho el factor Herencia, en lo que se refiere a la Inteligencia y Capacidad Creadora, pero admitimos que el factor Ambiente hogareño o callejero, adverso o acogedor ayuda.
Pero sólo ayuda como una especie de accesorio para desarrollar y despertar esas facultades, facilitando la Rememoración, pero jamás para crear la Precocidad o Genio.
La educación no provoca ni crea al Genio ni al Prodigio, son fenómenos que brotan espontáneamente, solamente ayuda a emerger y desarrollar las energías del niño.
La educación es una ayuda grandiosa, pero no la base. Los inventores siempre han dado más, de lo que han aprendido de sus maestros, al guiarse por sus propias inspiraciones y conocimientos adquiridos anteriormente, ya que siempre estaban por sobre sus maestros. He ahí la Reencarnación
El Ambiente sin facultad es nulo. A veces la facultad sin ambiente logra el éxito, porque todos los obstáculos imaginables, se disuelven ante la Precocidad y la Genialidad auténtica.
Resumiendo:
La educación puede ser esencial, pero no es la base cuando el Espíritu trae.
Es Esencial al mismo tiempo cuando el Espíritu viene a llevar.
Cuando el ambiente es superior al Espíritu, es entonces la educación la creadora y lo prepara para sucesivas reencarnaciones.
La herencia nada tiene que ver con el Carácter, Conciencia, Capacidad, Inteligencia en los asuntos de índole Mental o Espiritual, esto lo trae el Espíritu.
El ambiente podrá crear algunos hábitos, pero en las aptitudes e ideales del ser, es neutro, cuando el Espíritu es potente. El Espíritu lo es todo.
Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta
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VIVIR COMO SI NO HUBIERA MAÑANA
El destino de todos los seres vivos es la muerte. Se mueren las flores, plantas, animales, personas. Hasta mismo las estrellas que nacen en una explosión de luz llegan a la finitud.
Morimos un poco todos los días. Cada anochecer nos recuerda que un día más transcurrió en nuestra vida.
Eso debería ser un alerta para los rumbos que damos a nuestra existencia.
Pero, ¿por qué la muerte nos asusta de esa manera?
El sabio se prepara para morir. Pero, para la mayoría de los seres humanos, la simple mención de la palabra "muerte" es un trauma. No hablamos de la muerte por temor de que eso pueda atraerla.
Sin embargo, prepararse para morir es útil. Realmente necesario. No es una actitud morbosa, pero sí de naturalidad delante del ciclo que rige la vida.
¿Naturalidad? Si, puesto que en nuestra vida la muerte es una certeza. Lo que ocurre es que no sabemos cuando y donde ella vendrá, pero ciertamente vendrá.
Países, idiomas y creencias son diferentes. Pero, como una paradoja, lo que nos une a todos es la gran certeza que un día nuestro cuerpo estará muerto.
Por eso, vale la pena pensar de manera positiva acerca de la muerte. Prepararse para ese momento inevitable.
La psiquiatra suiza Elizabeth Kübler-Ross narra, en sus diversos libros, el sufrimiento de las personas que no se prepararon para morir o para decir adiós a sus parientes y amigos.
La médica - que se volvió famosa en todo el Mundo por sus trabajos junto a pacientes terminales - observó que la mayoría de las personas trae conflictos, asuntos no resueltos y traumas que se manifiestan en la hora de la muerte.
Ocurre que no estamos acostumbrados a meditar acerca de nuestra propia muerte. Siempre la imaginamos muy distante.
Por eso, dejamos pendientes los arreglos que podrían ser solucionados ahora, con tranquilidad.
Por lo tanto, vale la pena empezar una preparación. ¿Quieres una fórmula sencilla?
Vive como si fuera tu último día. Haz el bien, sé amable y cortés.
No postergues para mañana las palabras de afecto y los gestos de amor. Di a tu familia cuanto la amas. Ordena tus papeles, encamina tus cuestiones.
Si existen disgustos, olvida, perdona. Da vuelta a la página. Si existen asuntos por arreglar, aclara, conversa. En fin, arréglalos.
No dejes ningún vacío para que un día lamentes no haber hablado en la hora adecuada.
Vive la vida de manera sencilla y bella para que, al terminarla, no haya muchos arrepentimientos.
El músico Renato Russo tenía una frase síntesis para esa actitud: "Es necesario amar a las personas como si no hubiera mañana."
En fin, mañana la muerte podrá llegar, silenciosa, a golpear tu puerta o de la persona amada. Entonces, hasta el reencuentro podrá haber una larga espera.
Haz como el poeta Manuel Bandeira. En uno de sus más inspirados poemas, "Consoada", él nos habla acerca del día en que la muerte llegará y lo encontrará preparado ;
"Cuando la indeseada de las gentes llegue,
Tal vez yo tenga miedo.
Tal vez sonría, o diga:
¡Hola, ineludible!
Mi día fue bueno, puede la noche llegar.
(La noche con sus sortilegios).
Encontrará labrado el campo, la casa limpia,
La mesa puesta, cada cosa en su lugar."
Que podamos, todos nosotros, aguardar la muerte con el alma liviana, la conciencia en paz, una sonrisa del deber cumplido reflejada suavemente en los labios pálidos.
Cuando llegue esa hora, tu día y tu vida ¿habrán sido buenos?
¡Piensa en eso!
Redacción del Momento Espírita.
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EN EL PROCESO DE DESOBSESIÓN
Son muchos los que
llegan al conocimiento de la doctrina Espirita por los látigos del
sufrimiento, por perturbadoras pruebas dentro del campo de la
obsesión.
Poco a poco,
despiertan para las realidades de la vida, esforzándose por la
propia iluminación y la de los adversarios que los comprimen
psíquicamente, en las dilatadas imposiciones perniciosas.
Los cooperadores
adiestrados son deseados para asegurar la mejoría del enfermo, pero
lamentablemente no se encuentran en lo general en el campo de acción
del hombre terráqueo, ya que no merecen su convivencia y la mayoría de las
veces no se cuentan con servidores ideales, solo se puede agradecer
la mayoría de las veces a obreros
modestos; caracterizados por el espíritu de servicio, con coraje
suficiente para vencer los prejuicios y las conveniencias de los
grupos sociales y de las personas negativas, afanándose en la
distribución del bien.
La ignorancia y la
mala fe siempre denigren lo que desconocen, presentando con colores fuertes de
la propia incuria, aquello que no desea que se expanda ni alcance a otras áreas
humanas.
La verdad no es
patrimonio de individuos ni de grupos. Tiene carácter universal. Es
la misma en todas partes y en todos los tiempos, variando en la forma, en el
vestuario, con lo que se presenta para ser ofrecida a los hombres. El
Espiritismo es una doctrina perfecta en su estructuración científica,
filosófica y religiosa, teniendo mucho que ver con las diversas ramas del
Conocimiento, que aclara, ya que investiga las causas, mientras que la Ciencia
todavía examina sus efectos. Allan Kardec debió
penetrar en el examen y estudio de la Doctrina Espirita para
publicar “El Libro de los Espíritus”; comprendió que responde a las más
diversas cuestiones complejas y embarazosas del pensamiento,
proponiendo soluciones a los enigmas de las “ciencias del alma” bien
como de los conflictos de la fe que tanto han atormentado a
religiosos honestos o no, que se debaten en aflictivas dudas.
Grandes desafíos
surgen y embates vigorosos, a fin de que poco a poco, el obsesado se
desprenda del zarzal en el que se enredó a través de los tiempos.
La obsesión es el
resultado de una demorada convivencia psíquica entre dos Espíritus afines, bien
sea por el amor que desata las pasiones inferiores o a través del odio que
galvaniza los litigantes, imantándolos uno al otro con vigor.
Cuando son
tomadas las primeras providencias para la terapia de
desobsesión surgen efectos inmediatos, que son consecuencia de esa aptitud: 1)
la rebeldía del enemigo, que cambia la técnica de la agresión, reformulando, su
programa de persecución no obstante atacando a la presa con el objetivo de
desanimarla 2) propicia una falsa concesión de libertad, esto es,
afloja el cerco, antes pertinaz, permaneciendo, sin
embargo, en vigilia, aguardando la oportunidad para lanzar un asalto fatal, en
el cual triunfen sus planes infelices. En la primera hipótesis, la
víctima, no adiestrada en el conocimiento de la desobsesión, porque se siente
empeorar, razona, equivocadamente, que la medicación le está siendo más
perjudicial que la enfermedad e, inspirada por su semejante, planea abandonar
el procedimiento nuevo; lo que, a veces, realiza, permitiendo a la astuta,
Entidad liberarlo, momentáneamente, de las sensaciones constrictivas
para sorprenderlo, más tarde, cuando sus reservas de fuerzas sean
menores y los recursos del equilibrio se hagan poco viables… En el
segundo casi, sintiéndose menos oprimidos, el obseso se cree desobligado de los
nuevos compromisos y vuelve a las actitudes vulgares de antes, cayendo,
posteriormente en la urdimbre hábil, de su vigilante
carcelero espiritual.
Jesús afirmó con
razón, que el Espíritu inmundo al salir del hombre, anda por lugares áridos,
procurando reposo, y no encontrándolo, dice: “Volveré para mi casa de donde
salí; y al llegar la halla barrida y adornada, después va y lleva
consigo siete Espíritus más, peores que él. El ultimo estado de
aquel hombre acaba siendo peor que el primero, “Es siempre
conveniente recordar que todo obseso de hoy es verdugo de ayer que
pasó sin la conveniente corrección moral, ahora cayendo en la maldad
que él mismo cultivo. El vicio mental derivado de la convivencia con el huésped
genera ideo plastias perniciosas de las que se
alimenta psíquicamente el hospedero. Aun cuando sea
apartado el factor obsesivo, permanecen, por largo tiempo, los hábitos
negativos, engendrando imágenes, perjudiciales que constituyen la Psicoesfera
enfermiza, en la cual se mueve el paciente. El más severo esfuerzo que el
enfermo psíquico por obsesión debe movilizar, es el de la reeducación mental,
adaptándose a las ideas optimistas, a los pensamientos sanos, a las
construcciones edificantes. Las lecturas iluminativas, la oración inspiradora,
el trabajo renovador, hasta que se creen hábitos morigerados, propiciadores de
paisaje mental bendecido por la revitalización y por el equilibrio. Gracias a tales
factores, no siempre la cura de la obsesión ocurre cuando son
apartados los pobres perseguidores, sino cuando compañeros de lucha
instalan en el mundo intimo las bases del legítimo amor y del trabajo fraternal
a favor del prójimo, tanto como de si mismos, a través del recto cumplimiento
de los deberes.
Los hombres esperan
siempre que se operen milagros, cuando le son impuestos el esfuerzo
y la dedicación a través del tiempo, casi siempre desertan del compromiso o lo
relegan al olvido, afirmándose desencantados con los otros de quien
exigen una conducta superior, que así mismos no se
permiten. Se justifican sin justificar a los otros; se excusan, pero
se tornan jueces rigurosos de aquellos con los cuales conviven, o a
quien recurren, buscando ayuda. Por eso la salud mental que se deriva de la
liberación de las alineaciones obsesivas se hace difícil,
porque ella depende, sobretodo, del enfermo, en el máximo de su
esfuerzo y no exclusivamente de su ánimo perturbador.
Nadie espere reposo
y placer, ni anhele de inmediato, por comodidad y bienestar del que no sea
merecedor. La tierra es madre generosa y la existencia carnal
constituye oportunidad reparadora, salvadas raras excepciones cuando
el Espíritu se encuentra en misión para propulsar el progreso de la humanidad,
aun así, en esos casos, el dolor y la soledad, los testimonios de muchos tipos
no les quedan al margen…
El crecimiento para
Dios solamente se da a través de la mejoría intima, a través del trabajo
fraternal verdadero entre las criaturas del camino de nuestra evolución,
así nos lo enseño Jesús que bendijo el trabajo y el deber con
el propio esfuerzo.
Trabajo realizado por Merchita
Extraído del libro “Cuadros de la Obsesión” de Divaldo Pereira
Franco
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LA HOMOSEXUALIDAD
( Ítem Nº 202, de “El Libro de los Espíritus”.)
La homosexualidad, también hoy es llamada transexualidad, en algunos círculos de la ciencia, definiéndose, en el conjunto de sus características, por tendencia de la criatura para la comunión afectiva con otra criatura del mismo sexo.
No encuentra explicación fundamental en los estudios psicológicos, que tratan del asunto en bases materialistas, pero es perfectamente comprensible, a la luz de la reencarnación.
Observado el hecho, pero con los preconceptos de la sociedad, constituida en la Tierra por la mayoría heterosexual, que con las verdades simples de la vida, ese mismo hecho va creciendo de intensidad y de extensión, con el propio desarrollo de la Humanidad, y el mundo ve, en la actualidad, en todos los países, extensas comunidades de hermanos en experiencia de esa especie, sumando millones de hombres y mujeres, solicitando atención y respeto, en pie de igualdad al respeto y a la atención debidas a las criaturas heterosexuales.
La colectividad humana aprenderá, gradualmente, a comprender que los conceptos de normalidad y de anormalidad dejan que desear cuando se trata simplemente de señales morfológicas, para erguirse como agentes más elevados de definición de la dignidad humana, ya que la individualidad, en sí, exalta la vida comunitaria, por el propio comportamiento en la sustentación del bien de todos, o la deprime, por el mal que causa con la parte que asume, en el juego de la delincuencia.
La vida espiritual pura y simple, se rige por afinidades electivas esenciales; no obstante, a través de milenios y milenios, el Espíritu pasa por hileras inmensas de reencarnaciones, ahora en posición de feminidad, ahora en condiciones de masculinidad, lo que sedimenta el fenómeno de la bisexualidad, más o menos pronunciado, en casi todas las criaturas.
El hombre y la mujer serán, de ese modo, de manera respectiva, acentuadamente masculino o acentuadamente femenino, sin especificación psicológica absoluta.
En base a eso, la individualidad en tránsito, de la experiencia femenina para la masculina o viceversa, al encajar el cuerpo físico, demostrará fatalmente los trazos de la feminidad en que habrá estado por muchos siglos, en que pese al cuerpo de formación masculina que lo segregue, verificándose un proceso análogo con referencia a la mujer en las mismas circunstancias.
Obviamente comprensible, en vista de lo expuesto, que el Espíritu en el renacimiento, entre los hombres, puede tomar un cuerpo femenino o masculino, no sólo atendiéndose al imperativo de encargos particulares en determinado sector de acción, como también en lo que concierne a obligaciones regenerativas.
El hombre que abusó de las facultades genésicas, arruinando la existencia de otras personas con la destrucción de uniones constructivas y hogares diversos, en muchos casos es inducido a buscar una nueva posición, en el renacimiento físico, en cuerpo morfológicamente femenino, aprendiendo, en régimen de prisión, a reajustar los propios sentimientos, y la mujer que obró de igual modo es impulsada a la reencarnación en cuerpo morfológicamente masculino, con idéntico fin.
Y, aun, en muchos otros casos, Espíritus cultos y sensibles, aspirando a realizar tareas específicas en la elevación de agrupamientos humanos y, consecuentemente, en la elevación de sí mismos, ruegan de los Instructores de la Vida Mayor, que los asisten a en el desenvolvimiento en el campo físico, en una vestimenta carnal opuesta, a la estructura psicológica por la cual transitoriamente se definen.
Escogen con eso, vivir temporalmente ocultos en la armadura carnal, con lo que se garantizan contra empujes irreversibles, en el mundo afectivo, de manera a perseverar, sin mayores dificultades, en los objetivos que abrazan.
Observadas las tendencias homosexuales de los compañeros reencarnados en esa faja de prueba o de experiencia, es forzoso se les dé el amparo educativo adecuado, tanto como se administra instrucción a la mayoría heterosexual.
Y para que eso se verifique en líneas de justicia y comprensión, camina el mundo de hoy, con un más alto entendimiento de los problemas del amor y del sexo, por cuanto, al frente de la vida eterna, los errores y aciertos de los hermanos de cualquier procedencia, en los dominios del sexo y del amor, son analizados por el mismo elevado molde de Justicia y Misericordia.
Eso es porque todos los asuntos en esa área de la evolución y de la vida se especifican en la intimidad de la conciencia de cada uno.
Psicografia : Francisco Cândido Xavier Libro : Vida e Sexo
Adaptación: Oswaldo E. Porras Dorta
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